Ore no Imōto ga Konna ni Kawaii Wake ga Nai (NL)

Volumen 14: RUTA ALTERNATIVA DE KURONEKO I.

Capitulo 2: El Primer Día del Campamento

Parte 1

Ha pasado la mitad de julio y han llegado las tan esperadas vacaciones de verano.

El día estaba soleado y sin nubes. Era un día perfecto para un viaje.

—¡Vi-ctoria!

Miro al cielo desde la puerta de nuestra casa y me protejo los ojos de la luz del sol con una mano.

Me pongo la mochila y salgo hacia el campamento de investigación. En ese momento, se abre la puerta de mi casa y aparece mi madre.

Me pregunto si he olvidado algo.

¿Qué está pasando? pregunté con una mirada.

—Kyousuke, acabo de recibir una llamada de Kirino… tiene un mensaje para ti.

—¿Eh? ¿Por qué no me diste el teléfono?

—Estaba algo enfadada contigo… así que sólo te diré:

—¡Gané por mi cuenta! ¡Baa-aka!

—Eso es lo que ella dijo.

—¿Eh~~~? Qué demonios es eso… No tengo suficiente información.

Con este mensaje, ni siquiera sé contra quién has ganado ni por qué. Ni siquiera sé por qué me dices esto.

—Esa Kirino, está irracionalmente enojada como siempre.

—¿Le hiciste algo~~~?

—No he hecho nada.

Esa perra. Me he estado preguntando por qué no se ha puesto en contacto conmigo, y este es el primer mensaje que le envía a su hermano.

¡Maldita sea! ¡Está echando agua en mi salida fresca! Ahora me siento muy frustrado sin razón.

—Mamá. La próxima vez que llame, dale un mensaje.

—Sí, sí… ¿Cuál? Sonreí y le dije:

—¡Gran trabajo! ¡Baa—aka!

Saludando a mi familia, me puse en marcha. Mi corazón es tan ligero como una pluma.

Sentí que podía volar al extranjero.

De repente, me imaginé a mi hermana en mi mente.

Kirino parecía enfadada, ¡buf! y le sacó la lengua.

***

Los miembros del club de juegos ya se estaban reuniendo en la estación de Chiba. El jefe del club me vio y me saludó. Agradezco a la gente alta, porque puede ser un buen punto de referencia en estas situaciones.

—Buenos días.

—¡Eh!, buenos días, Kousaka-senpai.

Makabe-kun, que estaba junto al jefe, inclinó la cabeza.

Si se lo dijera, se enfadaría, pero su gran mochila me hizo sonreír, como si se fuera de excursión.

El jefe, en cambio, iba vestido con ligereza. Tenía la dignidad de un viajero experimentado.

Y entonces…

—Hola, Kousaka.

Tengo que hablarte de este tipo.

—¿También has venido después de todo, Akagi? —Sonreí y devolví el saludo.

Kouhei Akagi. Mi compañero de clase y amigo, y el hermano mayor de Sena.

Un miembro retirado del club de fútbol y un buen deportista. Por supuesto, no es miembro del club de juegos.

Me pregunto por qué viene al campamento de investigación.

—No puedo dejar que Sena vaya sola a un campamento en el que también participan chicos. Si no te importa, yo también iré.

Por eso. Este bastardo siscon lleva diciendo lo mismo desde junio, cuando se enteró del campamento, por lo que el jefe le permitió participar como un caso especial.

—Akagi, tú… realmente debería tomar una lección de mí y alejarte de su hermana un poco.

—¿Qué estás diciendo? ¿No está tu hermana estudiando en el extranjero?

Si yo estuviera en tu lugar, me moriría de preocupación.

—Estoy seguro… Pero Sena debe estar avergonzada de que su hermano mayor la siga, parecía enfadada.

—Sólo está ocultando su vergüenza. Realmente está feliz de estar conmigo.

Es un tipo alegre.

Bueno, personalmente, estoy feliz de que haya un tipo con el que me lleve bien.

De todos los miembros del club, soy el que menos conocimientos otaku tiene. Cuando no pueda seguir la conversación, con Akagi allí, que tampoco sabe mucho de juegos, me sentiré algo aliviado.

Estoy seguro de que también podrá controlar las travesuras de Sena.

Mientras pensaba esto, mi mente se alejó de mi amigo y se dirigió a mi entorno.

… Aún no ha llegado… ¿Supongo?

—¿Qué pasa Kousaka, buscando algo?

—Este… Nada…

—Ah. —Akagi sonrió con complicidad.

—Esa chica, estaba con mi hermana antes… Mira, parece que viene.

—¿Eh?

Mirando hacia donde Akagi señalaba con el pulgar, las figuras de Sena y… Kuroneko se acercaban a nosotros.

—………

Me he quedado sin palabras.

No la conocida lolita gótica. No el uniforme escolar que veo tan a menudo estos días.

Llevaba un veraniego vestido blanco de una pieza.

La impresión efímera sigue ahí, pero es como si todo el dolor habitual se hubiera convertido en pulcritud.

Blanco puro, todo lo contrario, a su imagen habitual.

—¿Kuroneko?…

—… ¿A quién más ves?

—No, tú… te ves…

Kuroneko, cuyo ambiente había cambiado completamente de lo habitual, apartó ligeramente la mirada y me preguntó:

—… ¿Qu-qué quieres decir? La miré fijamente.

—Increíble, creo que es muy bueno.

—E-en serio…

Cuando la felicité, se puso roja y bajó la mirada. Incluso ese gesto me mareó.

—¡Ruri-chan! ¡Lo has hecho! —Una voz interrumpió el buen humor. Era Sena.

Ella hinchó su gran pecho.

—¡Yo lo elegí, después de todo!

—Fue de tu gusto ¿eh?

No es el tipo de ropa que Kuroneko compraría de buena gana.

Lo has hecho bien. Te alabaré.

—¡Fuimos de compras juntos para comprar ropa para el campamento!

¡Mira mi ropa! ¿No es bonita también?

—Sí, es bonita, ¿no?

Con su ropa informal también tenía una imagen diferente a la que veía en la escuela, lo cual era refrescante. Creo que es lo suficientemente atractiva como para que se acerquen a ella cuando va por la calle.

Fue eclipsado por ver a Kuroneko justo antes.

—Ah… un elogio tan desconsiderado. Mmm, es cierto. Kousaka-senpai sólo puede ver a Ruri-chan ¿verdad?

—E-Espera. —Kuroneko tiraba tímidamente del brazo de Sena. Sin embargo, la boca de Sena no se detuvo.

—El outfit que he elegido para ti, está funcionando incluso mejor de lo que esperaba… mphmphmph.

—P-por favor, cállate… por dios.

Sena, con la boca tapada por Kuroneko, murmuró y gimió:

—Honestamente… eres una charlatana. Esas dos realmente…

Se han acercado tanto en sólo unos meses.

***

Tomamos la línea Sobu desde la estación de Chiba hasta la estación de Tokio…

Desde allí, nos trasladamos al Shinkansen. El metro de la estación de Tokio es amplio y complicado, con mucha gente entrando y saliendo.

Si estás un poco desprevenido, puedes perderte.

Sin perder de vista a Kuroneko, me dirigí al andén del Shinkansen.

En cuanto llegué al andén, el jefe me dijo:

—De acuerdo, te daré el billete y podrás sentarte en el asiento que está escrito en el billete.

Los otakus se amontonaron en el tren.

El orden de los asientos debió ser elegido por el jefe. Los hermanos Akagi estaban sentados uno al lado del otro, lo que demostraba consideración.

En cuanto a mí…

—Ah… Senpai y yo estamos… uno al lado del otro, ¿no?

—Sí. Parece que sí.

… Caray. Supongo que el jefe también se encargó de esto…

Me siento extrañamente avergonzado, o quizás incómodo. Si nos vamos así, podría morir.

Es decir, ¿de qué se supone que voy a hablar durante las próximas horas?

No,   normalmente    puedo   mantener   una   conversación   con   toda   la naturalidad del mundo… pero ¡cuando se monta así!

Te pone nervioso. No puedes evitar ser consciente de ello.

Maldita sea… ¡qué hacer…! ¡qué debo hacer!…

Me angustié intensamente durante unos segundos…

—Muy bien, ¡vamos a girar el asiento y hacerlo de cuatro plazas! Ahora los hermanos Akagi están con nosotros.

Qué alivio.

Cuando Sena se dio cuenta de mi comportamiento, entrecerró los ojos y dijo:

—… Kousaka-senpai… cobarde…

Cállate.