Ore no Imōto ga Konna ni Kawaii Wake ga Nai (NL)

Volumen 14: RUTA ALTERNATIVA DE AYASE II.

Epilogo: Kousaka Chitose

—Tiempo después…

Muchas personas nos dieron su bendición, y finalmente nos unimos en matrimonio. Muchos años llenos de inmensa felicidad, pasaron en un abrir y cerrar de ojos, nuestro día a día que se repetía una y otra vez, poco a poco fue cambiando de forma.

—Oye… ya casi es hora, ¿verdad?

—… Así es, ya casi es hora, Onii-san.

—… M-Me sorprende que me llames así después de tanto tiempo.

—… Estaba recordando, aquellos momentos en los que apenas te había conocido.

—… Geh….

No sé qué es lo que haya recordado mi esposo, pero su rostro se había puesto azul de solo hacerlo. No importa cuánto tiempo haya pasado, la expresión en su rostro, sigue siendo la de aquel niño—

Seguidamente, comencé a dejar salir una pequeña risa.

—Fufuh, ¿qué es lo que estás imaginando?

—Una escena en la que te acercabas a darme una patada en el estómago, con una expresión de demonio en tu rostro.

—¿Eh? Creo que hace mucho que no te he pateado, ¿verdad?

—No lo hagas, por favor. Será muy malo para mi salud.

…. Él en verdad no cambiado mucho.

Sigue siendo un pervertido, un tonto, un siscon—

—Pero, sobre todo, alguien muy amable. Una persona a quien quiero mucho.

—Jamás imaginé que llegaría a casarme contigo. Ni siquiera cuando te conocí por primera vez.

—Yo también pensaba lo mismo que tú.

Mi esposo me propuso matrimonio, no mucho tiempo después de conseguir un trabajo en una empresa local.

Tal y como lo hizo en algún momento frente a Kirino, él declaró su amor por mí gritándolo frente a mis padres.

Después—

—¡He llegado!

—¡Wow! Kirino… ¿por qué has entrado así por tu cuenta? ¡Debes saludar debidamente en el recibidor, en el recibidor!

—Kyahaha… pensaba darles una gran sorpresa.

—¿Cuántos años crees que tienes? Ya no eres una niña.

—Lo siento, lo siento. Ah, les traje un regalo.

—¡Kirino! ¡Cuánto tiempo sin vernos…!

—¡Ayase! ¡Ha pasado mucho! ¿Cómo estás?!

—¡Estoy bien…! ¡Me alegra que también te encuentres bien, Kirino…!

—Pues claro, ¿por quién me estás tomando…?

En ese momento, mi mejor amiga, dejó entrever una gran sonrisa, que parecía estar igual a la de aquellos tiempos, y que tanto me encantaba.

La belleza de Kirino, quien ahora ha crecido aun más, era tan resplandeciente, a tal punto en que, casi hace por un momento, que pierda el conocimiento.

Ella ahora mismo se encuentra dedicándose como modelo profesional en el extranjero. El día de hoy, había regresado a Japón, después de muchos años.

—Vaya… tu estómago ha crecido demasiado. La fecha definida ya está por llegar, ¿no?

—Así es… Será una niña.

—¿Eh? ¡Una niña! Ya veo, en ese caso, me quedaré por un tiempo aquí en Japón.

—¿Estás segura de ello?

—Claro. Ya quiero ser la segunda persona en ver el gran parecido que tendrá mi sobrina contigo, Ayase.

—No digas tonterías, yo seré el segundo en verla.

—¿Eh? Yo la veré antes que tú. 

—… No has dejado de ser esa niña caprichosa, ¿eh?

—¿Dijiste algo?

—Nada. Solamente dije que no tardas en ser toda tía ya vieja, Kirino.

—¡Oye! … ¡¿Cómo te atreves a decirle eso a una jovencita como yo…?!

—Cielos, hace mucho que no se ven, este no es el momento para pelearse.

Me sentía algo culpable por ello, pero me alegra ver cómo se llevaban tal y como lo hacían antes.

—Oye, mejor dicho… ahora que tendrás un bebé… serás un padre, ¿no?

—Sí, algo así…

—Y… Ayase será una madre…

—… Así es.

—Luego un padre se vuelve abuelo y una madre se vuelve abuela… yo me volveré una tía y… ¡Aahh! ¡Qué miedo me da el paso del tiempo!

Kirino dejó caer sus hombros, dejando entrever una sonrisa algo tensa. Kyousuke colocó su mano sobre la cabeza de Kirino, con una sonrisa burlesca en su rostro.

Anteriormente, quizás ver una escena como esa, sería motivo de celos. Pero, mi yo actual, ahora observa esa escena como un símbolo de felicidad.

Observaba esa buena relación entre hermano y hermana mientras me acariciaba la barriga abultada…

Seguidamente, oré en silencio.

Que todos estos tranquilos días, continúen hasta el fin de los tiempos.

El tiempo sigue avanzando…

—Hasta que, cierto día, me encontraba en el dilema más grande de toda mi vida.

—… No puedo hacerlo… simplemente no puedo…

—Cielos… Ya fue suficiente, ya toma el valor necesario de una buena vez, por favor.

Estaba en el pasillo frente al recibidor realmente preocupado, Ayase trataba de apaciguarme con unas gentiles caricias.

Aun así, me encontraba realmente preocupado.

—Ya te dije por qué no quiero ir…

Dejé salir una voz algo patética.

—Me siento realmente nervioso…

—Pero, has estado en lugares aún más complicados que este de ahora, ¿no? Por ejemplo, en el trabajo.

—Es verdad, pero… ¿cómo decirlo…? Este tipo de nerviosismo, es de otra clase.

Podrá parecer que estoy dando excusas estúpidas, pero realmente estaba nerviosos.

—Debido a lo ocupado que he estado en el trabajo no había podido ir hasta ahora… Pero,

este nerviosismo en mí, lo he tenido desde que nació Chitose…

—Vamos, no es para tanto todo esto…

La expresión de cansancio en su rostro, era muchísimo más hermosa que la vez que nos conocimos.

—Por cierto, la última vez que me sentí así, fue cuando fuimos a ver a tus padres…

——En aquel momento, pensaba que iba a morir, fue realmente traumante…

Seguramente ella recordó aquel momento, pero Ayase reaccionó con una sonrisa tensa en su rostro.

—Es cierto, pasó lo mismo…

Cuando de pronto—

—Oye, ¿todavía sigues con eso…?

Kirino había llegado a la escena. Ella se encontraba firmemente parada en la entrada, dirigiéndose hacia mí, quien me encontraba parado en el pasillo frente al recibidor.

—¡Si no te apresuras, te dejaremos aquí! ¡¿No ves que vamos a alcanzar a llegar a tiempo?!

—¿Por qué pareces ser la más interesada en esto? ¿De dónde sacaste esa videocámara que traes ahí?

—¡Es obvio, ¿no?! La compré precisamente para este día. ¡Para poder grabar el gran momento de Chi-chan en escena!

—Uwaah… Kirino… esa es una videocámara muy grande. ¿Cuánto te costó?

—Dos millones y medio de yenes.

Es una tonta… tenemos a una gran tonta entre nosotros.

—Aha… Ahahaha… como era de esperarse de Kirino…

—Qué se le va a hacer…

Me levanté lentamente.

—Ahora que me he decidido, será mejor ir de una buena vez. De lo contrario, estoy casi seguro de que alguien me reclamará pagar esos dos millones y medio de yenes por no haber ido…

Así es. Hoy es un día muy especial.

—El día en que podremos ir a visitar a nuestra hija a la escuela.

Después—

Finalmente habíamos llegado al salón de clases de la primaria a la que nuestra hija asistía. Ahora mismo, al igual que otros padres, nos encontrábamos en la parte trasera del salón. Cada uno de nosotros, observábamos con orgullo a cada uno de nuestros hijos.

En la parte frontal del salón, junto al escritorio, se encontraba la maestra encargada de la clase, Gokou Tamaki.

El hermoso sol de primavera, iluminaba de luz a los niños.

Todos los pequeños niños, se encontraban nerviosos al estar siendo vistos durante la clase. La clase era de composición— tenían que haber escrito algo acerca de la familia.

Aun cuando la maestra encargada de la clase era Gokou, no se podía decir que todo estuviera yendo muy bien.

—Haa… Haa…

Y eso, se debe a cierta tonta que tenía una gran videocámara consigo.

Había tomado una posición en la que podría tomar a la persona en cuestión desde al lado,

—¡Vas bien! ¡Muy bien, Chi-chan! ¡Ha llegado! ¡Ha llegado tu turno, Chi-chan! ¡Uhyooo!

¡En verdad ha llegado un ángel del cielo! ♪ ¡Ah, lo siento! ¿No le molesto si me pongo ahí? Es que quiero tomar buenas fotografías desde este ángulo a esta niña…

—¡Oye…! ¡Detente, por favor! ¡Estás molestando a todos!

—Auuh…

Esa idiota, ha hecho que su sobrina se enoje…

Se trataba de la sobrina de Kirino… La hija de Ayase y yo— Kousaka Chitose.

Es casi como si Ayase se hubiera hecho pequeña— aquel pequeño ángel nuestro regañando a Kirino, se parecía totalmente a Ayase.

Se veía como si Kirino estuviera a punto de llorar.

—Lo siento, Chi-chan.

—Ha-hazte a un lado, por favor. HMPF.

—… Uuhh…

Ah, comenzó a llorar.

—Oye, Ayase… ¿por qué Chitose odia a Kirino…?

—Kirino estuvo un tiempo fuera de Japón debido a su trabajo, ¿cierto?

—Así es.

—Tal parece que, durante ese tiempo, Chitose olvidó por completo a Kirino…

—Lástima por ella… y eso que la consiente demasiado…

—Tienes razón. También parece que, ella ha malinterpretado las cosas, pensando que Kirino, es una chica con quien me has engañado una vez regresó a Japón.

—¿Por qué…?

—¡Estoy celosa de Kirino…!

Riendo, Ayase imitó la voz de su hija.

———¡Yo seré quien se case con mi papá…!

—Eso fue lo que me dijo.

—Hahaha…

Nos reímos juntos. Por un momento, nuestras voces se habían elevado un poco.

—¿Por qué habrá tenido ese malentendido?

—Seguramente porque eres un siscon, ¿no crees?

—Uuh…

——Aunque claro, yo soy a quien más amas, ¿no es así…?

Me susurró Ayase al oído. Me puse tan rojo que casi moría de le vergüenza…

Esta sensación palpitante en mi pecho, no ha cambiado para nada desde la primera vez que empezamos a salir juntos.

—Así es.

——Han pasado muchas estaciones desde aquel entonces. Incluso ahora, sigo enamoradísimo de Ayase.

Me encuentro viviendo junto a mi amada esposa, mi querida hija y como extra… a mi linda

hermana menor.

Pero, el ver este tipo de escenarios, hace que todo cansancio que se va acumulando y el trabajo agotador, se esfumen de mi vida. Me pregunto qué tipo de vida tendrá y cómo será cuando sea una adulta nuestra hija.

Estaré pidiendo para que ella tenga un futuro lleno de bendiciones. Un día a día pacífico y, además—

Que algún día llegue a tener, un encuentro fortuito, que se compare al de sus padres.

-FIN DEL VOLUMEN 14-