Ore no Imōto ga Konna ni Kawaii Wake ga Nai (NL)

Volumen 14: RUTA ALTERNATIVA DE AYASE II.

Capitulo 3: Su Verdadero Sentir

Parte 3

Casi como si me dijera, ya lo he explicado todo. Como si me dijera, “ya lo entiendes, ¿no?”.

Eso fue lo que me quiso decir, pero no lo he entendido. Aun cuando, según ella, ya lo había dicho todo, el mensaje no fue comprendido del todo.

—Pero eso… qué tiene que ver…

—Me estuve preguntando qué haría Ayase por su cuenta y simplemente no podía dejarla sola en esto. Es por eso que, estuve eliminando algunos obstáculos e hice algunos preparativos de antemano. Para cuando ella hable con Kirino dentro de un mes, seguramente todo terminará bien para Ayase. Solamente hice eso.

No fue una explicación que haya entendido yo.

—Y es que, muchas veces, las cosas que Ayase tiene en mente, no salen como ella quiere. Pensé que algo como esto le pasaría a cualquier amiga de Kirino, no aceptaría eso de ninguna de ellas, no solamente se comportaría así conmigo. No tengo problema con lo que pasó, pero sin duda alguna, vendrá ella a enfrentársele de alguna manera u otra.

En realidad, fue algo que, simplemente no pude entender tras de todo esto.

Aun así. Pude comprender que, a su manera, Kanako estaba tratando de ayudar a su amiga. Puedo pensar que es algo bueno. Y eso es algo que ahora entiendo.

—¿Sabes…? Tengo una hermana mayor.

Casi como si estuviera hablando para sí misma, Kanako comenzó a contar una historia;

—Verás, mi hermana mayor es alguien realmente genial, se comporta como toda una adulta… Pienso que eso es lo que genera una relación entre hermana mayor madura y hermana menor inmadura… Bueno, lamento en cierta forma, ser algo como una decepción para ella…

Dejó salir una expresión que denotaba estar pensando… “Hmmm…”

Tal parece como si estuviera ordenando sus pensamientos para saber qué decir.

—¿Cómo decirlo…?  Pienso que… entre hermano y hermana, entre hermanas, entre

hermanos… Siempre hay uno que se comporta de la manera más madura posible…

¿entiendes?

—….

—Claro, existen las excepciones, como es el caso de ustedes dos, ninguno de ustedes se comporta maduramente. Eso es algo realmente molesto.

Eso me dolió… Pero, acepté sinceramente lo que decía.

—Verás, hay una palabra que en verdad odio. ¡Tanto así que, me dan ganas de golpear a cualquiera que la diga!

—¡Debes comportarte como un buen hermano mayor, eso es lo que eres!

Si mis padres me hubieran dicho lo anterior, seguramente me hubiera enojado. Si mi hermana menor me lo hubiera dicho, no le hubiera hecho caso a sus palabras y hubiera buscado responderle de alguna manera. Contrariamente a ello, estaba aceptándolo ahora que Kanako era quien me lo decía; “Tienes razón…”

—Aunque solo he entendido un poco más de la mitad de lo que has dicho….

Me detuve a pensar por unos momentos…

Tengo que dejar en claro qué era lo que Kanako quería decirme. Tengo que hacerlo.

—Hasta aquí está bien.

Kanako se detuvo y expresó lo anterior.

“PON”, me dio un golpe en el estómago.

—Si llegas a romper con Ayase, asegúrate de decírmelo, vendré a jugar contigo.

Siendo sincero, Kanako no es el tipo de chica que me gusta. Pero, si saliera con ella, seguramente mis días serían divertidos. Eso fue lo que pensé

Por la noche, de ese mismo día.

Kirino había llegado a mi habitación. Al abrir mi puerta, ella se encontraba parada en el

pasillo… casi como sin poder soportar las ganas… ella expresó;

—Quiero pedirte… un consejo de vida…

Tras escuchar esa oración, no había nada más que preguntarle. Por un momento estuve titubeando, pero sin dejarlo notar en mi expresión, abrí aun más la puerta.

—Entra.

—Claro…

Kirino traía puesta una ropa para dormir con una camisa larga de mangas cortas. El diseño de la misma era uno que no había visto antes, seguramente lo había comprado hace poco. Sin habérselo siquiera ofrecido, ella se sentó sobre mi cama y comenzó a hablar con una voz perezosa.

—Oye… Hay algo que…me preocupa ahora… ¿podrías escucharme…?

Así que Kirino tiene un problema en mente, ¿eh?

—¿Hablas de lo que Kanako estuvo diciendo por la mañana?

¿O será sobre… “el novio de Ayase”…? Esas eran las dos intuiciones que tenía en mente, pero ambas eran erróneas.

Kirino volteó su cabeza hacia otro lado.

—Es un tema diferente. Verás… Tiene que ver con mi pasatiempo…

Así que se trata de eso, ¿eh?

Ese es uno de los problemas que siempre hemos venido hablando desde hace un tiempo una y otra vez.

—Adelante, cuéntamelo.

Me senté en una silla, para ajustarme a la altura de la vista de Kirino. Luego de eso, mencionó un nombre que no me esperaba escuchar.

—Ayase me dijo que… mañana quiere ir… conmigo a Akiba.

¿Eh…? Creo haber escuchado esto antes…

Si no me equivoco… fue la noche de aquel día en que Ayase y yo fuimos a Akiba y nos encontramos con Saori. Ahora recuerdo, Ayase invitó a Kirino a ir a Akiba para poner a prueba “los frutos de su entrenamiento”.

Sumergiéndome en algo de confusión, le pregunté a Kirino;

—¿No me habías dicho algo como eso antes? Algo así como que, Ayase te había invitado a Akiba y que seguramente ella tenía alguna otra intención para hacerlo.

Ahora que lo pienso, me pregunto ¿qué habrá pasado en aquel entonces. Seguidamente me dispuse a escuchar a Kirino;

—Casi no fuimos a lugares Otakus… solamente estuvimos dando vueltas frente a la estación, comprando peluches de anime y hablando en una cafétería…

Fue una “cita totalmente segura en Akiba” que se haría cuando vas a ese lugar con una

persona que no es Otaku.

Hahaa… Tal parece que Ayase no pudo poner a prueba los “frutos de su entrenamiento”.

No tengo más opción que decir que, hizo lo que pudo. Si estuviera en la misma posición que Kirino, habría hecho lo mismo. Ya que, sería algo aterrado que Ayase me invitara de repente diciéndome: “Vamos a Akiba”.

Probablemente hubiera pensado algo como: “definitivamente tiene que tener una intención oculta en esto”, por ello, elegiría con mucho, mucho cuidado, los lugares a los que iríamos.

Pero, claramente no hice eso.

Estando en una misma situación, le propuse a Ayase ir a una tienda de Eroges, por lo que inmediatamente recibí una patada en el estómago.

Seguidamente, mientras yo denotaba algo de dolor en el estómago, Kirino me dijo;

—Creo que Ayase quiere ir a lugares más otakus… junto conmigo…

Exactamente, lo has adivinado.

—Eso significa que… Ayase quiere conocer más acerca de tus gustos, ¿no…?

—Creo que eso parece…

—Entonces, ¿por qué no le correspondes a lo que quiere hacer?

—… ¿Realmente estará bien hacerlo…?

—No lo sé.

Incluso tras haber escuchado sus verdaderas intenciones de la propia Ayase, no me queda de otra más que dar la anterior respuesta.

—Si haces exactamente lo que Ayase te pide, seguramente ella se enojará. 

—¡Exacto!

Increíblemente, nuestras opiniones coincidieron. Después de todo, así es Ayase.

—Ella es una de mis mejores amigas… es por eso mismo que, la conozco muy bien. ¡Y sé que no puedo llevarla a Akiba siendo totalmente seria en esto! ¡Después de todo, se trata de Ayase!

Tras haber alzado su voz expresando su preocupación, repentinamente Kirino la bajó de nuevo.

—Siendo sincera… me basta conque ella no niegue uno de mis grandes gustos… pero, no hace falta que intente comprenderme a la fuerza… después de todo, el hecho de que es mi amiga, no cambiará para nada.

—Entiendo lo que sientes.

Esta siendo seria. Jamás imaginé que llegaría el día en que llegaría a comprender a Kirino. Aunque claro, no es un sentido profundo.

—Pero, ¿sabes algo, Kirino? Yo creo que Ayase quiere a toda costa comprender tus gustos.

—¿En serio…?

—Sí.

No hay duda alguna. Después de todo, lo escuché de ella misma. Y, todo lo que sigue ahora, es solo mi imaginación, pero—

—Creo que, Ayase tiene miedo.

—¿Miedo…? ¿De qué…?

—De que alguna de tus amigas Otakus, se la quite de sus manos.

—¿Te refieres a Kuroneko y Saori…?

—Así es. El miedo de saber que una de sus mejores amigas, está en un lugar que no conoce, con un montón de personas que no conoce y se hace amiga de ellas. Después de todo, entre esas amigas y tú, hay un gusto que las une. Y, ella no puede comprender ese gusto que tiene. A eso me refiero con que tiene miedo, ¿entiendes?

—Entiendo… puede que así sea… Pero, ahora que lo pienso, si estuviera en el lugar de Ayase…

Casi como si estuviera haciendo una simulación en su mente de estar en “el lugar de otra persona”, ella parecía estar pensando;

—Jumm… Jumm…

Asentía con la cabeza mientras hacia esos sonidos. Hasta que, levanto su cabeza y expresó;

—Incluso yo… tendría muchas ganas de… querer saber más sobre ese gusto… y me

gustaría poder divertirnos juntas con ello…

El día de hoy, Kirino ha sido muy sincera. Tanto que me hace pensar como si realmente no fuera aquella hermana mía toda egoísta y molesta.

¿Será porque todo esto se trata de Ayase? Me da envidia saber que, piensa tanto en su mejor amiga hasta ese punto. Eso hace que sienta una sensación cálida en mi interior.

—Hermano.

—¿Eh…?

—Gracias.

—Ah, claro… no hay de qué…

Eso me ha dejado realmente sorprendido, incluso fue así de sincera conmigo.

—Creo que… haré lo mejor que pueda para… corresponderle Ayase…

—Adelante. Si no salen bien las cosas y llegaran a pelearse, será suficiente conque vuelvan a reconciliarse. Después de todo, son mejores amigas, ¿no?

—¡Claro! ¡Iré con Ayase una vez más a Akiba!

Denotando haber obtenido una fuerte determinación, Kirino se levantó. Seguidamente me señaló con su dedo y con un tono presuntuoso me dijo;

—¡Tendrás que estarnos siguiendo a escondidas!

—¡¿Por qué…?!

—¡Me dará miedo estar completamente sola! ¡Si en algún momento, llegara a perder el control sobre Ayase, quiero que salgas y trates de hacer algo al respecto!

Habla de su mejor amiga como si fuera un arma destructiva que fuera a salirse de control. Pero, dejando eso de lado;

—¡¿Y qué clase de excusa debería decirle a Ayase, cuando esté toda enojada y me vea salir de la nada?!

—¿Por qué no le dices que estabas acosándome?

—¡¿Por qué no piensas en una mejor excusa?!

¡No puedo creer que hasta hace unos momentos parecía estar comportándose tan bien y

ahora está así…!

Todo termina volviéndose de esta manera. Maldición… Pero… ¿qué se la va a hacer?

—Entiendo. Estaré siguiéndolas, pero ya pensaré en una mejor excusa para decirle.

—Bien, te lo dejo a ti.

Casi como habiéndose librado de una pesada carga sobre sus hombros, Kirino salió corriendo sin problema alguno de mi habitación.

Maldición, a este paso… no podré negar cuando me digan que soy un siscon.

Al día siguiente, ahora me encontraba frente a la estación de Akihabara.

Ahora mismo, me encontraba siguiendo a Ayase y Kirino en “su cita en Akiba”. Tenía puesto un disfraz algo simple con el que me cubría con un sombrero gran parte del rostro.

Quiero aclarar que, ya le había informado de esto a Ayase la noche anterior, estábamos trabajando juntos en esto.

Tras haberlo pensado bien por un momento, decidí que sería mejor explicarle la situación a ella desde un inicio, en lugar de andar inventando excusas.

Ella parecía estar a punto de explotar cuando hablábamos por teléfono acerca de “¿qué es lo que Kirino piensa acerca de las intenciones de Ayase?”. Casi como un estudiante de preparatoria esperando con ansias llegar a la final del Koushien.

*Nota: Koushien es uno de los torneos de béisbol de preparatoria más famosos en Japón.

Después de todo, para Ayase, la “cita en Akiba” del día de hoy, se trata de si podrá o no comprender los gustos de “Kirino como Otaku”. Un evento sumamente importante para ella.

Me siento algo triste por saber que no nos hemos visto a solas por dos días seguidos, pero sabiendo que esto lo hago por su bien, puedo contenerme.

—…

Y así siguieron las cosas.

La expresión facial de Ayase, quien se encontraba caminando junto a Kirino por la ciudad, denotaba estar nerviosa. Su vestimenta, no tenía nada que perderle a aquella que usó en su primera cita con su novio, era impresionante.

—Ki-Kirino… Te agradezco mucho por… haber aceptado mi invitación a salir, sé que fue algo egoísta de mi parte…

—No te preocupes por eso. Yo también quería venir a divertirme contigo. Vamos, estamos en las vacaciones de verano, esto no interviene con planes que tuviera en mente, así que no pasa nada. Mejor dicho, esto realmente lo esperaba con ansias.

—¡Entiendo…!

Nuevamente me pongo a pensarlo. A Ayase realmente le agrada Kirino. Es algo que me preocupa siendo su novio, pero como hermano mayor de Kirino, es algo que em alegra, debería estar agradecido.

Casi como si fuera el novio de Ayase, Kirino expresó;

—¿Qué haremos hoy? ¿Te gustaría que fuera yo quien decidiera los lugares?

—Sí, ¡quiero ir a los lugares que te gusten, Kirino!

—¡OKAY!

—Ah, pero, ¿sabes algo…?

—¿Qué pasó…?

—Para el día de hoy… estuve aprendiendo muchas cosas de Akihabara.