Ore no Imōto ga Konna ni Kawaii Wake ga Nai (NL)

Volumen 14: RUTA ALTERNATIVA DE AYASE II.

Capitulo 1: Un Arcoíris Que Parecía No Tener Fin

Parte 5

Aun cuando hemos llegado a este punto, no puedo creer en las adivinaciones.

Me basta con poder tener una buena conversación en una cita con Ayase. Si para ello, puedo emplear un tema como este, creo que no habrá mucho problema entonces.

—¿Qué tipo de pareja de casados seremos?

Mi pregunta anterior y la forma que estaba tomando la conversación, hizo que Ayase se sintiera avergonzada, no estuvo nada mal, ¿eh?

La adivinadora, se toma su debido tiempo y responde:

—Serán un esposo y esposa que se llevan muy bien. Aun después de diez años de casados, seguirán amándose como si fueran unos recién casados.

—¿Seguiremos amándonos como recién casados? Ehehe…

Ayase comenzó a sonrojarse de la alegría.

Esto es bueno. ¡Deberías haber hecho esto desde un inicio, adivinadora!

—Tanto como padre como madre serán muy amables, aunque la madre será algo estricta,

pero… su hija, vivirá sus días con mucha felicidad.

—Oh, oh. Vaya, vaya.

Puede que sea algo inventado, pero me hace feliz.

—Dijo que, como madre, serías muy estricta.

—¡S-Seguramente, lo haré por el bien de mi hija!

—Sí, seguramente será por eso. Tratándose de ti, harás que aprenda muchas cosas, le prohibirás los juegos y los mangas, le dirás qué es saludable comer y qué no y no le darás de comer dulces.

—¿Eh? ¿Eso es ser estricta?

Casi como si ella pensara que todo lo anterior es algo común y corriente, retiré lo dicho.

Incluso la adivinadora dejó salir un pequeño quejido de desagrado: “¿Eh…?”

Era algo que incluso la adivinadora no podía negar. En un futuro, Ayase será una madre estricta y educadora.

—Tal parece que mi hija tendrá complicada la vida.

—Esta niña querrá muchísimo a su padre, pues “tendrán un secreto entre ellos”, su padre le dará dulces a escondidas… y un día su madre se dará cuenta, cuando eso pase, ambos serán regañados por la estricta madre.

—Oye… ¿No crees que me estás haciendo ver como la mala del cuento, papá Kyousuke?

—Será un gran problema si te enojas por un futuro como ese. Mejor dicho, ¿no piensas

que serías así de estricta con tu hija…?

Mientras hacíamos eso, por un momento, sentí como si estuvieras teniendo, extrañamente, una pelea entre parejas sobre su futuro.

Son estas experiencias mismas, las que le dan el “verdadero placer” a un establecimiento de adivinaciones. Me he emocionado bastante. Estoy realmente feliz. Porque, me he imaginado estando con Ayase, no solo por un tiempo, si no, para toda la vida, como una pareja.

—Me alegra tener una familia tan pacífica como esa.

—Fufuh… es verdad.

Me encanta que Ayase piense lo mismo que yo. Aun cuando habíamos llegado a sentirnos de esa manera tan buena, nos encontrábamos totalmente satisfechos como clientes, pero…

—Pero, hay un problema que esa niña tiene.

—¿Hay algo que le preocupa a nuestra linda hija? No podemos dejarlo pasar por desapercibido.

—Lo que le preocupa a ella es… su tía…

¿Su tía…? Espera, su tía sería…

—¡¿Kirino?!

Gritando al unísono, Ayase y yo volteamos a vernos. Casi como si estuviera llena de emociones, la adivinadora comenzó a hablar.

—Tal parece que es una linda chica que hace modelaje en países extranjeros… Se trata de la tía Kirino.

Lo que la adivinadora había dicho hace un momento, no fue tan sorprendente, después de todo, nosotros fuimos quienes dijimos el nombre de Kirino anteriormente. Probablemente, todo lo anterior, ha sido información que ha obtenido de nuestras pláticas durante esto, pero aun así…

—¿Q-Qué tiene que ver Kirino con esto?

El interés de Ayase ha incrementado fuertemente. Eso se debe a que Kirino está saliendo en el tema en cuestión. Casi como si la adivinadora estuviera hablando en lugar de “nuestra hija”, se acercó lo más posible a imitarla en la realidad y exclamó:

—Ella es molesta. Demasiado.

—Ah, hmm…

La tía Kirino, es muy molesta.

—Es demasiado molesta. Cada que viene a la casa, se comporta de la peor manera posible… Me toca por todos lados. Me dice cosas como: “¡¿Si te doy muchos dulces, te gustaría ser mi hija?! ¿Nos bañamos juntas? ¡Te ayudaré a tallarte!

—Aah… definitivamente esa es Kirino…

Incluso Ayase, tenía una expresión que denotaba haber comprendido muchas cosas.

—Para ser sincera, eso me da mucho asco.

—Te comprendo.

Demostrando comprensión, expresé estar de acuerdo con ella.

¡Mi hermana menor es asquerosa! ¡Y, tal parece que no ha cambiado, aun cuando han pasado muchos años!

—Bueno, realmente no importa mucho… algo como eso no le hará daño a nuestra hija…

lo que nos importa más, es que viva saludable por mucho tiempo.

—Tu yo del futuro, dijo esa misma frase llena de irresponsabilidad.

—Él trata demasiado bien a su hermana menor. Es todo un siscon.

—¡No soy un siscon! ¡Oye, ¿acaso no eres tú también muy amable con Kirino, Ayase?

—¡Así es, incluso sus padres son demasiado amables con la tía Kirino! ¡Es por eso que incluso ella misma tiene este gran problema en mente!

Expresó la adivinadora.

—Espere un momento, hasta ahora hablábamos del problema de nuestra hija, no del problema de la tía Kirino, ¿me equivoco?

—Ambas comparten ese mismo problema. Pero, sucede que hay un principal problema que involucra a la tía Kirino con el problema de su hija.

Ayase y yo intercambiamos nuestras miradas.

—¿Habrá hecho que su sobrina juegue a los Eroges?

—¡Definitivamente no creo que Kirino sea capaz de eso!

—¿Podemos preguntarle cual ese ese principal problema del que habla?

—Por supuesto, la verdad es que…

Respondió en voz baja la adivinadora.

—GULP…

Ayase y yo, tragamos saliva, esperando su respuesta.

—La verdad es que su padre…

—¿Yo…?

—Estuvo con su hermana menor…

—¿Con Kirino?

—¡Estuvo engañándola con su hermana menor!

Seguidamente, sentí que me apretaban el cuello.

—¡¿Q-Q-Q-Q-Q-Qué significa todo esto, Onii-san?!

—¡Aya… espe… no puedo respirar…!

Con una gran habilidad, Ayase había logrado agarrarme y apretarme por el cuello. No podía respirar bien, por eso sentía cómo mi muerte se iba acercando. Mis ojos se llenaban de sangre.

Hiii… ¡Esto me dejará un trauma!

No sé si era porque quería escuchar mis explicaciones, pero justo antes de que perdiera la consciencia, la presión que ejercía sobre mí, se debilitó.

—Haaa… Haa… ¡Oiga, adivinadora! ¡No me esté jodiendo! ¡¿C-Cómo puede decir que yo…

he estado haciendo eso con Kirino?!

—Es “casi como” un engaño.

—¡Jamás lo haría! ¡J-J-Jamás engañaría a mi novia con Kirino!

Afirmé con todas mis fuerzas. No era por el temor a perder mi vida, sino porque, realmente no sabía qué era lo que estaba pasando.

—Pero… de vez en cuando, ustedes dos salen juntos… se comportan casi como si no fueran hermanos… eso es algo extraño.

¡Suena casi como a que ella está pidiéndome algún consejo de vida nuevamente!

—¡Simplemente es imposible que mi yo del futuro, engañe a Ayase tras haberse casado con ella! ¡Y mucho menos con mi hermana menor a quien odio demasiado! ¿Entiendes, Ayase? ¿Me creerías?

—… reo…

—¡Crees en mí, ¿verdad?!

Ayase me veía con los ojos entrecerrados, hasta que finalmente…

—Te creo…

Con una gran sonrisa, me respondió.

—¡Ayaseee!

—Seguramente podrías engañarme con muchas otras chicas, pero… no creo que lo harías con Kirino…

¡¿Qué significa esto…?! ¡Esa manera en la que Ayase me ve, me duele demasiado…!

Aunque… no me sorprendería que ella pudiera haber pensado algo como que realmente la engañaría con Kirino.

Pero, ¿yo… con Kirino? ¡Para nada! ¡Definitivamente no! ¡Jamás estaría con ella en ninguna otra ruta alternativa!

—Pero, no creo que lo haga. Si Onii-san llegara a engañarme… o a hacerle cosas extrañas a Kirino… yo terminaría llorando.

Seguidamente, ella sonrió. Esa sonrisa en su rostro, era tan impresionante que sentí como si se llevara mi mente a otro lado.

—Jamás harías algo que me hiciera llorar, ¿verdad, Onii-san?

—¡Jamás lo haría, Ayase!

—Sí, lo sé muy bien. Así que… Adivinadora. Quisiera decirle a mi hija: “¡No te preocupes,

estarás bien!

—¿Tienes alguna prueba de ello? Que no sea algo como: “Porque confío en mi esposo”.

—T-Todavía no es mi esposo, pero… Definitivamente tengo algo que lo prueba.

—¿Podrías decírmelo?

—En el futuro que viste, mi esposo todavía seguía vivo, ¿no es así? Esa es la mejor prueba posible.

—………………………………..

¡Haha, muy buena respuesta! ¡Jamás haría algo como engañarla!

Luego de salir de aquel establecimiento, nos dirigimos a la dirección de la estación de Chiba, disfrutamos de algunas compras.

—¿En verdad estás seguro de esto, Onii-san? ¿Seguro que querías comprarme esto?

—Claro, después de todo, estamos celebrando nuestra primera cita, ¿no? Tómalo como un regalo de disculpas por haberte hecho enojar.

En el dedo meñique de Ayase, se encontraba un anillo plateado. No era un anillo costoso, pero justo ahora, es algo que, le he regalado con todo mi esfuerzo.

—Para ser sincero, me gustaría haberte comprado uno aún mejor.

—Creo que este anillo es mucho mejor que algún otro más caro. Estoy muy, muy feliz.

—Me alegra que me digas eso. Pero, ¿no crees que es demasiado?

—No, no creo que sea demasiado.

Ayase se encontraba observando su mano… la cual había levantado hacia el cielo, mirando su anillo en ella.

—… Ehehe… ¿me queda bien?

A juzgar por su comportamiento, puedo sentir que no estaba mintiendo.

—Sí, demasiado bien, diría yo.

Sigo creyendo que, es casi como un sueño que ella sea mi novia. Me acerqué a Ayase y también miré hacia el cielo. Ya era la puesta de sol. El sol se iba hundiendo al oriente.

El tiempo ha pasado muy rápido… Pero, dicen que todo festival tiene que llegar a su fin.

—Me gustaría volverme un adulto ya.

Mientras seamos estudiantes, podremos seguirnos viendo y estar juntos por un buen tiempo, aun cuando sea de noche. Si fuéramos una pareja de esposo y esposa, podríamos estar juntos hasta que los dos estemos en casa, justo antes de dormir, ¿no?

Aun cuando fue realmente divertido el día de hoy, se siente triste que haya terminado. Fue poco tiempo, pero la despedida es dolorosa.

—Onii-san, ¿podemos seguir así por un momento más?

—¡Claro! ¿Adónde quieres ir? ¿Algún lugar en especial?

—¡Por aquí…!

Ayase tiró de mi mano y seguimos caminando.

Mientras estábamos en ello… DRIP DRIP…sentí una fría sensación en la cabeza.

—Ah, esto es malo.

—¿Lluvia…?

Ayase intentó tomar las gotas de la lluvia con su mano. Repentinamente, la lluvia comenzó a precipitarse.

—¡Uwaah! La lluvia ha arreciado. Aun cuando el pronóstico del tiempo decía que estaría despejado el día. ¡Corramos, Ayase!

—¡Claro!

—¿Adónde?

—¡Por allá!

Nos dirigimos al lugar que había señalado Ayase, esta vez yo fui quien tiró de su mano y seguimos corriendo.

Poco a poco, la lluvia seguía arreciando. Hasta que finalmente, al lugar al que llegamos fue…

—¿Eh? Este es el parque al que siempre venimos. ¿Aquí querías venir?

—Sí, aquí quería venir.

—¿Eh? Por ahora, vayamos a donde haya algo que nos cubra de la lluvia…

Apresurándonos un poco, nos resguardamos debajo de un pequeño espacio con techo. Era un lugar de descanso, donde solamente había bancas No había una sola nube que tapara la puesta del sol en el cielo, probablemente se haya tratado de una lluvia pasajera.

—Tch… nos hemos quedado empapados…

Llovió tan repentinamente que, ni siquiera tuvimos tiempo de resguardarnos. Saqué una toalla de una bolsa y se la di a Ayase.

—Toma, Ayase.

—Muchas gracias. Estás preparado para todo, ¿no, Onii-sama?

—Algo así. Hubiera preferido haberme traído un paraguas plegable.

—No te preocupes, en un día que se veía tan despejado como el día de hoy, nadie lo hubiera pensado.

Ayase pasaba la toalla por toda su cabeza, secándose su cabello. Me encontraba viéndola y

…

—¡!

Volteé a ver hacia otro lado. Tras haber visto a su novio observándola y hacer ese gesto, Ayase giró su cuello mostrándose extrañada.

—¿? ¿Ocurre algo…? Ah…

Parece que finalmente se dio cuenta de lo que pasaba. La ropa de Ayase estaba totalmente empapada y pegada a su cuerpo, incluso podía verse su ropa interior.

—Ah, esto… era algo inevitable…

Cubriendo su cuerpo, Ayase se mostraba avergonzada. Al ver que el ambiente en el lugar se estaba tornando complicado, intenté cambiar el tema de conversación.

—Y, ¿por qué querías venir aquí?

—Este es un lugar… especial para mí.

—Ah…

Siendo así, entonces también será igual para mí. Incluso en este lugar, Ayase, Kirino y yo, tuvimos un gran altercado. También fue aquí, donde Ayase me pidió varios consejos de vida. Este lugar está lleno de recuerdos de Ayase.

—Pensé que… cuando pudiera salir contigo… en una cita podríamos…

—¿Podríamos…?

—Ah, verás…

Ayase se expresaba sospechosamente. Incluso su rostro se puso más rojo. Pensé que era algo extraño, pero esperé a que ella continuara hablando, sin presionarla.

Hasta que…

—Onii-san…

En voz baja, Ayase dijo—

—¿Podríamos… besarnos… en este lugar…?

Casi como susurrando, expresó.

—………………

Quedé atónito ante ello, grité en mi interior, pero no dejé entrever nada al exterior. Muy apenas, pude controlarme.

—¿No te gustaría… hacerlo… Onii-san…?

Me preguntó Ayase, mientras me miraba con sus ojos entrecerrados hacia arriba.

Contesté gentilmente: “Sí”.

—¿Podrías cerrar tus ojos, Ayase?

—¡C-Claro…!

Su respuesta fue al brusca. Ayase acomodó su postura, parecía estar nerviosa. Coloqué mis manos sobre los hombros de Ayase, por unos momentos estuve dudando…

Seguidamente, le di un beso ligeramente en su frente. Casi como si estuviera alucinando

escuché algo como: “Casi fallas tontamente”. Sé muy bien que estaba a punto de fallar…

—….

Una vez me alejé de ella, Ayase abrió sus ojos, tocó con sus dedos su propia frente, mostrándose embelesada.

—Quiero decirte… algo.

Casi como si estuviera teniendo un sueño, expresó ella.

—Claro, ¿qué es…?

—Quiero que no le digas nada a Kirino… de que estamos saliendo juntos…

—¿Eh…?

—Todavía no le has dicho nada a Kirino, ¿verdad, Onii-san?

Lo dijo con un tono que denotaba certeza absoluta, pero por un momento se mostró enojada, dado que era cierto que aún no decía nada, no me quedó de otra que asentir con mi cabeza.

—¿Podrías decirme por qué…?

—Una vez me sienta preparada mentalmente… me gustaría decírselo yo misma.

Pude sentir que, para Ayase, ese tema era sumamente importante.

—Entiendo. Pero, ¿no crees que terminará descubriéndolo, aunque yo no se lo diga?

Probablemente no pasó nada durante nuestra cita del día de hoy, pero puede que, en algún momento, nuestros compañeros de clase nos vean, después de todo, tenemos planes de seguir saliendo juntos.

Podremos cruzarnos con muchas personas, es cuestión de tiempo para que alguien se lo cuente a Kirino, eso era lo que pensaba.

—No te preocupes.

Contestó Ayase.

—Bastará con cerrarles la boca de alguna manera.

—Y-Ya veo…

Creo que hubiera sido mejor no haberle preguntado eso…

—No tengo intenciones de ocultarle este secreto por mucho tiempo… Pienso hacerlo solamente durante este mes… por favor…

—Entiendo. Para cuando eso suceda, yo también estaré ahí contigo y Kirino.

Ayase dudó por un momento lo que le dije anteriormente, pero…

—Claro…

Dejó entrever una sonrisa que denotaba haber tomado una gran decisión. Yo también le sonreí y miré hacia el cielo.

—La lluvia se ha detenido. ¿Regresamos?

—Onii—san.

Con una sonrisa casi capaz de mandar a volar cualquier lluvia, Ayase me llamó para detenerme.

—¿Eh?

—Tienes una basurita pegada en el cuello.

—¿Eh? ¿De verdad?

—Te la quitaré, no te muevas, por favor.

Agaché mi cabeza para que pudiera alcanzarme con facilidad, Ayase se acercó y me abrazó

—….

Me besó en los labios.

Luego de haber terminado de hacer algo tan inesperado, Ayase tomó algo de distancia.

—No se lo cuentes a Kirino, ¿entendido?

Me encontraba totalmente atónito, casi como si hubiera sido golpeado por un rayo, me dejó atrás y ella se fue corriendo del lugar.

Podía observar que, luego de la lluvia, se había formado un arcoíris que parecía no tener fin.