Ore no Imōto ga Konna ni Kawaii Wake ga Nai (NL)

Volumen 13: RUTA ALTERNATIVA DE AYASE.

Capitulo 3: No Podía Comprenderlo del Todo

Parte 2

A decir verdad, no iba a llevarla a ese lugar, es solo que simplemente no podía haber dejado ir la oportunidad de jugarle esta broma.

Después de todo, cuando Ayase-tan se enoja y se pone algo nerviosa, se ve realmente hermosa.

—¡Debes ser un verdadero pervertido para disfrutar ser pateado por mí!

¡¿No se supone que habíamos arreglado ese malentendido?! ¡¿Qué tipo de persona cree que soy?!

—C-Ciertamente te dije que… “quería comprender los gustos de Kirino”, pero…

Lo dijo, mientras comenzaba a sonrojarse.

—… Simplemente… no podría ir a ver una tienda de juegos eróticos…

¡Eso! ¡Esa es la expresión que quería ver!

—Si no me llevas a un buen lugar con seriedad…

Cambiando el tono de su aguda voz, con una sonrisa en su rostro y unos fríos ojos de Ayase exclamó:

—¡Te mataré…!

—¡Déjamelo a mí!

Inmediatamente comencé a pensar en algún plan para esto.

Fui guiando a Ayase, nos adentramos en Denki-gai. Nos dirigíamos a la tienda de doujinshis a la cual Kirino va frecuentemente.

El primer piso de dicha tienda no se diferencia mucho de otras, así que, si le muestro a Ayase lo que hay en ese lugar, seguramente no pasará nada. Eso era lo que pensaba, pero…

—Uuh…. Solamente hay mangas…

¿Eh? ¿Acaso no le gustó este lugar?

—Oye, Ayase…. ¿Acaso no te gustan los mangas…?

—No me gustan, pero tampoco los odio…

Eso significa que no le interesan. Esto es complicado. Que Ayase no comprenda lo interesante de los mangas… significa que no tiene nada en común con los gustos de Kirino. Pero, aún si así es esto, ¡no hay manera de que dejemos pasar esta oportunidad!

—Este es uno de los mangas que le gusta a Kirino. ¿Quieres leerlo?

—¿Eh?

Elegí uno de los cuantos mangas que Kirino me había mencionado anteriormente y se los mostré a Ayase. Kirino casi me obligó a leerlos luego de que me los recomendara, pero todos esos mangas son dirigidos para chicas.

—No es un manga con cosas raras ni nada de eso. ¿Por qué no pruebas a leerlo?

—E-Entiendo… Lo leeré cuando regrese a casa.

—Está bien.

—Bueno, iré a comprarlo, espérame aquí.

—Eh… yo pagaré…

—No te preocupes. Yo te lo recomendé, yo lo pagaré

—M-Muchas gracias.

… Ir de paso a paso, de poco a poco. ¿No es así, Kirino?

Luego de comprar el manga, regresé al lugar y Ayase ya no estaba ahí.

—¿Eh? ¿Adónde se fue…?

Di una vuelta por toda la tienda, pero no pude verla en ningún lugar.

—¿A-Acaso…?

Con algo de preocupación, me dirigí al segundo piso de la tienda de doujinshis. ¡Tengo un muy mal presentimiento…!

—¡O-Onii-san…!

—¡Uooh!

—¡¿Qué clase de tienda es esta?! ¡Tan solo me subí a este segundo piso, no he podido más que ver libros eróticos…!

—De eso se trata esta tienda.

—¡¿Eso significa que me has traído a esta tienda para acosarme sexualmente?!

—¡Te equivocas! ¡Es culpa tuya por haber entrado a este segundo piso sin siquiera haber visto la advertencia que hay en la entrada!

—Uuh… P-Pero…

Casi como si estuviera a punto de llorar, Ayase se encontraba temblando.

—Y-Ya no puedo soportar más esto… Salgamos de aquí.

—¿Estás bien?

Obviamente ella no estaba bien. Mejor dicho, es claramente evidente que será algo complicado estar paseando de un lado a otro con Ayase en Akiba.

Puede que haya aceptado venir aquí, pero… Uy, mi estómago me duele…

Salimos de aquella tienda y ahora nos encontramos en la banqueta de la calle central. Ayase parecía estar demasiado exhausta tras lo visto anteriormente;

—¿A-A-Ahora adónde iremos…?

—No pareces tener mucha energía ahora…

—¡E-Esto es por el bien de Kirino… quiero decir, por mi bien!

—¿Qué tal si descansamos un poco?

—Así estoy bien. Vayamos al siguiente lugar.

Impresionante, ahora se ha vuelto a llenar de energía. Quería que descansáramos un poco, pero… aunque trate de pedírselo de una manera normal, no me escuchará.

—En ese caso, ¿por qué no comemos algo? En “la tienda que Kirino frecuenta demasiado”.

Tuve éxito al convencer a Ayase para que así pudiéramos tomar un descanso, pero… Seguramente me habría rechazado nuevamente si no le hubiera mencionado que era una “tienda que Kirino frecuenta demasiado”.

La tienda que frecuenta Kirino para ir a comer se trata de—

—Tómense su tiempo y relájense, Amo y Señorita.

— Nada más y nada menos que este… Pretty Garden, un maid café. Este es el lugar, en el cual Kirino conoció a Saori y Kuroneko. Nos encontrábamos sentados frente a frente, en una mesa donde había solamente dos sillas y estaba al centro de la tienda.

—Aquí tienen el menú.

—Ah, gracias.

—¿Qué clase de lugar es este…?

—Es un Maid Café.

—¿Maid café…?

—Se trata de una cafetería en la que unas lindas sirvientas sirven a los clientes.

—E-Entonces… esa ropa que llevan las empleadas del lugar es…

—Exactamente, un traje de sirvienta.

—¿Y un traje de sirvienta es así de pequeño…?

—No te preocupes por detalles como esos.

Seguramente esa duda se debía a que el “traje de sirvienta” que Ayase se imaginaba, es totalmente diferente al “traje de sirvienta” tipo otaku que le gusta a Kirino.

—Sea como sea, este es un maid café típico de Akiba.

—Y-Ya veo… E-Entonces tenía que intentar venir a uno de estos para verlos…

Haber traído a Ayase a este lugar bajo el pretexto de descansar, fue una buena idea.

—H-Heee… ¿Quién imaginaría que había una tienda como esta en esta ciudad…?

Ayase no paraba de voltear de lado a lado, parecía estar realmente intranquila. Creo que esa reacción que ha tenido, es similar a la que tuve la primera vez que entré a esta tienda. En algún momento, terminé habituándome a este tipo de maid café.

—Bien, ¿qué comeremos?

—Ahora que lo dices… No entiendo nada de lo que está escrito aquí en el menú.

—En ese caso, ¿qué tal si pedimos Omurice y algo de té.

—Está bien.

—Entonces está decidido. ¡Disculpe…!

Levanté mi mano y llamé a una sirvienta. Ayase observó lo que hacía con una actitud de sorpresa.

—E-Estás habituado a esto, ¿verdad?

—¿Eh?

—¿V-Vienes frecuentemente a esta tienda…?

—P-Para nada… No vengo muy seguido a este lugar…

¡No me confundas con un otaku pervertido al cual le gusta ver sirvientas, Ayase! ¡Ya te dije que es un malentendido! ¡Te juro que no vengo muy seguido a este lugar!

Justo cuando estaba a punto de dar una excusa al respecto;

—¡Ah! ¡Onii-chan! ¡Has venido de nuevo…! ¡Kirara está feliz de verte muy seguido por aquí!

—Ugh…

¡Esta sirvienta ha dicho la peor frase posible en un momento como este tan complicado!

—¡Hmpf…! “Has venido de nuevo…”, ¿eh…?

—¡Te equivocas, Ayase! ¡Escúchame…!

—¿Por qué ella te ha llamado “Onii-chan”?

—Este…