Ore no Imōto ga Konna ni Kawaii Wake ga Nai (NL)

Volumen 13: RUTA ALTERNATIVA DE AYASE.

Capitulo 3: No Podía Comprenderlo del Todo

Parte 1

Finales de Julio.

Un día antes de que comenzaran las vacaciones. Después de clases, me encontraba caminando sin rumbo, cuando se suponía que iba de regreso a casa.

—La ceremonia de clausura ha terminado… Y así, es como otro largo semestre escolar ha llegado a su fin.

El cielo se encontraba totalmente despejado, casi como si estuviera reflejando mi estado mental. A partir de mañana comienzan las vacaciones de verano. Y con ello, también vendrán las importantísimas preparaciones para el examen de ingreso a la universidad, no le veo problema alguno a salir a divertirme, pero… No tengo ningún plan en mente para ello.

—…

Y bien, ¿Qué hare…?

—Fuah—

Mientras intentaba evitar dar un enorme bostezo al ver que estaba en uno de esos agradables tiempos libres los cuales califico como un fruto de mi esfuerzo, repentinamente…

—¿Eh…? ¿Onii-san…?

—¿Eh…?

Un ángel había descendido a este miserable mundo.

—¿Ayase…? Qué coincidencia.

—¿Sí verdad…?

Al parecer ella también venía de haber salido de la escuela, pues traía su uniforme escolar puesto.

—¿Tus clases también terminan el día de hoy?

—¡Así es!

Respondió efusivamente Ayase con una sonrisa en su rostro. Comparado con la desagradable tensión que había entre nosotros anteriormente, podría decir que este progreso era tan indescriptible que no podía creerlo.

—Por cierto, ¿por qué estás tan feliz? ¿Acaso te pasó algo bueno, Onii-san?

—¡Por supuesto, estoy alegre de haberte visto, Ayase!

Tras haberle respondido con franqueza sobre mis verdaderos sentimientos, el rostro de Ayase se enrojeció como si estuviera avergonzándose.

—¿O-Otra vez vas a empezar a molestarme…? ¡Me voy a enojar!

—Siempre te he dicho que mi intención no es esa.

Creo que una reacción como esta no está tan mal después de todo— Eso era lo que pensaba, mientras sentía que estaba de muy buen humor.

—Lo siento, pero tengo algo que hacer, así que si me disculpas…

—Ah… Entiendo… ¿Modelaje…?

Pero, el mundo es muy cruel y la realidad es otra… Levanté una de mis manos para despedirme de Ayase.

—¡Da lo mejor de ti!

—¡M-Muchas gracias…!

—¡Nos vemos…!

Exclamé, pensando que nos habíamos despedido, pero—

—¡E-Espera…!

Mientras nos íbamos por diferentes direcciones, Ayase me gritó para detenerme.

—¿Eh…?

Al voltearme, solamente pude observarla viendo hacia abajo y en completo silencio. No paraba de mover su cuerpo de un lado a otro, denotando algo de nerviosismo. Inclusive su rostro se encontraba totalmente enrojecido. “Es demasiado sexy…” quiero decir… Su expresión era adorable, pero no podía comprenderlo. ¿Acaso tendrá algún asunto conmigo…?

—¿?

Mostrándome perplejo me quedé sin palabras…. ¿Será que quiere ir al baño…?

—E-E-Este… ¡Onii-san…!

—¿Q-Qué ocurre…?

—Q-Quiero decirte que “hoy”, tengo que ir a mi trabajo.

—Ah… Claro, acabas de decírmelo.

—Veo que no comprendes las indirectas. 

Ayase apretó fuertemente ambos de sus puños. Tratando de contenerse, Ayase dejó salir un sonido de carraspeo. Y, seguidamente exclamó;

—V-Verás… Hoy estoy algo ocupada, pero la siguiente semana estaré libre.

—Hee… Qué bueno.

Y, Respondí con naturalidad.

—¡Estamos en vacaciones de verano así que deberíamos descansar de la mejor manera posible!

—…

Mostrando algo de sorpresa en su expresión, Ayase volteó a observarme. Seguidamente, sonrió encantadoramente;

—Onii-san…

—¿Qué ocurre…?

—¡Idiota!

—¡¿Eh?!

¡¿Por qué se ha burlado sin razón alguna de mí?!

—¡Cielos…! ¡Qué lento eres para comprender las cosas…!

Dijo en voz alta Ayase, haciendo una encantadora pose.

—E-Este… ¿Estarás ocupado el sábado de la siguiente semana, Onii-san…?

—Creo que sí, ¿por qué…?

—Entonces…

Ayase se movía nuevamente de un lado a otro, mostrándose nerviosa.

—¿No te gustaría salir conmigo?

—¿Eh…?

—Quiero agradecerte por el favor que me hiciste el otro día, ¿te molestaría…?

—¡Por supuesto que no!

—Y-Ya veo… ¡Qué bien!

Colocó una mano en su pecho y dejó salir un suspiro, mostrándose aliviada ante la respuesta.

—Pero, no lo veas como si tuvieras que devolverme el favor o algo así, ¿entendido?

Exclamé con sinceridad.

—Después de todo, te ayudé porque realmente quería hacerlo.

—Onii-san…

Exclamé la frase anterior, mostrándome con confianza en mí mismo, pero la realidad era que en mi interior me sentía de la siguiente manera;

… ¿Q-QUÉ ESTÁ PASANDO…? ¡¿QUÉ ESTÁ PASANDO…? ¡NO PUEDO CREERLO, NO PUEDO CREERLO…

¿QUÉ SIGNIFICA ESTO…?

Tratando de contener con todas mis fuerzas mi mente en conmoción, comencé a decir con una actitud de admirarse;

—Estaré esperando mi cita contigo con ansias, Ayase.

—¿C-Cíta…? ¿Qué estás diciendo…? C-Cielos… Creo que te equivocas.

Negando la palabra “cita”, Ayase sacudió ambas de sus manos. Sin saber qué hacer ante tal situación, Ayase intentó evitar el tema a profundidad.

—E-En ese caso… Te llamaré… el sábado de la próxima semana…

Seguidamente, casi como si estuviera escapando, salió corriendo del lugar.

—…

No me quedó de otra más que ver a Ayase partir.

—¡¡Yujúúúúúú!!

Levanté ambos brazos hasta arriba y di un gran salto efusivamente

—¡No puedo creerlo! ¡Esto es casi como los desarrollos que hay en los Eroges que he jugado antes!

¡Es una cita! ¡Me dijo que no era una cita, pero definitivamente es una…! ¡Espero que sea una cita!

Kuoooh…. Exclamé y seguidamente me agaché e hice el movimiento como si estuviera imitando a un golfista a punto de golpear la pelota,

—¡¡Así comienza la ruta de Ayase!!

Después, casi como imitando a un lobo, fuertemente grité orgullosamente mi victoria.

—¡FUHAHAHAHAH! ¡HAHAHAHAHA! ¡FUHAHAHAHAHAH!

—¡Oye, ¿por qué estás gritando como loco a medio camino de la calle?!

—¿Eh?

Sentí casi como si mi corazón se hubiera detenido, tras repentinamente haber escuchado la voz de una persona detrás de mí. Al voltearme, pude observar a mi hermana Kirino, con sus brazos cruzados y con su expresión fruncida.

—Qué asco das. Deja de hacer eso, ¿Qué pasará si llegara a dispersarse un rumor como este por donde vivimos?

Luego de decirme eso, Kirino se alejó del lugar rápidamente

—…

… Creo que es hora de ir a casa…

Permítanme darles una explicación, en ese momento yo estaba actuando de esa manera debido a la efusividad de los hechos. Tras haber sido invitado por Ayase a una cita (algo así), probablemente unos cuantos tornillos se zafaron de mi cabeza.

Luego de estar sumergido en una gran conmoción, comencé a seguir a Kirino, quien había aparecido de la nada.

—¡Oye, Kirino! ¡Regresemos juntos!

—¿Eh? ¡Oye, no te me acerques!

—¡Ha! ¡No me lo digas de esa manera!

—¡No me toques! ¡En serio eres molesto!

—¡Haha! ¡No te servirá de nada que me trates así en estos momentos!

—¿Qué ocurre contigo? Estás actuando más asquerosamente extraño de lo normal.

Y, así, ambos regresamos a casa.

Finalmente, el día previamente establecido para la cita con Ayase había llegado.

Quedamos de vernos en la estación Chiba y ahora nos encontrábamos dirigiéndonos a otra estación en el tren.

—…

—…

—Oye…

—¿Sí…?

—He estado aguantando las ganas de preguntártelo desde que bajamos del tren, pero creo que es hora de que me lo digas.

—¿Qué cosa?

—¿Por qué me has traído a Akiba, Ayase?

Así es. El lugar al que Ayase me había llevado, era nada más y nada menos que Akihabara. Sin embargo, Ayase jamás habría estado interesada en venir a un lugar como Akiba, siendo que no está acostumbrada al ambiente del mismo, entonces, ¿por qué hemos venido aquí?

Desde que me invitó a salir con ella, había tenido el presentimiento de que algo estaba tramando. Pero, ¿cuál será su verdadera intención…?

Al voltear a verla con unos ojos llenos de sospecha, Ayase sonrió y dijo;

—Este… La verdad es que quería que el día de hoy me dieras una pequeña guía por esta ciudad.

—¿Qué dices…?

Ante tal inesperada respuesta por parte de Ayase, solamente pude mostrar algo de perplejidad.

—¿Dices que quieres que te guíe por Akiba?

—Así es.

—Es que… Tenía ganas de ir a un lugar al cual “Kirino frecuenta demasiado”.

—¡¿?!

Y, finalmente pude comprender.

—Ah— Ahora entiendo.

Al pensar detenidamente en ello, todo cobra sentido. Puesto que todo lo que hace Ayase tiene que estar conectado de alguna manera con Kirino.

—Entonces… Es casi como parte de una “estrategia para superar a los otakus”, ¿verdad?

—¡Exactamente!

Respondió Ayase efusivamente, mientras apretaba sus puños. Parece que está realmente animada para esto.

—Haaa…

A diferencia de Ayase quien realmente se mostraba animada por esto, yo había soltado un suspiro y echado abajo mis hombros en señal de decepción.

Ya veo… No es como si ella hubiera querido tener una cita conmigo… Aunque, ya imaginaba que ocurriría algo así desde un inicio, así que el daño recibido no fue tan alto.

¡Esto no hace que ponga triste!

—¿Eh…? ¿Onii-san…?

Ayase se mostró perpleja al verme desganado ante tal idea.

—Tú conoces muy bien esta ciudad y te gusta… ¿verdad…?

—Bueno… diría que en comparación contigo, sí.

—En ese caso, había pensado en que podría ir a divertirme a algún lugar de aquí contigo, como agradecimiento…

—¡!

¿A-Acaso ella eligió como lugar de nuestra cita Akiba porque así podría agradecérmelo divirtiéndonos en algún lugar después…?

—Creo que todavía hay un pequeño malentendido.

—¿Eh?

—No soy el tipo de Otaku que tú crees que soy

—¿D-De verdad…?

—Sí. Así que, aunque venga a Akiba, no sé mucho de este lugar. Siempre que vengo aquí, termino siendo llevado por Kirino a lugar tras lugar.

—…

Ayase se quedó callada con sus ojos abiertos. Al parecer, mis palabras habían dado justo en el blanco.

—Ah… entonces… pensar que podía salir contigo en este lugar como agradecimiento… fue un error… ¿verdad?

Bajó su mirada, denotando estar triste.

—¡Lo siento mucho, yo…!

—¡Vamos, no te preocupes!

Respondí con nerviosismo y la seguí a ella. ¡¿Acaso soy un tonto?! ¡Debí haber sabido que ocurriría algo como esto si le mostraba que estaba decepcionado por esto!

—Seguramente pensaste en esto por un buen tiempo, así que no fue una mala decisión. ¡De hecho, estoy feliz!

—¿De verdad…?

—¡Claro!

Golpeé fuertemente mi pecho.

—¡Ya te dije que me lo dejes a mí! ¡Te llevaré a uno de los lugares que “Kirino frecuenta demasiado”

—¡Entendido! ¡Muchas gracias!

… Eso le dije, pero para ser sincero… no sabía exactamente a dónde llevarla…

—Hmm… un lugar al que “Kirino frecuenta demasiado”, ¿eh…?

—¡Uhyooo! ¡¿Acaso este es el paraíso?! ¡¿Será el paraíso?!

—¡Kirino, eres una idiota! ¡No entres a esa tienda!

Por un momento se me ocurrió un “lugar” al cual ir, pero recapacité al creer que no sería una buena idea llevar a Ayase a “ese lugar”.

No importa cómo lo vea, la dificultad de ese lugar es altísima. Una vez llegue a comprender de lo que se trata esa tienda, seguramente ella terminaría asesinándome.

Hmpf… Creo que lo mejor será mostrarle un lugar tranquilo a Ayase, para que así pueda ir cambiando poco a poco el prejuicio que tiene en mente.

—Onii-san. ¿Adónde iremos primero?

—¿Qué tal si vamos a una tienda de Eroges?

—¡Muérete!

En posición de media guardia, Ayase me dio una patada frontal que impactó en la boca de mi estómago. Hubiera sido un golpe realmente grave, de no haber sido porque rápidamente tomé una posición para amortiguarlo y evitar que me diera en un punto vital.

—¡Por supuesto que no iré! ¡¿Por qué quieres llevarme a un lugar así?!

—¡Me dijiste que te llevara a los lugares que “Kirino frecuenta demasiado”, ¿no es así?!

—…

Ayase volteó a verme fijamente.

—Onii-san, ¿estás haciendo esto a propósito?

—¿P-Por qué dices eso?

—Puedo ver en tu mirada que estás divirtiéndote al hacerlo.

—Hmpf, ¿me has descubierto?