Ore no Imōto ga Konna ni Kawaii Wake ga Nai (NL)

Volumen 13: RUTA ALTERNATIVA DE AYASE.

Capitulo 1: El Primer Detonante

Parte 3

No pude evitar sonreír al escuchar una frase como esa.

—Fufuh… ¿Qué te parece? Linda, ¿no? ¿Por qué pones esa mirada tan fría?

—P-por nada en especial…

—Bien, entonces intenta decirlo. Aunque claro, ahora usarás tu nombre. Tres, dos uno…

—…

—tres, dos uno…

Al animarla por segunda vez, Ayase comenzó a leer con una expresión de estupefacción en su rostro.

—¡A-soy ayase! ¡Vayámonos juntos! … ¿eh…? E-es solo que… quería verte cuánto antes, Kyousuke- kun… Ehehe… ¿A-algo así…?

—¡Parece como si no tuvieras ganas de hacerlo! ¡¿Qué ocurre contigo?!

—Para ser sincera, casi me dan ganas de vomitar. Estar en una situación como esta en la que tengo que decirte una frase como esa simplemente es muy complicado para mí, Onii-san.

Ugh… que me diga algo como eso va a hacer que me ponga a llorar.

—Ah… lo siento… no es necesario que digas mi nombre en ese caso…

—Entendido.

—Bien, ahora iremos por el siguiente. Trata de incluir todos tus sentimientos en ello, ¿bien?

—Trataré de hacerlo.

Comencé a jugar el juego, e hice que Ayaka-tan pronunciara una frase que Ayase deberá imitar.

—Ayaka: este… ¿sabes…? Yo… siempre he estado enamorada de ti, Kyousuke-kun…

—Ayaka: creo que… ya no puedo vivir sin ti…

—Ayaka: te amo… te amo muchísimo…

¡UOOOOOOH! ¡NO PUEDO SOPORTAR ALGO COMO ESTO!

Con una enorme sonrisa en mi rostro, aplaudí con mis manos.

—Bien, adelante. 3, 2, 1…

—Uuhh…

Mientras Ayase me observaba, pude ver cómo se enrojecían hasta sus oídos… 

— Este… ¿sabes…? Yo…

—¡ESTÁS HABLANDO MUY BAJO! ¡PON ALGO MÁS DE SENTIMIENTOS!

—Yo… este… desde hace mucho, mucho tiempo…

—Así…

—He estado…

—Así, así…

—¡¡COMO SI FUERA A DECIRLO, MUÉRETEEE…!!

Estando en su mismo lugar, Ayase giró a una gran velocidad y me dio una patada con muchísima fuerza en la cara.

Sin siquiera darme tiempo de soltar un grito por el dolor, Ayase inmediatamente se acercó a mí y gritando con exasperación dijo:

—¡Eres de lo peor! ¡A pesar de que me dijiste que no me acosarías sexualmente de nuevo…! ¡Ya no, ya no voy a volver a pedirte nada, ¡Onii-san! ¡Le pediré consejos a otra persona! ¡Hmpf! ¡No vuelvas a hablarme por teléfono, pervertido! ¡Muérete…!

Luego de hacer un gran alboroto, ella abandonó la habitación.

—Ugh… duele, duele, duele, duele…

Aun estando tirando en el suelo, seguí conteniendo el dolor de mi mejilla con mi mano.

… ¿Por qué soy así…? ¡¿Cómo es que cada vez que hablo con ella, termino poniéndome algo engreído y hablándole de esa manera…?! Siempre termino arrepintiéndome una vez que me calmo…

—Ugh… ¿Eh? ¿Acaso se fue y se llevó consigo el juego de Love Touch…?

¿Qué hago…? ¡Ese juego es de Kirino…!

—“Le pediré consejos a otra persona!”

—Me dijo eso, pero… ¿Con quién demonios irá a pedirle consejos…?

Luego de haber abandonado la casa de la familia Kousaka. Ayase había llegado a la casa de la familia Tamura. Poco a poco se había vuelto habitual para ella hablar con Manami, la amiga de la infancia de los hermanos Kousaka.

Se encontraba en la habitación de Manami, localizada en el segundo piso de la casa de la familia Tamura, la cual tenía un agradable y entrañable aroma.

Ayase y Manami se sentaron de frente a frente. Con una voz que denotaba estar a punto de soltar en llanto, Ayase comenzó a hablarle a una confiable Onee-san.

—¡Escúchame, por favor, Onee-san! ¡Yo, yo…!

—¿Qué ocurre, Ayase-chan? No te exaltes, puedes contármelo cuando puedas…

—… Yo… yo…

—Yusto hace unos momentos… vengo de huir de Onii-san quien abusó sexualmente de mí…

Manami se sobresaltó en el lugar donde se encontraba.

—¡¿A-a-a-a-abuso… Se-se-se-se-sexual?! ¡¿A qué te refieres?!

—La verdad es que…

Ayase comenzó a explicarle los detales acerca del sospechoso comportamiento de Kyousuke y todo lo que ocurrió en su habitación.

Al hacerlo, Manami suspiró fuertemente… “Oooh…”

—Ah… ahora entiendo. A eso te referías… ¡Realmente me asusté cuando me dijiste que abusó sexualmente de ti!

Manami cambió el semblante que denotaba enfado en su expresión;

—¡Pero, creo que Kyou-chan tiene la culpa… está mal que se haya alegrado de haberte hecho decir esas frases, Ayase-chan… Tte juro que me aseguraré de darle un buen castigo!

—¡Te lo pido, Onee-san!

—¡Claro, déjamelo a mí! Por cierto, ¿eso que tienes en tu mano, es ese tal juego…?

Ayase se encontraba sentada de rodillas sobre un cojín. Colocó el juego frente a sus rodillas.

—Así es. Es ese tal juego maldito que ha vuelto locos a Kirino y a Onii-san.

—¿Juego maldito…?

—Hmpf… será mejor que lo rompamos. Deshagámonos de este juego… no quiero decir, de este juego maldito.

—¡No! ¡Eso no está bien! ¡Ese juego des de Kirino, ¿No?!

Tan pronto como se dio cuenta de lo que le dijeron, Ayase mordió sus labios.

—… Tienes razón… Entonces, creo que no queda más opción que hacer “eso”.

—¿Qué cosa?

—¿Acaso no es obvio? ¡Tendremos que practicar las lindas frases del juego, tomarlas como referencias y tratar con ellos dos de esa manera!

—¡¿Eh?!

—Odio admitirlo, pero… creo que lo que me dijo Onii-san tiene algo de lógica.

—¡Es cierto! ¡No quiero que este dispositivo sea quien le arrebate a su amado Onii-san, onee-san!

¡Es algo que definitivamente no quiero que pase!

—¡¿Eh…?! ¿Qué dices, Ayase-chan? ¡Entre Kyousuke y yo no hay ninguna relación como esa,

¿Sabes?!

Con un rostro sumamente enrojecido, Manami giraba ambas de sus manos negando completamente lo anterior.

Aunque, claramente Ayase no podía creer fácilmente en sus palabras.

—Hmpf. Pero, pero… si Onee-san se atreviera a mostrarle su esencia y practicará esas lindas frases, seguramente Onii-san podrá percatarse de sus encantos y fácilmente será capaz de atraerlo, ¿no?

Al escuchar eso, inesperadamente Manami se comportaba algo avergonzada y no parecía desagradarle para nada esa estrategia…

—… ¿Crees que pueda hacerlo…?

—¡Claro! ¡Con muchísima facilidad!

—¿De verdad…? ¿Realmente me será fácil…? Eheheh… creo que intentaré hacerlo…

—¡GENIAL!

Eso fue fácil, Onee-san. Pensó Ayase.

—En ese caso, empecemos de una vez. ¡Que se pierda esa tal Fujisaki Ayaka! ¡Comenzaremos con tu entrenamiento especial!

—¡Daré mi mejor esfuerzo!

A la mañana siguiente.

Al salir de mi casa para dirigirme a la escuela… inesperadamente se encontraba alguien esperando en la puerta de mi casa…

—Kyou-chan, buenos días.

—¿Uooh? ¿M-manami…?

Ante algo tan aparición tan sorpresiva como esa, no me quedó de otra más que dejar salir cualquier expresión.

Manami se encontraba mirando hacia un lado mientras se mostraba avergonzada,

—Este… ejem… ¡Puedo hacerlo…! Este… ¡Soy Manami, vayámonos juntos…!

—Bueno, creo que no tengo problema con eso, pero… ¿Por qué has venido el día de hoy a recogerme hasta mi casa…? Creo que está bien que me esperes donde siempre…

—Es que… quería verte cuanto antes, Kyou-chan… ehehe…

¿Pero qué está diciendo…?

—M-manami… ¿Qué te pasa…? Creo que hoy estás actuando extraño…

—¿eh…? ¿De verdad…? Hfufuh… ¿A qué te refieres con que actúo extraño…?

—Eres demasiado desagradable. ¿estás bien…?

Contesté directamente.

—¡¿Desagradable…?! ¡¿Dijiste que era desagradable…?!

—¡Claro! ¡Que tu amiga de la infancia llegue repentinamente y te diga algo como: “Soy Manami!

¡Vayámonos juntos”, es algo que cualquiera dudaría inmediatamente! ¿Acaso estás imitando un Eroge o algo así?

—¡Qué grosero eres! ¡Es solo que Eyase-chan me dijo que…!

—¿Eh…? ¿Qué dices de Ayase…? Ah, ¡¿No me digas que…?! ¡La persona con la que Ayase ayer fue a pedirle consejos… ¿Eres tú…?!

—A-a-así es… K-Kyou-chan, ¿Podríamos alejarnos un poco de aquí…?

—¿eh? ¿por qué?

—H-házme caso, deprisa.

—E-entiendo…

Manami me tomó de la mano y me llevó a la vuelta de la esquina. Al ver hacia la dirección de mi casa, pude observar el momento en el que kirino salía de la casa. Y en algún momento, Ayase se encontraba ya en ese lugar.

—¡Ah! ¡No me digas que…!

—Así es. Ayase-chan y yo habíamos quedado en que estaríamos esperando afuera de su casa a que salieran Kyou-chan y Kirino-chan respectivamente. Si nos hubiéramos quedado ahí, podríamos haber interrumpido su reconciliación.

—Ahora entiendo.

Luego de haber comprendido las cosas, volví a voltear a mirar hacia la dirección de mi casa. Seguidamente, pude observar el momento exacto en el que Ayase y Kirino estaban por encontrarse.

—¡Ah, Ayase!

La voz de Kirino se escuchó tan pronto como vio a Ayase. Y después—

—¡Soy Ayase! ¡Vayámonos juntos!

Estando oculto, balbuceé:

¡Ella…! ¡En verdad imitó a Ayaka-tan…!

Aunque, claramente Kirino no se percató de que esa era una frase del juego Love Touch, así que lo tomó como si fuera algo normal.

—C-claro… este… ¡Buenos días, Ayase! ¡Lamento lo del otro día! ¿Podrías perdonarme…?

—¡P-por supuesto, Kirino! ¡Yo también me disculpo! ¡Por haberme enojado por algo tan trivial!

Ambas rieron. Al estar espiando lo que ellas dos hacían, Manami y yo cruzamos miradas y reímos.

—¿Lo viste, Manami? ¡Tal y como lo planeé!

—Cielos… claro, lo que digas.

—Maldición… ellas dos, en verdad se reconciliaron tan fácilmente. Y yo aquí preocupándome de más…

—¿Cómo puedes decir eso cuando ya te sientes tan aliviado por eso…?

—Silencio. Bueno, creo que todo ha salido bien.

Cuando Manami y yo nos encontrábamos platicando…

—¡Escucha! ¡Escucha esto, Kirino!

—¿Eh? Claro…

Repentinamente Ayase comenzó a comportarse algo extraña. Levantó una de sus manos.

—¡Qué tal! ¡Soy Ayase!

—¿Eh? Ya lo sé…

—Ehehe… es solo que quería verte cuanto antes, Kirino…

—¿No nos vemos casi a diario…?

—Uh-uh…

Era una Ayase que estaba esforzándose completamente en vano.

¡Deberías darte cuenta de las intenciones de tu amiga, Kirino! ¡Pobre de ella!

… eso era lo que estaba pensando, pero Ayase quien se encontraba nerviosa, levantó su cara. Su rostro estaba completamente enrojecido, sus ojos parecían estar desbordando un sinfín de sentimientos en su interior.

—¿Sabes, Kirino…?

A simple vista podía notarse que sus ojos no denotaban seriedad. ¿Será que Kirino habrá sido capaz de darse cuenta de eso?

—¿Q-qué ocurre, Ayase?

Respondió con algo de titubeo. Ayase colocó una mano en su pecho, y continuó hablando pausadamente.

—¿Sabes…? Yo… yo…

—¡Creo que no puedo vivir sin ti, Kirino!

—¡¿Eh…!

La reacción de Kirino y la mía fue la misma. Ayase continuó avanzando en la dirección en la que definitivamente no debería haber ido.

—Si es por ti, Kirino… yo…

Sorprendido, abrí mis ojos,

—¡Podría inclusive deshacerme de Kanako!

—¡¿No me digas que jugó la ruta yandere?!

Se suponía que estaba escondido, pero terminé gritando fuertemente. ¡Espera, Kanako no tiene nada que ver con esto! ¡¿Por qué quiere deshacerse de ella?! ¡No te entiendo para nada, Ayase!

—dime, Kirino. ¿Qué te parece si ahora vamos a deshacernos de todas aquellas que interfieren en el camino de Onii-san?

Hiii…

Mis piernas comenzaron a temblar como si fuera un ciervo recién nacido.

Ante mis ojos pude observar cómo Kirino se dirigió hacia Ayase y enérgicamente concordó con ella,

—¡Vaya, no me desagrada para nada esa idea!

—¡Bien dicho, Kirino! ¡Justo ahora puedo verte como un ángel para mí!

Esa era el mensaje que le había mandado a mi amada hermana desde las sombras. Casi como si estuviera esperando algo de ella, Ayase le preguntó:

—¿Entonces, Kirino? ¿No piensas que estoy actuando algo diferente a lo usual…?

—Más que diferente a lo usual… diría que desagradable…

—¡¿?!

¡Fue demasiado directa!

—Ki…

Inmediatamente el rostro de Ayase se puso pálido.

—¿A-ayase…?

Preguntó Kirino, quien se encontraba perpleja. Ayase cerró fuertemente sus ojos y en un instante…

—¡ERES UNA IDIOTA, KIRINOOO!

Se dio la vuelta, y comenzó a retirarse del lugar.

—¡E-Espera, Ayase! ¡Espérame…!

Este hecho nombrado como el “asunto del Love Touch”, sería el primer detonante del comienzo de la historia entre Ayase y yo.