Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 18

Interludio 3: Después del Viaje

“¿Se divirtieron en la excursión?” “¡Aye!”

“¡Fue muy, muy emocionante, sir!”

Cuando regresaron a la mansión de la capital real, Tama y Pochi transmitieron con entusiasmo la diversión de la excursión al resto del grupo con la ayuda de una gran cantidad de gestos.

Además de su mejor amiga, parecía que ahora tenían secuaces.

Por lo que parece, el matiz era más de aprendiz que de criado. “Cuando vi encenderse la bengala de señalización, nunca habría

imaginado que estaban luchando contra un tigre aéreo. Vaya si me sorprendió.”

“¿Niejeje?”

“Fue un reto divertido, sir.”

Tama y Pochi confundieron el comentario de Hikaru con un cumplido y sonrieron.

Hasta que Liza las golpeó a ambas en la cabeza.

“¿Cuántas veces les hemos dicho que pulsen el botón de alerta de emergencia si aparece un enemigo poderoso?”

Por sus expresiones, claramente lo habían olvidado. “Lo sientooooo…”

“Lo sentimos, sir.”

Como había aparecido justo después de una serie de monstruos débiles, evidentemente no se les había ocurrido pulsar el botón a tiempo.

“Menos mal que apareciste cuando lo hiciste, Hikaru.”

“Ajaja, simplemente rematé lo que ya estaba casi hecho. Podrían haber ganado fácilmente sin mí, estoy segura.”

Le di las gracias a Hikaru a pesar de su modestia. “Por cierto, encontré esto…”

Hikaru sacó una pieza metálica aplastada de su caja de objetos. “Un tornillo, ¿eh?”

Era una herramienta para controlar a los monstruos procedentes del Imperio Weaselman.

Mi suposición era que la gente que había intentado asesinar al Duque Vistall lo estaba utilizando para intentar tomar a Sherin como rehén.

“¿Atraparon a los culpables que controlaban a los monstruos?”

“No sé si fueron todos, pero encontraron un montón de cadáveres masacrados.”

Habían   sido   desgarrados   por   garras   gigantes,   probablemente asesinados por el tigre.

“¿El tigre aéreo también estaba siendo controlado?”

“Uh-uh. No tenía ningún tornillo en la cabeza. Ese tipo de monstruo tiende a ser motivado por la curiosidad, por lo que probablemente se sintió atraído por el movimiento de todos esos monstruos.”

Ah, así que la gente que no era buena básicamente fue asesinada por el karma.

“Por cierto, ¿qué estabas haciendo ahí fuera?” Le pregunté a Hikaru.

“Algunos de mis amigos están enterrados en la zona. Casualmente estaba visitando sus tumbas cuando todo se vino abajo.”

Hikaru parecía un poco sombría.

“Más importante aún, la subasta comienza mañana, ¿verdad?

¿Están todos preparados?” “Sí, listos y preparados.”

Evidentemente, había cambiado de tema para despejar la ligera tristeza que se respiraba en el ambiente. Le seguí la corriente.

Mi mayor objetivo en la subasta era el Anillo de Oración.

Quería ganarlo como fuera, ya que podría liberar a Arisa y Lulu de su Geist.

Había hecho todo tipo de preparativos, aunque quizá debería idear algunas medidas de último recurso en caso de emergencia.

“¡Oh, ya sé! Sete me dio un montón de oro para ayudarme con los arreglos o algo así. ¿Por qué no lo usas para ayudar con una oferta ganadora?”

Hikaru metió la mano en su caja de objetos y me dio una bolsa con unas mil monedas de oro que le había dado el rey.

“En ese caso, puedes usar también lo que he ganado ayudando a la Srta. Nina y a la Compañía Echigoya.”

Arisa también sacó una bolsa, lo que provocó que el resto del grupo empezara a amontonar el dinero de sus mochilas de hadas sobre la mesa.

“No es mucho, pero…”

“Amo, yo proveeré mis existencias, declaro.” “Toma.”

“Este es el dinero del premio que gané en mis batallas en Ciudad Laberinto.”

Liza tenía un alijo bastante importante.

“¡Pochi también renunciará a su dinero de bolsillo, sir!” “¿También Tamaaaaaa?”

Tama y Pochi rebuscaron con entusiasmo en sus mochilas de hadas, aunque sin mucho éxito.

“¡Lo encontré, sir!”

Pochi encontró una sola moneda de cobre y la añadió a la mesa con una gran sonrisa.

Los hombros de Tama se encorvaron; no debía de haber encontrado ninguna.

“Lo sientoooooo…” Dijo abatida.

Le di una palmadita en la cabeza. “No hace falta que te disculpes.” No era de extrañar que no le quedara nada, ya que, de todos modos,

yo sólo les daba a Tama y Pochi dinero suficiente para comprar bocadillos. Sin duda, el dinero que les di por Año Nuevo ya lo habían convertido en brochetas de carne.

“Hikaru, todo el mundo, gracias.”

Incliné la cabeza en señal de agradecimiento al grupo por las cerca de 1.300 monedas de oro que había sobre la mesa.

Ya tenía preparadas unas 300.000 monedas de oro para la subasta, pero el gesto fue tan dulce que no pude rechazarlas.

Una vez terminada la subasta, les devolvería el dinero con mi más sincero agradecimiento.

“Eh, Satou. ¿Cómo es la sala de subastas?”

“El pabellón principal es tan grande como un estadio deportivo. Me han dicho que habrá muchos puestos comerciales y carritos de comida instalados en el recinto el gran día, algo así como un festival.”

El resto de las chicas parecían fascinadas por mi respuesta a la pregunta de Hikaru.

“Probablemente estaré todo el día metido en la sala de subastas, pero les daré a cada una algo de dinero para que lo disfruten al máximo.”

“Emocionante.” “¿Yeeeeey?”

“¡Sir!”

Mia y los demás expresaron su emoción.

“Suena como el tipo de lugar donde podría haber un montón de carteristas y ladrones de bolsos.”

“Sí, ya hay algunos por ahí.”

Había detectado algunos robos cuando fui con algunos de la Compañía Echigoya a entregar mercancía para la venta.

También había estafadores cerca de la sala de subastas vendiendo falsificaciones y miembros de gremios criminales pululando por allí, a todos los cuales había capturado y entregado al puesto de guardia.

“¿De quién vas a ir el día de la subasta?” “Kuro, creo.”

Iba como miembro de la Compañía Echigoya.

Había oído en una fiesta del té que existía un sistema de usar un apoderado para pujar en la subasta, que muchos nobles utilizaban para participar indirectamente. Por lo tanto, yo había establecido ese sistema para que Satou utilizara un apoderado contratado para pujar por pergaminos, orbes de regalo, etcétera.

“Bueno, sin engaños.”

“Nunca pondría una mano encima a mis empleadas.”

Mi corazón sólo pertenece a mi amada Srta. Aaze, la alta elfa del Bosque de Bolenan. 

Ahora sólo quedaba ganar el Anillo de Oración en la subasta y liberar a Arisa y Lulu de su Geist, y mi misión en la capital real estaría completa.

Tenía un poco de curiosidad por el Ichirou Suzuki del mundo de Hikaru, pero si la deidad dijo que no aparecería, probablemente estaría bien.

Si hubiera dos Anillos de Oración, usaría el otro para desear que Hikaru se reuniera con su Ichirou…

Oh, cierto, casi lo olvido.

“Hikaru, quería pedirte un favor…”

También podría hacer un último movimiento estratégico.