Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 18

Capitulo 1: Año Nuevo

Parte 2

“Ahora debería ser seguro probar las cosas aquí.”

Después de llevar a Liza a la cama, fui a la base secreta que había construido cerca de la capital real para experimentar con el Despliegue de Unidades.

La columna de notas de mi menú sólo decía: Despliegue de Unidades: reubicar las propias unidades dentro del propio dominio. Eso no explica mucho.

“¿Quizás empiece con gólems?”

Usé el hechizo de Magia Terrestre Crear Siervo para crear un gólem genérico.

“Despliegue de Unidades”

Cuando pronuncié las palabras con intención concentrada, el gólem se teletransportó directamente a mi lado.

No use nada de mis PM. Tampoco me sentí cansado ni nada por el estilo.

Tras probar varias veces con el gólem, utilicé el hechizo Invocar Murciélago para traer un murciélago pequeño y pude teletransportarlo con Despliegue de Unidades sin problemas. Utilizarlo con un ser vivo no fue más difícil que con el gólem.

“¿También puedo teletransportarme…? Supongo que sí.”

A diferencia del hechizo Retorno, no sentí ningún flujo de poder mágico ni la inusual sensación de que el espacio se deformaba a mi alrededor.

Los anillos de hadas de las dríadas y el espejo teletransportador de la base secreta parecían similares a Retorno; el Despliegue de Unidades debe funcionar de forma diferente a la Magia Espacial.

“¿Y… podría haber un poco de desfase temporal?”

Había un ligero retardo antes de que se activara el teletransporte, aunque puede que se debiera a que aún no me había acostumbrado. Por ahora, Warp o Carrera Destellante parecen más eficaces para distancias cortas. Sin embargo, puede ser útil para moverse por zonas con muchos obstáculos.

“Parece que también puedes moverte a través de la selección del mapa…”

Probe a teletransportarme dentro de la misma zona del mapa. “Sí, eso funciona. ¿Y otros mapas?”

Cambié el mapa y volví a comprobarlo.

“Hmm… Parece que hay límites a donde puedo ir.” Consideré las opciones de teletransporte disponibles.

Empezando por los lugares más cercanos: cualquier lugar de mi mapa actual, la mansión de la capital real, la mayoría de mis puntos de teletransporte en otras zonas, nuestra casa y el orfanato de Ciudad Laberinto, la escuela de exploradores, la Mansión de la Hiedra, nuestra villa y las termas del Laberinto Celivera, la mayor parte del gran desierto, nuestra casa del árbol en el Bosque de Bolenan y cualquier lugar del Valle de los Dragones. La Isla de Rakuen, en los mares del sur, no estaba en la lista.

Empezaba a hacerme una idea de cómo decidía lo que contaba como mi dominio.

Parecía funcionar en cualquier mapa en el que controlara la fuente de maná o cualquier edificio que poseyera.

De mis puntos de teletransporte, no pude usar ninguno que estuviera en edificios que no poseyera o creara con algo como Objecto de Piedra, incluyendo la casa de verano del castillo real o las que había en varios puntos de los laberintos.

Me teletransporté de nuevo a la capital real para probarlo y descubrí que los únicos edificios a los que podía transportarme eran la casa de la capital real y la sede de la Compañía Echigoya. Incluso en el mismo mapa, al parecer no podía usarlo para entrar en lugares que no estuvieran bajo mi control específico.

Sin embargo, podía teletransportarme a cualquier lugar dentro de mi rango de visión independientemente de si controlaba el mapa.

“¿Funciona también el teletransporte a larga distancia?”

Intenté usar el Despliegue de Unidades para moverme desde la mansión de la capital real hasta el punto más occidental del gran desierto.

En un instante, estaba de pie en la oscuridad de las dunas.

“Hmm, no lleva nada de tiempo ni gasta nada de magia… ¿No es esto un poco demasiado conveniente?”

Tampoco estaba cansado. Esta Habilidad Única tenía cubiertas todas mis necesidades de transporte de larga distancia, hasta el punto de que resultaba casi alarmante.

Aunque existía la condición de que tenía que ser mi propio dominio, podía eludirla fácilmente usando hechizos como Objeto de Piedra o Crear Casa para hacer un edificio al azar, y había muchos terrenos baldíos en este mundo que no pertenecían a nadie. De hecho, podía teletransportarme a casi cualquier lugar en el que hubiera estado al menos una vez sin apenas limitaciones.

“El único problema es…”

¿De verdad que esto no tiene precio?

Mi menú de Habilidades Únicas no conllevaba ningún riesgo, pero otras reencarnados como Arisa no podían usar demasiado sus Habilidades Únicas sin dañar sus “recipientes del alma”, lo que conllevaba el peligro de acabar convirtiéndose en un señor demonio.

Según los reencarnados que vivían en el estrato inferior del laberinto, como Yuika y Mukuro, las habilidades activas eran más peligrosas que las pasivas, y las más peligrosas de todas eran las que implicaban ataques insta-kill o de ruptura de barreras.

A diferencia de la habilidad pasiva Menú, Despliegue de Unidades era sin duda una habilidad activa.

Probablemente era mejor no utilizarla demasiado a la ligera.

En el peor de los casos, si el Señor Demonio Satou hiciera su debut, eso podría muy bien significar el fin de este mundo.

Será mejor que detenga esta investigación si percibo el más mínimo cambio.

“Probaré una cosa más, y luego me iré a casa.”

Sacudí la cabeza para disipar mi somnolencia e intenté usar Despliegue de Unidades para moverme desde el borde del gran desierto hasta el lugar más lejano posible, el Valle de los Dragones.

El mundo a mi alrededor se convirtió en un páramo iluminado por el amanecer.

“No he estado aquí desde… ¡Oooooof!”

En medio de mi frase, sentí que una enorme cantidad de energía mágica fluía por mi cuerpo.

¿Qué demonios está pasando?

Un arco iris de colores envolvió mi visión.

Oh no, a este paso mi cuerpo será destruido desde el interior y— 

“… ¡Amo! ¡Amo, despierte!”

Mi visión desmayada volvió bruscamente a la normalidad. Arisa estaba inclinada sobre mí, con los ojos llenos de lágrimas. “¿Arisa? ¿Qué pasa?”

Tenía la voz ronca y la mente confusa. “¿Dónde estamos?”

“¡La base secreta! No volviste en toda la noche, y cuando fui a buscarte, ¡te encontré desmayado en el suelo! No conseguí que te despertaras por más que te sacudí. Pensé que estabas muerto, ¿sabes?”

Arisa se aferró a mí con fuerza y le di unas palmaditas en la espalda. Al cabo de un momento, mis recuerdos empezaron a aclararse.

Había estado experimentando con Despliegue de Unidades y me teletransporté al Valle de los Dragones, donde una enorme cantidad de magia fluyó hacia mí. Lo último que recordaba era pensar que estaba en un gran problema.

Debo haber usado Despliegue de Unidades para volver aquí justo antes de desmayarme.

Lo más probable es que eligiera este lugar porque no habría víctimas en caso de que algo saliera mal y, si no, alguna de las chicas podría venir a rescatarme.

“Lo siento. Desbloqueé una Habilidad Única de teletransporte, así que la estaba probando.”

Cuando le expliqué de qué habilidad se trataba, Arisa me gritó furiosa, con los ojos aún llenos de lágrimas.

“¡¿En qué estabas pensando, usando una Habilidad Única activa una y otra vez sin tener ni idea de si tiene un número limitado de usos?!”

“Lo sé. Lo siento.”

La verdad era que me había dejado llevar un poco por la emoción ante mi nueva y conveniente habilidad.

Mientras me disculpaba y tranquilizaba a Arisa, comprobé mi registro en la pantalla AR.

Por lo que pude ver, no había pruebas en el registro de que alguien me hubiera atacado en el Valle de los Dragones.

Sin embargo, por alguna razón, había un registro que indicaba que la habilidad vacía que había adquirido tras derrotar al Engendro del Dios Maligno se había activado.

Cuando estaba sufriendo por el exceso de magia que fluía en mí, mi menú había estado parpadeando salvajemente en respuesta a mi pánico. Sin duda, algún fallo había activado la habilidad defectuosa en el proceso.

Ahora había una habilidad sin nombre al final de mi lista, así que desactivé inmediatamente sus efectos para estar seguro.

“¡En serio, tienes que tener más cuidado! La próxima vez que quieras probar algo así, será mejor que te preste mi guirnalda de conchas del alma.”

“Bien, lo haré.”

Le prometí a Arisa que no abusaría de la habilidad de Despliegue de Unidades, y volvimos juntos a la capital real.

Mientras me ponía la ropa de gala en mi habitación de la mansión, recordé lo que había ocurrido en el Valle de los Dragones.

En el momento en que utilicé el Despliegue de Unidades para teletransportarme allí, una enorme cantidad de poder mágico empezó a fluir hacia mí.

Sentí que mi vida corría peligro, pero por lo que pude ver en mi diario, en realidad no me habían atacado.

Y como el Despliegue de Unidades no usaba poder mágico, dudaba que fuera un efecto del uso excesivo de esa habilidad.

La posibilidad más viable era que fuera simplemente toda la magia de la fuente de maná del Valle de los Dragones fluyendo hacia mí, no un ataque en absoluto.

Pero cuando recién llegué a este mundo y obtuve el control de la fuente de maná del Valle de los Dragones, luego me sentí perfectamente normal.

Tal vez esto sucediera porque se había acumulado una tonelada de magia allí después de dejarla sola durante casi un año, pero no tenía intención de volver para averiguarlo. Aunque tal vez pudiera manejarlo mejor ahora que sabía lo que se avecinaba, definitivamente no quería volver a experimentar la sensación de que la magia casi me destrozaba el cuerpo por dentro.

Será mejor que no vuelva al Valle de los Dragones a menos que sea absolutamente necesario.