Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 17

Capitulo 6: El Detective Desventurado

Parte 2

“Qué lugar más sucio.”

“Huele.”

Athena arrugó la nariz y Mia se cubrió la suya con un pañuelo.

La apestosa planta de purificación de agua estaba en el corazón de los barrios bajos, que parecían una ciudad totalmente diferente.

Había chatarra y basura esparcida por todas las calles, así como gente con ropa sucia, que miraba nuestro carruaje con ojos oscuros.

“Oye, ¿no es ese Lawrence?”

Había otro carruaje detenido en una esquina de los barrios bajos, y de pie cerca estaba el Cardenal Hozzunas de la provincia de Parion.

“Hmm, ¿qué está haciendo?”

“Ah sí, el cardenal. Su Gracia suele hacer obras de caridad de este tipo.”

Según la gentil dama de compañía, entre sus obligaciones oficiales, el cardenal iba con frecuencia a curar a la gente de los barrios bajos que no podía permitirse pagar un médico o donar a un templo.

“¿Cómo sabes todo eso?”

“Su Excelencia tiene muchas fans entre nosotras, las damas de compañía.” Explicó.

“Suena un poco como usted, Amo.”

“Mm, de acuerdo.”

“¿De verdad?”

A pesar de lo que decían Arisa y Mia, me parecía que no era del todo correcto poner mis aficiones al mismo nivel que un sacerdote devoto que actúa según su noble fe.

“¿Quién va allí?”

Dejamos de charlar cuando oímos gritar a uno de nuestros guardias.

Se oyó el clic-clac de los otros caballeros poniendo las manos en sus empuñaduras.

“¿Caballeros imperiales? Soy Heim de los Ocho Espadachines de Shiga.”

Me asomé a la ventana y vi a Sir Heim bajando la capucha de su gabán y mostrando su insignia con el anillo de la espada mientras se acercaba.

Los caballeros imperiales debieron tomarlo por una figura sospechosa debido a la espada ancha que llevaba a la espalda y al abrigo que ocultaba su uniforme de Caballero Sagrado.

“Hey, si no es Sir Pendragon. ¿Cómo es que te quedaste cuidando a la realeza hasta aquí?”

“Sir Heim, ¿no es acaso un poco grosero?”

La dama de compañía más dura me apartó y sacó la cabeza por la ventanilla.

“Lo siento. Si la Princesa Sistina está con usted, ¿está investigando los incidentes del sakura o de la cuerda roja, quizás?”

Asentí con la cabeza y Sir Heim me explicó en voz baja cómo reunir información en esta parte de la ciudad.

La mayoría de los mendigos respondían a cualquier pregunta sobre la que tuvieran información si les dabas una moneda grande de cobre o una de plata. Si no sabían nada, a menudo te indicaban la dirección de otra persona que podría hacerlo. Parecía que eran más traficantes de información que mendigos.

“Normalmente, todo lo que puedes preguntar es lo que han visto y oído por sí mismos, pero algunos de ellos tendrán información que los guardias no conocen. Utilízala sabiamente.”

Había muchos mendigos en torno a la depuradora de agua, por lo que era el lugar perfecto para recoger información.

Antes de marcharse, Sir Heim añadió: “Pero ten cuidado, esta zona es peligrosa. Si ya no tienes nada que hacer aquí, es mejor que te vayas rápido.”

“Deberíamos seguir moviéndonos.”

Después de separarnos de Sir Heim, pasamos por una puerta de celosía de hierro a la planta de purificación de agua.

Había varios depósitos de agua diferentes, y la basura que entraba por las alcantarillas se acumulaba en una zona separada.

“No sé cómo puede ser posible, pero de alguna manera huele aún peor aquí dentro que fuera.”

“Apestoso.”

Arisa hizo una mueca y Mia formó una X delante de su cara con los dedos.

Mientras un empleado nos daba la visita, algunos de los nuestros, como Mia y la Princesa Sistina, empezaron a sentirse mal por el olor, así que la dama de compañía gentil utilizó varias veces el hechizo Limpiador de Aire.

“Vaya, eso es un montón de basura, espera, ¿y gente?”

Tal y como dijo Arisa, varios residentes de la barriada se habían infiltrado en la zona de la basura y estaban buceando en el contenedor.

La Empresa Echigoya había creado más puestos de trabajo, pero evidentemente aún no había suficientes para todos.

¿Tal vez debería hacer una ciudad minera o algo así donde mucha gente pueda ganarse la vida decentemente?

Consultando el mapa a pocos días de distancia de la capital real, encontré una zona llana perfecta para fundar una nueva aldea y montañas en las que podían encontrarse vetas de hierro y metales preciosos en las profundidades. Tendría que hablar con la gerenta Eluterina sobre esto.

“Ese tanque de purificación es donde se encontró el cadáver.”

El empleado señaló un enorme tanque de unos cincuenta metros de diámetro.

La superficie del agua estaba a unos cinco metros, y era demasiado fangosa para saber su profundidad. Más de la mitad estaba cubierta de basura y hojas, con varios slimes balanceándose en la parte superior.

Numerosas tuberías de tierra sobresalían a lo largo del depósito, y el agua goteaba lentamente.

“¡Geh!”

Arisa intentó asomarse al interior, sólo para pellizcarse la nariz y gemir.

Debe haber salido del alcance del hechizo limpiador de aire de la dama de compañía gentil.

“Por favor, asegúrese de contener la respiración si desea asomarse al tanque. Es peligroso.”

El empleado advirtió que, además del olor, podía incluso emitir gases nocivos en raras ocasiones.

“Aquí también apareció el monstruo.”

“¿A qué está conectado este tanque?”

“Toda la capital real.”

El empleado respondió a la pregunta de la princesa por medio de la dama de compañía.

• ¿Hmm?

“¿Eso de ahí es un cadáver?”

Había un cadáver flotando con la basura.

Al principio parecía un cocodrilo, pero en realidad era una persona lagarto muerta.

“Ah, tienes razón. Llamaré al responsable ahora mismo.”

El empleado asintió sin ninguna sorpresa en particular y pidió a un trabajador cercano que se presentara en la oficina.

Esto sería un gran incidente en Japón. Aparentemente no es así en el Reino Shiga, donde las vidas no se valoran tanto.

Una vez que el cadáver fue sacado del tanque, uno de los guardias que acudió tras recibir el informe pudo identificar el cuerpo.

“Reconozco esta cara. Es un artesano de herramientas mágicas de segunda clase sin licencia que vivía en los barrios bajos.”

Hmm, esa profesión me suena.

¿Podría haber sido silenciada esta persona lagarto en relación con los incidentes de los monstruos?

“El cuerpo tiene heridas de arma blanca, probablemente un arma corta como un cuchillo de caza.”

“No hay nada de valor en él. ¿Tal vez está conectado con ese bastardo hombre rata que la gente del castillo estaba vigilando?”

Los guardias conversaron mientras inspeccionaban el cuerpo.

“¿Quién sabe? El hecho de que ambos sean artesanos de herramientas mágicas sin licencia no es suficiente para asegurarlo.”

Las palabras del guardia veterano se me clavaron en el corazón.

Lo siento, estaba pensando lo mismo que el guardia más joven.

Después de que los guardias se llevaran el cadáver, abandonamos también la depuradora.

Primero dimos una vuelta rápida por el resto de la planta, pero no encontramos nada nuevo.

“Lord Satou, ¿intentamos el método de ‘recopilación de información’ del que habló Sir Heim?”

Al ver a un mendigo frente a la puerta de la planta de purificación, la princesa me miró. Parecía que su curiosidad aún no había sido satisfecha.

“En ese caso, permítame.”

Me puse en pie y Arisa se levantó para seguirme fuera del carruaje.

“Un momento, por favor, Lord Satou. Deseo hacerlo”

La princesa me detuvo. Angustiosamente, parecía querer hacer el interrogatorio ella misma.

Los caballeros y sus damas de compañía presentaron una lucha admirable, pero al final, ella consiguió ganar con la condición de que una de las damas de compañía y yo fuéramos con ella como guardias.

“Noble, ¿podrías dar tu bendición a este débil anciano?”

Cuando la princesa se acercó, el mendigo habló sin levantar la vista.

“Le doy una moneda de plata, ¿correcto?”

A instancias de la dama de compañía, la princesa arrojó una moneda de plata en el cuenco situado frente al mendigo.

“Muchas gracias, noble.”

El hombre levantó la vista y se guardó rápidamente la moneda en su persona.

“Y ahora hago una pregunta, ¿correcto?”

Esta vez, se volvió hacia mí con incertidumbre, y yo asentí.

“¿Podría decirme si sabe algo sobre el cadáver que acaban de encontrar?”

“Ah, el artesano de herramientas mágicas sin licencia, Getoka. Dormía en una choza destartalada en el viejo camino del tejado derruido y pasaba la mayor parte del tiempo engullendo bebida barata de aquel bar y desmayándose en un montón de basura. Era un bastardo tacaño.”

Ooh, eso es más información que la que nos dieron los guardias.

Investigué la casa del artesano muerto en la información de mi mapa y utilicé el hechizo de magia espacial Clarividencia para asomarme a su habitación.

Para mi sorpresa, los guardias ya habían empezado a registrar el lugar, y encontraron una especie de herramienta mágica en un rincón de la desordenada habitación. Aunque tenía una forma diferente, su circuito era similar al de la herramienta mágica rota encontrada en relación con el incidente de los monstruos.

“¿Tienes alguna idea de quién podría haberlo matado?”

El mendigo ignoró la pregunta de la princesa, mirando a un lado y rascándose la cabeza.

Supongo que eso era todo lo que íbamos a recibir por la primera moneda de plata.

La princesa depositó otra moneda en el cuenco del mendigo, y éste respondió sin mirarnos.

“¿Probablemente alguien intenta silenciarlo, o robarle? Anoche mismo se jactaba de haber ganado dinero con un gran trabajo, invitando a todo el mundo a copas y pagando a señoras lagarto para que le atendieran.”

“¿Sabes quién era el cliente de ese trabajo?”

La princesa añadió otra moneda al cuenco mientras hablaba.

“No lo vi por mí mismo, pero todo lo que sé es que era un hombre bestia de pelaje marrón claro.”

“¿Tienes alguna otra información?”

Dejó caer otra moneda.

“No sobre esa bestia, no.”

“¿Algo más que parezca importante?”

“Fue hace un tiempo, pero un tipo con un acento raro estaba comprando todos los esclavos desechados en los barrios bajos. Uno de esos esclavos apareció muerto en esa planta de purificación, parecía que alguien lo había masticado y escupido.”

El mendigo añadió que esto ocurrió la mañana siguiente a los incidentes de los monstruos.

“Reporta toda esa información a los guardias.”

La dama de compañía intercambió su lugar con la otra y salió corriendo para hacerlo.

“Oye, yo sé dónde se los llevaron.”

Un chico sentado cerca del anciano sonrió ampliamente y le tendió la mano mientras hablaba.

Puse una moneda de plata en la palma de su mano, ya que la princesa no pareció entender su gesto.