Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 17

Capitulo 6: El Detective Desventurado

Parte 3

“Aquí mismo.”

El niño de la calle señaló una puerta que conducía a los túneles subterráneos, oculta tras unos arbustos.

Aquí fue donde el extranjero que había comprado una gran cantidad de esclavos desechados había ido.

“Gracias, has sido de gran ayuda.”

Le di las gracias al chico y le entregué un gran caramelo como propina.

Se lo metió en la boca, saltó de alegría por la dulzura y se fue con una sonrisa en la cara.

“Iré a buscar a Su Alteza. Sir Pendragon, por favor, asegúrese de que no hay nadie sospechoso dentro.”

Con eso, el caballero que había venido conmigo volvió a donde la princesa y los demás estaban esperando.

Se habían quedado atrás porque el lugar estaba cubierto de maleza.

La única persona que me acompañaba ahora era Arisa, que iba sobre mis hombros. Mia había perdido con ella en piedra-papel-tijera y se quedó con la princesa.

“¿Alguna idea de la información que han encontrado en la Compañía Echigoya?”

“Sí, se han enterado de todo lo que nos ha contado el mendigo y algo más.”

Había llamado a la Compañía Echigoya con el teléfono mientras estábamos en el camino hacia aquí en el carruaje y obtuve información que ahora transmití a Arisa.

Había información sobre este túnel subterráneo y rumores de que se habían visto figuras sospechosas entrando y saliendo.

“También compartamos esto con Mia.”

Arisa utilizó Charla Táctica para que los tres pudiéramos escucharnos.

“¿Había algo sobre esos esclavos desechados?”

“Nada nuevo, no. Les pedí que hicieran una investigación de seguimiento.”

En particular, les pedí que trataran de averiguar los nombres de los esclavos e información sobre la persona que los había comprado.

Si supiera sus nombres, podría averiguar su ubicación actual con mi búsqueda en el mapa. Quería intentar obtener esa información de los traficantes de esclavos locales, pero la princesa quería priorizar esta parte de la investigación primero, así que aquí estábamos.

“Después de comprobar las cosas aquí, ¿intentaremos encontrar a la familia de la víctima?”

“Me imagino que sí.”

Les hablé de la casa del hombre lagarto que había encontrado usando Clarividencia.

“Sí, supongo que priorizarían eso primero…”

“Ya que los guardias están investigando, ¿tal vez deberíamos esperar a investigar a la familia hasta después de conocer sus resultados?”

Como nuestra investigación era en realidad una ocurrencia tardía, no vi ningún problema en seguir los instintos de la princesa. Los guardias y los subordinados del Primer Ministro ya estaban haciendo una investigación exhaustiva.

“Parece que ya casi están aquí.”

Más allá de la alta maleza, se vislumbran los cascos de algunos guardias.

“…■■■ Camino de Tierra Tsuchinomichi.”

La Sra. Athena utilizó un hechizo que apartó la maleza para crear un camino.

El terreno, antes irregular, se ha nivelado perfectamente. Fue un control mágico impresionante.

“Adelante, Su Alteza.”

“Gracias, Athena.”

La princesa se acercó con sus guardias y su séquito a su alrededor.

“Siento haberle hecho esperar, Lord Satou. ¿Es este el lugar?”

“Sí, eso parece.”

Señalé la puerta de los túneles.

Había cadenas alrededor del picaporte de la puerta, de aspecto robusto, que se mantenían en su sitio gracias a un gran candado.

“Parece estar cerrado, pero…”

Tiré ligeramente de las cadenas y se rompieron con un snap.

“… Las cadenas se han vuelto frágiles.”

Un candado robusto no hará ninguna diferencia si las cadenas que lo sujetan no son fuertes.

“¿Frágiles?”

Uno de los caballeros imperiales tiró de las cadenas y pareció desconcertado, pero lo ignoré.

En cuanto abrí la puerta, salió un olor nauseabundo. Habría que tener mucha determinación para entrar en eso.

“¡Ahora sí, entremos!”

“¡Su Alteza! Por favor, espere.”

La princesa intentó atravesar la puerta, pero sus guardias la detuvieron.

“¡¿Por qué siguen intentando detenerme después de haber llegado hasta aquí?! Como dice el refrán: ‘Uno no puede esperar ganar un tesoro sin entrar en la guarida del dragón’, ¿eh?”

La princesa dijo algo que me recordó el proverbio japonés “No se puede adquirir un cachorro de tigre sin entrar en la guarida del tigre” mientras entraba a pesar de las protestas de sus damas de honor y caballeros.

“¡Ah, no puedo ir más lejos…!”

Pero arruinó un poco el efecto al volver a salir corriendo y llorando por el olor.

Probablemente era lo correcto. El olor de más allá de la puerta era incluso peor que el de la planta de purificación de agua.

“Ni siquiera Limpiador de Aire puede purificarlo por completo.” Comentó la dama de compañía que podía usar Magia de Viento, aunque supongo que debilitó deliberadamente su hechizo para evitar que la princesa corriera un peligro potencial.

“Su Alteza, por favor espere aquí con los demás. Yo investigaré solo.”

“Es peligroso ir solo, Amo. Llévame a mí y a Mia.”

“Estaré bien. Necesito que ustedes dos se queden aquí y ayuden a la princesa a evacuar en caso de emergencia.”

Utilicé Charla Táctica, aún en funcionamiento, para hablar con la pareja.

Mia y Arisa asintieron discretamente, todavía con cara de reticencia.

“¡Yo también deseo ir! ¡Si no, nunca sabré por qué no florecen los sakura!”

Ante la insistencia de la Sra. Athena, ella y la gentil dama de compañía se unieron a mí en la investigación.

Esta última estaba supuestamente con nosotros para usar el hechizo

Limpiador de Aire; supuse que también era porque tenía la habilidad

Rastreador, que podría ser conveniente para fisgonear.

Un caballero que claramente sentía algo por la dama de compañía gentil también quiso venir, pero fue rechazado por considerar que el sonido de la armadura podría ahuyentar a un perpetrador.

“Pero si ocurre algo inesperado, los tres estarán en peligro sin ayuda.” Insistió el caballero imperial.

“Su Alteza, ¿podría tomar prestada su bestia invocada para que podamos alertarla en caso de emergencia?” Preguntó Athena antes de emprender nuestra aventura.

“¡Oh, sí! ¡Qué idea tan espléndida! Te prestaré con gusto mi bestia invocada, Athena.”

La princesa aplaudió encantada: si traíamos la criatura, podría ver y oír a través de ella y sentirse parte de la búsqueda.

La princesa invocó a su ardilla, una criatura que podía ver en la oscuridad, y se la entregó a la Sra. Athena.

“En fin, ¡volveremos pronto!”

Con Athena tomando la delantera con entusiasmo, los tres (y una ardilla) nos adentramos en los túneles subterráneos.

“■ Luz de Maná Matou.”

La dama de compañía gentil utilizó un hechizo de Magia Práctica para iluminar el camino.

La lanzó al fondo de un tubo de papel doblado, creando un haz de luz similar al de una linterna.

“Así será más difícil que los ladrones nos descubran.” Dijo con una adorable mirada triunfal.

A medida que avanzábamos por el túnel, el olor se hacía más fuerte y oía el sonido lejano del agua corriente.

Finalmente, el túnel conectaba con las alcantarillas. El túnel de las alcantarillas tenía unos dos metros de diámetro, con un estrecho pasaje a cada lado lo suficientemente ancho como para que una persona lo atravesara.

“Mira esto. Hay huellas aquí, tres tipos diferentes. Todas continúan en esta dirección.”

Había huellas en el lodo acumulado.

Tal y como señaló con orgullo la dama de compañía, los pasos continuaron por el pasillo en dirección a la corriente.

Recordando que también tenía la habilidad Rastreo, la utilicé mientras observaba más de cerca las huellas y me di cuenta de que había otro conjunto débil que iba en la misma dirección.

“¿Están también son huellas?”

“Lo más probable es que esas muy viejas. No hay que hacerles caso.”

La dama de compañía me cerró rápidamente el paso.

Seguimos su pista hacia el túnel de aguas residuales.

“Este es un espacio bastante grande.”

Siguiendo el paso, pronto llegamos a lo que parecía un gran embalse. ¿Tal vez era una cuenca anti-inundación de algún tipo?

El embalse tenía una pared redondeada en forma de atrio, con varios agujeros grandes por los que entraba el agua.

“¡Allí! Veo una mano.”

La Sra. Athena vio un cadáver flotando en el agua.

• ¿Hmm?

Un único punto blanco se acercaba en mi radar, desde uno de los agujeros, a juzgar por su posición. Miré en esa dirección y vislumbré una figura cuyo rostro estaba cubierto con una tela hecha jirones: un orco, según mi AR.

¿Quizás vivían en secreto en las alcantarillas, como el orco Ga Hou que había conocido bajo la capital real?

“¡Sir Pendragon, allí!”

La dama de compañía vio por casualidad la misma figura.

El orco empezó a huir despavorido.

“¡Vayan tras eso!”

Automáticamente empecé a correr a su orden, en contra de mi mejor juicio.

Mientras corría tras el orco, con cuidado de no alcanzarlo, utilicé mi mapa para buscar orcos bajo tierra. A diferencia de la antigua capital, donde sólo estaba Ga Hou y otro orco, bajo la capital real había casi treinta de ellos.

Como la Sra. Athena y la dama de compañía parecían haberse quedado atrás, me transformé en Nanashi mientras corría.

Perdí de vista al orco mientras hacía todo esto, pero fue bastante fácil encontrar la puerta oculta por la que había corrido usando mi radar y siguiendo sus huellas.

Desarmando la cerradura y las trampas, abrí la puerta oculta.

Cuando avancé por el pasillo hacia una sala más amplia, una rejilla se cerró de golpe tras de mí y me vi rodeado de orcos.

Mientras que la mayoría de los adultos superaban el nivel 30, los más jóvenes estaban todos por debajo del nivel 10.

Las mujeres se escondieron en las casas, arrastrando a sus curiosos hijos lejos de las ventanas.

“““¡Muerte a los intrusos!”””

Los orcos zapatearon al unísono, blandiendo lanzas y espadas.

Un orco particularmente grande se adelantó del grupo.

“<No sé por orden de quién nos has rastreado, pero morirás aquí.>” Declaró el imperioso orco. “<Mi nombre es Li Fu, del clan del Gran Cerdo. ¡Su Majestad de Oro me concedió la Espada Mágica Geiersberg y me hizo uno de los generales de los señores de las bestias! Desenfunda tu espada y lucha conmigo, y te daré una muerte de guerrero.>”

El orco Li Fu sacó una Espada Mágica cuyo nombre sonaba a cierta fortaleza intergaláctica.

Parecía ser el líder de esta aldea oculta. Ahora que lo pienso, creo recordar a Ga Hou murmurando su nombre en la antigua capital.

“<Espera un momento, no quiero pelear. Soy Nanashi, un amigo de Ga Hou, el alquimista de la antigua capital.>”

Levanté las manos para demostrar que estaba desarmado.

“<¡¿Crees que decir el nombre de mi amigo va a embotar mi espada?!>”

Aparentemente, Ga Hou no contactaba con Li Fu tan a menudo.

¿Tal vez la puerta de teletransporte bajo la antigua capital no estaba conectada a este lugar?

“<¡Es verdad! Lu Heu me cocinó un plato de cocodrilo, y bebimos juntos el vino del Asesino del Espíritu del Mal y todo.>”

“<Parece que has hecho tu investigación sobre nosotros, pero—>”

“Espera un minuto, Li Fu. ¿Aun no te has dado cuenta? Está hablando nuestro idioma.>” Una anciana orca salió y detuvo a Li Fu por mí. “<Y si Ga Hou estaba incluso dispuesto a sacar su alijo secreto de Asesino de Espíritus del Mal para él, seguramente no puede ser una mala persona.>”

“<Si insiste, matriarca, guardaré mi espada por ahora.>”

Li Fu envainó su Espada Mágica y me llevó a una mesa en una esquina de la plaza.

“<¿Quién es esa persona? ¿Nos ha traído comida?>”

Los niños salían de sus casas para mirarme con curiosidad.

“<¿Te parece? Me muero de hambre.>”

“<Yo también tengo hambre.>”

“<Quiero comer daikon.>”

Mientras su madre intentaba llevarlos de vuelta al interior, los niños se quejaban de hambre.

“<¿Están bajos de reservas de alimentos?>”

“<Me temo que no hemos podido entrar y salir mucho debido a que algunos tipos sospechosos están al acecho.>”

“<Bueno, tengo extras en mi caja de artículos que podría usar.>”

“<Lo agradeceremos.>”

Tenía toneladas de verduras del agricultor que contratamos en Ciudad Laberinto y suficiente carne y pescado para alimentar ciudades enteras.

“<También pondré un poco de daikon extra.>”

Mis existencias de daikon no eran tan abundantes, pero había oído a una niña decir que quería algunos, y Lu Heu en la antigua capital dijo que eran la comida favorita de la mayoría de los orcos.

“<¡Oooh! ¡Es daikon!>”

Li Fu levantó un rábano daikon de la montaña de verduras.

“““<¡¡Daikoooon!!>”””

“““<¡Tenemos daikon!>”””

Los otros orcos se reunieron de inmediato, pareciendo inmensamente emocionados.

Supongo que les gusta más de lo que yo pensaba, casi tanto como a los japoneses el arroz, incluso.

“<¿Por qué tienes daikon?>”

“<Siempre tengo algunos a mano para hacer oden.>”

“<¡¿Tienes oden?!>”

El orco que se acercó a mí también parecía encantado con la perspectiva del oden; saqué un poco de mi reserva de oden precocinado. Era estupendo con un poco de sake Shigan calentado cuando me entraba el antojo de picar algo en mitad de la noche.

“<¿Todavía está caliente?>”

“<Se ve muy bien.>”

Le di dos ollas llenas de oden a una de las esposas de los orcos para que las repartiera entre todos.

Es una sensación agradable ver a la gente comiendo encantada la comida que has hecho y exclamando lo buena que está, aunque sólo sea porque tenían mucha hambre.

De buen humor, también le di mi receta de oden a la misma señora orco, así como algunas algas y otros condimentos para hacer el caldo.

“Amo, ¿cómo va todo ahí dentro? Athenacchi dijo que saliste corriendo tras una figura sospechosa y no has vuelto.”

Arisa se puso en contacto conmigo a través de Charla Táctica. Evidentemente, la princesa había recibido noticias de Athena a través de la bestia invocada.

“Lo siento. Me encontré con alguien conocido y me entretuve hablando con él. No te preocupes por mí, sólo dile a la princesa que espere un poco más. Volveré tan rápido como pueda.”

“¿Alguien que conocías, en los túneles subterráneos? Bueno, si tú lo dices. Me pondré en contacto contigo de nuevo si parece que el tiempo está a punto de acabarse.”

“Gracias.”

Como Athena y la dama de compañía debían estar preocupadas, decidí ocuparme rápidamente de los asuntos y regresar.

Busqué a Li Fu y me dirigí a él.

“<Gracias, Nanashi. Ahora nuestros hijos no tienen que morir de hambre.>”

“<Me alegro de oírlo.>” Asentí ligeramente y pasé al asunto que nos ocupa. “<Hay una cosa que quería preguntarte.>”

“<¿Qué es?>”

“<Has dicho algo sobre algunas personas sospechosas antes. ¿Podría decirme un poco más sobre eso?>”

“<Por supuesto. Desde hace un tiempo, algunos humanos extraños han estado merodeando y haciendo extraños rituales de vez en cuando, pero en los últimos días, hemos tenido avistamientos de un grupo mucho más peligroso.>”

Los primeros eran simples bichos raros que dibujaban glifos sin sentido con lápiz de pizarra, mientras que los segundos incluían a un hombre bestia que lideraba esclavos desechados y a un mago con hombres que habían abandonado el ejército.

Le mostré los círculos mágicos que se habían encontrado cerca de los lugares de los incidentes de los monstruos, y Li Fu asintió. “<Sí, justo son esos. Son un peligro.>”

Así que los misteriosos círculos mágicos de significado desconocido fueron dibujados en realidad por un grupo diferente al que está detrás de los ataques de los monstruos de cuerda roja.

“<¿Peligro en qué sentido?>”

“<Torturan horriblemente a los esclavos y a las prostitutas que traen, y luego los descuartizan. Si la matriarca no nos hubiera ordenado que nos abstuviéramos de relacionarnos con los del mundo exterior, hace tiempo que los habría abatido con mi propia espada.>” Li Fu sonaba amargado. “<Si quieres saber más, ¿te muestro el camino? Dudo que sigan allí, pero si los cuerpos de sus víctimas aún permanecen…>”

Parecía querer darle a los cuerpos un entierro adecuado.

Seguí a Li Fu hasta el escondite del grupo, o al menos, el lugar donde realizaban sus torturas.

Era una gran sala que olía a putrefacción, llena de cuerpos en terrible estado.

No se me da nada bien el gore, así que hice lo posible por no mirarlos directamente mientras investigaba la zona.

El centro del suelo tenía una hendidura en forma de cuenco, llena de líquido que burbujeaba con espuma.

Las cadenas colgaban del techo, y había dispositivos de tortura y un círculo mágico de aspecto sospechoso alrededor de la cuenca.

“<Esto es…>”

No era una “maldición” inventada como las demás; se parecía a las relacionadas con los demonios que había visto en el escondite de los saqueadores en el estrato superior del laberinto.

“<Qué asqueroso. Este círculo mágico está dibujado con sangre.>”

Justo cuando Li Fu murmuró esto, el círculo mágico se activó con un brillo rojo oscuro.

“<¡Atrás, Nanashi!>” Rugió Li Fu, saltando él mismo fuera del círculo.

Un punto rojo apareció en mi radar cerca del fondo de la cuenca.

“¿Nuevos materiales, boing?”

Un líquido espeso y rosado comenzó a surgir de la cuenca, llena de cadáveres y basura.

Según mi AR, era un demonio intermedio de nivel 41.

“Un orco es un material raro, boing. A este invocador le gusta experimentar, boing. Trabajaré más duro en esta nueva píldora de Semilla de Monstruo, boing.”

“¿De dónde vienes?”

El demonio no había aparecido en mi radar antes.

“De los huecos, boing. Nos escondemos en los huecos que nos da nuestro señor, boing.”

Incluso se tomó la molestia de abrir un espacio negro similar a una caja de artículos para demostrármelo.

Ya veo, así que es una habilidad parecida a la Caja de Objetos que el usuario puede usar para ocultar… Eso explicaría por qué no aparecía en mi mapa o radar.

Hojeé la información detallada del demonio. Su habilidad inherente específica de la raza, Nido de Demonio, parecía la candidata más probable a la hora de utilizar esas supuestas lagunas.

Puse un marcador en el demonio por si se escapaba.

Mientras estaba en ello, utilicé Charla Táctica para actualizar a Arisa: “Encontré un demonio intermedio. Estoy a punto de destruirlo.”

“¿Eres tú el que desató los monstruos en la capital real?”

Con la habilidad de esta cosa, probablemente también sería posible esconder monstruos en los “huecos” y escapar de mi búsqueda en el mapa.

“¿Qué quieres decir, boing? Si preguntas algo tan fuera de lugar, no debes trabajar para mi señor, boing. Debes ser un estúpido material que ha entrado por error, boing.”

Vaya, debí pensarlo mejor, ¿eh?

Supongo que había otras formas de esconder monstruos, como la Magia Espacial avanzada.

“¿Quién te ha convocado?”

No había ningún nombre de invocador en la información detallada de este demonio. Eso sólo podía significar que el invocador tenía un acuerdo verbal con el demonio, no un control de invocador sobre él.

Busqué en mi mapa. El número de personas con Magia de Invocación en la capital real era inferior a veinte, incluida la Princesa Sistina.

Así que uno de ellos debe haber invocado a este demonio… No, no podía decirlo con seguridad, ya que también había objetos de invocación como el que se utilizó para atacar a la Dama Helmina de los Ocho Espadachines de Shiga en Ciudad Laberinto.

“Como si te lo fuese a decir, boing.”

El demonio, que sonaba desconcertado, disparó hacia mí unas antenas rosas.

Se dividieron en zarcillos más pequeños justo antes de llegar a mí, convirtiéndose en cuchillas espinosas que brillaban como el metal.

Slash.

Li Fu utilizó la Espada Mágica Geiersberg para cortar todos los zarcillos afilados a la vez.

“<Que ataque más frágil. ¿Has terminado de reunir información?>”

La hoja de mineral carmesí brillaba en rojo con la magia de Li Fu.

“<Sí, no creo que me diga nada más.>”

“<Ya veo. ¿Entonces no te importa si lo corto?>”

“<Por mí no hay problema, pero pensé que se suponía que no te involucrarías con los forasteros>”

“<Estas reglas no tienen por qué aplicarse a los demonios.>”

PWYOYOOPWYOYOO.

El demonio paró el ataque y levantó más baba del suelo, adoptando una forma que sólo puedo describir como la de un pulpo inestable.

“<Estilo de espada de los Orcos, tercera forma: Rebanadora de Hierro.>”

La espada de Li Fu cortó al demonio, pero su forma amorfa se fusionó inmediatamente.

“Es inútil, boing. Las cuchillas no tienen efecto en mí, boing.”

Mientras el demonio intentaba contraatacar a Li Fu, lo pateé contra la pared.

“No tiene sentido, boing. Los golpes tampoco me afectan, boing.”

El demonio rebotó como si se burlara de nosotros.

Sin embargo, su barra de salud había bajado por ambos ataques. Debe tener cierta resistencia a ellos, pero decir que no tenían “ningún efecto” era un farol.

“<■■■■■■ Llama Encantada Matoenba.>”

Li Fu creó llamas que se enroscaron alrededor de la hoja de mineral carmesí, muy resistente al calor, como una serpiente. Supongo que planeaba luchar contra la criatura con fuego.

PWYOYOO.

La superficie del demonio boing se onduló, y un sinnúmero de púas salieron disparadas hacia Li Fu.

“<¡Tales movimientos nunca podrían derrotar a un caballero de Su Majestad Dorada!>”

Li Fu utilizó una impresionante destreza con la espada y movimientos corporales para esquivar por poco todos los ataques.

“<Estilo de espada de los Orcos, sexta forma: Lanzallamas.>”

Li Fu utilizó su Espada Mágica entrelazada con llamas para cortar y quemar al demonio boing cuando intentaba acercarse a él.

BZZOO.

El demonio aulló de dolor.

“No está mal, boing. Pero no subestimes a los demonios, boing.”

La sangre goteaba del lado de Li Fu.

“<Nnngh, así que me cortaste justo cuando te rebané…>” Li Fu se interrumpió, tosiendo sangre y agarrándose el costado. “<Veneno… Típica cobardía demoníaca.>”

“Así son los demonios, boing. Sigue mostrándome tu delicioso desprecio y rabia, boing.” El demonio volvió a su forma intacta. “¿A dónde fue el otro, boing?”

“Aquí mismo.”

Usé Warp para acercarme al lado del demonio en un instante y cortarlo en dos con Claidheamh Soluis.

“Las cuchillas no tienen efecto, bo—”

A continuación, utilicé el hechizo Congelar Agua donde lo había cortado.

BYZZOO.

El demonio volvió a aullar.

“Esto no es suficiente para congelarme, boing…”

Mientras el demonio parloteaba, yo seguía activando Congelar Agua una y otra vez.

Sólo para estar seguro, mezclé unos cuantos Drenajes de Maná para robar su magia mientras estaba en ello.

“No me congelaré, boing. Juro que no me congelaré, ¡boing!”

La mayor parte del cuerpo del demonio se había congelado mientras se repetía con delirio.

“<¡Entonces tendré que romperte!>”

La Espada Mágica Geiersberg de Li Fu cortó al demonio congelado, haciéndolo pedazos.

“<¿Qué pasa con el veneno?>”

“<Los antídotos son una necesidad cuando se vive aquí abajo.>”

Entonces prefiero no vivir aquí abajo, pensé.

Mientras Li Fu se aferraba a su herida, usé magia para curarlo.

“<Magia sin cantos… Y antes usaste una Espada Sagrada. Entonces, ¿realmente eres un héroe?>”

“<Sí, básicamente.>”

“<¿Podría cortar sólo mi cabeza y dejar el resto?>”

Me gustaría que no hablara como si los héroes exterminaran automáticamente a los orcos.

“<No voy a cortar la cabeza de nadie. Te dije que era amigo de Ga Hou, ¿recuerdas? Los demonios y los monstruos son enemigos más que suficientes para mí.>”

Cuidando de mantener el tono casual característico de Nanashi, aclaré el malentendido de Li Fu mientras usaba mi Espada Sagrada para limpiar los trozos rosados congelados del demonio aún vivo que no se habían convertido en niebla negra y se habían desvanecido.

“<Bien, eso debería servir. Gracias por la ayuda, Li Fu. Permíteme compensarte.>”

“<Nada de eso. La comida que nos diste fue más que suficiente.>”

Saludé a Li Fu mientras volvía a su aldea oculta y le dije a Arisa que había derrotado al demonio.

“En el momento perfecto. La princesa llamó a un grupo de búsqueda que acaba de aparecer, así que supongo que les dejaré entrar. Si estos demonios pueden esconderse en el espacio, entonces debería hacer algo contra ellos, diría yo.”

“No hay necesidad de forzarte. Es bastante horrible aquí.”

“A-ja-ja, puede que tenga el cuerpo de una niña, pero soy una adulta por dentro, ¿recuerdas? He sido entrenada con películas de terror y slashers. Por no hablar de que vi los cuerpos de las víctimas de la tortura en los escondites de los saqueadores y los piratas.”

Cedí a la insistencia de Arisa, ya que necesitaba su Magia Espacial para ayudar en la investigación.

“Ah…”

“¿Qué pasa?” Pregunté.

“Un diablillo acaba de aparecer aquí. Parece que nos está observando desde la distancia.”

“¿Tal vez el invocador sintió que este demonio fue destruido y lo envió a ver qué pasaba?”

“Sí, es una buena posibilidad.”

Lo comprobé en el mapa, pero al igual que el diablillo que vimos durante el incidente inicial de los monstruos, su título era Familiar, y la sección de su propietario estaba bloqueada con extraños símbolos.

Puse un marcador y encogí el mapa en un rincón de mi visión.

“¡Ah, se escapó! La princesa envió un pájaro rastreador invocado tras él.”

Vi que el marcador comenzaba a moverse en mi mapa.

El diablillo corría por todas partes, probablemente en un esfuerzo por librarse del pájaro rastreador de la princesa.

“Puedes dejar que la princesa se encargue de eso. Yo también lo estoy vigilando.”

“Entendido.”

Terminé la llamada con Arisa y volví a donde había dejado a Athena y a la dama de compañía.

“¿Hasta dónde los perseguiste?”

“¡Hay que ver! Algunas personas se pierden en las alcantarillas y nunca regresan, ¿sabes?”

Después de que la dama de compañía y la Sra. Athena me echaran la bronca, les expliqué que la figura sospechosa había intentado invocar a un demonio y que yo les había detenido. Al principio no me creyeron, pero lo aceptaron una vez que les mostré el núcleo oscurecido que había dejado el demonio.

“¿Qué es esto…?”

“Un cuerpo que encontramos mientras perseguías a ese sospechoso. La Sra. Athena lo sacó con un gólem.”

La detuve cuando empezó a cubrir el cuerpo con un paño.

Reconocí esa cara. Era, sin duda, el mago hombre comadreja que había visto en la Compañía Sahbe.

Transmití esta información al resto de mi grupo con Charla Táctica mientras se lo contaba a Athena y a la dama de compañía.

“¿Por qué un mago de la compañía aparecería muerto en un lugar como este…?”

“¿Podría la Empresa Sahbe estar relacionada con estos recientes incidentes?”

Athena frunció el ceño, pensativa.

La dama de compañía examinó el cuerpo y declaró que la causa de la muerte era el estrangulamiento, justo cuando llegaron los soldados llamados a buscarme.

Algunos de ellos se quedaron para investigar más la zona, y yo acabé guiando a todos los demás para inspeccionar el lugar donde había aparecido el demonio.

“Esto es bastante…”

Un guardia veterano arrugó la nariz, mientras que un guardia menos curtido acabó perdiendo su almuerzo ante la horrible visión y fue regañado por el veterano.

Estaba bien, ya que seguía evitando mirar los cuerpos directamente.

La Sra. Athena y la gentil dama de compañía también se acercaron, aunque rápidamente se pusieron pálidas y casi se desmayaron ante la espantosa escena.

Incluso Arisa, que insistía en que estaría bien, también estaba pálida.

“¿Estás bien?”

“Sí, me siento mejor gracias a la medicina que me diste.”

Arisa utilizó Magia Espacial para investigar la zona.

“Hay algunas distorsiones, pero sólo son restos de cuando el demonio se escondía. El resto es todo igual que nuestras cajas de objetos.”

Arisa parecía agotada. Buscar distorsiones débiles en el espacio debe ser más difícil de lo que pensaba.

Dejando descansar a Arisa, ayudé a Athena en su decidido esfuerzo por inspeccionar el círculo mágico.

Fue más rápido de lo que esperaba: Los guardias terminaron su búsqueda antes de que pasara la mitad de la tarde.

Por lo que quedaba de sus ropas, determinaron que aproximadamente la mitad de los cuerpos pertenecían a los esclavos desechados que habíamos venido a buscar.

Así que llegamos demasiado tarde para salvarlos… Arisa y yo guardamos un momento de silencio por las víctimas.

Justo antes de irnos, invoqué a un murciélago para que se escondiera en el techo. Así, si los culpables volvían aquí, podría seguirlos. Teníamos que atrapar a los culpables y llevarlos ante la justicia, para honrar a estas víctimas y evitar otras nuevas.

“Satou.”

Mientras dejaba que el aire fresco calmara mi alma, Mia utilizó Burbuja de Limpieza para limpiarnos la suciedad a Arisa y a mí. Utilicé el hechizo de Magia Práctica Desodorante al mismo tiempo que su hechizo.

“Gracias, Mia.”

Fue un gran alivio, ya que no podía utilizar hechizos de Magia Práctica como Desodorante y Lavado Suave delante de los guardias.

“¿Semilla de Monstruo?” Preguntó Mia.

“No hemos encontrado nada.” Respondió Arisa.

Ya había puesto al día a la pareja sobre lo que había aprendido durante la lucha con el demonio.

También busqué en el mapa las píldoras llamadas Semillas de Monstruos, pero no vi ninguna cerca de donde había estado el demonio. Sólo había una, en un lugar inesperado.

“Comadreja.”

“Sí, muy probablemente.”

De hecho, el único acierto fue en una sala de la Empresa Sahbe, dirigida por el Sr. Homimudory del Imperio Comadreja.

“Sólo queda ver dónde acaba ese diablillo que persigue la bestia invocada por la princesa.”

Miramos hacia la princesa, que seguía la persecución a través de su invocación.

“¡Ah, se ha vuelto a escapar! ¿Esta vez está debajo de un árbol? ¡Aah! ¡El cobarde derribó el soporte de un puesto callejero para intentar sacudirme! Juro que no lo dejaré escapar.”

La Princesa Sistina seguía con bastante energía a pesar de lo larga que había sido la persecución. Seguía inclinando su cuerpo de un lado a otro, sincronizándose con los movimientos de su bestia invocada. Era un poco bonito, como alguien que se inclina hacia adelante y hacia atrás cuando juega a las carreras.

“¡Aaaah, lo he perdido! ¿A dónde ha ido a parar? ¡Allí! Hay gente y gólems. Estamos en el patio de alguna empresa —se metió en una habitación de la mansión— ¡ay!”

La princesa se apretó la frente con una mano y luego golpeó con frustración la silla en la que estaba sentada.

“Lo siento, Lord Satou. Mi bestia invocada fue derrotada. Creo que era una compañía comercial de algún tipo, pero corrimos tanto que no sé dónde.”

Me miró angustiada.

Está bien, sé dónde está. Lo estuve siguiendo en mi radar todo el tiempo.

El lugar donde había desaparecido su bestia invocada era el mismo que había surgido en mi conversación con Arisa sobre las Semillas de Monstruos: la Compañía Sahbe.

El diablillo entró en la sala que contenía la Semilla de Monstruo y luego desapareció de mi mapa. Dado que también había desaparecido de mi lista de marcadores, quienquiera que invocara al diablillo probablemente lo había descartado.

“Mencionaste que habías visto gólems. ¿Había alguien montando en la zona de la cabeza del gólem, por casualidad?”

“Sí, lo hubo.”

Hice algunas otras preguntas y luego confirmé que se trataba de la Compañía Sahbe.

“El mago muerto de la compañía encontrado cerca de una ceremonia sospechosa… El fragmento de la Isla de Dejima que se descubrió en la escena de un ataque con cuerdas rojas. La compañía Sahbe se dedica a las piedras de maldición. La persona que encargó la herramienta mágica era un hombre bestia. Y el diablillo que apareció después de que Lord Satou derrotara a ese demonio huyó a ese mismo lugar…”

La princesa murmuró toda la información que habíamos reunido hasta ahora.

“… ¡No hay duda! ¡La Compañía Sahbe está detrás de los incidentes de los monstruos!”

La Princesa Sistina parecía a punto de exclamar “¡Caso cerrado!” o algo así.

Insistió en que fuéramos a arrestar a los culpables de inmediato, y fuimos con los refuerzos —que en realidad eran agentes de inteligencia del Primer Ministro disfrazados de guardias— a la Compañía Sahbe.

“¿No es un poco pronto para hacer un interrogatorio?” Sugirió Arisa amablemente. Sin embargo, la princesa declaró con confianza que estaría bien, y llegamos a nuestro destino sin que nadie más intentara detenerla.

Sí que pensé que nos faltaban pruebas, pero dadas las circunstancias, también me imaginé que probablemente eran los culpables.