Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 17

Capitulo 5: Muchos Pasatiempos

Parte 1

Aquí Satou. Uno de mis amigos dijo una vez: “Quiero vivir en un refugio en el bosque y ser uno con la naturaleza.” Esto fue un tiempo después de que se obsesionara con el LOHAS (Estilo de Vida Saludable y Sostenible), y por eso compró una casa de vacaciones en las montañas. Sin embargo, ese amigo se aburrió rápidamente y volvió a la civilización en poco tiempo.

“… ¿Eh?”

Cuando utilicé Retorno para llegar de nuevo a mi estudio en la mansión de la capital real, vi a Pochi cayendo por la ventana.

Inmediatamente, utilicé mí siempre activada Mano Mágica para intentar atraparla.

“Ouchie.”

Pochi estaba dando una voltereta en el aire en un rizo defensivo, pero dejó escapar un aullido infantil cuando la Mano Mágica la atrapó inesperadamente por el estómago.

“Lo siento, lo siento. ¿Estás bien?”

“Gracias, sir. ¡Pochi está bien, sir!”

Bajé a Pochi al suelo y salté por la ventana tras ella, aterrizando en el patio trasero.

“¿Bienvenidoooo…?”

Al volver a mirar hacia arriba, vi a Tama colgando de la pared y saludando.

Pochi debe haber estado haciendo un entrenamiento ninja con Tama y ha perdido el equilibrio.

“Lo olvidé, sir. ¡Bienvenido a casa, sir!”

“Gracias. ¿Entrenamiento matutino?”

“Aye-aye…”

“Terminamos nuestro recorrido diario por el perímetro de la ciudad, así que Tama y yo estuvimos haciendo saltos ninja de tejado en tejado de vuelta, sir.”

“Entrenar está muy bien y todo, pero no hagan nada demasiado peligroso.”

“Aye, sir. Pochi podría ser un mejor Sr. Samurái que un ninja después de todo, sir.”

Mientras charlábamos y caminábamos hacia el patio central, vi a Liza y a Nana estirándose después de su carrera matutina.

Decidí unirme, ya que yo también me sentía agarrotado.

“¡Pochi se entrenará en el desenvainado de la espada y en el ‘Ataque de Muerte Segura’ y se convertirá en un samurái, sir!”

Pochi tomó un palo e hizo la pantomima de desenfundar una espada, cortar a un oponente imaginario y envainarla dramáticamente.

Si no recuerdo mal, el Samurái del Imperio Saga, el Sr. Kajiro, le había enseñado la técnica en Ciudad Laberinto.

“¡Ooh, que movimiento tan bonito!”

“Mm. Esgrima.”

Me di la vuelta y encontré a Arisa y Mia acercándose en pijama.

Lulu les seguía por detrás, llevando una bandeja con vasos de zumo de verduras para todos.

“Amo, debería enseñarle a Pochi un verdadero iai— ‘Ataque de Muerte Segura’.”

Arisa me miró con ojos ansiosos de: ¡En ese caso, adelante!

Como si fuera una señal, el resto del grupo se volvió hacia mí con una emoción similar.

Todas estaban tan emocionadas que no me atrevía a admitir que nunca lo había hecho.

“Utilice la espada samurái de Pochi, por favor, sir.”

Acepté la katana de estilo japonés, que habíamos encontrado en un cofre del laberinto.

Entonces les dije que tenía que calentar primero y realicé una imitación práctica del arte de desenvainar y envainar la espada.

> Habilidad Adquirida: “Ataque de Muerte Segura”

Efectivamente, conseguí la habilidad que necesitaba, y enseguida puse puntos de habilidad y la activé.

Esta vez, cuando puse la mano en la katana enfundada, pude percibir de algún modo la velocidad y el ángulo adecuados.

“Aquí va.”

Con eso, realicé un iai adecuado.

“¿Asombrosoooo…?”

“¡La máxima expresión de ‘Ataque de Muerte Segura’, sir!”

“Qué notable habilidad con la espada.”

Las chicas bestia, que tenían una excelente visión cinética, exclamaron admiradas.

“¡No puede ser, fue tan rápido que no vi nada!”

“Para mí, sólo pareció que tu mano se desdibujó por un segundo.”

“Vaya.”

Al parecer, fue tan rápido que la retaguardia no pudo seguirlo.

“¡Realmente es la técnica de espada más rápida que existe!”

Sin embargo, Arisa parecía emocionada.

En realidad, sería más rápido levantar la espada y blandirla normalmente, pero como mi técnica ‘Ataque de Muerte Segura’ devolvió inmediatamente la hoja a la vaina, debe haber dado una impresión más fuerte.

“No diría que es el más rápido.”

Les mostré cómo se vería la técnica si me detuviera antes de enfundar la hoja, y luego les demostré un giro normal hacia abajo por encima de la cabeza, aclarando el concepto erróneo. Para esto último, utilicé el estilo Zi-Gain que me había enseñado el Sr. Kajiro.

“Ya veo. Así que eres tú el que está dominado, no la técnica.”

Ese comentario fue innecesario.

“Amo, deseo probar si puedo bloquear el ‘Ataque de Muerte Segura’, lo solicito.”

“La próxima vez, ¿vale?” Quería dominar mejor la técnica antes de intentar algo así para asegurarme de que no la lastimaría.

En lugar de eso, accedí a la petición de Arisa de “¡Corta algo para nosotras!” haciendo tres muñecos de paja y cortándolos con una llamativa combinación de Deformación y Ataque de Muerte Segura; se produjo un satisfactorio espectáculo al envainar la espada con un clack justo cuando los muñecos fueron cortados limpiamente por la mitad.

“¿Muy buenooooo…?”

“¡Pochi también quiere probar, sir!”

Le devolví la katana a Pochi, que saltaba de emoción.

“¡Ka-shoooom!”

Pochi hizo sus propios efectos de sonido mientras intentaba unos cuantos ‘Ataques de Muerte Segura’.

La combinación de sus cortos brazos y la larga hoja parecía dificultarle desenfundar la espada con suavidad.

“Pochi, sé seria.” La regañó Liza, pensando erróneamente que estaba bromeando.

“¡Aye, sir!”

Pochi redobló sus esfuerzos.

De alguna manera, esto hizo que Hoja Hechizada atravesara la hoja de la katana.

Tengo un mal presentimiento sobre esto.

“¡Hiya, sir!”

La hoja de Pochi parpadeó en rojo, enviando un Disparo de Hoja Hechizada en forma de media luna en línea recta.

Uh-oh.

Como ya estaba preparado para que algo saliera mal, pude producir Armadura de Poder Mágico en mi mano mientras usaba Warp para teletransportarme frente al Disparo de Hoja Hechizada de Pochi, atrapándolo y cancelándolo.

“¡Oh no, oh no, oh no, sir!”

Los ojos de Pochi giraron con pánico ante su propia metedura de pata, más aún cuando el puño de Liza cayó sobre su cabeza.

“Lo siento mucho, sir.”

“No, la culpa es mía por empezar a entrenar así en el patio.” La tranquilicé, recogiendo la vaina que había tirado a un lado.

Sería bueno tener un lugar cercano donde poder entrenar con más libertad.

***

“¿Un dispositivo de secretaria, sir?”

“Ooh, así que es la versión de objeto mágico de una alarma de seguridad personal.”

Después del desayuno, entregué a mi grupo los elementos de alerta de emergencia recién completados y les expliqué cómo utilizarlos.

Ya había pasado por la Empresa Echigoya para dejar los suyos, dejándolos junto con una carta que explicaba cómo utilizarlos en la mesa de la directora.

“Bueno, parece que últimamente es peligroso incluso en la capital real. Hice esto para que todos podamos estar en contacto aunque no estén con Arisa o conmigo.”

“Deberías haber hecho un smartphone con el hechizo Teléfono.” Refunfuñó Arisa.

“Lo mejoraré eventualmente.” Prometí vagamente.

En ese momento, el timbre anunció que teníamos visita: las personas que había contratado a través de la Compañía Echigoya para trabajar como criadas y el tutor privado para las clases de etiqueta.

Al ver que las sirvientas de aspecto sencillo estaban todas pálidas y flacas, le pedí a Lulu que les diera de desayunar a todas antes de que empezaran a trabajar.

“Bien, entonces, buen señor, ¿puedo empezar de inmediato?”

Aunque la profesora particular parecía dulce, su voz tenía un tono serio que contrastaba con su aspecto acogedor.

Antes de entrar en la instrucción de los nuevos nobles, enseñaría a Tama y Pochi a solas durante un tiempo.

“¿Encantadaaaaa…?”

“Encantada de conocerle, sir.”

“Eso está muy bien en espacios privados, pero en público, asegúrense de decir ‘encantada de conocerle’ alto y claro y sin adornos.”

Podía oír el comienzo de las lecciones de la pareja en el salón.

“Aye…”

“Aye, sir.”

“Un simple ‘sí’ bastará.”

“¡Yep!”

“Sí… sir.”

Parecía que tenía un largo y difícil camino por delante.

Las clases estaban programadas para noventa minutos —una campanada— después del desayuno cada día. Si se prolongaban más, dudaba que Pochi y Tama fueran capaces de mantener la concentración.

Efectivamente, menos de dos horas después…

“¿Boo-hoo…?”

“Pochi hizo lo mejor que pudo, sir… flop.”

De la sala salieron Tama y Pochi, con aspecto agotado, y una tutora con aspecto aún más agotado.

Serví a la tambaleante tutora un té y unos bocadillos antes de preguntarle cómo había ido la lección.

“S-Sí, bueno, son muy… entusiastas…” La tutora eligió sus palabras con cuidado. “Es decir, están haciendo todo lo posible.”

Por lo que parece, la pareja intentaba obedecer las instrucciones de la tutora, pero ambas tenían unas maneras de hablar tan singulares que no acababan de entender cómo hablar correctamente en público.

“¿Tal vez podrías dejar de intentar corregir sus defectos por ahora, y sólo tratar de darles una vaga visión de cómo funciona la socialización?” Arisa, que había estado escuchando, ofreció una sugerencia. “Ya que el tiempo de la clase no es muy largo de todos modos.”

La tutora no puso ninguna objeción, así que le pedí oficialmente que les enseñara en esa dirección.

Después de que la tutora se marchara, curé al dúo de aspecto derrotado con un poco de cecina de ballena, y decidimos salir por la ciudad como estaba previsto.

***

“Ha sido una actuación increíble, sin duda.”

Arisa se dejó llevar con pasos soñadores.

Hoy habíamos aceptado la oferta del célebre músico Sir Kestra de ver una actuación. Invité también a Lady Karina, con la idea de que pudiera estudiar una cultura importante.

“Una melodía tan apasionada. Fue muy, muy buena. Estoy satisfecha, ¿sabes? La música humana puede ser poco refinada comparada con la música de los elfos, pero sigue siendo maravillosa. Es agradable de una manera diferente, realmente. ¿Sabes?”

Mia se lanzó a uno de sus raros y largos desplantes para describir su satisfacción con el programa.

Ya le había escuchado antes, pero la actuación en una sala de conciertos diseñada para una acústica ideal estaba a un nivel completamente diferente.

“Oui oooui…”

“Muy hermoso, sir. ¿Le gustó, Karina, sir?”

“O-Oh sí, mucho.”

Lady Karina seguía mirando a Mia; quizá nunca la había oído hablar tanto.

El resto de las chicas parecían igualmente felices tras la espléndida actuación.

Al pasar por el atrio del vestíbulo, Nana se detuvo de repente.

“Amo, el paso está bloqueado, informo.”

Más adelante, una pandilla de jóvenes vestidas se arremolinaba en torno a alguien.

“Oye, ¿no es ese Lawrence?” Dijo Arisa, mirando a través de la multitud.

Efectivamente, era el Cardenal Hozzunas de la provincia de Parion.

“Vaya, es popular con todo el mundo, desde las jóvenes hasta las ancianas.”

“Sí, en efecto.” Lady Karina sonaba desinteresada.

“¿No le gusta, Lady Karina?”

“Es guapo, supongo.”

Lady Karina se encogió de hombros. Supongo que realmente no estaba interesada.

“Vaya, si es Satou.”

Una voluptuosa mujer entre la multitud —Rayuna Raffol, la esposa del vizconde— me dirigió una mirada sensual y me hizo señas para que me acercara.

“Espera, ¿esta vez es una mujer madura?”

“Mrr, adúltero.”

“Se los explicaré más tarde.” Dije a la pareja que lo malentendió todo, y luego me dirigí a la Sra. Raffol.

“Su Excelencia, permítame presentarle a un amigo mío.”

Al oír su voz, el cardenal me miró.

“Qué casualidad, Sir Pendragon.” Dijo con una sonrisa.

“¿Oh? ¿Se conocen?”

El cardenal explicó el incidente del día anterior a la confusa Sra.

Raffol.

“Ese es mi Satou para ti.” Dijo la Sra. Raffol con orgullo.

El cardenal sonrió y añadió más palabrería. “Sí, habríamos estado en grave peligro de no ser por su ayuda.”

“Dios, no puedo creer que hayas luchado contra los monstruos sin mí.” Dijo Lady Karina con envidia.

Normalmente, aquí es donde Pochi y Tama intervendrían, pero no dijeron nada.

“Ustedes dos, ¿qué pasa?” Preguntó Arisa.

“Miau…”

“Nada, sir.”

Miré por encima de mi hombro para ver las orejas de Tama aplanadas hacia atrás y la cola de Pochi metida entre las piernas. Ambas se escondían detrás de Liza.

Basándome en nuestras respectivas posiciones, supuse que estaban nerviosas alrededor de la Sra. Raffol o del Cardenal Hozzunas.

“Perdóneme por interrumpir su conversación. Usted es Sir Pendragon, ¿correcto? Sir Kestra me pidió personalmente que lo trajera a verle.”

A instancias de alguien que parecía ser el encargado de la sala de conciertos, me excusé de la Sra. Raffol y del cardenal, y seguimos al hombre hasta el camerino de Sir Kestra.

“Bienvenido, pequeña músico.”

Sir Kestra nos saludó, o más concretamente, a Mia.

“¿Qué te ha parecido nuestra actuación?”

“Mm, genial.” Mia asintió.

Pareciendo satisfecho con la respuesta de Mia, Sir Kestra se dirigió finalmente a mí y a los demás.

“Señor Pendragon, señoritas, ¿el resto de ustedes también lo disfrutaron?”

“Sí, fue una actuación maravillosa. Muchas gracias por invitarnos hoy.”

Después de charlar un rato, me preguntó si a Mia le gustaría probar a actuar en el escenario.

“Sí.”

Mia tenía muchas ganas, así que nos fuimos a los asientos del público mientras él y Mia se dirigían al escenario.

Enseguida, Mia afinó su laúd con unos cuantos rasgueos, y luego comenzó a tocar la misma canción que Sir Kestra y compañía acababan de interpretar.

Vaya, es buena.

En sus manos, era una melodía delicada pero poderosa. Hablaba al corazón con tanta fuerza que nunca se podría adivinar que la tocaba una intérprete tan pequeña y con dedos tan pequeños. Cuando cerraba los ojos, la música me traía a la mente imágenes espectaculares.

La canción terminó mientras yo seguía embelesado.

“Por favor, perdone mi intromisión, Sir Kestra…”

Mientras la pareja discutía qué tocar a continuación, el ingeniero de sonido de la sala de conciertos les interrumpió.

“¿Qué puedo hacer por usted?”

“Quiero agradecerte que nos dejes escuchar una canción tan magnífica, pero también…”

Con cara de disculpa, el ingeniero de sonido explicó que los ingenieros y los trabajadores estaban tan absortos en la música que dejaron de trabajar y pidieron amablemente que el trabajo esperara hasta que terminaran su concierto.

“Por supuesto. Lo siento.”

“¡Sir Kestra! Es hora de su reunión sobre el próximo programa.”

Inmediatamente después de que Sir Kestra se disculpase con el técnico de sonido, otro directivo apareció de entre las alas para convocarlo.

“Ah, nunca nada sale como se planea… Supongo que la próxima canción tendrá que esperar. ¿Volverás a tocar conmigo alguna vez?”

“Mm. Lo espero emocionada.”

Mia asintió a Sir Kestra.

Tal vez algún día Mia actuaría en el escenario de la sala de conciertos de la capital real, al igual que Cyriltoa la Cantante en la antigua capital.