Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 17

Capitulo 3: Los Monstruos de Cuerda Roja

Aquí Satou. En los juegos de consola y similares, a veces los enemigos se fortalecen con Magia de Apoyo para enseñar al jugador a usarla. Es un tutorial eficaz, pero si el apoyo es demasiado fuerte, puede tener el efecto secundario no deseado de hacer que los jugadores odien realmente a ese enemigo en particular.

“… ¿Miau?”

Las orejas de Tama se agudizaron y miró a su alrededor.

“¿Qué pasa, T…?”

• Luces rojas.

Mientras miraba con admiración la fuente, aparecieron múltiples puntos rojos en el radar de mi pantalla AR. Monstruos.

Justo cuando me di cuenta, violentos temblores sacudieron el suelo bajo mis pies, enviando ondas a través de la fuente y los adoquines.

“¡Whoa, ¿qué está pasando?!”

“¡Es una emergencia, sir!”

Aunque asustadas, el resto de mi grupo miró a su alrededor sin perder el ritmo, sacando sus armas de sus mochilas de hadas. No las desenfundaron todavía, ya que había una multitud de personas que se arremolinaban confundidas a nuestro alrededor.

No vi ningún monstruo acercándose que coincidiera con los puntos rojos: ¡deben estar bajo tierra!

“¡Todos, aléjense de la fuente!”

Utilicé varias habilidades para amplificar mi voz y dar la orden de evacuación.

En medio de la confusión, hubo gritos de rabia o de miedo por parte de la multitud, pero aun así siguieron rápidamente mi orden y empezaron a huir. Tal vez eso fue gracias a mis habilidades Negociación y Dirección.

Varios de los carruajes del otro lado de la fuente seguían sin poder salir, incluido el que contenía a la Princesa Sistina.

Al parecer, no podían moverse, bien porque sus caballos se habían asustado, porque las ruedas del carro se habían enganchado en los adoquines volcados o porque los otros carruajes estaban en el camino.

“¡Amo, la fuente!” Gritó Liza.

En efecto, donde hace unos segundos había habido un hermoso espectáculo de agua, la fuente se había detenido por un momento; un segundo después, rociaba agua filtrada por todas partes, empapando a los carruajes y a la gente que aún no había salido corriendo.

Un momento después, la estructura de la fuente se derrumbó y el fondo de la fuente cedió, dejando al descubierto unos delgados tentáculos negros en forma de alambre que se retorcían hacia la superficie.

“Amo, monstruos localizados a la dos en punto. Solicito permiso para eliminar.”

“¡La evacuación es la máxima prioridad! Nana y Liza, ¡mantengan a los monstruos contenidos para que no intenten atacar a nadie! Pochi y Tama, ayuden a los que aún no se han escapado.”

“Sí, Amo.”

“¡Entendido!”

“¡Entendido, sir!”

“¿Aye-aye, sir…?”

Cuando la vanguardia entró en acción, empezaron a aparecer extraños monstruos con forma de grillo. Eran del tamaño de un perro mediano, con unas marcas rojas distintivas enroscadas alrededor de sus cuerpos negros como serpientes.

“¡Monstruoooo!”

“¡Nos van a comer!”

“¡Corre!”

Las personas que aún no habían escapado o que estaban cerca observando empezaron a entrar en pánico y a huir a toda velocidad.

Sus gritos atrajeron la atención de los monstruos, pero Liza y Nana evitaron que los persiguieran.

“Arisa y Mia, apoyo mágico. Lulu, protege a Arisa y Mia, por favor.”

“¡Sí, por supuesto!” Lulu activó su brazalete escudo.

“¡Okay-dokey!”

“Mm.”

Arisa y Mia también prepararon sus bastones.

Una vez que terminé de dar las órdenes, vigilé a mis compañeras mientras abría el mapa para volver a comprobar los alrededores.

No me di cuenta enseguida porque estaba embelesado con la fuente, pero aun así, no había habido ningún monstruo en mi radar ni siquiera momentos antes.

¿Teleportación o invocación? Tenía que investigar cómo se había convocado a estos monstruos en medio de la capital real, sobre todo si queríamos seguir haciendo turismo en paz.

Todavía había unos quince monstruos merodeando por las alcantarillas de abajo.

“¡He activado Charla Táctica! Los enemigos son grillos mutantes de algún tipo, ¡nivel 10!”

Arisa utilizó Magia Espacial para hacer una red de información que sólo nuestro grupo podía escuchar.

“¡Estas cosas tienen una extraña condición llamada ‘Envoltura de Cuerda de Monstruo’! Es una habilidad de apoyo de la que nunca he oído hablar, lo que significa que podría tener algún tipo de efecto adverso. ¡Tengan cuidado!”

“Entendido.”

“Sí, Arisa.”

Liza lanzó una finta experimental para tantear el terreno, y la luz roja parpadeó en el monstruo.

En cuanto la lanza de Liza lo tocó, aparecieron unas cuerdas rojas que formaron un círculo mágico en la superficie del grillo, pero la lanza de Liza rompió el círculo y lo dispersó en un chorro de luz roja. Debe ser algún tipo de barrera.

“Se sentía como un hechizo defensivo de algún tipo, más o menos tan fuerte como el Escudo de Nana.” Informó Liza.

“Eso suena bastante duro.” Murmuró Arisa.

¿Hmm?

Los monstruos de mi mapa empezaron a moverse con más intensidad.

“Están haciendo algo extraño. ¡Cuidado!”

Justo cuando avisé, los grillos saltaron todos a la vez.

Eran extrañamente rápidos para ser monstruos de nivel 10. Varios de ellos consiguieron atravesar la línea de defensa de Liza y Nana.

“¿Muerte Rápida del Maaaaal…?”

“¡Rayo, sir!”

Tama y Pochi, que estaban ayudando a la gente a evacuar, derrotaron rápidamente a los monstruos.

Para los monstruos que no estaban cerca de esas dos, los agarré con Mano Mágica y los estrellé contra el suelo. Como Arisa y Mia estaban ocupadas cantando, con suerte cualquier testigo asumiría que era su magia.

Entonces uno de los grillos que había soltado empezó a saltar hacia el carruaje de la princesa.

Los había estrellado contra el suelo con la suficiente fuerza como para acabar con cualquier monstruo normal de ese nivel, pero la habilidad de los grillos parecía no sólo protegerlos de los ataques cortantes, sino también mejorar su absorción de impactos.

“¡Protejan a Su Alteza!”

Los caballeros imperiales se defendieron del grillo con sus escudos de cometa.

Al principio supuse que eran más bien un espectáculo, ya que todas eran chicas nobles, pero sus reacciones fueron muy impresionantes.

“¡Sofla, Rielle, destruyan esos monstruos! ¡El resto, prioricen la protección de la princesa!”

El capitán de la guardia de la princesa era de nivel 30, y el resto tenía un nivel respetable de 20.

Mientras tanto, aunque estos monstruos tenían esa desconocida habilidad inherente específica, sólo eran de nivel 10. Incluso si esta habilidad estaba especializada para la batalla, los caballeros deberían ser capaces de aguantar.

Además…

“…… ■ ¡Captura de Fango! ¡Doro Shibaru!”

La Sra. Athena, Protectora de Sakura y miembro de los Treinta y Tres Bastones de Shiga, utilizó Magia de Tierra para convertir el suelo bajo el resto de los grillos en barro, impidiendo que volvieran a saltar. Además, el barro envolvió a los monstruos y los inmovilizó en el suelo.

“¡Muy bien, Protectora de Sakura!” Llamó el capitán, elogiando a Athena. “¡Detenlos hasta que acabemos con ellos, por favor!”

Al principio había parecido que los dos caballeros matarían a los grillos al instante, pero les estaba costando más de lo esperado.

“¡Estos monstruos no son nada! ¡Los destruiré con mi Magia de Tierra!”

“… Muy bien. Si crees que puedes hacerlo, ¡hazlo! Ann, Renoa, ayuden a esos dos.”

Tras un momento de duda, el capitán dio permiso a Athena.

También añadió dos caballeros más de la guardia de la princesa, uno con espada larga y otro con maza, para que se unieran a las primeras líneas contra los grillos.

“…… ■■ ¡Mezcla Beryl Midori! ¡Rokuchuu Sekijun!”

Cuando Athena terminó su canto, unas estalagmitas de color verde esmeralda surgieron del barro y perforaron los estómagos de los grillos.

No, espera, eso sólo mató a dos de ellos. El último fue empujado fuera del hechizo de captura de barro por el hechizo recién hecho y escapó.

“¡¿Qué?! ¡Pero mi Mezcla Beryl puede atravesar incluso la armadura de los caballeros! ¿Cómo podría sobrevivir a eso?”

“¡Póngase detrás de mí, Su Alteza! ¡Fahfa, vigila la retaguardia!”

Ignorando el grito de Athena, que de alguna manera también era un alarde, el capitán de los caballeros comenzó a retirarse con la princesa, que había bajado del carruaje.

Tal vez debería ayudarles un poco.

El grillo que había escapado de la Captura de Barro saltó hacia la princesa.

“…… ■ Salpicadura de Agujas Suikenzan.”

Oí una voz fría a mi lado, y de los charcos que cubrían el suelo aparecieron innumerables puntas de agua afiladas que atravesaban el grillo desde abajo. Era la Magia de Agua intermedia de Mia.

El patrón de cuerda roja intentó proteger al grillo, pero las agujas de agua lo atravesaron como si fuera papel.

“Amo, parece que esa cosa esta impulsando a los grillos.”

Arisa señaló un monstruo rata del tamaño de un toro llamado “rata mutante gigante”. Liza y Nana ya lo habían derribado.

“¡¿Cuánto tiempo van a seguir con eso?!” El capitán bramó a los caballeros. Parecía que aún no habían terminado de derrotar al primer grillo.

Los caballeros respondieron atacando al grillo con más fiereza y finalmente rompieron su barrera de cuerdas rojas. Luego utilizaron la ventaja del número para cortar las patas del grillo y aplastar su espalda y su cabeza para derrotarlo finalmente.

El “Monstruo de Cuerda” parecía difícil de atravesar sin la ayuda de algo como “Hoja Hechizada” o el hechizo de Magia Práctica Romper Magia.

“Satou.”

Mia había encontrado una extraña criatura cerca en las sombras.

Vigilando en secreto el caos había una pequeña figura negra con alas de murciélago, no muy diferente de las gárgolas del tamaño de la palma de la mano que a veces empleaba.

Según mi pantalla AR, era un diablillo de nivel 1, con la habilidad Maleficio Menor. Parecía ser una especie de demonio. En su título se leía Familiar, pero el campo donde debería estar el nombre del propietario estaba bloqueado con letras extrañas. Debe ser algún tipo de técnica de ocultación.

El conjunto era muy sospechoso; le puse un marcador y lo dejé escapar, con la esperanza de que me llevara hasta su amo.

“¿Presaaa…?”

“¡Se ha escapado, sir!”

Tama y Pochi volvieron de ayudar en la evacuación y vieron al diablillo.

Cuando vio venir a las dos chicas, el diablillo huyó con un pánico cómico.

“Sargento Pochi, Sargento Tama, sigan a ese diablillo, pero no lo suficientemente rápido para alcanzarlo.”

“Aye-aye, sir…”

“¡Entendido, sir!”

Utilizando sus habilidades bien aprendidas de jugar al pilla-pilla con los niños, la pareja salió corriendo tras el diablillo a la velocidad perfecta.

Un carruaje apareció en la intersección, con la marca del Templo Parion.

“■■■■ Tiro de Fuerza Hourikidama.”

Una bala invisible salió disparada por la ventana del carruaje y atravesó al diablillo.

GYWAAAAWN.

Con un aullido, el diablillo se convirtió en una bocanada de humo negro y desapareció.

“¿Qué maaaaal…?”

“Alguien lo derroto, sir.”

Tama y Pochi se detuvieron frente al carruaje del templo, mirando a quien había derrotado al diablillo.

La puerta se abrió y salió el cardenal de la provincia de Parion.

“Lo siento, ¿les he robado un gran momento por error?”

“Miau.”

“E-Está bien, sir.”

“Me alegro de oírlo.”

El cardenal se acercó a Tama y a Pochi cuando éstas retrocedieron, les dio unas palmaditas en la cabeza y les preguntó: “¿Se han hecho daño?” con voz suave.

Pochi escondió la cola entre las piernas y Tama se quedó con las orejas gachas; tal vez se sentían incómodas con gente tan importante.

Dejé que Liza y Nana vigilaran la fuente y me acerqué a rescatar al joven dúo.

Oh, espera. Primero…

Fingiendo investigar la grieta en la fuente rota, disparé Flecha Remota en el agujero que conducía a las alcantarillas de abajo, con el objetivo de acabar con los grillos supervivientes que aún acechaban debajo. Sería peligroso que saltaran a la superficie y causaran más caos.

Cuando levanté la vista, el cardenal ya se alejaba de Tama y Pochi, dirigiéndose hacia la princesa y su séquito.

“¡Su Eminencia! ¡Por favor, espere!”

Un sacerdote persiguió al cardenal, con aspecto de estar preocupado porque el dobladillo de la larga túnica de éste se ensuciaba con el barro que se filtraba por los adoquines.

El cardenal parecía despreocupado por su ropa, caminando con elegancia como si el suelo no se rompiera bajo él.

“Su Alteza y compañía, ¿alguna de ustedes está herida?”

“Apreciamos profundamente su preocupación. Sin embargo, no puedo pedirle que se moleste por nosotros, Su Excelencia.”

Fue el capitán de los caballeros quien respondió, no la princesa; quizás era costumbre de la realeza no hablar directamente con los demás.

“¡Qué insolente! ¡Rechazar la benevolencia de Su Gracia…!”

El sacerdote comenzó a objetar las palabras del capitán, pero el cardenal lo detuvo con voz tranquila. “Suficiente, Padre Stunk.”

“Sra. Athena, por favor, comienza las reparaciones.”

“¡Si, señora! ■■■■…”

Siguiendo las órdenes del capitán, Athena comenzó el canto para afianzar el terreno.

“Ya veo, así que tienes a un joven y talentoso miembro de los Treinta y Tres Bastones de Shiga contigo.”

A pesar del evidente rechazo, el cardenal parecía imperturbable.

Tama y Pochi corrieron hacia mí y se aferraron a mis piernas.

“¿Alguno de ustedes, valientes guerreros, necesita curarse?”

“Muchas gracias, pero ninguno de nosotros está herido.”

“No debería haber esperado menos del ‘intocable’ grupo de Pendragon.”

Al parecer, el cardenal había oído hablar de nosotros.

El cardenal sonrió como un niño travieso, guiñando un ojo de una manera que sólo un hombre guapo puede conseguir. Detrás de él, Arisa sonrió y susurró algo sobre “Lawrence X Satou”.

“Bueno, entonces, hasta que nos volvamos a encontrar.”

Asintiendo con la cabeza, el cardenal se dio la vuelta y se dirigió hacia la multitud que nos miraba desde lejos.

Presumiblemente, iba a curarlos. Ninguno estaba gravemente herido, pero muchos de ellos tenían heridas y rasguños menores.

“Tú, el de allí. Llama a los guardias.” Me dijo el capitán de los caballeros.

Probablemente no quería enviar a ninguno de sus caballeros y disminuir la guardia de la princesa.

“Muy bien.”

Envié a Nana a buscar a los guardias.

Como mi mapa mostraba que ya estaban al tanto de la situación y en camino, utilicé Charla Táctica para guiar a Nana hacia la ruta que estaban tomando hacia nosotros.

Luego le dije a Liza que no había otras amenazas inmediatas y revisé los cuerpos de los monstruos.

“Amo, ¿puedo recoger los núcleos?”

“No, esperemos. Eran monstruos muy inusuales, los guardias podrían querer llevárselos.”

“¡Noooo!”

“¡¿Incluso nuestra carne?!”

Tama y Pochi, que estaban espiando al monstruo rata, saltaron sorprendidas.

“Ambas, no podemos comer una rata de alcantarilla. Podría tener algunos gérmenes muy desagradables.”

“¿Germeneeeees…?”

“¿Asustada, sir?”

Con una mueca de dolor, Arisa empezó a dar lecciones de higiene a la pareja. Tendría que detenerla si se dejaba llevar demasiado.

“Hmm… Definitivamente no es lo suficientemente resistente para defenderse de mi Mezcla Beryl. Debe haber sido esa extraña barrera roja que bloqueó mi magia…”

Athena, la chica del cabello rosa, iba de un lado a otro inspeccionando los cadáveres de los monstruos.

“Pero este que fue asesinado por Magia de Agua… increíble, lo atravesó todo. Es un agujero tan pequeño, pero atravesó la barrera que bloqueó mi Mezcla Beryl y todo el cuerpo del monstruo fácilmente. Debe haber algún tipo de secreto.”

“Espiral.” Mia, que se había acercado a Athena mientras la chica inspeccionaba los rastros de su magia, le explicó su técnica.

“¿Espiral…? ¡Oh, ya veo! ¡Hay un patrón en forma de tornillo en el punto donde el monstruo fue atravesado! ¡Así que ese es el secreto!”

Athena se giró con una sonrisa, hasta que su rostro se congeló al ver quién le había dado la pista.

“Mm. Perfora mejor y más lejos.”

Aunque parecía desconfiar de la expresión de Athena, Mia le explicó, no obstante, los efectos del secreto que Athena había descubierto.

“¡Misanaria Bolenan!”

“Sólo ‘Mia’.”

Mientras que la voz de Athena estaba llena de evidente hostilidad, Mia sonaba decididamente imperturbable.

“¡Puede que hayas sacado lo mejor de mí esta vez, pero eso no significa que la Magia de Tierra humana haya perdido! Sólo era inexperta, eso es todo.” Los ojos de Athena se llenaron de lágrimas frustradas.

Mia se limitó a parpadear. “Te equivocas.”

“¡No me he equivocado! ¡Todavía soy un novata!”

“Bien…”

Mia asintió, y los ojos de Athena se pusieron aún más llorosos, amenazando con derramarse.

“Mia, tienes que aprender a explicarte más.”

“¿Mrrr?”

Arisa intervino en el rescate.

“Cuando Mia dijo ‘te equivocas’, se refería a la parte de ‘la Magia de Tierra humana haya perdido’.”

“¿Eh…?”

Athena parecía tan desconcertada por la explicación de Arisa que casi podía ver un signo de interrogación rondando su cabeza.

“Porque el hechizo de Mia fue hecho por el A… quiero decir, por un humano.”

Debió recordar a mitad de su frase que no era público el hecho de que podía crear nuevos hechizos.

“No hay nada malo en ser inexperto. Puede que no lo sepas al mirarla, pero Mia tiene más de ciento treinta años. Si sigues trabajando duro, algún día la alcanzarás.”

“¡Eso es!” Athena parecía convencida por el sermón de Arisa. “Los humanos crecen rápido. Te alcanzaré en poco tiempo.” Añadió a Mia.

“Mm, buena suerte.” Mia no parecía especialmente amenazada.

“Ese es el espíritu de los Treinta y Tres Bastones de Shiga, Athena.”

Este cumplido vino nada menos que de la Princesa Sistina, que tenía a sus damas de compañía y al caballero capitán a su lado.

“Creo que te he oído decir que la magia que utilizó antes Lady Misanaria fue creada por un humano.” Preguntó a Arisa.

“Sí, así es.” Respondió Arisa amablemente.

“¿Sabe por casualidad el nombre del creador?”

“Bueno, erm…”

Como Arisa dudaba, utilicé Fabricación para inventar una excusa adecuada.

“Por favor, debo pedirles que no pregunten más. Recibimos el hechizo con la condición de prometer no revelar el nombre de su creador.”

“¿Incluso para una petición personal de su servidor?”

“Lo siento mucho.”

Incliné la cabeza en señal de disculpa, sintiendo las miradas de muerte de su séquito.

Debieron pensar que no estaba siendo lo suficientemente respetuoso con la realeza.

“Se lo agradecería generosamente, por supuesto. ¿Qué le parece una colección de libros de hechizos y diccionarios avanzados de Magia de Agua?”

Sin duda era una oferta tentadora, pero me limité a mantener la cabeza agachada y a disculparme de nuevo, rechazando educada pero firmemente su petición.

“Muy bien… Ah, parece que los guardias han llegado.”

La princesa suspiró y se alejó de mí.

“¿Suavecitooooo…?”

“Y aplastado, sir.”

Tama y Pochi estaban hurgando en los monstruos muertos.

“Parece que las extremidades están empezando a pudrirse.”

Al notar que la princesa se acercaba, Liza recogió a la pareja y se la llevó. Tama y Pochi hacía tiempo que no hacían sus imitaciones de cadáveres, y esta vez se esforzaron más. Sacar la lengua era una cosa, pero poner los ojos en blanco era un toque espeluznante del que podría haber prescindido.

“Athena, ¿crees que estos monstruos podrían ser la razón por la que el Árbol Sagrado de Sakura no ha florecido?” Preguntó la princesa.

Athena pensó en silencio durante un momento.

Deben haber estado investigando los problemas con el Sakura Real.

“… Es posible. Nunca había visto algo como esas barreras mágicas…”

• Espera un minuto.

Las palabras de Athena me recordaron algo.

Esos círculos mágicos se parecían a los de los saqueadores que derrotamos en el laberinto y que tenían una sobredosis de poción demoníaca.

“¡Tú, el de ahí! Si sabes algo, apresúrate y escúpelo.”

La comprensión debió aparecer en mi rostro. Como era una orden de la princesa, le expliqué que era idéntica a la barrera defensiva que había visto en los usuarios de pociones demoníacas.

Mientras lo hacía, busqué en el mapa pociones demoníacas, pero no parecían estar en circulación aquí, aparte de unos pocos individuos con cantidades muy pequeñas. Sin embargo, la búsqueda en el mapa no contaba con nada dentro de un Cofre de Objetos, así que era teóricamente posible que estuvieran escondidas de esa manera.

“Poción demoníaca… Puede que merezca la pena investigarlo. Gracias, erm… ¿Cuál era tu nombre?”

“Mis disculpas, creo que aún no me había presentado. Soy el Caballero Honorario Satou Pendragon, vasallo del Barón Muno.”

“Me aseguraré de recordarlo. Athena, ¿puedes recordarme a dónde nos dirigimos ahora?”

Athena respondió con el nombre de un botánico que la compañía Echigoya estaba financiando.

“Nunca he oído el nombre. Espero que podamos encontrar alguna pista…”

“¡No se preocupe, Su Alteza! ¡Juro por el título de Protector de Sakura que me aseguraré de que el Árbol Real de Sakura florezca de nuevo este año!”

“Por supuesto. Después de todo, los cerezos en flor deben florecer para cumplir nuestra promesa con el gran Rey Ancestral.”

La Princesa Sistina y la Sra. Athena se asienten mutuamente con determinación.

Mientras miraba con una sonrisa, los ojos de la princesa se encontraron con los míos.

“Estoy seguro de que florecerán.”

La dríade del sakura me lo dijo.

“No requiero ninguna promesa sin fundamento, gracias.”

La princesa levantó la nariz.

Quise decir esas palabras sinceramente, pero creo que no le llegué.

“Ah, sí…”

Mirando más allá de mí, la princesa vio a Tama y a Pochi, que se habían aburrido de hacerse las muertas y se hacían señales con las manos, y pareció recordar algo.

“Déjame mostrarte algo que vale la pena ver.”

Sacó un pergamino de su pecho, lo desplegó y lo utilizó.

“¿Fuegos artificialeeeeeeees…?”

“¡Los fuegos artificiales del Amo, sir!”

Pochi tenía razón: era el hechizo de Magia de Luz Ilusión de Fuegos Artificiales que había creado y producido en masa a través del taller de pergaminos del Vizconde Siemmen.

“Con este ‘amo’ imagino te refieres a Sir Pendragon, ¿sus fuegos artificiales son aún más encantadores?”

“¡Aye-aye, sir! Los fuegos artificiales del Amo son los mejores…”

Liza cubrió la boca de Pochi, pero fue demasiado tarde, presumiblemente porque su otra mano aún no había llegado a Tama.

“En ese caso tú también creaste esa Magia de Agua, ¿eh?”

“Sí, es tal y como has deducido.” Asentí dócilmente.

No tenía sentido tratar de ocultarlo ahora, cuando podía utilizar fácilmente el poder de la familia real para arrancárselo al Vizconde Siemmen.

“Hmm, así que lo admites.” La princesa me miró con aprecio. “He querido preguntarte algo si alguna vez nos encontramos. Hay algo bastante redundante en los hechizos de fuegos artificiales y de ilusión de fuegos artificiales. ¿Por qué será?”

Si podía hacer una pregunta así, probablemente significaba que había mandado a buscar el pergamino original y había leído su contenido con atención.

“Quería enfatizar la legibilidad y la reutilización por encima del tiempo de ejecución eficiente.”

“¿Legibilidad? ¿Para qué? Los únicos que intentarán leer tus hechizos y entender su funcionamiento interno son los enemigos o los investigadores de hechizos, ya sabes.”

Enemigos… Supongo que tendría más sentido bajar la legibilidad como defensa si fuera un hechizo militar.

“La mejora de la legibilidad facilita la corrección de los fallos que puedan surgir. Con los hechizos tradicionales, puede ser muy difícil investigar qué parte está causando dificultades.”

“Mm-hmm… ¿Qué quieres decir con reutilización? ¿Crees que los cantos de los hechizos son tan sencillos que puedes simplemente cortar trozos y pegarlos donde quieras?”

Las gafas de la princesa brillaron.

No parecía muy impresionada con mi razonamiento sobre la legibilidad, pero de todos modos cambió el tema a la cuestión de la reutilización.

“No, ciertamente no. Pero creo que los hechizos tradicionales están demasiado centrados en la eficacia y el tiempo de ejecución y han degenerado hasta el punto de que es imposible desmontarlos de un solo paso.”

“… ‘Degenerado’, ¿dices? Ese es un comentario que no puedo pasar por alto. Incluso comparada con la magia de la época del gran Rey Ancestral, la magia moderna ha mejorado tanto en velocidad de invocación como en poder. ¿No es así?”

“Lo ha hecho, pero a costa de la legibilidad y la reutilización. Aunque la magia ha avanzado en cuanto a la optimización de un solo hechizo, la dificultad de crear hechizos derivados ha aumentado inmensamente. Desarrollar hechizos ahora requiere una cantidad colosal de tiempo y mano de obra, ¿no estás de acuerdo?”

“… Sí, es cierto.”

La princesa asintió lentamente.

No pude ver sus ojos tras la superficie brillante de sus gafas, pero los bordes de sus labios temblaron ligeramente.

¿La he puesto de mal humor?

Estaba disfrutando tanto de la explicación de la mejora de los hechizos que me olvidé de comprobar el estado de la princesa.

“Entonces, ¿puedo pedirle su opinión sobre un tema más?”

Los ojos de la princesa brillaron desafiantes.

“Por supuesto, si tengo algún conocimiento al respecto.” Respondí humildemente.

“¿Por casualidad conoces la Bola de Fuego estilo Ruta, el hechizo que Ruta Raffol desarrolló basado en la Bola de Fuego durante el reinado del Rey Gartapht?”

• Para nada.

Hice una búsqueda rápida en los libros de hechizos que tenía a mano y encontré que era una variación de Bola de Fuego que aumentaba su poder.

Según un libro, se hizo para uso militar, y hasta el día de hoy los principales hechizos de Bola de Fuego utilizados por los ejércitos fueron la Bola de Fuego estilo Ruta y su vástago Bola de Fuego estilo Rutario.

Ambas variantes tenían un 30% más de potencia de fuego que el hechizo original y seguían costando la misma cantidad de PM.

“Es un hechizo de Bola de Fuego de uso militar.” Afirmé, a pesar de que acababa de aprenderlo.

“Entonces, ¿también conoces su principal defecto?”

Sacudí la cabeza, sintiéndome de alguna manera como si estuviera haciendo una entrevista de trabajo.

El defecto que explicó también estaba escrito en el libro de hechizos. El problema de la Bola de Fuego Estilo Ruta y Estilo Rutario era un fallo extremadamente raro que hacía que explotara en algún lugar que su usuario no pretendía.

Y esa era la razón principal por la que la Bola de Fuego original seguía siendo la que se registraba en la mayoría de los libros de hechizos.

“¿Y sabes por qué se produce ese problema?”

“¿El origen del problema, hmm…?”

Repasé el hechizo mientras repetía su pregunta.

Era una forma de “código espagueti” de aspecto algo familiar, una codificación enmarañada y difícil de leer. Nunca había visto este hechizo en concreto, pero tenía una idiosincrasia similar a la del código de hechizos que utilicé como referencia cuando hice un hechizo de magia de fuego para Arisa.

Recuerdo claramente haber luchado para trasplantar partes del código porque tenía la desagradable costumbre de reutilizar las variables importantes que designaban el área de efecto en varias otras partes del código como variables libres.

“¿No lo sabes?”

La princesa sonaba como un examinador.

“Un momento…”

Mientras respondía, repasé el flujo del hechizo en mi mente.

• Lo encontré. Este hechizo tenía el mismo error que el otro.

“Mira estos dos lugares.” Saqué un libro de hechizos de mi Bolsa de Garaje y señalé las zonas problemáticas. “Algunas de las variables utilizadas para las condiciones de explosión aquí también se utilizan aquí para calcular la corrección de la trayectoria. Estas condiciones sólo se utilizan en contextos increíblemente limitados, por lo que probablemente sea el origen del error que ocurre tan raramente.”

Puede que hubiera una causa más profunda que esa, pero de todos modos dudaba que ella esperara una respuesta completamente impecable.

“… ¡Brillante!” Después de leer el hechizo en voz baja por un momento, la princesa levantó la cabeza. “¡Aah! ¡Qué día tan maravilloso se ha convertido este!”

Sujetando mi mano entre las suyas, la princesa me miró con los ojos brillantes de una doncella soñadora. Era un giro completo respecto a la actitud de examinadora que tenía momentos antes.

“¡Realmente eres el creador del hechizo de los fuegos artificiales!”

Ah, así que estaba probando si yo era realmente el creador o no.

Me estaba divirtiendo tanto resolviendo el problema que instintivamente di la respuesta correcta, pero quizás decir “no lo sé” hubiera sido suficiente para mantener mi secreto intacto.

“¿Soy yo, o esto está tomando un giro peligroso?”

“Mm, malo.”

La pareja de hierro de Arisa y Mia comenzó a susurrar urgentemente entre ellas.

“Me has cautivado desde el momento en que vi por primera vez la hermosa composición del hechizo de los fuegos artificiales.”

Quieres decir cautivada por mi habilidad para hacer hechizos.

Me hubiera gustado que hiciera su declaración un poco más clara, ya que la multitud que nos rodeaba estaba empezando a hacer ruido al respecto. Además, su cara estaba demasiado cerca.

“Oh, cómo me gustaría poder hablar contigo toda la noche.”

La princesa estiró una mano hacia el cielo y echó la cabeza hacia atrás como una actriz principal en una obra de teatro.

Me alegré de que ahora hubiera cierta distancia entre nosotros, pero su otra mano seguía agarrando firmemente la mía.

“Si me explicaras hasta el último detalle del arte de ese canto, incluso estaría dispuesta a casarme con tu familia, Sir Pendragon.”

Tal y como empezaba a sospechar, la princesa era, al parecer, una auténtica maniática de los hechizos.

“¡Su Alteza! ¡Vuelva al carruaje de inmediato!”

“¡Sí, por favor, hágalo! ¡Debemos reanudar nuestra investigación para que el Árbol Real de Sakura florezca!”

“Ah, aaah, Lord Satooou…”

La princesa, que ahora se comportaba como una persona totalmente distinta, fue arrastrada de mala gana al carruaje por sus damas de compañía y la Sra. Athena.

“Sin engaños.”

“Amo, ¿tiene algún tipo de feromonas especiales que atraen a las amantes o algo así?”

Mia y Arisa se acercaron a mí.

Aparté la cara de Arisa cuando intentó olfatearme y me dirigí a Pochi, que estaba siendo regañada por Liza por el incidente de los fuegos artificiales.

“Amo, lo siento mucho, sir. Pochi fue muy, muy mala, sir.”

“Lo siento mucho, Amo. Me olvidé de supervisarla adecuadamente.”

Liza inclinó la cabeza junto con Pochi.

“Está bien, ustedes dos. Me olvidé de decirles que no dijeran nada sobre el hechizo de los fuegos artificiales. No tienen nada por lo que disculparse.”

“¿No abandonará a Pochi, sir?”

“Por supuesto que no.”

Acaricié la cabeza de Pochi, que tenía los ojos llorosos, para tranquilizarla.

“Amo, eres demasiado blando con Pochi.” Refunfuñó Arisa.

“¿No hay carne?”

Ante la sugerencia de Mia, Pochi se puso pálida, al igual que las otras dos chicas bestia.

¿Es realmente un castigo tan grave?

“S-Sin carne… Amo, ¿no hay carne para Pochi, sir?”

“No te preocupes, no te castigaré así. De hecho, esta noche cenaremos filete de hamburguesa.”

“¡Increíblemente sorprendente, sir! ¡Pochi puede comer infinitos filetes de hamburguesa, sir!”

“También Tamaaaaa…”

Pochi y Tama hicieron un pequeño baile de alegría.

Había planeado hacer salmón sakura frito como plato principal, pero supongo que cambiar de planes como algo natural fue una buena elección.

Después de cooperar con la investigación de los soldados, les dejamos a cargo de las secuelas y volvimos a nuestro recorrido turístico por la capital real.