Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 17

Capitulo 4: Biblioteca Prohibida

Aquí Satou. Las palabras biblioteca prohibida me hacen imaginar una imagen fantástica de estantes y estantes de libros de hechizos prohibidos y secretos. La colección parecería aún más valiosa si estuviera custodiada por una gran bestia como un dragón o un cerbero.

“Buenas noches, Su Majestad.”

Tras la puesta de sol, acudí al despacho del rey para informar de los extraños monstruos con los que nos habíamos topado esa tarde.

No me gusta meter las narices donde no debo, pero no podríamos disfrutar de nuestras visitas a la capital real en paz si esto se convirtiera en un gran incidente, por lo que pensé que lo mejor sería ayudarles a resolver el caso.

Sin embargo, sólo estaba ayudando; con suerte, el rey y el resto de las fuerzas del orden del Reino de Shiga se encargarían del trabajo pesado.

“¡Pero si es el gran Rey Ances… es decir, el Señor Nanashi!”

“Es un honor que nos visite, Rey… quiero decir, Señor Nanashi.”

“No soy el Rey Ancestral.” Les recordé, ya que, como siempre, me confundían con el Rey Ancestral Yamato. Sir Juleburg, el líder de los Ocho Espadachines de Shiga, no estaba custodiando al rey hoy; sólo había dos caballeros imperiales en la puerta.

Los monstruos de cuerda roja iban a tardar en explicarse, así que primero empecé con algunos asuntos más sencillos.

“Odio mezclar los negocios con los asuntos privados, pero hay dos chicas que trabajan en la Compañía Echigoya que se convirtieron en esclavas criminales bajo falsas acusaciones. ¿Hay alguna posibilidad de que pueda emitir un indulto?”

Aunque técnicamente no era una acusación falsa, decidí que esa sería la forma más fácil de explicarlo, ya que era esencialmente una excusa para castigarlas.

“¿Puedo preguntar la naturaleza de la acusación?”

“¿Falta de respeto a un gobernante, supongo?”

Hice un simple resumen de la historia, omitiendo los nombres.

“Ya veo. Si ese es el alcance de sus crímenes, entonces no veo ningún problema. Les daré el perdón de inmediato.”

El rey estuvo de acuerdo conmigo inmediatamente y preparó cartas de indulto en el acto. Se ofreció a emitir también una notificación oficial de exoneración, pero le aconsejé que no lo hiciera para no empeorar las relaciones de la familia real con el Condado Lessau.

“Gracias, Su Majestad.”

Después de darle las gracias, también le hablé del artículo que inhibe el reconocimiento del Cardenal Hozzunas y de su nivel y habilidades reales.

“Pensar que escondía un tesoro así…”

“Señor Nanashi, gracias por esa valiosa información.”

El cardenal había visitado el Reino de Shiga muchas veces. Evidentemente, nunca había hecho nada sospechoso, pero dijeron que asignarían a unos cuantos espías capaces para que lo vigilaran, por si acaso.

“Además, la vena subterránea de la capital real estaba en un estado extraño, así que la arreglé.”

No mencioné que la dríade del sakura me lo había pedido, por si revelaba mi verdadera identidad.

“¡Su Majestad! ¡¿Podría ser que una perturbación en la vena terrestre fuera la causa de la aparición de los monstruos en la capital real?!”

Oh, hey, eso es una buena transición. Yo también me metí en el tema.

“¿Los monstruos aparecieron en la capital real? ¿No sólo no muertos menores o monstruos domesticados?”

Lo expresé así por los esqueletos y los monstruos insectos lanzadores de bombas de piedra que participaron en el ataque al Ducado Vistall no hace mucho tiempo.

“Sí, desde anoche hasta esta tarde, aparecieron monstruos con forma de insecto, rata y murciélago en cinco lugares diferentes de la capital real. Hirieron a la gente de los alrededores, destruyeron los edificios circundantes y luego desaparecieron de nuevo bajo tierra.”

El Primer Ministro describió todos los lugares y el número de monstruos en cada uno de ellos.

Estuvimos en el cuarto sitio, mientras que el quinto fue durante el tiempo que estuvimos cenando.

“Los dos únicos lugares en los que pudieron destruir a todos los monstruos fueron donde Ryuona de los Ocho de Shiga llegó a tiempo, y donde casualmente se encontraba el explorador de mithril Sir Pendragon.”

“¿El resto se escapó?”

“Efectivamente.” El Primer Ministro asintió.

Era posible que los monstruos que escaparon fueran los mismos que aparecieron cerca de la fuente donde los vimos, pero ninguno de ellos había aparecido herido de batallas anteriores por lo que pude ver.

Además, en ese momento, había destruido a todos los monstruos bajo tierra con Flecha Remota. Los monstruos de la quinta ubicación deben haberse colado después de eso o haber sido traídos por alguien.

Cuando busqué en el mapa, no vi ningún monstruo aquí. Había varios cadáveres de monstruos, presumiblemente los que habían escapado del quinto sitio.

Cuando le dije al Primer Ministro dónde había visto los cadáveres de los monstruos, pareció encantado.

“… Entonces, ¿sabes cómo entraron los monstruos exactamente?”

“No, todavía no. Por favor, perdona nuestra incompetencia.”

Sin embargo, algunos guardias que investigaban en los túneles habían encontrado pruebas de rituales sospechosos.

“¿Rituales sospechosos?”

“De hecho, descubrieron rastros de círculos mágicos relacionados con la maldición.”

Me mostraron una reproducción hecha por un investigador real, pero no era el círculo mágico que yo había visto. Tampoco parecía parecerse a los que vi en las ruinas del laberinto bajo la antigua capital o en las cámaras de tortura de los saqueadores.

Según el informe adjunto, los círculos mágicos estaban dibujados con carbón, y cerca de ellos había insectos y pequeños animales muertos, junto con lo que parecían ser piedras malditas. Incluso se encontró un caso de restos fundidos de una herramienta mágica cerca de un círculo mágico.

Piedras malditas… Ahora que lo pienso, las vi en la Compañía Sahbe. Dijo que un hombre del club de ocultismo Viento de Libertad las compraba a menudo. Quizá sea demasiado precipitado sospechar de ellos por eso, pero decidí archivarlo en el fondo de mi mente.

Por si acaso, escribí las ubicaciones del informe en la pestaña de notas de mi menú.

“¿Investigaste esta herramienta mágica?”

“Sí, tenemos documentos del laboratorio de investigación real.”

La herramienta estaba completamente fundida y rota. Lo único que pudieron ver fue la descripción del artículo NE 3 4 HERRAMIENTA MÁGICA DE CHI y el nombre de su creador.

El creador en cuestión era un artesano hombre rata de herramientas mágicas de segunda clase; había sido despedido del taller de herramientas mágicas de la capital real hacía unos años y pasaba su tiempo en estos días sobreviviendo en la ciudad baja, fabricando y vendiendo herramientas mágicas ilícitas.

Según el primer ministro, ya habían enviado a un investigador para vigilar al artesano, a la espera de que la persona que solicitó la herramienta mágica se pusiera en contacto.

Eso fue bastante impresionante, teniendo en cuenta que sólo había pasado un día desde el primer incidente.

Aquí pensé que ayudaría a la investigación utilizando mi búsqueda en el mapa, pero supongo que no necesitaban mi ayuda después de todo.

“¿Aparecen los monstruos en la capital real a menudo?”

“Desde luego que no. La aparición de un monstruo de origen desconocido en la capital es un acontecimiento raro que probablemente sólo ocurre una vez cada varias décadas.” Respondió el Primer Ministro. “Su Majestad, tal vez este sea el ‘peligro sin precedentes’ del que hablaron las sacerdotisas de los siete templos.”

“Tal vez nos precipitamos al suponer que sólo intentaban recabar más donaciones, como siempre.”

El rey hizo una mueca.

“Me alegro de que hayamos puesto a los Ocho de Shiga y a los caballeros a patrullar para estar seguros.”

“En efecto. Incluso si nada saliera mal, seguiría siendo bueno para la seguridad pública.”

Ya veo, así que sí tomaron precauciones basadas en el oráculo, a diferencia de esos nobles menores.

Les mostré el informe y les pregunté por el punto más importante.

“Este informe dice que en la batalla, los cuerpos de los monstruos estaban cubiertos de círculos mágicos de color rojo. ¿Es eso diferente del patrón que aparece en la gente que ha usado demasiada poción demoníaca?”

“Según un caballero que luchó contra ellos, Sir Pendragon dijo algo parecido en la escena. ¿Lo invito al castillo real?”

Uh-oh, eso es lo último que necesito.

“No, está bien. Iré a preguntarle yo mismo. Más importante, Su Majestad, ¿no tiene algún documento detallado sobre la poción demoníaca?”

“Esos estarían guardados en la biblioteca prohibida debajo del castillo.”

Supongo que trataron este tema con bastante seriedad.

“Me gustaría echar un vistazo. ¿Podría darme permiso para entrar en esa biblioteca prohibida?”

“Dios, ¿por qué tan formal? Nuestro castillo es su castillo, Rey, es decir, Señor Nanashi. Puedes ir y venir donde y cuando quieras.”

Vale, eso parece demasiado indulgente para un castillo real.

El rey me guio hasta un ascensor situado en la zona privada de la familia real del castillo, que me condujo a la biblioteca prohibida en el subsuelo.

Estaba junto a la sala del tesoro, y el pasaje que conducía a ambas entradas estaba custodiado por una puerta de aspecto pesado y mejorado mágicamente.

Había varios guardias con niveles entre 30 y 50 apostados fuera de la puerta.

“Sólo aquellos a los que se les ha concedido el permiso pueden pasar por aquí…”

Mientras escuchaba al rey, me acerqué para echar un vistazo a los circuitos mágicos grabados en la puerta.

Al hacerlo, sentí que atravesaba una especie de barrera.

“… Increíble, Señor Nanashi. No, supongo que es natural que ya tenga permiso.”

“Su Majestad, ¿unas palabras?”

Los guardias parecían alarmados al oír al rey referirse a mí como “Señor”, así que le advertí en voz baja que tuviera cuidado con su tono conmigo delante de los demás.

Según el rey, acababa de atravesar una poderosa barrera anti-intrusos que normalmente impedía el paso a cualquiera que no tuviera permiso para entrar. Si alguien intentaba pasar por la fuerza, sonaba una alarma en todo el castillo real y los guardias acudían corriendo.

“Esta zona está prohibida. Si desea pasar, debe indicar su asunto.”

El caballero de guardia era el estoicismo hecho carne. Era tan respetuoso con el reglamento que incluso hizo que el rey declarara que venía a hacer para entrar.

“Soy el Rey Seterarik de Shiga. Mi compañero es Sir Nanashi el Héroe. Estamos aquí para examinar algunos archivos en la biblioteca prohibida.”

El rey respondió con dignidad, sin inmutarse por el trato que le daba el caballero.

Tuve la sensación de que estas directrices particulares debían haber sido escritas por el Rey Ancestral.

“Señor Héroe, por favor, quítese la máscara para que pueda verificar su rostro, como se indica en las reglas.”

El rey me miró con nerviosismo, pero le hice un gesto y le dije: “Está bien.” Quitándome la máscara para mostrar mi rostro —al menos, el que llevaba con mi máscara mágica de Disfraz— y obtener el permiso para entrar.

“Yo, el Caballero Imperial Zan Kelten, te doy permiso para entrar.

• ■ <¡Puerta, ábrete!>”

El caballero sostuvo en alto un amuleto que parecía ser un dispositivo del núcleo de la ciudad y recitó un canto y unas palabras claves, y la pesada puerta se abrió sin que nadie pusiera un dedo sobre ella.

“Por favor, entre.”

“En efecto.”

El rey asintió con gravedad y pasó, y yo le seguí de cerca. La puerta se cerró tras nosotros.

Continuamos por un pasillo iluminado por luces mágicas. Al poco tiempo, el camino se bifurcaba entre la ruta a la biblioteca prohibida y la sala del tesoro, y avanzamos hacia la primera.

Era una distancia considerable, pero el rey no parecía cansado en lo más mínimo. Se lo comenté mientras charlábamos, y me explicó que había entrenado mucho cuando era joven con la esperanza de convertirse en un Caballero Sagrado.

Atravesamos siete puertas más antes de llegar a la biblioteca prohibida, aunque sólo la primera y la segunda tenían guardianes humanos; el resto estaban custodiadas por construcciones como gólems y armaduras vivientes. En los pasillos también había estatuas talladas a intervalos regulares, lo que indicaba la importancia de la sala a la que nos acercábamos.

“Esta es la biblioteca prohibida.”

El rey agitó su cetro y un par de puertas dobles, similares a un mamparo, se abrieron.

Cuando entramos en la biblioteca prohibida, el olor a papel viejo cosquilleó mi nariz. Estaba poco iluminada, con los niveles de temperatura y humedad optimizados para la conservación de los libros.

El rey volvió a levantar su cetro y esta vez la sala se llenó de luz. La iluminación indirecta era probablemente para evitar dañar los libros con una luz directa fuerte.

Tras el vestíbulo, había filas de estanterías que llegaban hasta el techo.

Al comprobar mi mapa, me di cuenta de que ahora estábamos en una zona diferente al resto del castillo real, así que utilicé Buscar en Todo el Mapa. Sólo había una persona hojeando los libros, sin bibliotecario a la vista, y los únicos guardias eran una veintena de pequeños gólems y muñecos vivientes.

“¡Su Majestad! Me preguntaba quién podría ser a estas horas.”

Junto con la voz excesivamente seria, llegó un par de gafas de marca: la Princesa Sistina.

“En efecto. ¿Cómo está usted? Veo que sigues siendo un ratón de biblioteca en lugar de asistir a las fiestas nocturnas.”

Las palabras del rey me sorprendieron un poco.

La vi en la fiesta nocturna de celebración de las medallas. ¿Quizás estaba allí buscando a alguien, sin asistir ella misma?

“Oh, sí. Afortunadamente, mi matrimonio con el próximo Conde Lessau ya no está sobre la mesa, lo que significa que puedo seguir leyendo en la biblioteca prohibida todo lo que quiera. Si es posible, nada me gustaría más que pasar el resto de mi vida rodeada de libros y no casarme nunca.”

Mientras charlaba cómodamente con el rey, la princesa se dio cuenta de que me escondía en su sombra.

Sus ojos azules y acerados me miraban desde detrás de sus gafas de montura dorada.

“¿Y quién es este individuo de aspecto sospechoso? ¿Un nuevo guardia?”

“Cuida tu tono. Este es el gran Sir Nanashi el Héroe.”

“Encantado de conocerla, Su Alteza.”

Evidentemente, el malentendido de que yo era el Rey Ancestral era un secreto entre el rey y el Primer Ministro. La princesa me miró con cierta molestia cuando la saludé con demasiada ligereza.

“¿Un héroe? Ni siquiera empieza a compararse con él…”

La princesa murmuró algo en voz tan baja que incluso mi Audición Aguda apenas captó, y luego volvió a mirar al rey.

“Estoy ocupada investigando el Árbol Sagrado de Sakura, así que si me disculpas…”

Con una reverencia al rey, la princesa se retiró a su sala de investigación dentro de la biblioteca prohibida.

Ahora que lo pienso, también había estado hablando del “Árbol Sagrado de Sakura que no florece” cuando la vi esta tarde.

“Señor Nanashi, por favor, perdone la descortesía de mi hija.”

“No, está bien.”

No me molestó mucho su actitud fría, posiblemente porque ese mismo día la había visto emocionada como una chica de su edad.

“Vamos a encontrar esos documentos.”

“Muy bien. Vayamos al Bibliotecario.”

El rey se dirigió a un gólem de ocho brazos situado en lo más profundo de la biblioteca.

“Señor Nanashi, este es el bibliotecario de la biblioteca prohibida.”

“SU MAJESTAD,—¿QUÉ PUEDO HACER—POR USTED HOY?”

El gólem habló con un lenguaje artificial y rebuscado.

Tenía una apariencia severa, pero por alguna razón su voz sintetizada era tan tierna que habría sonado como en casa en un anime moe.

“Bibliotecario, por el poder del monarca del Reino de Shiga, concedo al Señor Nanashi aquí presente el acceso a cualquier libro prohibido hasta el tercer piso.”

“SÍ—PROCESANDO—AHORA.”

Había cuatro pisos en la biblioteca prohibida.

Así que la planta inferior seguía estando prohibida… Bueno, aún podía averiguar los títulos de los libros a través de la búsqueda de objetos de mi mapa. Si había algo que realmente quería leer, podía usar Mano Mágica para leerlo a través de mi Almacén.

“Señor Nanashi, puede que ya lo sepa, pero sólo el rey actual tiene permiso para entrar en la planta baja de la biblioteca prohibida. El bibliotecario tiene un catálogo de su contenido, así que si hay algún libro que necesite, puedo ir a buscarlo. Mis disculpas.”

Pero como no podía decir exactamente “Está bien, puedo leerlos de todos modos”, me limité a decir: “Claro, gracias.”

Evidentemente, el rey aún tenía deberes que atender. Le agradecí que me guiara y me despedí de él, y luego utilicé la ayuda del Bibliotecario y de los gólems para profundizar en mi investigación sobre las pociones demoníacas.

Encontré varios libros con información sobre la poción demoníaca, incluyendo una historia general e incluso la receta.

Tuve cuidado de no leer la receta mientras investigaba. Por desgracia, no había respuestas claras sobre la habilidad inherente “Envoltura de Cuerda” que apareció en los recientes incidentes con monstruos.

Había registros de experimentos de administración de poción demoníaca a animales y monstruos durante la guerra demi-humana de hace unos cuatrocientos años; sin embargo, la frase Envoltura de Cuerda no se encontraba en ninguna parte.

Incluso intenté preguntarle directamente al bibliotecario: “¿Hay algún material relacionado con ‘Envoltura de Cuerda’? Que esté relacionado con monstruos”, pero me respondieron con un rotundo “NO.”

“¿Algo más que pueda ser relevante?”

“ESTOS SON TODOS—LOS LIBROS RELACIONADOS— CON LA POCIÓN DEMONÍACA.” Los ojos del Bibliotecario parpadearon alternativamente durante un momento.

“LOCALIZADOS—REGISTROS DE FABRICACIÓN ILÍCITA— DE POCIONES DEMONÍACAS—EN LA BASE DE DATOS.”

Hice que el gólem enviara los materiales, que resultaron ser un registro del reciente incidente con Sokell produciendo poción demoníaca en Ciudad Laberinto. No había realmente ninguna información nueva allí.

Al parecer, todavía no habían averiguado dónde había ido a parar la poción demoníaca que se sacó de contrabando de Tartumina. El agente a cargo de la investigación sospechaba de las naciones más pequeñas al oeste del continente, donde la demanda era alta.

La gran cantidad de poción demoníaca que se descubrió en uno de los almacenes del ejército del Marqués Kelten había sido aparentemente eliminada en secreto en el laboratorio de investigación real.

También intenté investigar las maldiciones y demás, pero no pude encontrar ninguna con el mismo círculo mágico. Los únicos patrones parecidos eran todos los que suenan tontos, como la “maldición del

dedo gordo del pie en el escritorio”, la “maldición de la picazón en la espalda” y la “maldición de mojar la cama”.

Todas ellas parecían maldiciones con las que el club de fans del ocultismo casual Viento de Libertad estaría encantado.

Incluso podría ser posible que las huellas de los rituales no estuvieran relacionadas con la aparición de los monstruos.

En cualquier caso, parecía muy poco probable que se tratara de un círculo mágico peligroso; probablemente podría dejar en suspenso esa investigación hasta que el laboratorio de investigación real diera su veredicto final.

Investigué algunos otros detalles más de cerca, deteniéndome en el camino para hojear algunos libros de hechizos que encontré en los estantes.

Haciendo honor a su nombre, la biblioteca prohibida contenía muchos hechizos avanzados y maldiciones tabú que nunca había visto antes. Desde Magia de Viento, que podía asfixiar a los seres vivos, hasta Magia Espacial, con un efecto similar al de una explosión nuclear, e incluso Magia Fantasma, para revivir un cadáver de dragón como un dragón no muerto y esclavizarlo, había todo tipo de hechizos locos y que sonaban peligrosos. Sin embargo, no parecía haber ninguna magia antidios.

El hechizo de la explosión nuclear fue el único al que se le quitaron deliberadamente partes importantes del código para que no pudiera ser utilizado.

Probablemente podría completarlo si lo intentara de verdad, pero no tenía ningún deseo de convertirlo en un hechizo viable. La idea de desatar la radiación en este mundo era demasiado aterradora, y por lo que pude entender del código, sonaba como un hechizo autodestructivo que sería increíblemente difícil de controlar. Sería demasiado arriesgado incluso probarlo.

Sin embargo, recogí algunas maldiciones prohibidas como Infierno Blanco, Aliento de Leviatán y Devorador de Dimensiones que parecían ser buenos para Arisa o Mia.

Había algunos hechizos que parecían estar prohibidos, pero carecían de la potencia de fuego o de la complejidad del código de los cánticos para estar a la altura de la magia avanzada, por lo que se clasificaban como casi prohibidos.

Más tarde, hice que Arisa los probara y descubrí que las maldiciones prohibidas no podían invocarse sin un canto, aunque tuvieran éxito con uno. También se hablaba de esto en las leyendas del Rey Ancestral Yamato, según resultó.

Eso fue un poco de digresión, pero aun así logré investigar vagamente lo que necesitaba saber por ahora. Tras colocar una pizarra de sello en un lugar discreto fuera de la biblioteca prohibida para poder volver en cualquier momento, decidí marcharme.

***

“… Y eso es todo lo que sabemos. Le agradecería que reuniera más información.”

Después de salir de la biblioteca prohibida, me transformé en mi disfraz de Kuro y realicé una visita a la Empresa Echigoya, donde pedí a la directora que buscara informes de testigos oculares sobre los monstruos de cuerda roja.

“Entendido. Tifaleeza, por favor, comienza los preparativos de inmediato.”

“¿También debo movilizar al gremio de mendigos?”

“Sí, por favor.”

Tifaleeza y la gerenta entraron en acción en perfecta armonía. Detuve a Tifaleeza antes de que saliera de la habitación para hacerle una petición adicional.

“Cualquier información sobre los cuerpos que fueron atacados por monstruos también sería buena. Sólo dentro de lo posible, por supuesto.”

“Muy bien.”

“Monstruos con un círculo mágico de cuerda roja… Eso suena similar a las habilidades de los mejores saqueadores.”

Una vez que Tifaleeza abandonó la sala, la Gerente Eluterina —que en su día había sido cautiva de los saqueadores— hizo este comentario.

“Sí, eso es lo que dijo el chico de Pendragon después de encontrarse con ellos. La habilidad de los monstruos de cuerda roja se llamaba ‘Envoltura de Cuerda de Monstruo’, mientras que la de los saqueadores se llamaba ‘Cuerpo Demoníaco’, pero dijo que sus habilidades eran similares.”

Parecía que lo mejor era transmitir esa información, y ya que el rey había mencionado el nombre de Satou delante de Nanashi, no sería tan extraño que Kuro lo supiera.

Una vez resuelta la discusión sobre estos monstruos, el siguiente paso era…

“¿Liberarnos de la esclavitud?”

“Pero, Lord Kuro, somos esclavas criminales. No hay forma de liberar a los esclavos criminales por ningún medio ordinario.”

Cuando Tifaleeza terminó su papeleo y regresó, también llamé a Neru y les dije que iba a disolver sus contratos de esclavitud.

“No hay que preocuparse. Mi patrón consiguió una carta de perdón del propio rey para ustedes dos.”

Mientras me explicaba, entregué las cartas a Neru y Tifaleeza.

“¿Nos estás dando la patada?” Exclamó Neru, malinterpretando esto como una liberación de su empleo.

“¿Quieres dejarlo?”

“¡Claro que no, señor!” Neru respondió de inmediato.

“Entonces sigue trabajando como siempre.”

Eso devolvió la sonrisa a Neru, pero la expresión de Tifaleeza siguió ensombrecida desde el primer momento en que saqué el tema.

“¿Qué pasa, Tifa?”

Tifaleeza no levantó la vista ante la pregunta de Neru.

“¿No querías ser liberado con un indulto?” Pregunté.

¿Tal vez debería haber dejado que el rey emitiera una notificación oficial de exoneración como había ofrecido?

“… Contrato… con Lord Kuro… perdería mi… conexión…”

Mi Audición Aguda captó los murmullos entrecortados de Tifaleeza. Estaba tan callada que, incluso entonces, no pude distinguir la mayor parte de lo que dijo.

“¿Tifaleeza…?”

Cuando dije su nombre, la cabeza de Tifaleeza se levantó y de repente hizo una súplica desesperada.

“¡Por favor! ¡Déjeme seguir siendo su esclava, Lord Kuro!”

Por alguna razón, parecía querer seguir siendo una esclava.

Nunca puedo entender lo que piensan las chicas de su edad.

“Bueno, si quieres que te liberen, dilo cuando quieras.”

“… Gracias.” Respondió Tifaleeza casi susurrando.

Entregué su carta de indulto a la directora. No sería bueno dársela a la propia Tifaleeza para que la rompiera o la quemara en un impulso repentino.

Una vez concluidos mis otros asuntos, me dirigí a la Mansión de la Hiedra en Ciudad Laberinto.

Quería intentar fabricar un dispositivo de comunicación mágica utilizando el equipo de investigación de allí. Cuando necesitábamos comunicarnos, la Charla Táctica de Arisa o mi Teléfono eran más convenientes, pero esos hechizos tenían la desventaja de necesitarnos a uno de los dos.

Desde que Mukuro (un reencarnado que vivía en las profundidades del laberinto) me contó cómo había provocado la ira de los dioses al intentar crear torres de radio y redes ferroviarias, había dudado en seguir adelante con mi plan.

Pero había hechizos que tenían las mismas funciones, por no hablar de la comunicación entre los núcleos de ciudad o los cristales de comunicación que fabricaba en el laberinto. Decidí que podía evitar que fuera un tabú limitando las funciones y los usuarios de mi invento.

“Ahora, ¿qué tipo de circuitos debo usar…?”

Mi principal objetivo por ahora era asegurarme de poder alertar a mis compañeras, al personal de la Compañía Echigoya y demás en caso de una emergencia como el ataque de otro monstruo de cuerda roja.

Los mejores tipos de magia para un dispositivo de comunicación serían la Magia Práctica, la Magia de Viento y la Magia Espacial.

La Magia Fantasma y la Magia de Invocación no eran muy comunes, y la Magia de Luz sólo podía ir directamente de un punto conectado a otro, lo que las hacía poco adecuadas para la comunicación individual. La Magia de Agua, la Magia de Tierra, la Magia de Rayo, etc., podían comunicarse en teoría, pero tenían casi tantas restricciones como la Magia de Luz, por lo que las excluía por ahora.

El clima podía influir en los efectos de la Magia de Viento, así que, por el momento, decidí centrarme en la Magia Práctica, que tenía circuitos sencillos, y en la Magia Espacial, que tenía circuitos complejos pero muy eficaces.

“¿Tal vez algo como esto…?”

Al poco tiempo, tenía dispositivos de comunicación sencillos al estilo de Magia Espacial para mis amigas y el personal de Echigoya.

Para reducir la cantidad de energía mágica necesaria, los dispositivos enviaban señales de datos en vivo de 6 bits, luego convertían la información recibida en 32 bits y la mostraban en un panel. La razón por la que utilizaba datos de 32 bits en lugar de 65536 era porque las variables restantes se utilizaban para identificar al emisor y al receptor. La corrección de errores y los identificadores de los datos de transmisión no se incluían en los datos en vivo.

Las señales se emitían en un amplio rango, con una capacidad incorporada para determinar si un mensaje estaba destinado a ese dispositivo específico o no.

Para evitar confusiones, configuré los dispositivos mágicos de mi grupo y de la Compañía Echigoya para que no pudieran comunicarse entre sí y también los hice visiblemente distintos.

“Tal vez fue un poco tonto hacer que estos parezcan buscapersonas.”

Los dispositivos para los altos cargos de la Compañía Echigoya se hicieron para que parecieran amuletos.

Ambos requerían una buena cantidad de poder mágico pero, a cambio, podían enviar una señal a cualquier lugar de la capital real.

“Supongo que esperaré a las circunstancias adecuadas para distribuirlos…”

Las herramientas del estilo de la Magia Práctica funcionaban de forma similar al hechizo Señal: Eran simples dispositivos que sólo podían enviar un mensaje especial que decía EMERGENCIA.

Estos fueron diseñados para cargarse automáticamente con la cantidad requerida de poder mágico del propietario cuando se llevan.

“Ups, ya está amaneciendo…”

Cuando salí de la Mansión de la Hiedra, el sol ya empezaba a salir.

“Arisa me va a gritar otra vez.”

Me estiré una vez para sacudirme la rigidez antes de utilizar el hechizo Retorno para volver a la mansión de la capital real.