Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 17

Capitulo 4: Una Trama Menor

Parte 2

La expresión de Digola estaba llena de angustia, pero al verlo pareció confundido y preguntó: “¿Qué?”

“Hay muchas cosas que no puedo decidir por mi cuenta cuando se trata de la venta de carne de giba, así que me gustaría aprovechar esta oportunidad para hablar con todos por un tiempo”.

“Ah… No tenemos prisa, así que adelante y haz lo que quieras”, dijo Digola con un suspiro. “Podría haberme perdido un poco allí y comenzar a quejarme contigo, pero sigo siendo un comerciante. Por favor, procede como creas que es mejor y no dejes que tus emociones te dominen, Asuta del clan Fa”.

“Cierto. Gracias.”

Con eso, llevé a los miembros de la primera fila conmigo, es decir, Ai Fa, Reina Ruu y Zasshuma, y me dirigí a un rincón de la espaciosa sala. Después de ver a varias personas de nuestro grupo que se quedaron atrás entablando una conversación con Digola y Meilos, le susurré a Zasshuma: “Entonces, ¿qué está pasando exactamente aquí? El precio de la carne de karon no ha cambiado en absoluto en la ciudad postal de Genos, así que si a la gente de aquí se le paga mucho menos, ¿no es un poco extraño?”

“Sí. Las comidas de Karon en la ciudad del castillo también se han mantenido al mismo precio. Alguien en el camino debe estar embolsando la diferencia…”

“Así que eso realmente tiene que ser, ¿eh? Aun así, me resulta difícil imaginar que Torst, el tipo que reemplazó a Cyclaeus, no tenga escrúpulos.”

“No lo sabría. Después de todo, no conozco a ese noble en particular. Aun así, al final es parte del mismo linaje de la casa de Turan, ¿no es así?”

“Sí. Aun así, de los dos tipos de nobles que mencionaste, no puedo evitar encontrar que es del tipo demasiado formal”.

“El hecho de que alguien actúe formalmente no significa que sea una buena persona, y no es intrínsecamente sin escrúpulos hacer que Dabagg sufra una pérdida. Es posible que solo esté haciendo todo lo posible para obtener ganancias para Genos”, dijo Zasshuma encogiéndose de hombros.

Mientras me sentía desconcertado por cómo a él parecía no importarle que su preciosa familia cayera en tal apuro, volví mi mirada hacia la segunda hija de Ruu.

“¿Qué piensas, Reina Ruu? Lo siento, pero me gustaría escuchar tu opinión como representante del clan Ruu”.

“Bueno… no puedo decir que esté tan bien informado cuando se trata de negocios. Sin embargo… parece encajar con lo que escuchamos en el rancho, sobre cómo solo los plebeyos están sufriendo pérdidas.”

Cierto, Alma había dicho algo así. No había pintado un cuadro tan grave, pero entendí que las deficiencias habían comenzado recientemente.

“Entonces, ¿alguien de Genos realmente está tratando de atrapar a la gente de Dabagg con un plan perverso…?”

“Oye, ¿no es eso un poco exagerado llamarlo un ‘esquema perverso’? El débil obedeciendo al fuerte es solo el camino del mundo. Incluso si todo lo que nos acaban de decir fuera cierto, solo significa que Genos es más fuerte que Dabagg”, dijo Zasshuma con una sonrisa arrogante.

Sus palabras finalmente encendieron las brasas que habían estado ardiendo en mi pecho. “Aun así, si esto es algún tipo de esquema, no puedo quedarme en silencio. Si es uno de los subordinados de Torst o alguien que amenaza a Dabagg por su cuenta para beneficio personal, entonces eso no es algo que pueda pasarse por alto, ¿verdad?”

“No estoy tan seguro de eso. ¿No podrías considerarlo una victoria bien ganada de su parte si lograran tener éxito con ese esquema?”

“¿Es así en serio como te sientes…? No puedo creer que digas eso, después de lo duro que trabajaste para exponer el complot de Cyclaeus.”

“Eso era parte de un trabajo oficial. Hice lo mejor que pude por el bien de mi patrón, Lord Melfried.”

Me sentí un poco traicionado. A pesar de que había desarrollado un sentido de confianza y amistad con él en el transcurso de este viaje… realmente no quería escuchar esas palabras saliendo de su boca.

“Está bien. Entonces, con tu permiso, seguiré adelante y haré las cosas a mi manera”, declaré, girándome hacia Ai Fa.

El jefe de mi clan me devolvió la mirada con calma y dijo: “Dejo todos los asuntos comerciales en tus manos. Tal como ese hombre dijo antes, debes hacer lo que creas que es correcto”.

“Entiendo. Gracias, Ai Fa”.

Naturalmente, no tenía intención de sobrepasar mi posición. Aunque me había familiarizado un poco con los nobles de Genos, no estaba dispuesto a confundir eso con mi propio poder. Sin embargo, debería haber sido capaz de al menos ayudar a sacar la verdad a la luz. Con ese pensamiento en mente, seguí adelante y regresé con Digola y Meilos.

“Um, ya logré mi objetivo de que pruebes la carne de giba. Y algún día, me gustaría poder volver a hablar contigo sobre cómo hacer negocios correctamente”.

“Bien, no puedo decir si podremos comprar carne de otras ciudades cuando llegue ese momento, pero estaré esperando tu próxima visita”, dijo Digola con una sonrisa apática.

Poniendo mis pensamientos en orden, seguí adelante y continué: “Además, sobre el problema de que Genos compre su karon, es posible que pueda ayudarlo un poco en ese frente”.

“¿Nos ayudará, Sir Asuta?”

“Así es. Si este estado actual de las cosas es el resultado de un acuerdo compartido en Genos, entonces no será posible hacer nada al respecto, pero si es la trama de una sola persona… Creo que definitivamente debería haber una forma de corregirlo. la situación.”

Los ojos de Digola se abrieron de par en par, mientras que Meilos frunció el ceño con duda.

“Después de la caída del antiguo Conde Turan, el duque Genos propuso un plan para restablecer la circulación adecuada de los ingredientes. Incluso si el Conde Turan anterior era justo y sincero cuando se trataba de acuerdos externos, ciertamente no estaba dentro de Genos. Y el duque Genos le encargó al hombre que lo reemplazó que se asegurara de que los ingredientes que fluían se usaran de manera más adecuada”.

“Ya veo…”

“Entonces, si reducir el precio del karon de Dabagg fue una decisión del mismo Duque Genos, entonces no se puede hacer nada, pero si fuera a discreción exclusiva del nuevo jefe de la casa Turan o alguien cercano a él, creo que el duque lo haría. actuar para controlarlos”.

“Pero incluso si fuera la decisión personal de alguien, siempre que beneficie a Genos, ¿realmente ganaría la ira del duque?”

Ese era el mismo argumento que había planteado Zasshuma.

Sin embargo, negué con la cabeza, “No. Ahora que se han expuesto los crímenes del anterior conde Turan, el duque Genos está muy preocupado por cómo se ven las cosas externamente. Aunque Genos es una ciudad fronteriza, también es uno de los lugares más prósperos de toda Selva, por lo que aparentemente la capital lo considera una amenaza potencial”.

“Cierto…”

“Normalmente, no sería permisible que Genos empleara medidas comerciales tan agresivas hacia Dabagg, por lo que si el culpable detrás de todo esto estuviera tratando de usar tácticas comerciales inapropiadas justo en las narices del Duque Genos, ¿no tendría sentido para ellos? enfrentar la regulación?”

“¿Qué estás tratando de decir exactamente?” Meilos preguntó, con una mirada amarga en su rostro. Volviéndome hacia él, seguí adelante y expresé mi conclusión.

“No es tan complicado. Solo quiero informar al Duque Genos de la situación actual. Después de todo, él tiene la autoridad para decidir todo.”

“Ah, no, no tiene ningún deber de actuar aquí, Sir Asuta, por lo que no podemos pedirle que haga algo tan peligroso como pedirle al duque que…”

“No sería nada tan oficial como una petición. Haré que un noble con el que estoy familiarizado le informe al duque sobre esto.”

“¿Un conocido noble? Yo mismo soy de una rama de la casa de Dabagg, pero alguien sin rango no puede legítimamente llamarse noble. Confiar en alguien así podría llevarte a la ruina”, dijo Meilos con su voz ronca. Parecía que Dabagg también tenía una política que decía que necesitabas ser parte de un linaje con lazos con la nobleza para asumir un cargo público.

Para tranquilizar al hombre, sonreí y dije: “Oh, ¿en serio? Pero no hay nada de qué preocuparse. El hombre del que estoy hablando tiene una posición en la que puede hablar libremente con el duque Genos, y ha actuado como intermediario entre la gente del borde del bosque y el duque antes.”

Digola dejó escapar un sonido extraño, “¿Oh? P-Por favor espera. Para que alguien pueda hablar libremente con el Duque Genos… ¿De qué alto rango estamos hablando?”

“Su nombre es Polarth, y es el segundo hijo de la casa de Daleim”.

Como el segundo hijo de la casa principal, Polarth habría heredado un rango. Supuse que eso les ayudaría a estar tranquilos, pero inesperadamente, Digola había comenzado a temblar.

“Eso no puede ser… El segundo hijo de un conde posiblemente no podría formar lazos con alguien que ni siquiera es un noble…”

“Bueno, sería una historia demasiado larga para entrar ahora, pero nos conocimos por casualidad”.

“Señor Asuta, creo que ha llevado esta broma lo suficientemente lejos”, intervino firmemente Meilos. “Es posible que estés sufriendo algún tipo de malentendido. Si hablas descuidadamente con alguien en esa posición, podría generar tantos problemas como solicitar al Duque Genos directamente”.

“E-Eso es correcto. Por favor, tenga más cuidado, Sir Asuta, por su propio bien”, agregó Digola, que por alguna razón ahora palidecía y parecía que estaba a punto de llorar mientras forzaba una sonrisa. Mientras me preguntaba qué demonios estaba provocando esta reacción exagerada, de repente escuché una risa abundante a mi lado.

Enderezándose con un sobresalto, Meilos y Digola miraron la fuente de esa risa. En cuanto a quién había venido, no era otro que Zasshuma. “Lo lamento. Puedo ver que esto no está llegando a ninguna parte rápidamente, ¿así que te importa si interrumpo, Asuta?”

“Adelante…” respondí mientras miraba dudoso al guardaespaldas.

Dejando a un lado su expresión compuesta de antes, Zasshuma ahora lucía una sonrisa maliciosa.

“Así que ustedes, amigos de Dabagg, no pueden creer que las personas del borde del bosque, que son vistos como de clase especialmente baja incluso entre los plebeyos, puedan forjar lazos con un noble de élite, ¿eh? Pero creo que si te dijéramos los detalles, serías capaz de entender”.

“N-Nosotros ciertamente no llamaríamos a la gente del borde del bosque de clase baja…”

“Era solo una forma de hablar, así que no te preocupes tanto por eso. Para ir al grano, Sir Digola y Sir Meilos, fue la gente del borde del bosque la que provocó la caída del anterior Conde Turan, Cyclaeus.” Mientras la pareja se sentaba en completo silencio, Zasshuma estalló en una sonrisa aún más amplia. “Puede sonar difícil de creer, pero esa es la verdad. Cyclaeus usó a algunas personas del borde del bosque para cometer crímenes, por lo que para redimirse de ese fracaso, terminaron derribándolo. Y en el proceso, forjaron lazos con varios nobles, comenzando con el segundo hijo de la casa de Daleim”.

“Al-Algo tan completamente ridículo no podría ser cierto…”

“Aunque sea ridículo, es un hecho. Y yo era parte de otro grupo que trabajaba para acorralar a Cyclaeus desde una dirección diferente. Al final, nos unimos a la gente del borde del bosque para hacer la cuenta regresiva”. Mientras contenía la respiración y escuchaba el discurso de Zasshuma, me quedé preguntándome si realmente estaba bien revelar todo eso. “Así que no tienes por qué preocuparte. Después de todo, supuestamente el segundo hijo de la casa de Daleim pasa por la tienda de Asuta al menos una vez cada diez días. No sería ningún problema pedirle que le entregue un mensaje al duque Genos.”

Digola y Meilos se quedaron sentados allí, sin pronunciar una palabra.

“Por cierto, Asuta se ha desempeñado como chef de banquetes en la ciudad del castillo, por lo que conoce personalmente al Duque Genos. Si puede obtener el permiso de los principales jefes de los clanes, ni siquiera tendrían dificultades para ir directamente al duque”.

La pareja estaba cada vez más pálida.

“Ah, pero supongo que sería el primer hijo del duque, Lord Melfried, quien hablaría con los principales jefes de los clanes. Aun así, me imagino que ese hombre escucharía aún más atentamente lo que tendrían que decir”.

“¡El primer hijo del D-Duque Genos…!”

En este punto, el rostro de Digola estaba tan pálido como un cadáver. Meilos, mientras tanto, estaba agarrado a los reposabrazos de su silla, su rostro delgado goteaba sudor frío.

“De hecho, también conozco al hombre, y Lord Melfried valora la ley en un grado casi aterrador. Si alguien por ahí ha representado algún complot astuto para llenarse los bolsillos, seguramente no escatimaría esfuerzos para verlos llevados ante la justicia… Por supuesto, eso suponiendo que los criminales vinieran de Genos.”

“¡N-No hicimos nada malo!” gritó Digola, derribando su silla mientras se ponía de pie.

Y con la mirada fija en la figura regordeta del hombre, Zasshuma sonrió y dijo: “Ya veo. Entonces supongo que no tienes nada de qué preocuparte. Después de todo, el duque Genos y su hijo no tendrían ningún interés en las disputas internas de Dabagg. No importa cuánto sufra la gente de Dabagg, no tendría nada que ver con Genos”.

No había nada que el hombre pudiera decir.

“Tal como dijo Asuta al principio, si algún negocio sospechoso es parte de las maquinaciones del señor de la tierra, nadie puede revocarlo. Pero si es el complot de una sola persona, entonces seguramente el gobernante de la tierra querría hacer algo al respecto, ¿verdad?”

“¿Qué es exactamente lo que estás tratando de decir, Zasshuma? Es posible que mi estómago empiece a gruñir pronto. Ese comentario había venido de Dan Rutim, quien había estado jugueteando con su bigote mientras parecía aburrido todo el tiempo.”

Cuando Zasshuma se giró para mirar al cazador, tenía una sonrisa audaz. “Dijeron que la gente de los ranchos ha estado sufriendo pérdidas desde la caída de Cyclaeus, ¿verdad? Así que alguien debe haber estado tomando esas ganancias. Si fueron los señores de Genos o Dabagg quienes se beneficiaron, entonces nadie tiene derecho a quejarse. Pero si alguien más se llena los bolsillos debajo de las narices de sus gobernantes, ciertamente podrían enfrentar el juicio como resultado”.

“Hmm, todavía no lo entiendo del todo”, dijo Dan Rutim, pero sabía lo que estaba insinuando.

En realidad, solo mirar las caras de Digola y Meilos fue suficiente para dejarlo dolorosamente claro. No fue Torst o algún subordinado debajo de él que se embolsó ese dinero. No, fueron estos hombres, quienes informaron falsamente que Genos estaba obligando a bajar el precio de la carne de karon.

“El señor de Dabagg seguramente recibirá un mensajero del castillo de Genos muy pronto. Y si se entera de algunos rumores falsos que sugieren que se estaban utilizando amenazas para obligar a bajar el precio de Karon, bueno, estoy seguro de que no se quedará callado al respecto. No importa cuál sea la verdad del asunto, estoy seguro de que ambos señores se unirán para verlo salir a la luz”, concluyó Zasshuma con una amplia sonrisa.

El par de criminales se quedaron estupefactos, incapaces de ofrecer ni una sola palabra en respuesta.

***

“Eres más calculador de lo que pensaba, Zasshuma”, le dije mientras viajábamos en el vagón que se balanceaba.

“¿De qué estás hablando?” preguntó el guardaespaldas, girándose en mi dirección con una mirada dudosa.

“Sospechaste de Digola y Meilos desde el principio, ¿no? Y me incitaste a ver cómo reaccionarían, ¿verdad?”

“Haces que suene mal, diciendo que te incité. Pero no importa cuán astutos puedan haber parecido, no podría llamarlos exactamente criminales sin ninguna prueba, ya sabes. Así que me contuve de agravar las cosas hasta que tuve total confianza al respecto”.

“Entonces, ¿por qué no decirnos eso desde el principio? Fue bastante turbio de tu parte” dije. Entonces un pensamiento de repente vino a mi mente. “Ahora que lo pienso, todo eso de pretender ser un grupo de comerciantes para atrapar al clan Suun fue un complot inventado por usted y Melfried, no por Kamyua, ¿verdad? Supongo que debería haber sido obvio para mí desde el principio que eras un tipo complicado.”

“Chico, eso es algo  de historia antigua que estás sacando a relucir.

¿Realmente lastimé tanto tus sentimientos?” Mientras se frotaba la mejilla sin afeitar, Zasshuma se inclinó más cerca de mí, luciendo preocupado.

Mientras le devolvía la mirada, respondí con una sonrisa forzada: “No. Estoy más aliviado de que no seas el tipo de persona que dejaría así el rancho de tu familia. Aunque he estado pensando que no eres muy sincero acerca de tus sentimientos hacia ellos”.

“Bueno, no es como si fuera tras esos criminales por ellos. Fue solo una justa indignación, eso es todo”.

Con un encogimiento de sus voluminosos hombros, Zasshuma volvió su mirada fuera del carro. Todavía estábamos dentro del territorio Dabagg, dirigiéndonos por una calle bordeada de árboles que conectaba el pueblo y los ranchos.

Dado que el sol ahora estaba bastante alto en el cielo, la luz del sol se filtraba a través de los árboles, creando sombras en el suelo. El plan era que primero pasaríamos de nuevo por el rancho Malotta y luego regresaríamos a Genos.

“¿Qué pasará con Digola y Meilos ahora?”

“Ninguna pista. Dependerá de cuánto hayan enojado al señor de Dabagg, pero me imagino que al menos no les cortarán la cabeza. Probablemente solo tendrán que dejar de vivir de sus cálculos y volver a perseguir traseros de karon en su lugar.”

La noticia de sus fechorías se extendería por todos los ranchos en poco tiempo. Si Digola se ganaba la ira de los dueños del rancho, la indignación resultante probablemente alcanzaría al Conde Dabagg y lo obligaría a dictar sentencia antes de que llegara el enviado de Genos.

“Entonces, incluso en una ciudad pacífica como esta, hay personas que intentan hacerse ricas, ¿eh?”

“Así es. Siempre va a haber delincuencia en cualquier lugar donde la gente se reúna”.

Mientras hablábamos, apareció a la vista el rancho Malotta. Miza estaba sacando un enorme barril de madera del granero y nos saludó con una sonrisa. “Oh, ¿te vas? ¿Al menos pudiste comer un delicioso karon en la ciudad?”

“Si lo hicimos. De hecho, podría haber comido un poco en exceso”, dije con una sonrisa mientras saltaba del vagón.

Zasshuma también se bajó y se paró a mi lado. “¿Siguen Alma y los demás en el pasto? Al menos nos gustaría despedirnos brevemente de ellos también”.

“El sol alcanzará su punto máximo pronto, por lo que probablemente estén regresando. ¡Pero más importante…!” Miza declaró, ignorando a su hijo y girándose en mi dirección. “¡Esa carne de giba seguro que era algo bueno!

¡Estaba tan sabroso como nuestro karon, y todo lo que necesitó fue echarlo en la olla para la cena!”

“Ah, ¿ya lo intentaste? Bueno, me alegra saber que fue de tu agrado.”

“El sabor era un poco fuerte, pero cuanto más lo comía, más sentía que esa era la parte más importante. Si pueden conseguir carne tan buena, me imagino que la gente de Genos no comprará karon por mucho más tiempo”.

“No creo que sea necesariamente así como resultará. Giba y karon tienen cada uno un delicioso sabor propio. Y además, en primer lugar, no sería posible proporcionar suficiente carne de giba para toda la población de Genos.”

“Ah, ¿de verdad? Bueno, eso es un alivio”, dijo Miza con una sonrisa, todavía sosteniendo ese barril de aspecto pesado.

Fue entonces cuando Myme habló, habiendo aparecido allí a mi lado en algún momento. “Um, ¿eso es leche karon? Si no te importa, ¿podrías venderme un poco? Solo diez botellas serían suficientes.”

“Ooh, ¿quieres comprar leche karon? Aquí solo tenemos barriles como este, para venderle al lechero”.

“¡Oh, compré botellas en la ciudad, así que me encantaría comprar algunas si no te importa!”

“Lo siento, pero ¿podríamos comprar veinte botellas también?” Reina Ruu gritó desde atrás.

“Te lo agradezco”, dijo Miza con una sonrisa. “La leche Karon se estropea tan fácilmente que es difícil encontrar compradores. Diez botellas serían cinco monedas rojas y veinte costarían diez.”

“¿Eh? Eso es realmente barato. Si lo compráramos en Genos, costaría el doble”.

“Eso es para pagar a los transportistas. Después de todo, se necesita un día completo para ir de Dabagg a Genos y viceversa”.

Siendo ese el caso, decidí seguir adelante y comprar diez botellas yo mismo. Como no tendríamos tiempo para preparar comidas para mañana, habíamos planeado tomarnos el día libre de nuestro negocio en la ciudad de correos y usaríamos ese tiempo para aprender una variedad de platos de Mikel.

“Entonces sigamos adelante y separemos esto en botellas. Recolectaré más para el lechero después de que hayamos comido.”

“Gracias, eso es de gran ayuda”.

Nos dirigimos al establo con nuestras botellas, justo cuando todos comenzaban a llegar del pasto. Alma caminaba a la cabeza del grupo y nos saludó con una sonrisa. “Hey. ¿Esos invitados tuyos regresan a Genos, Zasshuma?”

“Sí, pero nos detuvimos para charlar un poco primero”.

Zasshuma bajó la voz y comenzó a explicar lo que pasó con Digola y Meilos. Después de escuchar la historia, Alma se quedó completamente asombrada.

“¿Qué demonios? ¿Así que Digola solo estaba mintiendo acerca de que los nobles de Genos bajaron el precio del karon?”

“Lo más probable es que sí. Un hombre llamado Meilos a cargo de asuntos externos estaba involucrado, y deben haber estado guardando las monedas que se suponía iban a ir a todos ustedes.”

“Haha… Seguro que es astuto de su parte. Aun así, también fue un error de nuestra parte dejarles todos los cálculos de dinero a ellos”.

“Eso es seguro. Tú eres el que se dirige a las reuniones de la empresa en lugar de mi viejo ahora, ¿verdad? No importa quién termine como el sucesor de Digola, debes estar atento para asegurarte de que no esté causando ningún daño”.

“Entiendo. ¿Qué pasa con todos los de los otros ranchos?

“Todavía no lo saben. Pensé que podría hacer que actuaras como mensajero. Después de todo, tenemos que volver a Genos.”

“De acuerdo entonces. Todos iremos a correr la voz sobre Digola esta noche.”

Con la mirada en su rostro brillante y alegre todo el tiempo, Alma llamó a un pastor que estaba cerca.

“Oh, ¿podrías también decirles a todos que pronto vendrá un equipo de investigación del castillo de Genos para determinar la verdad del asunto? De lo contrario, esos dos podrían seguir insistiendo en que fue Genos quien obligó a bajar los precios”.

“¿Qué? ¿Realmente enviarán gente aquí?”

“Ni idea. Pero es importante asegurarse de que Digola piense eso”.

“Haha, te has vuelto bastante astuto, Zasshuma”, dijo Alma mientras golpeaba el hombro del guardaespaldas con el dorso de la mano. Con una expresión idéntica, Zasshuma hizo lo mismo. “Bueno, nos vemos a la vuelta. Simplemente no dejes que pasen otros dos años antes de que vuelvas a mostrar tu cara por aquí, ¿de acuerdo?”

“Ya veremos. No puedo prometer nada, pero bueno, lo tendré en cuenta.

Con eso, Alma partió junto al pastor. Probablemente iban a ir a los otros ranchos en totos o algo así para difundir la noticia.

Después de ver al hombre irse, Zasshuma frunció ligeramente el ceño cuando vio a la última persona que regresaba del pasto. Eso fue porque el hombre bastante bajo y corpulento no era otro que Malotta.

Solo lo había visto inclinado ayer, así que no había podido decirlo, pero era incluso más bajo de lo que había imaginado. A lo sumo, medía alrededor de 160 centímetros de alto. Con una mirada agria en su rostro, pasó junto a nosotros sin siquiera mirar, pero luego Zasshuma gritó: “Espera”. Malotta se dio la vuelta con una mirada sospechosa, solo para que Zasshuma le arrojara al hombre una gran bolsa de tela que había sacado de la carreta. “Son hojas de neón. Tómalos como nuestro agradecimiento por la comida de ayer.

“Esa comida fue para mostrar nuestro agradecimiento por esa carne giba o lo que sea…”

“Entonces digamos que es para que Alma y mamá nos muestren el rancho. No tenemos ningún uso para las cosas, así que tómalas.” Malotta estaba mirando a su hijo, que era más de media cabeza más alto que él, y parecía claramente disgustado. Devolviendo esa mirada, Zasshuma continuó: “Además, puede que no sea asunto mío, pero déjame decir una cosa. En este momento, los clientes de este rancho en Genos están reconsiderando todos los ingredientes que compran. Además, es probable que Digola sea destituido pronto de su puesto como jefe de la firma, tal vez incluso esta noche. Entonces, ¿no crees que deberías aprovechar la oportunidad para reevaluar tu propio negocio?”

“¿Reevaluar nuestro negocio?”

“Sí. En este momento, el karon que crías en este rancho y los que se crían sin ningún cuidado real en el rancho de Digola se venden juntos, ¿no es así? ¿No tendría sentido negociar con Genos, de modo que el karon de primera clase se vendiera a un precio adecuado y el karon de menor calidad se vendiera por menos?”

“No veo por qué debería escuchar comentarios impertinentes de alguien como tú…”

“Eso es cierto. Así que date prisa y dale el rancho a Alma ya. Debería ser capaz de al menos calcular las ganancias y pérdidas potenciales allí. Un anciano débil tiene que dar un paso atrás en algún momento para entrenar a un sucesor, ¿sabes?” Zasshuma dijo con una sonrisa descarada. “Puedes seguir criando finos karon como siempre lo has hecho. Tienes un heredero confiable, así que déjalo que se encargue del resto de las cosas problemáticas. Lo manejaría mucho mejor que alguien como yo.”

“Hmph…” Malotta resopló, arrebatándole la bolsa a Zasshuma. Luego se dio la vuelta en silencio y caminó hacia la casa.

Cuando su padre se fue, el guardaespaldas llamó a la espalda baja pero corpulenta del anciano: “¡Nos vemos! No vayas a patear el balde antes de que nos encontremos de nuevo, ¿de acuerdo, viejo?”

“Preocúpate por ti mismo antes de preocuparte por alguien más… idiota hijo mío”.

Con eso, Malotta desapareció detrás del edificio.

Una vez que desapareció de la vista, Dan Rutim felizmente proclamó detrás de nosotros: “¡Sí, ese es el camino! ¡Un padre y un hijo siempre deberían poder entenderse así!”

“No empieces a gritar ese tipo de tonterías de la nada, Dan Rutim”.

“¡No es una tontería! ¡Incluso si estabas hablando groseramente, tus sentimientos hacia tu padre se hicieron tan claros como el agua, Zasshuma!”

“Oh, cállate”, replicó Zasshuma con una risa tensa.

“Ahahaha”, me reí, pero de repente sentí un fuerte tirón en mi brazo. Era Ai Fa, frunciendo el ceño y acercando mucho la cara.

“¿Hmm? ¿Qué pasa, Ai Fa?”

“Esa es mi línea. ¿Por qué lloras así, Asuta?” Ai Fa susurró, teniendo cuidado de que nadie más lo notara.

“No lo estoy”, respondí, limpiando rápidamente debajo de mis ojos. “Es solo que ver a esos dos, padre e hijo, hablando así realmente tocó una fibra sensible en mí. No es algo que se vea a menudo en el borde del bosque”.

El líder de mi clan se quedó mirándome en silencio. “No es nada serio, así que no tienes que mirarme así”.

Para ocultar mi vergüenza, golpeé a Ai Fa en la nariz. Instantáneamente, se puso roja como una remolacha y apretó su cabeza contra mi mejilla.

“Owww. Lo siento, solo estaba bromeando, pero no debería haber hecho eso”.

“¿Qué están haciendo ustedes dos? Mira, el resto del grupo ya está de vuelta.”

Tal como había dicho Dan Rutim, las mujeres habían regresado del granero, sosteniendo varias botellas.

En este punto, el sol ya se acercaba a su punto máximo.

Fue entonces cuando Dan Rutim nos miró a mí y a Ai Fa y proclamó en voz alta: “Ahora bien, ¿qué tal si regresamos al borde del bosque? ¡Estoy seguro de que las mujeres deben estar preparando una cena deliciosa y esperando nuestro regreso!”

“Supongo que estas en lo correcto. Vamos”, respondí con una sonrisa. Con la cara todavía roja, Ai Fa me dio una patada ligera en la pierna.

Y así, nuestro viaje de dos días a Dabagg finalmente llegó a su fin.