Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 17

Capitulo 4: Una Trama Menor

Parte 1

“Aparentemente, son bandidos buscados. Deben habernos elegido como su presa después de vernos comer esa gran cena. Por supuesto, estoy seguro de que también querían vengarse de nosotros por lo que sucedió en el comedor”, dijo Zasshuma.

Ahora era la mañana siguiente. Caminábamos por una calle en la ciudad postal, que todavía no tenía mucho tráfico peatonal.

La noche anterior había terminado con nosotros llamando a los guardias y entregándoles a los criminales, pero Zasshuma era el único presente para eso, así que nos estaba explicando todo ahora, temprano en la mañana.

“El robo es un delito grave, y dado que ya eran buscados, incluso si evitan la pena de muerte, serán castigados de una manera que garantice que nunca más puedan volver a cometer ningún delito. Y ciertamente no les quedará la fuerza para dirigirse a Genos en busca de venganza, así que no creo que haya nada de qué preocuparse en ese frente”.

“Ya veo. ¡Entonces eso es lo suficientemente bueno para nosotros!” Dan Rutim respondió por el grupo. Actualmente, nos dirigíamos a pie para reunirnos con la gente de la empresa en el ayuntamiento, después de haber dejado nuestros totos al cuidado de La Gota Ramam.

Aunque no estaba tan familiarizado con el concepto, aparentemente en ciudades como esta, existían empresas para administrar varios tratos comerciales. Había uno para carnicerías y otro para posadas, y los representantes de esos negocios de la ciudad actuaban como miembros de sus respectivas firmas. Por ejemplo, incluso en la ciudad postal de Genos, Milano Mas, Naudis y Nail eran todos miembros de una empresa que manejaba todo tipo de mediación comercial para evitar que se formaran demasiadas fricciones.

Habíamos pedido una reunión para entablar lazos con la gente de la empresa que administraba los ranchos karon de Dabagg.

“Para refrescarte en lo que expliqué ayer, el jefe de la firma es un tipo llamado Digola que dirige un gran rancho al sur. Estos tipos pasan más tiempo en la ciudad obsesionados con los cálculos de dinero que con sus ranchos, así que ten cuidado de no terminar en malos negocios, ¿de acuerdo?”

“Sí, entendido”.

Mientras nuestro grupo de trece caminaba por la ciudad postal, eventualmente apareció un gran edificio de piedra. Esa fue la residencia del señor de Dabagg. Realmente no había tanto territorio en Dabagg aparte de los ranchos, así que en lugar de construir una ciudad castillo, parecía que simplemente tenían un muro de piedra alrededor de la mansión y un cuartel destinado a albergar a varios cientos de soldados. Esos soldados patrullaban Dabagg día y noche, incluidos los ranchos, y protegían la ciudad y su karon de los bandidos.

“Genos y Banarm están gobernados por duques, pero para Dabagg es un conde, ¿correcto?”

“Sí es cierto. Es raro que el título de duque se conceda a alguien tan lejos en la frontera. Y normalmente sería impensable que los señores de territorios tan pequeños como las tierras de Daleim y Turan sean considerados.”

Ahora que lo pensaba, estaba bastante seguro de que Polarth había dicho algo similar en el pasado.

“Aun así, ya sean duques o condes, todos siguen siendo nobles. Incluso si me he acostumbrado a tratar con ellos a través de mi trabajo como guardaespaldas, no te encuentras exactamente con muchos que sean dignos de respeto. Todos son demasiado formales o demasiado altivos”.

“Entonces, ¿en qué categoría cae el señor de Dabagg?”

“Ninguna pista. No tengo ningún interés en acercarme al tipo que gobierna mi ciudad natal. Incluso en el ayuntamiento al que vamos, lo más que encontrarás son funcionarios de poca monta que corretean haciendo recados.”

Nos dirigimos al norte hacia la mansión del señor, y luego Zasshuma giró por una calle a la derecha. Las calles se construyeron radialmente hacia afuera desde la residencia del señor en el centro, y el ayuntamiento donde se reunía la firma estaba un poco hacia el este.

La ciudad ciertamente no era muy grande. Después de todo, solo tomó una caminata de unos diez minutos desde La Gota Ramam antes de que Zasshuma se detuviera y dijera: “Estamos aquí”. Había una hilera de edificios, todos más grandes y mejores que los que se podían encontrar en el resto de la ciudad postal, alineados allí. Aunque el ayuntamiento era un edificio de una sola planta, era del tamaño de los centros comunitarios que conocía en casa.

Cuando Zasshuma llamó a la puerta, apareció un joven con una espada colgando de su cadera. “Ustedes son los visitantes de Genos, ¿correcto? Han estado esperando tu llegada. Con el joven guiándonos, avanzamos por un pasillo. Una vez que llegó a una puerta específica, el hombre se detuvo y luego declaró en voz alta: “¡Perdón por la interrupción! ¡¡He traído a los invitados!!”

Dentro había lo que parecía ser una sala de conferencias increíblemente espaciosa. Había numerosos asientos alineados en filas ante una mesa ancha, detrás de la cual había dos hombres en los asientos centrales.

“Bienvenido a Dabagg. Continúe y tome los asientos que desee.”

Ambos hombres de mediana edad tenían apariencias bastante típicas de los occidentales. Uno tenía una constitución robusta, mientras que el otro era más bien delgado en comparación. Era el hombre regordete que nos había llamado. Llevaba el atuendo de tela de un comerciante, mientras que el tipo delgado vestía lo que parecía ser seda de alta calidad.

“Soy el jefe de la empresa que administra los negocios de los ranchos karon, Digola, y este es Sir Meilos, quien maneja los asuntos externos de Dabagg. Como viniste desde Genos, me aseguré de invitarlo a esta reunión”.

“Gracias por levantarte tan temprano para nosotros. Soy Asuta del clan Fa, y soy una persona del borde del bosque que dirige un negocio en la ciudad postal de Genos”, dije con una reverencia, actuando como representante de nuestro grupo.

El regordete Digola tenía una sonrisa amistosa, mientras que Meilos nos miraba bastante nervioso. Al igual que su apariencia física, sus personalidades también parecían ser completamente opuestas.

“Se ha corrido la voz aquí sobre cómo la cocina giba se ha vuelto bastante popular en la ciudad postal de Genos, por lo que hemos estado ansiosos por conocerlos desde que escuchamos que el dueño de esos puestos venía aquí a Dabagg por negocios.”

“Me siento honrado. Estamos muy agradecidos por lo amables que han sido todos”.

Supuse que sería bastante difícil para ellos encontrar algún beneficio en llevar carne de giba a una ciudad karon como Dabagg, por lo que esta amistosa recepción fue más que un poco inesperada.

En cualquier caso, nos adelantamos y ocupamos nuestros asientos. Tal como lo habíamos acordado de antemano, Ai Fa, Reina Ruu, Zasshuma y yo ocupamos la primera fila. Meilos frunció el ceño aún más al ver a Ai Fa sentada allí vestida como un cazador, pero finalmente no hizo ningún comentario.

“Entonces, ¿qué es exactamente lo que deseas discutir? ¿Tal vez tendremos la oportunidad de probar algo de esa famosa carne de giba?”

“Por supuesto. Hoy trajimos cecina de giba y salchichas”.

“Ooh, ¿salchichas giba?” Digola repitió como un loro, inclinándose hacia adelante con una mirada de gran interés.

Sostuve mi bolso de cuero hacia él. “Como se mencionó ayer, me gustaría tomar prestada su cocina si puedo. Naturalmente, también sería posible probarlos tal como están, pero creo que podrías comparar sus gustos mucho mejor si estuvieran completamente preparados”.

“Sí, como quieras. Aunque como dije ayer, solo pudimos preparar una pequeña cocina para preparar comidas ligeras.”

“Eso será suficiente”.

“Entonces haremos que alguien te lleve allí”.

Con una sonrisa, Digola miró hacia Meilos, quien aplaudió en silencio. En respuesta, apareció un soldado vestido de manera similar al joven de antes.

Aunque solo pude ver a Digola y Meilos en la habitación, parecían haber preparado un buen número de guardaespaldas. Pero, bueno, eso probablemente tenía sentido cuando se trata de un grupo como el nuestro, cuyos antecedentes no pudieron confirmar.

Como habíamos planeado, el grupo que se dirigía a la cocina estaba formado por mí, Ai Fa, Reina Ruu y Myme de la fila detrás de nosotros. El jefe de mi clan estaba allí para protegernos, Reina Ruu para actuar como mi asistente de cocina y Myme simplemente nos acompañó como espectador.

“Por aquí.”

Nos condujeron a través de una puerta a otro pasillo, pero no en un viaje serpenteante. En cambio, resultó que la puerta justo enfrente de donde salimos era la entrada a la cocina. Como habíamos pedido usar uno con anticipación, deben haber elegido la sala de conferencias más cercana.

Cuando entramos, descubrí que era una cocina modesta de unos diez metros cuadrados, con una estación de trabajo en el medio y dos estufas de piedra a lo largo de la pared derecha, mientras que la pared opuesta tenía un estante lleno de utensilios de cocina.

Elegí una olla que me pareció adecuada y la llené con abundante agua de un cántaro. Luego agregué tres barras de salchichas de la bolsa de cuero y calenté una sartén vacía sobre la otra estufa.

“Reina Ruu, ¿podrías preparar los platos de madera? La porción de Myme estará lista en breve”.

La segunda hija de Ruu ya sabía lo que había en el menú, por lo que colocó siete platos encima de la estación de trabajo. De esos, dos estaban destinados a Myme.

“Estos son platos realmente simples, así que no te hagas ilusiones demasiado, ¿okay?”

“¡Okay! Aun así, el solo hecho de que estamos hablando de tu cocina giba es suficiente para aumentar mis expectativas por sí mismo…”

Myme estaba mirando mis manos, parecía un cachorro moviendo la cola. Pensando para mis adentros que las recetas de hoy no eran nada tan especial, coloqué el tocino giba encima de una tabla de cortar. Si bien les pediría que probaran la cecina ordinaria también, también quería que la gente de Dabagg probara este tocino giba, que requirió más esfuerzo para crear.

Con un cuchillo para carne, comencé a cortar rebanadas lo más delgadas que pude del bloque de tocino. Mientras hacía eso, noté que Ai Fa miraba al soldado apostado junto a la puerta y luego me susurraba: “Oye. El olor de esa carne de giba me está dando hambre. Puedes alimentarme con lo que sobró.”

“¿Eh? Bueno, deberíamos tener un poco de carne e ingredientes extra…”, respondí.

Reina Ruu tiró tímidamente de mi manga. “Um, en ese caso, ¿podría probar también? Es la primera vez que paso un día completo sin comer giba, así que parece que mi corazón lo anhela”.

“Hmm, supongo que debería seguir adelante y hacer más, entonces… Um,

¿te gustaría algo también?” Llamé al soldado que estaba de guardia.

“Estoy bien”, respondió brevemente. ¿Pensó que sería inapropiado comer mientras estaba de servicio o algo así? Bueno, en cualquier caso, pensé que cumplir los deseos de mis compañeros desde el borde del bosque importaba más que todo eso. Además, había planeado dejar que Myme hiciera una prueba de sabor desde el principio. Dejar a alguien fuera habría sido de mala educación, independientemente de cuántas personas participaran. Con suerte, solo pensarían en ello como una prueba de veneno o algo así. Satisfecho con mi razonamiento, corté cinco rebanadas de tocino y luego agregué dos salchichas más a la olla hirviendo.

Habíamos traído muchos ingredientes cuando partimos, en caso de que asistiera mucha gente de la firma. Mientras se calentaba la olla, también saqué un tino de la bolsa de cuero y corté en juliana la cantidad que necesitaba.

Después de eso, cociné el tocino giba. Como había usado costillas para el corte, no hubo necesidad de agregar grasa a la sartén. Todavía quedaba tiempo para que las salchichas terminaran de hervir, así que también agregué tres tiras de tocino giba a la olla grande de metal.

Un agradable sonido crepitante y un tentador aroma llenaron el aire. Eso solo fue suficiente para que mi estómago se sintiera como si estuviera a punto de gruñir, a pesar de que no había tenido hambre antes.

Suprimiendo mi hambre, volteé las tiras de tocino con su grasa crujiente, luego rompí un huevo de kimyuus sobre cada una de ellas. Aunque los huevos eran un poco pequeños, no eran diferentes en composición o sabor a los huevos de gallina. Como incluso podías comerlos crudos, seguí adelante y los hice con el lado soleado hacia arriba, tal como me gustaban.

En mi viejo mundo, escuché que muchos países extranjeros consideraban que comer huevos crudos era antihigiénico, por lo que aparentemente, incluso al hacer huevos fritos, se calentarían completamente por ambos lados.

Podía recordar una escena con huevos crudos en una taza de cierta película de boxeo del oeste, así que tal vez usaron huevos de gallina de Japón para eso… Mientras esas vagas reflexiones pasaban por mi mente, observé la parte clara de los huevos. se vuelven blancas, y las yemas anaranjadas se vuelven del tono correcto de amarillo.

Ahora que los huevos se calentaron correctamente, el tocino giba y los huevos estaban terminados. Dado que se utilizó tanta sal y pico para hacer el tocino en primer lugar, no hubo necesidad de agregar más saborizantes. Platos tan fáciles realmente eran una rareza.

Con una espátula de madera, recogí las porciones completas y deposité una encima de cada uno de los platos. Encima de cada trozo de tocino arrugado había un huevo frito resplandeciente.

Como no era el tipo de plato que necesitaba para practicar, habían pasado literalmente años desde la última vez que lo hice. Aun así, cuando percibí su olor y apariencia, seguro que se veía delicioso.

“Ahahaha. Parece bastante interesante, ¿no?” Myme dijo con una risa divertida, sus ojos brillando con anticipación. Ella ya había probado el tocino solo, pero esta sería la primera vez que lo come en un plato completo, que yo sepa.

“Adelante, pruébalo. Si le falta sabor, creo que también sería bueno agregar esto encima”.

“¿Qué es?”

“Es salsa de tomate. Algo que planeé usar con las salchichas. Había hecho un poco en casa usando el vinagre de mamaria de Banarm que me había dado Welhide, y lo traje.” Tomé una cuchara de madera y adorné cada plato con una cucharada del contenido de mi frasco pequeño.

Cortando su tocino solo con sus cucharas y brochetas, todos siguieron adelante y le dieron un mordisco. En el momento en que entró en su boca, Myme dejó escapar un suspiro de admiración. “¡Esta tierna carne ahumada es mucho más sabrosa cuando está frita! ¡Y parece ir muy bien con los huevos de kimyuus también!”

“¿Cierto? Freír fue la idea desde el principio. Necesita calentarse para que realmente muestre lo mejor”.

Los escasos bocadillos hechos con solo una rebanada de tocino y un huevo desaparecieron en sus bocas en un abrir y cerrar de ojos. Ver sus expresiones de felicidad realmente llenó mi corazón, si no mi estómago.

“Aun así, la sal y las hierbas son tan fuertes que te hacen querer no solo el huevo, sino también pan fuwano o verduras o algo para acompañar,

¿verdad?”

“Bueno, ya que usé tino y poitan para el plato de salchichas, no los usé en este.”

Como teníamos ese intercambio, las salchichas terminaron de hervir. Aunque se habían encogido un poco en el proceso de ahumado, ahora habían recuperado una buena parte de su gordura original. Una vez que los saqué del agua y sequé la humedad, los emparedé en pan de poitan grueso junto con el tino en juliana, luego lo cubrí con salsa de tomate y el sarfaal de especias similar a la mostaza, que había disuelto en agua.

Tal vez no hace falta decirlo, pero este plato era algo parecido a un hot dog.

Cuando Myme le dio un mordisco, la expresión de su rostro era más feliz que nunca. “¡Delicioso! Puedes hacer que las salchichas sean aún más sabrosas añadiéndoles agua, ¿verdad? ¡Tiene una textura tan suave que cuesta creer que sea carne ahumada!”.

“Gracias. Me alegro de que lo hayas disfrutado”, respondí con una sonrisa mientras freía el tocino para los chicos de la firma.

Reina Ruu parecía extasiada, y aunque Ai Fa permaneció inexpresiva, había una mirada increíblemente satisfecha en sus ojos. Realmente deben haberse estado muriendo por probar la carne de giba.

Mientras tanto, el soldado que había estado parado en la puerta realizando su trabajo había comenzado a tener una expresión en su rostro que era difícil de describir. Tal vez el aroma del tocino cocido estimuló su hambre, o tal vez fue atraído por la alegría de Myme y Reina Ruu… Supuse que probablemente eran ambos. Eso era lo mucho que parecían disfrutar de mi cocina.

“Si vendieras esto en la ciudad postal, sería increíblemente popular, ¿no crees? ¡Diría que es tan sabroso como las hamburguesas giba y el manju giba!”

“Sí, pero podría desagradar a las élites de Genos si el tocino y las salchichas se venden a un precio más bajo que la cecina. En cuyo caso, no será posible mantener el costo lo suficientemente bajo como para venderlo en la ciudad postal”.

Por eso quería ver si sería posible venderlos en otros pueblos.

Probablemente tampoco había muchas personas en otras ciudades que quisieran pagar nuestros precios más altos por cecina de giba para usar como raciones portátiles. Pero si estuviéramos hablando de algo tan sabroso como la carne fresca, sería posible tratarlo como un ingrediente de primera clase. Tendríamos muchas dificultades para producir tocino o salchichas en grandes cantidades de todos modos, por lo que sería suficiente para mí si pudiera atraer la atención de algunos glotones casuales.

En la actualidad, la principal opción para elegir a nuestro cliente seguía siendo Welhide y la gente de Banarm, ya que ya se había demostrado que tenían una opinión favorable sobre la carne de giba, pero también tenía la intención de ver qué tipo de recepción tendría la gente de Dabagg. lo daría, ya que eran un pueblo tan influyente en términos de carne.

Además, dado que estamos vendiendo carne y comidas de giba, eso convierte a Dabagg en un rival comercial. Me gustaría tratar de pasar por los canales adecuados para no generar rencores. Mientras ese pensamiento pasaba por mi cabeza, terminé de cocinar el tocino giba y los huevos para Digola y Meilos.

Como Reina Ruu tenía las manos libres, preparó rápidamente los pseudo- hot dog. Después de eso, colocamos la cecina, el tocino y las salchichas en un plato aparte, terminando nuestra preparación.

“Eso tomó un tiempo, pero ya terminamos”. Ante eso, el soldado asintió y abrió la puerta.

Regresamos a Digola y Meilos con nuestros platos giba en la mano, preparados para abordar nuestra tarea final aquí en Dabagg.

***

“Perdón por la espera. Esta es nuestra cocina giba”.

Dispusimos cinco platos encima de la amplia mesa. Eso incluía dos platos de tocino giba y huevos, dos de los pseudo-perros calientes, y luego uno con cecina, tocino y salchichas, todo servido junto.

Cuando se le presentaron esos platos, Digola entrecerró los ojos y pronunció: “Oh, Dios mío”, mientras Meilos fruncía el ceño en silencio.

“La carne frita tiene un aroma maravilloso. Oh, es tan bueno como karon.”

“Espero que el sabor sea de su agrado también”, dije con una reverencia, y luego tomé asiento junto con todos los demás.

Aparentemente sin dudar en absoluto hacia la carne de giba, Digola comenzó mordiendo el pseudo-hot dog. Mientras masticaba con grandes movimientos de su mandíbula, sus ojos se abrieron de par en par por la sorpresa. Luego, cuando Meilos comió un poco de tocino y huevos giba, las arrugas en su ceño fruncido se hicieron aún más profundas mientras se sentaba allí en silencio.

Por un rato después de eso, los dos siguieron comiendo sin decir una palabra. Mientras eso sucedía, Dan Rutim susurró en diagonal detrás de mí: “Asuta”.

“Ah bien. Todavía tenemos algo de carne de giba que sobró, así que consultaré con la posada sobre la posibilidad de pedir prestada una estufa cuando regresemos. Y si eso no funciona, estaba pensando que podríamos pasar por el rancho Malotta de camino a casa. Debería haber una oportunidad para que comamos un poco de cocina giba antes de regresar a Genos”.

“¡Vaya! ¡Has leído mi mente una vez más, Asuta!”

Después de darle una sonrisa a Dan Rutim, seguí adelante y me volví hacia la mesa, donde vi a Digola con una mirada estupefacta.

“Sir Asuta del clan Fa… Eso fue sorprendentemente sabroso. Nunca hubiera imaginado que la carne de giba fuera tan deliciosa…”

“Ya que todos saben lo buena que es la carne de karon mejor que nadie, me hace muy feliz escuchar eso”.

“Qué sabor tan impactante. Difícil de creer que sea tan bueno a pesar de ser carne ahumada… No parecías usar una mezcla particularmente diferente de hierbas y similares, en comparación con cómo se hace la cecina de karon, entonces, ¿cómo pudiste mantener tanto sabor?”

“Es porque prioricé el sabor sobre lo bien conservado que estaba. La carne grasosa aún conservaba gran parte de su jugosidad, ¿verdad? Todavía estoy experimentando exactamente cuánto durará, pero estaría feliz si siguiera siendo comestible incluso durante un mes. Además, usamos costillas en lugar de carne de pierna para hacerlo”.

“Ya veo. Pero, ¿qué pasa con estas salchichas? Parecían tan jugosos como la cecina tierna”.

“Creo que deberían durar un poco más. Allí también usamos mucha carne grasosa, pero se ahumaron durante la misma cantidad de tiempo que la cecina normal”.

“Hmm. Entonces, la cecina dura en este plato es del tipo común hecha de carne de pierna, ¿correcto? Tampoco es peor que la cecina de karon”.

Solo sus palabras me satisfacían, pero estaba más interesado en sus expresiones faciales. Por alguna razón, incluso mientras elogiaba el sabor de la carne de giba, parecía extrañamente desanimado.

“Este es un asunto grave…”, dijo Meilos a su lado, hablando por primera vez. Su voz era ronca y áspera, aparentemente perfecta para su comportamiento. “Y pensar que ahora se está suministrando una carne tan deliciosa en todo Genos… ¿Y dijiste que también deseas vender esta carne en Dabagg, Asuta del clan Fa?”

“Ah, sí. Pero existe la preocupación de que el precio de la carne de giba pueda subir en el futuro, así que no te pediré que hagas un trato con nosotros hoy. Además, también es cuestionable si la carne de giba se vendería en un pueblo como Dabagg, que tiene acceso a un suministro interminable de deliciosa carne de karon”.

“Entonces, ¿planeas venderlo a otras ciudades aparte de Dabagg? Escuché que recientemente Genos reabrió el comercio con Banarm”.

Apropiadamente para alguien a cargo de asuntos externos, parecía estar bien informado sobre las circunstancias.

“Correcto”, respondí honestamente con un asentimiento. “Afortunadamente, tenemos algunos lazos en desarrollo con personas de

Banarm, así que he estado pensando que tal vez podríamos hacer negocios allí”.

“Sí, esto ciertamente es grave… Por supuesto, no es como si estuvieras actuando con malicia aquí…”

Me sorprendió escuchar una palabra tan fuerte como “malicia” tan repentinamente. ¿Habían tomado en serio esto como una declaración de guerra contra Dabagg después de todo?

Aun así, Genos era una cosa, pero Banarm era en última instancia una ciudad productora de karon, por lo que no podrían haber tenido ningún trato significativo con Dabagg. Era difícil imaginar que Dabagg sufriera algún daño por hacer negocios allí.

“Sir Meilos, ¿no está de acuerdo en que debemos ser francos y abiertos sobre el asunto en este momento? Este Sir Asuta del clan Fa parece un tipo digno de confianza”, dijo Digola, sentándose un poco más derecho. “Sir Asuta, permítame revelar nuestra vergüenza oculta… Actualmente, Dabagg se encuentra en una situación bastante precaria”.

“¿Una situación precaria?”

“Así es. Ya que sois ciudadanos de Genos, debéis haber oído hablar de ello. Sobre cómo cayó el Conde Turan en el mes ceniciento. Ese fue el comienzo de todo”. Mientras su cuerpo regordete se balanceaba, Digola continuó. “Verás, el conde Turan estaba completamente a cargo de manejar la distribución de los alimentos que producimos en todo Genos. Todos los tratos relacionados con la carne y la leche que vendíamos pasaban por él”.

“Claro, he oído hablar de eso. Nosotros, la gente del borde del bosque, teníamos una relación significativa con el anterior jefe de la casa de Turan”.

“Sí, escuché que algunas personas del borde del bosque se confabularon con el Conde Turan y cometieron algún tipo de fechoría. Pero el conde era sincero y justo cuando se trataba de negocios. Incluso diría que para nosotros, él era un socio comercial ideal”.

Bueno, tal vez tenía sentido que Cyclaeus se ganara tal reputación fuera de Genos. Debe haber sido un cliente importante para Dabagg en particular, considerando que nunca escatimaba monedas cuando se trataba de adquirir ingredientes.

“Sin embargo, el Conde Turan cayó. Desde entonces, alguien más ha estado a cargo de los tratos comerciales con Dabagg. Así es como terminamos en esta situación tan inesperadamente”.

“¿Y qué situación es esa?”

“En pocas palabras, esa persona ha estado recortando los precios de nuestros productos. Me abstendré de dar números específicos, pero el precio del karon se ha reducido lo suficiente como para que sea bastante difícil mantener el estilo de vida que teníamos hasta ahora”.

“Eso es…” comencé a decir, pero me quedé sin palabras. Cierto que Alma había dicho algo parecido, pero no me imaginaba que las circunstancias fueran tan apremiantes.

“En particular, la situación se volvió mucho más grave después de que comenzó el comercio entre Genos y Banarm. La amenaza implícita parece ser que si nos quejáramos, comprarían su karon de Banarm en el futuro…”

“Eso es absolutamente escandaloso. ¿Cómo pueden salirse con la suya al imponerte demandas tan unilaterales?”

“No sé. Pero el hombre que se hizo cargo de los negocios en lugar del Conde Turan debe ser especialmente vicioso. Nuestro socio comercial más cercano siempre ha sido Genos, por lo que si cortan el comercio con nosotros, los propietarios de varios ranchos probablemente terminarán ahorcándose”.

Meilos intervino entonces. “Es precisamente porque él es consciente de nuestra situación que puede usar prácticas comerciales tan opresivas. Ahora que tienen un nuevo socio comercial en Banarm, Genos no tendría problemas para dejar de lado a Dabagg cuando lo deseen”.

En este punto, había caído en un estado de total confusión. Torst debe ser quien se hizo cargo de los negocios en lugar de Cyclaeus. Parecía una persona tan seria, aunque un poco débil, así que, ¿realmente podría estar dando vueltas más o menos amenazando a la gente de esa manera?

Sin embargo, a pesar de mis impresiones, no era como si estuviera muy familiarizado con Torst. Solo me había encontrado con él unas tres veces, y hablé con él personalmente durante unos minutos como máximo. Además de eso, Torst no era el único responsable de la circulación de alimentos como lo había sido Cyclaeus. Debe haber estado confiando en la ayuda del duque Genos hasta cierto punto, y estaba bastante seguro de que también estaba dividiendo la tarea con sus subordinados.

Sabía incluso menos sobre el duque Marstein Genos que sobre Torst. Al igual que Kamyua Yoshu, era un hombre realmente misterioso y parecía ser más calculador que la mayoría.

Entonces, ¿la gente de Dabagg está sufriendo debido a algún complot del propio Torst, uno de sus subordinados, o tal vez incluso Marstein?

Podía sentir amargas emociones cuajando en mis entrañas. Mientras me mordía el labio, miré a Zasshuma, que estaba sentada al otro lado de Reina Ruu. Dado que el rancho Malotta vendió karon a Genos, sería uno de los grupos que más sufriría tal situación.

Sin embargo, Zasshuma se mantuvo completamente sereno mientras miraba a Digola y Meilos, acariciando su barbilla cubierta de barba.

“Si una carne de giba tan deliciosa comienza a circular por todo Genos y Banarm en estas circunstancias… quedaremos en un gran aprieto, en una variedad de formas”, dijo Digola, como si estuviera a punto de romper en llanto. “En la actualidad, su cocina giba se ha vuelto muy popular en la ciudad postal de Genos, por lo que las ventas de carne de pierna de karon han disminuido un poco. Si las piernas karon y la cecina se convirtieran en algo que Genos ya no necesita, Dabagg tendría incluso menos valor para Genos…”

“P-Pero hay un límite en la cantidad de giba que se pueden cazar, por lo que no debería robar demasiadas ventas de carne de karon”.

Aun así, la gente del borde del bosque cazaba alrededor de cincuenta giba por día. Si fuera posible vender la mayor parte de eso en la ciudad, nos traería una tremenda prosperidad. Actualmente nos estábamos esforzando al máximo para ver ese sueño imposible.

Dicho esto, incluso si no eliminó por completo la demanda de carne de karon, todavía existía una posibilidad definitiva de que pudiera causar un daño grave. Había creído que no necesitaba sentirme particularmente culpable por ese hecho, ya que dependía de los clientes determinar qué carne preferían… pero esto era un asunto completamente diferente.

“Lo siento, pero ¿te importa si hablo un poco de esto con mi grupo…?” Pregunté después de un momento de vacilación.