Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 14

Capitulo 1: Un Nuevo Encuentro

Parte 2

En cuanto a las otras tres hermanas en rotación, eso se debió a que todas querían trabajar en la ciudad postal, y también fue gracias a que Rimee Ruu finalmente recibió el permiso de sus padres.

Cuando la mayor, Vina y Reina Ruu, iban a la ciudad postal todos los días, tuvo un impacto en su trabajo en la casa principal de Ruu, lo que aparentemente las llevó a adoptar este sistema.

Luego, cuando el sol alcanzaba su punto máximo, uno de ellos salía de los puestos junto conmigo, mientras que Ama Min o Morun Rutim vendrían a ayudar en su lugar. Habían reforzado su alineación de modo que, aunque ahora tenían dos puestos, siempre tenían tres personas presentes.

En cuanto a los puestos del clan Fa…

“Ah… E-Espero volver a trabajar contigo hoy…”, dijo Toor Deen, ahora de espaldas a mí.

Siguiendo  su   mirada,  encontré  al   otro   miembro  de   nuestro  grupo acercándose elegantemente.

“Me siento muy parecido”.

Era la ex hija mayor de la casa principal de Suun y actual miembro del clan Lea, Yamiru Lea.

Cuando decidí reforzar también la alineación de mis puestos, terminé reclutando a los clanes bajo el mando de Ruu. De inmediato, el jefe del clan Lea, Rau Lea, insistió firmemente en que tomara a Yamiru Lea.

“Es incómoda, carece de fuerza y no es tan hábil a la hora de cocinar. Así que, por favor, enséñele cómo se hace para que pueda preparar comida deliciosa como usted”. Había suplicado el joven jefe del clan Lea.

Luego estaba Li Sudra que vino a ayudar cuando el sol alcanzó su punto máximo, completando nuestro grupo completo de cuatro que dirigían los puestos del clan Fa.

“Bueno, entonces, vayamos. Cuida que nuestro equipaje no se caiga, ¿de acuerdo?”

“Por supuesto,” respondió brevemente Yamiru Lea antes de moverse hacia el carro, y Toor Deen se apartó de su camino, nerviosa.

Aun así, solía ponerse pálida con solo ver a Yamiru Lea, así que eso era un progreso. Si bien todavía se ponía un poco nerviosa, Toor Deen estaba tratando de formar un vínculo real con la niña mayor.

En el pasado, en el asentamiento de Suun, uno estaba en la cima mientras que el otro estaba subordinado. Pero ahora, Yamiru Lea y Toor Deen habían recibido nuevos nombres de clan y estaban tratando de vivir vidas nuevas y diferentes. Realmente fue un giro del destino que la pareja terminara trabajando juntos en la ciudad postal de esta manera.

Pero de todos modos, teníamos que ponernos en camino. Después de volver a colocarme en el asiento del conductor, tomé el camino hacia el sur y llamé a Yamiru Lea detrás de mí. “Cuando te acercaste, viniste desde la dirección de la casa de Shin Ruu, ¿no es así? ¿Te estabas reuniendo con Mida?”

“En efecto.”

“Parece que ha acumulado bastante resistencia, ¿no crees? Ludo Ruu ha estado diciendo que puede estar bien que se vaya pronto al bosque”.

“Ya veo.”

No parecía estar de muy mal humor. Así era como Yamiru Lea siempre actuaba últimamente.

Si el empujón llegaba a su fin, aún podría romper su misma lengua afilada, pero su expresión habitual se había vuelto mucho más suave y se sentía mucho menos como si se estuviera atormentando a sí misma. Honestamente, era difícil imaginar ahora cómo una vez había lucido una sonrisa fría con ojos como una serpiente venenosa.

“Aun así, ciertamente es impresionante que puedas preparar tanta comida todas las mañanas…” Yamiru Lea me llamó.

Últimamente me había dedicado a preparar las comidas para The Sledgehammer y The Great Southern Tree por la mañana, así que ya estaban cargadas en el vagón.

“No es tan importante. Tengo a la gente que vive cerca para ayudar con los preparativos simples, luego Toor Deen echa una mano con las partes más complicadas”.

“Hmm… Pero también les estás pagando monedas a esas mujeres de las que recibes ayuda, ¿no es así?”

“Sí, pero es un precio barato a pagar. Y el trabajo solo toma dos o tres horas más o menos”.

Pero durante este último mes y medio, los salarios por ayudar se aumentaron a dos monedas rojas por hora más un extra según la capacidad, lo que fue un aumento significativo. Teniendo en cuenta el período en el que lo mantuve en solo seis monedas rojas durante más de siete horas, esto fue más del doble. Y llegué a ese número tomando en cuenta el salario diario que se paga en la ciudad postal.

“Bueno, supongo que esos gastos no son nada en absoluto para el clan del Fa. Por lo que escuché, el clan Ruu ahora tiene más de veinte monedas de plata”.

“Ooh, ¿todavía les queda tanto después de comprar una carreta y dos totos? Solo ha pasado un mes y medio desde que empezaron a trabajar por sí mismos, así que seguro que es algo”.

El clan Ruu había comprado la carreta y los totos no solo por el bien de los negocios, sino también para los miembros de su clan. Su vagón era simple al por mayor sin techo, pero aun así, esa compra tenía que sumar más de tres monedas de plata en total.

Por cierto, una sola moneda de plata equivalía a mil monedas rojas o cien blancas. Y así, era la denominación de moneda más alta absoluta utilizada en la ciudad postal.

“Estoy seguro de que Tsuvai ha estado administrando cuidadosamente las finanzas. Pero aun así, esos son resultados realmente fantásticos”.

“No hay necesidad de seguir alabando a Tsuvai de esa manera. ¿No pudieron los Ruu ganar tal fortuna precisamente porque les asignaste tanto trabajo? Si el clan del Fa puede lograr crear todo lo necesario para las posadas sin problemas, entonces ¿qué necesidad hay de compartir eso con los Ruu?”

Como ya habíamos planeado hace un tiempo, ahora alternábamos con el clan Ruu cuando se trataba de proporcionar comida para las posadas.

Al principio, el clan Ruu había ofrecido sopa de giba mientras yo comía mi estofado de carne y chatchi y mi arrabbiata salteada con giba, pero ahora Reina Ruu y los demás también podían preparar esos platos, así que estábamos dividiendo las cosas por igual. Además de eso, ahora también pude ofrecer un plato nuevo a The Kimyuus’s Tail, así que Reina y Sheera Ruu estaban practicando para prepararlo.

“Aun así, el clan Ruu también compró el carro y los totos por el bien de los miembros de su clan, así que diría que fue una buena asignación de fondos. Y es mucho más saludable hacer cosas como esta que el clan del Fa simplemente acumule una fortuna, ¿no crees?”

“¿Cuánta fortuna ha acumulado el clan Fa…? Me interesaría escuchar, si está bien preguntar”.

“No tengo ninguna razón para ocultarlo. Mmmm, sumando nuestras reservas actuales, deberían ser alrededor de 37 monedas de plata”.

“Vaya, ¿entonces ni siquiera tienes el doble de lo que posee el clan Ruu?”

“Correcto. Eso es porque tenemos que comprar más carne de otros clanes que los Ruu”.

Al juntar lo que usábamos en las posadas y puestos con la carne fresca que vendíamos, actualmente estábamos usando 130 kilogramos de carne de giba por día en la ciudad de correos. Al convertir eso en un giba bastante considerable, estaría hablando de tres de ellos en carne.

Aproximadamente la mitad de eso provino del clan Fa, pero no había forma de que Ai Fa pudiera cazar la cantidad total por su cuenta. Y lo que es más, el clan Fa entró en su período de descanso de medio mes a partir de la mitad del mes ceniciento.

Para compensar, tuvimos que comprar cualquier extra que necesitáramos de otros clanes. Y habíamos revisado la tasa a 120 monedas rojas por giba, por lo que fue un gran gasto.

Pero, bueno, pensándolo de otra manera, significaba que al comprar tanta carne, nosotros Fa estábamos compartiendo nuestra riqueza con otros clanes.

“De todos modos, estoy muy contento por el hecho de que podamos vender tanta carne y tantas comidas en la ciudad de correos sin enfrentar una carga significativa. No es un problema en absoluto”, respondí con sinceridad.

Fortalecimos nuestro personal y optimizamos nuestro modelo de negocio. Gracias a eso, independientemente de cómo aumentamos nuestra carga de trabajo, pudimos seguir trabajando con una carga menor que antes. La mayor parte de la razón fue porque había comenzado a dejar mucho más al clan Ruu, y el resto fue que habíamos revisado nuestros horarios de trabajo.

Hasta ahora, habíamos permanecido en la ciudad postal durante cinco horas y media, incluidos los preparativos y la limpieza. Pero ahora, habíamos logrado acortarlo a unas tres horas y media.

Anteriormente, teníamos un período un poco en blanco entre las horas punta de la mañana y cuando el sol alcanzaba su punto máximo, e incluso una vez que había pasado, permanecíamos en la ciudad postal hasta que llegaba la hora programada. Eliminamos ese exceso de tiempo al restringir nuestras operaciones a justo antes y después de que el sol alcanzara su punto máximo.

Sin embargo, nuestras ventas en los puestos habían aumentado tanto que eso no fue un problema en absoluto. Nuestras comidas costaban una vez y media más de lo que solían costar y nuestro horario comercial se había acortado, pero teníamos más del doble de clientes que antes.

Supuse que se debía al hecho de que los nobles de Genos habían reconocido el sabor de la carne giba, así como la justicia que se estaba haciendo para todos esos criminales, lo que significaba que menos personas sentían la necesidad de evitar a la gente del borde del bosque.

Además, todo tipo de ingredientes desconocidos fluían hacia la ciudad postal uno tras otro, lo que hacía que las cosas fueran un poco caóticas. Como al menos tenía una idea de cómo usar esos ingredientes, tenía una gran ventaja. Gracias a eso, pude cobrar de frente sin preocuparme de que el aumento de los precios de la carne de giba nos hiciera tropezar.

Este fue realmente un momento crítico para nosotros, pero en el buen sentido. Después de todo, nuestro trabajo finalmente había llegado a la etapa en la que estábamos tratando de establecer realmente la cocina giba en Genos, para que no terminara como una mera nota al pie de página en la historia.

***

Y con todo eso en juego, llegamos al pueblo de correos.

Pedimos prestados nuestros puestos a The Kimyuus’s Tail, compramos verduras en la casa de Dora y llevamos las comidas completas y la carne fresca a las posadas. Y aprovechando nuestros números, dividimos esas tareas entre nosotros.

Según las mediciones de este mundo, actualmente era la sexta hora superior. Según mi reloj interno, serían alrededor de las 11 a. M. Y nuestro nuevo horario de trabajo se extendió desde entonces hasta la segunda hora más baja, o 2:20 pm más o menos.

La razón por la que pude ser tan preciso en términos de tiempo fue por los relojes de sol que le pedimos a Polarth que nos comprara en la ciudad del castillo. Actualmente, las casas de Fa y Ruu estaban equipadas con una, al igual que mi carro.

Después de instalarnos en nuestro lugar prescrito para los puestos, instalamos ese reloj de sol del carro en un lugar soleado en la espesura. Para asegurarnos de que lo alineamos correctamente, obtuvimos el permiso de los guardias de la ciudad y luego lo marcamos en las raíces de un árbol. Era posible que todavía pudiera haber un poco de error en nuestras mediciones, pero definitivamente era mucho más preciso en comparación con tratar de observarlo basándonos en la posición del sol en el cielo.

Cuando llegamos a nuestro lugar, ya había unos treinta clientes esperando allí. El primer día que volvimos a abrir, había alrededor de un centenar de clientes reunidos, lo que provocó una gran conmoción. Pero cuando los guardias ducales que nos vigilaban en ese momento explicaron que no nos preocupaba que nos quedáramos sin comida incluso sin que ellos se amontonaran como estaban, eso de alguna manera logró poner las cosas bajo control.

Sin embargo, incluso con eso en mente, todavía tendíamos a evitar esta cantidad de clientes que se reunían cada mañana.

Y la mayoría de ellos eran sureños, que tendían a ser menos pacientes que los occidentales u orientales.

“Muchas gracias por esperar. Pronto tendremos las cosas listas, así que esperen un poco más”, les grité a los clientes mientras nos preparábamos para abrir el negocio.

En primer lugar, eso significó calentar la sartén que pedí al grupo de metalurgia de Diel sobre una llama. Luego coloqué encima una canasta de vaporera hecha de corteza de árbol.

Este nuevo utensilio de cocina también era algo que le había pedido a Polarth que comprara para nosotros en la ciudad del castillo.

El diámetro era el mismo que el de la sartén. Estaba hecho de una corteza similar a un bambú resistente, y el fondo tenía una textura de malla gruesa. El contenido hirviendo de la sartén se elevó en forma de vapor y cocinó los ingredientes en la canasta, por lo que era básicamente como lo que llamábamos un vaporizador de bambú en mi viejo mundo.

Después de colocar dos capas de esas canastas de vapor, esperé a que la comida se cocinara. Contenidos dentro de ellos había manju relleno de carne. Decidí llamarlos giba manju, ya que en eso me había inspirado al desarrollar este plato.

Los empaqué con mucha carne, alrededor de 120 gramos más o menos, y también hice un uso completo de los ingredientes que habían llegado fluyendo desde la ciudad del castillo en el plato. Si bien la base del sabor era un aceite tau familiar, los ingredientes más sutiles incluían no solo vino de frutas, sino también azúcar de Jagar y aceite de reten. En cuanto a los rellenos, estos incluían carne picada de giba y aria, y también nueces ramanpa y una verdura llamada chamcham.

Las nueces ramanpa eran un ingrediente similar al maní, y Timalo las había usado en su aperitivo para la cena en la ciudad del castillo. Realmente estaba destinado a agregar un acento muy leve al sabor, por lo que solo agregué una pizca de nueces molidas para cada plato.

Chamcham tenía un nombre divertido y aparentemente fue comprado en algún otro pueblo de Selva. Se volvió ligeramente dulce cuando se hervía y tenía una textura crujiente única. Lo estaba usando como reemplazo de los brotes de bambú.

Mi giba manju era un tamaño más grande que los que yo conocía, y aunque la capa exterior era delgada, estaban rellenos con mucho relleno a cambio.

Usaron alrededor de dos tercios de la cantidad de carne que las hamburguesas giba, pero ciertamente no les faltaba volumen. Y actualmente, vendíamos cien de ellos cada día a un precio de dos monedas rojas cada uno.

“¿Puedes controlarlo? Tenga cuidado de no dejar caer nada sobre sus piernas, ¿de acuerdo?”

Al escuchar eso, me di la vuelta y encontré a Toor Deen y Yamiru Lea llevando juntos una bandeja de hierro.

Esa bandeja pesaba como máximo doce o trece kilos. Pero dado que Yamiru Lea era excepcionalmente débil para una mujer del borde del bosque, todavía era pesado para ella, razón por la cual Toor Deen estaba echando una mano.

Pensé para mí mismo cómo se convirtió en una vista adorable, solo para que Yamiru Lea me lanzara una mirada cuando un sudor ligero apareció en su frente.

“¿Qué? Parece que tienes algo que decir, Asuta”.

“N-No, en absoluto. En realidad, ¿podrías manejar esta llama, Yamiru Lea?”

Después de confiar las cestas de vapor a Yamiru Lea, me trasladé al otro puesto donde habían dejado la bandeja de hierro.

Comparado con el manju, estaba preparando un plato bastante simple aquí. Después de asar carne de costilla de giba bañada en salsa encima de la bandeja, la envolví en poitan horneado junto con tino de repollo rallado. Era como una receta simplificada de myamuu giba.

Cada uno de ellos solo usaba noventa gramos de carne de giba y medio poitan, y alcanzaba un diámetro de doce a trece centímetros. Si bien el giba manju usaba ingredientes y herramientas de la ciudad del castillo, el objetivo de este plato era crear una presentación simple y directa de la carne de giba.

A cambio, sin embargo, me esforcé mucho en crear la salsa. También tenía una base de aceite tau y usaba ingredientes familiares como vino de frutas, aria, myamuu y semillas de chitt, pero puse mucha experimentación para llegar a la salsa yakiniku ideal.

Como no sabía cómo llamarlo, me refería al plato como una envoltura de poitan de carne giba. Y vendimos 120 de ellos cada día al precio de una moneda roja y media.

Uno de ellos era suficiente para hacer un buen bocadillo para mujeres y niños, mientras que los hombres adultos podían comprar dos por el mismo precio y volumen de comida que las hamburguesas giba. Y para la gente de Jagar con mucho apetito, no era raro que pidieran uno de cada uno de los envoltorios de carne giba poitan y giba manju.

Mientras cortaba el tino para las envolturas de poitan de carne de giba, el cliente de Jagar al principio de la fila gritó: “Oye, ¿todavía no está listo?” con una mirada de dolor en sus ojos.

“Mis disculpas, pero estarán listas en breve… Ah, y para cualquiera que esté después del elemento especial del menú, ¿podría recibir sus pedidos ahora?”

“¡Sí! ¡Lo conseguiré hoy seguro!”

Cuando me volví para mirar a Toor Deen, ella asintió un poco y se dirigió hacia la carreta. Al poco tiempo, regresó con docenas de palos delgados, agrupados en una especie de tubo de madera.

“Adelante”, les pedí, tendiéndolos hacia los clientes, momento en el que los cinco en el frente inmediatamente se acercaron al mismo tiempo. Aparentemente, todos buscaban el elemento especial del menú.

En cualquier caso, los cinco sacaron al mismo tiempo un palo de unos veinte centímetros de largo. Mientras que la mayoría de ellos se encogieron de hombros e hicieron comentarios como, “Maldita sea, uno señorita” o “Uf”, uno de ellos proclamó con alegría, “¡Es un ganador!” Cuando miré, vi que, efectivamente, había una marca roja en el extremo de su palo.

“Felicidades” respondió Toor Deen con una sonrisa tímida mientras se lanzaba una vez más hacia el carro. Y esta vez, regresó acunando una gran caja de madera. Sellado en su interior estaba el tercer plato ofrecido por nuestros puestos: el elemento especial del menú, un sándwich de chuleta de giba.

Probablemente no fue necesario decir exactamente lo que eso implicaba. Como era de esperar, implicó tomar las chuletas de giba que eran tan populares entre la gente del borde del bosque y ponerlas en un sándwich entre poitan horneado.

Como sería complicado preparar comida frita en los puestos por una variedad de razones, los preparé a primera hora de la mañana en la casa.

Sin embargo, el plato resultó ser bastante popular también aquí en la ciudad postal. De hecho, fue demasiado popular. Fue tan exitoso en la etapa de prueba que me preocupaba que mis otros platos dejaran de venderse si los vendía normalmente.

Además de eso, las chuletas de giba tardaron un poco más en prepararse que otros platos, y el costo de los ingredientes tampoco podía subestimarse. Además, existía la preocupación de que volviera a crear una línea loca temprano en la mañana si no podía preparar lo suficiente, por lo que terminé eligiendo el método de venta bastante inusual de realizar dibujos para una cantidad limitada de platos.

Al final, preparé treinta de ellos para cada día. El precio era las mismas tres monedas rojas que una hamburguesa giba. Hice que aquellos que deseaban hacer una compra sortearan, y cuando tuvieron un fracaso compraron un plato diferente en ese momento.

Y dado que hubo un número igual de trapos que el número total de platos en oferta entre los cuatro puestos, las probabilidades permanecieron iguales independientemente de cuándo pasara un cliente.

Estaba bastante nervioso sobre si este método funcionaría o no cuando lo probé por primera vez, pero por lo que pude ver, los clientes en general parecían disfrutarlo.

“¡Maldita sea! He recibido fallos tres días seguidos ahora… Bueno, los otros platos también son sabrosos, así que está bien”, refunfuñó uno de los primeros clientes en dibujar con una expresión de conflicto en su rostro. “Aun así, cuando no puedes comer algo cuando lo quieres, te hace quererlo aún más. Seguro que se te ocurrió una manera astuta de hacer negocios”.

“Ah ha ha, lo siento por eso”.

“¡Seguro que mañana tendré un ganador! De todos modos, ¡apúrate y dame uno de esos!”

“Bien, por favor espera un poco más”.

Supuse que era casi el punto en el que el giba manju se calentaría. Así que dejé mi cuchillo para cortar verduras y encendí el brasero debajo de la bandeja de hierro.

“Asuta, estamos listos para los negocios aquí”, gritó Reina Ruu desde el puesto de myamuu giba.

Asintiendo con la cabeza, levanté la bolsa de cuero llena de carne sobre el mostrador.

“Lo siento por la larga espera. Pero ahora también estamos abiertos a los negocios”.

Con eso, nuestro día de trabajo tuvo un comienzo perfectamente tranquilo.

***

“Hola. Parece que el negocio está en auge de nuevo hoy”.

Roy se detuvo justo antes de que el sol estuviera a punto de alcanzar su punto máximo.

Habiendo girado hacia el puesto de giba manju, sonreí y lo saludé. “Bienvenido.” En este punto, el joven chef de la ciudad del castillo claramente se había convertido en uno de nuestros clientes habituales.

Aparentemente, después de perder su trabajo en la mansión Turan, había comenzado a hacer estudios independientes para mejorar sus habilidades culinarias en lugar de regresar a su antiguo restaurante. Dado que había sido tan bien compensado trabajando para Cyclaeus, podía permitirse no trabajar durante un año más o menos.

Roy llevaba una capa con capucha como un viajero para evitar llamar la atención de los elementos más rudos de la ciudad postal, y de algún lugar del interior sacó algunas monedas rojas.

“Me quedo con uno. Este plato cuesta dos monedas rojas, ¿verdad?”

“Sí. Gracias por su continuo negocio. Está caliente, así que ten cuidado de no quemarte mientras lo comes”.

“Ya lo sabía. Quiero decir, ya lo he comido innumerables veces a estas alturas”, gruñó Roy con una mirada de enojo en su rostro pecoso mientras aceptaba el giba manju.

Aunque eran pequeñas en comparación con las hamburguesas giba, todavía tenían mucho volumen en lo que respecta al manju relleno de carne. Y la forma en que el vapor blanco emanaba de ellos realmente despertó el apetito.

Para estos manju, en realidad usé fuwano en lugar de poitan para la capa exterior. Como no se podía solidificar el poitan con solo agregar agua, tampoco se podía hacer masa cruda con él. Y cuando agregaste el gigo parecido al ñame al fuwano, ganó una textura esponjosa, lo que lo hizo muy adecuado para este plato.