Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 14

Capitulo 1: Un Nuevo Encuentro

Parte 1

Ahora era el diecinueve del mes negro.

El negocio se reanudó una vez más hoy después del descanso que tomamos cada diez días.

Poniéndolo todo junto, esta fue mi undécima ronda de contratos con los puestos. En otras palabras, ya los habíamos ejecutado durante cien días en este punto.

Naturalmente, tuvimos que insertar algunas interrupciones en esos contratos por varias razones y, a veces, no abrimos la tienda durante medio mes o más. Si contaras desde el primer día en que operamos nuestro puesto, estaríamos en el aniversario de cuatro meses en alrededor de una semana.

Habían pasado aproximadamente cinco meses desde que vine a vivir como miembro del clan Fa. Y había pasado aproximadamente un mes y medio desde el quinto del mes ceniciento, cuando finalmente pudimos regresar a la casa del Fa después de que nuestro conflicto con ese noble criminal de Genos, Cyclaeus, se resolvió. En el transcurso de ese mes y medio, muchas cosas habían cambiado a nuestro alrededor.

En primer lugar, se había tratado a los criminales.

Cyclaeus y su hermano menor Ciluel habían sido juzgados de acuerdo con las leyes de Genos. Su juicio había durado diez días y, finalmente, el señor de Genos, Marstein, había cumplido más o menos sus promesas.

Cyclaeus recibió una sentencia de cadena perpetua, mientras que Ciluel recibió veinte años de servidumbre penal. Me habían dicho que a los nobles no se les imponía sentencias más duras que la muerte, pero esta vez se consideró una excepción especial. Después de todo, Ciluel se había vuelto frenético en el juicio y gritó maldiciones no solo a los oficiales legales de Genos, sino incluso al dios occidental Selva, que solo se había sumado a sus crímenes.

Zuuro Suun también fue condenado a diez años de servidumbre penal.

Al parecer, una sentencia de servidumbre penal significaba ser arrojado a una zona especialmente peligrosa, como una mina o algo así, y trabajar con más dureza que los esclavos.

Además, nadie sabía dónde se llevaba a cabo. Para protegerse contra la remota posibilidad de que alguien conspirara para rescatar a tales criminales, primero fueron escoltados a la capital de Selva, después de lo cual fueron despojados de todo rango y estatus y luego asignados a sus lugares de trabajo.

Nadie había vivido nunca diez años de servidumbre penal, pero si Zuuro Suun lograba convertirse en el primero, podría regresar una vez más al asentamiento en el borde del bosque. Pero no sabríamos si tal cosa fuera posible hasta que hubieran pasado esos diez años.

Y una vez que se dictaron las sentencias de todos los demás, Bartha de Masara obtuvo su libertad. Marstein también se las había arreglado para cumplir su promesa en ese punto.

Aun así, esa medida se tomó no solo en nombre de la gente del borde del bosque, sino también para aplacar a la gente del pueblo. En resumen, aunque revelaron que los crímenes imputados a los Red Beards fueron en realidad obra de Zattsu Suun y sus hombres, quienes fueron motivados por Cyclaeus y Ciluel, también perdonaron a Bartha como un remanente de ese grupo.

Si bien en realidad no generó olas significativas donde yo podía ver, la reivindicación de los Red Beards aparentemente resultó en una gran conmoción en otras partes de la ciudad postal y en otras ciudades. Después de todo, la gente del pueblo veía a los Red Beards de entonces como héroes.

Esos Red Beards fueron incriminados por quitarles la vida a otros, y la cantidad de personas que se sintieron horrorizadas por ese hecho fue bastante grande. Para despejar esas dudas, el duque Marstein Genos indultó a Bartha, seguramente en un intento de atenuar la insatisfacción y la animosidad hacia la clase dominante de Genos al menos un poco.

En cualquier caso, sin embargo, el honor de los Red Beards había sido rescatado.

“Ese señor de Genos seguro que puede convertir todo en su beneficio, ¿eh?” el guardaespaldas Kamyua Yoshu había comentado después de que Bartha fuera liberado. Como uno de los actores clave en la solución de toda la conmoción, lucía una sonrisa bastante divertida, luciendo profundamente satisfecho con cómo se habían desarrollado las cosas.

Después de esperar a que se dictaran las sentencias de Cyclaeus y Ciluel, Kamyua Yoshu partió hacia Banarm con Welhide. Debió haber encontrado un nuevo trabajo allí, como dijo que lo haría, ya que no lo había visto durante el último mes. Y esta vez se había llevado a Leito con él y le había dicho que deambularían por el territorio occidental durante varios meses, lo que supongo que significaba que finalmente regresaría al estilo de vida de un vagabundo.

Y luego, estábamos nosotros.

Nuestro negocio también había experimentado algunos cambios. De hecho, había pasado por tanta conmoción que era difícil decir por dónde empezar a explicar.

El primer asunto sobre el que acabamos debatiendo fue el precio de la carne de giba.

Cuando todavía estábamos esperando que comenzara el juicio, Polarth buscó una reunión conmigo y con personas de la ciudad postal con la que tenía vínculos, actuando como representante de Marstein.

“Asuta, planeas reabrir tus puestos una vez que esos criminales de los Vientos de la Muerte Negra sean capturados, ¿cierto? Hay una pequeña preocupación que me gustaría que consideraras de antemano”.

Normalmente, sería el deber del capitán de la guardia ducal Melfried actuar como apoderado de Marstein al negociar con la gente del borde del bosque. Pero teniendo en cuenta lo que implicaba el asunto que nos ocupaba, Polarth había sido seleccionado como el más versado en nuestro negocio.

El lugar de la reunión terminó siendo The Kimyuus’s Tail, mientras que los propietarios de The Sledgehammer y The Great Southern Tree, Nail y Naudis respectivamente, fueron invitados a asistir. Eso se debe a que este tema también les interesa.

“Para ir directo al grano, nos gustaría que reevaluaras el precio de la carne de giba”.

En ese momento, vendíamos carne de giba por el mismo precio que la carne de pierna de karon. Eso se aplicaba tanto a la carne fresca que se vendía en las posadas como a las comidas que vendíamos en los puestos. Y lo que nos dijeron fue que ese precio era un problema.

“La carne de Giba es tan sabrosa como la carne del torso de karon, ¿no es así? Así que es un poco problemático que se venda aproximadamente al mismo precio que la carne de pierna de karon y la carne de kimyuus sin piel”.

“¿Entonces estás diciendo que la carne de karon y kimyuus dejará de venderse si nuestros precios se mantienen iguales?”

“Si, eso es correcto. Al menos, la carne de kimyuus sin piel sigue siendo más barata que la giba, pero la carne de pierna de karon tiene esencialmente el mismo precio. La carne de pierna de Karon es nervuda y carece de grasa, por lo que simplemente no tiene posibilidades de ganar contra la deliciosa carne giba grasosa cuando tienen el mismo precio, ¿no crees?”

Además de eso, la carne de karon en Genos se compró en la ciudad de Dabagg. Genos vendió verduras Dabagg y vino de frutas, mientras que Dabagg vendió carne de karon Genos. Aparentemente, sería bastante inconveniente para ambas ciudades si el saldo de ese intercambio se rompiera. Y luego Banarm se enredó en todo, como otro pueblo conocido por su vino de frutas fuwano y mamaria.

“Si la carne de pierna de karon dejara de venderse por completo en Genos, Dabagg podría optar por fortalecer los lazos con Banarm. Y si eso sucediera, las tierras de Turan perderían un socio comercial importante por su fuwano y vino de frutas. En ese momento, incluso un trabajador tan duro como Sir Torst probablemente sería derrocado por completo”.

Torst fue el hombre al que se ordenó que volviera a poner en pie la casa de Turan después de la caída de Cyclaeus. Actualmente, todos los derechos que Lefreya tenía como jefa de la casa le fueron negados, y Torst era quien estaba al mando.

“Además, ha enfrentado quejas ocasionales no solo de los vendedores de carne, sino también de otros que tienen puestos en la ciudad postal. Dicen que no hay forma de que puedan competir con una comida tan deliciosa que se vende a tan bajo precio. Por supuesto, hasta cierto punto, eso simplemente se reduce a una cuestión de libre competencia. Sin embargo, dado que ustedes, los habitantes del borde del bosque, desean forjar lazos adecuados con la gente del pueblo, ¿no es indeseable ganarse tanta animosidad?

“Eso es ciertamente cierto, pero aun así…”

“También hay una preocupación más. A este ritmo, puede terminar que solo una cantidad muy limitada de carne de giba circule por la ciudad postal”.

“¿Eh? ¿Porque eso?”

“Verá, si la carne de giba está disponible a tan bajo precio, entonces los residentes de la ciudad del castillo probablemente terminarán apresurándose a arrebatársela”, dijo Polarth con una sonrisa flácida. “En la cena anterior, el propio Duque Marstein Genos reconoció la delicia de la carne de giba, ¿no es así? Eso ha hecho que el tema sea de gran interés para la gente de la ciudad del castillo. Por el momento, el deseo de evitar el giba como símbolo de la calamidad aún no se ha borrado, pero tan pronto como una sola persona dé ese paso hacia adelante, seguramente nadie podrá detenerlo. Y si pueden comer carne tan deliciosa como el torso de karon por poco dinero, los ciudadanos ricos de la ciudad del castillo pueden comenzar a buscar nada más. Si eso ocurriera, realmente podría causar un colapso catastrófico en nuestras relaciones con Dabagg”.

“Ah, eso es lo que quisiste decir…”

“Y para revelar algunos asuntos de nuestro lado, Sir Leeheim de la casa del Conde Saturas ha comenzado a considerar seriamente comprar carne de giba. Habiéndome enterado de eso, el duque Genos me envió para evitar problemas en el futuro”, explicó Polarth, permaneciendo perfectamente alegre en todo momento. “Si no tuviera esos lazos con la gente del borde del bosque, probablemente habría pensado de manera similar a Sir Leeheim. De hecho, es posible que incluso haya considerado comprar toda la carne barata de giba para dar la vuelta y revenderla en la ciudad del castillo. Eso robaría cualquier posibilidad de comer carne de giba en la ciudad postal”.

“P-Pero somos nosotros los que decidimos a quién le vendemos la carne de giba, ¿verdad?”

“Sí, por supuesto. Pero actualmente, estos dos aquí son los únicos que compran carne de giba, ¿cierto? ¿Habría alguna razón justificada para que la gente del borde del bosque rechazara las solicitudes legítimas de los ciudadanos de la ciudad del castillo que han reconocido la delicia de la carne de giba cuando la gente de la ciudad postal duda en hacer tales compras? A menos que, es decir, decida una política de no hacer negocios con los nobles en absoluto. Pero cuán realmente triste sería eso, ¿no crees?”

“Bueno, todo eso puede ser cierto, pero aun así…”

“Quizás eso también se deba a la libre competencia. Sin embargo, no puedo imaginar a la gente del borde del bosque deseando tal resultado. Y fue ese pensamiento lo que llevó al Duque Genos a hacer la propuesta actual que les traigo. Si la carne de giba no fuera tan increíblemente barata, incluso los nobles de la ciudad del castillo, que serían tan toscos como para monopolizarla para su reventa, no podrían permitírselo”.

Ya sea que lo hicieran los nobles de la ciudad del castillo o la gente de la ciudad postal, una compra tan grande de carne de giba traería una gran fortuna a la gente del borde del bosque, permitiéndoles vivir estilos de vida más cómodos.

Pero si toda la carne de giba se compraba barata para revenderla y la gente de la ciudad postal ya no podía comerla, naturalmente eso se sentiría como un estado de cosas de alguna manera retorcido.

Quería que la gente que conocía de la ciudad postal pudiera comer carne de giba más que algunos completos desconocidos de la ciudad del castillo. Tal vez eso no era más que mi propio sentimiento personal, pero todavía era algo con lo que no me sentía muy cómodo.

Además de esto, no era como si la gente del borde del bosque hubiera llegado a un consenso sobre el tema de la venta de carne de giba. Personas como Gulaf Zaza y el jefe del clan Beim seguían observando atentamente las acciones del Fa y Ruu para determinar si tal idea era adecuada y conduciría a un futuro brillante para el borde del bosque.

De todos modos, ciertamente pensé que la idea de descuidar a la gente de la ciudad postal para ganarme el favor de los nobles chocaría con la naturaleza de la gente del borde del bosque.

“Además, como ustedes, los caballeros de las posadas, saben, existen fuertes restricciones sobre la cría y venta de kimyuus en Genos, por consideración a Dabagg. Incluso si el castillo enviara una orden para más, en la actualidad eso solo podría responderse a través de las plantaciones de Daleim y una parte de la ciudad del castillo. Además, ¿no se ha decidido que los platos de kimyuus deben venderse a un precio más barato que el karon?”

“Sí. Las posadas y los puestos obtienen más ganancias vendiendo platos de karon que kimyuus, que es como se decidieron esos precios,” respondió Naudis a pesar de que estaba tratando con el noble por primera vez, aunque sus nervios definitivamente se mostraban en su voz. “¿Pero cuando se trata de giba? El precio de la carne de giba cambió en función del corte para empezar, y actualmente la carne de pecho y espalda cuesta más que la carne de pierna de karon. Además, los platos comprados a Asuta añaden su margen de beneficio a la parte superior, por lo que es más caro que cocinar con karon”.

“Cierto. Los platos de Karon son cuatro monedas rojas, mientras que los platos de giba cuestan cinco, ¿verdad? Pero ciertamente debería ser mucho más económico que usar carne del torso de karon”, dijo Polarth con una risita tranquila.

Esta vez, fue el inexpresivo Nail quien respondió.

“Ciertamente es cierto que los platos elaborados con carne de giba han sido abrumadoramente más populares. He pensado que terminaría sin necesitar ni siquiera comprar karon o kimyuus a este ritmo, así que no es como si no pudiera entender las preocupaciones del Duque Genos… Pero aun así, si los precios suben demasiado, ya no será posible vender cocina giba en la ciudad postal”.

“Naturalmente, no te estoy diciendo que lo subas de repente al mismo precio que el torso de karon. Simplemente me gustaría que reevaluara ligeramente el precio para apaciguar a los vendedores de carne de Dabagg y otros que venden su comida. Si lo hace y continúa vendiendo la cocina y la carne de giba de Sir Asuta, nadie debería tener ninguna queja. Y si me permiten intervenir con mi opinión personal, no puedo imaginar que la cocina de Sir Asuta no se venda con solo un ligero aumento en el precio. Después de todo, ¡es simplemente delicioso!”

“Ah… me siento honrado de recibir tal cumplido”.

“Y si tiene clientes quejándose, simplemente puede revelar abiertamente lo que estamos discutiendo ahora. Infórmeles que se vio obligado a subir los precios para evitar que los nobles monopolizaran la carne de giba. No veo a nadie quejarse de eso”.

Ante eso, tanto Nail como Naudis se quedaron en silencio y lo pensaron. Y mientras miraba sus expresiones preocupadas, Polarth continuó alegremente.

“Entonces, en realidad hay una súplica más que se me ha encomendado presentar ante todos ustedes, Sir Asuta”.

“¿El Duque Genos tiene una solicitud para nosotros?”

“Correcto. Creo que probablemente ya hayas escuchado bastante sobre el asunto, pero nos gustaría tu ayuda cuando se trata de lidiar con la montaña de ingredientes entregados a la mansión Turan”.

Hasta ahora, Cyclaeus había estado comprando en exceso todo tipo de ingredientes con una morbosa obsesión por monopolizarlos. Pero con su caída, la mayoría de esos ingredientes terminaron sin un propósito. Sin embargo, cortar unilateralmente esos acuerdos con otras ciudades y naciones dañaría la confianza en Genos, por lo que incluso ahora una gran cantidad de ingredientes llegaba a la mansión todos los días.

“Si podemos evitar las críticas injustas, tenemos la intención de reducir esos tratos comerciales, pero durante los próximos meses tendremos que seguir entregando esos ingredientes. Con eso en mente, si es posible, parece prudente tratar de aprovechar al máximo esos vínculos con otras naciones. Si podemos encontrar un uso adecuado para esos ingredientes aquí en Genos, no habrá ningún problema. Entonces, ¿podríamos pedirle que nos preste su habilidad, Sir Asuta?”

“¿Me estás pidiendo que adapte los platos de la ciudad postal para usar ingredientes de la ciudad del castillo?”

“¡Sí, eso es precisamente! ¿Sabes que el jefe de cocina de la casa Daleim, Yang, vendió cocina con grasa de leche y poitan horneado en la ciudad postal para aumentar su distribución, correcto? Deseamos hacer algo similar a una escala aún mayor, difundiendo el conocimiento del sabor de ingredientes hasta ahora desconocidos a la buena gente de la ciudad postal. Naturalmente, tengo la intención de consultar con la casa de Saturas para tener una variedad de posadas y restaurantes trabajando en el proyecto, pero también agradecería su ayuda, Sir Asuta”.

Con eso, Naudis le miró a los ojos mientras se inclinaba hacia adelante.

“Disculpas por intervenir, pero ¿estás diciendo que podríamos ver no solo aceite tau, sino también azúcar y miel de Jagar en la ciudad postal?”

“Eso es correcto. Podría resultar bastante difícil encontrar compradores de fruta minmi a cinco monedas cada uno o leche en polvo gyama a un precio de dos monedas blancas por bloque, pero los saborizantes como la miel y el azúcar de Jagar, el aceite reten y el vinagre de mamaria seguramente serán bienvenidos por la gente de la ciudad postal”.

Naudis entonces de repente agarró mi mano.

“Asuta, si podemos usar azúcar Jagar, debería poder aumentar drásticamente la calidad de la cocina en mi tienda, ¿verdad?”

“Eso es cierto. En mi país de origen, usamos mucha azúcar en platos que eran como carne y estofado de chatchi y guiso de carne de giba en cubos”.

Como no había azúcar en la ciudad postal, en su lugar había confiado solo en el vino de frutas, ya que tenía un alto contenido de azúcar. Pero dado que esos platos se basaban en estofado de carne y papas y estofado de cerdo en cubos, realmente estaría agradecido de poder usar azúcar.

“En ese caso, creo que podré seguir vendiendo tus platos como lo he hecho, incluso con un pequeño aumento de precio. ¡Me emociono solo de pensar en lo sabroso que sería ese delicioso guiso de carne de giba en cubos al agregar la dulzura del azúcar encima!”

“Ah, ¿estás familiarizado con el sabor del azúcar, Naudis?”

“Por supuesto. Mi madre me llevó a visitar la tierra natal de mi padre muchas veces cuando era joven. Es por eso que desde hace mucho tiempo me disgusta que los nobles de Genos compren todo el azúcar y la miel de Jagar para ellos mismos”, respondió, susurrando el último trozo.

Tanto si Polarth lo oyó por casualidad como si no, siguió sonriendo.

“En la actualidad, poitan acaba de comenzar a circular en lugar de fuwano. Teniendo en cuenta que el valor de una sola comida ni siquiera cuesta una moneda roja completa, eso debería marcar una gran diferencia para las tiendas que venden cien o doscientas comidas, ¿no crees? Y agradeceríamos enormemente que esas monedas adicionales se usaran a su vez para comprar una variedad de ingredientes”.

Naudis y Nail miraron a Polarth en silencio.

En cuanto al noble en cuestión, sus ojos brillaban positivamente como los de un niño.

“Y si los sabores de esos diversos ingredientes se extienden por toda la ciudad postal, tal vez la gente del pueblo comience a buscar azúcar y hierbas de Sym y similares también. Eso nos daría la opción de expandir nuestros tratos comerciales con otras naciones en lugar de reducirlos.

Personalmente, veo esto como una oportunidad para extender el interés en la comida gourmet más allá de la ciudad del castillo, en la ciudad postal y también en las tierras de Daleim y Turan”.

“¿Interés en la comida gourmet, dices?”

“En efecto. Para decirlo en palabras un poco más simples, difundir la alegría de una deliciosa comida”.

Eso era precisamente lo que quería transmitir a la gente del borde del bosque.

Mientras reprimía mi sorpresa, Polarth esbozó una sonrisa divertida.

“Genos es una ciudad sumamente próspera. Incluso en los territorios occidentales, es bastante raro que haya una ciudad donde todos puedan comer carne. Si avanzáramos un paso más y nos convirtiéramos en una ciudad donde fácilmente se pudieran comer platos de todo el mundo, tal vez muchos más viajeros comenzarían a visitar Genos. La cocina de Jagar con aceite tau y azúcar, la cocina Sym con abundantes hierbas, los platos de Selva con aceite de reten, vinagre de mamaria y una variedad de verduras… Si esas cosas pudieran comerse no solo dentro de la ciudad del castillo sino también en la ciudad postal, Creo que Genos se convertiría en una ciudad aún más próspera, de esas que podrían presumir ante todo el mundo”.

“¿El duque Genos tenía una perspectiva tan grandiosa en mente cuando nos llamó?”

“¿Mmm? No, lo que acabo de decir no es más que mi opinión personal” respondió Polarth, con las mejillas regordetas temblando. “Pero el Duque Genos seguramente ya ha pensado en eso en el futuro. De hecho, diría que esa es precisamente la razón por la que me eligió a mí en lugar de a Sir Melfried para este asunto. Y también, tal vez fue porque tenía intenciones tan ocultas que no aprobaba la idea de que la ciudad del castillo monopolizara la carne de giba…”

“Ya veo…”

“Ampliando aún más nuestro punto de vista, tal vez si se eleva el precio de la cocina giba, la gente de la ciudad postal llegará a comprender que las comidas deliciosas cuestan más monedas. Y entonces sería posible que esa gente del pueblo considerara comprar carne del torso de karon, a pesar de que cuesta notablemente más que la carne de pierna”.

Ciertamente, esa era una perspectiva bastante ambiciosa.

Pero en cualquier caso, nos enfrentábamos a dos cambios significativos con el aumento de los precios de la carne de giba y la compra de nuevos ingredientes.

En cuanto al precio, terminamos aumentando el costo de la carne fresca de giba a 1,5 veces su tarifa actual. Eso era lo que había propuesto Polarth.

Sin embargo, la idea de aumentar el precio de una comida en la misma cantidad solo porque la carne se estaba volviendo más cara me pareció extraña. Después de todo, si no hubiera ningún cambio en el precio de las verduras, todo eso sería un margen de beneficio adicional. Aun así, ese precio en realidad parecía apropiado para los platos que se sirven en los puestos.

“En otras palabras, ¡su cocina era demasiado barata para empezar, Sir Asuta! Después de todo, un plato seguramente costaría más si usara una cantidad tan considerable de carne de pierna de karon. De hecho, personalmente diría que tres monedas rojas todavía son demasiado baratas”, afirmó Polarth.

En cualquier caso, las hamburguesas giba y myamuu giba que habíamos estado vendiendo por dos monedas rojas aumentaron la cantidad acordada al precio de tres monedas rojas.

Mientras tanto, Naudis y Nail necesitaban devanarse los sesos un poco más. Incluso si el pago por mis servicios y el costo del poitan horneado vendido como parte del set siguieran siendo los mismos, sus comidas de giba tendrían que ascender a alrededor de seis monedas rojas.

Teniendo en cuenta que sus platos de karon cuestan cuatro monedas rojas, parecía que la cantidad de clientes que pedían mi comida se vería mermada.

Por lo tanto, decidieron cambiar las cosas ofreciendo la mitad de la cantidad de comida por la mitad del precio. Eso pondría a karon en dos monedas rojas, kimyuus en una y media y giba en tres. De esa manera, las personas con las finanzas para pagarlo podrían comprar dos porciones de giba para cocinar, y las que no lo tuvieran podrían comprar una junto con una comida kimyuus más barata. Esa fue la postura que eligieron adoptar.

Cuando escuché eso, decidí imitar su ejemplo. Como ya estaba confiando los puestos de hamburguesas giba y myamuu giba al clan Ruu, decidí alquilar dos puestos nuevos y servir platos completamente diferentes.

Ahora que lo pensaba, en sus intentos de difundir el conocimiento del poitan horneado y la grasa de la leche, Yang había vendido platos en miniatura por una moneda roja cada uno, ya que serían más accesibles para los clientes primerizos, y el manju de carne kimyuus. Esa fue mi primera compra en la ciudad postal que había costado dos monedas rojas para un tamaño de adulto, pero solo una para un tamaño de niño. Parecía ser bastante común aquí en la ciudad postal ofrecer bocadillos en miniatura como ese.

Las hamburguesas giba y myamuu giba usaban 180 gramos de carne giba, por lo que tenían mucho volumen. Entonces, esta vez, mi pensamiento fue reducir ese volumen para vender un plato lo más barato posible.

Tras reabrir los puestos al público, pasó rápidamente un mes y medio…

Y después de todo tipo de prueba y error, tanto mis puestos como los del clan Ruu pudieron lograr excelentes resultados.

***

“Bueno, entonces me voy. Vamos a darlo todo de nuevo hoy”.

“Cierto. Asegúrate de mantener la guardia alta y volver a casa sano y salvo”.

La pesadilla que tuve en la mañana había causado un gran revuelo, pero a pesar de todo, al final pude salir de la casa del Fa sin incidentes el diecinueve del mes negro.

Ai Fa se estaba quedando atrás en la casa, así que después de despedirme de ella, dirigí el carromato que Gilulu estaba conduciendo hacia el sur por el sendero que atravesaba el borde del bosque. Estaba agarrando las riendas en el asiento del conductor y el pequeño Toor Deen estaba justo detrás de mí. Ella había querido ayudarme durante bastante tiempo, y finalmente había logrado ganarse la aprobación de Gulaf Zaza, quien tenía autoridad sobre su clan.

Después de un rato en la carretera, la joven gritó en voz baja: “Um…”

“¿Sí? ¿Qué es?”

“Oh, no es gran cosa, pero…”

“No hay necesidad de reprimirse. Puedes seguir adelante y decir cualquier cosa que se te ocurra”.

“Umm… la brisa se siente muy bien, ¿no?”

Como íbamos por un camino perfectamente recto en este momento, me di la vuelta y respondí con una sonrisa: “Eso es seguro. Parece que volveremos a tener un día agradable y agradable en el trabajo”.

Toor Deen le devolvió la sonrisa nerviosamente. La niña seguía siendo tan tímida como siempre, pero estaba empezando a expresarse más y más cada día.

Solo había pasado alrededor de un mes desde que comenzó a ayudar con el negocio, pero con su inusualmente alto nivel de habilidades culinarias para una edad tan joven, ya era una parte indispensable de nuestra fuerza laboral.

Originalmente, había nacido en las sucursales de Suun. Después de que se expusieron los crímenes del clan Suun, se convirtió en miembro del clan Deen junto con su padre, y había estado viviendo con seriedad para compensar sus pecados anteriores.

Cuando se vio obligada por las retorcidas costumbres impuestas por el antiguo líder del clan, Zattsu Suun, la niña había sido como un cadáver ambulante, pero había recuperado tanta vitalidad y emoción desde entonces.

Después de unos veinte minutos de charlar con Toor Deen, llegamos al asentamiento de Ruu. Para cuando llegamos allí, los chefs del clan Ruu ya tenían su propia carreta preparada. Desde que habían ampliado el negocio que estaban haciendo en la ciudad postal, habían comprado ese carro y un nuevo totos para tirar de él.

A los nuevos totos se les había dado el galante nombre de Jidura. Aparentemente, la palabra significaba “rojo” en el idioma del Reino Oriental de Sym, por lo que los Ruu lo llamaron así debido a su plumaje algo rojizo.

“Buenos días, Asuta. Aquí está otro buen día de trabajo…” gritó Vina Ruu, de pie junto a Jidura con una sonrisa indiferente y seductora. Parecía que su grupo de hoy estaba formado por ella, Reina Ruu y Tsuvai.

Tsuvai era el único miembro fijo del grupo, mientras que Reina y Sheera Ruu se alternaban cada día, y Vina Ruu estaba en rotación con Lala y Rimee Ruu.

Reina Ruu y Sheera Ruu eran las encargadas de sus puestos, y terminaron alternando para que uno siempre pudiera quedarse en el asentamiento para manejar los preparativos para el día siguiente, haciendo que todo fluyera mejor. Todo esto fue posible porque durante este último mes y medio todos los miembros de su grupo habían aprendido a preparar myamuu giba.