Yahari Ore no Seishun (NL)

Volumen 10.5

Capítulo 4: Y por lo Tanto, la Noche en el Hogar Hikigaya Continúa

Era una noche ventosa durante la cumbre del invierno. El estallido de aire golpeó la ventana, causando que el vidrio de la sala de estar cascabeleara ruidosamente. Levanté mi cuerpo dentro del kotatsu y miré afuera. Era considerablemente tarde en la noche y sólo la vista de la calle con luces parpadeando podía verse en la oscuridad.

Parecía que mis padres iban a regresar tarde por algún problema justo antes del cierre económico. Los únicos en casa éramos Komachi y yo. Recientemente, el tiempo que podíamos vernos y hablar había decrecido. Quedaban unos días antes del día de su examen. Hoy, como siempre, estaba atada a su habitación, ejerciéndose a sí misma en sus estudios.

*Piu* *piu*, el viento que parecía extremadamente frío sopló una vez más. Aunque la calefacción para la sala de estar era ligera, el frio se impregnaba cerca de la zona de la ventana.

Me pregunto si Komachi está sufriendo de frío ahí… Pensé, y dirigí mi vista al muro donde estaba su habitación. No había ni el más ligero sonido proviniendo más allá de él. Pero era esa clase de hora ahora mismo. Probablemente ya estaba durmiendo.

Pensando que debería de regresar a dormir también, descansé mi cuerpo y me volteé, incapaz de resistir la comodidad del kotatsu. Kamakura, nuestro amado gato, salió arrastrándose debajo como si lo hubiera pateado en ese momento. Él me miró disgustado. Oh, l-lo siento… 

Después de disculparme con él internamente, Kamakura resopló y comenzó a arreglarse a sí mismo. Después de acabar, sus orejas se levantaron y miró la puerta.

La puerta crujió al abrirse y entrando en la sala de estar vistiendo mi camiseta heredada estaba Komachi.

—¿Qué? ¿Sigues despierta?

—Dormí a una hora rara, por lo que ahora estoy bastante despierta… —dijo ella, dirigiendo sus claros y abiertos ojos a mí. Oh, cierto, había personas así. Estarían de holgazanes en sus sofás o en sus kotatsu una vez que llegaban a casa y se dormían. Cuando era de noche, encontrarían difícil dormir.

Las siestas antes mencionadas podían ciertamente ser utilizadas, pero igual esta temporada. Con los exámenes acercándose, no había forma que el estilo de vida no se saliera de tono.

—Sólo deberías tratar de dormir. De otra manera, vas a lamentarlo mañana.

—Lo sé, pero tengo algo de hambre. Dormiré después de que coma algo. —Komachi rotó sus hombros y se dirigió directo a la cocina.

—Whoa… —Komachi gruñó con una voz baja en shock. Arrastré mi cuerpo para ver qué había pasado y Komachi estaba viendo con una mirada vacía al refrigerador.

Ah, mierda, lo olvidé por completo, mamá me pidió hacer las compras el otro día. Me estaba preguntando qué quería ya que me había llamado tan repentinamente.

Estaba tan ocupado creando el periódico gratuito que las compras se me fueron de la mente. Cené por mi cuenta, también… Probablemente había pocos ingredientes de sobra. Komachi miró el refrigerador vacío y gruñó. Lo lamento mucho, onii-chan olvidó por completo las compras… ¡Esto no es bueno! ¡A este ritmo, será mi culpa que Komachi muera de hambre! 

—…Muy bien, te haré algo entonces, —dije, palmeando sus hombros.

—¿Eh…? No tienes que hacerlo. —Komachi volteó y negó con su cabeza.

—¿Qué? No seas tímida.

—No, está bien. En serio, por favor no. No quiero arruinar mi estómago.

Komachi habló apresurada mientras agitaba sus manos. Esta mocosa lucía realmente seria cuando dijo eso… Pero probablemente terminará comiendo mi comida una vez que haga algo. ¡Qué buena niña! ¡Pero asegúrate de cuidar lo que dices!

 —Tengo algo de hambre yo también, así que de cualquier manera, voy a hacer algo. Tu parte será sólo lo extra. —le di un empujón gentil a Komachi desde atrás y me paré en la cocina.

Komachi renuentemente asintió. —Bueno, si tú lo dices…

A pesar de decir eso, ella me siguió desde atrás, preocupándose por qué iba a hacer, mientras buscaba por los gabinetes y el refrigerador.

Descubrí huevos, leche y pasta de pescado entubo en el refrigerador y en el gabinete, me encontré con una bolsa de ramen y carne con maíz enlatado. Esto debería ser más que suficiente. Los coloqué todos en el mostrador y Komachi asomó su cabeza detrás de mí.

—Voy a engordar si como algo como esto tan tarde…

—Está bien, Komachi es linda en todas formas y tamaños.

—Guuuuau, este chico sí que es despreocupado.

Mientras Komachi murmuraba sus quejas, llené una olla con agua y la coloqué al fuego. Es esencialmente para usar el setenta por ciento de la taza de agua. Hasta que hirviera, comencé las preparaciones para sofreír la carne con maíz y la pasta de pescado entubo.

Komachi llegó detrás de mí y escudriñó cada ingrediente uno por uno.

—…Onii-chan, ¿es esto lo que has estado comiendo para la cena últimamente?

—En realidad no, usualmente como la comida de mamá cuando sea que ella cocina. Bueno, supongo que hice esto para hoy ya que se me olvidó ir a hacer las compras.

—No veo ninguna verdura en absoluto…

—No hay tal cosa como nutrición en la comida de un hombre. Las vacas comen verduras para nosotros, por lo que estamos bien.

—Estoy muy segura que no comen nada sino grano… Qué voy a hacer contigo, cielos… —dijo Komachi. Ella abrió el gabinete y se estiró tanto como pudo para meter su mano.

—Oh, hay algo de algas nori. Podemos mojar las algas wakame y… tal vez deberíamos abrir el maíz enlatado también.

—Ohh, esto se está poniendo algo extravagante ahora…

Mientras observaba a Komachi preparar los ingredientes con temor, alcancé el paquete de leche. Al notar eso, Komachi inmediatamente sostuvo mi mano. Su expresión era gravemente solemne.

—Whoa, onii-chan, ¿para qué vas a usar la leche? No sé qué estás planeando, pero me estás asustando, así que detente.

—¿No sabes? Añadir leche puede volver el caldo en caldo tonkotsu.

Vertí la leche en la olla mientras hablaba. En ese instante, Komachi se encogió trágicamente. —¡También te dije que te detuvieras!

—No, ¿ves? Espesar el caldo lo hace saber mejor.

Ignoré a Komachi olfateando y sin problemas terminé mi cocina. Escalfé los huevos y llené dos tazones con ramen de la olla hirviendo. Entonces, añadí la carne con maíz y la pasta de pescado sofreído. Por último, una vez que añadí las algas húmedas, las algas secas y maíz a los ingredientes… ¡el ramen estaba listo!

Komachi se quedó quieta con los brazos cruzados y con el ceño fruncido. La empujé por detrás y dirigí hacía el kotatsu. Coloqué los dos tazones en frente de mí y le pase a Komachi un par de palillos y una cuchara china.

—Muy bien, la comida está servida.

Komachi vio tímidamente sus palillos. Cuando tomó un bocado, sus mejillas rígidas se relajaron.

—…Oh, está sorpresivamente bueno, —Komachi susurró. Después, soplaría a sus fideos y sopa antes de sorberlos en su boca. Aliviado por su inesperada, pero positivo recibimiento, comencé a comer también.

Los dos no podíamos soportar comida caliente muy bien, por lo que no lo comimos rápido. Tranquilamente nos dimos nuestro tiempo hasta que Komachi se dio cuenta de algo y dijo, —Realmente no te has vuelto mejor al cocinar desde que éramos pequeños… Es algo nostálgico.

Los labios de Komachi formaron una suave sonrisa, su mirada estaba dirigida hacía su tazón.

Hace mucho, cuando Komachi estaba en los primeros años de escuela primaria, nuestros padres algunas veces llegarían tarde a la casa. Y como hoy, cocinaría para los dos y comeríamos juntos. Era verdad que sólo podía hacer comida chatarra como esta y en ese entonces, pero Komachi no se queja—no, ella se quejaba mucho… Pero sin importar eso, aun así comería mi comida. Recordar todo eso simultáneamente era nostálgico y vergonzoso.

—Grosera. La comida sabe mucho mejor que en ese entonces. Las bolsas de ramen mejoraron mucho desde entonces.

—Eso es cierto. ¡Onii-chan no ha mejorado en lo absoluto! —Komachi replicó con un insulto e río burlonamente. Ella continuó. —Pero creo que sería mejor si aprendes a cómo cocinar apropiadamente para ti.

—Bueno, sí, lo necesito con el fin de convertirme en un esposo de tiempo completo en casa.

—Mm, sí, realmente no pienso que seas capaz de convertirte en uno. Como sea, estoy hablando sobre la universidad y el trabajo. Vas a dejar la casa algún día, ¿cierto?

¡Tienes que saber cómo cocinar para ti mismo!

—Ah, no planeo irme… —dije.

Komachi me dio una fría mirada. —Vete.

—D-de acuerdo…

¿Qué? ¿Me odias ahora? Revisé la tez en el rostro de Komachi y ella tosió. Después encubiertamente removió su vista de mí, dándome miradas desde abajo con mejillas sonrojadas y dejó escapar una dulce voz.

—Bueno, si onii-chan no puede cocinar en absoluto, siempre puedo ir y hacerte algo de vez en cuando… ¡Oh, eso subió mucho los pontos Komachi!

—La asunción de que me estarás corriendo baja mucho los puntos…

Mientras platicábamos, terminamos el completamente tarde ramen por la noche.

—Gracias por la comida, —dijo Komachi, inclinando su cabeza educadamente. Después exhaló en satisfacción y se acostó sobre su costado.

—Sí, de nada. Muy bien, ahora ve a dormir a tu habitación.

Komachi lucía como si fuera a dormirse en el kotatsu, por lo que le hablé. Ella respondió extrañamente con gruñidos y balbuceos, pero como si algo hubiera llegado a su mente, abruptamente levantó su cuerpo.

—¡Siento que quiero comer algo dulce!

Las únicas cosas que podía preparar ahora mismo eran una dulce mirada, dulces palabras y dulces pensamientos. Encontrando eso insatisfactorio, Komachi rebotó con fuerza sus pies.

—De acuerdo, tal vez vaya a la tienda entonces.

—Una chica no debería salir sola tan tarde en la noche.

—Está bien siempre y cuando no vaya sola, ¿cierto? —Komachi estiró su mano hacía mí.

…Bueno, ha pasado mucho tiempo, por lo que tal vez también actúe como un hermano mayor apropiado.

*** 

Era una bella noche estrellada. El viento era fuerte y el aire estaba claro. La luna, las estrellas, las luces de la calle y las filas brillosas de casas iluminando la calle de noche.

En nuestro camino hacía la tienda, no nos cruzamos con ninguna persona. En esa pacifica ciudad, la voz de Komachi hizo eco.

—¡Cielos! ¡Hace frío! ¡Fríooooo!

—Sí…

Los dos temblamos por la diferente de temperatura en el interior al exterior. Komachi gritó y se estrelló en mí por detrás. Entonces agarró mi brazo.

—…Mm. Es mucho más cálido así y también sube mucho los puntos de Komachi, — dijo mientras me miraba.

Era difícil caminar, vergonzoso y acumular todos esos puntos era bastante irritante. Estiré mi mano hacía ella en un intento de quitarla. Komachi entonces murmuró en voz baka. —Casi es tiempo de mis exámenes, ¿huh…? Después de eso, me graduaré… Entonces, entraré a una nueva escuela.

Komachi no estaba tan animada como hace poco. Sus ojos estaban simplemente enfocados en los brillos esporádicos de las luces de la calle, melancólicamente. Cuando fui testigo de su ansiedad, detuve mi mano de hacerla a un lado.

—Komachi.

—¿Hm? ¿Qué sucede, onii-chan?

Ella levantó su cara cuando le hablé. Palmeé su cabeza y gentilmente acaricié su cabello.

—Te estaré esperando en preparatoria.

—…Mhm. —Komachi dejó caer sus ojos, como si la estuviera empujando su cabeza hacia abajo. Sin embargo, su pequeña y frágil voz resonó fuertemente.

La ciudad en la noche estaba aterradoramente silenciosa, nuestros pasos eran inestables y el viento que rasgaba nuestros cuerpos estaba helado. Cuándo acabaría esta larga noche de invierno, no sabíamos, pero ciertamente el tiempo se estaba moviendo hacia adelante. Incluso el cielo de noche por encima todavía tenía parpadeantes constelaciones de primavera.

Así como deberían cambiar las estaciones, igual los lazos humanos mientras pasaban por ciclos de renacimiento. Quizá, alguien nuevo visitaría esa habitación del club. Y entonces, en un año, le diría adiós a esa habitación del club.

Cuando el invierno llega, ¿la primavera no está lejos? Para la vista del cielo en la noche, también, un día sería mi último.

Es por eso que, por este momento, si sólo es por un poco, junto con la calidez a lado mío.

Veamos el cielo estrellado y sigamos caminando.

-FIN DEL VOLUMEN 10.5-