Yahari Ore no Seishun (NL)

Volumen 10.5

Capítulo 3: Hay una Fecha Límite que Absolutamente no Debe de Perderse

Parte 6

Yo, por un lado, pensaba que la concentración era una cosa espontánea y no algo continúo. En lugar de estar todas las noches en vela por unos días donde no progresarías mucho, era importante hacerlo en una manera sistematizada y regular.

Aunque, todo eso realmente no importaba cuando te dabas cuando que había una fecha limite justo a la vuelta de la esquina. Era como un día antes de un examen, en serio.

Continué mirando al techo como una batería muerta y tocaron a la puerta. Sin energía de sobra para responder, volteé sólo mis ojos hacía la puerta y la persona entró a la habitación sin importar de una respuesta.

—¿Acabaste?

La que entró y quien preguntó con una bolsa sobre su hombro era Yukinoshita.

—…Si lo hubiera, te habría dejado saber.

—Eso es cierto, —Yukinoshita dijo en acuerdo. Entonces, caminó a lado de mío y sacó una impresión marcada en rojo de su bolsa.

—Esto es de hace poco. Hay oraciones sin terminar en la última mitad.

—C-cierto.

Tomé las impresiones de ella e hice un escaneo rápido. Junto con oraciones sin terminar, me encontré con muchos errores. Actualicé el manuscrito con las correcciones y todavía podía sentir una presencia a lado mío.

—…¿Necesitas algo?

—Ah, no… No hay nada en particular.

Yukinoshita sonaba nerviosa cuando habló y silenciosamente cruzó sus manos detrás de ella. Entonces dio un paso atrás y jaló la silla que estaba detrás de mí. Después de tomar un momento para hurgar por su bolsa, eventualmente sacó una carpeta clara y comenzó a trabajar en algo.

Parecía como si Yukinoshita hubiera venido a trabajar así como a observarme. El hecho de que ella estaba aquí significaba que estábamos en los tramos finales antes de la fecha límite.

Presión o no, ya sabía los horrores de la fecha límite.

Una vez que acabé de hacer las revisiones en el manuscrito de la impresión que acepté hace unos momentos, desplacé la pantalla hacía abajo para acabar el veinte por ciento restantes.

Sólo varios cientos de palabras más y listo.

Si pudiera escribir tanto, podría llenar todo el espacio en la página.

Podría, pero si producía algo increíblemente pobre, a la que tendrían de objetivo para atacar sería a la Editora en Jefe, Isshiki. Irreflexivamente aceptando la tarea sólo para hacerme de la vista gorda a Isshiki teniendo la peor parte de las cosas no era algo que pudiera hacer.

Para evitar eso, al final significaba que se necesitaba producir algo de calidad. En su lugar, si presentaba algo pobre, primero y ante todo, la editora Yukinoshita así como la Editora en Jefe Isshiki me dirían que rehiciera el manuscrito. Podría hacerlo seriamente desde el inicio si eso significa revisar todo.

Reuní lo que quedaba de mi fuerza de voluntad y continué machacando el teclado. La pantalla digital en el fondo de la pantalla haría tic, minuto a minuto, y el espacio vacío se llenaría, línea por línea.

Dentro de poco, mis manos se detuvieron en su lugar, sin moverse un centímetro. Inconscientemente, dejé escapar una voz desalentadora.

—…Se acabó.

—Oh, ¿en serio?

Aparentemente al escuchar mi voz, Yukinoshita tenía un rostro de alegría y estaba a punto de levantarse. Levanté mi mano para detenerla y me desplome, yaciendo en la mesa.

—Se acabó, todo se acabó. Es imposible, no puedo hacerlo. No puedo hacer nada. No puedo pensar en una sola palabra más…

—A eso te referías… —Yukinoshita suspiró sorprendida y se volvió a sentar en su silla.

—Pero no podemos aceptar eso. A penas si tenemos tiempo, ¿sabes?

—Bueno, sí, sé eso, pero…

Estaba al tanto de eso que estaba asqueado de ello. Pero mi cerebro no funcionaría sin importar qué tanto quisiera. Mi cerebro siempre era resistente al trabajo, por lo que estaba empezando a sentir que nada podría hacerse a este punto. De la misma manera que escurrirías una toalla mojada hasta la última gota, ni una sola palabra me llegaba a la mente.

Me dejé caer a espaldas sobre mi silla y miré el techo. Estoy sin opciones…

Dejé mis manos encrespadas sobre el teclado a pesar de no moverlas. Con mis manos así y mi cuerpo viendo a los cielos, parecía el cadáver de un insecto. No soy nada más que un insecto… Un pequeño e incompetente insecto que no puede siquiera lograrlo antes de la fecha límite. Llámenme Hachiman el Insecto a partir de ahora. Y arrojemos mi caparazón humano al océano…

 Miré el techo pacíficamente y Yukinoshita entró en mi campo de visión. Mientras me miraba desde arriba, su rostro lucía algo ansioso.

—…Mira, toma esto.

Mientras Yukinoshita hablaba, ella tranquilamente colocó algo envuelto en un pañuelo cerca de mi pecho.

Levanté mi rostro y tomé el objeto envuelto de ella, estaba ligeramente caliente. El pañuelo estaba decorado con un adorable diseño de las patas de un gato. Después de desenvolverlo, lo que vino a la vista era una lata de MAX COFFEE. Parecía que había dado su mejor esfuerzo para mantenerlo caliente.

Ver eso llevó una sonrisa a mi rostro.

—Toma un respiro. No vas a tener nada hecho si te quedas viendo a la pantalla todo el tiempo. Sería mejor si tomaras un breve descanso, —dijo Yukinoshita, abruptamente alejando la mirada. Ella regresó a su asiento y continuó su trabajo.

—Gracias…

Con aprecio acepté su oferta y decidí hacer uso de él. Quebré la pestaña de la lata de MAX COFFEE y lo bebí mientras observaba el perfil de Yukinoshita deslumbrado.

Mientras tanto, las manos de Yukinoshita no se detuvieron. Ella estaba en silencio y sólo los sonidos de la pluma roja escribiendo sobre el papel podían escucharse. Sin embargo, sentía que la frecuencia de los sonidos era un poco extraños.

—…Lo siento, ¿está tan mal?

—¿Eh?

Cuando le pregunté, Yukinoshita volteó su cabeza hacía mí. Entonces dejó caer su mirada al papel en sus manos, entendiendo a lo que me refería. Mientras rodaba la pluma roja por sus labios, ella abrió su boca.

—…Hay errores, pero en su mayoría son errores ortográficos y errores tipográficos. No hay nada deslumbrantemente mal, así que no te preocupes. Más bien, son las otras dos quienes tienen más errores tipográficos, —dijo Yukinoshita con un tono burlón y risa entre dientes. Ella lucía más de su edad de esa manera, tomando una apariencia mucho más angelical.

—Bueno, estabas haciendo muchas marcas rojas, por lo que me estaba preocupando un poco.

—Oh. Sólo se te olvidó añadir algunas notas cerca de las palabras, así que sólo estoy añadiendo esas. Hago revisiones mientras lo hago.

—Perdón por la molestia.

Pensé que estaba siendo casual al mencionar eso, pero Yukinoshita detuvo sus manos y gentilmente hizo de lado su pluma roja sobre la mesa. Entonces bajó sus hombros en desánimo.

—…Yo también lo siento. Debí haber revisado tu progreso cuando tuve la oportunidad. Debía saber que incluso tú podías cometer errores.

—Ah, no, sólo fue un error de mi parte. En realidad, ¿es eso, como, no sé, alguna clase de sarcasmo de grado alto…? —pregunté.

Yukinoshita sonrió y negó con la cabeza. —Es ciertamente parte de eso, pero… esencialmente significa que también fue un error de mi parte.

Así que realmente estabas siendo sarcástica…

 De cualquier manera, no había duda que ambos habíamos hecho una decisión equivocada. Ya fuera yo, ella, o nosotros, todavía teníamos que llegar a un acuerdo. Y eso era actualmente como el estado del cielo que se expandía más allá de la ventana, el cielo que no le pertenecía a nadie. Aunque eras incapaz de distinguir entre la tarde y la noche, podrías decir en qué momento el color cambiaría, momento por momento.

—Al final, yo soy la que es incapaz de hacer algo en su mayoría, —dijo Yukinoshita, viendo al atardecer indistinto.

—Has hecho más que suficiente. No es como si Yuigahama y yo seamos buenos programando cosas. Isshiki es muy buena al jactarse y hacer las cosas al final, pero no es exactamente del tipo que pueda planear cosas…

Mientras contestaba, miré al mismo atardecer. A pesar de que era probable que el color que estábamos viendo era diferente. Rojo, rosa o escarlata. Tal vez, bermellón o incluso rojo oscuro. Podría muy bien ser naranja. Pero no importaba cuál color fuera, no me molestaría.

—Así que, ah… has sido de gran ayuda.

Alejé mis ojos de la ventana y los regresé a la habitación del Consejo Estudiantil.

La puesta de sol se vertió en la habitación, tiñéndola de rojo. Cuando volteé hacía Yukinoshita a lado mío, su expresión abatida era imperceptible. Pero sus oídos y su nuca que se asomaban entre las brechas de su cabello estaban sumergidos en escarlata.

—…Si eso es lo que piensas, entonces eso espero. —Yukinoshita suspiró, y dijo con voz baja, como si no tuviera confianza, o quizá, como si estuviera de mal humor.

Sin embargo, eso fue en su mayoría sólo un instante. Ella rápidamente levantó su rostro, movió su cabello en su hombro y con su voz no más fría de lo usual, dijo, —Haré algunos ajustes al trabajo al final y te daré algo de tiempo.

—Ah, c-claro… Ah, ¿puedes hacer eso? —pregunté, pero Yukinoshita no respondió. En su lugar, comenzó a marcar un número con su celular.

—…¿Yuigahama-san? Cambio de planes. En el caso de que el manuscrito no pueda ser completado a tiempo, llena el resto con tanto texto puedas presentar. En cuanto la última parte, mete texto de relleno. Lo corregiremos y revisaremos después. Eso es todo.

¿Puedes hacerle saber a Isshiki-san también…? Sí, por favor hazlo.

Después de que Yukinoshita cortara la llamada, ella me miró como si confirmara que había escuchado todo eso.

—…¿Está bien eso?

—Es simplemente una contramedida de emergencia en el caso de que no lo lograremos a tiempo. Ya factorizamos los gastos extra que vendrán al hacer correcciones en el presupuesto, por lo que no debería haber problemas. Me temo que no seremos capaces de hacer una revisión final sobre todo, pero… hay poco que podamos hacer dada la situación, —dijo Yukinoshita, y sonrió. Con el fin de lidiar con cualquier incidente no previsto, ella preparó un programa de amortiguador como último recurso.

Santo cielo. Ella es la que siempre me dice qué tan suave era, ¿pero exactamente quién era la suave aquí? 

Bueno, no podía negar que era suave. Pero alguien suave podía fácilmente ser un demonio antagonista. Pero era exactamente por eso que quería rechazar ser mimado así.

Bebí el resto de mi MAX COFFEE y con fuerza hice la lata de lado. La mesa resonó cuando la lata entró en contacto con la mesa de acero.

—Hora de acabar, —dije, y enfrenté a la computadora una vez más.

—…Ya veo. En ese caso, da tu mejor esfuerzo.

Tan cortas como suaves sus palabras fueron, fueron más que suficiente para llegar a mis oídos.

*** 

Podría haber sido por el breve descanso, o la azúcar del MAX COFFEE que dio combustible a mi cerebro, pero mis manos continuaron escribiendo, teniendo de objetivo llenar el resto del espacio en blanco.

Continué escribiendo sin prestar atención al tiempo y antes de que lo supiera, Yuigahama e Isshiki ya estaban presentes en la habitación del Consejo Estudiantil.

Las tres chicas se sentaron tensamente frente a mí y silenciosamente esperaron a que acabara mientras observaban.

E-están haciendo que sea más difícil escribir…

 Pero sin importar eso, produje oración tras oración, eventualmente hasta la aparentemente final. Presioné la tecla enter, pero no removí inmediatamente mis manos del teclado. Lo leí, línea por línea. Después de confirmar que no podía escribir otra oración, sabía que el manuscrito estaba finalmente completo.

—Ahora definitivamente acabé…

Mi cuerpo inmediatamente se quedó inerte y caí sobre la silla con mis manos colgando a los lados. Suspiré en alivió y Yukinoshita llegó a mi asiento.

—¿Puedo verlo?

—…Sí.

Empujé la laptop hacía ella y Yukinoshita inmediatamente revisó mi trabajo. Yuigahama e Isshiki observaron en aprensión. Inversamente, estaba todo menos nervioso. ¡Después de todo, era libre! ¿Qué demonios era una fecha límite? ¡No sé lo que es! ¡Fujajaja! ¡Soy libre! Sostuve mis urgencias de gritar al tipo de mis pulmones y pacientemente esperé a que acabara Yukinoshita.

Y después de un tiempo, Yukinoshita levantó su rostro de la computadora. —…No se encuentra problemas. Isshiki-san, por favor revisarlo.

—¡S-sí!

Ahora, Isshiki comenzó a revisarlo también, pero el hecho de que había sido aprobado por Yukinoshita no debería tener ningún problema. Por lo que habiendo dicho eso, mi trabajo había acabado. ¡Oh, cielos, un mundo sin fechas límites realmente es lo mejor!

Mientras estaba ebrio con la sensación de liberación, Yuigahama y Yukinoshita me hablaron.

—Buen trabajo, Hikki.

—…Buen trabajo hoy.

—Ahh, ustedes también. Lo siento por retener las cosas.

Dios mío, complacido en esta sensación de liberación casi me hacía sentir como si hubiera logrado todo por mi cuenta, pero esta vez, era gracias a las tres que me observaron y evitaron que escapara en medio de todo.

Si pensaba en eso de esa manera, la euforia que estaba experimentado era porque estuve bajo vigilancia.

…Por lo que eso básicamente significaba que los editores y las fechas límites eran como drogas venenosas. Definitivamente necesitaban ser regulados. ¡A LAS FECHAS LÍMITES, SIMPLEMENTE DIGAN NO!

—Ya acabé de revisar. No hay problemas, —dijo Isshiki, cerrando la laptop.

Yukinoshita asintió. —Logramos acabar a tiempo, así que, ¿por qué o vamos por una taza de té en la habitación del club?

—¡Sería mejor celebrar!

—¡Estoy de acuerdo!

Yuigahama e Isshiki respondieron con entusiasmo. Sin embargo, Yukinoshita le dio a Isshiki una mirada fría.

—Necesitas hacer la revisión final en todo. Después de eso, haz que Hiratsuka-sensei lo vea también. Ese es tu trabajo como la Editora en Jefe.

—Aww.

Ver a Isshiki quejarse causó que las cejas de Yukinoshita se crisparan. Notando eso, Yuigahama entró entre ellas. —Ya, ya, vamos a seguir por aquí, así que ven cuando acabes.

—Uuuugh… Sí, señora. Terminaré todo en un santiamén y estaré ahí.

Isshiki agarró su pluma roja antes de que terminara su oración y comenzó a revisar todo con ojos tan redondos como un plato. La observamos con una mirada de lado mientras salíamos de la habitación.

En camino a la habitación del club, Yukinoshita suspiró brevemente. —…Isshiki-san debió haber estado así de motivada desde el inicio.

—Iroha-chan puede hacerlo si lo intenta.

—Sí, entiendes personas así. Personas que no hacen nada a menos que sean arrinconadas, —dije, teniendo una sonrisa amarga a las palabras de Yuigahama.

Entonces, Yukinoshita tenía una sonrisa burlona y me miró. —Oh, ¿de quién podrías estar hablando?

—Estoy hablando en general.

*** 

Parecía que el calentador del Club de Voluntariado había tenido sus reparaciones ayer y ahora estaba completamente cálido y acogedor a diferente de hace unos días.

La habitación del Consejo Estudiantil no era particularmente incómoda para estar, pero al final, me sentía mucho más tranquilo en la habitación del club. No me refería a esto en un nivel emocional, sino a un nivel instintivo; es como ser territorial. Y cuando habitas un lugar por cerca de un año, incluso los perros y gatos comenzarían a tratarlo como su propio territorio. Yo no era una excepción.

Pero la habitación del club era cómoda con una aparecían un tanto desalineada debido a todo el trabajo que habíamos estado haciendo para el periódico gratuito en los días pasados.

Mientras Yukinoshita preparaba el té, Yuigahama y yo decidimos limpiar la habitación.

Reunimos los documentos y los arrojamos. Después de tomar un tiempo para acabar, nos sentamos en nuestros asientos con agotamiento cuando Yuigahama dejó escapar un “ah”, me volteé hacía ella y ella estaba sosteniendo la cámara que habíamos usado cuando entrevistamos a todos los clubs.

—Oigan, deberíamos tomar un foto. ¡Una foto del Club de Voluntariado! —dijo Yuigahama.

Las cejas de Yukinoshita se arrugaron. Al ver eso, Yuigahama inclinó su cabeza inquisitivamente. Yukinoshita negó con su cabeza causando que Yuigahama inclinará su cabeza en la dirección opuesta.

Las dos entablaron un dialogo con sólo sus expresiones hasta que la puerta de la habitación del club se abrió ruidosamente.

—¡Acabé de machacarlo todo!

Isshiki entró mientras hablaba. Ah, realmente no necesitas decir “machacar…” Cuando ella notó la cámara en la mano de Yuigahama, ella levantó una voz de sorpresa.

—Oh, así que aquí es donde estaba la cámara del Consejo Estudiantil. ¿Todavía necesitan usarlo?

—Parece que va a tomar una foto del Club de Voluntariado, —Yukinoshita respondió, sonando como una extraña. Mmhmm, en realidad eres una miembro del club, también… De hecho, eres la presidenta del club, ¿sabes?

 —Oh, puedo tomar la foto por ustedes.

—Iroha-chan, deberías tomarte una foto con nosotros, también.

—¡Sí, claro, podemos hacerlo después…! Pero primero, tomemos una de todos en el Club de Voluntariado.

Isshiki se rehusó firmemente con una sonrisa estiró si mano hacía Yuigahama. Ella podría haber actuado considerada a su propia manera. Dándose cuenta de sus intenciones, Yuigahama le entró la cámara.

—¿En serio? Muchas gracias. ¡Te lo encargamos entonces! ¡Tomemos una juntos después!

—Am, no he dicho nada sobre tomar la foto…

—Yukinon, estás siendo muy terca. —Yuigahama declaró audazmente y Yukinoshita tartamudeó. Bueno, de cualquier manera, probablemente va a rendirse y hacer que le tomen la foto al final… Actuar un poco cabeza duro no iba a cambiar nada, no es que yo fuera diferente.

Sin embargo, recordé un problema persistente con la cámara.

—…Realmente no me importa, pero la tarjeta de memoria está llena, ¿sabes?

—Oh, es cierto. Es porque senpai tomo muchas fotografías del Club de Tenis.

—¿A exactamente qué le tomas tantas fotos que gastaste tanta memoria…? Yukinoshita dijo en asombro mientras Yuigahama lo pensó y asintió fuertemente.

—El Club de Tenis… Así que Sai-chan, ¿huh…? Supongo que no hay mucho que podamos hacer.

—¡Yui-senpai, ¿estás de acuerdo con eso?!

Así que finalmente se rindió… No, había una pequeña oportunidad de que ella lo reconociera… O eso pensé hasta que Isshiki aplaudió y metió sus manos en el bolsillo de su chaqueta.

—Si no hay memoria, ¿qué tal este Smartphone? —Ella preguntó, y mostró mi Smartphone. Hablando de ella, hoy ella también tenía mi teléfono.

—Ahh, bueno, todavía hay espació ahí, así que no hay problema.

—De acuerdo, usaré esto, —dijo Isshiki, parpadeando y preparando rápidamente el teléfono. Esa también podría ser la consideración de Isshiki. En serio, no la entiendo en lo más mínimo…

 —Amm, de acuerdo, senpai, quédate sentado ahí. Yui-senpai y Yukinoshita-senpai deberían pararse detrás de senpai.

—¡De acuerdooo!

—A-am… cielos…

Isshiki gritó instrucciones y Yuigahama tomó el brazo renuente de Yukinoshita. Y finalmente, Yukinoshita dio por vencida su resistencia. Ambas entonces se pararon juntas detrás de mí… ¿Detrás de mí?

 —…¿Ah? Espera un segundo. ¿No es este arreglo un tanto extraño? ¿No es este como una foto familiar para la mayoría de edad? Tal vez ustedes dos deberían hacerse un poco para atrás.

¡Por un lado, ustedes están muy cerca! ¡Demasiado cerca, dije! Quiero decir, tomar una foto juntos es por un lado, pero tenerlas a las dos tan cerca de mí realmente me pone nervioso, así que deténganse.

 La silla hizo un estruendo cuando traté de levantarme para hacer algo de distancia, pero mis hombros fueron forzados a regresar. Miré hacia arriba y Yukinoshita me estaba viendo con una sonrisa dulce y fría.

—Hikigaya-kun, estás siendo muy terco.

—La terca eres tú…

—Iroha-chan, estamos listos.

Yuigahama presionó más mi hombro y llamó a Isshiki.

—De acuerdo, aquí vamos. Digan whiskiiii.

Hubo varios destellos de luz en conjunción con el sonido del obturador. Ahh, definitivamente hice un rostro gracioso… Definitivamente tenía que parecer como esas fotos de mayoría de edad…

Mientras estaba sentado ahí sintiéndome abatido, Isshiki se acercó a mí y me regresó mi Smartphone.

—Aquí tienes, senpai… Es una buena foto, —dijo Isshiki, teniendo una sonrisa ligeramente madura. No me molesté en tratar de preguntar a qué se refería ya que estaba seguro que ella se refería a exactamente lo que dijo.

—Hikki, ¿puedes enviarme la foto? ¡Oh, en realidad, Iroha-chan, tomemos una foto juntos!

—¡De acuerdooo! Por favor toma la foto, senpai. —Isshiki ligeramente palmeó mi hombro y se apresuró hacía Yuigahama y Yukinoshita.

—Me gustaría abstenerme…

—Dije que no. ¡Todos vamos a tomar la foto!

—¿Cómo deberíamos acomodarnos?

Mientras las tres pensaban sobre su posición para la foto, yo silenciosamente miré a mi teléfono. La pantalla mostraba la foto del Club de Voluntariado tomada hace un momento.

…Ella tenía razón, no era tan mala como pensé. Tampoco lucía como una foto para la mayoría de edad.

Y además, antes cuando no sabía que escribir para lo que era el Club de Voluntariado o como éramos nosotros, sentía que podía hacerlo ahora. Es por eso que la foto no era tan mala como lo pensé.

Todavía no sabía cómo llamar a este club o cómo definirlo. Pero estaba seguro que había algo podíamos compartir por virtud al no tener palabras para ello. Si tuviéramos las palabras, era probable que termináramos tratando de mantener nuestros sentimientos manifestados torcidos unidos.

—¡Hikki, toma la foto!

—…Entiendo.

Me paré después de que gritara Yuigahama. Direccioné la cámara de mi Smartphone hacía las chicas y la posicioné.

Yuigahama tenía su usual sonrisa animada y brillante. Isshiki tenía su rostro para la cámara de primer nivel.

Y por último, abrazada de cerca por ambos lados, Yukinoshita, aunque algo molesta, estaba sonrojada por la vergüenza.

¿Cuántos más días de estas trivialidades normales podríamos continuar acumulando a partir de ahora?

¿Y qué clase de dolor acompañaría la vista nostálgica de estas fotos cuando envejeciéramos lo suficiente?

Pensando en todo eso, presioné el obturador.