Isekai Mahou wa Okureteru (NL)

Volumen 9

Capitulo 4: El Camino De Un Genio

Parte 5

Por otro lado, la chica del cabello platino tímidamente le hizo una pregunta a Suimei.

“S-Suimei-dono… ¿Es esta magia similar a mis Rainyblaze Clouds?”

“Es diferente, ¿sabes? Tus llamas saltan físicamente mientras esto es un contagio. Oh, pero no puedes usar ese hechizo aquí. Cualquiera que haga eso sin permiso aquí será arrestado”. O eso dijo, pero se encogió de hombros como si no fuera gran cosa. “De todos modos, como puede ver, este es el resultado. Es una actuación prácticamente perfecta para un hechizo, ¿verdad?”

Se escuchó un trago. Incluso los aliados de Suimei se estremecieron ante sus habilidades. Las tres chicas lo miraron con abyecto shock.

La pelirroja en particular habló con un suspiro de asombro.

“Usar múltiples hechizos a gran escala a la vez es una cosa, pero esto es algo completamente diferente. Dijiste que volverías a tu estado normal al regresar aquí, pero nunca esperé esto”.

“Todo lo que dije fue que el poder destructivo de mis hechizos volvería a la normalidad. Nunca dije que no conociera ningún hechizo más fuerte, ¿verdad?”

“Suimei-kun… Realmente deberías dejar eso ya.”

“Haha, mi error”.

Bajo la mirada de reproche de la pelirroja, Suimei soltó una risita nerviosa. Cuando de repente… todo empezó a temblar.

“¿Hrm?”

“Esto es…”

Fue como un terremoto, pero no lo fue. Fue la manifestación de una vibración mansfield, el precursor del estallido de tremendos fenómenos místicos. Era como si el aire gritara mientras el espacio mismo se despedazaba. Los escombros se elevaron en el aire y los escombros que cayeron al suelo explotaron en corrientes eléctricas.

Inmediatamente después de que comenzara el temblor, una luz salió disparada del centro de la ciudad. La hoja de bendición de Suimei había traído una noche ilusoria, que ahora estaba atravesada por la luz ascendente que rivalizaba con el brillo de su fortaleza dorada.

El líder se volvió hacia sus tropas para confirmar lo que estaba sucediendo en un nerviosismo.

“¡¿E-El ritual?!”

“¡Estamos salvados! ¡Estará listo pronto!”

“¡No! ¡Bwahahaha! ¡Tontos! ¡Esto es lo que obtienes por estar ahí! ¡La victoria es nuestra!”

El ritual estaba por fin a punto de completarse. Al enterarse de esto, el líder se echó a reír como si hubiera olvidado el dolor de sus quemaduras. Con la encarnación de un poder increíble, un poder divino, la victoria seguramente estaba cerca. O eso pensaba él.

Los edificios en ruinas se derrumbaron cuando líneas blancas corrieron por el suelo, trazando un enorme círculo mágico que se expandió y creció aún más.

“S-Suimei-dono, esto es…”

Al ver esto desarrollarse, la chica del cabello platino se puso pálida y tembló. Parecía estar perpleja en cuanto a exactamente por qué esto le inspiraba tanto miedo, pero era natural.

Cualquier mago temblaría ante el indescriptible escalofrío de lo que estaba por venir. Incluso la chica de cabello violeta estaba temblando.

Los únicos dos que no se vieron afectados fueron el Ejecutor Yakagi Suimei y  la pelirroja que empuñaba un Telesma. Incluso los magos enemigos fueron incapaces de ocultar su agitación ante el inmenso poder que acompañaba a la invocación de la divinidad. Su líder no fue la excepción.

No pasó mucho tiempo antes de que el dios convocado comenzara a salir del círculo de magia aún inestable y arañar sus bordes. Su forma aún no se había estabilizado. Solo su brazo de aspecto oscuro se extendió desde la luminiscencia cegadora hacia este mundo… casi como si estuviera saliendo del infierno.

“¡Suimei-kun, está sucediendo!”

“Esto es malo.”

La pelirroja y la chica del cabello violeta comenzaron a concentrar sus fuerzas, pero Suimei extendió su mano para detenerlas.

“¡¿S-Suimei-kun?! ¡¿Por qué nos detienes?!”

“Los fundamentos de la convocatoria. Si interviene con fuerza ahora en un gran ritual como este, provocará un rebote que será un desastre. Es más seguro dejar que la invocación se complete y enviar al dios de regreso mientras todavía está en un estado inestable y aturdido”.

Allí, la chica del cabello platino pareció recordar algo.

“Oh… Esto es como lo que pasó en el castillo real”.

“Exactamente. La barrera reguladora ya se ha disipado. Ya no podrán asimilarse con el dios, por lo que todavía no hemos perdido”.

“Entonces…”

“Esperamos a que su existencia se una y lo destruya de una sola vez”.

O eso dijo Suimei, pero el líder enemigo no parecía pensar que sería tan fácil.

“¡Incluso si eres un Ejecutor, no podrías tener el poder de repeler la divinidad así!”

“¿No lo crees? Desafortunadamente para ti, este no es mi primer rodeo”.

La arrogancia en la voz de Suimei era como aceite en el fuego de la indignación del líder.

“¡Estás fanfarroneando! ¡No hay forma de que puedas hacer eso!”

“¡Si! ¡Estamos hablando de un dios aquí! ”

“¡Un mago no puede hacer nada al respecto!”

Así, sus camaradas se unieron para afirmar que era imposible. Ellos también estaban seguros de su victoria. Pero en este punto… no sonaba más que una negación. Casi como si estuvieran suplicando a Suimei que retrocediera.

Y esa era la verdadera pregunta: si su victoria estaba tan cerca, ¿por qué estaban tan ansiosos?

Cuando el líder recuperó la compostura, la respuesta se le ocurrió en forma de un escalofrío que recorrió su espalda. Un mal presentimiento. Debe haber habido una razón por la que Yakagi Suimei de todas las personas había sido enviado. Y esa razón… Suimei lo había dicho él mismo. Este no fue su primer rodeo. De hecho, no era la primera vez que rechazaba la divinidad de este mundo.

“Holy lightning…”

El murmullo que sin saberlo escapó de los labios del líder provocó una sonrisa de suficiencia en Suimei. Parecía como si no pensara nada… No, como si no temiera nada de la aterradora amenaza que se cernía sobre él.

La onda de choque y los temblores que la acompañaron todavía estaban en curso, incluso ahora. El poder continuó saliendo del círculo de magia blanca, el excedente se convirtió en un rayo que asaltó el área.

El pálido resplandor estaba tomando forma como arcilla amasada, gradualmente formando la figura de un dios enorme. Todo lo que tocó se convirtió instantáneamente en escombros.

Y mientras se abría camino más lejos del círculo, hubo una ráfaga de viento que se llevó hasta los escombros.

Lo siguiente que emergió de la luz fue una cabeza, una con un ojo enorme y rasgos distorsionados. Era demasiado profano para ser reverenciado como algo sagrado… Pero su horrible e inestable figura tomó lentamente la forma que sus creyentes proyectaban sobre él.

Se estaba acercando a su naturaleza divina a medida que se expandía y contraía repetidamente, tomando forma gradualmente a medida que finalmente emergía en su totalidad del círculo mágico.

Su majestad era tal que obligó a todos a arrodillarse ante él. Las chicas no fueron la excepción. Era como si nadie pudiera hacer frente a la calamidad que tenían ante ellos. Todos entendieron que dentro de él había una furia que igualaba su majestad. La verdadera naturaleza del dios aún no se había determinado, pero destruyó todo lo que tocaba… Bueno o malo, era la calamidad encarnada.

Y ante tal calamidad, solo Suimei permaneció perfectamente sereno. Clavó su katana de mercurio en el suelo, tiró de las solapas de su traje para ponerse cómodo, y luego…

“Abreq ad Habra”.

[Lanza tu rayo hasta la muerte.]

Extendió un brazo como una espada y un rayo tomó forma en un instante. Desde el cielo hasta las ciudades distantes, se sentía como si toda la electricidad del mundo fuera saqueada de raíz.

Toda la energía de la región que era de naturaleza eléctrica se unió en un pálido destello. Al mismo tiempo, un busto de mujer de aspecto inorgánico apareció detrás de Suimei.

Fue aquí donde comenzó su verdadero canto.

“Dico. Illa qui impediunt me, tu es illa qui indignantur me. Ergo, tu es mea mors. Itaque, o fulgur caerulum. O locum id adducit. O illa qui conligant praeter me. Dissipato prae mea fulgur—”

[Declaro. Todos los que se interponen en mi camino, ustedes son los que me guardan rencor. Así que no eres otro que mi mayor obstáculo, mi muerte. Entonces, oh pálido rayo. Oh destino donde llega. Oh, los reunidos antes que yo. Dispersarse a los vientos antes de mi rayo—]

El relámpago que se dispersaba ingeniosamente convergió en las yemas de los dedos de Suimei como una onda inversa. Una esfera pálida de energía pura tomó forma junto a un círculo mágico que la comprimía continuamente. En poco tiempo, el dios estiró su brazo hacia Suimei, quien respondió extendiendo su mano chispeante de la misma manera. Los círculos de magia se proyectaban hacia adelante en una fila hacia el dios como si crearan un canal que se extendiera entre ellos.

“Regresa de donde perteneces”.

Luego, con el agudo chillido de una mujer, un torrente de relámpagos azules cayó directamente a través del dios, abriendo las nubes para revelar el cielo negro azabache.

***

Y así, el dios que había salido del círculo mágico fue destruido por Abreq ad Habra de Suimei y regresó al plano astral. Todo lo que quedaba eran los creyentes caídos y el pálido rayo aun bailando por el suelo. Tales efectos persistentes fueron bastante comunes después de la invocación de la gran magia.

Suimei sacó su katana de mercurio del suelo, descartó la magia que le dio forma y quitó el rayo residual con su mano derecha. Mientras lo hacía, las palabras finalmente parecieron regresar a Felmenia, quien todavía estaba medio atónita por lo que acababa de presenciar.

“Qué poder aterrador…”

“Bueno, eso es lo que pasa ahora que estoy de vuelta aquí”.

El hechizo de Suimei había perforado los cielos con suficiente fuerza como para volar una montaña entera. Había usado el mismo hechizo dos veces anteriormente en el otro mundo, pero nunca con tanto poder destructivo. Dejó a Felmenia aturdida por un momento mientras admiraba el rayo persistente, cuando de repente algo más pareció golpearla por completo.

“¡Ahora salvemos a Mary-dono!”

Ella inmediatamente y apresuradamente comenzó a dirigirse a la iglesia cuando el líder de los magos enemigos comenzó a reír. Suimei y las chicas lo miraron con expresiones de desconcierto.

“Estás   hablando del homúnculo que vino antes que tú,   ¿verdad? Seguramente nuestro jefe ya se ha hecho cargo de ella”, se burló.

“Tu jefe, ¿eh?” Suimei se burló a cambio.

Con toda probabilidad, su jefe era el homúnculo detallado en la solicitud de ejecución. Esto atrajo la mirada de Suimei hacia la iglesia.

“¿Esa cosa?”

“Puedes apostar tu trasero”.

“¿’Esa cosa’? ¿De qué están hablando, Suimei-kun?” Preguntó Lefille.

Suimei se llevó la mano a la mandíbula. Había algo como una neblina de calor brillante en dirección a la iglesia.

“Es barrera mágica. Probablemente del tipo que encierra a su objetivo dentro del mundo espiritual. Una barrera de ilusión de tipo envolvente”.

Tal como lo había advertido la solicitud de cumplimiento, la barrera mágica era el fuerte del objetivo. Específicamente barreras de ilusión de tipo cerramiento. El elemento del recinto indicaba que el objetivo estaba atrapado dentro, y la parte de ilusión indicaba que el objetivo estaba bajo los efectos de algún tipo de alucinación. Hydemary probablemente estaba atrapada por dichas alucinaciones, vagando interminablemente dentro de la barrera.

Allí, el líder dirigió una oscura mirada de animosidad a Suimei. “Con el jefe de nuestro lado, incluso tú estás—”

“No hay rival para ustedes, ¿eh? ¿Por qué me toman?”

“¡Ha! Te enfrentas a un homúnculo, ¡un genio natural! ¡Un simple humano no puede esperar igualar sus conocimientos!”

Ciertamente tenía razón en eso. Por su propia naturaleza, los homúnculos poseían un vasto conocimiento. El conocimiento en sí mismo era un gran poder para los magos; su presencia o falta de ella por sí sola podría determinar su calibre. Sin embargo…

“¿Y así fue como lo instigaste?”

“¿Eh? ¿De qué estás hablando?”

“No te hagas el tonto. Ustedes afirmaron que no podían llevar la carga de ser el buque para poder llevárselo, ¿verdad? Los homúnculos son inteligentes, por lo que no cometen muchos errores. Pero así es exactamente como se aprovecharon de la distorsión de un homúnculo, ¿no es así?”

“…”

Allí, el líder guardó silencio. Suimei había dado en el clavo y lo sabía. Felmenia, sin embargo, parecía absolutamente desconcertada.

“Suimei-dono, ¿qué quieres decir con ‘la distorsión de un homúnculo’?”

“Los homúnculos nacen con gran conocimiento. Imagínese un niño con la educación más completa que pueda imaginar y algo más. Pero, al final, siguen siendo niños. Debido a que no poseen más que conocimientos sin experiencia personal, es fácil desestabilizar sus mentes. Y así es exactamente como estos muchachos se aprovecharon de uno para sus propios objetivos. Probablemente le dijeron que si se asimilaba a un dios, llenaría el vacío en su corazón”.

Suimei se detuvo allí por un momento antes de ir directamente al meollo del asunto.

“Esta es la imagen que estaban pintando. Haces que parezca que el cabecilla es el homúnculo cuando en realidad eres tú quien lo lleva por la nariz. Todo para que pudieras aprovechar su poder. Usaste la vanidad de un genio y su ansia de ser el centro de atención en su contra”.

Se dijo que los homúnculos eran susceptibles a la inestabilidad de la mente debido a la brecha entre su conocimiento y su experiencia. Y dado que fueron creados por el bien de los humanos, estaban naturalmente predispuestos a escucharlos. Eso fue lo que hizo posible aprovecharlos así.