Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 9

Capitulo 2: El Visitante Al Borde Del Bosque

Parte 1

Ahora era la mañana siguiente.

Cuando llegué al asentamiento de Ruu en la carreta, terminó causando algo de conmoción. Por supuesto, había estado esperando eso hasta cierto punto, ya que le había pedido a Lala Ruu y a todos que informaran al resto del clan. Y entonces había niños pequeños gritando emocionados y gente mirando con expresión de sorpresa, pero nadie parecía juzgarnos, así que pensé que estaba bien.

Finalmente detuve a Gilulu tirando de las riendas antes de entrar en la plaza del asentamiento. Luego me bajé del asiento del conductor y entramos.

“Bienvenido al asentamiento de Ruu, Asuta. Parece que eres capaz de manejar bien el vagón después de un día de práctica”, dijo Sheera Ruu, saliendo corriendo de su casa.

“Si. De hecho, también hice un entrenamiento especial con Ai Fa esta mañana, así que me las arreglé para al menos aprender lo básico. Debería estar bien incluso en los senderos estrechos más cercanos a la ciudad, siempre y cuando tome las cosas con calma y no trate de apresurarme”.

Gracias a eso, Ai Fa probablemente estaba recolectando leña y hierbas por su cuenta ahora. Me sentí mal por eso, pero ella también había tenido un nivel inusualmente alto de interés en el vagón, así que jugué con eso, me levanté temprano con ella y juntos hicimos un poco de entrenamiento. Cuando terminamos eso y llegó el momento de dirigirme hacia el asentamiento de Ruu, ella parecía muy reacia a bajar del vagón.

“De ahora en adelante, recogeré a todos y los dejaré. Supongo que deberíamos empezar por cargar el equipaje de tu casa, Sheera Ruu. Aunque ahora que lo pienso… supongo que ya no necesitamos pedirles prestada una olla ahora que tenemos este carro”.

Desde que agarré la bandeja de hierro, tuvimos que tomarnos la molestia de llevar la salsa de tarapa que hice a la ciudad en un saco de cuero, encontrarnos con Sheera Ruu allí y luego transferir el contenido a una olla que ella trajo. Había sido demasiado esperar que Vina Ruu llevara la bandeja y la olla juntas, así que realmente no teníamos otra opción.

Pero ahora, podríamos traer tanto de la casa del Fa como necesitáramos. En el vagón, tenía una olla llena de salsa tarapa, la bandeja para el myamuu giba, 60 empanadas, 90 comidas de carne empapada en adobo y suficiente poitan horneado para 60 platos. Y luego, estaba la carne para la cocina que haría en las posadas, e incluso dos kilos de cecina.

Mirándolo de nuevo, realmente era bastante equipaje. Y pensar, solo Vina Ruu y yo llevábamos todo menos la olla día tras día…

Eso sirvió para aumentar mi resistencia, pero me sentí realmente agradecido por el hecho de que ya no tendría que cargarlo por todo ese aterrador puente de cuerda.

De todos modos, Sheera Ruu agregó el poitan horneado para las otras 90 comidas al vagón, y luego nos dirigimos a la casa principal de Ruu.

Cuando llegamos allí, encontramos a Rimee Ruu esperándonos junto con los totos llamados Ruuruu.

“¡Oh, una carreta! ¡Esto es asombroso, Asuta!” Rimee Ruu dijo desde lo alto de la espalda de Ruuruu mientras hacía que el pájaro se acercara. Parecía amar los totos tanto como Ai Fa, y había estado practicando montar desde temprano en la mañana en adelante. “¡Es tan bueno! ¡Pero también parece pesado! ¡Buen trabajo, Gilulu!”

Por supuesto, Gilulu respondió con la misma mirada en blanco de siempre, junto con una leve inclinación de cabeza. Y Ruuruu simplemente se quedó allí mirando a Gilulu.

“Hola, Asuta. Bienvenido al asentamiento de Ruu. Esta es toda la leña que tenemos para ti hoy”, dijo Mia Lea Ruu con una sonrisa alegre mientras salía de la casa para ver de qué se trataba tanto alboroto. Reina y Lala Ruu también habían dado vueltas desde detrás de la vivienda sosteniendo los grandes bultos de leña, lo que puso fin a nuestros preparativos.

“Bueno, entonces, vayamos. Todos, por favor, suban a la carreta”. Con eso, Reina, Lala y Sheera Ruu hicieron lo que les pedí con entusiasmo. Y mientras los miraba por el rabillo del ojo, le grité a Mia Lea Ruu: “Um,

¿entonces parece que Vina Ruu necesitará algo de tiempo para recuperarse después de todo?”

“Así es. Incluso si pudiera llegar allí y regresar en este vagón, tener que seguir de pie en el trabajo aún sería demasiado para ella. Parece que realmente serán dos días más hasta que pueda volver a trabajar en la ciudad, como te dije antes”.

“Ya veo. Luego, sobre la Pascua, Shumiral…”

“Bueno, por ahora estamos dispuestos a darle la bienvenida a la casa y echarle un vistazo. El jefe del clan y yo lo revisaremos, y si nos sentimos satisfechos, lo dejaremos reunirse con Vina”.

“Correcto. Ciertamente responderé por el hecho de que es un hombre de confianza, y espero que lo veas de la misma manera”.

Con un suspiro de alivio, guie a Gilulu a pie hacia la salida de la plaza. Y mientras la carreta avanzaba, las chicas que iban dentro comenzaron a emocionarse.

“Bueno, entonces, vayamos. Se balanceará un poco, así que ten cuidado de no caer, ¿de acuerdo?” Dije mientras me subía al asiento del conductor y golpeaba la pierna de Gilulu con la fusta. Con eso, los totos comenzaron a moverse. A pesar de todo el peso que ahora estaba tirando, no hubo ningún cambio en su paso ligero y fácil.

Sin embargo, teníamos tiempo de sobra, así que mantuve a Gilulu caminando en lugar de correr.

A pies humanos, caminar hasta la ciudad postal desde el asentamiento de Ruu tomó entre 40 y 50 minutos, mientras que serían 20-25 para un toto… Pero considerando el estrecho y sinuoso sendero, probablemente sería más seguro hacerlo alrededor de 30 minutos. Aun así, siempre y cuando no me equivocara, eso significaba que deberíamos llegar un poco antes de lo habitual.

“Asuta, ¿nos estás ayudando así, pero todavía nos estás pagando la misma cantidad? Simplemente no me siento bien con eso, de alguna manera…” Sheera Ruu gritó desde atrás. Dado que no había un divisor entre el asiento del conductor y el vagón en sí, siempre y cuando hablaras un poco, tener una conversación no era ningún problema.

“No te preocupes por todo eso. El punto clave del trabajo siempre ha sido lo que sucede mientras estamos en la ciudad postal, por lo que realmente no necesita preocuparse tanto por lo que viene antes y después”.

“¿De verdad? Pero parece que esto reducirá un poco el tiempo de viaje… Si eso significa que volveremos a nuestras casas antes de lo habitual, entonces creo que me gustaría aprovechar ese tiempo extra para reunir leña.”

Podía sentir que estallaba en una sonrisa forzada en respuesta a lo sería que era Sheera Ruu. Sin embargo, cambié rápidamente de marcha en mi cabeza.

“Pero la cantidad de leña que sacamos ahora debería ser suficiente. Entonces, ¿sería posible dejarte una tarea diferente en tu lugar?”

“¿Una tarea diferente? ¿Qué quieres decir?”

Cuando rodeamos una suave curva en el camino, seguí adelante y revelé el plan que había pensado previamente.

“Hacer las hamburguesas de giba y la salsa de tarapa… O eso, o cortar la carne para el myamuu giba y hacer la marinada. Estaba pensando en dejarte una u otra, pero ¿qué dices?”

Quizás sintiéndose perpleja, Sheera Ruu no dijo nada en respuesta. Sin embargo, en lugar de apresurarla en busca de una respuesta, simplemente esperé.

“Pero… si hago eso, entonces no te quedaría nada por hacer en el plato, ¿verdad…?”

“Si. De hecho, esa es precisamente la idea. Puede que lleve algún tiempo concretarlo, pero estaba pensando que me gustaría entregar uno de los puestos al clan Ruu para que lo gestione”.

De nuevo silencio. Y así, esta vez decidí seguir hablando.

“Tuve el pensamiento por primera vez hace un tiempo. Debería firmar un contrato con el propietario de la posada, preparar la comida, asegurarse de que el sabor sea el correcto y calcular las ganancias netas restando los gastos de su negocio. Pero si puedes hacer todo eso sin mí, entonces todas las ganancias del puesto irían naturalmente al clan Ruu”.

Ella todavía no decía nada.

“Sin embargo, todavía no he recibido la aprobación de Donda Ruu, así que ciertamente no estoy tratando de apresurarme. Pero estaba pensando que el primer paso sería que memorizaras cómo preparar el plato. ¿Qué piensas?”

“¿P-Pero por qué…? Eso solo disminuiría la cantidad de monedas que el clan Fa puede ganar, por lo que no debería haber nada que ganar haciendo tal cosa…” Sheera Ruu respondió con voz débil y temblorosa.

“Eso no es cierto. Si puedo dejar uno de los puestos en manos del clan Ruu, eso aligera mi carga de trabajo para poder concentrarme en otra cosa. Y había querido hacer más experimentos y estudios para eso…”

“¿Experimentar y estudiar…?”

“Así es. Si las cosas van bien, puedo terminar ofreciendo mi cocina a través de muchas más posadas, e incluso si eso no sucede, me gustaría reexaminar los platos que preparo actualmente. El estofado de carne de giba en cubos tarda demasiado en cocinarse, y el trozo en escabeche que he estado usando aumenta demasiado el costo de los ingredientes”.

“Correcto…”

“Y luego están los platos para los puestos. Ahora mismo preparamos 150 comidas al día, 90 myamuu giba y 60 giba hamburguesas, pero siempre terminamos con diez myamuu giba extra, ¿no es así? Con eso en mente, estaba pensando en reducir el número de hamburguesas myamuu giba y giba a 50 o 60 cada una e introducir un tercer plato”.

“¿Eh? ¿Vas a abrir un tercer puesto?”

“Ah, no, en última instancia, esa es solo una de las cosas que estoy considerando. Y en cualquier caso, no puedo aumentar mi cantidad de trabajo de preparación con las cosas tal como están. Así que tendré que esperar hasta que le entregue uno de los puestos al clan Ruu”.

Incluso dejando de lado el tema de las tarifas del puesto y la ubicación, así como los costos de personal, aumentar el número de puestos probablemente terminaría disminuyendo mi beneficio neto. Sin embargo, todavía tenía el deseo de probar nuevos platos poco a poco sin dejar de mantener mis ofertas populares actuales.

Si pudiera  ofrecer hasta 60 cada  uno  de tres platos diferentes,  eso permitiría a más personas que antes disfrutar de la cocina de carne giba, y tal vez tres puestos que venden 180 comidas estarían mejor en línea con las tiendas circundantes que dos puestos que venden 150.

En cualquier caso, sin embargo, nuestro objetivo detrás de la gestión de estos puestos no era obtener ganancias, sino más bien difundir aún más el conocimiento de lo sabrosa que es la carne de giba.

El gran plan era llegar al punto en el que la gente quisiera comprar la carne en sí en lugar de solo mi comida, así que esto fue como una presentación que estaba haciendo para promover esa causa.

“Probablemente me estoy volviendo repetitivo aquí, pero realmente no estoy tratando de apresurarme. Quiero decir, apenas ha pasado un mes desde que comencé a hacer negocios en general. Y las cosas parecen bastante en el aire en general en este momento, así que me gustaría tener cuidado en cómo progresamos. Pero aun así… Por lo que he visto de lo duro que trabajan todos, realmente no creo que sea un problema que todos se hagan cargo de uno de los puestos”.

Y si el clan Ruu pudiera manejar un negocio por su cuenta, entonces incluso si yo me levantara y desapareciera, el plan para traer prosperidad a los del borde del bosque aún podría continuar. Honestamente, esa fue una de las razones por las que tuve el pensamiento en primer lugar.

Aun así, nunca se sabía cuándo podía morir alguien. Incluso sin una experiencia como la mía, eso era solo sentido común aquí en este mundo, por lo que ciertamente no fue una mala idea en lo más mínimo poner esos preparativos en su lugar.

Y además, aunque esa era una de mis razones, todavía no era la más importante.

Hace un mes, cuando Sheera Ruu vino a ayudar por primera vez solo cinco días después de que comencé a hacer negocios, se me ocurrió la idea de que, con su nivel de habilidad, algún día podría dejarle uno de los puestos. Y entonces, acababa de expresar la idea que había estado hirviendo dentro de mí durante un mes.

Mia Lea Ruu me había preguntado asombrada por qué seguiría adelante por un camino que solo resultaría en pérdidas por mi parte. Pero el objetivo del clan Fa era traer prosperidad al borde del bosque. Como líder del clan, Ai Fa definitivamente no quería que amasáramos una fortuna para nosotros mismos.

Cuando era un  trabajo que solo yo podía manejar, me esforzaba  al máximo. Pero realmente sentí que si fuera una tarea que alguien más pudiera manejar, sería más efectivo ceder eso y comenzar a trabajar en algo diferente.

Y cuando alguien poseía cierta fuerza, sólo parecía correcto que se le pagara de manera justa por usarla. Y por lo que pude decir, eso ciertamente se aplica a Sheera Ruu.

“¿Qué piensas? Incluso dejando a un lado toda esa charla sobre el futuro, seriamente me ayudaría si pudiera comenzar por aprender los preparativos”.

“Ah, no, pero yo…”

“No creo que deba haber ningún problema con respecto a sus habilidades culinarias. Ya puedes hacer la salsa de tarapa por tu cuenta, y armar empanadas era una de tus especialidades, ¿no? Por supuesto, lo importante al hacer negocios es asegurarse de poder mantener el mismo sabor día tras día. Así que probablemente también me gustaría darte algunos consejos”.

Sheera Ruu no dijo nada.

“Aun así, supongo que sería más fácil hacer el myamuu giba, ¿eh? Siempre que recuerde cómo cortar la carne, el resto debe ser sencillo. Pero si soy honesto, sería de mayor ayuda por mi parte si en su lugar tomaras las hamburguesas giba, ya que tardan más”.

“¡Eso estaría bien! ¡Las hamburguesas son una de mis especialidades, después de todo!” una voz respondió con más entusiasmo del que esperaría de Sheera Ruu. Lo cual tenía sentido, considerando que había venido de Reina Ruu. “Asuta, usas un condimento más fuerte con el myamuu giba para que coincida con los gustos de la gente del pueblo, ¿no es así? Entonces, en ese caso, sería más apropiado que el clan Ruu se encargara de las hamburguesas. Me imagino que sería difícil tener que hacer un plato de una manera que no nos parece ideal, después de todo”.

“Ah, pude ver eso”.

“Además, creo que sería difícil para Sheera Ruu pedirle que se hiciera cargo de ti sola, Asuta. A mí también me resultaría difícil hacerlo. Pero con los dos trabajando juntos, ¡imagino que podríamos trabajar al menos la mitad de duro que tú!”

“Realmente me estás sobreestimando, ahí. Con ustedes dos juntos, ciertamente deberían ser capaces de hacer una hamburguesa giba más sabrosa que yo, ¿no crees?”

“Yo diría que eres tú quien nos sobreestima, Asuta”, respondió Reina Ruu, aunque su tono se mantuvo firme todo el tiempo. “Siento haber ido y metido ahí, Sheera Ruu. Pero realmente me gustaría intentarlo… Para ver hasta dónde puede llevarme mi habilidad. Y si lo logramos, no solo ganaremos monedas, sino también el tipo de honor que Asuta obtiene por nuestras habilidades culinarias”.

“Honor por nuestras habilidades culinarias…” Repitió Sheera Ruu en voz baja, su voz ya no temblaba como antes.

Por un momento, el único sonido en el aire fue el traqueteo de la carreta, pero justo cuando el estrecho camino que conducía a la ciudad postal apareció a la vista, habló de nuevo.

“Nos mostrarás las cuerdas para ayudar a compensar lo que nos falta, ¿no es así…?”

“Sí, por supuesto.”

“En ese caso, también me gustaría poner a prueba mis habilidades culinarias”.

Sintiéndome feliz de escuchar eso, respondí: “Gracias”, y tiré de las riendas de Gilulu para que redujera la velocidad un poco.

***

Afortunadamente, no tuvimos ningún problema incluso después de llegar a la ciudad postal.

Se nos permitió estacionar totos y carromatos en el espacio detrás de los puestos. Sin embargo, dado que los totos comían hojas cuando estaban atados allí, la tarifa del espacio se incrementó en dos monedas rojas por día.

Tenía algunas preguntas sobre la forma en que se establecían los costos allí, ya que el espacio en sí solo costaba una moneda por día, pero era tan barato para empezar que no sentí la necesidad de molestarme por eso.

Además, registrar a Gilulu en un establo de totos adecuado costaría tres monedas rojas por medio día, por lo que aún era mucho más razonable hacer las cosas de esta manera.

Pero en cualquier caso, el negocio fue bastante bien.

La gente del este y el sur se alinearon frente a los puestos a primera hora de la mañana, y una vez que comenzaron a disminuir, los occidentales comenzaron a aparecer aquí y allá.

En total, los sureños y los orientales constituían cada uno el 40% de mi clientela, mientras que el 20% restante procedía del oeste. Y así, no hubo un cambio real en la proporción allí, para bien o para mal.

Por supuesto, realmente debería sentirme agradecido por el hecho de que no estoy viendo una gran caída después de toda esa conmoción…

Aun así, me sentí un poco estancado en lo que respecta a los occidentales.

Las caras que había estado viendo desde el sur y el este habían cambiado bastante durante el último mes. Naturalmente, había clientes habituales desde hace mucho tiempo como el grupo de construcción Silver Vase y el Viejo, pero también estaba obteniendo muchos clientes además de ellos.

Gracias a la reputación que me había ganado en The Great Southern Tree y The Sledgehammer, los recién llegados a los puestos solían aparecer incluso cuando otros dejaban Genos. Vender mi cocina a través de esas posadas realmente tuvo un efecto notable en ese frente.

Por otro lado, no veía muchos cambios en mi clientela occidental. Algunos venían de fuera de la ciudad por motivos de trabajo, pero la inmensa mayoría eran todos residentes, naturalmente.

En otras palabras, de los aproximadamente 30 clientes occidentales que recibí por día, casi todos eran clientes habituales que habían estado viniendo durante casi un mes.

¿Cuántos occidentales vivían aquí en la ciudad postal de Genos para empezar? Sinceramente, no tenía ni idea. Creo que Ai Fa dijo que fueron varios miles en algún momento, pero en última instancia, solo fue información inestable de segunda mano.

Por lo animadas que eran las calles y todas las hileras de casas que se extendían hacia el oeste, parecía claro que no eran solo mil o dos mil. Incluso si no llegara a los 10,000, ciertamente diría que “varios miles” parecía correcto.

Por supuesto, no era como si todos los residentes de la ciudad postal salieran a comer a los puestos. La clientela de por aquí, en última instancia, provenía de personas que se quedaban en las posadas o que trabajaban cerca. E incluso entonces, parte de esa multitud simplemente eligió almorzar en su posada.

Entonces, ¿qué tan grande era el pastel para que yo pudiera tomar mi porción?

Pensé que podría calcularlo aproximadamente en función del número de puestos.

¿Cuántos puestos de bocadillos había en este vasto espacio…? No podría ser menos de 50, al menos. Probablemente lo pondría en algún lugar en el rango de 60 a 70. Y por lo que escuché, generalmente vendían entre 20 y 50 comidas al día. Entonces el promedio sería de 35 comidas.

Aproximadamente 60 puestos que venden 35 comidas cada uno funcionarían para 2100 clientes.

Con eso en mente, el hecho de que vendiéramos alrededor de 140 por día con solo dos puestos seguro era algo.

Entonces, el problema realmente se redujo a las proporciones.

Por lo que pude ver al mirar el tráfico que pasaba, realmente parecía que la mayoría de la gente era del oeste. Según mi estimación, parecían constituir entre el 60 y el 70% de la multitud.

Entonces, según mi estimación de 2000 personas, eso significaría que hay 1260 occidentales aproximadamente. Y en resumen, menos de 30 de ellos pasaron por nuestros puestos. En términos de porcentajes, estaríamos hablando de un insignificante 2,4%.

Por ahora, esa era la mayor cantidad de occidentales que podía llegar a pasar por los puestos sin dudarlo.

En cuanto a mis clientes extranjeros, parecía estar viendo que 110 de los 840 venían por los puestos, o el 13%.

Más de uno de cada 10 orientales y sureños me compraron, mientras que para los occidentales fue solo alrededor de dos de cada cien.

A pesar de que estaba vendiendo bastante bien, seguía siendo un conjunto de circunstancias preocupantes para mí.

Para empezar, nuestra ubicación había estado bastante apartada, y hubo todo ese incidente hace unos diez días. Sin embargo, a pesar de eso, muchas personas seguían viniendo a comprar mi cocina giba en lugar de abandonarnos. Eso era algo de lo que alegrarme, pero aun así… me resultaba bastante difícil determinar cuál debería ser mi próximo paso.

Ah, si sigo pensando demasiado en cosas como esta, entonces Ai Fa pensará que tengo prisa otra vez…

Y así, detuve mis pensamientos y cálculos salvajes, justo a tiempo para que me tiraran de la manga de la camiseta.

“Asuta, ¿estás bien? Tenemos un cliente, ya sabes…” Reina Ruu, que estaba trabajando en el puesto de hamburguesas giba junto a mí, me preguntó con una mirada de preocupación.

Asentí en respuesta a ella, y luego me abofeteé ligeramente en mis propias mejillas.

“Lo siento por eso. Solo estaba pensando un poco, pero ahora no era el momento para eso. ¡Bienvenido!” Dije con una sonrisa, solo para que mi sonrisa se desvaneciera pronto.

Había un joven imberbe del sur parado allí y lanzándome una mirada amarga.

“Ah, hola… Entonces, ¿a qué viniste aquí hoy?”

Reina Ruu aparentemente no se había dado cuenta todavía, pero era el hombre llamado Labis de ayer.

“Vine aquí hoy como cliente. ¿Me seguirás vendiendo tu comida a pesar de la conmoción de ayer?”

Su expresión parecía disgustada, pero su tono y acciones eran perfectamente corteses.