Isekai Mahou wa Okureteru (NL)

Volumen 7

Extra 2: Para Sostener Ese Magnífico Sacramento Una Vez Más

Una noche, varios días después de que  Reiji y los demás hubieran recuperado el Sacramento del estado autónomo, Reiji lo estaba mirando en el patio de la posada donde se alojaban.

“Hrmmm…”

Mientras dejaba escapar un gemido de preocupación, Titania apareció detrás de él.

“¿Qué pasa, Reiji-sama?”

“Oh, eh, no es nada. Me preguntaba cómo convertir esto en un arma de nuevo”.

“Como sospechaba… ¿Significa esto que no puedes convertirlo en un arma libremente?”

Reiji asintió solemnemente en respuesta a la refinada voz de Titania. Desde que el Sacramento había vuelto a su forma accesoria, había estado contemplando cómo podría persuadirlo para que volviera a transformarse en una espada.

Pero ya sea que concentrara su maná, se concentrara o rezara, no mostró signos de escuchar en absoluto. Y esa era la situación en la que todavía se encontraba ahora.

Titania no dijo nada. Se quedaron allí en silencio por un momento antes de que otra voz llegara desde detrás de ellos.

“Entonces, ¿por qué no recreamos la situación?”

“¿Princesa Graziella?”

“Llevaste esa misma cara larga durante toda la cena, así que pensé que debías estar pensando en eso”.

“Ummm… ¿Quizás estás preocupado por mí?”

“Sí, b-bueno, algo así”, dijo Graziella, dándose la vuelta con torpeza.

Sin hacer caso de su reacción, Titania volvió a encarrilar la conversación.

“Justo ahora, Su Alteza Imperial, habló de ‘recrear la situación’. ¿Qué quiso decir con eso?”

“O-Oh, ¿eso? Eso es… quise decir cuando Reiji me protegió… si creamos otra situación en la que estoy en peligro y él…”

“No. Denegado”.

Graziella se sonrojó por alguna razón, pero Titania rechazó su propuesta sin pestañear.

“¿Por qué no?”

“¡¿Debes preguntar?! ¡Eso está absolutamente fuera de discusión!”

“Si estás celosa, Reiji vino a mi rescate, entonces honestamente…”

“¡Yo-yo no estoy particularmente celosa! ¡N-N-No te equivoques!” Y mientras Titania y Graziella se chillaban entre sí…

“Tengo un plan brillante”.

“¿Io Kuzami-san?”

La siguiente en aparecer en el patio fue Io Kuzami. Y, por supuesto, lo primero que salió de su boca fue algo sobre un plan supuestamente brillante, pero…

“¿Qué quieres que hagamos específicamente?” Titania preguntó.

“¿No es eso ya obvio? Simplemente debemos practicar. Práctica, digo.”

“Te escucho enfatizar la práctica, pero no entiendo qué es lo que pretendes específicamente que hagamos”.

“¿Entonces no harías nada? Nada engendra nada, sabes. Nada resultará de pasar una eternidad cavilando sobre ello”.

“Eso es ciertamente cierto, pero…”

Sin la menor pista para continuar, ni siquiera sabían en qué deberían estar trabajando. Sin embargo, Io Kuzami continuó.

“En cualquier caso, este es el deseo de mi prometido. ¿Debo ofrecer mi consejo?”

“¿Qué tengo que hacer?”

“Aguanta eso y grita. Sí, grita a los cielos”.

“¿G-Gritar…?”

“Desata el grito de tu corazón. Permítanme ofrecerles un ejemplo”. Io Kuzami luego se volvió hacia el cielo nocturno muy animado y gritó: “¡Oh, última Excalibur! ¡La espada sagrada que desciende hasta mi mano para salvar este mundo! ¡Responde a mi llamado y muestra tu puro resplandor aquí y ahora! ¡Manifestado como mi espada…! Bueno, algo así”.

“Eso fue solo una ráfaga de lenguaje florido y nombres extraños… ¿Estás diciendo que eso es lo que debería hacer?”

“Por supuesto. Como dije, desata el grito de tu corazón. ¡Estírate correctamente, respira hondo y listo!”

“¿Qué, esto es práctico ahora? ¿Por qué de repente suena como un entrenamiento en un club deportivo?”

Reiji estaba muy equivocado. Esto no era otra cosa que chuunibyou completo.

“Entonces, si lo prefiere, le diremos… ¿Llena sus palabras con su patetismo desbordante?”

“No, estoy bien, gracias…”

Cuando Reiji dejó escapar un gemido, Graziella ofreció su opinión.

“Dejando a un lado todo lo demás, creo que es cierto que se requieren palabras para activarlo. Piensa en lo que ese elfo nos dijo en el templo”.

“Ahora que lo mencionas, ella sí habló de recitar algo, eh…”

Eso era cierto, pero no era como si pudieran descubrir la combinación mágica simplemente gritando palabras arbitrarias. Dicho esto, intentarlo era realmente la única opción que tenían en este momento.

“¡Gaaah, al diablo con eso! ¡Oh Sacramento! ¡Responde a mi deseo y conviértete en un arma!”

Silencio.

“Ugh…”

Todo lo que respondió Reiji mientras gritaba en la noche fue un dolor punzante en el pecho. Hubiera estado bien si hubiera desafiado sus expectativas y se hubiera transformado después de todo eso, pero el daño emocional de no hacer nada en absoluto fue un gran costo.

“Eso no es bueno. La oscuridad de tu redacción es insuficiente. Intente agregar algunas palabras extranjeras también”.

“¡¿Palabras extranjeras?!”

“Pero por supuesto. ¿No conmueve el estilo de las palabras extranjeras lo más profundo de tu alma?”

“Eso  solo  se  aplica  a  las  almas  de  una  fracción  muy  pequeña  de personas…”

“Oh, mi prometido… Cuando escuchaste por primera vez el nombre del Lachesis Meter, ¿no pensaste que era increíblemente genial?”

“¿Eh? Bueno, ahora que lo mencionas… Sí, lo hice”.

“Esto no es diferente”.

“¿Lo crees?”

Reiji murmuró para sí mismo con resignación mientras miraba hacia el cielo nocturno una vez más. Y luego…

“¡Oh Sacramento! ¡Devora mi alma y despierta! ¡Canta tu réquiem éternel!

¡Cristaliza en mis manos y manifiestateeeeeeeeee!” Silencio.

“Ugggh…”

Como era de esperar, el Sacramento todavía no se transformó. El dolor en el pecho de Reiji solo aumentó proporcionalmente a la vergüenza de lo que se había atrevido a gritar. Cuando todo estuvo dicho y hecho, se arrodilló en el acto y se puso rojo brillante.

“¿Um, Reiji-sama…? ¿Lo dejamos así por esta noche?”

“Tia, por favor, te lo ruego. No me mires así. Eso hiere mi corazón.”

“Bueno… ¿Cómo lo digo, Reiji? No hay necesidad de apresurarse”.

“Ugh…  Graziella-san,  lamento  decirlo,  pero  tú  simpatía  es  como  ser apuñalado con un cuchillo frío…”

Reiji se redujo a gemidos amargos con una voz llorosa. En cuanto a Io Kuzami, quien trajo todo esto…

“Caramba. Ese nivel de pasión es simplemente inadecuado. Si realmente deseas alcanzar el poder, debes dejar de lado toda la vergüenza y el respeto por ti mismo”.

“Pero… mi orgullo…”

Titania y Graziella ayudaron al angustiado Reiji a regresar a la posada. Una vez que se fueron…

“Oh héroe, me temo que no hay forma de obtener lo que buscas más que luchar por tu vida. Ese objeto sobrepasa el reino en el que puedo ayudarte, después de todo”, murmuró Io Kuzami en un tono inusualmente manso mientras miraba hacia la luna.

-FIN DEL VOLUMEN 07-