Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 7

Capitulo 2: Otra Perturbación

Parte 7

Un poco más tarde, justo cuando era hora de salir hacia El Gran Árbol del Sur, tres personas más del borde del bosque se acercaron: Gazraan Rutim, Dari Sauti y otro de los hombres del clan Sauti.

“Ah, hola. ¿Cómo fueron las cosas con Kamyua Yoshu?”

“Parece que los planes para mañana realmente no se pueden cambiar. Eso fue exactamente lo que esperábamos, pero también dijo que no necesitaban ningún guardia”.

“¿Él dijo que?”

Mañana era finalmente el día del gran trabajo que involucraba al comerciante Zasshuma y la caravana que dirigía. Por supuesto, supuse que no podrían cancelar sus planes gracias a las circunstancias de nuestro lado, pero ¿qué significaba que decían que no necesitaban guardias?

“Como no se sabe qué acciones tomará Zattsu Suun, ofrecimos que todos los hombres Sauti los escolten. Sin embargo, dado que solo le estaban pidiendo a la gente del borde del bosque que les mostrara el camino, volvió al acuerdo inicial de solo cuatro hombres”.

“Pero… ¿no es tan peligroso?”

“Hmph. Solo hay dos de esos villanos, así que incluso con solo cuatro de nosotros no deberíamos estar en peligro. Aun así, ofrecimos aumentar el número de hombres que enviamos para estar a salvo, pero lo dejaron en paz porque nos preocupamos demasiado. Realmente no puedo soportar a la gente de la ciudad”, intervino Dari Sauti.

Era más alto que Gazraan Rutim, y en términos de físico parecía que incluso sería un rival para Donda Ruu. Tenía una cara de aspecto amable, pero cuando se combinaba con su gran cuerpo, su apariencia parecía coincidir con su gran responsabilidad como uno de los tres líderes de su pueblo. En cuanto a su edad, debe haber sido un poco mayor que Gazraan Rutim.

En cualquier caso, aunque por lo general emitía una impresión bastante leve, parecía estar un poco irritado por la situación. Sin embargo, realmente debe haber sido agotador tratar con Kamyua Yoshu en tales circunstancias.

“También deben tener su propio orgullo y dignidad. Es el trabajo de esos guardaespaldas proteger la caravana mercante, por lo que probablemente no quieran que nadie más interfiera”.

“No me gusta. Tal vez piensan que les gustaría acabar con esos demonios con sus propias manos, al igual que la gente del castillo”.

¿Podría ser ese el caso? Con la impresión que tuve, no podía imaginar que Kamyua Yoshu y Cyclaeus tuvieran una relación muy amigable. ¿Kamyua Yoshu también tenía el deseo de acabar con esos criminales del clan Suun, sin embargo…? Honestamente, era un misterio lo que ese hombre distante realmente estaba pensando.

“En cualquier caso, aparentemente hay 18 en la caravana mercante y cinco guardaespaldas. No deberían tener ninguna necesidad de temer a solo dos delincuentes. Y también… dijeron que incluso si esos villanos dañaran a cualquiera de los comerciantes o productos, la responsabilidad de eso recaería sobre ellos como los guardaespaldas, por lo que no deberíamos preocuparnos por eso”.

“Ya veo. Si Kamyua Yoshu dijo todo eso, entonces tal vez realmente no hay necesidad de preocuparse”.

Kamyua Yoshu, y ese hombre con la cara vendada, Haan de Dabagg. Y habría tres más de sus compañeros, más cuatro hombres del borde del bosque liderados por Dari Sauti, por lo que ciertamente no sería fácil sacarles lo mejor.

“Bueno, todavía tenemos que informar a Donda Ruu y Gulaf Zaza, así que volveremos al borde del bosque. Asuta, por favor cuídate.” Gazraan Rutim terminó con una mirada firme en mi dirección, luego se fue junto con Dari Sauti.

“Bueno, entonces deberíamos ponernos en marcha también. Cuida de todos, ¿está bien, Sheera Ruu?”

“Correcto. Por favor cuídate.”

Con eso, yo, Vina Ruu, Ai Fa y los tres cazadores que estaban pasando el rato en la espesura nos alejamos de los puestos. En el camino compré las verduras que necesitaba, y luego nos dirigimos a El Gran Árbol del Sur, obteniendo miradas mucho más duras de lo habitual a medida que avanzábamos.

“Todavía tenemos que decidir nuestros roles. Supongo que necesitaremos uno en las puertas delantera y trasera, otro vigilando el área circundante y otro para entrar al edificio”. Sorprendentemente, el que actuó como líder de los guardias fue la persona más joven presente, Ludo Ruu. “Dejaremos la entrada principal a Ai Fa, pero supongo que no importa quién más vaya a dónde”.

“Espera. ¿Por qué tengo que tomar la entrada principal? Quería ser el que entrara”.

“¿Hmm? Pero si uno de los hombres está parado frente a la posada, la gente del oeste no se acercará. Ese tipo que dirige el lugar ya no parecía satisfecho, ¿verdad?”

Ya nos habíamos detenido a discutir el asunto con los Naudis por la mañana. Es decir, le dijimos que queríamos tener a estos guardaespaldas cerca del bosque por si acaso ocurriera algo.

“No, pero… quiero decir, yo también soy un cazador con espadas. Ser hombre o mujer no debería hacer mucha diferencia en el desprecio que nos muestran los occidentales”.

“Eso no es cierto en absoluto. No hay forma de evitar que una mujer con una cara bonita como la tuya se acerque tanto como nosotros”.

“Dices eso, pero todos ustedes también tienen caras suaves y femeninas, ¿no es así? Y yo también soy más alto que tú”.

De repente, hubo una tensión en el aire. Sin embargo, Rau Lea intervino con una sonrisa, “Seguro que dices algunas cosas graciosas. Pero incluso soy más alto que tú, jefe del clan del Fa. Me aburriría solo de pie, así que me encargaré de vigilar los alrededores. Todos ustedes pueden decidir el resto sin mí.”

“¡La altura no tiene nada que ver con eso! ¡Además, casi no hay diferencia entre tú y yo, Ai Fa!” Ludo Ruu no lo dejaba ir tan fácilmente.

“… Pero todavía soy más alto”.

“Tengo aproximadamente la misma altura que el jefe del clan Fa”.

“¡Shin Ruu, idiota! ¡¿También me estás llamando un enano?! ” “No dije eso. Y de todos modos eres un mejor cazador que yo”.

A medida que avanzaba esa discusión, llegamos a El Gran Árbol del Sur.

“No me gusta entrar a los edificios alrededor de la ciudad, así que tomaré la retaguardia”, dijo Shin Ruu, retirándose del conflicto.

“Soplaré un silbato de hierba si veo algo”, agregó Rau Lea antes de desaparecer. Eso dejó a Ai Fa y Ludo Ruu disparándose una mirada hostil.

“Um, ya que Asuta entiende los caminos de la ciudad mejor que nadie, ¿por qué no hacer que él decida…?” Vina Ruu propuso, sonando un poco asombrada.

“Sin embargo, ¡solo elegiría Ai Fa!” Ludo Ruu gimió infantilmente.

No era bueno estar haciendo esto frente a la posada. Y entonces sentí la necesidad de hablar, pero no pude evitar tener un gran corazón al considerar cómo eso haría sentir a Ai Fa.

“Si me dejas decidir, entonces creo que sería mejor que Ai Fa se quedara afuera… ¿Qué dices?”

Como era de esperar, Ai Fa se quedó allí horrorizada. “¿Pero por qué…?”

“Quiero decir, mi razón es lo que dijo Ludo Ruu antes, y dado que muchas personas del oeste aparentemente usan esta posada, me gustaría evitar preocuparlos tanto como sea posible”. Por eso también te hicimos esperar en los puestos, ¿verdad?

“Eso es… eso es cierto, pero…” murmuró Ai Fa, claramente desanimado. Luego, volvió su mirada indiferente hacia Ludo Ruu, lanzándole una mirada de disculpa. “Ya veo… yo era el único que valoraba mis deseos sobre nuestras necesidades, aquí. Lamento haber tratado de seguir adelante con eso en lugar de tratar el asunto de manera lógica”.

“¿Hmm? Ah, no tienes que disculparte por eso o lo que sea”.

“Sin embargo… Todavía es un hecho que soy más alto”.

“¡Cállate sobre eso, ya! ¿Qué importa?”

“No es así. Ese era solo yo siendo un mal perdedor”.

Con eso, Ai Fa caminó a lo largo de la pared, luego se dejó caer cuando estaba a unos tres metros de la entrada de la posada. En lugar de solo tener una rodilla en alto, los acunó a los dos como a un niño y lanzó una mirada sombría sobre el camino.

“Vigilaré la carretera desde aquí, Asuta…”

“¡Correcto!”

“Dalo todo…”

“…Entendido.”

Por alguna razón, sentí que un poderoso sentimiento de culpa me estaba aplastando.

Cuando abrí la puerta de la posada y entré junto con los hermanos de la casa principal de Ruu, contuve otro suspiro, como había estado haciendo una y otra vez todo el día.

“Ah, Asuta, te he estado esperando”, saludó Naudis con una suave sonrisa desde el mostrador de recepción. Ya había conocido a los hombres esta mañana, y de todos modos solo era Ludo Ruu con nosotros, así que no parecía tan nervioso. “Bueno, hoy cuento contigo de nuevo. En realidad, estoy sinceramente aliviado de poder darle la bienvenida tan casualmente”.

“Perdón por todo esto. Hemos hecho una verdadera conmoción por ti debido a nuestras circunstancias personales. En cualquier caso, estoy realmente agradecido de que hayas aceptado este asunto con los guardias”.

“Ah, no, ya que hay criminales peligrosos rondando, en realidad me parece tranquilizador. Después de todo, no puedes confiar en los guardias de la ciudad para tratar con la gente del borde del bosque”.

Aun así, si acabara de ser expulsado, eso eliminaría cualquier amenaza de ataque de Zattsu Suun. A pesar de eso, Naudis había dicho que quería que continuara según lo planeado. Ciertamente me sentí mal por toda la situación, pero para ser honesto, en realidad estaba más contento de que eligiera verlo de la manera que lo hizo.

“No tuve tiempo de decírtelo esta mañana, pero tu cocina fue un gran éxito anoche. Vendí hasta la última parte.”

“Ah, me alivia escuchar eso. Lo vendías en cinco monedas rojas por plato,

¿no?”

“Sí, así es. También vendí algunos sin fuwano y con la mitad de la carne por dos monedas rojas, tal como lo sugeriste. Gracias a eso, incluso los clientes que no pagarían cinco monedas rojas por algo que nunca probaron no tuvieron problemas para pedirlo”, dijo Naudis con una sonrisa muy satisfecha.

Le devolví la sonrisa cuando abrí el manojo de carne de giba que le había dejado.

“Por cierto, ¿cómo era la proporción de clientes? ¿La gente del oeste también lo ordenó?”

“Por supuesto. En este momento, hay muchos clientes del oeste dispuestos a venir aquí interesados en cocinar giba. Sin embargo, no sé cómo será eso de aquí en adelante… ”

Yo tampoco estaba seguro de eso.

Los puestos habían visto una caída dramática en los clientes occidentales. Si eso fue porque tenían miedo de verse envueltos en algo, entonces eso no debería tener un gran impacto en los negocios aquí en la posada.

Sin embargo, si este incidente estaba causando la animadversión hacia la gente del borde del bosque para reaparecer, eso podría resultar bastante serio.

“Bueno, solo tenemos que ser pacientes hasta que atrapen a esos criminales. Pero solo el número vendido a los clientes del sur fue bastante bueno, así que ciertamente tengo la intención de seguir trabajando con usted”, dijo Naudis antes de partir. Se veía igual en la superficie, pero tal vez realmente se sentía nervioso por estar en la misma habitación que Ludo Ruu después de todo.

“Hombre, seguro que es aburrido esperar a alguien que tal vez nunca aparezca. Pero no puedo bajar la guardia, así que mis hombros se ponen rígidos”, se quejó Ludo Ruu mientras daba un gran estiramiento. “Si es solo por un día o dos, venir a la ciudad puede ser bastante interesante. Pero si esto continúa durante 10 o 20 días, me voy a cansar por completo. Y esos tipos del Sudra terminarán sin comida”.

“Sin embargo, no terminaría alargándose tanto, ¿verdad? Si lo hiciera, también sería un problema para mí”.

“Pero siempre existe la posibilidad de que terminen muriendo antes de mostrarse, ¿no es así? Como si se toparan con una giba en el bosque y los derribara, terminarían alimentándose de inmediato. Entonces estaríamos atrapados haciendo esto para siempre”.

Ah, eso realmente podría suceder. De hecho, normalmente se consideraría muy peligroso pasar la noche en el bosque. Además, Zattsu Suun estaba enfermo y Tei Suun no era exactamente joven, y no deberían haber sido equipados adecuadamente en lo más mínimo. Con todo eso en mente, parecía bastante probable que murieran en el bosque sin que nadie lo supiera. ¿Significaría eso que pasaríamos el resto de nuestras vidas vigilantes en guardia contra los fantasmas?

¿Cuántos problemas tendría que hacer Zattsu Suun para nosotros antes de estar satisfecho? Mientras mantenía mis manos moviéndose con la cocina, recordé las siniestras palabras que Yamiru Lea había dicho una vez: “Zattsu Suun era un hombre que era como un haz de veneno”.

***

Después de dos horas y media, nuestro trabajo en El Gran Árbol del Sur llegó a su fin.

Aún no habíamos recibido ninguna noticia, buena o mala. Para cuando volvimos a La Cola de Kimyuus, el grupo de los puestos ya había cerrado su negocio y había completado las compras para mañana.

“Nos quedaron algunas comidas hoy. Vendimos todas las hamburguesas de giba, pero solo alcanzamos alrededor de 80 para myamuu giba”.

En lugar de enterarme de cómo fueron las ventas, sentí que debería felicitarlos por haber tenido éxito durante todo el día. Aun así, era difícil no sentirse un poco deprimido.

En cualquier caso, todavía necesitábamos devolver los puestos, así que extendí la mano para abrir la puerta, solo para que una voz enojada sonara desde el otro lado antes de poder hacerlo.

“¡Te digo que deberías dejar de alquilarles puestos! Si simplemente no vinieran a la ciudad, eso resolvería todo, ¿verdad?” Me congelé en el lugar sin pensar. Naturalmente, estaba hablando de nosotros. “¡La gente del castillo es demasiado suave con la gente del borde del bosque para empezar!”

“¡No quiero involucrarme en sus problemas!”

“Si no los alquilara, no podrían hacer negocios, ¡así que debería devolverles lo que pagaron y terminar con ellos!”

No reconocí ninguna de esas voces masculinas que gritaban sus quejas.

En cualquier caso, después de un momento de silencio, Milano Mas respondió. “Incluso si terminara mi contrato con ellos, solo obtendrían sus puestos de El Gran Árbol del Sur. Y alguien del castillo les dio permiso, así que nada saldrá de nosotros quejándonos.”

“Aun así, eso no significa que tengamos que seguir voluntariamente,

¿verdad?”

“¿Quieres tanto su tarifa?”

“Y quiero decir, deberías odiar a la gente del borde del bosque más que nadie, ¿verdad?”

En el siguiente momento, un tremendo estallido resonó en el aire. Alguien debe haber golpeado una mesa o pared o algo con todas sus fuerzas.

“¡Mis relaciones no tienen nada que ver con lo que siento ahora! Los que me cabrean en este momento no son las personas del borde del bosque, ¡pero ustedes! Si has dicho tu artículo, ¡date prisa y sal! ¡Estás interfiriendo con mi negocio!”

Al escuchar eso, me alejé de la puerta a toda prisa.

La puerta se abrió en ambos sentidos, y pronto se cerró de golpe, solo para que los hombres que salieron pisando fuerte de repente dijeran: “¡Gyah!” y congelar en su lugar.

Había más de diez personas en el borde del bosque alineadas allí afuera de la puerta. ¿Qué tan asustados deben haberse sentido en este momento? Todos los hombres estaban vestidos como mercaderes, y sus rostros se torcieron en miradas de desesperación cuando comenzaron a temblar.

Sin embargo, yo fui el único que escuchó a escondidas su conversación, por lo que todos los demás simplemente les dispararon miradas en blanco.

“Lo siento, pero tengo negocios adentro, ¿podrías dejarme pasar?” Pregunté en el tono más plano que pude, solo para que los hombres se alejaran tan rápido como pudieron.

Después de verlos irse, una vez más fui a entrar, solo para que la puerta se abriera y Milano Mas saliera con su habitual expresión agria en su rostro.

“¿Qué, entonces ya terminaste? No te detengas frente a la tienda así. Vas a obstruir mi negocio”.

“Correcto, lo siento”. No necesitábamos tanta gente solo para mover los puestos, por lo que los cuatro guardaespaldas y yo los movimos hacia atrás como Milano Mas nos indicó. “Um… ¿Está bien seguir recibiendo tus puestos a partir de mañana?” Pregunté mientras empujaba los puestos, solo para que Milano Mas me lanzara una mirada por el rabillo del ojo.

“Si haces algo cuestionable y rompes un puesto, tendrás que pagar una tarifa por eso. Es como te expliqué desde el principio. Sin embargo, no debería haber nada más que deba explicar”.

“Lo tengo. Gracias.”

Naturalmente, esa declaración me devolvió un molesto “Hmph”.

Cuando llegamos al  almacén detrás de la posada, por alguna razón encontramos a un chico alto, delgado, rubio y de aspecto distante esperándonos allí.

“Hola. Buen trabajo hoy. Gracias por la deliciosa comida como siempre.”

“Oye, ¿qué haces aquí?” Milano Mas preguntó en un tono brusco, pero Kamyua Yoshu solo le devolvió una sonrisa relajada.

“Veras, decidí esperar aquí porque no quería extrañar a Asuta y su grupo. Y si decidiera tomarme las cosas con calma en el comedor, me quedaría dormido en muy poco tiempo”.

Esta fue la primera vez que vi a Kamyua Yoshu hoy. Sin embargo, dado que él estaba diciendo que había cocinado, debió de irse y hacer una compra mientras yo estaba en El Gran Árbol del Sur.

“Me alegra haber tenido la oportunidad de verte, Kamyua. Escuché que te vas temprano en la mañana y que no volverás durante dos meses como muy pronto, después de todo”.

Dos meses… Ya que había estado aquí en este mundo por menos de 50 días, eso me pareció muchísimo tiempo.

Sinceramente, no podía juzgar si era bueno o malo que Kamyua Yoshu desapareciera justo cuando la relación entre el borde del bosque y Genos se hacía cada vez más complicada. Pero de cualquier manera, era un hecho inamovible que se iba. Y así, aquellos de nosotros que quedamos atrás solo tendríamos que esforzarnos para saber cómo manejar las cosas.

“Ah, claro, escuché que rechazaste una oferta para agregar más hombres. ¿Realmente sientes que no hay ningún peligro?”

“¿Huh? ¡Sí, por supuesto! ¡Apenas dos delincuentes son prácticamente nada! Y en realidad, no hay ninguna razón para que los locos intenten huir del borde del bosque para atacarnos en primer lugar”.

“Pero el hecho de que se hayan vuelto locos es por qué nunca se sabe lo que podrían intentar, ¿verdad? Además… creo que hay más que una pequeña posibilidad de que la caravana mercante que estás protegiendo sea atacada”.

“¿Oh? ¿Porque eso?” Kamyua Yoshu preguntó, sus ojos brillaban de curiosidad, pero estaba un poco preocupado por la presencia de Milano Mas. No era que no tuviera nada que ver con él, y no parecía disfrutar escuchando sobre criminales desde el borde del bosque. Por ahora, sin embargo, parecía estar fingiendo ignorancia mientras revisaba los puestos en busca de daños.

“Un poco atrás, escuché algo inusual de un miembro del clan Suun. Que la gente vive para ganar monedas, y que dado que los Suun eran el clan más rico, su cabeza era el héroe más grande del borde del bosque… Me imagino que ese punto de vista sesgado se transmitió a través de la casa principal, todo el camino de regreso del jefe del clan anterior”.

“Uh-huh… Entonces una gran caravana llena de tesoros sería la presa perfecta, ¿eh? Ya veo, eso ciertamente es un pensamiento interesante.”

“Sería bueno si eso fuera todo como terminó, pero el hombre buscado que era el jefe del clan anterior aparentemente dijo que restablecería el derecho de gobernar del clan Suun. Eso bien podría haber significado obtener tanta fortuna como sea posible, en lugar de atacar a los clanes rivales del Fa o Ruu”.

“Ah, ya veo. ¿Pero podrían realmente recuperar su autoridad así?”

“Por supuesto no. El jefe del clan anterior es probablemente el único que piensa eso. De hecho, una gran cantidad de la gente del borde del bosque piensa que cualquier riqueza más allá de lo que se necesita para una vida básica es completamente innecesaria”.

“Qué verdaderamente intrigante. Desearía poder haberte hablado mucho más antes de partir hacia Sym, Asuta,” dijo Kamyua Yoshu con una sonrisa triste. “Pero lo entiendo. Existe una posibilidad real de que esos villanos del Suun ataquen la caravana mercante. No sería tan directo como para decir que estoy ansioso por tener la oportunidad de poner en práctica mis habilidades, pero los guardaespaldas nos ganamos la vida en el combate, después de todo. Entonces, un lindo viaje sin incidentes, honestamente, no sería tan interesante para mí”.

Con eso, sus ojos morados miraron a los cazadores del borde del bosque. Ai Fa, Ludo Ruu, Shin Ruu y Rau Lea… Y todos ellos vigilaban cuidadosamente al hombre distante a su vez, sin decepcionar a sus guardias en lo más mínimo.

“Sabes, es posible que una de las personas de alrededor de la ciudad termine cortando al ex líder del borde del bosque. Todos ustedes no nos guardarán rencor por eso, ¿verdad?”

“Por supuesto no. Sería un poco molesto, pero no solo te diríamos que te sientes y dejes que te maten… Además, probablemente podrías cortar a cualquiera que quieras en dos, ¿verdad?” Ludo Ruu respondió.

“Eso no es cierto en absoluto”, respondió Kamyua Yoshu, agitando su brazo larguirucho como para descartar la idea. “Si es posible, trataría de llevarlos vivos. Pero bueno, los otros son más salvajes que yo, así que ciertamente me alegro de oírte decir eso… Aun así, todavía hay una posibilidad de que vengan después de Asuta y de todos, así que oremos para que todos salgamos adelante de esto con seguridad”.

“Correcto. Espero reunirme con ustedes dentro de dos meses”, respondí, y en ese momento Milano Mas finalmente se alejó de los puestos.

“No hay rasguños en ellos. Entonces, si has terminado aquí, date prisa y piérdete”.

“Entendido. Gracias.” Por alguna razón, Milano Mas no me miró. Mientras me preocupaba que realmente no hubiera querido escuchar todo eso sobre los delincuentes, me volví hacia Kamyua Yoshu. “Bueno, entonces, Kamyua, cuídate de tu viaje”.

“Sí, tú también te cuidas. Y te veré de nuevo alguna vez, Ai Fa”.

Ai Fa le devolvió un asentimiento de aspecto hostil, cerrando repentinamente nuestra despedida de Kamyua Yoshu.

Si algo nos sucediera a cualquiera de nosotros, esto podría probar nuestra despedida final… pero de alguna manera, simplemente no me pareció real.

Una vez que eso terminó, regresamos a la carretera, solo para que alguien se  abriera  paso  entre  la  multitud  y  corriera  hacia  nosotros.  Ai  Fa inmediatamente se movió frente a mí, pero pronto se hizo evidente que no era un criminal, sino Yumi de The Westerly Wind.

“¡Lo siento, Asuta! ¡Mi estúpido papá no me dejaría visitar tus puestos hoy!” Gritó mientras se acercaba, solo para tropezar por el impulso y agarrarse a mi pecho.

“¿Huh? ¿Q-Qué es esto de tu padre?” Le pregunté, muy consciente de la fría mirada de los ojos entrecerrados de Ai Fa.

“¡Te lo estoy diciendo! Hubo algún tipo de conmoción sobre los delincuentes desde el borde del bosque, ¿verdad? ¡Gracias a eso, mi papá no me dejó salir de casa! Finalmente logré escabullirme cuando se fue, pero ya terminaste con los negocios por el día, ¿verdad…?”

“S-Sí. Llegamos a nuestro horario de cierre”.

“Correcto. Pero yo… ¡Gyah! ¡¿Qué pasa con todos ustedes?!” Yumi preguntó, finalmente notando a Ludo Ruu y los demás y apretando mi pecho aún más fuerte.

Todavía no nos habíamos encontrado con el resto del grupo, así que solo había cuatro cazadores parados allí, pero aparentemente eso fue suficiente para asustar a Yumi y ponerla nerviosa. Normalmente era tan dura, pero ahora sus manos que agarraban mi camiseta temblaban muy ligeramente.

“E-Está bien. Todos están conmigo. Um… este es uno de los habituales en los puestos. Es hija de los dueños de una posada llamada The Westerly Wind”.

Ludo y Shin Ruu tenían miradas perplejas, mientras que Rau Lea tenía una expresión agria en su rostro. En cuanto a Ai Fa… Estaba inexpresiva, excepto por el resplandor increíblemente frío que provenía de sus ojos entrecerrados.

La asustada Yumi miró tímidamente al grupo.

“¿S-Son todos tus camaradas, Asuta? Lo siento, estaba un poco sorprendida. Esta es la primera vez que veo tantos hombres del borde del bosque a la vez… ”

“Bueno, es cierto que los hombres del borde del bosque no vienen a la ciudad muy a menudo… Entonces, ¿qué estabas tratando de decir?”

“¿Hmm? ¡Ah bien! ¡Quería disculparme por no haber llegado a los puestos hoy! Estoy muy contenta de haberte atrapado, Asuta”. Con eso, Yumi finalmente retrocedió, aunque todavía estaba agarrando la tela de mi camiseta mientras me miraba, con una mirada un poco seria en sus ojos.

“¿Disculparte…? Pero no hay nada por lo que disculparse, ¿verdad?”

“Aun así, ¡odiaría si me malinterpretas! ¡No los estoy mirando a todos de manera diferente por algo que otras personas  del borde del  bosque hicieron mal! Y oye… abrirás tus puestos mañana también, ¿verdad? No vas a desaparecer, ¿verdad?”

“S-Sí. Al menos, ese es el plan… ”

“Ya veo. Gracias a Dios… Aun así, hay muchos tipos duros como mi papá. ¡Pero también hay personas como yo que lo entienden totalmente! Así que no odies a la ciudad de correos por esto, ¿de acuerdo?”

“Mientras haya gente aquí para decir cosas así, estaré bien”. Al escuchar eso, Yumi estalló en una gran sonrisa.

La mirada de Ai Fa fue dolorosa, pero aun así, sentí una sensación relajante en el fondo de mi corazón.

Con eso, el día 14 del mes azul llegó a un final pacífico a pesar de la premonición turbulenta que flotaba en el aire… Y ese día llegó por fin. El decimoquinto día del mes azul, cuando un grupo de más de 20 comerciantes pasaría por el asentamiento en el borde del bosque en su camino hacia el Reino Oriental de Sym.

Ese día, finalmente me encontraría con ese hombre cara a cara. La raíz de todos los males del clan Suun y la causa de su corrupción… El ex jefe del clan, Zattsu Suun.