Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 5

Capitulo 4: El Décimo Día — Nueva Determinación

Parte 2

Aunque estábamos tomando nuestros descansos, el flujo de clientes no se había detenido por completo. Y así, una vez que terminamos, nos quedaban 34 hamburguesas giba y 38 myamuu giba.

“Realmente estamos vendiendo bien hoy, ¿no? Podríamos terminar vendiéndonos por completo”, dijo Sheera Ruu con una sonrisa brillante, ahora a cargo del myamuu giba después del descanso.

“Es verdad. Aquí pensé que el día después del descanso sería cuando las ventas subirían. Pero parece que realmente fue la decisión correcta para preparar más hamburguesas de giba de lo habitual”.

“Tenemos 170 comidas en total hoy, ¿no? Entonces, ¿para cuántos planeas prepararte?” Sheera Ruu comenzó a preguntar, solo para que sus ojos se abrieran de par en par.

Eché un vistazo apresuradamente a mí alrededor, pero cuando vi a quién estaba mirando, suspiré aliviado.

“Ah, ¿los miembros de la casa principal? Tenían que hacer algunas compras hoy, así que les pregunté si también podían llevar leña. ¿No te lo mencioné, Sheera Ruu?”

“No… no había oído hablar de eso…”

¿Pero por qué estaba tan sorprendida? Era solo el segundo hijo e hija de la casa principal de Ruu que venía por el camino.

Sin embargo, cuando se acercaron, me di cuenta de la razón del shock de Sheera Ruu. La cara de Darmu Ruu había estado envuelta en vendas, pero ahora estaba caminando con ella completamente expuesta por primera vez en mucho tiempo.

“Perdón por la espera. Aquí está tu leña”, dijo Reina Ruu con una sonrisa como una flor, colocando la carga de su espalda al lado del puesto.

“Ehehe. Estaba libre, así que decidí venir”, intervino Rimee Ruu, colocando un paquete de la mitad del tamaño junto al de Reina Ruu.

Entonces, finalmente, Darmu Ruu arrojó en silencio un gran paquete de tres bolsas en total.

En su rostro había una cantidad realmente trágica de cicatrices. Me había preocupado cuál era exactamente la naturaleza de sus heridas, pero con esto era obvio que eran bastante graves.

Había una sola cicatriz lateral grande y de aspecto serio en la mejilla derecha, que se extendía desde el costado de la nariz hasta debajo de la oreja. Seguía siendo del color de la carne fresca, y se podía ver claramente dónde se había cosido. Su rostro ya parecía vicioso, pero ahora se veía aún más, obteniendo un 50% más de impacto.

Sin embargo, esa sensación viciosa solía provenir solo de las llamas en sus ojos y la expresión audaz que llevaba. Originalmente, había sido bastante guapo… Pensarlo así hizo que fuera aún más doloroso verlo.

“… ¿Qué estás mirando, bastardo?” Cuestionó Darmu Ruu, mirándome con sus ojos de lobo.

Parecía que estaba a punto de acumular más abuso sobre mí, pero antes de que pudiera, Sheera Ruu saltó, “Darmu Ruu”, con un poco de urgencia en su voz. “Finalmente, tengo la oportunidad de verte… ¿Están bien tus heridas?”

Darmu Ruu se giró hacia ella, molesto.

“La hija mayor de la casa de Shin Ruu, ¿eh…? ¿Qué te importan mis heridas?”

“Escuché que no te habías adentrado en el bosque desde ese día, lo que hizo que me doliera el corazón como miembro de tu clan… Y tienes mi más profundo agradecimiento por salvar la vida de Shin”.

Por lo que escuché, Darmu Ruu resultó herido al proteger a un hombre de una familia de la rama, pero ese era Shin Ruu?

Darmu Ruu frunció el ceño, luciendo increíblemente disgustado. “Es natural proteger a tus familiares. ¿Qué eres, un idiota?”

“No. Pero aun así, si no lo hubieras salvado, habríamos perdido la cabeza de nuestro clan. Así que por favor, permíteme darte las gracias.”

Con un “Tch” de su lengua, Darmu Ruu miró hacia otro lado.

Fue entonces cuando su mirada se posó en Ai Fa detrás de nosotros, y sus ojos se entrecerraron.

“Reina, dame un minuto…”

“¿Huh?”

Los ojos de Reina Ruu se abrieron de sorpresa, pero Darmu Ruu la dejó atrás y se dirigió hacia Ai Fa, desviándose por el puesto en el camino.

Di un paso adelante sin pensar y estaba a punto de gritar: “Oye, ¿qué crees que estás haciendo?” pero luego llegó un cliente de Sym.

“¿Giba?”

“Ah, sí, esto es cocinar giba. Si lo desea, continúe y pruebe una muestra”.

Reina y Rimee Ruu se distanciaron despreocupadamente de los puestos, observando con gran curiosidad mientras el hombre de Sym probaba la muestra.

“Ese puesto también vende un plato de carne de giba. Este usa carne cocida con sabor a myamuu y vino de frutas, mientras que ese es un plato único que usa tarapa”.

El cliente asintió, luego se dirigió hacia el puesto de hamburguesas de giba.

“¡Eso fue increíble! ¡Realmente hay gente del pueblo comiendo carne de giba! ¡Pero era del este en lugar del oeste!”

“Oye, baja la voz, Rimee. Lo sentimos… Estamos interfiriendo con tu trabajo, ¿no? Ya terminamos nuestro negocio aquí, así que disculpen”.

“¡¿Eh?! ¡También quiero hablar con Ai Fa!”

“Ya pasaste ayer y el día antes de hablar con ella, ¿no? Pero en ese caso, ¿quieres quedarte con Ai Fa hasta que hayamos terminado de comprar? Volveremos a recogerte una vez que hayamos terminado”.

“¡Si! ¡Gracias, Reina!”

Con eso, Reina Ruu se volvió hacia mí con una brillante sonrisa de satisfacción en su rostro.

“Lo siento por eso. Bueno, entonces cuida a Rimee. Pero si ella interfiere con su negocio, no dude en regañarla”.

“C-Claro, lo tengo”.

Tuve la sensación de que Reina Ruu sonreía cada vez más a medida que pasaban los días.

Honestamente, no sabía si estaba bien sentirme sinceramente feliz por eso o no.

Fue entonces cuando Darmu Ruu regresó de repente con un “Lo siento por la espera”.

Me di la vuelta a toda prisa, pero Ai Fa todavía estaba sentado debajo del árbol, como si nada hubiera sucedido.

Con un último, “Bueno, hasta luego”, los hermanos se fueron. Como era de esperar, me sentía bastante ansioso.

Pero el cliente de antes regresó y me ofreció monedas, así que no podía moverme exactamente del lugar en este momento.

“¡Gracias! ¡Por favor espera un momento!”

Me agarré a un poitan horneado, cantando en mi cabeza, ¡Concéntrate en el trabajo! Todo el rato.

Entonces, una voz susurró de repente en mi oído, tan silenciosamente que apenas podía escucharla.

“¿Qué asuntos tuvo Darmu Ruu con Ai Fa…?”

“¿Huh?”

Cuando me volví para mirar, encontré que Sheera Ruu se veía increíblemente deprimida mientras miraba al suelo.

No podría ser… Pero entonces, ¿qué fue eso?

Ah, no, realmente no debería estar tratando de atar las cosas así.

Aun así, después de que apresuradamente preparé el myamuu giba y se lo entregué al cliente, llamé a la chica a mi lado, “Rimee Ruu, lo siento, pero ¿podrías llamar a Ai Fa?”

“¿Hmm? ¡Entendido!”

Rimee  Ruu  salió  disparada,  su  cabello  castaño  rojizo  revoloteando mientras avanzaba.

Mientras eso sucedía, algunos clientes del oeste se acercaron. Eran jóvenes con piel blanca marfil y parecían un poco tímidos.

“U-Um, dos por favor”.

“Gracias. Espera un momento, por favor.”

Si mi memoria no me fallaba, estos eran los jóvenes que gritaron junto conmigo cuando ese pájaro gigante totos apareció de la nada. Por alguna razón u otra, parecían venir una vez cada dos días.

Todavía quedaba un poco de tiempo hasta que el sol alcanzara su punto máximo, por lo que el negocio iba increíblemente bien.

Cuando terminé de preparar las órdenes para esos dos, Rimee Ruu había arrastrado a Ai Fa.

“¿Qué es? ¿Me necesitas para comprar verduras?”

“No, aún deberíamos estar bien en ese frente. Es solo que… ¿Qué quería Darmu Ruu contigo?”

Ai Fa me lanzó una mirada muy dudosa, inclinó un poco la cabeza y dijo: “Ni idea”.

“¿’Ni idea’? Pero tuviste algún tipo de discusión, ¿verdad?”

“No diría que fue suficiente para contar como una discusión. Él simplemente vino y parloteó sobre algo, y de repente se fue”.

“¿Está bien si te pregunto qué dijo…?”

Ai Fa inclinó la cabeza hacia el otro lado.

“¿Qué fue de nuevo…? Creo que era algo sobre cómo volvería a entrar al bosque mañana, y cómo un cazador que no podía hacerlo era inútil. ¿Estaba tratando de reírse cruelmente de mí porque no puedo aventurarme en el bosque en este momento?”

“Jajaja. Darmu es como un niño pequeño”.

Aparentemente, la intensidad que emitió no tuvo efecto en las mujeres de los clanes Ruu y Fa.

Tal vez realmente se estaba burlando de Ai Fa de una manera inquietante y altiva como lo hizo esa noche hace un mes. Pero solo al escuchar la historia contada, honestamente, me pareció un poco divertida.

Y cuando agregaste en la declaración de Vina Ruu que todavía no había renunciado a tomar a Ai Fa como novia, tuvo la sensación de que un hombre incómodo trataba desesperadamente de acercarse a la mujer que le gustaba.

Como resultado, las expresiones en mi rostro y las de Sheera Ruu no se aclararon en lo más mínimo.

“Estamos casi en la mitad trasera… Trabajemos duro, Sheera Ruu”.

“Correcto… Por supuesto”, dijo Sheera Ruu con un gran asentimiento, como si tratara de animarse.

Entonces, apareció otro cliente: mi constante habitual, Tara. “¡Tres por favor, Asuta!”

“¡Ah, gracias por visitarnos hoy! Realmente vienes todos los días, ¿no?”

“Quiero decir, ¡es tan delicioso que quiero comerlo siempre! Desearía que no te tomes mañana libre… ”

De repente, sus ojos marrones oscuros vieron a Rimee Ruu. “¡Ah! ¡Una chica del borde del bosque!”

Rimee Ruu le devolvió la mirada a Tara, sorprendida.

Algo inquieta todo el tiempo, Tara inclinó la cabeza y dijo: “Encantada de conocerte…”

Al instante, Rimee Ruu estalló en una sonrisa y respondió enérgicamente: “¡Sí, igualmente!”

Al ver eso, la sonrisa inocente habitual de Tara cruzó su rostro.

“¡Pensé que solo los adultos del borde del bosque llegaban a la ciudad de correos! Ah, mi nombre es Tara.”

“¡Soy Rimee Ruu! Todavía soy pequeño, así que no puedo cargar cosas pesadas, y es por eso que no me llevan mucho a la ciudad”.

“¿De verdad? ¡Pero ustedes, amigos del borde del bosque, son tan fuertes! Quiero decir, llevas 200 poitanos, ¿no? ¡Eso es increíble!”

Se sentía como si los mundos estuvieran colisionando, pero de una manera pacífica que era difícil de describir.

Ai Fa estaba parada justo al lado de Rimee Ruu, pero estaba desviando la mirada, como si no tuviera idea de qué decir.

Sin embargo, tuve que concentrarme en preparar la carne para Tara, así que no pude ayudar a mi jefe de clan.

En cambio, solo animé en mi corazón, ¡Dalo todo, Ai Fa! “¿Cuántos años tienes, Rimee Ruu? Tengo ocho.”

“¡Yo también tengo ocho! ¡Somos lo mismo!”

“¡Seguro lo somos!”

“¿Entonces eres de Genos, pero no tienes miedo de la gente del borde del bosque?”

“Hmm… La gente que da miedo todavía da miedo, ¡pero la gente de Asuta no es así en absoluto! Ahora que lo mencionas, acabo de ver a un hombre aterrador caminando… ”

“Jajaja. ¡Ese fue probablemente Darmu! Él es mi hermano mayor”.

“¡¿Eh?! ¡¿De verdad?! ¡Lo siento mucho!”

“No, incluso la gente de otros clanes al borde del bosque dice que da miedo. Pero en realidad no da miedo en absoluto”.

Estas chicas no tenían la misma edad. También se parecían en términos de altura, la longitud de su cabello y la adoración general. De alguna manera, solo mirarlos me hizo sentir más relajado.

“Esos dos en el otro puesto son las dos hermanas mayores de Rimee Ruu. Y Ludo Ruu, el chico que dejaste comer tu manju hace mucho tiempo, es otro de sus hermanos mayores,” intervino.

“¡Eso es increíble! ¡Tienes tantos hermanos! Tengo dos hermanos mayores, pero siempre están trabajando en casa”.

“Ya veo. El trabajo es definitivamente importante”.

“Si.”

A estas alturas, los ojos de Ai Fa rogaban: “¡Sálvame!”

Todo lo que pude manejar con mis habilidades miserables fue empujar el myamuu giba ahora completo frente a Tara.

“Gracias por esperar. Serán seis monedas rojas para los tres”.

“¡Gracias! ¡Aquí están tus monedas! ”

“¡Gracias! Así que no vas a hacer dos de cada uno hoy, ¿eh?”

“¡Así es! ¡Papá quería una giba myamuu, pero yo quería una hamburguesa giba! Pero entonces mi papá dijo por qué no los dividió, para que ambos podamos comernos cada uno”, respondió Tara, hinchando su pecho con orgullo y riendo.

Pregunté cómo les tomó siete días dar con esa idea, pero independientemente, Tara era simplemente adorable.

“Bueno, ¡hasta luego, Asuta! Y Rimee Ruu, me encantaría hablar un poco más si alguna vez nos volvemos a ver”.

“¡Si! ¡Adiós!”

Así, la reunión casual entre las dos jóvenes llegó a su fin.

Ai Fa dio un profundo suspiro, luego descansó su mano derecha sobre el cabello esponjoso de Rimee Ruu.

“Rimee Ruu, me siento un poco cansada. ¿Está bien si descanso allí?”

“¡Sip! ¡Tengo que hablar mucho contigo antes de que Reina y Darmu vuelvan!”

Con eso, finalmente tuvimos un momento de silencio. Realmente había sido un día agitado hasta ahora.