Isekai Ryouri (NL)

Volumen 4

Interludio 1: La Chica De La Ciudad Del Correo

“Escucha, no deberías acercarte más a la gente del borde del bosque, ¿de acuerdo, Tara?” Dora dijo con una especie de mirada aterradora cuando el grupo de Asuta salió de la tienda.

Tara no podía simplemente aceptar eso, por lo que preguntó de nuevo: “¿Por qué? Asuta es una buena persona. Por eso dijiste que querías agradecerle, ¿verdad? ¿Pero todavía no puedo ser amigable con él?”

“Estoy seguro de que Asuta no es tan malo. Está vestido como una persona al borde del bosque, pero debe haber nacido en algún pueblo o aldea en algún lugar. Y esa chica Ai Fa que estaba con él, estoy seguro de que es una espléndida cazadora. Pero aun así, es demasiado peligroso estar cerca de la gente del borde del bosque”.

Dora acercó su rostro.

“También los has visto enloquecer por la ciudad, ¿verdad? Hay mucha gente salvaje como esa entre la gente del borde del bosque. Así que no debes acercarte a ellos cuando puedas evitarlo”.

“Pero… todos los que beben demasiado y se vuelven locos dan miedo, no solo la gente del borde del bosque, ¿verdad?” Tara cuestionó.

Sin embargo, Dora simplemente la rechazó y dijo: “Cuando digo que no, lo digo en serio. Incluso cuando la gente del borde del bosque hace algo mal, los guardias simplemente los dejan ir. Por eso no piensan nada en causar problemas. Nada bueno puede venir de que nos asociemos con un grupo peligroso como ese… Así que ahora que les hemos agradecido adecuadamente por salvarte, no hay necesidad de acercarte a ellos más de lo que ya lo has hecho”.

Mientras decía eso, Dora se asomó por debajo del techo de su puesto para verificar la posición del sol.

“Parece que es casi la segunda hora. Es un poco temprano, pero ve y toma pedidos. Y sin rodeos, ¿de acuerdo?”

“… Correcto”, respondió Tara, aún sin sonar satisfecha, y luego salió de la tienda.

La carretera se estaba desbordando de gente. Las personas que vivían en la ciudad postal, los que venían de sus granjas a trabajar como Tara y su padre, y los viajeros del sur y el este. Tampoco era raro ver gente del borde del bosque entre ellos. Mucha gente vivía al borde del bosque, después de todo, así que vinieron al pueblo de correos para comprar comida.

Sin embargo, la mayoría de ellas eran mujeres, por lo que era bastante raro ver a un cazador vestido con una capa de giba. Y así, cuando Tara se encontró con ese cazador desde el borde del bosque hace diez días, realmente estaba asustada.

Ese hombre estaba bebiendo a mitad del día, y sacó su espada en la ciudad y aulló como una bestia. Y sus ojos ardientes parecían los de un animal.

Pero los que protegieron a Tara de ese rufián también eran personas del borde del bosque: Asuta, que estaba vestida como una persona del borde del bosque pero no se parecía a una, y Ai Fa, una hermosa joven que vestía una capa de giba. .

Los ojos de Ai Fa también brillaron como los de un animal. De hecho, si Tara tuviera que decirlo, la mirada de Ai Fa parecía más aterradora y fuerte que la de ese hombre. Pero luego Ai Fa llamó a ese rufián por las cosas malas que estaba haciendo y salvó a Tara.

Aun así, los guardias llamaron criminales a Ai Fa y Asuta e intentaron llevárselos. Si ese viajero, Kamyua Yoshu, no hubiera aparecido entonces, el malo podría haber quedado en libertad mientras que los buenos fueron arrestados.

¿Por qué es eso? Ese borracho dijo que era ‘parte del clan gobernante’, así que… ¿Tal vez solo las personas del borde del bosque que son parte de ese clan son malas? Tara pensó para sí misma mientras caminaba.

A Tara le gustaban los ojos de Asuta, que eran negros como una persona de Sym y realmente brillantes.

Y Ai Fa daba un poco de miedo, pero era muy valiente y Tara pensó que era realmente genial.

Su papá Dora no parecía pensar que esas dos eran malas personas, pero él dijo que no se acercara a la gente del borde del bosque. Tara lo encontró extraño y triste.

También quiero probar la cocina de giba de Asuta…

Sin embargo, estaba segura de que Dora le diría que no lo comiera.

Mientras caminaba por el ajetreo y el bullicio de la ciudad postal, Tara dio un pequeño suspiro.

***

Al día siguiente, después de terminar el desayuno, Tara estaba jugando con niños de la ciudad como siempre.

Como ella ayudó a su padre con su trabajo en la ciudad de correos, Tara tuvo más oportunidades de jugar con los niños allí que con los de la aldea.

Hoy estaba jugando con un niño de una posada y una niña de una tienda de kimyuus.

“Ayer, mi hermano mayor regresó de trabajar en la ciudad del castillo por primera vez en mucho tiempo”, dijo el niño mientras descansaban un poco después de cansarse jugando a la pelota. “¡Y él trajo a Karon de vuelta como regalo! Eso es asombroso, ¿verdad? ¡No carne de pierna, sino carne de espalda!”

En el pueblo de correos, nadie vendía carne de karon excepto las piernas. La carne de la espalda y las costillas era muy cara, por lo que solo se podía conseguir en la ciudad del castillo.

“¡Era suave y súper sabroso! ¡Ahora que lo he tenido, no creo que quiera comer carne de pierna nunca más!”

“¿Hmm? ¿Es más suave que la carne kimyuus?”

“Ah, ¿supongo que tienen la misma suavidad? ¡Pero no es solo suave!

¿Cómo debería decirlo…? De todos modos, ¡es realmente delicioso!”

“Oh. Pero la piel de Kimyuus también es realmente deliciosa, ¿verdad?” dijo la chica, sonando como si lo estuviera desafiando. “La carne con piel es cara, así que no todos pueden comprarla, ¿sí? Pero cuando la carne y la piel se cocinan juntas, ¡es realmente muy sabroso!”

“La piel de Kimyuus es para hacer capas y bolsos de cuero. ¡Karon definitivamente es mucho más sabroso!”

“¡Eso no es cierto! ¡En mi casa, la carne con piel es una delicia especial una vez al mes! Si crees que estoy mintiendo, ¡pruébalo alguna vez! ”

Tara escuchó felizmente de un lado a otro, luego recordó lo que había escuchado ayer y preguntó: “Oye, ¿la carne de giba es sabrosa?”

Los dos se volvieron y miraron fijamente a Tara.

“Por giba, ¿te refieres a esas cosas que hacen un desastre de campos? No hay forma de que sean sabrosos”.

“Si. Además, si comes giba, ¿no creces cuernos y tú piel se oscurece como la gente del borde del bosque?”

“¿Huh? ¿De verdad?”

Pero la piel de Asuta era del color de las personas del oeste, y no tenía cuernos.

Sus ojos y cabello eran negros, pero la gente de Sym estaba oscura por todas partes. Además, ella no creía que hubiera algo malo en tener piel oscura para empezar.

“La carne de Giba es maloliente y dura, por lo que solo la gente del borde del bosque se la come. Me siento mal por ellos, solo por comer carne tan asquerosa”, dijo el niño con una sonrisa.

Entonces, una mujer que había estado sacando agua le dio una palmada en la cabeza y le dijo: “Oye, ¿qué crees que estás diciendo tan fuerte? Si una persona del borde del bosque escucha eso, te arrastrará al bosque, ya sabes”.

Por alguna razón, Tara comenzó a sentirse triste.

Luego, se levantó apresuradamente y dijo: “¡Ah! ¡El sol está casi en su apogeo! ¡Tengo que volver a la tienda! Los veo mañana, ¿de acuerdo?”

“Sí, nos vemos entonces”.

Tara saludó con la mano y luego se fue rápidamente hacia el norte.

En el camino, compró un kimyuus manju. Esos eran sus favoritos cuando se trataba de bocadillos aquí en la ciudad de correos.

¿A qué sabe giba…?

Ese pensamiento no dejaría de pensar.

La carne de pierna de Karon era realmente dura, así que a menos que se cocinara con mucho cuidado en un guiso, no le importaba demasiado.

¿La carne de giba era aún más dura que eso?

La carne de Kimyuus era suave y fácil de comer. Sin embargo, no tenía mucho sabor, por lo que probablemente no sería demasiado sabroso sin myamuu y esas cosas.

¿La carne de giba era incluso más blanda que eso?

Tara probablemente nunca tendría la oportunidad de comer carne de karon o carne de kimyuus con la piel todavía. Incluso la mayoría de la gente de la ciudad de correos no podía permitirse esos lujos.

Pero Tara podía comer kimyuus y karon todos los días, así que estaba segura de que era afortunada. Su padre solía decir que cuando era pobre, no podían permitirse ningún tipo de carne y no comían más que huevos de kimyuus.

Quiero probar carne de giba… Tara pensó para sí misma mientras corría por la carretera.

Cuando finalmente regresó a la tienda de su padre, vio a un joven con cabello negro parado allí.

“¡Ah! ¡Es Asuta!” gritó alegremente sin pensar.

Sin embargo, la vista de la persona a su lado hizo que Tara se tropezara. No era Ai Fa, sino un cazador del borde del bosque que era casi tan alto.

Era incluso más pequeño que Asuta. Pero aun así, llevaba una capa de piel de giba y tenía una cuchilla y un hacha colgando de su cadera. Era un niño cazador con cabello castaño amarillento y ojos castaños claros.

Ese chico se acercó a Tara con una caminata suave y como animal.

“¡Seguro que eres una enana! Eres casi tan pequeño como la pequeña Rimee. ¿Cuántos años tienes?”

Su voz era realmente alta.

Había una luz fuerte en sus ojos mientras miraba a Tara y la miraba. Sin embargo, no parecía aterrador en absoluto.

A pesar de que Asuta tenía una mirada preocupada en sus ojos detrás del chico, todavía estaba sonriendo en su dirección.

Y así, Tara respondió fervientemente “Ocho”.

“Lo mismo que la pequeña Rimee, ¿eh? Pero eres tan delgada que te hace ver más pequeña de lo que deberías”.

El chico se agachó frente a ella. Y sus ojos con esa luz brillante y fuerte en ellos miraban de un lado a otro entre la cara de Tara y el manju con una mirada de confusión.

Ella había estado pensando, por lo que Tara todavía sostenía un manju completamente sin comer.

“Algo huele bien. ¿Esto es sabroso?”

“… Sí”, respondió Tara con un movimiento de cabeza. “Hmm…” murmuró el chico, fijando su mirada en el manju.

Parecía que tenía hambre, por lo que Tara preguntó: “¿Quieres probarlo?” El chico parecía aún más confundido, pero finalmente mordió el manju.

Pero luego comenzó a quejarse.

“Oye, no es sabroso en absoluto. Asuta puede hacer que la cocina sea más sabrosa, ¿sabes?”

“¿E-Es eso cierto?”

No daba miedo, pero era tan audaz y seguro de que ella no podía evitar sentirse abrumada, de alguna manera.

Parecía más pequeño y más joven que Asuta, pero este chico cazador parecía mucho más fuerte que los adultos de la ciudad o del pueblo.

¿Es por eso que todos temen a la gente del borde del bosque?

Por supuesto, Tara tampoco pudo mantenerse perfectamente tranquila.

La idea de que él parecía genial era más fuerte que cualquier miedo que ella sintiera.

Tanto Ai Fa como este chico cuyo nombre ella ni siquiera sabía eran simplemente geniales.

Ella no sabía exactamente por qué pensaba eso. Pero se veía realmente apuesto, con la forma en que miraba al frente y no prestaba atención a las miradas dirigidas a él.

Después de eso, Kamyua Yoshu apareció, charlaron un poco y luego el grupo de Asuta se fue.

Tara realmente no entendió lo que estaban discutiendo, pero parecía que se decidió que Asuta realmente iba a abrir un puesto en la ciudad de correos.

“Wow, ¿Asuta realmente está abriendo un puesto?” Tara felizmente preguntó.

“Sí…” Dora murmuró en respuesta.

Parecía preocupado por un tiempo, y ahora su cara parecía dolorida. “¿Qué pasa? ¿Te duele algo?”

“¿Eh…? Ah, no es nada. Estaba pensando en cómo realmente hay todo tipo de personas diferentes entre la gente del borde del bosque”.

“Si. Las personas que Asuta conoce son tan geniales, ¿verdad?”

“Geniales, ¿eh?”

Dora sacudió la cabeza desganadamente. Su padre parecía realmente preocupado, pero Tara aún tenía algo que quería decirle, aun así.

“Oye, quiero intentar comer la cocina de Asuta”.

Dora negó con la cabeza otra vez, con una mirada sombría en su rostro.

“De ninguna manera encontraríamos sabrosa la carne de giba si la comiéramos. Y si Asuta sigue diciendo lo delicioso que es, probablemente terminará tildado de mentiroso”, dijo Dora, sonando como si estuviera preocupado por Asuta.

Tara se aferró al grueso brazo de su padre, mirando su rostro deprimido.

“No sabes si algo es sabroso o no hasta que lo comes. ¿No tengo permitido comprar la cocina de Asuta con las monedas que me diste?”

Dora guardó silencio por un momento, pero pronto le dio unas palmaditas en la cabeza a Tara con su mano grande y vieja.

“Te di esas monedas como recompensa por ayudar con el trabajo, así que úsalas como quieras. Pero no tomarse un descanso del trabajo si te destroza el estómago, ¿de acuerdo?”

“¡Si! ¡Gracias!” Tara respondió, mirando a su padre con una gran sonrisa en su rostro.

***

La tienda de Asuta se abrió cuatro días después.

Después de esperar a que bajara la lluvia breve pero intensa, Tara salió corriendo a su puesto.

“¡Realmente abriste una tienda! ¡Eso es increíble!”

Asuta miró más abajo de lo habitual, pero pronto señaló una sonrisa en dirección a Tara.

La mujer del borde del bosque que trabajaba con él también sonrió amablemente. Tara había pensado que la mujer emitía un poco de frío la última vez que la vio, pero esa sonrisa la hizo verse realmente bien.

“¡Hay un olor a tarapa realmente agradable! ¿Es de tu cocina giba?”

“Así es. Me pregunto si te gustará”.

Había tarapa hirviendo dentro de la olla. Y parecía que también usaba todo tipo de otros ingredientes.

De cualquier manera, el olor seguro la estaba haciendo sentir hambre.

Tara trató de comprar uno, pero Asuta le tendió un plato y le dijo que primero lo probara.

Era un poco de carne en una forma extraña, empapada en caldo rojo oscuro de tarapa.

Debe haber sido todo redondo y plano al principio. Pero luego lo cortó en trozos más pequeños y los puso encima de ese plato. Y cuando miró el lado cortado, todo era extraño y lleno de baches.

Ahora que lo pienso, ¿qué tipo de animal es una giba, de todos modos? Tara nunca había visto uno antes.

De vez en cuando uno quedaba atrapado en una trampa en el campo, pero Tara y su madre nunca podían verlos. Una anciana que vivía en el vecindario incluso dijo que te maldecirían con solo mirar uno.

Pero esta carne de giba parecía realmente sabrosa. Por lo menos, ella simplemente no podía tener suficiente olor.

Y así, Tara lo mordió sin dudarlo. Cuando lo hizo, se encontró abrumada. “¿Qué es esto…?”

El sabor agrio de la tarapa era realmente fuerte. Pero también era mucho más dulce que la tarapa que comía en casa. Había una dulzura realmente suave, como la pequeña tarapa que vendían en la ciudad del castillo.

Y esto debe haber sido un aria que fue cortado en cubitos y calentado junto con él. Tal vez de ahí provenía la dulzura.

Esa picadura en la lengua probablemente era de hojas pico. Ahora que lo pensaba, escuchó en algún lugar que muchos de ellos crecieron en el bosque de Morga.

En cualquier caso, no se parecía en nada a lo que Tara había comido antes, y fue un caldo realmente sabroso.

Sin embargo, el sabor de la carne de giba fue tan sorprendente que no se perdió.

No fue difícil ni apestoso en absoluto. La carne se desmoronó al morderla ligeramente. Y cuando se combinó con el caldo de tarapa, una exquisitez indescriptible llenó su boca.

Tara nunca había imaginado que pudiera existir una carne tan sabrosa. Masticaba y masticaba, pero el sabor seguía llegando. Era solo un pequeño fragmento de carne, pero Tara sintió una alegría abrumadora al probarla.

Era mucho más sabroso que kimyuus o karon. ¿Y la carne de kimyuus con piel o la carne de karon podrían ser realmente más deliciosa que esto?

“¡Está rico! ¡Súper increíblemente sabroso, Asuta!”

Asuta parecía un poco preocupado, pero ahora parecía aliviado y estalló en una sonrisa.

“¡Esto es increíble! ¡Quiero comer más! ¡Voy a conseguir algo de dinero de mi papá!”

“¡Ah, espera! Si está bien, me gustaría que Dora lo pruebe también. Entonces se sentiría más cómodo entregando el dinero, ¿verdad?”

“¡Esta bien!” Tara dijo con un gran asentimiento y salió corriendo por la carretera.

Todavía había un sentimiento de felicidad llenando su boca. Y Tara podía sentir que la felicidad se extendía por todo su cuerpo.

Esto seguramente haría feliz a Dora también.

En los últimos días, Dora había estado actuando de manera extraña. Tara podía sentir que era porque estaba tratando de descubrir qué tipo de relación deberían tener con la gente del borde del bosque. Parecía sentirse atraído por Asuta y las personas que lo rodeaban, pero así era como iba a dudar en formar vínculos como ese.

Sus preocupaciones eran probablemente algo que solo él podía entender realmente.

La madre y los hermanos mayores de Tara en la aldea habían dicho que no deberían involucrarse con la gente del borde del bosque. Cuando Tara discutió contra ellos, Dora se quedó sentado en silencio, luciendo dolorido.

Dora estaba siendo atormentada por sentimientos complejos que Tara simplemente no entendía.

Pero estoy seguro de que estará bien ahora. Asuta no era un mentiroso.

Los únicos mentirosos y malos deben haber sido los de ese “clan gobernante”.

Su padre había estado tan preocupado por un tiempo, pero ahora finalmente podía sentirse aliviado. Y mientras Tara pensaba eso, la alegría que sentía solo se hizo más fuerte.

Ella corrió junto con un chapoteo, chapoteando mientras corría a través de los charcos que quedaban de la lluvia, y en poco tiempo estaba parada frente a su padre.

Dora estaba sentada bajo el techo de su puesto, y él se volvió distraídamente para mirar a su hija.

“¡Toma, esto cocinando Asuta! ¡Pudo hacer algo tan delicioso con las verduras que cultivaste!”

Dora esbozó una sonrisa indiferente, luego aceptó la pequeña aguja de madera que atravesó un trozo de carne de giba.

Tara observó con gran emoción, anticipando la explosión de sorpresa que pronto se vería en la cara de su padre.

-FIN DEL VOLUMEN 04-