Tate no Yuusha no Nariagari (NL)

Volumen 20

Capítulo 5: Anormalidad en la Aldea

Era el día después de nuestro regreso desde el santuario filorial. Habíamos ido a reportar nuestro progreso al Viejo y los demás en su taller y después regresamos a nuestra propia casa.

“Ah, Naofumi. Bienvenido.” Fuimos recibidos por Melty, diciéndolo como si fuera su lugar en el mundo y reclinándose en el sofá en medio de la casa donde Raphtalia, Filo, y yo vivíamos. Ella estaba colgando sus piernas, totalmente relajada.

“Melty, ¿quién crees que eres?” le pregunté.

“La reina de la nación más grande del mundo,” respondió ella. Eso era verdad. Ella realmente era la reina de la que se había convertido en la nación más grande del mundo. Pero eso no fue lo que quise decir.

“Ese puede ser tu título…” comenzó a decir Raphtalia.

“Tienes razón, lo es. Así que ve a hacer tus cosas de reina,” le dije. “Tengo el día libre,” dijo ella.

“¿Acaso las reinas tienen días libres?” preguntó Raphtalia. “¿Qué está sucediendo?Melty, ¿estás bien?”

“Recientemente he estado pasado por mucho como reina, así que mi padre me dijo que viniera a verlos para distraerme un poco. Liberar algo de estrés. Este es el único lugar en el que puedo hacer eso,” admitió ella. Mientras yo no estuve, Melty había estado lidiando con las reuniones y los reportes de todo el mundo.

Ella estaba tratando de mantener unidos tantos hilos de información dispersa que prácticamente podía entender lo que estaba diciendo. Por supuesto, eso no la excusaba de actuar así en mi casa.

“Él también quiere que le reporte cómo van las cosas aquí, acerca de la gran cantidad de héroes que has reunido,” admitió Melty.

“Eso suena a Basura,” respondí. Así que Melty había conseguido un descanso de sus agotadores deberes mientras era puesta a mi cuidado casi a la fuerza.

También mostraba a las otras naciones lo cercana que era la realeza de Melromarc con el Héroe del Escudo. Todo bajo el pretexto de sus deberes como reina.

Era un plan bastante astuto. Basura había probado ser alguien de cuidado desde que regresó a su antiguo ser. Aun así, esto podría gatillar avances sobre mí del lado de Siltvelt—propuestas de matrimonio—así que esperaba que se contuvieran un poco. Tal vez él estaba lidiando con ese lado de las cosas a través de Fohl.

“Bien, entiendo por qué estás aquí, pero ¿dónde está Filo?” pregunté. Melty estaba aquí, pero Filo no estaba por ningún lado. No era como si ella pasara mucho tiempo aquí, incluso si esta era su  casa, pero estaba demasiado tranquilo como para que estuviera en otra habitación.

“¡Fohl Nii-chan! ¡Come esto que preparé!” vino una voz desde el exterior.

“¿Por qué me estás molestando? ¡Pídele a Nii-san que lo haga!” dijo una segunda voz. “¡Hay demasiada presión cuando se trata de darle de probar algo a Nii-chan! ¡Primero quiero practicar contigo!”

“¿Y por eso me estás molestando a mí? ¡Ve a pedírselo a Sadina!”

“¡Sadina y Shildina no están aquí! ¡Ellas probablemente estarán bebiendo en la isla hasta que Nii-chan las llame!”

Estaba bastante seguro de a quiénes pertenecían las voces que se escuchaban a través de la ventana. La aldea de seguro era un lugar animado. Traté de no preocuparme por lo que sea que estuvieran discutiendo.

De todas formas, Filo no estaba ahí afuera. Entonces al final ella no estaba con Melty. Eso era inusual.

“Filo fue vista por el Héroe de la Lanza y tuvo que correr por su vida. Traté de detenerlo, pero ya sabes cómo es él. Dijimos que volveríamos a encontrarnos aquí, por lo que estoy esperando eso,” explicó Melty.

“Bien, entonces es por eso que ella no está aquí,” dije. Motoyasu nunca se daba por vencido. Los acosadores sí que daban miedo. Podía simpatizar, ya que la Dragona Demonio y Atla me habían acosado hasta cierto punto. No me molestaba que yo les gustara; ese no era el problema. Pero en el caso de Motoyasu… él simplemente estaba enfermo.

“Así que estoy esperando a que Filo regrese para poder disfrutar mi tiempo libre. Recientemente he tenido demasiadas reuniones y otros asuntos oficiales. Estoy exhausta… y no tengo nada de libertad, con todo el miedo a los asesinatos,” se quejó Melty.

“Reina de la nación más grande del mundo. Todo eso es parte del trabajo,” dije. Nosotros aquí en la aldea teníamos a la especie Raph, así que los asesinos no podían ingresar. Tal como Raphtalia, toda la especie Raph podía usar magia de ilusión. Un forastero tratando de ocultarse a sí mismo sería detectado de inmediato.

Eso dificultaba mucho que los asesinos de otras naciones entraran aquí para asesinar a Melty. Melty además había ido a entrenar junto a Filo.

Eso significaba que ella probablemente podía defenderse de cualquiera que no fuera un héroe. Lo único que podía causar algún problema era un ataque de las fuerzas de la hermana de S’yne.

“Mi padre ha creado unos cimientos firmes, pero todavía estamos en tiempos peligrosos,” dijo Melty. Casi todos aquellos con conexiones con Takt habían sido ejecutados, pero algunos de ellos pueden haber escapado o estar todavía escondidos, lo cual obligaba a mantener la seguridad al máximo.

También había otros grupos que podrían ganar algo del asesinato de Melty. Pero de seguro un destino peor que la muerte les esperaba a aquellos que trataran de lastimar a la querida hija del Gran Rey de la Sabiduría.

Por supuesto, su otra hija ahora era una criminal buscada en todo el mundo, pero él de seguro ya no la consideraba como una hija.

“Tú tienes tus propios problemas, ¿no, Melty?” simpatizó Raphtalia.

“Lo mismo para ti, Raphtalia. Creo que deberías visitar Q’ten Lo antes de que olviden quién eres,” dijo Melty.

“Tienes razón,” dijo nerviosamente Raphtalia, “pero si es posible, preferiría dejarle eso a Ruft.”

“Desafortunadamente para ti, Ruft está oficialmente muerto—ejecutado,” le recordé. “Van a pasar algunos años antes de que podamos pretender que él es un pariente lejano.”

“Ese niño es increíble, debo admitirlo,” dijo Melty. “Él ya puede hablar el lenguaje de Melromarc y sabe mucho más de él de lo que yo le he enseñado. Él definitivamente es tu pariente, Raphtalia.” Melty siguió contándonos cómo Ruft se había esforzado mientras nosotros estábamos fuera.

Él había estado observando a Melty como un ayudante, pero tal vez debido a haber sido de la realeza en el pasado, había desplegado un sentido de la anticipación innato de lo que Melty y Basura querían. Ruft había estado ahí para proporcionarles a Basura y Melty los documentos correctos justo cuando ellos los necesitaban.

Él ya tenía una pizarra vacía incluso antes de que se le fuera solicitada. También podía responder al acercamiento de asesinos y era capaz de detectar los intentos de reconocimiento de las otras naciones.

“Estoy feliz de que lo tengas en tan alta estima, pero eso también es complicado para mí, emocionalmente hablando,” admitió Raphtalia.

“Él es muy amable y cariñoso, y ama su forma de teriántropo. Siempre está cambiando a ella y jugando con su pelo cada vez que tiene tiempo,” dijo Melty. Ella también parecía estar simpatizando con Raphtalia. Yo no pensaba igual. ¡Este era Ruft madurando! La única razón por la que había llegado tan lejos era porque estaba emparentado con Raphtalia.

“Él está comenzando a hacer más preguntas que yo no puedo responder y debo decirle que le pregunte a mi padre. Mi padre ha comenzado a ver los resultados. Él incluso dijo que iba a hablar contigo, Naofumi, acerca de los planes que puedas tener para él,” me dijo Melty. Lo pensé por un momento.

“La verdad quiero que elija por sí mismo,” dije. Es verdad, él había sido el gobernante de una nación, pero todos sus subordinados habían sido unas escorias egoístas. Ese ya no era el caso. Si Ruft aprendía cómo ser un buen rey, probablemente sería mejor que la actual situación de Raphtalia actuando como la reina prácticamente solo de nombre. “Supongo que Ruft y Raphtalia deberían tener una conversación y decidir eso entre los dos,” concluí.

“¿Te refieres al futuro de Q’ten Lo?” confirmó Melty.

“Así es,” dije. Raphtalia dejó salir un suspiro. Desde mi perspectiva, yo estaba pensando en llevármela de regreso a Japón una vez que las olas terminaran. Si era posible, quería que Ruft se hiciera cargo de Q’ten Lo. Todo esto se estaba dirigiendo en esa dirección.

“Bien, Melty. ¿Basura te dijo algo más? ¿Acerca de la hermana de S’yne o Perra y sus secuaces regresando a este mundo?” le pregunté.

“Por el momento, todo parece estar tranquilo. Mientras tú estuviste fuera, el único problema real que enfrentamos fue una pequeña resistencia de las fuerzas en contra de que yo fuera la reina,” reportó Melty. Incidentes demasiado pequeños como para ser reportados. “Ayer hubo una pequeña escaramuza en Faubrey, y Padre estuvo atento a eso… pero no estoy segura de si te lo reportará o no.” Con todos los acontecimientos en el mundo, era imposible saber cuál de nuestros enemigos puede estar involucrado.

Con frecuencia cuando leías una historia o veías una película, estarías ahí sorprendido, preguntándote por qué los personajes principales no podían ver lo que estaba en frente de sus narices. Yo mismo había pasado por eso, cuando esa clase de entretenimiento estaba a mi alcance.

Pero ahora, viviendo una situación así de dinámica, podía ver las cosas de una forma diferente; podía entender lo difícil que era detectar el cambio más mínimo, pero al final significativo en tu día a día.

Digamos que había una pequeña piedra en frente de tu puerta que no estaba ahí el día anterior. ¿Siquiera la verías, sin mencionar pensar que era extraño? De ser así, probablemente serías un detective fantástico.

En este mundo, probablemente encontrarías problemas incluso levantando una roca. Pero si tomaba en consideración el actual tamaño de Melromarc, no iban a ser cien o doscientos incidentes; iban a ser mil o diez mil. No había forma de saber a cuál de ellos necesitábamos poner atención.

“Si Basura está interesado en el asunto, entonces probablemente sucede algo ahí,” dije. Él tenía el hábito de escoger las cosas importantes, como alguna clase de increíble detective de ficción.

“Aun así, Padre quiere que tú y tu grupo incrementen su fuerza lo más posible,” dijo Melty.

“Estoy seguro de que es así,” comenté. De lo que estábamos seguros era de que nuestro enemigo estaba activo en el mundo de Kizuna. Bien pudimos haber sido engañados para regresar aquí. Kizuna y su grupo podrían estar peleando con todo ahora mismo.

En cualquier caso, íbamos a esperar y mantenernos alerta por alrededor de dos semanas. Necesitábamos usar ese tiempo para incrementar nuestros niveles y fortalecernos tanto como sea posible.

“Oye, Melty. Esta noche te vas a aquedar aquí, ¿cierto?” dije. “Eso creo,” respondió ella.

“¿Qué te parece ir de cacería más tarde?” sugerí.

“Supongo que solo holgazanear es demasiado. ¿Qué hay de Filo?” preguntó ella. “La invitaremos si es que puede escapar de Motoyasu,” dije.

“Eso es cruel,” dijo Melty.

“¡Rafu!” Mientras estábamos tratando de planear el día, Raph-chan comenzó a mirar a su alrededor, con su pelo de punta, claramente en alerta. “¿¡Rafu!?” Ladeé mi cabeza, preguntándome qué era lo que estaba pasando, pero todos los reunidos lo tomaron como una advertencia para estar listos para entrar en acción.

“¡Iwatani, sal de ahí ahora mismo!” Era la voz de la hermana de S’yne, repentinamente saliendo de la nada.

“¿Qué?” exclamé de la sorpresa, pero en ese mismo momento, una sensación de presión abrumó por completo mi cuerpo.

“¿Naofumi-sama? ¿Cuál es el problema?” preguntó Raphtalia. Parecía que ninguno de los demás había escuchado la advertencia.

Entonces S’yne, quien había estado en espera fuera de la puerta, básicamente la echó debajo de una patada y entró corriendo. Había líneas de rayos chispeantes atravesando todo el suelo del exterior, dejando claro que algo grande estaba ocurriendo—como alguna clase de campo magnético de magia súper denso.

Era como una versión más poderosa de la magia que Gaelion, la Dragona Demonio, o Filo habían usado para crear un santuario, amenazando con llenar toda la vecindad.

Voces en pánico se escuchaban de los aldeanos, quienes se estaban preguntando qué era lo que estaba pasando y gritando que todos regresaran al interior.

Yo, mientras tanto, salí corriendo, convirtiendo mi escudo en algo listo para el combate y preparándome para lo que sea. Todavía no tenía ni idea de que lo estaba pasando, pero estaba listo para defender a Raphtalia y Melty si así necesitaba hacerlo.

“¡Melty, prepárate para salir de aquí!” le dije.

“¡Bien!” respondió ella, corriendo fuera de la casa junto a mí. Al instante siguiente, rayos cayeron en medio de la aldea. Fue una luz cegadora que cubrió todo en las cercanías.

Eso fue seguido de una intensa sensación de ingravidez. Chispas salieron de mi escudo como si nos estuviera protegiendo de algo.

“¿¡Qué está pasando!?” grité. El conjunto de costura de S’yne y la katana de Raphtalia estaban respondiendo de una forma similar a mi escudo. Parpadeé un par de veces y después todos miramos a nuestro alrededor.

Parecía que nada grave había sucedido. El mismo escenario de aldea se extendía ante nosotros.

“¿Qué fue eso?” preguntó Fohl. “¡Fue demasiado brillante!”

“Yo también lo vi,” respondí. Él estaba cubriendo a Kiel e Imiya con su cuerpo para protegerlas, mientras los demás aldeanos estaban mirando a su alrededor, parpadeando y sacudiendo sus cabezas. Una vez más revisé si algo había cambiado—todo parecía estar igual.

Al menos dentro de la aldea.

“Oye, Nii-chan, ¿antes había una montaña como esa fuera de la aldea?” preguntó Kiel. Miré hacia donde ella estaba apuntando, y eso inmediatamente me dijo que algo estaba verdaderamente mal.

“¿Qué está pasando aquí?” pregunté. El escenario familiar fuera de la aldea había cambiado totalmente. Había una montaña que nunca antes había visto y todo un bosque extendiéndose desde la aldea.

Inmediatamente revisé mi Escudo Portal para descubrir que cada una de las ubicaciones a excepción de la aldea habían desaparecido de la lista. En ese momento, no tenía idea de lo que había ocurrido o qué dificultades enfrentaríamos en el futuro.