Tate no Yuusha no Nariagari (NL)

Volumen 20

Capítulo 6: Encuentro con Monstruos Extintos

 

 

“Nii-san… ¿reconoces esa montaña?” me preguntó Fohl, ladeando su cabeza de la confusión mientras apuntaba a la nueva montaña fuera de la aldea. Desafortunadamente para todos nosotros, no podía decir que ya la había visto antes.

“Nop, ni idea. ¿Se ve cómo una montaña que hayamos visto?” pregunté.

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“No estoy seguro,” respondió Fohl. “Pero sí siento que la he visto antes en algún lugar, pero solo vagamente.” Eso no era de ayuda. Fuera cual fuera la situación, necesitábamos reunir información.

“Necesito a algunos que sean aptos para el reconocimiento… Filo, Gaelion…” comencé a dar órdenes, con el sello de monstruo todavía en su lugar, pero entonces me di cuenta de que las comunicaciones estaban cortadas. El estado de Gaelion y los demás era igual que cuando yo había estado en el mundo de Kizuna.

“Qué hay de Sadina y Shildina…” murmuré, pero entonces recordé que ellas ahora eran héroes, así que ya no podía rastrear sus sellos de esclavo. Con algo tan grande como esto sucediendo, esperaba que ellas regresaran inmediatamente. Pero el hecho de que ellas no estuvieran aquí significaba que no podíamos contar con que ellas aparecieran.

“Antes de explorar el exterior de la aldea…” me detuve a pensar por un momento. “¡Todos, reúnanse! ¡Hagan una lista de todos los presentes!”

Así que no podíamos contactar a Filo ni Gaelion. Raph-chan estaba aquí, pero creía que lo mejor era enviarla a explorar un poco más tarde. Si no sabíamos bien quién estaba aquí, había un riesgo de fallar a la hora de responder efectivamente.

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“¡No se preocupen, solo fórmense!” dijo Ruft, ayudando a tranquilizar a todos.

“¡Así es!” dijo Kiel, ayudando. Raphtalia y Fohl estaban ayudando a reunir a todos y anotando sus nombres.

“¿Qué está sucediendo?” dijo un filorial. “Tengo miedo,” dijo otro.

“Raph…” agregó un monstruo de la especie Raph, todos mirando a su alrededor con preocupación en sus rostros. Parecía que no teníamos a muchos filoriales aquí con nosotros. Y tal vez solo la mitad de la especie Raph.

“Naofumi,” dijo Melty, mirando hacia mí, claramente preocupada. Ella de verdad dejaba ver su lado joven en momentos como este. “Filo está bien, ¿cierto?”

“Parece que nosotros fuimos los únicos atrapados en todo esto. Apuesto a que Filo está muy preocupada por nosotros ahora mismo,” le dije.

“Si, tienes razón,” respondió ella. Finalmente regresando a su yo de siempre, Melty golpeó sus propias mejillas un par de veces y su expresión regresó a la normalidad. “Si me veo demasiado preocupada, no seré capaz de llamarme a mí misma una reina, ¿o sí?” No esperaba menos de la hija de Basura. Melty había sido muy bien entrenada en cómo ser alguien de la realeza. Ella corrió hacia Ruft para ayudar a identificar a todos quienes estaban con nosotros.

“¿Qué… está pasando aquí?” Ren apareció, todavía viéndose bastante cansado. “Iwatani-sama,  ¿qué  significa  esto?  Justo  estaba revisando el estado de Ren, y entonces…” dijo Eclair. Ella estaba junto a Ren. Eclair debe haber venido como guardaespaldas de Melty, pero luego fue a ver al convaleciente Ren.

“Ni idea. Ahora estábamos contando a los aldeanos antes de investigar la situación,” dije. Yo estaba usando la ventana de sellos de esclavo para revisar qué esclavos estaban aquí y cuáles no. Bueno, Ren estaba aquí. Eso podría resultar siendo algo bueno o malo.

“Ren, ¿has visto a Motoyasu o Itsuki?” pregunté. “Lo siento, no. No los he visto,” respondió él.

“Entiendo,” dije. No había forma de que ese egocéntrico de Motoyasu no apareciera inmediatamente en una crisis como esta. Itsuki y Rishia todavía estaban en el santuario filorial, tratando de descifrar la información que encontramos ahí.

De verdad necesitaba descubrir por qué no podía teletransportarme a ninguna de mis ubicaciones registradas. Todavía podía venir a esta aldea, así que no era como si eso estuviera siendo bloqueado. No podía creer que cada una de las ubicaciones hubiera dejado de funcionar.

“¡Archiduque!” Rat apareció corriendo junto a Wyndia. Rat era una persona extraña, ya que no había escogido llamarme Héroe del Escudo ni por mi nombre, sino que por mi rango. “¿Qué está sucediendo?”

“Ni idea,” respondí. La había dejado a cargo de analizar la tecnología que obtuvimos en el mundo de Kizuna. Ella se había quejado de que eso no era su especialidad.

Con o sin quejas, todavía hizo un muy buen trabajo en eso. La mayoría de sus recientes investigaciones parecían estar enfocadas en la especie Raph y los filoriales, pero en realidad no conocía los detalles acerca de lo que estaba investigando.

Ella además era responsable del cuidado de los monstruos de la aldea, así que estaba lejos de ser inútil, pero algunas de las cosas que estaba haciendo con la especie Raph eran un poco repulsivas.

“Wyndia, ¿dónde está Gaelion?” le pregunté. A Wyndia se le había encargado el cuidado de Gaelion como una especie de madre subrogante. Ella sacudió su cabeza, indicando que no lo sabía.

“Después de que te enojaste con él, Gaelion más o menos huyó de casa. Héroe del Escudo, ¿no sabes dónde está?” preguntó ella. Más o menos huyó de casa, ¿eh? No estaba seguro de cómo responder a eso.

“Supongo que eso significa que él no está en la aldea,” concluí. Eso no se limitaba solo a Gaelion; también incluía a Filo. Muchos de los esclavos y monstruos registrados a mí estaban igual.

“¡Oh no! ¿¡Qué le pasó a Gaelion!?” Wyndia comenzó a entrar en pánico. “Tranquilízate. Ni Filo ni Gaelion son del tipo de ser derrotados tan fácilmente, lo sabes.

Todo parece indicar que nosotros fuimos lo que quedamos atrapados en algo, no ellos,” dije.

“Eso tiene más sentido. Trata de tranquilizarte,” dijo Rat, calmando a Wyndia. Rat sabía más acerca de la biología de los monstruos, lo cual convertía a Wyndia en su estudiante.

“¿Cuándo iba a regresar Gaelion?” pregunté.

“Al almuerzo. Normalmente es así,” respondió Wyndia. “¿Y eso es que él más o menos huya?” preguntó Raphtalia.

“Gaelion es un llorón. Estoy segura de que él habría regresado. Sin importar lo difíciles que se pongan las cosas con el Héroe del Escudo, él regresaría quejándose, pero regresaría,” dijo ella. Así que todo era un acto para llamar la atención, lo cual era inútil si yo ni siquiera me enteraba de ello. Él solo estaba dando un paseo. Era la única forma de llamarlo.

Para ser honesto, yo raramente entendía algo de lo que hacían los dragones.

Ellos eran tan peculiares que era casi imposible entender lo que estaban pensando; el padre Gaelion, tan paternal mientras se llamaba a sí mismo el más débil de los dragones, la Dragona Demonio, la reina mágica del mal que me acosaba como una Atla con esteroides, y el joven Gaelion, quien en algunas formas era incluso más difícil de descifrar que la Dragona Demonio y el padre Gaelion.

“Simplemente debemos creer en que Gaelion y los demás estarán bien solos y descubrir lo que está pasando aquí,” decidí. “¡Raph-chan!” la llamé.

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“¿Rafu?” respondió Raph-chan, ladeando su cabeza por ser llamada.

“¿Hay algo que puedas compartir con nosotros?” pregunté. Raph-chan en el pasado nos había salvado muchas veces y de muchas maneras. Ella probablemente iba a entender la situación más rápido que nadie, así que por eso le estaba preguntando.

“Rafu…” respondió Raph-chan.

“Dafu,” agregó Raph-chan II, ambas sacudiendo sus cabezas para indicar que no tenían ninguna idea. Ellas habían estado haciendo algo en frente del lumina de sakura creciendo en la aldea, pero tampoco parecían saber dónde estábamos. Justo estaba pensando que las Raph- chans no iban a ser de ayuda cuando Raph-chan apuntó detrás de Melty.

“En efecto. Ez mi hora de brillar,” dijo una Sombra, apareciendo de la nada. ¡Él incluso tenía a un monstruo de la especie Raph disfrazado de ninja sobre su hombro! ¡Me encantaba ese cosplay!

“¡Eres tú!” dije. Se sentía como si hubiera pasado mucho tiempo desde la última vez que lo vi, pero inmediatamente reconocí su voz. Era la misma Sombra que había hecho mucho durante el incidente de la Iglesia de los Tres Héroes como un doble de la reina. No lo había visto desde entonces y me pregunté qué demonios había estado haciendo.

“Eztaba protegiendo a la Reina Melty, ocultándome solo por si acazo,” explicó él. “Oye,  Raph-chan.  ¿No  creíste  necesario  mencionar  a  este  asesino  potencial?”  le pregunté.

“Ah, no culpe a zu monstruo, Héroe del Escudo. Por supuesto, ellos me zintieron. Les expliqué la zituación y dejaron pasar dezapercibida mi prezencia,” explicó él.

“¡Raph!” dijo el monstruo de la especie Raph con el traje de ninja. Estaba empezando a sentir que la seguridad en la aldea podría no ser tan buena como me habría gustado. De ser posible, me habría gustado que Raph-chan y la especie Raph también reaccionaran a las Sombras. Al menos que nos hicieran saber que estaban ahí.

“Héroe del Escudo, ¿está bien?” me preguntó Ruft, dándose cuenta de que yo estaba un poco molesto.

“Raphtalia, ¿también sabías de esto? ¿Ruft?” les pregunté.

“Bueno… Eclair me dijo que él había sido designado como guardaespaldas de Melty,” respondió dubitativamente ella.

“¿Habla del espía? Claro. Creí que todos ustedes ya sabían de él. Está justo ahí,” dijo Ruft. Después de todo, estos dos tenían habilidades de ilusión. Tenía que ser genial ser capaz de ver a este sujeto donde sea que esté. Yo ciertamente no podía. “Si el Héroe de la Lanza estuviera usando esto para seguir a Filo, ciertamente lo habría dicho. Pero es alguien que conocemos, así que no creí que hubiera la necesidad,” explicó Ruft. Obviamente, Motoyasu tendría que ser detenido.

Él incluso podía confundir los instintos naturales de Filo en su intento de verla en momentos poco oportunos, así que capturarlo sería lo correcto… pero no podía evitar preguntarme si realmente deberían dejar que una Sombra anduviera por ahí como si nada.

“He estado en contacto con individuoz de Q’ten Lo, en un intercambio mutuo de información, y como rezultado he refinado mi destreza. Soy una Sombra… y además un shinobi que usa las artez de Q’ten Lo. Su aldea, Héroe del Escudo, es el único lugar donde las personas reunidas todavía pueden ver a travéz de mis artez mejoradas,” explicó la Sombra.

“Y aun así el propio héroe no puede verte. ¡Qué farsa! Tampoco estoy seguro de que merezcas el título de shinobi,” le dije. Podría tener que poner a Raph-chan en mi cabeza todo el tiempo para ser capaz de verlo.

En fin, lo importante ahora era lidiar con esta emergencia.

“¡Bien! ¿Ya se han reunido todos los aldeanos? ¡Asegúrense de que no haya nadie oculto!” grité.

“Nii-chan, no creo que nadie sea tan estúpido como para ocultarse en un momento como este,” dijo Kiel. Seguro, ese era un buen punto. Todos estaban reunidos en la plaza de la aldea. Procedí a dar un vistazo a los reunidos.

Estaban Raphtalia, Melty, Raph-chan, y S’yne. Ellas habían estado conmigo desde el comienzo. Fohl, Kiel, e Imiya también estaba ahí, como figuras importantes de la aldea.

También había muchos otros aldeanos. Muchos de ellos se veían como lumos, una especie con mucha destreza. Después estaban Ren y Eclair.

Él había estado recuperándose en su propia casa—lo cual podría resultar ser un golpe de suerte—y Eclair le había estado haciendo una visita. Después de eso, teníamos a la amante de los monstruos—Rat, Wyndia, y Ruft. Después de ordenarles contar a la especie Raph y los filoriales, descubrí que el número de monstruos aparentemente se había reducido mucho.

También estaba la Emperatriz Celestial del Pasado, Raph-chan II. Ella tenía todo tipo de otros nombres estúpidos, tales como Dafu- chan. Y finalmente, la Sombra que había estado protegiendo a Melty.

Por otro lado, las personas que no podíamos contactar eran Filo, Gaelion, L’Arc y Teresa, Itsuki, Rishia, Motoyasu y sus filoriales, y por supuesto Basura. Sadina y Shildina tampoco estaban aquí. A partir de las respuestas de los sellos de esclavo y lo que Kiel me dijo, aquellos que habían estado fuera de la aldea haciendo sus ventas tampoco estaban respondiendo.

“La conexión común entre todos nosotros es que de casualidad estábamos en la aldea cuando esto—fuera lo que fuera—sucedió,” reflexioné en voz alta. En cuanto a qué era esto, todavía me lo estaba preguntando.

“¿Alguna clase de tecnología movió toda la aldea?” se preguntó Raphtalia. El escenario fuera de nuestros límites familiares era muy diferente—pero todavía había cosas que no encajaban.

“No es imposible… pero no puedo entender por qué solo puedo seleccionar la aldea cuando trato de usar mi portal,” respondí. Este era un fenómeno diferente del ocurrido en las islas Cal Mira.

“¿Tal vez fue creada alguna clase de barrera?” se aventuró con otra suposición Raphtalia. “Bien. Esa suena como una suposición que vale la pena meditar,” estuve de acuerdo.

Tal vez una barrera había sido colocada para evitar que nos teletransportáramos, y entonces habíamos sido teletransportados a otro lugar. Esa parecía ser una posibilidad, considerando que no reconocíamos este lugar.

Al principio me había preguntado si habíamos sido enviados a un mundo completamente nuevo, pero cuando revisé nuestros niveles e información, no parecía que ese fuera el caso.

“¿Cuánto falta hasta la próxima ola?” me pregunté en voz alta y miré hacia el reloj. Por alguna razón se veía inestable. “Raphtalia, ¿puedes usar la Transcripción de Retorno?”

“No, no puedo,” respondió ella. Raphtalia también había tratado de usar habilidades de teletransportación, muchas veces, pero tampoco estaba teniendo suerte. “Para ser exacta al respecto, estamos fuera del rango específico de la teletransportación hacia un reloj de arena del dragón,” reportó ella. Fuera del rango… me pregunto cómo algo así sucedió.

“S’yne, ¿qué hay de ti?” le pregunté, pero ella ya estaba sacudiendo su cabeza. S’yne estaba sufriendo el mismo problema. “Tal parece que debemos salir de la aldea y ver lo que hay ahí afuera con nuestros propios ojos,” concluí.

“¡Bien! ¡Hagámoslo!” Fohl parecía ansioso de comenzar. La Sombra probablemente probaría su destreza reuniendo información, pero Fohl era rápido de pies. Eso debería servir de algo. Teníamos que reunir tanta información como fuera posible—y rápido.

“Espera, Naofumi. No tenemos idea de lo que está sucediendo aquí. ¿Es prudente que todos vayamos?” dijo Melty. Ella tenía razón.

“Es mejor que quedarse de brazos cruzados. Nuestros miembros más rápidos y flexibles deberían tomar la delantera e investigar nuestros alrededores,” dije. Definitivamente era una lástima que no tuviéramos a nadie capaz de volar en nuestro grupo—básicamente Filo y Gaelion.

“No sabemos lo que podríamos encontrarnos, así que los héroes también deberían ir. Divídanse en grupos y comiencen a mapear el lugar,” les ordené.

“Déjemelo a mí,” dijo la Sombra.

“Sí, estaré contando contigo en particular,” le dije. Y así, nos dividimos y comenzamos la exploración. Raphtalia, Melty, Raph-chan, y S’yne se dirigieron hacia el norte junto a mí.

Fohl formó un grupo de los luchadores más competentes de la aldea, liderados por Kiel, y se dirigió hacia el este, mientras que Ren se llevó a Eclair y Wyndia para dirigirse al oeste. La Sombra decidió tomar a la especie Raph y dirigirse hacia el sur. Ruft, Rat, y el resto de los aldeanos permanecerían atrás para proteger la aldea.

El rango de la exploración era lo que podía ser cubierto a pie en treinta minutos. Si no encontrábamos nada, regresaríamos a la aldea después de ese tiempo, reuniríamos nuestra información, y luego expandiríamos el rango para reanudar la exploración.

Viendo que ni siquiera teníamos un mapa básico, no hacía daño comenzar siendo prudentes. Si algo sucedía, el grupo afectado dispararía algo de magia hacia el cielo para hacérselo saber a los demás.

Decidimos usar a los filoriales restantes en la aldea para movernos. De ellos, yo estaba montando a Chick, la primera subordinada de Filo y quien estaba a cargo de los filoriales de la aldea.

***

 

 

Inmediatamente antes de nuestra partida, yo estaba mirando hacia el suelo junto a Rat. “Parece que esta es la línea que marca el límite,” declaró Rat, apuntando hacia el suelo

justo fuera de la aldea. Una simple y limpia línea se extendía por todo el borde de la aldea.

La habíamos investigado, y la rodeaba completamente. “Si alguna clase de poder o tecnología nos ha teletransportado, parece que movió todo lo que estaba dentro de este círculo.”

“Eso tendría sentido,” estuve de acuerdo. Sin embargo, era una extensión bastante grande de tierra. Básicamente toda la aldea, a excepción del establo de los filoriales.

Uno de los establos de los monstruos estaba con nosotros, así que era difícil encontrar la razón detrás del área seleccionada—e imposible adivinar cómo había sido logrado. No podía evitar pensar que al final la hermana de S’yne nos había engañado.

“Muy bien, Archiduque. Dejaré que continúe con la exploración,” dijo Rat.

“Bien. Tú encárgate de la aldea,” le dije. Después cruzamos la línea y comenzamos la investigación de que lo sea que yacía más allá.

“¡Todos, es hora de partir!” dije. Siguiendo mis órdenes, cada grupo se dirigió hacia su dirección designada. El cielo era claro y azul, sin nubes a la vista. Habíamos estado en una aldea en la costa, así que normalmente el olor a sal estaba presente en el aire, pero ahora no podía olfatear ni una pizca de eso.

“¿Mm?” No nos alejamos mucho de la aldea cuando nos encontramos con un monstruo. Consideré que Chick simplemente lo aplastara, pero quería hacer de esta una investigación exhaustiva, así que me bajé e inicié el combate.

Globo Serpiente Roja

Un globo largo y delgado con forma de lápiz estaba retorciéndose en el aire y avanzando en nuestra dirección. Se veía como algo que usarías para arte con globos.

“¿Un globo con forma de serpiente? Esos monstruos no viven en Melromarc,” dijo Melty mientras fruncía el ceño, apuntando hacia el globo que claramente estaba tratando de atacarnos. Por supuesto, yo ya lo había agarrado con mis manos, manteniéndolo fijo en el aire. Esa parte que se veía como la cabeza estaba mordiendo animadamente mi mano, pero ni siquiera dolía—ni siquiera hacía cosquillas.

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“¿Entonces dónde viven?” pregunté. Esta podría ser información útil.

“Siltvelt y los países semi-humanos. Sin embargo…” Ella dejó de hablar, todavía con el ceño fruncido.

“¿Si?” la insté.

“Al tener la forma adecuada para ser usados como tuberías internas de piscinas, y después de un auge en el arte con globos, escuché que casi están extintos. Tienen varios usos que no puedes reemplazar con otros globos, algo así…” explicó ella.

“Bien,” respondí. Mientras perdíamos nuestro tiempo en curiosidades acerca de los globos, un montón de otros globos serpiente aparecieron y volaron hacia nosotros. Había tantos de ellos que no parecía que estuvieran al borde de la extinción.

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Usé una habilidad llamada Reacción de Odio, una que no había usado recientemente, y atraje la atención de todos los monstruos hacia mí.

También sirvió para atraer incluso a más de ellos que se estaban escondiendo. Yo ya estaba protegiendo a Melty y los demás con el Muro de Estrella Fugaz, y rápidamente terminé rodeado de una manada de globos serpiente. Incluso estaban tratando de pasar a través de los agujeros de mi armadura.

“Disculpe, Naofumi-sama. Estoy segura de que usted está bien, pero ¿debería derrotarlos ahora?” preguntó Raphtalia.

“Claro. Desplegaré un Escudo de Estrella Fugaz, así que sincronízate conmigo y acábalos,” le ordené.

“¡Bien!” respondió ella.

“¡Escudo de Estrella Fugaz!” grité. Innumerables globos serpiente de pronto fueron mandados a volar por la barrera que materialicé.

En ese mismo instante, Raphtalia balanceó su katana, Melty disparó algo de magia, y S’yne balanceó sus tijeras. Raph-chan estaba montando a Chick e hizo que la filorial pateara a las serpientes. Los globos serpiente fueron derrotados en un instante. Hablando de debiluchos. Supongo que ser raros no los hacía fuertes.

“Apuesto a que todavía hay algunos vivos, así que vamos a capturarlos,” dije. “¿Naofumi-sama? ¿Puedo preguntar por qué?” preguntó Raphtalia.

“Para venderlos. Si estas cosas son realmente raras, apuesto a que los coleccionistas pagarán una buena cantidad por ellos,” dije.

“¿Todavía está pensando en ganar dinero en un momento como este? ¡Usted ahora es un archiduque!” exclamó Raphtalia.

“¿Y eso qué importa?” pregunté.

“Creo que entiendo por qué el comerciante de accesorios lo quiere a usted como su sucesor,” dijo Raphtalia, un poco desanimada.

“Rafu,” dijo Raph-chan, pero no iba a dejarlo pasar. Estos eran monstruos raros. No había razón para no hacer uso de ellos. Y aquí además había montones de ellos, así que de seguro estaría bien llevarnos algunos.

“Como sea, podemos hacer eso más tarde,” dije. Por ahora, puse uno dentro de mi escudo y desbloqueé el escudo correspondiente. Incluso siendo así de raros, solo tenía las especificaciones de una variante de globo. Ni siquiera valía la pena discutir los detalles.

Al menos llevar algunos de estos cadáveres de globo de regreso les daría a los niños de la aldea algo con lo que jugar. Continuamos, atravesando directamente el grupo de globos.

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“Melty, estos globos serpiente definitivamente son monstruos encontrados en las cercanías de Siltvelt, ¿correcto?” confirmé con ella. Melty asintió. Era muy conveniente ser capaces de descubrir dónde estábamos a partir de los monstruos a nuestro alrededor. Fohl había dicho que reconocía el lugar, así que debía ser un lugar que él conocía.

“Por ahora asumamos que este es Siltvelt y expandamos nuestra área de exploración. Raph-chan, Chick. ¿Tienen algo que agregar?” le pregunté al peculiar par.

“¿Rafu?” se preguntó Raph-chan, retorciendo su nariz. Chick también dejó salir un sonido de confusión. Ninguna de ellas parecía tener algo que aportar. Melty estaba mirando a su alrededor, haciendo sonidos similares.

“¿Qué pasa?” le pregunté.

“Es solo que este lugar es muy extraño. Siento que lo conozco, pero al mismo tiempo no,” respondió ella.

“Fohl dijo lo mismo,” le dije. Si esto estaba cerca de Siltvelt, entonces tenía sentido que él lo hubiera reconocido. “Raphtalia, ¿qué hay de ti?” pregunté. Ella siempre había sido buena para recordar el nombre de las personas y otros detalles, así que esperaba poder contar con su memoria en esto.

“Oh… lo siento,” dijo Raphtalia. Entonces ella no conocía este lugar en particular. Fohl y Melty habían viajado mucho antes de aparecer en nuestras vidas. Probablemente era por eso que ellos lo reconocían y nosotros no.

Seguimos nuestro camino, sobre un suelo que gradualmente se estaba haciendo más seco. Solo estábamos caminando en línea recta.

“Oigan. Creo que veo un camino por ahí,” dije. Di un paso sobre la bien mantenida ruta y miré de izquierda a derecha. Podía haber ya sea una ciudad o una aldea en cualquiera de las direcciones, pero si era posible, quería ir hacia la más cercana. Solo por si acaso, registré una ubicación de portal aquí.

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“Si continuamos por este camino, podríamos encontrar algo. ¡Vamos! Comenzaremos yendo hacia la derecha.” Y eso fue lo que hicimos, por el resto de los treinta minutos de exploración, pero no llegamos a una ciudad o aldea antes de que se nos acabara el tiempo. Pero yo estaba comenzando a sentir que era Siltvelt, solo a partir de la atmósfera.

Podrían ser las montañas que se veían bastante deterioradas por los elementos, como si cangrejos ermitaños vivieran en su interior.

Parecían tener un estilo chino. Dicho eso, probablemente no eran la mejor referencia. Yo veía a Siltvelt como un lugar bastante heterogéneo, topográficamente hablando.

Había junglas y después de pronto llanuras áridas, montañas delgadas y estrechas, y luego repentinamente unas enormes cubiertas de árboles.

Incluso Melromarc se sentía más unificado. Las ciudades de aguas termales de estilo japonés podían ser explicadas por los héroes que habían compartido su cultura natal.

“Deberíamos regresar y ver cómo están los demás,” dije. Parecía ser que treinta minutos no habían sido el tiempo suficiente. Solo tenía que registrar una ubicación de portal aquí y podríamos volver en un abrir y cerrar de ojos. Entonces ninguno de nuestros esfuerzos sería en vano. Incluso la más mínima pieza de información podría ser vital.

Y así, regresamos a la aldea.

***

 

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“¡Archiduque! ¡Esto es increíble!” En el momento que llegamos, Rat estaba ahí esperando por nosotros, levantando el cadáver de un monstruo.

“¿Estás hablando de los casi extintos globos serpiente?” le pregunté.

“¡No! ¡Los demás han encontrado un monstruo que está verdaderamente extinto!” respondió ella. Alguien siempre tenía que ganarme. “¡Este es el descubrimiento del siglo! ¡Podría reescribir todo lo que sabemos acerca de los monstruos!”

“Genial, genial… pero ¿cómo tal descubrimiento realmente vale la pena en un lugar con olas ocurriendo en un intento de literalmente fusionar mundos?” dije.

“Al menos podría tratar de sonar un poco más emocionado, Archiduque,” dijo deprimidamente Rat.

“Entiendo cómo te sientes, pero ninguna de estas criaturas de aquí pueden ser encontradas en mi país natal—en Japón. Así que es bastante difícil para mí emocionarme más que esto por otro raro monstruo con forma de limo o lo que sea,” respondí. Justo después de haber sido invocado, yo había estado bastante emocionado por todas las nuevas criaturas, pero ahora cada vez que un nuevo monstruo nos atacaba, solo pensaba en derrotarlo—y si era posible convertirlo en dinero.

Lo que Rat estaba sintiendo ahora mismo podría ser lo mismo que un japonés viendo a un dinosaurio vivo. Bien, un dinosaurio podría ser una exageración… ¿qué tal un dodo? Si recuerdo correctamente, ellos también estaban extintos.

Por supuesto, en los mundos de Ren, Itsuki, y Motoyasu, podría haber dodos por doquier. De esa forma se sentía para mí… pero de nuevo me estaba entreteniendo con pensamientos sin sentido.

“Por supuesto, estoy interesada en estudiar nuevas especies de monstruos, pero ¿no es incluso más increíble descubrir un monstruo que todos creían que estaba extinto?” preguntó Rat, todavía emocionada.

“Si, puede que tengas razón en eso,” le concedí. Capturar a un monstruo que se creía extinto probablemente era más impresionante que descubrir un nuevo continente o alguna criatura desconocida.

“Nii-san, has regresado,” dijo Fohl, dándose cuenta de nuestra presencia y acercándose. “Nii-chan, ¿encontraste algo?” preguntó Kiel, siguiendo a Fohl de cerca.

“Encontramos un camino y lo estuvimos recorriendo. ¿Qué hay de ustedes?” pregunté en respuesta.

“Regresamos justo después de descubrir un río,” respondió Fohl.


“Bien. También podría haber una aldea o ciudad cerca de ese río,” dije. Fohl asintió. “¿Y después le mostraron el monstruo que derrotaron a Rat?” Fohl asintió una vez más.

Así que por ahí también había monstruos extintos. Kiel ya estaba agitando felizmente el cadáver de uno de los globos serpiente que habíamos traído de regreso. Tendría que advertirle de no jugar demasiado con los cadáveres de los globos. No era justo convertir las vidas de los monstruos en juguetes—primero debían ser procesados un poco. Después estaba bien.

“¿Qué hay de Ren?” pregunté. No era típico de él llegar tarde. Si Ren no estaba aquí a la hora acordada, eso sugería que algo había pasado.

Mientras tenía ese pensamiento, una bengala se vio en el cielo en la dirección que el grupo de Ren había tomado. Eso ciertamente sugería que se habían encontrado con algunos problemas. Chasqueé mi lengua de la molestia y me volví a subir en Chick.

“¡Naofumi!” gritó Melty.

“Es mejor que no arriesguemos su vida, Su Majestad,” dije, de forma un poco sarcástica. “Quédate aquí. Si algo pasa, Fohl, protege a Melty.”

“Bien. Ten cuidado, Nii-san,” respondió Fohl mientras asentía, colocando su puño en frente suyo.

“Oye, ¿acaso no puedo opinar?” se quejó Melty.

“Tenemos que averiguar lo que está pasando, pero incluso más importante, tenemos que asegurarnos de que la aldea esté bien protegida. Ruft, tú ayuda a protegerla junto a la especie Raph,” dije.

“¡Claro!” respondió Ruft.

“¡Raphtalia, S’yne, Raph-chan! ¡En marcha!” dije. Con Raphtalia y S’yne detrás de mí y Raph-chan montando la cabeza de Chick, nos fuimos del lugar. No debería tomar demasiado tiempo llegar al lugar donde se disparó la bengala. Comencé a recitar cuidadosamente el Aura Superior X.

“¿Llamaste?” La voz de la Dragona Demonio de inmediato apareció dentro de mi cabeza, proveniente del escudo. Ella era rápida para acosar—o para asistir en la magia, como sea que quisieras llamarlo.

“¡Aura Superior—¿qué?!” mi voz se puso rígida mientras trataba de recitar el hechizo.

Ladeé mi cabeza.


“¿Naofumi-sama?” preguntó Raphtalia.

“Esto es extraño… ¿no puedo fortalecer la magia?” dije. Todo lo que había logrado completar fue un Aura Superior regular. Me pregunto qué estaba pasando.

Había sentido algo similar cuando había lanzado el Escudo de Estrella Fugaz durante nuestra batalla con los globos.

Había terminado siendo incapaz de usar magia, e incapaz de usar mi escudo recientemente, y si bien había hecho mi mejor esfuerzo para adaptarme a cada situación, era confuso tener una mezcla de cosas que podía y no podía hacer. Simplemente estaba tratando de recuperarme de eso.

“¡Tenemos que llegar con Ren tan rápido como sea posible!” dije. El Aura Superior normal tendría que ser suficiente, por lo que la apliqué en Chick para incrementar su velocidad. Ella bajó su cabeza con un graznido y corrió hacia el frente, cargándonos sin problemas hacia cualquier problema que Ren y su grupo se habían encontrado.

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