Tate no Yuusha no Nariagari (NL)

Volumen 20

Capítulo 3: El Sentido de la Responsabilidad del Héroe de la Espada

Tomó más tiempo del esperado, pero finalmente regresamos a la aldea. L’Arc y Teresa se habían quedado atrás. Tal como había esperado, todos en la aldea se habían reunido para darnos la bienvenida a casa. Sin embargo, ellos lograron contenerse de efectuar una fiesta a gran escala.

“¡Nii-chan, bienvenido! ¡Ya no puedo esperar para la cena de esta noche!” gritó Kiel, a quien mejor pude escuchar. Otros gritaron, “¡Bienvenido a casa!” o “¡No puedo esperar para la hora de la cena!” o “¡Aliméntame!” La impresión que tuve era que todos estaban hambrientos. Los preparativos ya estaban listos, y tan pronto como llegaba a casa era forzado a cocinar. Supongo que este era mi destino en la vida, sin importar el lugar.

“Oye, Imiya,” dije. “Tu accesorio fue de mucha ayuda por allá.”

“Ah, bueno… gracias,” respondió ella.

“Muy pronto nos visitará alguien que quedó muy impresionada con tu trabajo, así que espero que puedas hablar con ella,” continué.

“Por supuesto,” dijo Imiya. Yo continué, hablando con todos en la aldea de una forma similar.

“Nii-san, Nee-san… han regresado a la aldea,” dijo Fohl, apareciendo mientras yo seguía preparando la comida. Nos habíamos visto brevemente cuando luchamos contra la ola, pero yo le había dado prioridad a hablar con Basura, así que todavía no habíamos hablado apropiadamente.

“Así es. No estoy muy seguro de cuándo volveremos allá, pero por el momento vamos a vigilar cómo van las cosas aquí,” le dije.

“Entiendo,” dijo él.

“¿Cómo han sido las cosas para ti?” le pregunté.

“Fohl Nii-chan ha estado recorriendo la aldea como un mal olor… ¡A él no lo gusta para nada hablar con el Héroe del Bastón Basura!” dijo alegremente Kiel.

“¡Kiel!” Fohl rápidamente la regañó, viéndose muy incómodo. Basura era el tío de Fohl, lo cual significaba que él tenía sentimientos de familia hacia Fohl que eran muy parecidos a los que tenía por Melty. Podía entender que Fohl no supiera bien cómo lidiar con eso.

“Atla te pidió que cuidaras la aldea,” le recordé, dándole una salida. “Si no ha habido ningún problema, entonces todo está bien.”

“¡Bien! ¡Todos en la aldea han estado entrenando! ¡Todos se están esforzando!” reportó Fohl. Me tomé un momento para revisar los niveles de aquellos reunidos y vi que realmente se habían hecho más fuertes. Lo siguiente que necesitábamos implementar era el método de incremento de poder del látigo y trabajar en crear una fuerza invencible que pueda derrotar cualquier ola.

“Naofumi… bienvenido.” Ren apareció en el comedor, con una apariencia bastante maltratada. Él apenas pudo saludarme. Había estado pensando en darle un tirón de orejas, pero su condición la verdad se veía muy mal. No podía enojarme con él después de verlo así. Su sentido de la responsabilidad era incluso más fuerte de lo que yo había esperado.

“Lo siento… Sé que me dejaste a cargo,” dijo él, sonando verdaderamente exhausto. “No me refería a que te hicieras responsable por absolutamente todo,” le dije. El análisis médico había determinado que él estaba sufriendo de una úlcera gástrica y cansancio mental intenso. También sufría de falta de sueño debido al estrés, y algunas personas habían reportado que Ren había estado entrenando en vez de dormir.

Tal vez la presión de luchar para proteger el mundo había probado ser demasiado para él. A mí todo esto me parecía un poco estúpido.

Él se tomaba todo demasiado en serio, lo cual solo aceleraba los problemas que enfrentaba. Sabía que yo había estado ayudando para reducir esa carga sobre sus hombros, pero no me había dado cuenta de que llegaría a ser tan malo sin mí aquí. Podría ser el resultado de Motoyasu y los demás perdiendo el control… o solo que Ren tenía un sentido de la responsabilidad demasiado fuerte para todo.

“¡Kwaaaaaa!” Uno de esos momentos que habían estado causando tantos problemas para Ren vino—literalmente—volando. Era Gaelion.

“¡Detente, Gaelion!” grité. Todo lo que él hizo fue chillar, así que fui forzado a defenderme—solo por si acaso. “¡Escudo de Estrella Fugaz!” Con un sonido seco, el dragón en movimiento se estrelló contra mi barrera.

“¡Kwaa! ¡Kwaa!” chilló él, claramente quejándose de que hubiera una barrera impidiéndole el paso.

“Escuché que las provocaciones de la Dragona Demonio lo hicieron enojar mucho,” comenté.

“¡Kwaa!” respondió Gaelion.

“¡Eso es verdad! Él se descontroló y causó todo tipo de problemas al Héroe de la Espada. Estoy tan avergonzada…” explicó Wyndia.

“La Dragona Demonio también tiene la culpa por jugar con él de esa forma,” dije. Por supuesto, yo no sabía lo que ella le había dicho exactamente, pero estuve lo suficientemente preocupado acerca de qué podría contener el fragmento adicional que me dio como para dudar si debía entregarlo o no. “Aun así, tú eres el rey de los dragones, ¿no? ¿No deberías estar actuando con un poco más majestuosidad?” destaqué. Habría deseado que el padre Gaelion lo hubiera controlado un poco, pero la personalidad del joven era demasiado dominante.

“Kwa…” chilló Gaelion.

“Parece que Gaelion quiere saber si tuviste relaciones con la Emperatriz Dragón en el otro mundo,” preguntó Wyndia.

“¿Él realmente cree que yo haría algo así?” pregunté, con algo de malicia. Comencé a preguntarme si realmente consideraban que yo tenía tan pocos principios. La forma en la que la Dragona Demonio se esforzaba tanto para acercarse a mí me recordaba a Atla, lo cual no me disgustaba. Pero llevarlo más allá de eso sería ir demasiado lejos.

“En serio, como si usted pudiera hacer algo así,” estuvo de acuerdo Raphtalia.

“¡Rafu!” agregó Raph-chan. Me pregunto cómo siquiera podía pensar él que algo así era posible. Tal vez creyó que ella se había convertido en una chica hermosa para tentarme. El rostro de Gaelion se iluminó ante mi respuesta, aparentemente olvidando que él iba a tener que ser castigado por sus fechorías mientras yo no estaba.

“Después de todos los problemas que les has estado causando a Wyndia y Ren, no voy a hablarte mucho por un tiempo. No sé qué clase de mensaje provocador te llegó, pero aquí te tengo un regalo de la Dragona Demonio, ¡así que solo tómalo y veamos lo que sucede!” le dije, arrojándole el fragmento que recibí de la Dragona Demonio.

“Kwaa…” dijo triste Gaelion a causa de mis palabras, acercándose a Wyndia para ser consolado.

“Así que finalmente te has calmado. Te dije que no había forma de que el Héroe del Escudo cayera a los pies de esa dragona malvada,” dijo Wyndia, incapaz de resistir un te lo dije.

“No puedo decir que me guste en un nivel personal, pero ella definitivamente es más útil que tú en batalla,” le dije. Él chilló de la sorpresa. “Si no te gusta eso, es mejor que empieces a esforzarte más en el entrenamiento.”

“¡Kwaaaaa!” El dragón se aferró a Wyndia, claramente llorando. Yo no tenía compasión por un reptil egoísta que ni siquiera podía controlarse mientras yo no estaba. Afortunadamente, el arrepentimiento que él estaba sintiendo ahora lo haría mejorar.

El padre Gaelion claramente había escogido mantenerse en silencio.

“Ya, ya. Regresemos al establo de monstruos antes de que hagas enojar más al Héroe del Escudo,” dijo Wyndia, llevándose a Gaelion. Mientras ellos se iban, Sadina y Shildina aparecieron, trayendo a Ruft—con Raph-chan II en sus manos—junto con ellas.

“Héroe del Escudo, bienvenido,” dijo Ruft. Él estaba en su forma semi-humana y además estaba comenzando a verse un poco más alto que todos los demás.

Si los comparaba directamente, podía ver un cambio definido en él. Tal como Raphtalia, él parecía estar desarrollándose más rápido que aquellos a su alrededor. Verlo de esta forma junto a Sadina y Shildina también ayudaba a reforzar esa similitud con Raphtalia.

Supongo que significaba que incluso después de todo lo que había pasado, él realmente era el rey de Q’ten Lo. Ver a Melty y Basura en acción de cerca probablemente también había estado teniendo un efecto en él.

Raphtalia parecía estar teniendo pensamientos similares acerca del Ruft semi-humano, ya que ella tenía una expresión complicada en su rostro. Ella había perdido a sus padres y probablemente veía algo de su difunto padre en el rostro de Ruft.

“¡Rafu!” dijo Raph-chan.

“¡Dafu!” dijo Raph-chan II. Por un momento me regocijé por sus lindos saludos, y después me di la vuelta hacia Ruft.

“Hola, Ruft. ¿Cómo van las cosas?” le pregunté. Con un puf, Ruft cambió a su forma de teriántropo, con una expresión de felicidad en su rostro.

Tenía algunos sentimientos encontrados acerca del hecho de que Ruft fuera un teriántropo que reflejaba su edad actual, pero no iba a dejar que eso me molestara. Después de todo, él también se veía como una Raph-chan gigante.

“La Reina Melty y los demás saben más acerca de la situación política. Rat ha estado efectuando investigaciones acerca de mi propia transformación,” explicó él.

“Ya veo. ¿Cómo va eso? ¿Crees que podamos hacer lo mismo con Raphtalia?” pregunté. Tan pronto como dije eso, Raphtalia puso una mano sobre mi hombro, mostrando una sonrisa rígida en mi dirección y emitiendo un aura tan fuerte que parecía haber despertado una maldición.

“Sé que he estado fuera por mucho tiempo, pero por favor, nada de eso,” me dijo ella. “¿Estás segura?” suplicó Ruft, mirando hacia ella con unos ojos de cachorrito que ni siquiera Raph-chan usaba.

“¡Vaya!” dijo Sadina.

“¡Cielos!” dijo Shildina. “Ahora eres más audaz que antes, Ruft.”

“No voy a permitirlo, sin importar qué clase de mirada uses en mí. Parece que tú y Naofumi-sama han estado metidos en toda clase de problemas mientras yo no estaba… Ruft, ¿no tienes problemas con ser el sujeto de estos experimentos?” le preguntó directamente ella.

“Para nada,” respondió él. El propio Ruft había pedido el experimento de subida de clase—y eso había llevado al nacimiento de este increíblemente adorable teriántropo de Raph-chan.

Se veía demasiado lindo… pero también estaba comenzando a sentirse un poco peligroso. Yo además había aprendido que tanto los teriántropos de mapache como la raza llamada mapaches de guerra se veían muy diferentes de lo que Ruft se había convertido. “Cuando estoy así, puedo llevarme muy bien con los otros monstruos de la especie Raph.

¡Puedo entender lo que están diciendo, y el texto para la magia cooperativa solo aparece dentro de mi cabeza, haciendo que recitarla sea demasiado fácil! También hace que el lenguaje de Melromarc sea más fácil de entender.” Eso casi sonaba como alguna clase de función de traducción. Tendría que preguntarle a Rat acerca de los detalles de eso.

“Raphtalia. Tú sabes que siempre le digo a los esclavos de la aldea que ellos mismos tienen que elegir su subida de clase—que yo no voy a escoger por ellos. Ruft quería esta subida de clase de Raph-chan. Es hora de que lo aceptes.”

“¿Realmente cree eso? Para ser honesta, yo solo veo que usted lo empujó a esto. Haciendo todos estos comentarios acerca de que Raph-chan era más linda que los filoriales, ese tipo de cosas,” respondió Raphtalia.

“Solo digo la verdad,” respondí. Por supuesto, todo eso también estaba basado en la reacción de Ruft cuando nos conocimos. Al final, Ruft le había tomado cariño a Raph-chan y había comenzado a jugar más con la especie Raph.

“¡Dafu!” dijo Raph-chan II, viéndose un poco molesta acerca de todo el asunto. Raph- chan la consoló acariciando su cabeza.

“No hay forma de cambiar lo que ya se ha hecho, pero todavía no hemos terminado de discutir este asunto, Naofumi-sama,” dijo Raphtalia. Ella también podía ser testaruda cuando se lo proponía.

“Nii-san, Nee-san, estoy feliz de que nada haya cambiado entre ustedes,” dijo Fohl, asintiendo para sí mismo, satisfecho. Me pregunto si esta situación realmente era algo para ser aceptado tan fácilmente.

“Ahora las cosas deberían ser más fáciles para mí…” suspiró Ren.

“Ren, tienes que aprender a relajarte un poco. Fohl, él necesita más apoyo de tu parte,” destaqué.

“¡Hice lo que pude! ¡El Héroe de la Espada colapsó de todas formas!” protestó Fohl. Él siempre había hecho un buen trabajo cuidando a Atla, dándole la flexibilidad para manejar un cierto grado de problemas que la aldea podría provocarle. El asunto era la fragilidad mental de Ren y la falta de medios para liberar ese estrés.

“De todas formas, yo estaré vigilando las cosas por un tiempo. Tú solo concéntrate en recuperarte, Ren,” le dije. Él logró murmurar su conformidad.

“Pequeño Naofumi, ¿tendremos una comida en un futuro cercano?” preguntó Sadina. “¡Recientemente se siente que cada día es una fiesta! ¡Qué divertido!” dijo Shildina, ambas claramente muy hambrientas.

“Ya casi termino,” les dije.

“¡Maestro, ya regresé! ¡Sálveme!” Filo entró volando e inmediatamente ingresó en la cocina y se escondió. Me pregunto dónde estaba Melty—tal vez Filo la había dejado en otro lado. De todas formas, con o sin ella, sabía lo que venía a continuación—Motoyasu.

“¡Todos los que estén desocupados, eviten que Motoyasu y sus filoriales entren! ¡Ellos pueden comer después!” ordené. Se escucharon gritos de afirmación.

“¡Naofumi! ¿De verdad crees que debes dar ese tipo de órdenes?” preguntó Ren.

“Todo está bien. Estoy seguro de que has notado que todos los presentes tienen mucha energía. Así es como lidias con los aldeanos, Ren. Mira y aprende,” le dije. Ignoré el caos que provocaron mis órdenes y regresé a cocinar.

La hora de la cena siempre era intensa. Esta era una de las grandes diferencias entre el mundo de Kizuna y este. Había tantas bocas que alimentar que yo podía cocinar y cocinar y todavía tendría que cocinar un poco más.

Al final me aburrí de eso. Les dije a todos los que todavía tuvieran hambre que fueran comer algunos vegetales de la bioplanta. Después me senté a disfrutar de mi propia cena. Todos comieron hasta reventar y después tomaron caminos separados para ir a dormir.

“Oye, Filo,” le dije. Ya había echado a Motoyasu y sus filoriales después de darles de comer, y Filo ahora estaba comiendo algunas nueces de bioplanta en el comedor. “¿Puedes contactarte con Fitoria?”

“¿Eh?” respondió ella, llenándose la boca. No podía creer lo mucho que ella podía comer. Después su hebra de cabello comenzó a retorcerse. “Si. Puedo escucharla, y ella también a usted. Ella quiere saber qué es lo que quiere,” reportó Filo.

“Tú al menos sabes algo acerca de contra qué estamos luchando, ¿cierto?” pregunté, dirigiéndome directamente hacia Fitoria. “Acerca de Takt y los otros integrantes de la Vanguardia de las Olas.” A través de Filo, procedí a explicar la verdad acerca de la Vanguardia de las Olas y aquellos que parecían estar detrás de ellos.

“Pero tú ya sabías todo esto, ¿cierto?” Ella había estado con vida por mucho tiempo, así que me parecía improbable que no tuviera siquiera una idea acerca de esto.

“Mmm. Ella dice que todo fue hace mucho tiempo. Sus recuerdos son borrosos. No lo sabe,” reportó Filo. Ella al final del día todavía era solo una filorial. Ellos eran una raza bastante despreocupada.

“No importa. Aprendimos mucho en ese otro mundo—el segundo mundo para mí—pero asumo que tú ya sabías de Ethnobalt a través de Filo, ¿no?” le pregunté. Esperé que la comunicación a través de la hebra de cabello de Filo fuera completada y entonces continué.

“Él básicamente es un monstruo que ocupa la misma posición que tienen los filoriales aquí. Parece que en el pasado hubo un conejo de biblioteca legendario, tal como tú, pero que fue asesinado en algún momento.”

Aquel que se hace llamar Dios había mostrado una tendencia por deshacerse de cualquiera que pudiera representar una amenaza para las olas. En ese caso, no sería una sorpresa que decidieran ir tras Fitoria. Seguí explicándole a Fitoria lo que había acontecido en el hogar de Ethnobalt, la Antigua Biblioteca Laberinto.

“Parece que aquellos con los que hemos estado luchando también están activos en este mundo. Ellos podrían ir tras de ti, así que ten cuidado,” le advertí. Después de todo, no sabíamos lo que podría pasar. Las fuerzas de la hermana de S’yne incluso podrían tratar de capturar viva a Fitoria y hacerle toda clase de cosas.

“Ella dice que lo entiende. También está diciendo… que hay algunas cosas que quiere revisar con usted, así que ella se pregunta si puede ir a visitarla en un futuro cercano,” me dijo Filo.

“¿Cosas? ¿Qué clase de cosas? Ella no va a causar problemas para nosotros con más peticiones extrañas, ¿o sí?” respondí. Aún no había olvidado el incidente de Motoyasu—para ser honesto, nunca lo olvidaría.

“Ella dice que tiene relación con el asunto de Ethnobalt. Se está oscureciendo, así que ella se pregunta si usted puede apartar algo de tiempo mañana,” transmitió Filo.

“Mmm. Ahí estaré,” respondí. Mientras asentía, la hebra de cabello de Filo dejó de moverse.

“Una visita a Fitoria. Ha pasado un tiempo, ¿no?” comentó Raphtalia.

“¿Sabes qué? Tienes razón. No la hemos visto desde el incidente con la Tortuga Espiritual,” respondí. Habíamos estado en medio de una guerra de monstruos en ese entonces, lo cual evidentemente significaba que no habíamos tenido tiempo para charlar.

Desde entonces, el único contacto real había sido la petición que nos había llevado a la absurda carrera con Motoyasu, y gracias a eso, ni siquiera había tenido el tiempo para pensar en ella.

Yo solo esperaba que las cosas fueran más tranquilas esta vez.