Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 14

Capítulo 4: Las Damas de la Ciudad Laberinto

Parte 1

Aquí Satou. Creo que la falta de comunicación es la principal causa de conflicto entre las personas. A veces se asume que uno no podrá llegar a un entendimiento con alguien, pero si se habla, es posible que descubra que en realidad las cosas no son como parecen.

“¡D-D-Déjalo ir!”

Nerviosa, Karina se interpuso entre Zena y yo mientras esta última se aferraba a mí.

Karina parecía extrañamente disgustada.

“¡Eek!” Zena dejó escapar un lindo chillido de sorpresa ante el empujón inesperado, pero gracias a sus reflejos bien afinados, se recuperó rápidamente.

“¿La violencia es malaaa?”

“No peleen, sir.”

“¡No estaba peleando! Simplemente parece inapropiado abrazar a alguien de la nada.”

Tama y Pochi regañaron a Karina por empujar a Zena con su superfuerza mejorada por Raka.

“Lo siento por saltar sobre él de repente…”

Por alguna razón, Zena se estaba disculpando con Karina, no conmigo. “S-Siempre que lo entiendas.”

En respuesta, Karina se sonrojó y le dio la espalda a la otra chica. Claramente, ella seguía siendo tan tímida como siempre. “Entonces, ¿quién es esta jovencita?”

“Oh, supongo que aún no las he presentado.”

Quería saber por qué Zena tenía tanta prisa, pero pensé que antes debería presentarlas. “Señorita Zena, esta es Lady Karina, la segunda hija de mi señor, el Barón Muno.”

Karina se puso un poco roja y volvió a mirar a un lado. “Karina Muno.” Murmuró. Debe haber estado demasiado nerviosa para hacer contacto visual.

Debido a la forma en que cruzaba los brazos debajo del pecho y asomaba la barbilla, las proporciones de la señorita Karina eran particularmente notables.

“… Vaya, es bonita.” Murmuró Zena en voz baja, poniendo una mano en su propio pecho y luciendo un poco intimidada.

No podía culparla, ya que la combinación de buena apariencia y pecho amplio de Karina era tan rara.

“Lady Karina, esta es la señorita Zena de la casa de Sir Marienteil, el caballero hereditario, un soldado mágico del ejército que me cuidó mucho en la capital del Condado de Seiryuu.”

“Caballero hereditario… ¿Es la amante de Satou?” Murmuró Karina, muy fuera de lugar. “Ella salvó la vida de Tamaaaaa.”

“Y también las de Pochi y Liza, sir.”

Tama y Pochi intervinieron para contarle a Karina las buenas acciones de Zena. “¿Las salvaste? Eso es ciertamente impresionante.”

Ante eso, la dureza abandonó el rostro de Karina.

Supongo que sentía que cualquier amiga de Tama y Pochi era amiga de ella.

“¡Para nada! El Sr. Satou también me salvó la vida cuando una vez un wyvern me envió a volar.”

“¿Luchaste contra un wyvern?”

“S-Sí, pero no sola. Estaba con mi escuadrón de patrulla.”

Zena negó con la cabeza tímidamente, pero la amante de las batallas Karina ya estaba enganchada. Su timidez parecía haberse desvanecido convenientemente.

“Satou también me salvó la vida una vez. Cuando iba de camino a encontrarme con los gigantes de…”

“Lady Karina, guardemos esa historia por una vez que podamos sentarnos y relajarnos en algún lugar, ¿de acuerdo?”

Aprecié su entusiasmo, pero parecía que Zena tenía un asunto urgente del que hablarme, así que primero quería solucionarlo.

“Entonces, ¿cuál es el problema?”

Cuando volví a poner las cosas en el asunto en cuestión, la alarma volvió a aparecer en el rostro de Zena. “¡Cierto!” Ella exclamo. “M-Mira esto…”

Zena me tendió un sobre de aspecto familiar con un elegante sello.

Al mirar el diseño del sello de cera abierto, observé: “Es una carta de la esposa del virrey… es decir, la casa del Marqués Ashinen.”

“¡Así es! No sé por qué, ¡pero llegó ayer a mi cuartel!”

Dijo que la había entregado uno de los sirvientes de la esposa del virrey mientras ella estaba fuera.

“¿Es una invitación a la fiesta del té de mañana?”

“Ze… Erm, ¿tú también?”

Zena nos miró a Karina y a mí con sorpresa.

Probablemente Karina se había abstenido de decir su nombre por timidez, no por rudeza. “Ya me lo imaginaba. Da la casualidad de que Lady Karina y yo también recibimos invitaciones.”

Una mirada de comprensión cruzó por el rostro de Zena, pero todavía parecía nerviosa. “Pero, ¿por qué me invitaría?”

“Lo siento. Probablemente sea porque eres mi amiga.” Supuse que Karina había sido invitada por la misma razón. “Oh, ya veo…”

Zena parecía abatida, pero por una razón diferente a la tímida Karina.

“No traje muchas de mis cosas en esta excursión, así que no tengo ninguna ropa o experiencia en asistir a la fiesta del té de la esposa de un virrey… Iba a negarme, pero…”

Sus superiores y los oficiales de la fuerza habían insistido en que asistiera.

“Nuestro jefe de suministros, Morando, y algunos de los oficiales como Karana fueron a arreglar algo de ropa, pero como acabamos de llegar a la Ciudad Laberinto, ninguno de nosotros conoce muy bien la zona…” Zena me miró suplicante. “E-Entonces esperaba que pudieras ayudarme a encontrar una tienda de segunda mano donde pueda conseguir ropa para la fiesta del té, por favor.”

“Los vestidos en las tiendas de segunda mano tienden a estar un poco atrasados, por lo que no los recomendaría especialmente.”

Los hombros de Zena se desplomaron ante mi respuesta.

“Bueno, ¿qué tal esto? Íbamos de camino a una tienda de alquiler para encontrar un atuendo para Lady Karina. ¿Te gustaría acompañarnos?”

“¡¿Puedo?!”

La expresión nublada de Zena se volvió a aclarar con rapidez.

“Sí, por supuesto.” Sonreí y asentí con la cabeza para tranquilizarme. “Pero no quiero entrometerme…”

Zena miró a Karina.

Pochi y Tama también la miraron.

“¡E-Está bien que vengas! Después de todo, salvaste a Pochi y Tama.”

Karina  se  veía  un  poco  insatisfecha,  o  tal  vez  incluso  haciendo  pucheros,  pero amablemente estuvo de acuerdo incluso cuando volvió la cara.

De un vistazo, parecía que estaba celosa de que yo estuviera tan cerca de Zena, pero por lo que podía decir de nuestro pasado, no parecía que estuviera enamorada de mí ni nada.

En todo caso, ¿tal vez fue más como la conmoción cuando descubres que un amigo cercano tiene otro amigo cercano al que no conocías?

En el caso de Karina, a veces es difícil saber si sus sentimientos eran juveniles o simplemente infantiles.

Usé el hechizo de Magia Espacial Teléfono para contactar a Arisa en la mansión y le pedí que trajera a Pina y a las demás a la tienda de alquiler de ropa.

***

“Oye, ¿no es ese el joven Sir Pendragon?”

“Sí, lo es. Él está con una mujer hermosa y una joven de aspecto dulce… Le gustan bonitas, ¿eh?”

“Lulu, mira, es el joven maestro.”

“¡Amo!”

Cuando pasamos por el sastre junto a nuestra tienda de alquiler de destino, vi a Lulu entre algunas sirvientas. Las otras chicas parecían trabajar para la familia Ashinen.

“Oye, Lulu. ¿De compras con amigos?”

“¡Sí, Amo!”

Como siempre, la sonrisa de Lulu fue lo suficientemente encantadora como para mover montañas.

Explicó que las sirvientas de la familia Ashinen le habían pedido consejo para conseguir trajes de sirvienta similares a los de las chicas que trabajaban en la mansión Pendragon, así que los había traído a este sastre.

Con cara de satisfacción, dijo que después irían a la tienda de accesorios favorita de las tres chicas.

Lulu había sido nuestro cochera en algunas de las meriendas y banquetes de la esposa del virrey, que debieron de ser donde se hicieron amigas.

“Cuiden a nuestra Lulu.”

“““¡Sí, Sir Caballero!”””

Nos separamos de las alegres doncellas y nos dirigimos a la tienda de alquiler de ropa de al lado.

Elegí la tienda de alquiler de mayor categoría en la Ciudad Laberinto Celivera, pero cuando vi la ropa casi deslumbrante y llamativa alineada en el frente, comencé a ponerme un poco nervioso.

“Hola, hice una reserva a nombre de Pendragon…”

“¡Joven maestro! La señorita Miteruna solo mencionó a una persona. ¿Cuál de estas hermosas damas busca vestidos hoy?”

Nunca antes había estado en este lugar, pero la comerciante parecía conocerme de alguna manera.

“Lamento muchísimo cambiar de planes en el último minuto, pero ¿sería posible que ambas eligieran ropa?”

“Sí, está bien, por supuesto.”

La tendera se dio un golpe en el pecho de manera tranquilizadora.

“En cuanto a los vestidos que son populares en la Ciudad Laberinto en este momento…¿Algo como estos, tal vez?”

La mujer colocó algunos vestidos en el mostrador que parecía que les quedarían bien a Zena y Karina, quienes los revisaron con expresiones serias.

“Hermososssss.”

“Como princesas, sir.”

Generalmente Tama y Pochi solo se preocupaban por la comida, pero ahora colgaban del costado del mostrador con los ojos brillantes.

Mientras las miraba con cariño, sentí un golpe por detrás. “Amo, estamos aquí.”

Era Arisa, con Pina y compañía a cuestas.

Una vez que las presenté a todas, las otras sirvientas de Karina junto con Pina fueron a ayudar a su señora a elegir un vestido.

“Estos parecen bastante llamativos.”

“¿Tú crees? Si eliges algo demasiado sencillo en esta ciudad, no destacarás.” La tendera inclinó la cabeza hacia Arisa.

A los exploradores de la Ciudad Laberinto les gustaba la ropa llamativa, lo que parecía haber influido en el sentido general de la moda; la ropa llamativa que mostraba un poco de piel era especialmente popular aquí.

Aun así, tal vez eso era inevitable, ya que supongo que las únicas personas que vendrían a una tienda de alquiler en la Ciudad Laberinto eran exploradores de alto rango o nobles menores de otras áreas que vinieron de visita.

“¿Te queda bien, Zena?”

“Bueno…”

Zena parecía estar atrapada entre la espada y la pared: todo era demasiado llamativo o demasiado revelador para su sensibilidad habitual.

“… Vamos a la fiesta del té de la esposa del virrey. ¿Tienes algo un poco más reservado?”

“¡La fiesta del té de la esposa del virrey!” Exclamó la comerciante y se apresuró a regresar a la parte de atrás para buscar ropa.

“¿Viste algún vestido que te haya gustado?”

“E-Erm… ¿Quizás este?”

Zena sacó un vestido de aspecto relativamente maduro de quién sabe dónde y lo sostuvo frente a ella.

El material parecía un poco barato, pero como la propia Zena estaba hecha de buen material, le sentaba sorprendentemente bien.

“Señorita, eso es un traje de sirvienta.” Explicó la comerciante cuando regresó. No es de extrañar que el material pareciera barato.

“¿Qué hay de estos, joven maestro?”

La comerciante colocó algunos vestidos sobre la mesa. Parecían un poco anticuados, pero probablemente aún eran mejores que el primer lote.

“Estos son tan de señora mayor.”

Arisa expresó un pensamiento similar mientras revisaba los vestidos con Zena. “Bueno, están en el lado más viejo.”

La comerciante se encogió de hombros. Aparentemente, ella misma sabía que estaban pasados de moda.

“¿Qué tal este, Zena? Si nos deshiciéramos del cuello alto y actualizáramos el encaje anticuado en los hombros, no estaría mal, ¿no crees? Y aprovechando eso también se pueden acomodar esos puños extraños en las mangas.”

Arisa le ofreció un bote salvavidas a la desconcertada Zena.

Fue un buen plan. Con esas modificaciones, este vestido no se vería tan lejos de los que llevaban esas mujeres nobles de la capital real.

Si fuera necesario, probablemente podría quedarme despierto toda la noche y usar mi habilidad “Coser” para hacer vestidos para Zena y Karina personalmente.

“Bueno, si lo modificas tanto, tendrías que comprarlo, no alquilarlo.”

“Eso está bien, ¿verdad, Amo?”

Asentí con la cabeza ante la pregunta de Arisa.

Por lo que pude ver por mi habilidad “Estimación”, comprarlos directamente no sería mucho más costoso que alquilarlos.

“Sir Caballero, ¿qué tal algo como esto?”

Frente a Karina, Pina sostuvo un vestido de aspecto muy sexy con una gran abertura en el pecho.

No podría decirlo en voz alta, pero me encantaría verla usando eso. “Esto es demasiado vergonzoso.”

Karina se puso roja y se retorció, como si la sola idea la desanimara.

Karina a veces parecía un poco inmadura, pero ocasionalmente también podía mostrar este encantador lado femenino.

Si pudiera superar sus problemas de comunicación, estaba seguro de que podría casarse con una buena familia de inmediato.

“Puede ser agradable para una fiesta nocturna o un baile, pero creo que podría ser demasiado sensacional para una fiesta de té.”

Las veladas y los bailes celebrados por los nobles solían ser buenos lugares de reunión para los posibles cónyuges, por lo que no pensé que hubiera nada de malo que presumiese un poco su figura, pero podría estar un poco fuera de lugar en una fiesta de té.

“Arisa, ¿puedes ayudarlas a probar cosas y sugerir modificaciones?”

“Okey-dokey. ¿Espera, a dónde vas?”

“Iré a abastecernos de ropa.”

Ante eso, Arisa puso los ojos en blanco y murmuró: “Así que volverás a hacer trampa, ¿eh?”

Salí de la tienda de alquiler, conseguí una habitación en una posada cercana y usé el hechizo Crear Objeto de Piedra para hacer modelos a tamaño real de Zena y Karina.

Sus rostros no parecían del todo correctos, pero el resto debería ser bastante preciso.

Usé el hechizo Clarividencia de Magia Espacial para asegurarme de no tener ningún percance importante, luego pasé al siguiente paso.

Saqué la captura de pantalla de las mujeres nobles de la capital real y elegí algunos vestidos que les quedarían bien a Zena y Karina.

“Para la tela… usaré la seda jade extra de la antigua capital y la seda carmesí de Lalagi.”

El delicado jade le sentaría bien a Zena y el lujoso carmesí coincidiría con los mechones dorados de Karina.

Obviamente, tendría que resistirme a usar telas ultra raras como la seda de hadas o las fibras de oricalco.

Usando mi habilidad “Coser”, corté la tela sin siquiera hacer un patrón. Si Arisa pudiera verme, definitivamente me regañaría por ser tan tramposo.

Toda esta costura sería difícil con solo dos manos, así que usé el hechizo de Magia Práctica Mano Mágica para facilitar las cosas.

“Esto debería ser suficiente, ¿verdad?”

Mucho antes de lo que esperaba, en menos de diez minutos, había terminado dos vestidos para cada una de ellas. Las bases eran todas iguales, pero modifiqué las decoraciones y el grado de piel expuesta.

Le puse los vestidos a los modelos y los miré desde varios ángulos para evaluar si coincidían y ajustaban bien.

Ciertamente eran un poco más simples que los vestidos originales, y usé diferentes joyas y cosas así para decorar en base a lo que tenía a mano, pero deberían estar bien en general.

Metí los cuatro vestidos en una Bolsa Garaje y volví a la tienda de alquiler.

***

“¿Oh? ¿Algo anda mal, Amo.”

“No, ya terminé la ropa, así que la traje.”

“¿En serio?”

Arisa me miró en estado de shock.

Deja de darme caras tan inquietantemente extrañas.

 “¿Todavía se están probando cosas?”

“Sí. Creo que deberían salir pronto.”

Antes de que Arisa terminara su oración, Zena emergió.

Antes de las modificaciones, el vestido era teóricamente sencillo y anticuado, pero terminó luciendo misteriosamente bien cuando Zena lo usó.

“Se ve bien en ti.”

“Oh, vaya, no lo sé…”

Zena parecía nerviosa pero feliz.

“Sir Caballero, también échele un vistazo, por favor.”

De pie frente al vestuario de Karina, Pina apartó la cortina a la fuerza.

Uh, WOW. 

Una increíble cantidad de piel fue colocada ante mis ojos.

Llevaba ropa, por supuesto, pero aun así. El escote estaba fuera de control. “¡EEEEEK!”

Olvidando sus habituales gestos nobles, Karina chilló, se cubrió el pecho con las manos y se puso en cuclillas.

Todo este movimiento repentino fue demasiado para la tela del vestido, que dejó escapar un grito cuando las tetas mágicas comenzaron a empujar más allá de los límites de la ropa…

“¡Arisa usa Protección de Hierrooooo!”

… pero Arisa saltó frente a mí para bloquear mi visión antes de que eso sucediera. Esto es un poco vergonzoso, pero aun así: Gracias, Arisa.

Si hubiera presenciado eso de frente, no sabía si incluso mi habilidad “Cara de Póker” habría sido suficiente para hacerme parecer sereno.

Mientras trataba de calmarme en silencio, saqué la ropa que había hecho para Zena y Karina (que se había cambiado de nuevo a su atuendo original) y se las entregué.

“S-Son bastante agradables y todo, pero no son lo suficientemente llamativos para ser populares en la Ciudad Laberinto, si me preguntas.”

Aparte  de  los  amargos  comentarios  de  la  comerciante,  todas  las  demás  parecían impresionadas.

De los dos vestidos que había preparado para cada una, ambas eligieron el que mostraba menos piel.

No pensé que fuera tan malo mostrar un poco los hombros y la espalda, incluso si eran tímidas para exponer su escote, pero las chicas estaban demasiado avergonzadas.

“Satou, ¿qué piensas?”

Karina fue la primera en cambiarse a su vestido para cualquier modificación. “Se ve maravilloso. Sabía que el color carmesí resaltaría tu belleza muy bien.”

“B-Belleza…”

El cumplido directo fue suficiente para hacer salir vapor de los oídos de Karina. Considerando lo hermosa que era, no parecía muy acostumbrada a que la elogiaran. “… Ella es tan bonita… estoy segura de que Satou debe…”

Mi habilidad “Audición Aguda” captó el comentario de Zena.

No estaba seguro de cuál se suponía que era el resto de esa oración, pero estaba ansioso por ver cómo se veía el vestido, así que me di la vuelta.

Buen trabajo, yo. 

Se veía tan bien en ella que estuve tentado de felicitarme en voz alta.

“Tiene un aspecto increíble, señorita Zena. La delicada seda de jade te sienta bien.”

“Muchas gracias. Incluso si solo me estás halagando, te lo agradezco.”

“No hay necesidad de modestia. Te ves preciosa.”

Ante  mi  insistente  sello  de  aprobación,  Zena  se  sonrojó  y  murmuró  tiernamente: “Gracias.”

Ese tipo de gesto le sentaba ridículamente bien. Si pudieran verla ahora, toneladas de nobles elegantes seguramente estarían clamando por su mano en matrimonio.

“… E-Ella es demasiado linda… Esta chica y Satou podrían…”

Detrás de mí, esta vez mi habilidad “Audición Aguda” captó a Karina murmurando.

De alguna manera, sonaba muy similar a lo que había dicho Zena. Quizás estos dos realmente se llevarían bastante bien.

“Sir Caballero, ¿qué haremos con los vestidos que estas dos no eligieron?” Preguntó Pina. “Esos también los compre, así que podemos modificarlos.”

Como sería de mala educación pedirles que cambiaran la ropa que había traído yo mismo, compré algunas de las prendas que la señorita Karina había arruinado y algunas otras que se habían probado para modificarlas.

La ropa que había hecho solo necesitaba modificaciones menores, así que pasamos a comprar algunos accesorios para combinarlos.