A Monster Who Levels Up

Capítulo 130: Rastros de un Héroe

Sae-Jin el Orco suplicó a Kim Yu-Rin que alertara al resto del mundo sobre ese pájaro blanco, luego subió a la plataforma accionada por polea.

“Nosotros, eh, vamos a subir.”

Los dos Caballeros encargados de la operación de rescate comenzaron a operar la plataforma mientras miraban al Orco. O, más correctamente, en su armamento defensivo y ofensivo. Incluso una simple mirada casual podría decirles que esos eran todos elementos de primera clase que fácilmente despertaban sus deseos, incluso si no querían.

El orco les lanzó sin decir ni una palabra un par de muñequeras y guanteletes. Los Caballeros estudiaron las expresiones de los demás y entonces, el que llevaba la lanza tomó las muñequeras, mientras que el tipo con los puños como armas tomó los guanteletes.

Usando sus puños – uno de estos Caballeros usó sus manos como armas. Había un emblema dorado ‘Jin’ grabado en su armadura pectoral, por lo que era seguro asumir que este tipo era uno de los ‘herederos’ de los ideales de Jin Seh-Hahn.

“…M-muchas gracias.”

Ambos Caballeros expresaron su gratitud luego de recibir estos repentinos obsequios. Y aproximadamente al mismo tiempo, se podía ver la cálida luz del sol sobre sus cabezas.

“Regresaremos a la superficie en unos diez minutos. Por favor, tenga un poco más de paciencia.”

“Entiendo.” (Kim Yu-Rin)

Kim Yu-Rin se enfrentó a los rescatadores con una actitud oficiosa y digna. El orco resopló a un decibelio lo suficientemente alto como para que los demás pudieran oírlo. Ella frunció ligeramente el ceño tras escuchar su burla y enseguida dirigió toda su atención hacia los dos Caballeros. Era el estallido de su vena celosa que ni siquiera era un verdadero estallido.

“Por cierto, ¿parece que eres de la escuela Jin Mudo?” (Kim Yu-Rin)

“Oh. Sí, me convertí en estudiante hace unos nueve meses, aunque todavía me faltan muchas áreas.”

“Pero, ya eres un nivel medio superior solo en nueve meses después de la conversión; tu talento debe ser excepcional.” (Kim Yu-Rin)

“Jajah… gracias por tus amables palabras, pero ese no es el caso. Simplemente estudié y copié a un puñado de instructores, eso es todo. Y por suerte, este estilo realmente se adaptaba bien a mis gustos y nivel de talento. Mi Rasgo también ayudó mucho.”

Jin Seh-Hahn: un hombre que se convirtió en un nivel alto póstumamente, reconocido como el nivel más alto en lo que respecta a su fama, y ​​ya es parte del mayor honor conocido por los Caballeros, el Salón de la Fama.

Y ahora, más de cien mil discípulos en todo el mundo estaban ocupados siguiendo el camino de las artes marciales que Jin Seh-Hahn le había regalado a este mundo, y más de mil de ellos habían optado por empuñar los puños después de dejar sus armas.

Todas estas personas estudiaron, revisaron, templaron y entrenaron fervientemente mientras veían las películas que contenían los movimientos de Jin Seh-Hahn. Para ellos, Jin Seh-Hahn sería para siempre su verdadero instructor.

Debido a que fue tan generoso al hacer muchas filmaciones con fines educativos, su invaluable estilo de artes marciales, como su sentido de batalla, técnica de golpes y movimientos, etc., podría conservarse en su totalidad, convirtiéndose en la luz guía para todas las generaciones futuras.

En otras palabras, las huellas de un héroe se habían grabado profundamente en la psique del mundo.

“¿Es así como pasó? Tu maestro fue verdaderamente un hombre digno de elogio.” (Kim Yu-Rin)

Kim Yu-Rin asintió con la cabeza respetuosamente.

“……”

El Orco se rascó la nariz en silencio. Por dentro se sentía un poco avergonzado por el hecho de que la existencia de Jin Seh-Hahn, una identidad que creó para lograr uno de sus objetivos, podía influir en el mundo mucho más de lo que había anticipado.

En poco tiempo, la plataforma finalmente llegó a la superficie. Como se trataba de un coto de caza de alto nivel, no había muchos espectadores ni un reportero presente, con la obvia excepción de treinta y tantos caballeros y magos. Todos tragaron saliva nerviosamente después de ver al Orco y a su enorme Lobo.

“…¿Te vas a ir ahora?” (Kim Yu-Rin)

Tan pronto como el Orco se subió a la espalda de Cornlak, Kim Yu-Rin preguntó con voz miserable.

El orco asintió levemente con la cabeza, y luego le hizo una señal a su montura.

¡¡Kwahck!!

Cornlak saltó de la plataforma hacia el cielo, desapareciendo de la vista casi de inmediato.

Y Kim Yu-Rin observó la espalda del Orco que se iba con un par de ojos solitarios.

***

Tan pronto como volvió a casa, Kim Sae-Jin tuvo que escuchar una bronca de Yu Sae-Jung. Después de declarar airadamente ‘¡¡Tampoco voy a volver a casa en todo un mes!!’, se marchó rápidamente de la casa.

Esa noche, Sae-Jin se olvidó de dormir y elaboró ​​un collar. Y al día siguiente, se dirigió a donde ella se hospedaba y se lo dio como regalo, acompañado de una disculpa. Ella lo estaba esperando en el dormitorio del Gremio, y cuando llegó, fingió insatisfacción, pero aún así lo perdonó.

“…¿Oh?”

Más tarde ese día, después de haber recibido su perdón con éxito.

Kim Sae-Jin usó su computadora portátil para verificar algunas cosas sobre Jin Seh-Hahn en línea, antes de encontrarse con un sitio web particularmente interesante.

En realidad, era el sitio web de la escuela oficial de artes marciales Jin Mudo establecida después de la muerte de Jin Seh-Hahn, pero lo que le llamó su atención fueron las palabras pegadas en la parte superior de la pantalla: [Yi Yu-Jin, 23 años, Director].

Al ver la descripción de su título que decía “ex” Caballero de Edén, parecía que había dejado Edén después de la muerte de Jin Seh-Hahn, y luego estableció la asociación oficial y la escuela para continuar con su legado.

Mientras sonreía alegremente, Sae-Jin revisó el sitio, antes de recordar una cierta parte del testamento, escrito para él por Kim Yu-Sohn, de repente.

“Excluyendo mis activos financieros, todo lo demás será entregado a mi valiosa y confiable colega, Yi Yu-Jin.”

‘Ah. Esa cláusula terminó cambiando la vida de una persona, ¿no es así?’

¿Debería sentirse orgulloso por esto o pedir disculpas…? Por ahora, Sae-Jin buscó cuidadosamente en el sitio. Afortunadamente, encontró un enlace a la página ‘Patrocinio’. Pensando que debería ayudar un poco, Sae-Jin extendió la mano y tocó el enlace que aparecía en el holograma.

* Sonido de un cambio de holograma *

La cara de Yi Yu-Jin proyectada en el aire se volvió extra grande. En realidad, era un video pregrabado.

“Hola, mi nombre es Yi Yu-Jin, el actual Director en funciones de la Escuela Jin Mudo.”

Una cara valiente, la que Sae-Jin echaba un poco de menos, le saludó.

***

“Fuu…”

Al mismo tiempo.

Yi Yu-Jin escupió un largo suspiro de lamentación mientras sostenía su cabeza llena de pensamientos complicados.

Había un libro de contabilidad lleno de un enjambre desordenado de números justo frente a ella. Los ingresos se escribieron con bolígrafo azul, mientras que las pérdidas se marcaron con rojo.

Hoy en día, ninguna persona viva mantendría los libros manualmente de esta manera, pero como ella era uno de esos miembros analfabetos informáticos de la humanidad, no tenía otra opción al respecto.

“¿Y cómo puedo llenar este vacío en el presupuesto…?”

Sin embargo, en las páginas del libro de contabilidad sólo se podían ver letras rojas. Estaba lleno de gastos de mantenimiento, de gestión y de mano de obra, más que de beneficios.

Si quisiera generar beneficios a la fuerza, probablemente podría hacerlo. Al fin y al cabo, si aumentara drásticamente el precio de las clases y aplicara estrictamente las reclamaciones de derechos de autor sobre todas las grabaciones de Jin Seh-Hahn, y cobrara derechos de autor por ellas, seguro que ganaría un buen dinero.

Si hiciera todo esto, entonces el público podría acusarla de vender el legado de Jin Seh-Hahn, pero debería haber un flujo constante de Caballeros esperanzados que aún pagarían. Las artes marciales que Jin Seh-Hahn había creado por su cuenta eran más que suficientes para eso.

Pero, Yi Yu-Jin no quería hacer eso. Ella no podía hacerlo. Porque, ella creía que conocía la razón mejor que nadie por la que Jin Seh-Hahn le había confiado llevar a cabo su legado.

Jin Seh-Hahn solía decirle que ella se parecía mucho a él casi todo el tiempo. También agregó a menudo que debería dejar de usar armas y confiar en su puño.

En ese entonces, ella se resistió a la idea, diciendo que él estaba tratando de arruinar su carrera y cosas así. Pero después de que él murió, ella dejó su arma y usó sus puños en su lugar, con resultados muy sorprendentes.

Y eso era… Su rasgo único, “Maestría de nivel”, tenía una compatibilidad sorprendentemente grande con las artes marciales de Jin Seh-Hahn. Y así, usó todas las filmaciones de Jin Seh-Hahn, que ahora le pertenecían, para avanzar rápidamente en sus habilidades. Solo le tomó dos meses dominar el arte marcial. Incluso la forma en que Edén la trató cambió después de eso.

Pero era como si Edén se hubiera vuelto adicta al sabor de la dulce exposición que trajo el héroe Jin Seh-Hahn. Le pidieron a Yi Yu-Jin que se convirtiera en su clon y apareciera frente a las cámaras para hacer trucos publicitarios.

Desilusionada por este desarrollo, abandonó Edén y, sola, abrió el dojo Jin Mudo.

Ya había varias clases en otras academias de caballeros en todo el país, pero dado que este era el único dojo que realmente heredó su legado, su escuela terminó causando bastante revuelo. La reputación de Yi Yu-Jin como una de las Caballeros de Edén también ayudó mucho: en el momento en que el dojo abrió sus puertas, más de 200 estudiantes esperanzados se apresuraron a postularse.

Pero… eso fue todo.

La tarifa de las lecciones era increíblemente baja. Y los salarios mensuales de los instructores eran increíblemente altos. A los tres meses de la apertura, todos los fondos que había acumulado, así como cada centavo que había pedido prestado, se agotaron.

Pero ella aguantó todos los días, esperando recibir donaciones o patrocinadores. Después de todo, el nombre de Jin Seh-Hahn estaba asociado con este dojo.

Desafortunadamente, tanto las grandes empresas como las Órdenes de los Caballeros tenían un corazón frío. No querían patrocinar este lugar. No, en cambio, bloquearon otras vías de patrocinio. Y luego, le sugirieron ‘cortésmente’ que vendiera los derechos de todas las filmaciones de Jin Seh-Hahn.

Si vendía los derechos, entonces la afortunada Orden de los Caballeros o el gran negocio monopolizarían el legado para obtener grandes ganancias, y todas las reacciones negativas relacionadas recaerían directamente en el regazo de Yi Yu-Jin. Este fue el llamado ‘Sin riesgo, alto rendimiento’, el sueño húmedo de todo comerciante hecho realidad: este solo punto hizo que las corporaciones y las Órdenes de Caballeros se convirtieran en basura indiferente en un santiamén.

“Oye, Yu-Jin. ¿Te sientes bien?” (Goh Yun-Jong)

Fue entonces que el profesor-empleado Goh Yun-Jong le preguntó preocupado por su parte. Yi Yu-Jin formó una sonrisa falsa y asintió con la cabeza.

“Por supuesto. ¿Alguna vez me has visto agachar la cabeza ante bastardos apestosos como estos imbéciles antes?” (Yi Yu-Jin)

“Hemos tenido una gran cantidad de donaciones privadas después de que subiste ese video. Vamos a aguantar un poco más, ¿de acuerdo?” (Goh Yun-Jong)

“…Cierto. Debemos aguantar.” (Yi Yu-Jin)

* Sonido de un timbre extraño y repetido de un teléfono. *

De repente, el teléfono comenzó a emitir un extraño tono de llamada.

“¡Hey, Goh Yun-Jong! ¿No te dije que cambiaras ese estúpido tono de llamada ya muchas veces? ¡¿Tratas la orden del maestro del dojo como si fuera aire vacío o algo así?!” (Yi Yu-Jin)

“…Lo siento. No sé cómo hacerlo.” (Goh Yun-Jong)

Goh Yun-Jong sonrió y levantó el auricular.

“Hola, este es el dojo central de la Escuela de Artes Marciales Jin Mudo, y este es el subdirector Goh Yun-Jong hablando.”

Dejando a Goh Yun-Jong para que se ocupara del teléfono, Yi Yu-Jin volvió a mirar las páginas del libro de contabilidad…

“…¿Perdóneme? Ah… ¿Eh? Ah… ¿Eh? No, espera… ¿Eh? Oh, eso es… ¡¿Eeeh?!”

…Sin embargo, Goh Yun-Jong la estaba poniendo nerviosa. Sonaba como si estuviera pidiendo una sangrienta comida para llevar o algo con todos esos ‘eehs’.

“¿¿Qué demonios estás haciendo??” (Yi Yu-Jin)

“No… Espere un momento, por favor.”

Después de bajar el auricular, Goh Yun-Jong miró a Yi Yu-Jin con cara de asombro.

“Quiere convertirse en patrocinador.” (Goh Yun-Jong)

“¿Ah, de verdad? Eso es una buena noticia. Debería anotarlo en el libro de Contabilidad. ¿Cuánto es?” (Yi Yu-Jin)

Yi Yu-Jin preguntó sin pensar demasiado en eso. Desafortunadamente… la respuesta de Goh Yun-Jong fue un poco más allá de sus expectativas.

“… $ 10 millones.” (Goh Yun-Jong)

“…”

Confundida por lo que acababa de escuchar, inclinó un poco la cabeza, antes de que su rostro se arrugara por la irritación. Esto sonó como otra maldita broma.

“¿Quién diablos está en la línea?” (Yi Yu-Jin)

“Espera.”

Goh Yun-Jong volvió a levantar el auricular.

“Disculpe… ¿Puedo preguntar desde dónde está llamando? El nombre de la corporación es… Ah… ¿S-s-sí? ¿D-de verdad? Ah, por favor, espere un momento.” (Goh Yun-Jong)

Bajando el auricular, Goh Yun-Jong miró a Yi Yu-Jin con cara de asombro.

“Dice que es Kim Sae-Jin, el maestro del gremio The Monster*.” (Goh Yun-Jong) (Luckpad: El Monstruo, lo voy a dejar en ingles)

“Ha-ah. Hola, Yun-Jong. ¿Cuántas llamadas telefónicas del ‘Señor Kim Sae-Jin’ recibimos en los últimos meses?” (Yi Yu-Jin)

“Ah… bueno, ¿Probablemente unas veinte veces?”

“Exactamente. Simplemente habla con el chico amablemente y cuelga el teléfono.” (Yi Yu-Jin)

“C-cierto… Ah, perdón. Mis disculpas, pero… entiendo tus intenciones… No tenemos espacio en este momento para entretener bromas…”

Al ver a Goh Yun-Jong literalmente hablar amablemente por teléfono, Yi Yu-Jin se sintió frustrado y le arrebató el teléfono.

“Hola. No sé quién eres, pero deja de llamarnos con estas estúpidas bromas. Si tienes tiempo para perder así, ¿por qué no vas a la escuela y estudias algo? En serio, con el mundo volviéndose tan caótico últimamente, ¿debes hacer algo tan infantil como esto? Realmente no quiero decir algo como esto por teléfono, pero hombre, eres patético. ¡¡Patético, te digo!!” (Yi Yu-Jin)

– “…Jajajaja…”

Yi Yu-Jin terminó rápidamente lanzando algunas palabras duras debido a sus nervios tensos, pero solo pudo escuchar una risa pausada que salía del altavoz del teléfono.

– “Mis disculpas por ser patético, señorita. Por cierto, incluso si no quieres, toma el dinero de todos modos. Son solo diez millones. Aunque me gustaría ayudarlos más, ese es todo el efectivo disponible que tengo en este momento. Entonces, dígame su número de cuenta bancaria.”

“Ha-ah. Puede encontrar el número de cuenta en el sitio web. Si quieres hacer una broma, al menos investiga un poco de antemano, ¿eh? Independientemente de lo que se proponga hacer, ¡debe intentar hacerlo lo mejor que pueda!¿Entiendes siquiera lo que estoy diciendo ahora?” (Yi Yu-Jin)

– “¿Ah, entonces es así? Espere un segundo.”

Yi Yu-Jin negó con la cabeza y estaba a punto de colgar el teléfono.

Ttiring~

Fue entonces cuando sonó una pequeña alarma desde su teléfono móvil y su pantalla se iluminó de repente. Echó un vistazo a la pantalla por costumbre, y entonces… se quedó paralizada en el lugar como una estatua.

El contenido de las palabras en la pantalla era demasiado impactante para creerlo.

[Se han depositado $ 10 millones en la cuenta de la señorita Yi Yu-Jin. (260483-38 *****)]

“Oh……..”

Vvrrrooouung….

Al mismo tiempo, se podían escuchar sonidos de caños de escape de varios autos desde afuera de la ventana de la oficina.

– “Los empleados de The Monster deberían llegar allí en breve. Por favor, charle con ellos sobre la firma de un patrocinio más permanente o un acuerdo de asociación.”

Tan pronto como terminaron esas palabras, Yi Yu-Jin corrió apresuradamente hacia la ventana para echar un vistazo al exterior. Había cuatro o cinco berlinas ultra lujosas estacionadas en la calle, y cuando sus puertas se abrieron simultáneamente, hombres de traje negro con maletines salieron y comenzaron a caminar hacia el dojo.

“……”

Yi Yu-Jin perdió toda capacidad de hablar en ese momento. Bueno, en sus maletines estaba claramente grabado el logotipo de “TM”: el logotipo de The Monster.

Luego recordó las cosas que le dijo ese hombre por teléfono.

Si ese tipo era de hecho Kim Sae-Jin, entonces…

Su corazón comenzó a palpitar locamente como si quisiera explotar, y su conciencia de repente se volvió muy débil.

¡¡Toc Toc!!

Muy pronto, los sonidos de personas que golpeaban las puertas del dojo le llegaron y…

¡¡Plaf!!

Yi Yu-Jin se derrumbó en el suelo mientras mostraba el blanco de sus ojos.

***

– “Vamos camino a un hospital.”

“…¿Un hospital? ¿Pero por qué?” (Sae-Jin)

– “La Directora del dojo se derrumbó aparentemente debido a algún tipo de conmoción, señor… Debe haber sido psicológico, ya que ni siquiera tomar una poción de recuperación la ayudó.”

“Fut.”

Kim Sae-Jin se rió entre dientes. Parecía que era inesperadamente de mente débil.

“Está bien, por ahora, retrasa la reunión hasta mañana. Ya que es más robusta de lo que parece, debería estar bien para entonces.” (Sae-Jin)

– “Sí, señor. Entiendo.”

Sae-Jin terminó la llamada. Luego sacó una sábana nueva para cubrir el cuerpo desnudo de Yu Sae-Jung dormida, acostada sobre las sábanas rotas y desordenadas antes de dirigirse al sótano subterráneo.

El inesperado accidente provocó algunos retrasos en sus planes, pero antes de que la situación empeorara, era el momento de comenzar la ‘caza’ como es debido. No había más tiempo que perder.

“Primero, debería hacer una armadura para la Forma Leviatán…”

Produjo dos lingotes del mayor metal conocido por los hombres, Mithril. Convocado al aire libre antes de que alguien se diera cuenta, Cornlak jadeó mientras se acercaba a él.

“También haré una armadura para que la uses. Espéralo.”

Pronto se pondría en camino para ‘atrapar’ a los Bathory.