Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 12

Capítulo 7: Incienso De Monstruo

Parte 3

El mocoso que había sido pateado desapareció bajo un enjambre de monstruos insectos en segundos.

Supervivencia del más apto. Eso es lo que significa ser un explorador.

 “Vamos, tenemos que escapar.”

Mientras llevaran las cuerdas infundidas con Incienso de Monstruos, los monstruos los perseguirían sin importar lo lejos que corrieran.

No regresarían a Zarigon.

“Quédate quieto.”

Tahere parecía inquieto, así que le advertí en voz baja.

Si se movía demasiado pronto, solo llamaríamos la atención de los monstruos.

Contuvimos  la  respiración  y  esperamos  a  que  los  monstruos  desaparecieran  debajo  de nosotros.

No debería llevar mucho tiempo, ya que el tubo que había lanzado no contenía incienso de monstruo sino polvo repelente de monstruos mezclado con una simple cortina de humo.

“Vamos.”

“¿Dónde?”

“Para encontrar el tesoro, obviamente.”

Tiré la cuerda púrpura por el acantilado, luego señalé la colina rocosa en el centro de la habitación para que incluso el idiota de Tahere lo entendiera.

El maestro de área no estaba allí.

Se estaba moviendo hacia los tres tubos de Incienso de Monstruo junto con el resto de los monstruos.

Una vez que los monstruos debajo de nosotros se fueron, caminamos con cuidado por el acantilado y corrimos por la llanura hacia la colina.

Mientras subíamos la colina donde había estado el venado gigante, vimos al venado anciano girar para correr hacia el grupo de Zarigon, habiendo sido el objetivo de la habilidad “Provocar” de un explorador.

“Je. Golpeen a ese tipo por nosotros, muchachos.”

Para que podamos escapar a salvo, por supuesto. 

Al otro lado de la colina, la ruta hacia el grupo de Zarigon tenía la forma de un campo en terrazas.

Regresar debería ser bastante fácil.

“¡Besso! ¡Lo encontré!”

Escuché a Tahere gritar detrás de una roca.

Había un cofre del tesoro en una esquina… y uno grande.

“¿S-Siquiera puedes abrir esto, Besso?”

“Por supuesto que puedo. ¿Por qué más iba a correr todo este riesgo?” Soy bueno abriendo cerraduras, pero esta era bastante difícil.

“B-Besso, ¡malas noticias!”

Miré en la dirección que señalaba Tahere. El engendro del maestro de área estaba comenzando venir en nuestra dirección.

“¿Q-Qué vamos a hacer, Besso? El Incienso de Monstruo debe estar desapareciendo.”

“Cállate. ¡Los monstruos nos encontrarán!” Silenciando a Tahere, luché un poco más antes de finalmente lograr abrir el cofre.

“Je-je, parece que gano esta apuesta.”

Saqué la espada de aspecto más caro del cofre del tesoro repleto de joyas, y cuando la saqué de su funda, brilló en rojo oscuro.

Una espada mágica. Bingo.

“T-También hay una espada corta debajo de las gemas. Y algunas pociones.” Sorprendentemente, la espada corta también era un arma mágica.

Tuvimos suerte. La diosa de la fortuna debe estar de nuestro lado.

“Esta poción también tiene que ser del tipo bueno, ¿verdad?”

“¿Eh? Sí, por supuesto. Ponla en el almacén con la espada corta.”

“B-Bien. Las pociones por sí solas probablemente puedan pagar nuestra deuda.”

“¿Nuestra deuda? Amigo, si vendemos estas dos espadas, ya no tendremos que trabajar por el resto de nuestras vidas.”

Tahere y yo nos golpeamos en la espalda y nos reímos de buena gana. No me había reído tanto en años.

Tal vez deberíamos hacer una tumba en la Ciudad Laberinto para los mocosos y compinches que habían muerto por nosotros.

“¿Eh?”

De repente, una sombra se cernió sobre nosotros.

… Y era.

“¿B-Besso…?”

“No lo provoques. Huye mientras yo me compro algo de tiempo.”

“¡P-Pero!”

“No voy a ser devorado por un monstruo. Simplemente corre como si tu vida dependiera de ello; porque lo hace.”

Saqué la espada mágica y le indiqué a Tahere que corriera.

“¡Será mejor que regreses con vida!”

Con una valiente línea de despedida, Tahere se escapó sin mirar atrás.

El engendro que me miraba se giró para ver a Tahere irse, ignorando a mi Espada Mágica y a mí.

Luego, moviéndose lenta pero seguro, se volvió y comenzó a correr tras él.

“Como si yo fuera el que va a morir, idiota.”

Hice girar la cuerda púrpura en mi mano mientras veía a Tahere huir.

Un delgado rastro de humo blanco salía de la bolsa que tenía en la espalda. Era el último tubo pequeño de Incienso de Monstruo.

“Je. Nos vemos, tonto. Si vives lo suficiente para que nos volvamos a encontrar, claro.”

Tiré la cuerda que tenía en la mano, guardé la espada en su funda y la metí en mi bolsa.

“¡Urgh!”

Justo cuando comencé a caminar hacia adelante, una de mis piernas se dobló y caí de bruces al suelo.

“Tsk. Supongo que incluso yo estoy un poco nervioso.” Rápidamente traté de ponerme de pie.

Pero mis piernas no se movían.

“¿Me rompí un hueso o…? ¡¿Pero qué?!” Mi pierna comenzaba a convertirse en piedra.

“¡¿Q- Qué es esto?!”

Algo largo y rosado se agitó frente a mis ojos abiertos.

De ninguna manera. 

Un viento feroz golpeó mi cara.

Al darme la vuelta, vi la forma de una enorme serpiente gris.

La bestia que podía convertir a los hombres en piedra: un basilisco.

“¡M-Mantente alejado!”

Extendí la mano para sacar la espada mágica de mi bolso, que se había caído al suelo. Algo cayó al suelo con un track.

Mi mano derecha.

El basilisco estaba devorando mi brazo derecho, que se había convertido en piedra.

No comas eso. ¡Ese es mi brazo!

 Escuché el mismo crujido desde abajo.

Basiliscos más pequeños me estaban comiendo la pierna. No dolió, a pesar de que me estaban comiendo.

Tengo que salir de aquí.

 Desesperadamente, traté de arrastrarme con la mano izquierda.

Pero luego comenzó a ponerse gris. El polvo cayó de mis párpados.

Mi visión se volvió gris y luego negra.

Lo último que vi fue la baba del basilisco, espesa y con un olor rancio, cubriendo mi carne de piedra.