Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 11

Capítulo 5: En el Gremio

Parte 3

Realmente no soporto la sangre y el gore.

“Sé que eres modesto y todo, ¡pero esto es ridículo!” La maestra del gremio se puso de pie, mirándome con el ceño fruncido como si fuera un hijo que la decepciono.

“Si alguna vez quieres ser ascendido de honorario a noble permanente, ¡tienes que mostrar este tipo de logros como si no hubiera un mañana!”

“Sin embargo, no estoy particularmente interesado en convertirme en un noble permanente.”

Lo siento, pero realmente no tengo ambiciones.

 Además, si quisiera ser rey, sería más rápido apoderarse de un territorio de monstruos o encontrar un Núcleo de Ciudad sin un maestro.

La maestra del gremio exhaló un suspiro.

“Qué joven tan extraño eres. Si te convirtieses en un noble permanente, podrías comer y beber hasta saciarte de tanta comida deliciosa y alcohol como quieras y elegir algunas esposas bonitas de alguna nobleza menor o comerciantes ambulantes, ¿sabes?”

Ya pude comer y beber muchas cosas sabrosas, y ciertamente no quería un montón de esposas. Si mi amada Señorita Aaze, la gran elfa del Bosque Bolenan, se casara conmigo, sería más que suficiente.

Me vinieron a la mente imágenes de Arisa y Mia furiosas y una Lulu infeliz, pero negué con la cabeza para descartarlas junto con cualquier sentimiento de culpa.

“Muy bien. No tiene sentido si no te gusta.”

La maestra del gremio se encogió de hombros y volvió a sentarse.

“Te guardaré los asientos de la primera fila para la… ¿Eh, tampoco quieres eso?”

“No gracias.”

La maestra del gremio pareció detectar la desgana en mi rostro, así que negué con la cabeza enfáticamente.

“¡No es frecuente ver algo como esto!” Ella pareció incrédula.

“Lo siento mucho, pero…”

Intenté ignorarlo en la antigua capital, pero estaba claro que, en este mundo de fantasía relativamente libre de entretenimiento, la ejecución pública de criminales se consideraba un espectáculo divertido.

En el Reino Shiga, incluso los asesinos eran generalmente obligados a trabajar como esclavos criminales, por lo que una ejecución pública era bastante rara.

“Honestamente. ¿Qué tan extraño puedes ponerte? Al menos recibirás el dinero de la recompensa, ¿no?”

“Sí, por favor. Aunque, si no le importa, me gustaría que la mitad de la recompensa por la captura de Ludaman se le diera a Lady Ravna del Reino Nolork.”

Recordé vívidamente la postura galante y sólida de la dama caballero.

Fui yo quien finalmente había capturado a Ludaman, pero primero había tenido una feroz batalla con el Rey Saqueador.

“Da la casualidad de que Lady Ravna ya ha dicho que deberías conseguir todo el dinero porque le salvaste la vida.”

“Ya veo. Entonces se la daré yo mismo la próxima vez que la vea.”

Conociendo a la caballera de mente seria, probablemente rechazaría el dinero, así que decidí hacerle una espada ancha o algo para reemplazar su espada rota.

Una espada mágica parecería demasiado valiosa y una espada de hierro dificultaría la producción de una “Hoja Hechizada”, por lo que las piezas de bronce o de monstruos probablemente serían una buena base.

Mientras reflexionaba sobre todo esto, un leve golpe llegó a mis oídos.

“¿Maestra del gremio?”

“Adelante.”

La secretaria de la maestra del gremio, la Señorita Ushana, entró junto con una niña en edad escolar con una capa.

Se bajó la capucha y dejó al descubierto el cabello corto de color turquesa de fina textura.

“Ugh. Sebelkeya.”

“Qué grosera, Lilian.”

“¡No me llames así!”

El nombre de la maestra del gremio era inesperadamente cursi y juvenil, pero decidí dejar el burlarme de eso para nuestra próxima fiesta. En cambio, miré a la chica a la que había llamado Sebelkeya.

El color de su cabello y las orejas ligeramente puntiagudas dejaban una cosa clara: era una elfa, como Mia.

Sin embargo, parecía pertenecer al Clan Bulainan amante de la investigación, no al Clan Bolenan de Mia.

La elfa tenía nivel 43 y parecía especializarse en Magia de Tierra y Bosque.

Aun así, después de todas las historias épicas sobre la valentía de Sebelkeya que me había contado la maestra del gremio en el bar, la realidad era mucho más adorable de lo que había imaginado.

“¿La campana silenciosa de Bolenan?”

Al notar la campana en mi cintura, la chica jadeó, miró mi rostro y murmuró algo sobre mi cabello.

“<Un placer conocerte, aquel de cabello negro. Soy Sebelkeya, doncella del Bosque Bulainan, hija de Moberitoya y Keshilsea.>”

“<El placer es todo mío. Soy Satou Pendragon, caballero hereditario y vasallo de la Baronía Muno del Reino Shiga.>”

Intercambié presentaciones formales en élfico con Sebelkeya.

“<… ¿Satou?>”

Ella inclinó la cabeza ante mi nombre, luego susurró:

“<¿El noveno Árbol Sagrado…?>”

¿Hmm?

 Ese era el título que me habían dado los elfos nobles después de que salvé los Árboles del Mundo.

Los elfos nobles sabían mi nombre, Satou, pero pensé que todos los demás elfos me conocían como Nanashi el Héroe de cabello púrpura y máscara.

Quizás estaba haciendo una suposición sin tanto fundamento como creía.

Afortunadamente, mi habilidad “Cara de Póker” evitó que mi sorpresa se mostrara, así que actué confundido y no respondí.

“¿Qué demonios, Satou? ¿Puedes hablar élfico?”

“Sí, lo aprendí mientras viajaba con un compañero elfo.”

La habilidad, eso es.

 “Eh. Sin embargo, es inusual que Sebelkeya se presente primero. ¿Te has enamorado de Satou a primera vista o algo así?”

“No, solo estaba mostrando respeto por la Campana Silenciosa que usa.” Sebelkeya y la maestra del gremio parecían estar bastante unidas.

“Bueno, puedes contarme todo sobre tu viaje a casa más tarde. Por ahora, ¿dónde está mi recuerdo?”

“Eres una borracha, Lilian.”

“¡Te dije que pararas con eso!”

¿Hmm?

 Mirando de cerca, me di cuenta de que el nombre de la maestra del gremio en mi AR era Zona, no Lilian.

Decidí guardar silencio sobre eso por ahora, pero probablemente había alguna historia entretenida sobre “el verdadero nombre de su alma” o algo así. Tal vez podría preguntarle a la Señorita Sebelkeya si todos fuéramos a beber alguna vez.

“También quiero mostrarle el vino de hadas de Bulainan a Satou.”

“¿Para Lord Satou? ¿Por qué?”

“… ¿Lord?” La maestra del gremio arqueó las cejas.

“Sebelkeya, ¿comiste algo que te cayo mal o qué?”

“No seas descortés, Lilian. Estoy actuando perfectamente normal.”

“No, en todos los años que te conozco, estoy bastante segura de que esta es la primera vez que te escucho llamar a alguien ‘Lord’, así que…”

La Señorita Ushana interrumpió las bromas de la pareja.

“Lady Sebelkeya, lamento mucho interrumpir su conversación, pero ¿podría hacer un breve informe a la maestra del gremio?”

Uh oh. Si estuviera al tanto de la información privada del gremio, podría quedar atrapado en otra cosa.

“Bueno, parece que mis asuntos han terminado aquí, así que me iré…”

“Un momento, Sir Caballero.”

Traté de escabullirme, pero Ushana me detuvo.

“Esto también te preocupa. Por favor, quédese y escuche.”

Supongo que no hay escapatoria de la secretaria Ushana.

 “Este lugar apesta, como siempre.”

La maestra del gremio se pellizcó la nariz.

Habíamos llegado al calabozo mazmorra debajo del gremio.

El Rey Saqueador Ludaman, afirmó tener secretos para compartir con la maestra del gremio, pero por alguna razón, dijo que solo lo diría si ella me llevaba.

“Por aquí, por favor.”

La Señorita Ushana abrió el camino.

Ludaman fue confinado en una celda particularmente fortificada en el calabozo.

Además de estar retenido detrás de fuertes barras de hierro, también estaba atado con gruesas cadenas. Según mi AR, eran un objeto mágico llamado Cadenas de Sellado de Demonios, probablemente para evitar que desatara su fuerza sobrehumana.

Claramente ya había sido torturado, ya que su cuerpo estaba cubierto de heridas recientes y hematomas que se estaban curando.

“Je, eso fue rápido.”

Ludaman miró hacia arriba cuando notó nuestro acercamiento.

… Su cara. 

El lado derecho de su rostro, que había estado oculto bajo una máscara, estaba desfigurado como el de un ogro.

“¿Hunh? ¿Qué, nunca antes has visto la cara de un hombre deformada por una poción demoníaca?”

Ludaman me fulminó con la mirada.

Supongo que su rostro desfigurado fue un efecto secundario de la poción demoníaca. Las drogas ilegales en los mundos de fantasía no eran una broma.

“Entonces, Ludaman. ¿Quieres darnos información de repente? ¿Qué pasa con el cambio de opinión?”

Sin prestar atención al estado de Ludaman, la maestra del gremio lo interrogó lacónicamente.