Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 11

Capítulo 5: En el Gremio

Parte 2

Presumiblemente, los guardias de los niños nobles habían dado testimonio en mi lugar.

“Ese saqueador Rey Ludaman tenía una recompensa bastante alta por su cabeza, así que apuesto a que la vas a ganar.”

Arisa babeó un poco, con signos de dólar prácticamente apareciendo en sus ojos.

“El cartel de Se Busca decía cien monedas de oro, informamos.”

“¡Whoa, eso es increíble!”

Arisa apretó los puños.

“¿Por qué, hay algo que quieras?”

Estaba bastante seguro de que tenía todo lo que necesitaba, pero era posible que hubiera algo que se guardaba para sí misma porque no quería incurrir en demasiados gastos.

“¿Yo? No, en realidad no. Pero podrías comprarles a las niñas del orfanato unas bonitas cintas o algo así. Para los chicos, eh… la comida probablemente estaría bien, ¿verdad?”

“Las cintas son una buena idea. Probablemente no hayan tenido la oportunidad de usar muchos accesorios.”

Para los niños, ¿tal vez sería bueno usar bufandas o cinturones geniales? Decidí consultar con la directora del orfanato antes de comprar algo.

“¿Hmm? Hay otra carta aquí, ¿no?”

Arisa recogió una carta que había caído al suelo.

“¿Oh-hooo? ¿Una clase para exploradores novatos?” Escaneándolo rápidamente, inclinó la cabeza.

“Dice que suceden una vez al mes y quieren que participemos.”

Me entregó la carta después de resumirla en voz alta.

“La clase de este mes es dentro de cinco días, así que supongo que esperaremos para reanudar nuestra exploración del laberinto hasta después de eso.”

Evidentemente, normalmente se esperaba que tomaras la clase después de recibir tu insignia de bronce.

“Oh, perfecto. Supongo que estaremos ocupados con el orfanato por un tiempo.”

“Lo siento por eso.”

“Está bien; ¡está bien!” Arisa sonrió galantemente.

“¿Por supuestooooooo?”

“¡Pochi siempre trabaja duro, sir!”

“Mm. Diligente.”

Tama, Pochi y también Mia parecían decididas a ayudar.

Quería que los niños pasaran más tiempo jugando, pero no parecía funcionar de esa manera.

“Lulu, ¿hoy vas a volver a dar clases de cocina a Rosie y Annie?”

Después de la distribución de comida de la mañana, Lulu condujo nuestro carruaje hacia el gremio oeste.

“Sí, así como algunos otros que querían aprender a hacer albóndigas de patatas y frijoles.”

“Oh, ¿los de antes?”

Durante el comedor de beneficencia de la mañana, habían aparecido algunos hombres jóvenes y de mediana edad de rostro sombrío, rogando que les enseñaran a hacer bolas de masa.

No era una receta que planeara particularmente mantener en secreto, y estaba a favor de hacer que la comida más sabrosa estuviera disponible para los exploradores novatos, así que acordamos enseñarles.

Por supuesto, en lugar de pago, estarían ayudando en el comedor de beneficencia durante un mes.

Planeamos cambiar el plato principal cada mes. Gracias a eso, esperábamos asegurar algunos cocineros recurrentes.

Las amas de casa a tiempo parcial se ocuparon de la mayor parte del trabajo, por lo que, con la incorporación de estos hombres, el comedor de beneficencia probablemente podría funcionar sin nuestra ayuda directa de ahora en adelante.

“¿Realmente debería estar enseñando a los chefs profesionales a cocinar algo?”

“No es diferente de enseñar a Rosie y Annie.” Le aseguré a Lulu.

En ese momento, noté puntos rojos hostiles en el radar en la esquina de mi visión.

¿Quién será?

 Supuse que un monstruo no aparecería de repente en medio de la ciudad. Abrí mi mapa y descubrí que los puntos pertenecían al Rey Saqueador Ludaman y su alto mando.

Habían  pasado  varios  días  desde  que  los  atrapamos,  pero  supongo  que  seguían  siendo activamente hostiles hacia mí.

“¿Sucede algo, Maestro?”

“No, no es nada.”

Sonreí y continué nuestra conversación de cocina.

Finalmente, el carruaje llegó frente a la puerta principal del gremio.

“Esperaré en el área de estacionamiento.”

“Está bien, intentaré terminar rápido.”

Una vez que me alejé de Lulu, mi sonrisa se desvaneció en una expresión seria. Noté otro punto en mi radar que no era particularmente amigable.

“¿Oh? Sir Pendragon, ¿también tiene negocios en el gremio, de hecho?”

“Sí, tengo un recado rápido.”

“Ya veo. Parece que ayer limpiaste la basura de mi camino. Es un gran trabajador, sir Pendragon, de hecho.”

“Es solo parte de mi trabajo voluntario en el comedor de beneficencia.”

El noble vestido de verde se apresuró a aludir a que yo me ocupara de los niños vagabundos, así que evadí el tema sin problemas.

Como el comedor de beneficencia había sido aprobado por la esposa del virrey, su superior directa, no podía hablar mal de él. Su sonrisa se congeló en su lugar como una máscara.

“Lord Poputema, ¿es un asunto oficial lo que le trae al gremio?”

“Mis paseos nocturnos se han vuelto menos estimulantes. Como resultado, estoy aquí para torturar… es decir, interrogar a los saqueadores, de hecho.”

La sonrisa del noble vestido de verde se profundizó de nuevo cuando sacó un látigo de algún lugar y lo hizo restallar.

“¿Interrogar a los saqueadores?”

“¿Estás interesado, de hecho?”

Asentí lentamente.

“La curiosidad es un buen rasgo, de hecho.” El noble vestido de verde se rió un rato y luego explicó.

Parecía que sospechaba que cierto noble importante de la capital real estaba involucrado en el contrabando de pociones demoníacas de Sokell, por lo que había estado realizando una investigación independiente.

“Con lo curioso que es usted, Sir Pendragon, ¿no desea saber el nombre de ese noble, de hecho?”

La sonrisa en el rostro del noble vestido de verde se parecía a la de un demonio tendiendo una trampa.

“No, no particularmente.”

Como dicen, si no está roto, no lo toques.

 No quería quedar atrapado en alguna pelea interna entre nobles de la capital real.

“Una respuesta aburrida, de hecho.”

Luciendo decepcionado, Poputema saludó como si hubiera perdido interés en mí y entró con paso ligero en el edificio.

“¿Una demostración?”

Cuando un empleado me guio a la oficina de la anciana maestra del gremio, fui recibido con una propuesta muy inesperada.

“Así es. Ha capturado Ludaman y sus hombres, después de todos los problemas que han dado los exploradores y el ejército laberinto. ¡Antes de ejecutarlos públicamente, queremos dar a conocer sus grandes logros a toda la ciudad!”

“Te lo agradezco, pero no, gracias.”

Estaba seguro de que Arisa y algunas de las otras chicas estarían encantadas, pero no quería participar en una celebración como esa.

Por sí solo, el desfile sería vergonzoso, pero en este caso, tuve la sensación de que después me harían ver la ejecución desde la primera fila..