Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 11

Capítulo 1: Pasos Siniestros

Parte 1

Aquí Satou. Hace mucho tiempo, no había edificios a prueba de fuego, por lo que con frecuencia estallaban incendios en pueblos y ciudades. Hay un dicho famoso en Japón, “Una sola cerilla puede provocar un incendio”, pero como no hay coincidencias en este mundo paralelo…

“¡Aquellos de ustedes que están aquí por comida, formen tres filas y esperen su turno!”

Los enérgicos gritos de Arisa llenaron el aire, la luz del sol rebotaba en la peluca rubia que usaba para ocultar su mal augurio, su cabello lila.

Estábamos en la plaza cerca del gremio de exploradores del oeste en la Ciudad Laberinto Celivera, donde el comedor de beneficencia que habíamos instalado había atraído a una multitud mucho mayor de lo previsto.

Mi público objetivo habían sido los niños hambrientos que no podían encontrar trabajo, así como los ancianos, pero también habían aparecido jóvenes exploradores novatos que no podían ganar lo suficiente para alimentarse.

“¿Alinéenseeeeeeee?”

Abriéndose camino entre la multitud para agruparlos en filas estaba Tama, con sus orejas de gato, cola y cabello corto y blanco.

“¡No se corten, sirs! ¡Los recién llegados al final de la fila, sirs!”

Pochi, que lucía orejas de perro, cola y un peinado bob corto marrón, parecía haber atrapado a alguien que intentaba adelantarse.

“Jóvenes larvas, si desean llenar sus estómagos, el final de la fila está aquí, lo declaro.”

Como una cosplayer en una cierta convención de mangas, la homúnculo Nana sostenía un cartel que decía ATRÁS DE LA LÍNEA, su larga cola de caballo rubia se balanceaba.

Llevaba un vestido veraniego alegre en lugar de su armadura habitual, así que estaba un poco preocupado por toda su piel expuesta.

“Maestro, el equipo de preparación está listo para distribuir alimentos a sus órdenes.”

Esta era la siempre seria Liza de la tribu de escamas naranjas. Pequeñas placas huesudas de piel decoraban su cuello, muñecas, etc.

Liza había estado peleando notablemente bien en el frente últimamente, pero usar un delantal sobre su ropa de civil le dio el encanto adicional de una esposa recién casada, que en realidad le sentaba bastante bien.

Para empezar, ella fue quien nos enseñó a Lulu y a mí los conceptos básicos de la cocina.

“Mi parte de la cocina está terminada, así que también ayudaré con la distribución.”

La brillante sonrisa de la hermosa Lulu habría enviado a cualquier ídolo a correr hacia las colinas.

Cuando se dio la vuelta, su sedoso cabello negro se extendió como si fuera un comercial de champú.

Honestamente, la gente de este mundo no tiene gusto alguno. ¿Cómo podría una belleza tan increíble ser considerada poco atractiva según los estándares de alguien?

“Listo.”

Ataviada con el delantal de mono blanco, la máscara y el pañuelo de una niña japonesa de escuela primaria que estaba a la hora del almuerzo, Mia, la elfa, parecía considerablemente emocionada.

Su pálido cabello azul verdoso estaba recogido en dos largas coletas como de costumbre, con sus orejas de elfo ligeramente puntiagudas asomando hacia abajo.

A su izquierda y derecha, las jóvenes que habíamos empleado como sirvientas en la mansión estaban en espera con atuendos similares.

La Señorita Miteruna, la sirvienta principal, vigilaba a las sirvientas más jóvenes mientras mantenía el fuego para cocinar la sopa.

“Entonces, empecemos.”

Como no quería dar un discurso completo, simplemente usé mi habilidad “Amplificación” para anunciar a toda la plaza el comienzo de la distribución de alimentos.

La multitud aplaudió mientras estaban listos para recibir su comida.

La comida de hoy consistió en albóndigas dulces servidas en una hoja doblada y sopa en tazones hechos con mitades de frutas de palma.

Ambos recipientes se habían vendido a bajo precio como artículos desechables en la Ciudad Laberinto.

No había palmeras creciendo por aquí, así que tenía un poco de curiosidad por saber de dónde habían sacado sus existencias.

“Vaya, se ve bien…”

“¡La sopa también huele muy bien!”

“¿Qué son estas cosas negras?”

“¡Ooh, bolas de masa!”

Los niños que esperaban en la fila charlaron con entusiasmo.

Por cierto, la comida que repartíamos era relativamente sencilla: las albóndigas estaban hechas de frijoles y patatas, mientras que los ingredientes de la sopa eran trozos de pulpo secos y algas pardas comestibles.

Quería preparar algo un poco más lujoso, pero Arisa y la Señorita Miteruna me detuvieron.

Dijeron que, si la comida era más elegante, las personas que podían mantenerse por sí mismas terminarían viniendo solo para probarla, lo que incomodaría a las personas que manejan los carritos de comida para ganarse la vida.

Por la misma razón, habíamos programado los folletos para un horario que no coincidiera con el horario del turno de la mañana.

“¡Tú, el de allí! Si ya ha recibido su parte, hágase a un lado antes de empezar a comer, ¡por favor!”

Arisa les gritó a algunos niños que habían comenzado a comer su comida en el momento en que la recibieron.

“Está sabroso.”

“Sí, las patatas ni siquiera están amargas.”

“¡Y los frijoles no hacen que me hormiguee la boca!”

Los niños dieron críticas favorables mientras masticaban.

Los frijoles y las papas, los alimentos básicos de los menos afortunados en la Ciudad Laberinto en realidad los restos de monstruos llamados “papas saltarinas” y “frijoles ambulantes”. Si no estaban preparados adecuadamente antes de cocinarlos, tenían un sabor amargo y asqueroso, y sus tendones de color rojo oscuro incluso tenían un ligero efecto paralizante.

Quitamos con cuidado las partes que causaban el entumecimiento, luego picamos y trituramos los frijoles y las papas en bolas de masa antes de freírlas en grasa de animal.

“¡Ay, eso está caliente!”

“La sopa también es sabrosa.”

“¡Mm-hmm! Las cosas de color verde negruzco son difíciles de recoger, pero están riquísimas.”

“La sustancia blanca también es agradable y masticable.”

La sopa de pulpo y algas también pareció ser un éxito.

Había adquirido la carne de pulpo en el laberinto.

Normalmente, habría usado los cubos secos de carne de la gran cantidad de monstruos pulpos que habíamos encontrado en la ruta del azúcar, pero me contuve por el riesgo de que alguien lo analizara y sospechara.

En algún momento, tendría que disfrazarme como el misterioso comerciante Akindoh y vender parte del monstruo pulpo y la carne del pez monstruo gigante Tobkezerra a una compañía de la Ciudad Laberinto para poder usarla sin problemas.

Por cierto, también había adquirido las algas pardas en la ruta del azúcar, pero este era un producto mucho menos sospechoso.

… ¿Hmm? 

Sintiendo los ojos de alguien sobre mí, miré a mi alrededor y vi al Consejero Poputema, a quien en privado había apodado el “noble vestido de verde” debido a su inclinación por vestirse de verde, de pie al otro lado de la plaza y observando los acontecimientos del comedor de beneficencia.

Por alguna razón, tenía el ceño fruncido en lugar de su habitual sonrisa afable.

“¿Joven maestro?”

Mientras debatía si llamar al noble vestido de verde, la sirvienta principal, la Señorita Miteruna, se acercó en silencio y me susurró al oído, señalando un carruaje extravagante que se había detenido en la carretera frente a la multitud… justo enfrente de donde estaba el noble vestido de verde estaba de pie.

La ventanilla del carruaje se abrió y el rostro regordete de la esposa del virrey se asomó y nos sonrió.

Ella nos había dado permiso, e incluso apoyo financiero, para administrar este comedor de beneficencia. Le devolví la sonrisa, dándole una reverencia de gratitud al estilo noble.

Aunque ahora estaba en términos amistosos con la mujer en la cima del orden jerárquico noble de la Ciudad Laberinto, casi había tenido un gran desentendido con ella.

Este resultado podría atribuirse a un joven noble llamado Sokell, que había decidido que yo era su peor enemigo. Pero ya se había encontrado con su ruina cuando fue expuesto por producir y distribuir una droga ilegal llamada “poción demoníaca”.

De hecho, fui yo quien descubrió y reportó esa información, pero eso no viene al caso.

Ahora que todo ese drama había sido resuelto, había recibido permiso para comenzar el comedor de beneficencia y construir un orfanato privado, así que estaba en camino de resolver el problema de los huérfanos hambrientos en la Ciudad Laberinto para poder finalmente disfrutar de algo de turismo.

El nivel de mi grupo también estaba progresando muy bien. Pronto podría incluso tener tiempo para dedicarlo a mis pasatiempos de invención y desarrollo.

Para cuando terminé de recordar nuestras experiencias en la Ciudad Laberinto hasta el momento y miré hacia arriba, el carruaje que transportaba a la esposa del virrey ya se había ido.

Debió de haber pasado solo para revisar las cosas mientras se dirigía a algún otro negocio.

“… ¿Él se fue?”

Al alejarme de la carretera, descubrí que el noble vestido de verde también se había ido. Mirando el punto en mi mapa, descubrí que ahora se dirigía hacia el centro de la ciudad.

Los nobles normalmente usaban carruajes para viajar, pero este parecía ser bastante ligero de pies, ya que caminaba bastante.

Oh bien.

 Tenía un poco de curiosidad por sus inescrutables acciones, pero como ahora tenía a los nobles, el ejército y el gremio de exploradores de la Ciudad Laberinto de mi lado, probablemente no había nada de qué preocuparse.

“Mm, estoy lleno.”

“Eso estuvo delicioso.

“Ahhh, tan feliz…”

Los niños suspiraron contentos mientras terminaban su comida.