Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 7

Capítulo 7: El Pueblo de los Cazadores de Monstruos (Parte 2)

Parte 2

— ¡Gargaolon! ¡Así que estás aquí después de todo!

— ¡Sabía que estabas involucrado con él!

Los asistentes tipo caballero B y C, quienes estaban enfrentando espadas con Tama y Pochi, notaron a Gargaolon y dieron más de la propaganda de su maestro.

— ¡Hermano! ¡No corras adelante sin nosotros!

— ¡Es correcto ¡Estamos aquí también!

Dos hombres tigre blanco se alinearon junto a Gargaolon, con aproximadamente otras diez personas bestia detrás de ellos.

Decidí no mirar de cerca la matanza que habían dejado a su paso.

— ¡Capturen a ese hombre! ¡Diez monedas de oro a quien lo atrape!

El Asistente D les gritó a los criminales, tratando de incitarlos a atacar a Gargaolon.

Pero ellos estaban aterrados por la despiadada lucha de los hombres tigre.

— ¡Hmph, cobardes! ¡Yo, Oin, él Come Goblins, seré el cazador de monstruos que reclamará esas diez monedas de oro!

Un joven hombre cargó hacia Gargaolon, con escudo en una mano y un hacha en la otra. Otros cinco cazadores de monstruos llegaron junto con él.

— ¡Muy impresionante, chico!

— ¡Tú tampoco estás mal!

Oin el cazador de monstruos detuvo la espada ancha de Gargaolon con su escudo y blandió su hacha, la cual Gargaolon esquivó con un salto acrobático.

Decidí dejar que él y su grupo se encargaran del lado Este.

— ¡Hey, míster! ¡Está viniendo!

Escuché a Kon gritando desde afuera del campamento de asedio.

Le había pedido que mantuviera vigilado el castillo.

— ¡El Marqués Dazaress! ¡El General de la Flama ha llegado!

Con el grito del Asistente D, los criminales se giraron para ver el camino hacia el castillo.

— ¿Te tengooo?

— ¡Todo vale en tira y afloja, nano desu!

Tama y Pochi dieron golpes que dejaron inconscientes a los Asistentes B y C mientras ellos estaban distraídos.

Ok, eso debe haber sido: “Todo vale en el amor y en la guerra”, ¿cierto?

Estaba empezando a sospechar que Arisa le estaba enseñando a Pochi esas expresiones incorrectas a propósito.

La silueta del noble montado acercándose fue acompañada por una flama de varias veces el tamaño de una antorcha normal.

Claramente, ya había activado la Vara Carmesí.

No pensé que fuera a atacar indiscriminadamente mientras sus asistentes estaban aquí, pero por otro lado, ya había mostrado que estaba dispuesto a usar Magia de Fuego contra civiles inocentes. No podía bajar mi guardia.

— Mia, usa Capa de Neblina, por favor.

— Mm, roger.

Este hechizo haría a las estructuras de los alrededores temporalmente más resistentes al fuego.

Todo lo que hacía era cubrirlos con agua para hacer menos probable que el fuego se extendiera, así que no había garantías, pero sin duda era mejor que nada.

— ¡Así que finalmente saliste de tu agujero, Gargaolon!

— Es muy persistente, Marqués.

El noble pirómano y Gargaolon comenzaron a gritarse el uno al otro.

Desearía que establecieran su determinación sin arrastrar a otras personas en eso.

Justo cuando ese pensamiento cruzaba mi mente, el noble pirómano apuntó con su bastón directo hacia mí.

— ¡Tu! ¡El tonto que ayudó a esas bestias! ¡Tú y Gargaolon arderán!

Su Vara Carmesí comenzó a producir flamas incluso aún más grandes.

Eso no ocurrirá.

Saqué una fruta perla de Almacenamiento y la lancé al noble pirómano.

Me contuve con la velocidad para así no matarlo, lo golpeé en la cabeza y lo dejé inconsciente justo cuando dejó salir una flama en mi dirección.

La flama me lamió como una lengua de serpiente, evitando mi cabeza por poco, y desapareciendo en el cielo.

El noble pirómano cayó sobre su espalda, pero aún sostenía la Vara Carmesí, así que las flamas saliendo de ella comenzaron a volar hacia sus aliados.

— ¡Enemigo de Lord Dazaress!

Con lanza negra en mano, Asistente E sobrepasó a Pochi y cargó hacia mí.

— ¡Yaaah, nano desu!

Pochi tacleó un costado del Asistente E, enviándolo a tambalear.

Usé esa apertura para patear al hombre en la barbilla y quitarle la lanza de las manos.

— ¡Gracias, Pochi!

— ¡Hee-hee! Nano desu.

Pochi arrastró sus pies tímidamente.

— ¿Cuidadooo?

Un cazador de monstruos saltó hacia Pochi con una daga envenenada, pero Tama lo derribó.

— ¡Pochi! ¡Nunca debes bajar tu guardia en el campo de batalla! —la voz de Liza estaba llena de preocupación.

— Lo lamento, nano desu…

Pochi se golpeó las mejillas para recomponerse.

— ¡Maestro! ¡En el cielo, al sur!

La voz de Arisa me llegó a través de nuestro hechizo Teléfono aún conectado.

En ese mismo momento, un punto rojo moviéndose rápidamente apareció en mi radar.

Elevándose sobre la posada había un naga de tres metros de largo.

— ¿Fuegooo?

— ¡Carne, nano desu!

Bastante seguro, el naga respiraba fuego.

De acuerdo a la AR, era llamado [Naga Traga fuego]. Era más pequeño que el naga que había visto antes, y tenía escamas negras.

La Vara Carmesí del noble pirómano debe haberlo atraído hasta aquí.

De manera tardía, una campana de advertencia sonó desde la torre de vigilancia junto a la puerta.

Deben haber estado demasiado distraídos por nuestra batalla para notar al monstruo acercándose.

Pensé que había una barrera anti-monstruos alrededor de la ciudad, pero supongo que la atracción del bastón maldito era más fuerte.

— ¡D-dragón! ¡Es un dragón!

— ¡Huyan de él! ¡Todos seremos comidos!

Tan pronto como vieron al naga acercándose, la mayoría de los criminales bajaron sus armas y huyeron.

— Ustedes no escaparán.

Gargaolon y sus seguidores bestia se encargaron de los criminales sin piedad. Al menos hasta que el escudo de Nana y la lanza de Liza los detuvieron.

— ¿Qué tontería es esta?

— Maestro prohíbe matanza innecesaria, yo reporto.

— Tenemos la intención de capturar a estos hombres y venderlos como esclavos criminales. Por favor absténganse de destruir la propiedad de mi maestro.

Prefiero evitar la matanza, pero esa no es la razón, ¿de acuerdo?

— Bien, entonces. Solo estamos aquí para ayudar. Vamos a acatar las intenciones de su maestro.

Estaba feliz de que Gargaolon estaba dispuesto a ceder, debido a que ya no quería ver más sangre.

La razón de que yo no participara en este intercambio era debido a que estaba revisando el mapa por movimiento de monstruos.

Había una horda de ellos acercándose a la ciudad, incluyendo magos semi- goblins, nagas Traga Fuego, y nagas regulares.

La razón de que nagas sin atributo fuego también se estaban aproximando parecía estar relacionado con los nagas Traga Fuego.

El enjambre estaba siguiendo al pequeño número de nagas Traga fuego como una nube. Considerando que los primeros eran masculinos y los últimos eran femeninos, quizá eran originalmente de la misma especia.

Individualmente, eran bastante débiles, pero si muchos de ellos descendían sobre la ciudad, todos podrían estar en peligro.

Afortunadamente, la Vara Carmesí estaba actualmente con el noble pirómano dirigiéndose al castillo del alguacil en el lado occidental de la montaña, así que siempre y cuando sean acabadas rápidamente, no causarán ningún daño a la ciudad.

Le arrojé una lanza al naga Traga Fuego sobre nosotros dirigiéndose al castillo, para hacerlo bajar de altitud.

— Liza, estas a cargo desde aquí.

— ¡Entendido!

Las chicas bestia se apresuraron hacia el derribado naga Traga Fuego.

No podía culparlas. El naga asado con soja que comimos antes era delicioso.

— ¡Sir Gargaolon! ¡Encárguese de los asistentes de Dazaress!

— Tch, bien. Pero tengo una cuenta pendiente con ese bastardo.

— ¡Muy bien! Una vez que lo atrape, te dejaré darle un buen golpe.

— Heh. ¡Estaré esperando eso!

Gargaolon y compañía empezaron a seguirme en un comienzo, pero tuve que quedarme atrás para tratar con el resto de criminales.

Sería más difícil encargarse de los monstruos rápidamente si ellos venían.

Me dirigí al castillo bajo la cubierta de la oscuridad.

Pasando a través de las calles, me dirigí por la ladera. A la distancia, vi el puente elevadizo del castillo del alguacil levantándose.

Un naga Traga Fuego aterrizó en la puerta del castillo, luego otro.

Probablemente sería demasiado evidente si los eliminaba a distancia con Flecha Remota, así que lancé unos cuantos guijarros para alejar a la mayoría de monstruos que se aproximaban a la ciudad. Dejé unos cuantos vivos, solo para asediar al noble pirómano Dazaress.

Lo haré sudar un poco, ya que él es responsable de toda esta situación en primer lugar.

El castillo estaba fortificado contra ataques de monstruo, así que mientras él permaneciera dentro, probablemente no sería asesinado.

Los nagas que estaban persiguiendo a los nagas Traga Fuego descendieron sobre las paredes y murallas del castillo como una avalancha, rompiendo a través de las áreas estructuralmente menos sólidas.

Ah, ese maldito idiota. Haciendo mi camino por la ladera, maldije internamente al notar el movimiento en mi radar.

Dazaress y su séquito habían salido al patio del castillo para enfrentar a los nagas.

Sus flamas engulleron a un grupo de ellos en la pared del castillo.

Viendo esto, el resto de los nagas salieron en enjambre hacia Dazaress y compañía.

No estaba obligado a ayudarles, pero no quería ver a personas morir tampoco.

Sumergiéndome en el bosque junto a la ladera, hice un ‘Cambiado Rápido’ en Nanashi. Sin efectos de ilusión esta vez, ya que hubiera sido mucha molestia.

Luego usé ‘Contraer’ para llegar a la puerta del castillo en un instante.

Justo cuando llegué ahí, una columna de fuego se elevó desde el interior.

¿Eh?

Los nagas que trataban de huir del castillo fueron cortados en trozos por una flama similar a un láser.

Uno de ellos logro escapar, solo para ser atrapado por una mano gigante cubierta en llamas y arrastrado de vuelta al muro del castillo.

La situación se volvió clara para mí tan pronto como salté sobre las puertas para comprobar.

Un demonio intermedio, envuelto en llamas, estaba masacrando a los nagas.

Brillando en su frente estaba la gema de la Vara Carmesí de Dazaress.

Debí haberlo sabido cuando escuché que tenía “apoyo del Conde Bobino.”

El Conde Bobino era un patrocinador del culto adorador del señor demonio Alas de Libertad. Debe haberle dado a Dazaress un cuerno largo, un artículo que convierte a alguien en un demonio intermedio.

No estaba seguro de si él entendía exactamente lo que significaba usar un cuerno largo, pero eso ya no importaba más.

Habiendo terminado con el último naga, Dazaress—no, el demonio— extendió sus cuatro alas y se elevó al cielo.

No quería arriesgarme a quemarme por estar demasiado cerca, así que decidí derrotarlo con magia.

Una explosión debería ser capaz de apagar un incendio, ¿cierto?

Elegí Implosión del menú magia.

Este hechizo causaba un efecto de explosión interna en un rango con forma de esfera, así que era un daño menos extendido que la mayoría de otras magias intermedias.

Con eso dicho, usándolo desde esta posición probablemente destruiría el castillo en el proceso, así que usé 120 Manos Mágicas para lanzar al demonio hacia el cielo.

Justo entonces, mi habilidad ‘Sentido del Peligro’ reaccionó a algo más al sur de aquí.

¿Otra vez…? Vamos… este no es un restaurante de soba wanko. No me traigan segunda porción si no la he pedido.

Me di la vuelta con un suspiro y fui recibido con un enceguecedor destello de luz.

La luz evaporó al demonio intermedio instantáneamente y desapareció en el cielo. Un fragmento de luz roja cayó en el río al lado de la ciudad.