Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 7

Capítulo 7: El Pueblo de los Cazadores de Monstruos (Parte 2)

Parte 1

>>Satou aquí. Hay algo llamado “Movimiento Continuo” en artes marciales japonesas. Eso significa que debes mantener tu mente en la batalla y no volverte demasiado confiado y bajar la guardia, incluso si has derrotado al enemigo. Es más fácil decirlo que hacerlo, sin embargo. <<

El ataque a la posada comenzó poco después de la media noche.

Tama y Pochi se pusieron de inmediato en estado de alerta, así que hice que despertaran a todas las que estaban descansando, y yo tomé un descanso del trabajo que había estado haciendo para matar el tiempo.

Hice que las otras se pusieran su armadura antes de su siesta, así que estaban listas para la batalla casi de inmediato.

Debido a que estábamos tratando de hacer lucir como si estuviéramos dormidos, todas las luces estaban apagadas. Dando un vistazo desde la ventana del tercer piso, vi a tres sospechosos grupos de personas con antorchas aproximándose desde el otro lado de la calle.

El grupo de ataque consistía de cinco miembros del séquito del noble pirómano, diez miembros de un gremio criminal, veinte cazadores de monstruos, y noventa matones. Definitivamente más de lo que esperaba.

El noble pirómano no estaba en el grupo, pero él estaba esperando a caballo en la entrada del castillo, así que supongo que tendré que atraerlo a la batalla.

El Baronet Poton, sus sirvientes, y su familia estaban siendo mantenidos en una habitación en la parte trasera del castillo con el estado [Parálisis]. Podríamos rescatarlos después de encargarnos del noble pirómano, supongo.

Aun así, ¿por qué no usar el Núcleo de la Ciudad para tratar con la parálisis?

Kena y su grupo se habían infiltrado en el lado opuesto y estaban acechando desde la parte trasera de uno los grupos.

Les había pedido que capturaran al séquito del noble pirómano o al menos prevenir que escaparan.

— ¿Tres arcooos?

— El del techo hace cuatro, nano desu.

Tama y Pochi estaban manteniendo un ojo en el exterior, informando de cualquier arquero oculto que encontraran.

Usé mi hechizo Aturdimiento Remoto para silenciosamente dejarlos inconscientes. Los arqueros estaban apostados solos, así que espero que ellos simplemente asuman que han sido emboscados.

Algunos de los otros miembros del gremio criminal trataron de acercarse a lo largo de los tejados, así que los eliminé con Aturdimiento Remoto también.

Ajustar los aturdimientos para que ellos no cayeran y se lastimaran severamente era una molestia, pero lo logre.

A continuación, usé Encantar: Protección Mágica y Encantar: Protección Física para elevar la defensa de mi grupo; Encantar: Escudo para proteger a Arisa, Lulú y Mia de los francotiradores; y Encantar: Hoja Destellante para ayudar a la vanguardia con el combate cercano.

Mientras que algo tan loco como un dragón negro o una hidra no se mostraran, todas ellas deberían estar perfectamente a salvo.

— Muy bien, ¿vamos?

Dejando a las usuarias de magia Mia y Arisa, además de Lulú con su Pistola Mágica, en la planta superior, llevé al grupo de vanguardia escaleras abajo.

Mia y Lulú estaban para repeler cualquier posible invasor en la parte trasera, mientras que Arisa estaba usando Magia Espacial para mantener un ojo en cualquier monstruo acercándose a la distancia.

Cuando llegamos al primer piso, los centinelas de la posada nos informaron que la puerta había sido destruida.

Así que ellos finalmente notaron que algo iba mal.

Los centinelas parecían sorprendidos al vernos salir completamente armados, pero simplemente los envié a defender el edificio principal de la posada.

Ya había enviado al gerente y a los otros huéspedes a refugiarse, así que los centinelas estaban ahí solo para encargarse de ladrones oportunistas.

— Tonto advenedizo que se atreve a ponerse del lado de los malditos tigres blancos, ¡ten cuidado!

Una vez que la posada fue rodeada, el Asistente A del séquito del noble pirómano comenzó un dramático discurso en el exterior.

— ¡Has cometido un grave pecado al aliarte con esas sucias personas bestia!

Eso sonaba como un grito de guerra para alguna demostración.

— Tus pecados son…

Asistente A se fue sobre mis supuestos pecados por un tiempo.

Realmente no estaba refugiando a los tigres blancos, así que toda esta cosa era un malentendido en primer lugar. Pero era una buena oportunidad para descubrir sus motivos, así que los escuché de todas formas.

Para resumir el discurso: El Marqués Dazaress había escondido a la princesa tigre blanco y compañía cuando ella estaba siendo perseguida por las comadrejas, pero los tigres supuestamente se volvieron contra él un día y mataron a la familia del marqués, robaron todos sus tesoros, incendiaron las casas en el territorio, y masacraron a su pueblo.

Para empeorar las cosas, ellos mataron al anterior rey quien estaba de visita en ese momento.

Eso ciertamente sonaba como una buena razón para guardar rencor, pero todo eso parecía demasiado sospechoso.

Las personas tigre no hubieran ganado nada con el asesinato de la familia que los estaba escondiendo, muchos menos incendiado cosas y sacrificando a las masas.

Para mí era más probable que ciertos grupos que no querían que los tigres y los humanos se volvieran aliados habían conspirado contra los tigres blancos.

De todas formas, ahora ya entendía la situación, pero eso no hacía que fuera correcto el quemar personas inocentes en el proceso.

Mi plan para detener al incendiario no había cambiado.

Activé ‘Clarividencia’, abriendo una ventana que mostraba a la posada y sus alrededores desde una vista de pájaro.

Ahora no tenía puntos ciegos.

Abrí la puerta del patio y di un paso frente a la multitud

— ¡Tonterías! ¡¿Planeas enfrentarnos por esos tigres blancos?! ¡Deberías estar rogando por tu vida!

La reacción del Asistente A al vernos completamente armados fue la de elevarse en una furia ardiente.

— En primer lugar, aquí no hay ningún tigre blanco, ¿sabes?

— ¡Una mentira descarada! ¡Sabemos que les diste medicina y compraste suministros para ayudarlos en su escape! ¡Tus pobres excusas no funcionaran aquí!

— Les vendí medicina, sí, pero el resto es todo un malentendido.

— ¡Hmph, muy absurdo!

Aquí pensé que podría tratar de aclarar sus dudas, pero claramente no había interés en escuchar.

— ¡No permitiremos que compres tiempo para que los sucios tigres blancos escapen! ¡Atrápenlos! ¡Mátenlos a todos!

— ¡¡¡Maten a los hombres!!! ¡¡¡Capturen a las mujeres!!! ¡¡¡Roben todo!!!

Los criminales levantaron sus armas y gritaron en respuesta.

Que grupo tan disperso.

— Yo seré su oponente, estúpidos VGs, yo declaro.

Nana lanzó ‘Provocación’ a los criminales atacando.

Por VGs, ella probablemente se refería a “vírgenes”, aunque no estaba seguro de cuál era el propósito de auto-censurarse.

Sin embargo, más de la mitad de la multitud aproximándose se giró hacia ella, así que quizá funcionó después de todo.

Tama y Pochi se lanzaron junto a Nana, golpeando a los criminales con sus Espadas Mágicas con Aturdimiento Suave activado como si fuera algo sacado de una comedia de acción.

— ¿Pedazo de pastel?

— ¡Pedazo de carne, nano desu!

Creo que ellas se referían a “Pan comido.”

Nana estaba usando Fortalecimiento de Cuerpo también. Estaba impresionado de verla empujar a múltiples personas con su escudo y usar su espada con Aturdimiento Suave activado para repeler a un cazador de monstruos usuario de hacha.

Liza fue la siguiente, su lanza trazando una línea roja en el aire mientras perforaba el hombro del Asistente A.

Espera… ¿qué?

¿Una línea roja?

Uh, Liza.

Por lo que podía decir de su apariencia bastante avergonzada, Liza solo se había dejado llevar un poco.

Ella en realidad no había activado Spellblade, así que el asistente no murió ni nada de eso.

Aun así, la herida fue suficiente para atraer la atención de algunos de la multitud, quienes comenzaron a retroceder.

— H-hey, ¿No es esa una Lanza Mágica?

— Esas tres están usando Espadas Mágicas también.

— ¡Y tienen algún tipo de defensa mágica!

— ¡Hey, no escuché nada acerca de esto! ¡No estoy ni cerca de luchar con ellos por una maldita moneda!

Muchos de los criminales se dieron la vuelta y huyeron.

No, ustedes no escaparán.

— Urk ¿qué es esto?

— ¡Una red lanzada! ¡Hay alguien más aquí!

Había escondido una red en las sombras antes de que la batalla empezara, y usé Mano Mágica para lanzarla sobre ellos.

Cuando se trata de capturar criminales, no tengo misericordia.

— ¡Gaaaah, mis ojos! ¡Mis ojoooos!

— Guh, no-no puedo respirar…

Unos cuantos criminales trataron de escalar por encima de la pared detrás de la posada y se encontraron con el hechizo Neblina Irritante de la Magia de Agua de Mia.

El efecto era tan fuerte que siguieron retorciéndose en el suelo incluso después de caer del muro.

Ok, quizá deberíamos mostrar un poco de misericordia después de todo… Exagerar nunca es algo bueno.

Mientras usaba Clarividencia para revisar dentro del muro, fui a rociar un poco de agua sobre cualquier persona del otro lado.

— ¡Mia, tu turno!

— Mm, lo tengo.

Mia usó el agua para golpear a los criminales con hechizos como Globo y Martillo de Agua.

Una vez que Mia los derrotó, Ordo y sus compañeros bestia se deslizaron desde las sombras para atarlos y entregarlos a los guardias de la ciudad.

Ellos llegaron tarde porque les habían estado explicando la situación a los guardias en la puerta de la ciudad.

Si los guardias hubieran sido hostiles, Ordo y los otros hubieran tenido que tomar el control por la fuerza, pero a juzgar por el movimiento de los puntos en el mapa, todo había ido bien.

Nuestro grupo era más fuerte en general, pero debido a que éramos superados en número, hubo algunas personas que pasaron a las cuatro chicas de vanguardia y vinieron hacia mí.

Pero debido a que eran tan débiles, podía simplemente golpearlos con la espada de las hadas, incluso envainada.

— ¡Tienen refuerzos! ¡Las bestias están viniendo de las minas del este!

Los criminales que habían estado atacando desde el este comenzaron a gritar con miedo.

— ¡Nooo!

— ¡No, no se acerquen!

Una espada ancha apareció detrás de ellos, enviando un chorro de sangre a través del aire.

Los criminales cayeron como árboles, llenando la calle con cadáveres.

— < ¡Soy yo, Caballero Escarcha Gargaolon! ¡Juro en nombre de la Princesa Luniya que te ayudaré!>

El hombre tigre blanco adoptó una pose con su espada sangrienta.

Aprecio la ayuda, pero hubiera preferido que lo hiciera sin toda la violencia.

Tengo una muy baja tolerancia al olor de la sangre, sabes.