Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 7

Capítulo 6: El Pueblo de los Cazadores de Monstruos (Parte 1)

Parte 4

Mientras caminábamos a lo largo del camino de tierra, veía los escasos edificios a ambos lados.

Debido a que esta área tenía una alta temperatura y humedad, había muchas casas de un piso con buena ventilación.

Todas ellas estaban elevadas unos treinta centímetros del suelo, aunque no sobre zancos altos como una casa de playa.

Las personas en las calles tenían ropas bastante ligeras, la mayoría de ellas usando faldas cortas.

Las mujeres en sus veintes o más, tendían a usar faldas largas, pero no lo suficiente para cubrir sus tobillos. Para las menores, las faldas que terminaban justo por encima de la rodilla parecían ser la moda.

No es que me importe mucho esto, pero la mayoría de los hombres estaban usando camisas abiertas o iban sin camisas en absoluto.

La mayoría de los niños en edad primaria tenían camisetas que no alcanzaban a cubrir su ombligo.

Esto parecía ser más un caso de ropa vieja en vez de un asunto de moda.

El resto de niños demasiado jóvenes para la escuela, aproximadamente la mitad estaban usando camisetas holgadas demasiado grandes para ellos, pero el resto están prácticamente desnudos. Estos últimos solo usaban taparrabos y corrían felizmente descalzos.

Quizá esto era ignorancia de mi parte, pero disfrutaba de la atmósfera tropical.

— Maestro, hay muchas larvas ahí. Deberíamos adoptar uno, yo aconsejo.

— Sí, no.”

Ligeramente rechacé la ferviente petición de Nana.

Los jóvenes niños rata y lagarto que corrían inocentemente alrededor de la ciudad habían activado claramente los instintos protectores de Nana.

— Nuestro destino está a la vista, maestro —reportó Liza, desde el frente del grupo.

Los comerciantes estaban reunidos en las calles y entradas de los almacenes, con sus productos extendidos sobre esteras en el suelo.

— No hay muchos vendedores en las calles ¿eh?

— Arisa, silencio.

Regañé a Arisa por su mala educación antes de caminar hacia el vendedor más cercano.

La estera estaba alineada con canastas llenas de fruta, desde melones miniatura y frutas cítricas hasta peras de color melocotón.

Usando una búsqueda en el mapa, determiné que estas frutas crecían naturalmente en los bosques cercanos.

— ¿Qué tal? Es solo un centavo cada una. Apenas las recogí en el bosque, así que son frescas y sabrosas.

Rayos, eso es barato.

Compré un montón para así poder compartirlas con todas.

Algunas estaban un poco inmaduras, pero los melones eran bastante deliciosos, con un sabor un poco menos dulce al de una sandía.

— ¿Yummyyy?

— Tan crujiente, nano desu.

— Mm. Yum.

Tama, Pochi y Mia eran especialmente grandes fans.

— Desearía que fuera un poco más dulce.

— ¿De verdad? Creo que es más dulce que los melones Kuvork que amabas tanto, Arisa.

— Bueno, casi no había nada dulce en ese país.

Arisa y Lulú recordaban mientras masticaban el melón.

— Esta fruta tiene un crujido bastante agradable.

— Di-disculpe, señorita. Se supone que debe cortarla y luego comerla, ¿sabe? No me culpe si se lastima un diente…

La fruta que Liza estaba comiendo era de aproximadamente el tamaño de una pelota de beisbol, con un exterior como el fruto de una palma.

Olía bien, así que abrí una para probarla por mi cuenta.

Jugo de un color blanco lechoso fluyó del interior, así que apresuradamente lo puse en mi boca.

Era como algún tipo de yogurt líquido, con una textura pegajosa y un regusto agradable.

— Estoy impresionado de que fuera capaz de romper esa fruta perla sin un cuchillo, joven hombre. ¿Quizá eres un caballero o algo así?

El sorprendido tendero me entregó una cuchara de madera para comer la pulpa de la fruta.

A diferencia del jugo que le precedió, esta porción era densa y pegajosa.

— ¿Es delicioso, nano desu?

— ¿Quieres probarlo?

— Aah, nano desu.

Comenzando con Pochi, les di a todas una probada de la fruta.

Después de dar toda una vuelta al círculo, me giré hacia Nana, la única que parecía preocupada con algo más.

— ¿No quieres un bocado, Nana?

— Maestro, he localizado a la unidad criminal que agredió a las larvas, yo reporto.

Nana señaló había el puerto.

Ahí había un hombre tigre blanco. Parecía estar teniendo algún tipo de desacuerdo con un mercante.

No había ningún niño alrededor, así que, a juzgar por la reacción de Nana, debe haberlo identificado como el tigre blanco que pateó a las niñas foca en la vieja capital.

— ¡Permiso para aniquilarlo de inmediato!

— No, Nana.

Eso solo había sido un desafortunado accidente, y un caballo fugitivo lo había pisoteado poco después, así que ya había sido castigado lo suficiente.

Sería ridículo el golpearlo ahora.

— ¡Por favor!

— Te lo dije: no tenemos ninguna en reserva.

Mi habilidad ‘Gran Audición’ captó la conversación entre el tigre blanco y el mercante.

La pronunciación del tigre blanco era difícil de entender, así que mentalmente la ajusté para compensar.

— Solo necesito medicina para quemaduras. No tiene que ser una poción.

— Vendí las últimas ayer.

— Entonces dime quién la compró. Conseguiré que me dé alguna.

— De ninguna manera. No puedo acosar a mis clientes.

El hombre tigre se aferró desesperadamente al brusco vendedor.

Parece que no tenían ninguna tienda de alquimia o magia en la ciudad.

Un poco preocupado, busqué en el mapa por tigres blancos.

Había dos de ellos con quemaduras en el área.

Era el par de la subasta oscura: la princesa tigre blanco Luniya y el caballero Gargaolon. La primera estaba en un estado normal de [ Quemadura ], pero el último estaba en un estado de [ Quemadura: Grave ].

— Rayos… ¡Oye! ¡Tú! ¡Esto no es un juego para tu diversión!

Cuando su mirada se encontró conmigo, el tigre blanco gritó ferozmente.

— Maestro, el objetivo ha tomado acciones hostiles. Comenzando aniquilación.

— Te lo dije, no.

Nana trató de dar un paso adelante, así que la tomé del hombro.

— ¡Por favor, reconsidere! Debo vengar a las larvas de foca, yo suplico.

Um, no están muertas.

Están corriendo por el centro de la vieja capital.

— ¿Focas…?

El tigre blanco frunció el ceño un momento, luego dio un suspiro de reconocimiento.

— Espera, ¿esas niñas murieron…?

— No, las tratamos rápidamente, así que ahora están bien.

— Ya-ya veo… fui derribado por ese caballo huyendo, así que había estado preocupado por esas niñas desde entonces.

El hombre tigre blanco suspiró con alivio.

Tenía una cara aterradora, pero parece que realmente era una buena persona en el interior.

— ¿Son conocidos de esas niñas? Estoy muy apenado. Quería disculparme con ellas, pero no estaba en condiciones de hacerlo. Por favor, perdónenme.

El hombre tigre rodó sobre su espalda frente a nosotros en una muestra de sumisión.

Yo estaba un poco tentado a frotar su estómago o algo así, pero esta probablemente era la manera en que su raza mostraba su más alta pena, así que no quería burlarme de él.

— Te perdono, yo declaro.

Nana asintió, así que le ofrecí una mano al hombre para ayudarle a levantarse.

No tenía la intención de exigir una disculpa en primer lugar, así que indirectamente cambié el tema para preguntar acerca de la medicina que necesitaba.

— Mis compañeros están a punto de morir a causa de sus quemaduras.

— ¿Quemaduras?

— Si, hermano Gar y la joven señorita trataron de salvar personas del fuego…

No había otras mujeres tigre blanco en mi mapa además de la Princesa Luniya, así que ella debe ser la “Joven señorita.”

— ¿Pociones de grado menor están bien? Tengo suficientes de esas para dar.

— ¡¿De verdad?!

— Por supuesto. Si quieres, también tengo pomada para quemaduras.

— Gracias… estoy en deuda.

Le di cinco de las pociones diluidas con agua y pomadas para quemaduras.

Ya sabía que funcionarían, gracias a los pobladores donde las había entregado a lo largo del camino.

El chico presionó tres monedas de oro en mi mano por la medicina y salió a toda velocidad hacia la montaña con el sitio de minería.

Estaba siendo seguido por un hombre de un gremio criminal con la habilidad ‘Espiar’.

Como si bloquearan al espía, un par de hombres cazadores de monstruos comenzaron a pelear en la calle.

— Te lo dije, ¡Norma es mi esposa!

— ¡Solo cásate con Gonzo en su lugar!

— ¡Pero es un hombre!

Ah. Fue a propósito, entonces.

Ellos estaban deliberadamente forcejeando en el camino del criminal.

Una vez que el hombre tigre blanco había conseguido suficiente distancia, el espía finalmente consiguió sobrepasarlos.

No mucho después, los dos cazadores de monstruos intercambiaron miradas, sonrieron y se dirigieron nuevamente al bar con los brazos alrededor de los hombros del otro.

Por la apariencia de esto, los tigres blancos deben haber conseguido el apoyo de los cazadores de monstruos en la ciudad.

— Satou.

Mia jaló el dobladillo de mi túnica.

— ¿Qué ocurre?

— Comprar.

Mia señaló a un caballo blanco atado detrás de una tienda.

— ¿Un caballo?

— Unicornio.

En una inspección más cercana, había un bulto en la frente del caballo donde un cuerno había sido cortado.

Recuerdo haber visto un cuerno de unicornio en venta en la subasta oscura en el mercado negro en el distrito de Muraas.

Este probablemente no era el mismo unicornio, pero de todas formas definitivamente era una víctima.

— ¿Quieres comprar al sin cuerno? Esta cosa tiene un mal carácter, sabe. No sé para que lo usaría.

El precio que el comerciante ofrecía no era mayor al del costo de un burro, así que acepté comprarlo.

— ¿Puedes montarlo?

— Mm.

Mia fácilmente saltó sobre la espalda desnuda.

El unicornio sin cuerno no parecía tener problemas en dejar que Mia lo montara.

— Bueno, ¡que me parta un rayos! Nunca pensé que vería a esa cosa dejar que alguien lo montara.

El comerciante parecía severo, así que le compré muchas frutas y vegetales similares al pimentón e hice que los entregara en nuestro alojamiento.

Cuando terminé mis asuntos y dejé el puesto de comercio, un joven desconocido estaba de pie junto a mi grupo. Era un chico humano con el bronceado y físico de un trabajador manual.

— Maestro, esta persona dice que quiere comprarle pociones…

— Por favor ¿no me venderás un poco de medicina para quemaduras? Pagaré cualquier precio.

Esta debe ser otra víctima del noble pirómano.

Le pregunté al joven lo que había ocurrido, y dijo que su hermana mayor había sido seriamente quemada cuando trató de ayudar a un niño bestia.

Además de eso, resulta ser que el tan llamado protector de la paz, el Baronet Poton, estaba lanzando personas a la cárcel cuando trataron de presentar quejas acerca de la violencia descontrolada de los nobles. La frustración de las personas de la ciudad estaba alcanzando un punto de quiebre.

No tenía la obligación de limpiar los destrozos del Baronet Poton y el noble pirómano, pero Tama y Pochi me miraban con ojos que decían: “¡Por favor, ayúdalos!”, así que acepté la petición del joven hombre.

Podía darle tantas pociones como necesitara, pero en su lugar le dije: “la prescripción puede diferir dependiendo del grado de la quemadura”, e hice que me llevara a su casa.

Las pociones mágicas eran caras para familias de bajos ingresos, así que quería asegurarme de que realmente llegaran a todas las personas que las necesitaban.

— Hermana, traje un doctor.

La voz que le respondió al niño sonaba como si perteneciera a un ronco hombre mayor.

Pero de acuerdo a la información que encontré en mi mapa, asumí que su hermana era una mujer soltera de veintidós años.

Eh, no es como si la parte de “Soltera” importara… En absoluto.

Hice que mi grupo esperara en la sala, junto a la entrada, mientras seguía al chico a la habitación trasera.

Esto es terrible.

La piel de la chica estaba quemada desde su hombro derecho a la mitad inferior de su rostro.

El chico envió a los jóvenes niños, quienes habían estado viendo a su hermana dormir, a la otra habitación para jugar con Tama y Pochi, despejando un espacio para mí.

Las quemaduras eran graves en algunos lugares, pero mis pociones diluidas con agua deberían ser capaces de sanarla sin dejar rastro.

El tragar parecía ser doloroso para ella, así que usé una taza de alimentación para verterla en la parte posterior de su garganta.

Entonces usé Control de Liquido y Ver a Través desde el menú magia para asegurarme de que la poción no descendiera a su tráquea.

— ¡Ohhh…!

Parado detrás de mí, el joven hombre se quedó sin aliento.

Entendía el sentimiento. No importa cuantas veces lo viera, ver los rápidos efectos de una poción mágica funcionando me hacía sentir un poco mareado. Incluso en las áreas donde el tejido muscular había sido visible, estaba creciendo piel rosada y fresca.

Las pociones de curación no hacían nada por el cansancio físico, así que también le di una poción de suplemento nutricional, con alto contenido calórico, que había formulado para pacientes seriamente heridos en el Castillo Muno. De esta forma, debería estar bien en la mañana.

Los suplementos nutricionales estaban hechos con fruta gabo y fruta naranja- dorada del Árbol-Montaña, así que el costo de hacerlas era increíblemente bajo. Y las produje en masa en el Castillo Muno, así que tenía varios barriles de sobra para regalar.

— ¡Gracias, Doctor! ¡Voy a reunir el costo por la medicina, no importa cuando sea!

— Ah, espera un minuto…

El joven hombre parecía estar a punto de salir corriendo de la casa, pero lo detuve, y le pregunté si podía mostrarme el lugar que el noble pirómano había arrasado, como forma de pago.

— Esto es horrible.

— Mm. Malo.

Ante nuestros ojos, había una hilera de tres departamentos que habían sido completamente quemados.

Varias personas bestia estaba tiradas sobre tablones a la sombra de los restos de las casas.

— ¿Qué quieren con nosotros, humanos?

Mientras nos aproximábamos, las personas bestia cuidando de sus heridas se erizaron.

Un hombre pariente de simio quien parecía ser un cazador de monstruos bloqueó el camino del joven hombre.

— ¡Espera! Soy el hermano menor de Hyona. He traído un doctor.

— Cierto… creo que luces familiar. Bueno, olvídenos; solo traten a Hyona. Estos chicos no lo lograrán. Incluso si nos vendemos, no podríamos permitirnos comprar medicina.

Había olvidado qué tan caras eran las pociones en las tiendas, debido a que las había estado haciendo por mi cuenta desde hace un tiempo.

La causa del alto precio era el costo de los núcleos de monstruos. Sin la habilidad de ‘Transmutación’ en un nivel similar al mío, era imposible hacer pociones con núcleos menores a alto grado.

A juzgar por el nivel de los cazadores de monstruos en esta ciudad, su principal presa eran probablemente semi-goblins, los cuales no proporcionaban núcleos de calidad bastante alta para hacer pociones.

— Hey, tú…

Miré por encima a las personas bestias para ver en qué estado se encontraban.

Sus quemaduras eran mucho peores que las que tenía Miss Hyona.

Su único alivio parecía ser unas grandes hojas envueltas alrededor de las peores quemaduras.

— ¡Hey! ¡Deja de verlos!

— ¡No seas grosero con el doctor!

Tomé algo de discusión entre el pariente de simio y el joven chico, pero eventualmente me permitieron sanar a los niños y ancianos que estaban escondidos en el interior.

Personalmente, estaba bien con dejarlos solos si se reusaban a aceptar el tratamiento, pero el joven hombre estaba tan desesperado que terminé jugando el rol del farmacéutico compasivo.

— Gracias, sir.

— ¡Nunca creí que movería esta mano otra vez! Todo gracias a usted, Doctor.

— Gracias, señor.

Las personas que sané, sus familias, e incluso personas que parecían totalmente ajenas, se acercaron para agradecerme.

Algunas de las personas bestia eran difíciles de entender debido a la estructura de su boca, así que mentalmente lo adapté tal como hice con el hombre tigre blanco.

— Perdón por dudar de usted antes, Doctor. Esta es solo la pobre comida de nuestra gente, pero quiero que la tenga.

El distante hombre simio, quien desapareció por un momento, regresó para ofrecerme una canasta de fruta roja.

— ¡Geh! ¿Le estás dando frutos rojos?

— ¡Mira, chico! Tenemos un viejo dicho: “Un fruto rojo al día mantiene al doctor alejado”. Él podría ser capaz de hacer medicina con esto o algo así, ¿Cierto?

Como perros y gatos, el chico y el hombre simio estaban peleando otra vez.

Pero nunca usaría este fruto rojo para medicina.

— Muchas gracias.

Para mostrar mi agradecimiento, tomé uno de los frutos rojos de la canasta y le di un gran mordisco.

Estaba algo madura, pero todavía era jugosa y deliciosa. No había probado esto en un largo tiempo.

— ¡Quiero un bocado también!

— Claro.

Arisa se acercó y extendió sus manos hacia mí, así que le entregué uno.

— ¿Ustedes dos quieren probarlo también?

— ¡Aye!

— ¡Por supuesto, nano desu!

Le entregué uno a Tama y Pochi.

— ¿Mrrr?

— Prefiero la carne, nano desu.

Ellas dos ansiosamente mordieron los frutos, pero sus rostros se arrugaron mientras masticaban su primer bocado del tomate.

Probablemente no les gustaba la extraña textura gelatinosa del interior.

Arisa, por otro lado, masticaba felizmente—: ¡Mm! ¡Demasiado maduro quizá, pero ha sido taaanto tiempo!

— ¿Terminaaar?

— Es malo desperdiciar comida, nano desu.

— Muy bien, ustedes dos —Tama y Pochi se las arreglaron para comer el resto de sus tomates de todas formas, así que les acaricié la cabeza y las elogié.

Las otras niñas parecían interesadas también, pero dudaron cuando vieron las reacciones de Pochi y Tama.

Lulú fue la única quien tuvo el valor para probarlo, aunque a juzgar por su expresión, a ella no le gustó mucho.

— ¿Los tomates son una especialidad de Puta?

— ¿Tomates? Si te refieres a los frutos rojos, los únicos pueblos que los cultivan somos nosotros y unas cuantas tribus de parientes de ave.

Usando una búsqueda en el mapa, confirmé que solo había otros tres pueblos que los cultivaban, pero crecían de forma silvestre en gran número a lo largo de las montañas al sur.

La mujer simio que había tratado resultó ser la hermana del hombre, quien había venido de su pueblo natal para casarse aquí.

— ¿Estos son los únicos frutos rojos que tienes? Me gustaría comprar más, si tienen.

— No necesitamos su dinero, Doc. Si pudiéramos pagarle con estas cosas, le daría tantos como guste…

Pero entonces el rostro del hombre simio se nubló.

— …Pero esos son los únicos bastante maduros para comer. El resto todavía necesita algo de tiempo…

En realidad, quería algunos menos maduros que esos, así que le pedí que los entregara en nuestra posada.

— ¡Seguro! ¡Iré a recogerlos de inmediato!

Con eso, el hombre simio salió corriendo ansiosamente.

No quería tomar toda su comida, así que envié a un joven chico simio tras el para decirle que la mitad estaría bien.

El hombre había dicho que no necesitaban el dinero, pero estaba preocupado acerca de cómo iban a salir adelante, así que decidí pagarles el precio del mercado de todas formas.

Ahora podría hacer kétchup, salsa de tomate, omelet de arroz para las niñas, e incluso tal vez algo de guiso de carne de ballena.

¡Pero todo eso podía esperar! ¡Más importante: pizza!

¡Podía hacer pizza!

Tenía más de veinte tipos diferentes de queso de los nobles en la vieja capital, y en grandes cantidades.

Y como ingredientes, tenía todo tipo de vegetales, carne, y mariscos en existencia.

Hacer un horno para pizza en el centro de la ciudad podría sería demasiado llamativo, así que eso tendría que esperar hasta que saliéramos en nuestros viajes.

Pero podría empezar a trabajar en mi salsa de tomate hasta entonces.

— ¿Hee-hee?

— Maestro luce feliz, así que Pochi está feliz también, nano desu.

Tama y Pochi, quienes estaban escalando mis piernas, se frotaron alegremente contra mí.

Oops. Me emocioné tanto con la preparación de platillos a base de tomate que mi habilidad ‘Poker-Face’ debe haberse agrietado.

Ese era el poder de los tomates.

Aclarando mi garganta y borrando la sonrisa de mi rostro, le agradecí a las personas bestia, quizá demasiado entusiasmado, antes de dirigirnos de vuelta a la posada.