Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 7

Capítulo 6: El Pueblo de los Cazadores de Monstruos (Parte 1)

Parte 5

 

 

— ¿Usted es Sir Pendragon?

— Así es. Un placer conocerlo, Baronet Poton.

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Hice que todas esperaran en un terreno vacío cercano, mientras regresaba a la posada yo solo.

Esto era debido a que había visto en mi radar que el Baronet Poton acababa de hacer una gran entrada a la posada, con un séquito de aproximadamente diez guardias.

Era un regordete hombre de mediana edad, cuya mirada se mantuvo deambulando sin descanso detrás de mí.

Era como si sospechara que sus enemigos pudieran entrar a través de la puerta de la posada en cualquier momento.

— La carta del Marqués Lloyd dice que lo trate como si fuera el marqués mismo. Sin embargo, nunca supe que el marqués tuviera un asociado como usted…

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Parece pensar que la carta puede ser una falsificación.

Pero probablemente no quería insultar al marqués preguntándole, por si acaso era real, salió para verme y juzgarme por su cuenta.

— Bastante entendible. Solo he tenido el placer de conocerlo por aproximadamente media luna hasta ahora.

Metí la mano en mi túnica y saqué la daga con la cresta de la familia Lloyd, presentándola al baronet.

— Una daga con la cresta del Marqués Lloyd…

El Baronet Poton sostuvo la daga e hizo fluir poder mágico en ella, y la cresta brilló tenuemente con algunas letras antiguas que deben haber sido el lema de la familia.

Creo haber visto una placa grabada con las mismas palabras en la entrada de la casa del marqués.

— ¡E-es real!

La sangre fue drenada del rostro normalmente rojizo del hombre.

Él debe haber estado esperando que fuera falso.

— Pe-perdone mi mala educación, Sir Pendragon. Por favor, no es necesario que permanezca en una miserable choza como esta. ¿Por qué no viene a mi castillo en su lugar?

El posadero frunció el ceño con ese grosero comentario.

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Pero obviamente no podía quejarse ante un noble frente a todos esos guardias.

De todas formas, realmente no quería estar bajo el mismo techo que ese pirómano.

Oh, ya sé.

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Podría rechazar y amenazar al baronet para hacer algo acerca del pirómano al mismo tiempo.

— Me siento muy honrado por la invitación, pero me conviene no visitar el castillo de Su Excelencia.

Hice una demostración de mirar hacia la cocina, donde las flamas podían ser vistas ardiendo en la estufa.

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El ciervo entero asado parecía bastante delicioso.

— S-Sir Pendragon, ¿acaso el Marqués Lloyd por casualidad le otorgó alguna tarea secreta…?

El Baronet Poton abrió los ojos ampliamente e hizo un torpe intento de preguntarme.

Bueno, me malinterpretó perfectamente.

— No, en absoluto.

El baronet dejó salir un audible suspiro de alivio.

— Sin embargo, no puedo imaginarlo pensando amablemente acerca de un noble extranjero dañando ciudadanos inocentes… No todos son tan indulgentes como Su Excelencia.

Con eso, el hombre se congeló repentinamente como si se hubiera oxidado.

Si tuviera una cola, la tendría entre sus piernas.

No había estado planeando usar mis conexiones de esta forma, pero podría ser bueno seguir presionando ahora.

— Baronet Poton. He escuchado que usted es…

Pausé por un momento, mirándolo directamente a los ojos.

…un excelente alguacil, así que estoy seguro que deliberadamente nunca permitiría que un noble extranjero aterrorizara a las personas del pueblo.

— Po-por supuesto. ¡Por supuesto que no! ¡Por favor dígale al Marqués Lloyd que mientras yo, Porolo Poton, aún respire, Ciudad Puta siempre será segura!

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El baronet estaba sudando visiblemente ahora.

— No esperaba menos, Su Excelencia. Tengo la intención de escribirle una carta al Marqués Lloyd mañana. Espero poder informarle del trabajo duro de Su Excelencia.

— Ci-ciertamente. Agradezco su consideración, Sir Pendragon.

El Baronet Poton prácticamente tropezó con sus propios pies mientras salía a toda prisa de la posada y se lanzó al carruaje que lo esperaba, que rápidamente se lo llevó.

Podría haber sido demasiado franco, pero parece haber entendido mi mensaje: haga frente a ese noble pirómano para mañana, y le diré al Marqués Lloyd únicamente cosas buenas acerca de usted en mi informe.

Con suerte podría esperar resultados rápidos.

Si me entrometiera más lejos, solo haría que el Baronet Poton quedara mal, así que esta era la mejor forma para todos.

— ¡Eso fue increíble, Mr. Noble! ¡Nunca había visto a ese engreído alguacil lucir tan aterrado!

Un chico con un brazo, quien había estado mirando desde la puerta trasera, entró a la habitación con buen humor.

Era el chico cazador de monstruos que había estado discutiendo en las puertas antes.

— Hey, niño, si estás buscando limosnas otra vez, regresa por donde viniste.

— N-no, hoy no. Vine a regresarle el dinero que me prestó Mr. Noble.

El chico parecía nervioso por la suposición del posadero.

— Mr. Noble, gracias otra vez. Aquí tiene sus cobres de vuelta. Realmente me ayudó a salir de ahí.

Acepté los cobres que me entregó. Debe haberle costado otra pelea para obtener su recompensa de esas mujeres. Tenía un corte en su labio y un moretón en la mejilla derecha.

Este chico debe llevar una vida bastante violenta.

— Hey, posadero. Tengo dinero hoy. ¡Dame algo de ese ciervo de apariencia deliciosa!

— No seas estúpido. Eso no es algo para un novato cazador de monstruos como tú.

— Psh, como sea.

— ¿Por qué no te doy algo de nuestro famoso pescado grillado con salsa blanca especial?

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— Sí, supongo que está bien.

El conjunto de carne de pescado a la parrilla era de dos cobres. Considerando lo que había escuchado acerca de su entrada anterior, eso probablemente estaba por encima de su presupuesto.

— Si gastas demasiado, ¿cómo tendrás suficiente dinero para volver a entrar a la ciudad?

— Me preocuparé por eso cuando llegue el momento. Nunca sabes cuando vas a morir, así que al menos debes asegurarte de comer buenos alimentos,  ¿Cierto?

¿Estaba siendo filosófico o simplemente imprudente? Yo estaba un poco preocupado.

Mientras hablábamos, Arisa y las otras volvieron, así que abandonamos el edificio principal de la posada para ir a la casa separada donde nos alojábamos.

— Parece que te hiciste cargo de ese problema.

— Sí, no te preocupes.

Arisa tenía los hechizos Clarividencia y Clariaudiencia de la Magia Espacial, así que ya conocía la historia completa. Expliqué la situación a todas las demás.

— Bueno, espero que el alguacil haga bien su trabajo…

— Debería estar bien, ¿no crees? Parecía muy preocupado con su auto- preservación, y cree que estoy trabajando para el Marqués Lloyd.

— Sí, pero cosas pequeñas como esas pueden hacer cosas locas a veces. Yo tendría cuidado.

Probablemente sería mejor el mantener el consejo de Arisa en mente.

Solo para asegurar de que no quedaríamos atrapados en ningún problema, decidí hacer mi recopilación de información esta noche para así poder salir al día siguiente.

Al final, no era como si realmente tuviera alguna obligación hacia esta ciudad.

— Maestro, creo que la cena está lista.

Un sirviente había llegado e informó a Lulú que nuestra comida estaba lista, así que todos nos dirigimos hacia el comedor.

Nadie parecía tener algún problema con dejar que las chicas bestia se nos unieran. Quizá era debido al incidente anterior con el Baronet Poton.

— Hambrienta, hambrienta.

— Pancita hambrienta, nano desu.

Pochi y Tama tomaron mis manos en el camino al comedor y se balancearon hacia atrás y de un lado a otro, cantando su “Canción del hambre” complementada con el acompañamiento musical de parte de Mia.

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La letra de la canción del hambre parece cambiar cada vez que la escucho. Ya perdí la cuenta de cuantas variantes hay hasta este momento.

— Parece que estaremos en la mesa del centro.

Arisa señaló una gran mesa en el medio de la habitación, con ocho sillas y comida ya dispuesta.

La comida era un ciervo entero asado.

Al parecer, cortabas algo de carne, añades salsa blanca de un pequeño tazón, y lo comes envuelto en una hoja similar a lechuga.

También había un plato separado con verduras al vapor y pilaf que ordené para Mia.

La salsa blanca resultó ser mayonesa.

No parecían tenerla en la vieja capital, por lo cual asumí que era por razones de salud, pero estaba feliz de ver que existía.

Tal vez era una especialidad de esta región.

Sin embargo, esta mayonesa en particular…

— ¡Wow, esta envoltura de lechuga es realmente buena!

— ¿Mayooo?

— ¡Es mayonesa, nano desu!

— Sí, la mayonesa es deliciosa, pero creo que la carne primero se disfruta mejor sola.

— ¿Hmm? La mayonesa sabe bien, pero…

Después de tomar un bocado del ciervo envuelto con mayonesa, Lulú me miró en busca de confirmación. Ella tenía razón: la mayonesa aquí era extremadamente pesada.

Tal vez ellos usaban un tipo diferente de aceite, o quizá las proporciones de la mezcla eran diferentes, pero sentí que iba a tener acidez estomacal para cuando terminara de comer.

Mientras presionaba las mejillas de Mia, quien estaba haciendo un puchero mientras comía su pilaf de vegetales, le advertí a todas de no comer demasiada mayonesa.

— Sir, ¿la salsa blanca no es de su agrado?

— Es muy sabrosa, gracias. ¿Es de su propia creación?

El posadero, quien había estado viendo desde la cocina, se acercó.

— No, esta me fue enseñada por un cazador de monstruos de un solo brazo hace aproximadamente medio año. Tuve que pagar una gran cantidad por la receta. Él era astuto, a diferencia de ese pequeño idiota Kon de ahí.

— Hey, no me agrupes con ese sujeto de apariencia espeluznante.

Habiendo limpiado la carne de hasta el último hueso de su pescado a la parrilla, el joven cazador de monstruos Kon frunció el ceño ante el posadero.

— ¿Por casualidad supo el nombre de ese hombre…?

— Sí, dijo llamarse John Smith.

John Smith… un seudónimo común en la Tierra.

Le pregunté al posadero por la apariencia del hombre, pero todo lo que recordaba era que tenía cabello negro, sin el brazo izquierdo, y rasgos faciales bastante planos.

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Debido a que le faltaba un brazo, sospechaba fuertemente que era la tercera persona desaparecida que el reino de la Princesa Menea había invocado.

— Ahora que lo pienso, él simplemente desapareció de la ciudad un día.

— Era un cazador de monstruos, ¿cierto? Probablemente fue asesinado por un monstruo.

— No creo que ese hombre hubiera muerto tan fácilmente.

Incluso mientras hablaba con el posadero, la mirada de Kon estaba firmemente centrada en el ciervo.

Me sentía mal simplemente dejándolo roer una espina de pescado mientras miraba a las chicas bestia comer, así que le di un plato de carne de ciervo envuelta en lechuga.

— ¿Está seguro?! ¡Wow, gracias! ¡Es el mejor, Mr. Noble!

El chico aceptó reverentemente con ambas manos, saboreándolo con pequeños y cuidadosos bocados.

Después de cada bocado, murmuraba cosas como: “¡Rayos!” y “¡Delicioso!”

Mirándolo por el rabillo de mi ojo, me puse a disfrutar de mi ciervo también.

Justo entonces, Nana, quien había estado observando la entrada de manera atenta, repentinamente se levantó.

Ella cuidadosamente ocultó su frente y usó Fortalecimiento de Cuerpo sobre sí misma, luego se movió enérgicamente hacia la puerta más rápido de lo que el ojo podía seguirla.

Luego ella regresó orgullosa, cargando dos bebés parientes de rata bajo sus brazos.

Los bebés luchaban frenéticamente, pero con Fortalecimiento de Cuerpo mejorando sus ya poderosos brazos, no tenían ninguna oportunidad contra Nana.

— Maestro, he tomado custodia de estas larvas. ¿Permiso para alimentarlas a la fuerza?

Espera, ¿por qué alimentarlas a la fuerza?

Bueno, todas excepto las tres chicas bestia ya habían terminado de comer, y todavía había comida restante, así que no haría daño.

Le di permiso a Nana para alimentar a los niños, y felizmente les dio cada uno de ellos algo de venado envuelto en lechuga.

Parecían confundidos al comienzo, pero una vez que se dieron cuenta que tenían permitido comer, los bebés comenzaron a tragar la comida como pequeños pájaros.

Al final resultó que habían vivido en el orfanato de la ciudad hasta que el Baronet Poton lo cerró, dejándolos sin casa. Hoy, al menos, me aseguraría de dejarlos comer hasta que se llenaran.

— Mrrr, no perderé, nano desu… ¡Urk!

— ¿Pochi, aguaaa?

Sintiéndose amenazada por los nuevos retadores, Pochi comenzó a comer incluso más rápido y terminó ahogándose con su comida.

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Tama rápidamente le entregó una taza con agua.

— Mmph.

— Mrp-mrp.

Los niños parientes de rata rellenaron sus mejillas como hámsters, llenándolas con carne y vegetales por igual.

Liza trató de enseñarles a los niños rata a saborear la comida lentamente, y cuando vi a Kon mirándolos celosamente, lo invité a que se nos uniera en la mesa. Se hizo una cena bastante agitada, pero en general, fue una animada y agradable noche.

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