Tate no Yuusha no Nariagari (NL)

Volumen 8

Capítulo 9: Shikigami

A la mañana siguiente.

Cociné al arenque que Kizuna había atrapado la noche anterior, y lo tuvimos como desayuno antes de regresar al castillo para encontrarnos con esta persona que supuestamente iba a ayudarnos a buscar a Raphtalia.

“Pronto estarán aquí.”

“¿Estás segura?”

Rishia estaba murmurando para sí misma mientras leía algo de una hoja de papel. Estaba cansado de esperar.

Pero no tuve que esperar por mucho. Kizuna les gritó a las personas en el castillo. “¡Ah, ahí están! Vamos.”

“Finalmente. Rishia, ya la escuchaste. Vamos.”

“Muy bien.”

Ser estudiosa era bueno, pero ¿qué estaba leyendo? Por lo que podía oír, ella solo estaba repitiendo frases simples como “buenos días, buenos días,” una y otra vez.

Rishia y yo seguimos a Kizuna hacia la sala del trono y encontramos a alguien ahí vestido como un mago negro con una tiara en su cabeza.

Él se veía como un joven en una gran túnica, y sostenía un bastón ornamentado en su mano. Su cabello era brillante, casi plateado. Tenía una piel clara y limpia, y sus ojos afilados dejaban una impresión fuerte. Eran rojos o tal vez negros. Era difícil decirlo.

Él estaba esperando por nosotros, y parecía estar… flotando.

Creo que ya había visto a alguien que se parecía a él en una de las fotografías de Kizuna. Probablemente era la misma persona.

“Kizuna, ha pasado mucho tiempo. Continué buscándote todo este tiempo. Lamento no haberte encontrado.”

“Lo que está hecho está hecho. Nunca me importó.”

“Él estaba muy solo sin ti. Por favor tómalo.”

“Gracias. Lo cuidaste por mí, ¿no, Ethnobalt?”

“Si. Glass lo cuidó al principio, pero ella estuvo muy ocupada y tuvo que viajar a unas tierras peligrosas. Por lo tanto, decidimos que lo mejor para él era que yo lo tuviera.”

Kizuna dejó de charlar con el chico, y él le entregó algo que parecía ser un ofuda de madera. Ella lo sacudió ligeramente, y una columna de humo salió de él. Cuando el humo se despejó, un pingüino estaba de pie delante de ella.

Era tan alto como mi cintura.

Yo lo llamaba un pingüino, pero no era eso exactamente. Tenía una cara muy expresiva, y estaba tan feliz que estaba saltando de arriba a abajo.

Me recordaba un poco a Filo cuando apenas había pasado su fase de pollito, antes de que comenzara a hablar.

¿Qué era?

“¡Pen!”

“Ha pasado mucho tiempo. Yo también estoy muy feliz de verte.”

“¡Pen!”

El pingüino saltó hacia Kizuna y comenzó a frotar sus mejillas con las de ella. Filo solía hacer lo mismo.

“Eso me recuerda. Este pequeño comenzó a inquietarse hace unos seis días. Si hubiera hecho la conexión, tal vez te habría encontrado antes.”

“Estuvimos en territorio enemigo. No habría sido seguro que vinieras. De todas formas, te hubiera tomado mucho tiempo encontrarme.”

“Es bueno que ustedes dos se estén poniendo al tanto, pero ¿alguien nos va a explicar lo que está pasando?”

A nadie le gustaba quedarse de lado escuchando hablar a las personas acerca de cosas que no entendían y en las que no podían unirse.

“Ah cierto. Lo siento. Este es Ethnobalt. Y este pequeño es mi shikigami, Chris.”

“Ya los habías mencionado. ¿En qué se diferencian de otros monstruos?”

“Los shikigamis son, bueno… los consigues de otras personas u objetos, y no son monstruos. Él básicamente es mi guardaespaldas. Ya que yo no puedo, ya sabes, luchar contra otras personas.”

“Todavía no lo entiendo por completo. Continua.”

¿Era como algo que yo conocía? Sabía que existían juegos en línea donde podías reclutar monstruos para luchar a tu lado. Pero eso era más simple que lo que ella estaba describiendo. En esos juegos, simplemente podías enviar a cualquier monstruo que hubieras capturado para que te ayude en batalla.

Mi relación con Filo era algo así.

Había otros sistemas similares, como las invocaciones, o la clase de ataques sospechosos que podías usar al trabajar con otros jugadores.

Cada juego era diferente, así que los límites y categorías no siempre concordaban. Probablemente lo mejor era no hacer demasiadas suposiciones.

“Estoy muy encantado de conocerlo, portador de un arma sagrada de otro mundo. Yo soy el portador del bote de las armas vasallas. Mi nombre es Ethnobalt. Confío en que nos llevaremos bien.”

“Yo soy Naofumi Iwatani, el Héroe del Escudo. La chica detrás de mí es Rishia.”

Eso fue todo en cuanto a introducciones.

El chico tenía una mirada en su cara como si lo entendiera todo, y… Bueno, de hecho, si dejo que su cara me moleste, entonces nunca conseguiríamos algo útil de la conversación.

“¿Lo cual significa que tú eres como Glass, y que tienes un arma vasalla? ¿Dónde está este “bote” que mencionaste?”

“Está justo aquí,” dijo Ethnobalt, levantando su túnica para mostrarme sus pies.

Él estaba de pie sobre una plataforma redonda de alguna clase, y flotaba algunos centímetros por sobre el suelo.

Se veía como un OVNI o algo así de bizarro.

“Estoy encantado de ser su aliado.”

Él parecía ser alguna clase de semi-humano o algún otro tipo de persona única de este mundo.

“¿Hay algo extraño con este tipo? ¿Lo estoy imaginando?”

Este tipo Ethnobalt se veía diferente de todas las otras personas que había visto desde mi llegada a este mundo.

“Pensé que podrías notarlo. Ethnobalt desciende de una raza de monstruos importantes que han protegido el mundo por generaciones.”

“En serio…”

Entonces comprendí a quién me recordaba. Algo acerca de la forma en la que se comportaba… era a Fitoria. Es difícil ser especifico acerca de qué cosa en él me la recordaba a ella, pero lo hacía.

Él se veía como si probablemente fuera muy hábil con la magia, pero tal vez en realidad era un luchador cuerpo a cuerpo. Él le dio a Kizuna un pingüino, así que en realidad era… ¿un pingüino? Si ese era el caso, tal vez todos estos mundos eran protegidos por monstruos del tipo ave…

“Su forma verdadera es la de un conejo lindo.”

“Kizuna, por favor no te refieras a mí como “lindo”.”

“¿Un conejo? ¿No es un pingüino?”

“¿Por qué lo sería?”

“No lo sé. Tu familiar es un pingüino, así que yo solo…”

“¿Pen?”

¿Qué pasa con este pingüino? Él me recordaba la leyenda que había encontrado en las islas Cal Mira: la del Pekkul. Quería poner un sombrero rojo de Santa sobre su cabeza, entonces se vería justo como él.

“Ah, ya veo. Eso tiene sentido. No sé por qué, pero cuando Glass y yo formamos nuestro familiar, esto es lo que resultó.”

“Hm…”

Bueno, eso estaba bien conmigo. De todas maneras, no quería ver su verdadera forma.

Ethnobalt se acarició el mentón por un tiempo, aparentemente sumergido en sus pensamientos, y luego, habiéndose decidido, él se transformó con una nube de humo.

De pronto me encontré mirando a un conejo de pie sobre sus patas traseras.

Su apariencia una vez más me recordó a las islas—a los familiares del conejo del karma con los que luchamos ahí. Si no fuera por su bastón y la mirada inteligente en sus ojos, lo habría confundido con un monstruo.

Pero mientras más lo miraba, más seguro estaba de que era la versión de este mundo de Fitoria. Estaba muy seguro de ello.

“¿Preferiría que tome esta forma cuando hablemos?”

“¡Qué extraño! Casi nunca te veo como un conejo,” dijo Kizuna.

“Por el bien de Naofumi-sama… No querría que dudara de mis palabras innecesariamente. Me gustaría que estuviera cómodo.”

“¿Oh? Naofumi, ¿te gustan los animales?”

Recordé cómo Filo siempre me abrazaba, pero, por otro lado, probablemente solo me reconoció como su padre desde una edad muy temprana.

“Bien. Escuché que eres bueno buscando personas.”

“Tal vez, aunque no fui capaz de encontrar a Kizuna cuando estuvo encerrada en el laberinto.”

“Es bueno que seas humilde, pero dame una mejor idea de lo que puedes hacer, ¿quieres? Hemos estado esperando por ti todo este tiempo.”

No quería escuchar que de hecho él no podía ayudarnos—pero, por otro lado, si él era como Fitoria, entonces sería increíblemente poderoso. Por lo que había dicho hasta ahora, era seguro asumir que él había sido capaz de saber si Kizuna estaba o no en este mundo. El laberinto sin fin debe haber sido un mundo completamente separado.

Como sea. No lo conocía, así que no estaba emocionado acerca de depender de él para que nos ayude.

Pensé que podría ser como Fitoria, pero no parecía serlo.

“Hay muchos métodos complicados. Me pregunto cuál es el mejor,” dijo Ethnobalt, produciendo objeto tras objeto desde debajo de su túnica.

Parecían ser la clase de cosas que un adivino usaría. Había varas pequeñas, bolas de cristal, y… ¿un ofuda? Luego apareció un mazo de cartas… deben haber sido cartas de tarot.

Estaba comenzando a perder mi confianza en este conejo. Parecía menos respetable a cada minuto.

Él puede haber sido el héroe del bote de las armas vasallas, pero no sentía que se pudiera confiar en él.

“Ethnobalt, estaba pensando en que podrías otorgarle un shikigami a Naofumi.”

“Esa es una buena idea. Un shikigami puede probar ser de utilidad en su búsqueda.”

“¿Por qué? ¿Qué puede hacer un shikigami?”

“Aparte de ayudar con la búsqueda, el shikigami de un héroe puede hacer muchas cosas interesantes. Ellos ciertamente son buenos guardaespaldas.”

“¿Pen?”

Apunté al pingüino en los brazos de Kizuna, y él inclinó su cabeza como respuesta.

Así es. Te estoy hablando a ti.

¿Realmente era el guardaespaldas de Kizuna? No parecía que fuera a ser de mucha ayuda en batalla.

“Pero no puedes dejarlos morir en batalla.”

“Oh…” suspiré. Si tenías que ser cuidadoso con ellos, ¿qué tan útiles eran como guardaespaldas?

Estaba comenzando a entender. Estos shikigamis eran como los familiares del mundo del que había venido. Creo que había visto algo acerca de ellos escrito en uno de los libros de magia. Decía que ciertos objetos eran necesarios para invocar a tu familiar y que si perdías el objeto no serías capaz de invocarlos.

No le había prestado mucha atención debido a que yo no tenía un familiar, pero ahora que lo pienso, parecía que un familiar que pudiera protegerme en batalla sería algo útil como respaldo.

Aunque tenía a Raphtalia y Filo conmigo, así que nunca había sentido la necesidad de uno.

“Había esperado que con la ayuda de este pequeño amigo sería capaz de encontrarte rápidamente, pero…”

“Pero debido a que fui lanzada al laberinto, tuviste que rendirte, ¿cierto?” suspiró Kizuna. “Glass y yo hicimos juntas este familiar, así que creo que nos ayudará a encontrar su ubicación actual. Pero, Naofumi, eso no necesariamente nos llevará a tus amigos. Lo hará si todos ellos están juntos, pero no hay garantía de que lo estén, ¿no?”

“…No.”

Yo no tenía idea de dónde estaba Raphtalia. El hechizo de esclavo no podía decirme nada a menos que estuviéramos cerca. Tenía que prepararme para una búsqueda difícil.

“Entonces permítanos realizar la ceremonia de shikigami. Es más fácil si es realizada en el reloj de arena del dragón, así que sugiero que vayamos allá,” dijo Ethnobalt. Con una nube de humo, él se transformó de regreso a su forma humana y flotó fuera de la habitación.

***

Todos fuimos hacia el edificio parecido a un gremio que albergaba el reloj de arena del dragón.

Ethnobalt agitó su bastón y luego lo estrelló fuertemente contra el suelo. Cuando lo hizo, un patrón mágico geométrico apareció en el suelo a su alrededor. Estaba formado de una luz tenue casi fantasmal.

Debido a que la magia estaba siendo realizada por un conejo gigante, hacía sentir a la ceremonia incluso más de otro mundo que la ceremonia para subir de clase en Melromarc.

“Lo primero que necesitaremos será un medio adecuado, como también algo de sangre de la persona que servirá como el maestro del shikigami.”

“¿Un medio? ¿Hablas de algo como un ofuda o una piedra preciosa?”

“Si, necesitarás algo así para crear un familiar… Cuando yo creé a Chris, usé todo tipo de partes de monstruos para la ceremonia. Glass y yo decidimos los ingredientes debido a que queríamos hacer un familiar que se convirtiera en un guardia poderoso.”

Hm… parecía ser un proceso delicado. Algunas veces podía perderme en mis pensamientos cuando trabajaba en un proyecto complejo. También conocía a otras personas así—la clase de persona que se congelaría cuando comenzaba un juego nuevo o cuando se le daba un montón de puntos para asignar cuando creaba un personaje. Algunas personas ni siquiera lograban comenzar el juego, debido a que pasaban todo su tiempo preocupándose acerca de la mejor forma de acomodar los recursos de sus personajes. Honestamente, yo mismo tenía esas tendencias.

Dentro de todos los objetos y materiales que tenía, ¿cuál produciría el mejor resultado? ¿Los materiales de la Tortuga Espíritu o sus familiares? Durante la batalla, había logrado recolectar muchos de esos materiales. Pero probablemente terminaría con una tortuga si usaba esos.

Claro, Ost también había sido uno de los familiares de la Tortuga Espíritu, pero no importa qué clase de familiar consiga, probablemente estaría más enfocado en la defensa que en la ofensiva. Como el Héroe del Escudo, tenía la defensa cubierta muy bien, así que no quería un familiar defensivo.

“Luego de que cree uno, siempre puede ajustarlo después, así que no necesita preocuparse mucho por eso. Por ahora, solo use cualquier medio para conseguir la forma con la cual trabajar.”

“¿Realmente no importa lo que elija?”

“Normalmente importaría, pero las reglas son un poco diferentes para los héroes como nosotros. Supongo que hay una posibilidad de que funcionará diferente en usted, ya que es de otro mundo.”

¿Así que a los héroes se les aplicaban reglas diferentes? Bien. Supongo que no necesitaba preocuparme por eso.

De alguna forma esto hacía las cosas aburridas. Aun así, estaba feliz—de otra forma me habría tomado todo el día decidirme.

“Creo que será mejor utilizar algo que pertenezca a la chica que está buscando. De esa forma el familiar será capaz de ayudarlo como guía de regreso al dueño del objeto.”

Esa era una buena idea. Podía hacerlo específico para Raphtalia—pero, ¿tenía algo que le hubiera pertenecido? Yo normalmente me quedaba con mis propios objetos y dejaba que Raphtalia y Filo hicieran lo mismo.

Le había dado diferentes piezas de equipo en el pasado, pero no creo que nunca me hubiera regresado alguna.

“No olvide que también puede usar el reloj de arena del dragón. Puede usarlo para producir cualquier objeto que haya guardado en su escudo. ¿Tiene algo que pueda funcionar?” Ethnobalt agitó su bastón, y un icono parpadeó en el aire indicando mi escudo. Luego apareció una gran lista de objetos contendidos dentro de él. Mis ojos cayeron en una cosa en particular.

“Esto…”

Raphtalia era una semi-humana del tipo mapache.

Vi que un objeto que había recibido de Raphtalia estaba almacenado en mi escudo, pero era un material extraño que nunca había desbloqueado ningún escudo.

Así es… tenía algo del cabello de Raphtalia de cuando le había hecho un corte de cabello hace mucho tiempo, cuando apenas la había comprado del comerciante de esclavos. Era perfecto. No sabía si sería capaz de sacarlo de mi escudo, pero lo intenté creyendo que podía y seleccioné la opción que apareció para removerlo. El escudo emitió una luz suave, y luego el cabello de Raphtalia apareció en mi mano.

“Intentemos con esto.”

“Muy bien. Ahora bien, necesitaré un poco de su sangre,” dijo Ethnobalt, usando magia para levitar el cabello de Raphtalia frente a nosotros. Luego él usó un cuchillo pequeño para pinchar la punta de mi dedo y depositar un poco de mi sangre en un platillo.

En mi mente flotaron los recuerdos de mis primeros días con Raphtalia. Cuando la compré del comerciante de esclavos, habíamos realizado una ceremonia similar.

“Ahora bien, comenzaré la ceremonia de formación del shikigami,” dijo Ethnobalt, rociando polvo mágico sobre la mezcla de cabello de Raphtalia y mi sangre.

El bote en el cual él estaba de pie comenzó a brillar tenuemente, como si estuviera contribuyendo con poder para agregarlo a la propia magia de Ethnobalt.

El aire en la habitación a nuestro alrededor comenzó a brillar con pequeños puntos de luz, como si estuviéramos rodeados por luciérnagas. Era hermoso—y extraño.

Pronto yo tendría un shikigami… ¿Realmente nos ayudaría a encontrar a Raphtalia? Estábamos usando su cabello para crearlo. Si la cosa iba a ayudarnos a encontrarla, entonces no podía pensar en un material mejor para su creación.

“Rogamos por alguien que protegerá—que servirá. Un recipiente formado con parte de sí mismo. Un sirviente nacerá…”

Las luces revoloteando a nuestro alrededor se reunieron alrededor del cabello de Raphtalia y lo envolvieron completamente.

Era una vista increíble. Era tan impresionante verlo que realmente estaría confundido si la ceremonia fallaba.

Un shikigami… miré hacia el shikigami de Kizuna, y la estaba abrazando. Esperaba que el mío fuera un poco más relajado y mucho menos pegajoso.

¿Esto significaba que iba a tener otro miembro de grupo?

No estaba seguro de cómo quería usarlo. ¿Tendría niveles igual que las demás personas? ¿O crecía a través de un sistema alternativo?

Como sea que funcionara, iba a servir como mi protector, así que tendría que dedicarle mi tiempo y energía a su crecimiento.

“Es…” murmuró Ethnobalt, apenas siendo capaz de hablar.

“¿Qué? ¿Fallamos?”

“No… Es solo que se formó mucho más rápido de lo que esperaba. ¿Quién era el dueño de este objeto?”

La luz en la habitación se hizo más intensa. Estaba parpadeando. No podía ver nada, así que instintivamente levanté mi escudo para protegerme. Luego el escudo en mis manos comenzó a sonar—¡estaba respondiendo a la luz!

“Fueh…”

“¡Cálmense! ¿Ethnobalt? ¿Está todo bien?”

“Um… No. ¡No! ¡No puedo controlarlo! ¡Todos! ¡Corran!” gritó él, soltando su bastón y apartándose rápidamente.

Yo todavía tenía mi escudo levantado para proteger a Rishia de lo que sea que pasara. Mirando hacia el lugar, vi algo flotando en el espacio ante nosotros.

Shikigami…

Escudo de Shikigami: condiciones reunidas.

Escudo de Shikigami

Habilidades bloqueadas: sirviente shikigami: incremento de poder del shikigami.

Una gran nube de humo apareció en un instante, llenando la habitación con una luz blanca cegadora.

“¡Cof! ¡Cof!”

Agité mi mano para intentar despejar el humo de mi cara, pero no se estaba moviendo. No tenía más opción que apretar mis dientes y respirarlo mientras miraba hacia el suelo para encontrar la fuente de la explosión.

“¡Rafu!”

Algo vino saltando directamente hacia mí desde el humo.

“¿Qué…Qué demonios…?”

Atrapé a lo que sea que fuera en un instante. Miré hacia abajo y vi a una criatura pequeña que parecía ser una mezcla entre un mapache y un tanuki.

Era difícil describirla con más detalles que eso. Era como el personaje de un mapache lindo de un anime que había visto hace mucho tiempo—solo que un poco diferente.

Era como un tanuki—era café con una cola esponjosa y caminaba en cuatro patas como un perrito. Sus orejas, sin embargo, claramente no eran las de un perro. Finalmente, tenía una cara pequeña extraña que no se parecía exactamente a la de un tanuki o un mapache.

Su cola era al menos tan gorda y grande como el resto de su cuerpo, y se veía como… Bueno, se veía como la clase de mascota por la que los niños pequeños se emocionaban. Aun así, nunca había visto a mascotas con un tanuki como modelo.

La criatura con forma de tanuki y mapache que parecía ser una mascota se quedó ahí con sus brazos cruzados. Luego levantó una mano, mostrándome su pequeña palma abultada, parpadeando suavemente, y diciendo, “¡Rafu!”

“¿Entonces esta cosa es mi shikigami?”

Cambié mi escudo al recientemente desbloqueado Escudo de Shikigami, y justo como cuando había registrado a mi esclavo por primera vez, una opción nueva había aparecido en mi menú.

Eso lo respondía. Esta cosa definitivamente era un shikigami.

No parecía tener niveles como el resto de nosotros. Sus estadísticas tampoco eran particularmente altas.

Seleccioné el efecto de incremento de poder del shikigami, y un menú apareció que parecía permitirme manipular las estadísticas del shikigami usando varios objetos. Parecía haber una gran cantidad de efectos diferentes.

Me recordaba a las opciones que había tenido cuando estaba diseñando la Bioplanta. Pero aparte de esas opciones, parecía que el shikigami podía incrementar su poder con varios objetos que tenía a la mano.

“¡Rafu!” gritó, sacudiendo su cola abultada y mirándome con amor en sus ojos.

Se frotó contra mí. No se sentía tan mal. Su pelo era un poco duro, pero no me molestaba. Era cálido.

“Fueh…” lloriqueó Rishia, dando vistazos tímidos hacia nosotros. ¿En verdad estaba asustada de esta pequeña cosa?

“¡Pen!”

“Por un segundo, no estuve seguro de si iba a funcionar. ¡Sin embargo, parece que la ceremonia fue un éxito!” dijo Ethnobalt, suspirando aliviado y flotando de vuelta hacia nuestra dirección.

“¿Esto es un shikigami?”

“¡Rafu!”

El familiar saltó sobre mi escudo, se paró en sus patas traseras, y levantó ambas palmas en el aire. Casi parecía que estaba presentándose.

“Si, lo es. ¿Tu arma mostró algo acerca de usar objetos para incrementar el poder del shikigami?”

“Si. Hay una opción para el incremento de poder del shikigami.”

“Eso es. Pensé que probablemente disfrutarías jugando con eso.”

“Creí que tú también eras la clase de persona a la que le gustaban esas cosas.”

“¿Cómo lo supiste? Algunas veces soy un poco obsesiva.”

“Hm. Supongo que tenemos eso en común.”

“Je je.”

“Je je…”

“Fueh… me siento como un mal tercio…” se quejó Rishia, molesta de que Kizuna y yo estuviéramos compartiendo una risa. ¿Acaso había algo que no la hiciera sentirse amenazada? Todo lo que estábamos haciendo era estar de acuerdo con el otro, e incluso eso pareció asustar a Rishia.

“Bueno, como sea, creo que este shikigami será capaz de ayudarlo a encontrar a su amiga perdida. Dejemos que Kizuna busque a su amiga y a Glass.”

“Suena bien, ¿no?” le dije al shikigami.

“¡Rafu!” respondió de vuelta, asintiendo con su cabeza emocionadamente.

La pequeña cosa estaba haciendo todo lo posible para agradarme… y de alguna forma estaba funcionando. Su voz incluso me recordaba un poco a la Raphtalia joven. Solo un poco.

“Naofumi, ¿no le vas a dar un nombre?”

“¿Un nombre? Supongo que tienes razón. No debería seguir llamándola shikigami.”

“¡Rafu!” proclamó la pequeña cosa, sacando su pecho orgullosamente.

Supongo que ese era el único sonido que podía hacer. Qué elección más extraña…

De alguna forma me hacía sentir que estaba haciendo algo rudo, algo irrespetuoso hacia Raphtalia—no es que tuviera otra opción.

Había elegido el nombre de Filo debido a que ella era una Filorial, entonces supongo que tenía sentido nombrar a esta cosa por Raphtalia.

“Muy bien, ¿qué tal Raph-chan?”

“¡Rafu!”

“¿La estás nombrando Raph-chan debido a la forma en la que habla? ¿No es eso un poco simple?”

“¿Entonces por qué nombraste a un pingüino “Chris”?”

Chris sonaba como el nombre de un personaje salido de una fantasía occidental. Ciertamente no parecía un nombre apropiado para un pingüino.

“Debido a que cuando hicimos a este pequeño, conté hacia atrás desde el día que había sido invocada a este mundo y comprendí que era Navidad.” (Nova: Aquí saca el nombre del pingüino de la palabra Christmas, que es navidad en inglés)

“Ah… así que de ahí sacaste “Chris”.”

Todavía no creía que fuera un buen nombre.

“Pero estás equivocada acerca de por qué la nombré Raph-chan. No es debido a que sigue repitiendo “rafu”. Es debido a que la hice con el cabello de Raphtalia.”

“…Eso no es muy diferente.”

No iba a discutirlo. Además, de alguna forma se sentía un poco forzado que la cosa siguiera diciendo “rafu”.

“¡Rafu!”

“Bien, bien. Está bien. ¿Quieres un nombre diferente?”

“¿Rafu?”

Raph-chan (nombre tentativo) se veía confundida y luego sacudió su cabeza.

“Rafuuu.”

Supongo que le gustaba el nombre. Si le gustaba, ¿entonces quién era yo para discutirlo?

“Ella parece haber desarrollado un sentido de sí misma, ¿no? Normalmente toma un poco más de tiempo para sus cuerpos y mentes desarrollarse de esta forma.”

“Tal vez es debido a que los materiales eran de otro mundo. ¿Pudo eso haber afectado el resultado?”

Raphtalia no era de este mundo, así que tal vez era un caso especial. Sin mencionar que ella había madurado de forma diferente que un semi-humano normal, debido a que había sido criada por un héroe—yo. Ella había madurado muy rápidamente, así que tal vez este shikigami era igual.

“Bien, Raph-chan. ¿Puedes decirnos dónde está Raphtalia?” le pregunté.

Raph-chan cerró sus ojos y abultó su cola, aparentemente haciendo… algo.

¿Ella estaba usando magia u otra clase de habilidad especial de shikigami?

Kizuna se volvió hacia Chris y le dijo, “¿Puedes decirnos en dónde está Glass?”

“¡Rafu!”

“¡Pen!”

Ambos shikigamis respondieron y apuntaron en la misma dirección.

“Perdonen la intrusión. ¿Tal vez podrían indicarnos la ubicación en este mapa?” dijo Ethnobalt, sacando un mapa del mundo y abriéndolo ante los shikigamis. Ambos inmediatamente indicaron el mismo lugar.

Si ambos estaban indicando el mismo lugar, entonces era seguro asumir que Raphtalia y Glass estaban viajando juntas, ¿cierto?

Kizuna y Ethnobalt suspiraron y se veían molestos.

“¿Qué? ¿Pasa algo malo?”

“Ellos están apuntando a un país que es como el lugar del que escapamos, territorio enemigo. De hecho, es el país de donde supuestamente proviene el genio científico.”

“De seguro tienen muchos enemigos.”

“Lo sé. Después de todo estos son tiempos difíciles. Todas estas políticas son básicamente lo que me lanzó dentro del laberinto. Qué haremos…” murmuró Kizuna, luciendo preocupada.

Supongo que tenías que lidiar con la guerra no importa a qué mundo fueras.

Aun así, este mundo parecía ser menos estable que el mundo del que había venido.

Melromarc y Siltvelt frecuentemente iban a la guerra, pero incluso ellos lograron unir fuerzas cuando el mundo estuvo bajo la amenaza de las olas. Los otros países de los que había escuchado también estaban participando en charlas internacionales acerca de las olas.

Este mundo, por otro lado, no parecía tan cooperativo. Todos parecían estar en guerra con todos los demás.

Tal vez la paz relativa del mundo anterior solo era posible debido a que la reina de Melromarc era tan buena en las negociaciones.

“Pero Glass y sus amigos son realmente poderosos en este mundo, ¿cierto? Quiero decir, ellos fueron escogidos por las armas vasallas, ¿no?”

“Eso es verdad, pero… el mismo hecho de que no hayan usado el reloj de arena del dragón para teletransportarse hasta aquí me hace creer que ellos deben haberse encontrado con problemas.”

Si Glass estaba tendiendo problemas, ¿cómo se supone que nosotros la íbamos a ayudar? Por lo que había visto, ella era tan poderosa que era casi increíble.

Un sentimiento oscuro y sombrío se había apoderado de la habitación.

Kizuna y yo habíamos tenido momentos difíciles mientras luchábamos en nuestro camino de vuelta hasta aquí, pero eso fue solo debido a las limitaciones de nuestras armas. Sin esas limitaciones especiales, estaba seguro de que éramos muy poderosos y que no hubiéramos tenido ningún problema. Glass y los otros no compartían las mismas limitaciones que nosotros, así que, si ellos estaban tendiendo dificultades, entonces las cosas deben haber sido realmente difíciles.

“¿De ahí es el tipo con el libro de las armas vasallas?”

“No, pero son aliados. Hay una posibilidad de que Glass y los otros hayan sido capturados y se los hayan entregado.”

“Entonces es mejor que vayamos.”

“Estoy de acuerdo—es mejor que quedarnos son hacer nada. Vámonos.”

“Eso lo decide.”

No había forma de saber de cuánta ayuda sería Kizuna si nos encontrábamos con enemigos humanos, pero no teníamos opción. Teníamos que ir.

“Kizuna, ¿no vas a traer a algunos de tus amigos?”

Ella parecía lista para irse, pero no había mencionado nada acerca de traer a nadie con nosotros.

“A Ethnobalt no le gustan las batallas. Supongo que hay algunas personas a las que podría hablarle, si tuviera que hacerlo…” Ella miró hacia Ethnobalt, quién se aclaró la garganta incómodamente.

“Tomaría algunos días reunir a los compañeros de Kizuna. Todos están esparcidos por el país, a cargo de diversas actividades.”

“Podría pasarle algo a Glass mientras esperamos a que lleguen aquí. Deberíamos ir sin ellos.”

No encontré problemas con su razonamiento. Armar un grupo fuerte no nos ayudaría en nada si Glass y los otros eran capturados mientras esperábamos.

Y ciertamente parecía probable que Raphtalia estuviera con ella. Si ellos eran entregados a Kyo antes de que llegáramos ahí, ella estaría en graves problemas—y yo tenía que protegerla.

Siempre estábamos al borde del desastre.

Suspiré.

“¿No hay al menos algunos soldados que podamos traer con nosotros?”

“Hay soldados, pero no se les permite dejar el país. Tienen que estar aquí para protegerlo.”

Genial. Todos estaban ocupados.

Siempre había sentido que no tenía suficientes personas en mi grupo, pero parecía que Kizuna tenía el mismo problema que yo.

“Vámonos. ¿Podemos usar el reloj de arena del dragón para teletransportarnos ahí?”

“No, pero Ethnobalt debería ser capaz de teletransportarnos hasta allá.”

“Kizuna, tienes razón. Yo soy capaz de usar el poder de mi bote para teletransportarlos ahí— pero ¿cómo regresarán?”

“Podríamos usar mi habilidad Escudo Portal.”

“Esa es una buena idea. Fijemos una hora y lugar para reunirnos luego de que termine la misión. Ethnobalt, nos esperarás ahí, ¿bien? Si no lo logramos…”

“Entendido. Lleva contigo un ofuda de comunicación. Con algo de suerte, deberíamos ser capaces de permanecer en contacto a través de ellos.”

Ese era un objeto conveniente para tener a mano. Casi estaba celoso, pero luego recordé que nosotros teníamos algo similar en nuestro mundo. Había máquinas en los gremios (no sé cómo funcionaban) pero podían enviar mensajes instantáneamente entre ellas.

Ethnobalt nos llevó fuera del edificio y se bajó de su plataforma flotante que había estado montando. La pequeña plataforma circular luego se transformó en un bote.

“Todos, por favor suban a bordo para que pueda comenzar con el proceso de teletransportación.”

“Esta cosa… me recuerda mucho a un arma que vi una vez,” dije. Estaba hablando acerca del carruaje de Fitoria.

Habilidades como el Escudo Portal solo funcionarían para las personas que estaban en tu grupo. Pero el bote de Ethnobalt y el carruaje de Fitoria podían teletransportar a cualquiera que estuviera dentro de ellos.

¿Cómo funcionaban? ¿Formaban un portal? No tenía idea de cómo se movían las personas en este mundo. Tenía muchas preguntas pasando por mi cabeza, pero tendrían que esperar.

Nos fuimos para comenzar nuestra búsqueda de Raphtalia y Glass.