Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 16

Epilogo: Una Carta

“Aquí Satou. Alguien dijo una vez que es más fácil empezar algo que terminarlo. Y eso también se aplica en un mundo de fantasía…”

“¿Tiene una carta, Amo?” “Sí, de la Sra. Helmina.”

Mientras leía la carta en mi estudio, Arisa y Mia entraron en la habitación, bien vestidas. Levanté la carta de Lady Helmina de los Ocho de Shiga y se la mostré.

“¿Engaño?”

Mia hinchó las mejillas con indignación, pero yo las desinflé con un golpe. “No seas tonta. Es sobre el ataque en la mansión del duque.”

Sir Gouen había sido despedido de los Ocho Espadachines de Shiga y condenado a convertirse en un esclavo criminal; la carta decía que era nombrado oficialmente jefe de la unidad Violeta, un ejército compuesto por esclavos criminales de la capital real, y que se le enviaba para ayudar a desarrollar las Tierras Azules.

La mayoría de los jueces y nobles habían exigido la pena de muerte por su traición, pero había muchos que eran reacios a perder un activo tan fuerte, de ahí la sentencia resultante.

“¿Exilio?” Preguntó Arisa. “¿Pero no vendrá la facción de ese hijo rebelde a robárselo? Usted mismo lo dijo, Amo. Si controlas el Núcleo de Ciudad, puedes anular un contrato de esclavo, ¿no es así?”

Asentí con la cabeza. “Sí, por eso no se le enviará hasta que se resuelva la situación con el Ducado de Vistall.”

Mientras tanto, Sir Gouen estaba confinado en una villa real diseñada para encarcelar a los nobles de clase alta.

Tal y como sospechaba, su mujer y sus hijos habían sido retenidos como rehenes para obligarle a atacar al duque. Ese día, fui como Kuro a rescatarlos y se los llevé al primer ministro para que se encargara de ellos. Ahora deberían estar en la misma villa que Sir Gouen.

“¿Qué pasa con el líder de los Ocho de Shiga? ¿Ha tenido que dimitir?” “No, se las arregló para evitarlo.”

También se exigió la dimisión de Sir Juleburg, pero dadas sus contribuciones al reino hasta el momento, y con el respaldo del influyente Marqués Kelten, se libró sólo de un recorte salarial y de la pérdida del derecho a nombrar un nuevo cargo.

Dado que recientemente se había producido un ataque demoníaco en la capital real, la mayoría de la gente probablemente quería mantener a alguien tan fuerte y hábil como Sir Juleburg en posición de seguir protegiéndolos.

“Hmm. Si esto fuera Japón, los medios de comunicación y la opinión pública probablemente le habrían obligado a un combo de una rueda de prensa de disculpa y una dimisión.”

Me reí secamente ante la valoración de Arisa. “¿Y esto es?”

Mia señaló un sobre de aspecto elegante decorado con pan de oro. “Es una carta del Duque Vistall.”

“¿El Duque V.? Espero que agradeciendo lo del otro día.”

“Esa parte es más que nada una idea tardía. Quiere que me una a su ejército.”

Hoy iba a enviar fuerzas desde la capital real al Ducado de Vistall para derrotar a los rebeldes.

La carta decía que si me unía y realizaba contribuciones importantes, al menos podría llegar a ser baronet honorario, o incluso barón honorario. Aunque eso no fuera una promesa odiosamente vacía, de todos modos no me interesaba ascender en el escalafón.

“Formaron ese ejército muy rápido.”

Arisa enarcó las cejas al leer la fecha de salida del ejército anti rebelde. “Tomó prestados la mayoría de ellos del ejército permanente del reino.”

Dos escuadrones de caballeros de la capital real habían sido enviados como tropas de avanzada, y la infantería y los carros de suministros venían después.

Los escuadrones de caballeros llevaban sus provisiones y agua con los usuarios de Caja de Objetos y las Bolsas Mágicas.

“Huh. ¿Y cuál es tu recompensa?”

Arisa me tendió la mano para que le diera la carta. “¿Mrrrr?”

Leyendo por encima del hombro de Arisa, Mia arrugó la frente. “¿Una medalla?”

“Básicamente, necesitan dinero para luchar contra los rebeldes, así que me lo agradecen con un gesto vistoso.”

Realmente no necesitaba una medalla del Ducado de Vistall, pero sería un grave insulto al duque negarme. Si no quería pelearme con él, no tenía más remedio que aceptar.

Qué pena. Probablemente iba a intentar reclutarme de nuevo cuando aceptara la medalla. Pero de todos modos iba volver a negarme.

***

“¿Ejércitooooo?” “¡Desfileeeee, sir!”

Inclinándose sobre la barandilla delantera del carruaje descubierto, Tama y Pochi señalaron la calle que había más adelante.

“Es un escuadrón de caballeros enviado para sofocar la rebelión en el Ducado de Vistall. A juzgar por las banderas, debe ser el Tercer Regimiento de Caballeros.” Explicó el cochero contratado.

Nuestro grupo, el Equipo Pendragon, se dirigía a la capital real por invitación de Su Majestad.

Dijo que quería felicitarnos por haber derrotado a un Amo de Piso.

Según el programa que me habían dado de antemano, en realidad sólo nos reuniríamos con el rey en una sala de audiencias durante un breve espacio de tiempo. A continuación, el ministro de asuntos militares, el Marqués Kelten, nos entregaría una medalla a cada uno de nosotros, seguido de un lujoso almuerzo en uno de los comedores del castillo. Según la tradición, también habría un baile después.

Una vez pasado el desfile, cruzamos la carretera y entramos en el barrio de los nobles de mayor rango.

“Desde aquí se tiene una gran vista de los árboles cercanos al castillo.”

Arisa contempló el gigantesco árbol de “Sakura Real” que se alzaba sobre todo el distrito.

Desgraciadamente, las flores aún no han florecido este año, pero estoy seguro de que el gigantesco cerezo en flor junto al precioso castillo blanco sería una vista increíble. Me dijeron que debería florecer como muy tarde el día de Año Nuevo, lo cual me hizo mucha ilusión.

“¿Qué tipo de árbol eeeees…?” “Mm, sakura.” Respondió Mia.

Lo habíamos hablado cuando llegamos a la capital real, pero Tama y Pochi no parecían recordarlo.

“¿Está rica el sakura, sir?”

“La fruta sakuranbo es deliciosa.” “No puedo esperar a probarlo, sir.” “¿Yoooo tambiéééén…?”

Los ojos de Tama y Pochi brillaron al contemplar el árbol de sakura. “No sabía que los árboles de sakura pudieran ser tan grandes.”

“A juzgar por los soldados pajareros que vuelan cerca, debe llegar casi a los cien metros de altura, informo.”

Mientras charlamos sobre el árbol, nos acercamos a las puertas del castillo. “Parece aún más impresionante desde cerca.” Comentó Arisa.

Liza asintió. “Sí, uno puede sentir realmente la majestuosidad de la naturaleza.” “Mrrr. Árbol del Mundo.”

“Bueno, no es justo compararlo con eso.”

“Puede que sea más pequeño que un Árbol del Mundo o el Árbol de Montaña en la aldea de los gigantes, pero este árbol también es más que digno de nuestra admiración, ¿no te parece?”

“Mrrrr…”

Era raro oír a Liza hablar de otra cosa que no fuera carne o batalla, pero su perspectiva parecía perderse en Mia, ya que ésta había crecido a la sombra del irracionalmente enorme Árbol del Mundo.

Nana parecía sentir lo mismo, ya que se había criado en la Cuna. A pesar de su falta de expresión, inclinaba la cabeza igual que Mia.

“¿Había árboles gigantes como ese en tu tierra natal, Liza?” Preguntó Lulu.

“No era tan enorme, pero había un gran árbol en el centro de mi pueblo llamado ‘Gran Árbol de las Bendiciones’ que producía agua corriente desde sus raíces.”

Cuando Liza respondió, sus ojos se empañaron un poco de nostalgia. No es de extrañar que sonara tan apasionada al admirar el Sakura Real. “Ooh, ¡mira esos caballeros tan guapos!”

Arisa chilló mientras miraba las estatuas de los caballeros a ambos lados de las puertas del castillo.

Tenían casi veinte metros de altura, y también había gólems como las estatuas de piedra que protegían la puerta oriental de Ciudad Laberinto.

Pero en lugar de caminar y luchar como esos gólems, estos gólems parecían ser como espantapájaros inmóviles que hacían las veces de torres de armas.

Cuando nos acercamos a las puertas, sentí una sensación como si me hubieran escaneado con el hechizo Sonar.

Tama fue el único de nosotros que pareció darse cuenta, así que debía ser un sensor bastante débil o estar cuidadosamente disimulado para no ser detectado.

“Se parecen al ‘Dúo Invicto’ Raúl y Suran del manga shoujo ‘Teni X Hero’.” Comentó Arisa. “¡Quizá el rey ancestral Yamato también era en realidad una mujer disfrazada de hombre!”

“Arisa, no digas ese tipo de cosas en público. Se considera una herejía.” Decidí darle una propina al cochero, ya que fingía no haber oído nada. “Supongo que ‘Teni X Hero’ tiene atractivo incluso en otro mundo.” “¿También eras una fanática, Arisa?”

“Sí, más o menos. ¿Por qué, lo conoce, Amo?”

“Sí, uno de mis compañeros de trabajo solía leerlo mucho.”

¿Y si mi compañero que desapareció un día del trabajo hubiera acabado también en este mundo de fantasía…?

“¿Ese compañero de trabajo era una mujer?” “¿Por qué lo preguntas?”

“Sólo responde.”

Arisa y Mia me miraron con expresiones de miedo. “No, era un tipo al que le gustaba el manga shoujo.” “Uff.”

“Mm. Inocente.”

Arisa y Mia sonrieron. Les di una palmadita en la cabeza.

Ichirou…

Cuando atravesamos las puertas del castillo, me pareció oír que alguien me llamaba por mi verdadero nombre.

Miré a mi alrededor, medio esperando ver a la misteriosa chica acosadora que apareció durante mi batalla contra Cabeza de Perro, pero por desgracia, no pude encontrar a nadie.

“¿Pasa algo, Amo?” “No, no es nada.”

Le di una palmadita en la espalda a Arisa y le sonreí para tranquilizarla. “¿Palomaaa…?”

“Coo-coo, sir.”

Tama y Pochi miraron a una paloma que había despegado de la cabeza de un caballero. “¿El grito de una paloma no sería ‘co-coo-coo’? Pregunto.”

“Mrrr. Coo-woo.”

“Es coo-coo, sir.”

“¿Equivocadooooo…? Coooo…”

Sonreí ante las imágenes y los sonidos curativos de mis chicas imitando a los pájaros.

Las cosas habían estado bastante agitadas desde hacía un tiempo, pero esperábamos poder hacer por fin un poco de turismo tranquilo en la capital real sin más interrupciones.

Esperemos que cualquier otro desastre pueda esperar hasta el Año Nuevo.

***

Muy al noreste de la capital real del Reino de Shiga, había un templo gigante en la cima de una montaña sagrada que dividía el este y el oeste del reino.

“Ahí estás, Mito.” “Hola, Sky.”

Una hermosa joven con el cabello plateado hasta los tobillos llamó a una joven de cabello negro con una sencilla ropa de aldeana.

La chica de ojos afilados y cabello plateado tenía unas alas plateadas como las de un murciélago en la espalda.

“Parece que has terminado de hacer la transferencia.”

“En efecto. Se siente extraño estar en un cuerpo así después de varios cientos de años.” La chica de cabello plateado movió los brazos y las piernas de forma experimental, y luego miró a Mito. “Entonces, ¿has decidido por dónde empezar a buscar?”

“Mm, todavía no.”

“El Reino de Shiga es bastante grande para buscar a un solo humano sin ninguna pista,

¿no es así?”

“Creo que estará bien.” Mito miró el mar de nubes que había bajo ellos. “No tengo ninguna pista, pero la diosa del santuario me lo dijo.”

“Esa diosa de tu mundo… Ama-no-Mizuhana-hime, ¿verdad?”

“Sí, es la deidad del santuario de mi familia. Ella dijo que podría volver a encontrarme con él cuando despertara de mi sueño artificial.”

“Si es una predicción de un dios, entonces debe ser verdad.”

“… Sí.” Mito asintió, pareciendo un poco avergonzado de que la chica de cabello plateado la tranquilizara.

“¿Una paloma…?”

La chica de cabello plateado miró hacia abajo a través de las nubes.

El santuario en el que se encontraban estaba muy por encima de las nubes, donde ningún pájaro ordinario volaría jamás.

“Sí, es una paloma.” Mito la miró con una sonrisa. “Ven aquí…”

Extendió las manos y tomo el pájaro con la misma delicadeza que un tesoro. Mientras el pájaro arrullaba en sus brazos, ella miraba sus plumas.

“No hay duda. Esta es la runa de alerta que puse en las estatuas de Raul y Suran.” “¿Mito?”

“Vamos, Sky.” Dijo Mito alegremente. “Vamos a la capital real.” “Muy bien. ¿Quieres montar en mi espalda?”

“Sólo hasta el fondo de la montaña estaría bien. Conseguiré que un runosaurio salvaje me lleve el resto del camino después de eso.”

“Pero yo sería mucho más rápido…” Refunfuñó la chica de cabello plateado, resentida por este plan.

“Sí, sí. Sé que eres más rápida que nadie.”

Mito sonrió, sin dejar de mirar hacia la capital real.

“Espérame, Ichirou.”

-FIN DEL VOLUMEN 16-