Isekai Mahou wa Okureteru (NL)

Volumen 8

Capitulo 3: El Más Fuerte De Las Siete Espadas Contra El Mago Moderno

Parte 1

No mucho antes de que el grupo de Suimei encontrara a Elliot, en el patio de la finca de Hadorious…

“Como sospechaba, Héroe-dono… Tu espada todavía es inmadura, al parecer.”

“¡Ugh…!”

Escuchar la decepción en la voz de Hadorious en medio de su pelea dejó un mal sabor de boca a Reiji. Era el sabor de la humillación. Era como si Hadorious quisiera decir que todo esto era solo para poner a prueba a Reiji, quien actualmente estaba de rodillas.

Y no fue porque Reiji había subestimado a su oponente. No, se estaba tomando muy en serio su pelea con el duque.

Sin embargo, a pesar de eso, a pesar de ser un héroe orgulloso divinamente bendecido por la propia Diosa, Hadorious se alzó sobre él sin inmutarse como si todo esto fuera un juego para él.

Pero, aunque a Reiji le dolía admitirlo, Hadorious tenía todas las razones para estar tan lleno de sí mismo en este momento. Cuando Reiji atacaba, evitaba sus golpes sin siquiera molestarse en levantar su espada.

Por el contrario, cuando tenía a Reiji a la defensiva, Reiji no tenía una oración para esquivar sus ataques.

Se necesitó todo lo que tenía para bloquearlos. A pesar de que no había sido golpeado ni una vez, sus piernas ya estaban cediendo debajo de él.

Eso fue gracias a las fluidas y variadas técnicas de Hadorious con una espada, lo que Felmenia había llamado su espada danzante, combinada con su fuerza hercúlea, forma refinada y hechizos mágicos. El duque parecía tener una ventaja abrumadora, y eso estaba dolorosamente claro ahora. Reiji se encogió ante el terrible sabor que le quedaba en la boca.

Hadorious descartó el rayo que cubría su espada y lo examinó a la luz de las lámparas de maná como una obra de arte. ¿Había una astilla en la hoja? ¿O estaba escudriñando la oscuridad de su propio corazón reflejada en su arma? Fuera lo que fuera, rápidamente lo bajó y volvió su atención a Reiji.

“Es probable que todas tus victorias hasta ahora solo se hayan obtenido confiando en tu don. Por eso, cuando se le presenta a alguien con experiencia y habilidad reales, su enchapado se agrieta tan fácilmente como la laca endurecida y se desmorona. Mira tú condición actual”.

Hadorious habló de la protección de la Diosa como un revestimiento, y la analogía era bastante adecuada. El poder que protegía a Reiji no era suyo; era como una armadura prestada. Sin embargo, precisamente por eso…

“¿Es eso algo que alguien del país que me convocó debería estar diciendo?”

“¿No es obvio? Si confunde el poder de la Diosa con el suyo, es nuestro deber iluminarlo y corregirlo. Ser complaciente porque eres adorado es su propia forma de idolatría… No es que me preocupe que te vuelvas demasiado orgulloso”.

Esa parecía ser la conclusión de Hadorious después de intercambiar golpes con Reiji. Pero entonces…

“Entonces, Héroe-dono, ¿cómo está? El poder de la Diosa, quiero decir. ¿Te has acostumbrado?”

“¿Qué diferencia hace eso en este momento?”

“Eso hace toda la diferencia. Si ya te has acostumbrado, eso es solo una señal de lo rápido que te has degradado al peón de la Diosa”.

“¿Peón…?”

“Así es. Les dije esto una vez antes, pero la mera existencia de los demonios sirve a una existencia superior, y su único propósito es provocar la ruina de todas las demás razas, incluidos los humanos. ¿Te acuerdas, me pregunto? ¿La respuesta que recibiste del general demonio llamado Rajas después de que le preguntaste qué significaba que los humanos y los demonios se mataran entre sí?”

“Eso es…”

De hecho, Reiji le había preguntado una vez a Rajas por qué los demonios atacaban a los humanos, por qué dos razas sensibles tenían que enfrentarse tan violentamente.

Cuando habló del asunto con Hadorious, dijo que la pregunta de Reiji no tenía sentido. Reiji no había entendido lo que quería decir en ese momento, pero parecía que le convenía a Hadorious explicarlo ahora.

“Así es. Por eso su pregunta era hueca y vacía. Si los demonios fueron creados por el Dios Maligno solo para matar, entonces no hay forma de que podamos coexistir, ¿verdad? Nuestra disputa con ellos no es más que una lucha por la posesión exclusiva del mundo. Pero no para nosotros, para los poderes superiores que nos controlan. Somos simplemente peones en el gran tablero de juego que es la lucha entre la Diosa y el Dios Maligno, que enfrenta a la humanidad y los héroes contra los demonios y los generales demonios”.

“Peones… en un tablero de juego…”

Al escuchar esas palabras, Reiji recordó repentinamente la conversación entre Suimei y Lishbaum después del enfrentamiento con los demonios en el norte del Imperio. Lishbaum había dicho que los demonios eran peones del Dios Maligno, y para hacer espacio para peones más fuertes en su ejército, tenían que eliminar a los más débiles. Era como un juego de estrategia…

“…”

Reiji estaba algo estupefacto ante la extraña similitud, pero Hadorious pareció ver a través de él.

“Por lo que parece, parece que, aunque sea un poco, ahora estás comenzando a comprender lo que quiero decir”.

“Eso es…”

“Ya es suficiente de tu parloteo de chicle, humano”.

“¡Io Kuzami-san!”

Pasando a través de los soldados privados de Hadorious, Io Kuzami se acercó y se interpuso entre Reiji y Hadorious. Reiji no sabía por qué de repente sonaba tan indignada, especialmente considerando la gravedad de la conversación.

“Amiga de Héroe-dono… No, ya veo. Tú eres—”

“¡Toma esto!”

“¡No toleraré tal interferencia!”

Cuando Io Kuzami se acercó a Hadorious con maná acumulado en su mano derecha, rápidamente sacó una gema de algún tipo de su bolsillo y se la arrojó.

“Ugh, esto es…”

Io Kuzami intentó torcer su cuerpo para evadirlo, pero la gema le rozó el hombro cuando pasó volando a su lado. No debería haber sido un gran ataque considerando el pequeño tamaño de la gema, pero ella inmediatamente cayó de rodillas.

Y con Io Kuzami atendido, Hadorious se volvió hacia Reiji.

“Entonces, Héroe-dono, ¿cómo se siente saber lo que realmente eres?”

“¡¿Estás diciendo que yo también soy solo un peón?!”

“Precisamente.”

“Pero—”

“Si no es así, entonces explíqueme cómo es que de repente se sintió tan obligado a ayudar a la gente de este mundo. ¿De dónde vinieron exactamente esos sentimientos, hmm?”

“Eso… Eso es…”

Reiji había accedido a salvar a la gente de este mundo porque se lo habían pedido. Después de convocarlo al Castillo Real Camellia, le rogaron que subyugara a los demonios.

Con el poder que había adquirido, sintió que tenía que hacer algo. Incluso si su ego estaba algo inflado por haber sido aclamado como un héroe, había elegido ayudarlos. Era algo que había decidido por sí mismo. Fue su propia voluntad.

“¡Estoy ayudando a la gente de este mundo porque quiero! ¡Fue mi decisión! ”

“¿No es eso lo que te sigues diciendo a ti mismo?”

“¡Te equivocas! ¡Tomé una espada para luchar por mi propia voluntad! ¡No estoy siendo manipulado!”

Reiji estaba rugiendo en este punto, pero Hadorious simplemente negó con la cabeza exasperado.

“Ya veo que el héroe de El Meide tiene una mejor comprensión de la realidad…”

“¿Qué significa eso?”

“Se acabó el tiempo de las preguntas, Héroe-dono. Es hora de que terminemos nuestro baile”.

Allí, Hadorious adoptó una postura de lucha. Sin embargo, a diferencia de antes, no conjuró un rayo alrededor de su espada. ¿Quería contenerse? El espíritu de lucha desenfrenado que irradiaba no lo indicaba, y ciertamente no mostraba ninguna apertura. Luego, una vez más, clavó su espada en el suelo.

“Ahora, comencemos”.

Reiji pensó por un momento que Hadorious estaba cayendo hacia adelante, pero simplemente se inclinó y sacó suavemente su espada del suelo.

Con él vino una barra ascendente. Reiji lo vio venir y supo que tenía muchas posibilidades de esquivarlo, pero si las cosas salían mal, también sabía que ese ataque tenía el poder de cortarlo en pedazos. Su vacilación se apoderó de él y se lanzó en un pobre intento de evadirlo. El precio fue una fina y roja mancha de sangre en la mejilla.

“¡Urgh…!”

Hadorious se dio la vuelta como si estuviera bailando, y en el momento en que terminó de blandir su espada, la volvió a clavar en el suelo.

Luego lo recuperó con fluidez para atacar una vez más. La velocidad de su corte fue aterradora, y todo lo que Reiji pudo hacer fue atraparlo con su propia espada.

¿Cómo… cómo es capaz de hacer esto tan rápido a pesar de apuñalar el suelo?

Hadorious claramente se dejaba abierto cada vez que se detenía para clavar su espada en el suelo. Pero eso no hizo ninguna diferencia para Reiji cuando se mantuvo tan decisivamente a la defensiva.

No podía atacar incluso si quisiera, e incluso si lo intentaba, ya podía imaginar a Hadorious girándose con gracia hacia un lado como si supiera exactamente lo que se avecinaba. Luego aprovecharía la oportunidad para contraatacar, poniendo a Reiji en más peligro que si no hubiera hecho nada en absoluto.

Y parecía que Reiji tampoco podía ganar nada si se mantenía a la defensiva y esperaba su oportunidad. La espada de Hadorious no dejaba lugar para contraataques. Daba un paso adelante con confianza como si entrara en un salón de baile, y lanzaba su espada frente a él en ataques furiosos y fluidos.

Pero era un perfecto caballero en combate. Bailaba maravillosamente solo, pero si Reiji extendía su espada como si pidiera un baile, el duque felizmente obedecería. Sus espadas bailarían el tango, pero Hadorious siempre saldría en la cima como el mejor bailarín.

“¿Cómo…?”

Reiji, sin saberlo, dejó escapar la duda de sus labios, y Hadorious respondió con una sonrisa.

“No es nada misterioso, de verdad. Aquellos que carecen de elegancia simplemente están condenados a ser espadachines inmaduros. Y como no sabes nada de la forma elegante de la espada, solo puedes agitarte confundido. Eso es todo.

“¿Elegancia…?”

Reiji no entendió la conexión. La elegancia era simplemente una cuestión de estética. ¿Qué relación tuvo con su lucha? ¿Cómo lo prepararía mejor para lidiar con Hadorious?

Hadorious enfocó su postura y desató una ola de ataques sobre Reiji. Reiji bloqueó con su espada y aguantó lo mejor que pudo, pero el pomo de la espada de Hadorious lo atrapó desde abajo.

“¡Mier—!”

Ese solo golpe hizo que el agarre de Reiji fallara, e involuntariamente soltó su espada de oricalco. Hadorious inmediatamente se centró en la oportunidad.

“¡Toma esto como una advertencia sobre tu propia inmadurez!”

Hadorious levantó su espada para atacar, y el desarmado Reiji ahora no tenía nada con qué defenderse. La velocidad y la agudeza del golpe de Hadorious tampoco le dejarían tiempo para intentar esquivarlo. Teniendo en cuenta eso, Reiji se preparó para lo peor.

“¡Reiji-dono!”

“¡Reiji-kun!”

“¡Tch! ¡Reiji!”

Felmenia y Lefille gritaron, e Io Kuzami corrió para interponerse entre ellos, pero…

“Elegancia, ¿eh? Supongo que eso no es muy diferente de lo que mi padre llamaría romance… Como sea. La razón por la que la espada de Reiji no puede tocarte es porque ‘no tiene la habilidad para seguir el ritmo del baile’, ¿verdad?”

Una voz inesperada vino de repente detrás de Hadorious, una que pareció comprender de inmediato lo que había eludido a Reiji, junto con una piedra afilada.

“Urgh, ¿quién está ahí?”

Hadorious se dio la vuelta con un furioso desafío para ver…

“Solo yo, el pequeño amigo número uno del héroe de allí. Te acuerdas de mi cara, ¿no?”

Era Suimei, vestido con el chaleco verde que solía usar en este mundo. Pero, ¿de dónde venía? Ninguna de las puertas o ventanas de la mansión se abrió y nadie había escuchado ningún sonido.

Aparentemente había aparecido de la nada en absoluto silencio. Incluso la piedra que había arrojado parecía haber salido de la nada. Pero a pesar del misterio, Suimei actuó como si todo esto fuera perfectamente normal.

“¿Tu eres…?”

“¡Suimei-dono!”

Parecía como si el duque Hadorious no reconociera a Suimei después de todo. La pista de que él era el amigo de Reiji tampoco pareció sonar, pero cuando Felmenia lo llamó por su nombre, Hadorious de repente pareció bastante desconcertado.

“¿Suimei…? Suimei Yakagi? ¿Por qué estás aquí?”

“¿Por qué? ¿Qué más? Vine a rescatar al héroe”.

Al escuchar esas palabras, una profunda arruga apareció en la frente de Hadorious. Hubo un duro momento de incredulidad al pensar que Suimei se había infiltrado en su propiedad, pero eso era de esperar. Apenas sabía de lo que era capaz la magia de Suimei.

“Ya veo… El héroe fue solo una distracción mientras te colabas en la mansión. ¿Fue eso? Debo decir que, honestamente, estoy sorprendido de que lograras atravesar toda mi seguridad”.

“Sí, bueno, no fue exactamente difícil”.

Allí, Suimei estalló en una carcajada caprichosa. Su actitud despreocupada pareció irritar aún más a Hadorious ante esta interrupción. Con el ánimo muerto, su expresión confiada se transformó en un ceño fruncido.

“Sin embargo, no quiero que te interpongas en el camino de mi pelea con Héroe-dono. Por favor, hazte a un lado”.

“Aw, no seas tan frío. Déjame unirme a la diversión. Eres un noble importante, ¿verdad? Muéstrame la hospitalidad de un duque, ¿quieres?”

“No tengo nada que mostrar a la chusma como tú. ¡Segunda escuadra! ¡Al frente!”

Hadorious lanzó órdenes a sus soldados privados que actualmente estaban comprometidos con Felmenia y Lefille. Una parte de ellos se separó de la pelea y se acercó a Suimei.

En respuesta a eso, Suimei respondió con su habitual exasperación y un exagerado encogimiento de hombros… luego comenzó a hacer crujir los nudillos.

“Wow, ¿me llamas chusma? Eso es duro, hombre. Creo que podría llorar. Quiero decir, mi mal. Perdón por tener una cara tan mediocre…”

“Suimei, ¡ahora no es el momento de bromear! Pon algo—”

“No, no hay nada por lo que me preocupe aquí”.

Incluso antes de que los soldados se acercaran a él, incluso con Reiji tratando de advertirle, Suimei simplemente sonrió como si estuviera a punto de divertirse. No era una sonrisa alegre, sino una audaz.

Se burlaba de aquellos que se atrevían a desafiarlo. Reiji había visto esa mirada antes y sabía lo que significaba: estos hombres estaban a punto de aprender la lección.

Un destello brillante luego parpadeó detrás de Suimei como un rayo, creando una deslumbrante luz ultramarina en un abrir y cerrar de ojos. Era una serie de pequeños círculos de magia que se alineaban sistemáticamente detrás de él.

“¡¿Qué—?!”

“¡Esto es…!”

Esas voces sincronizadas de sorpresa vinieron de Reiji y Hadorious respectivamente. Ambos se sorprendieron al ver los cincuenta círculos mágicos detrás de Suimei, cada uno impreso con una ecuación inusual… y cada uno reuniendo maná como un láser en carga.

Realmente, con todos ellos reunidos detrás de él, Suimei parecía una especie de artillero mágico con un arsenal impresionante. Todo lo que tenía que hacer era apretar el gatillo o, en este caso, decir las palabras mágicas.

“Illustre carmen ad operationem simplicem. Armat ad quinquaginta et passive diducit, invocato Augoeides. Strategic Bombing”.

[Hechizo ilustre en operación simplificada. Arma de uno a cincuenta y despliega aleatoriamente, invoca a Augoeides. Bombardeo estratégico.]

En el momento en que terminó su cántico y bajó el brazo, las expectativas de Reiji se hicieron realidad. Los círculos de magia concentraron su luz y se dispararon cincuenta rayos brillantes, corriendo hacia los soldados que se acercaban a Suimei.

A diferencia de la luz clara y suave de una linterna o antorcha, estos rayos parecían densos pilares o lanzas parpadeantes. Reiji ni siquiera necesitaba imaginar lo que le pasaría a alguien golpeado por uno.

En el instante en que los rayos impactaron, hubo un espectáculo de luces deslumbrante. La formación de los mercenarios se convirtió en un escenario de explosiones y chispas que volaban en todas direcciones. Era difícil incluso saber qué estaba sucediendo debajo de todo.