Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 12

Extra 2: Equipo Zena en Problemas

Sabía que me estaría poniendo en peligro cuando solicité unirme a la expedición en la Ciudad Laberinto, pero nunca imaginé que encontraríamos tantos problemas en el camino. E incluso todo eso parece aburrido en comparación con lo que sucedió después…

“Zenacchi, viene un enjambre de monstruos. Más de cincuenta volando. En el suelo hay tres grandes, diez medianos y… más pequeños de los que puedo contar. Pero deben ser varias veces el tamaño de nuestra unidad. La mayoría de ellos son tipos de errores.”

Cuando Lilio regresó de la exploración, los números en su informe sonaban bastante desesperados.

Especialmente porque esa era solo una pequeña parte de las fuerzas enemigas.

Nuestra unidad del flanco izquierdo consistía en veinticuatro tropas de batalla de élite de la Ciudad Seiryuu, junto con unos trescientos granjeros y siervos de tierras cercanas que habían sido reclutados como soldados.

Estos nuevos soldados temblaban incontrolablemente.

No puedo culparlos. Los monstruos probablemente eran algo raro para ellos normalmente, y ahora se veían obligados a luchar contra algunos sin ningún equipo decente.

“¡Escuchen todos ustedes, simplemente manténganse con vida! ¡No traten de ser héroes derrotando al enemigo!”

El vicecapitán Leelo gritó de aliento a nuestros aliados.

“Tienes suerte, ¿de acuerdo? Aquí tenemos soldados de élite que han luchado no solo contra los wyverns, sino también contra dragones adultos y demonios más grandes y vivieron para contarlo. Un grupo de monstruos humildes o un demonio intermedio no es nada a lo que temer.”

Eso me pareció un poco extremo, pero debe haber funcionado: la desesperación en los rostros de los soldados se desvaneció, para mi gran alivio.

Nunca podría haber imaginado que quedaría atrapada en una batalla como esta cuando dejé la Ciudad Seiryuu.

~Unos días antes~ 

“Finalmente vamos al Condado Lessau, Zenacchi.”

“¡Lo sé!”

“Lilio, haz lo que quieras en tu tiempo libre, pero deberías llamar a su líder de escuadrón Zena.”

“Biennnn. Eres tan estricta, Iona.”

Iona regañó a Lilio, como de costumbre.

Que me llamaran líder de escuadrón Zena seguía siendo un poco embarazoso.

Hace unos meses, finalmente logramos ser elegidas para la Elite del Laberinto… el apodo del Cuerpo de Entrenamiento Elite de la Ciudad Labirinto Celivera.

Íbamos a partir a principios de la primavera, pero acabamos avanzando en el plan a petición del conde.

El Cuerpo de Entrenamiento de Élite estaba formado por dos escuadrones de caballeros con cuatro caballeros y escuderos cada uno; tres escuadrones mágicos con un soldado mágico, dos guardias y un explorador; y un escuadrón de ingenieros de combate. También había dos funcionarios civiles, que tenían un total de cuatro sirvientes, lo que lo hacía un grupo considerablemente grande.

Antes de irnos, el Capitán Delio y el Vicecapitán Leelo estaban hablando de las estaciones, así que quizás nos fuimos temprano porque la nieve llegaría tarde este año.

Pero como para reírnos de nuestra cautela, todo este viaje había sido una serie de desgracias.

Los bandidos que se escondían en las colinas no nos atacaron, quizás porque teníamos ocho caballeros en nuestros cinco carruajes tirados por caballos. El viaje salió bastante bien cuando salimos por primera vez de la Ciudad Seiryuu, pero tan pronto como cruzamos la frontera, el mundo nos mostró los colmillos.

“Solo espero que podamos pasar por aquí sin problemas.”

A juzgar por el murmullo de Lou, ella estaba recordando lo mismo.

“Sé que dijeron que una hidra lesionada estaba bloqueando la carretera principal, pero sigo pensando que fue un error tomar ese rodeo a través de las montañas.”

Lilio suspiró con cansancio.

“De nada sirve que estuviéramos atrapados en ese pueblo de montaña durante más de un mes debido a las tormentas de nieve y las avalanchas, pero esa otra cosa fue la peor.”

“¿Te refieres al invocador que estaba controlando al demonio menor?”

“No, el Capitán Delio se encargó de eso sin problema. Debe referirse al incidente en el que el nigromante convirtió a toda una aldea en zombis, ¿verdad?”

“Las dos cosas seguro tomaron mucho tiempo.”

Iona y Lilio debatieron sobre lo que Lou quería decir con “esa otra cosa”.

“Ah, esos eventos también fueron duros, pero estaba hablando de ese limo estúpidamente enorme que vivía en un barranco y se comía a cualquiera que intentara cruzar el puente de cuerda.”

“Oh, sí. Eso fue horrible.”

“Bueno, nuestro mago de fuego Rodril pareció disfrutarlo.”

Recordando cómo casi nos había tragado el fuego que se extendía y cómo tuve que usar la Magia de Viento para tratar de apagarlo, mi estado de ánimo se hundió un poco.

Mientras miraba las florecitas que crecían al costado de la carretera para apaciguar mi corazón, Lilio se asomó a mí.

“Por cierto, Zenacchi…”

“¿Qué es?”

Fui cautelosa al responder. Cuando Lilio comenzaba a acercarse a mí de ese modo, nunca quiso preguntarme nada bueno.

“Teniendo en cuenta cuánto tiempo lleva esto, ¿no te preocupa que se canse de esperar?” Traté de mantener la calma, pero no pude evitar temblar un poco en respuesta.

¿Qué tengo que hacer? Si digo: ¿Quién se cansará de esperar? Entonces ella me molestaría aún más. Pero tampoco quería decir: Nadie me está esperando.

“¿A quién te refieres cuando dices que alguien se cansará de esperar?”

Mientras dudaba, Lou terminó preguntando.

Maldita sea Lou. Al menos Iona tuvo la amabilidad de quedarse callada. Justo como temía, Lilio comenzó a sonreír con malicia.

“¿No es obvio? ¡El chico!”

Lilio se refiere al Sr. Satou como “el chico”.

Ciertamente se ve más joven de lo que es, que aún es más joven que nosotras, pero no creo que sea una gran diferencia que una cara de bebé como Lilio deba llamarlo así.

Es casi como un apodo especial, que por alguna razón me molesta.

… ¿Quizás estoy celosa? “¿Que chico?”

“Se refiere al novio de Zena.”

Iona es una gran fanática de los chismes sobre el romance, por lo que no pudo resistirse a responder a Lou.

“Ooh, ¿es eso cierto, Zena?” “No, todavía no somos novios.”

Me tomó toda mi resolución responderle a Lou.

“… ‘Todavía no’, ¿eh?”

“Ha dicho ‘todavía no’.”

¡Ooh, Lilio e Iona son tan malas! 

Deseé que dejaran de burlarse de mí por esto. Era tan vergonzoso y doloroso que sentí que podría perder la cabeza.

Poco sabía yo que la atmósfera pacífica de este viaje pronto llegaría a un final repentino.

~En el presente~ 

“Abatiremos a los enemigos en el aire mientras sus tropas terrestres son ralentizadas por nuestras trampas. No tenemos muchos arqueros, así que necesitaremos que Zena y Norina los derriben  con  Magia  de  Viento.  Entonces  los  escuadrones  de  caballeros  los  pisotearán inmediatamente. El resto de ustedes está con el Vicecapitán Leelo. Ataquen con todas sus fuerzas y eliminen a tantos como puedan.”

El Capitán Delio repasó nuestra estrategia de batalla.

“Zena y Norina, una vez que hayan usado sus hechizos, concéntrese en recuperar su magia de inmediato. Sus escuadrones están ahí para protegerlas. No importa qué, no se dejen engañar por la lucha en el frente… Ah, ha comenzado.”

Los agudos ojos del capitán miraron hacia la niebla de la mañana.

Colocado en el centro, un barón del Condado Lessau y su unidad se habían enfrentado a la batalla. Pudimos ver nubes de polvo que se elevaban en la niebla.

“Empiecen los cánticos.”

El escuadrón de caballeros del Capitán Delio se dispuso a unirse a la pelea, por lo que el Vicecapitán Leelo nos dio la orden con una voz fuerte y masculina.

Norina y yo comenzamos nuestros cánticos de magia de viento.

Estaba usando Martillo Descendente y Norina estaba preparando Turbulencia.

Era una combinación confiable que usamos a menudo contra wyverns: Turbulencia les impidió volar y Martillo Descendente los tiró al suelo.

El problema era que esta vez, hubo muchos más oponentes voladores de lo habitual.

Turbulencia probablemente aún sería efectiva, pero Martillo Descendente tenía un rango bastante estrecho.

Tuve que apuntar con cuidado mi bastón para que el hechizo golpeara en el centro del rebaño.

“……  ¡Turbulencia Rankiryuu!” 

“…¡Martillo Descendente Rakkitsui!” 

Mi magia se activó justo después de la de Norina.

Perfecto, justo en el objetivo. 

Me las arreglé para hacer que la mayoría de las cuarenta moscas colmilludas se estrellaran contra el suelo.

De inmediato, el escuadrón del capitán cargó para acabar con las moscas colmilludas en una densa formación de cuña. Tan rápidos como eran en el aire, los monstruos se movían lentamente por el suelo, a merced de las lanzas de los caballeros y los cascos de los caballos.

“¡Todos, carguen!”

“““¡Raaaah!””” 

Por orden del Vicecapitán Leelo, todos los escuadrones excepto el mío y el de Norina cargaron hacia adelante.

Tuvimos que restaurar nuestra magia, así que comenzamos a meditar en el acto. Usando las técnicas especiales de respiración que habíamos aprendido en el ejército, pudimos restaurar nuestra magia más rápido de lo habitual.

Esto nos dejó totalmente indefensas, sin embargo, de ahí la necesidad de los guardias.

Unas moscas colmilludas y libélulas glotonas intentaron atacar, pero la ballesta de Lilio y la espada de Iona debieron haberlas mantenido a raya.

Me estaba concentrando en recuperar mi magia detrás del escudo de Lou. No tenía forma de ver realmente lo que estaba pasando.

Pero, evidentemente, éramos el único escuadrón cuya batalla iba relativamente bien. El flanco derecho fue el primero en colapsar, y el centro comenzó a caer poco después.

Estábamos tan concentrados en repeler al enemigo justo en frente de nuestros ojos que no tuvimos tiempo de evaluar la condición de nuestros aliados. Lo que significó que comenzamos el retiro demasiado tarde.

Y así nos quedamos atrapados al final de las filas que huían.

Inconscientemente, mi mano fue a mi pecho, presionando contra mi armadura de cuero. La bufanda estaba doblada debajo.

Mi preciado amuleto de buena suerte.

“…  Martillo de Aire Kitsui.”

 Cuando los monstruos comenzaron a acercarse detrás de nosotros, los derroté con mi Magia de Viento.

Pero no importa cuántos monstruos derroté, más de ellos vinieron justo detrás. Y muy pronto, me quedaría sin magia.

A menos que ocurriera un milagro, no parecía que saldríamos vivos de esta situación.

Pero creía que cada segundo que seguíamos luchando podía salvar la vida de nuestros compañeros, así que comencé otro cántico.

“..¡Cojín de Aire Kiheki!”

 Usé los últimos restos de mi magia para lanzar un último hechizo.

Apenas ralentizó a los monstruos… simplemente se dispersaron a su alrededor.

Incluso el escudo de Lou y la espada de Iona no pudieron detener la interminable corriente de monstruos.

Una de las criaturas tiró a un lado la espada de Lilio con sus colmillos y se acercó a mí. Sólo entonces…

Sentí una sensación de flotar, y fuimos rodeadas por un destello de luz y una conmoción repentina.

~Unos días antes, por la noche~ 

“¿Paso algo?”

Aún no era hora de descansar, pero por alguna razón, el carruaje se había detenido. Lilio, que se había adelantado para ver qué pasaba, regresó con información.

“Supongo que nos encontramos con un ejército del Condado Lessau.”

“Bueno, estamos en el Condado Lessau, así que ¿no es natural que sus ejércitos estén cerca?” “Sí, pero aparentemente, tienen un niño que dice ser el conde.”

“Pensé que el conde era un hombre adulto.”

“Además, parece que recientemente han sufrido una derrota…” Mientras charlábamos, el capitán nos llamó.

El capitán explicó que la Ciudad Lessau, la capital del condado, había sido destruida. Además, la destrucción se había producido a manos de un demonio al mando de un ejército de monstruos.

“El culpable es un demonio intermedio que tiene al menos el nivel 40. Está al mando de un ejército de doscientos monstruos voladores y no menos de mil doscientos monstruos en tierra.”

“¿Qué tan fuertes son?”

“Había algunos poderosos entre ellos, pero la mayoría de los monstruos son solo un poco más fuertes que el soldado promedio en el mejor de los casos. No conocemos los detalles sobre el demonio, pero parece tener cabeza de caballo y se especializa en Magia de Fuego. Todo el ejército del conde fue destruido por un ataque sorpresa del demonio en solitario.”

Las expresiones de todos se nublaron cuando el Capitán Delio habló.

Probablemente al menos podríamos defendernos contra un demonio menor, pero contra un demonio intermedio, este ejército realmente no tenía ninguna posibilidad.

Todos estábamos entre los niveles 10 y 19, excepto el Capitán Delio y el Vicecapitán Leelo, que tenían niveles por encima de 20.

Si tuviéramos a Sir Kigouri, el luchador más fuerte del Condado Seiryuu, o uno de los magos de la corte imperial, podría haber sido una historia diferente… Pero eso sería demasiado para esperar. Aun así, deseaba que al menos tuviéramos algunos magos especializados en ataques a larga distancia o un equipo de arqueros…

Pero todo lo que teníamos eran tres soldados mágicos, incluyéndome a mí, y luchadores como Lilio con ballestas, poco aptos para ataques de fuego rápido.

Y no teníamos mucha capacidad de poder mágico, por lo que no podíamos continuar un tiroteo por mucho tiempo.

En resumen, no teníamos la alineación adecuada para enfrentarnos a un gran ejército.

“El nuevo Conde Lessau está usando el Pacto Azur para solicitar que nos unamos a la lucha contra el demonio. No podemos renegar de nuestro acuerdo. Evacuaremos a todos los no combatientes a un pueblo cercano. Ahora debería ser más seguro que el área de la ciudad.”

El “Pacto Azur” que mencionó el capitán era el acuerdo más antiguo de nuestras leyes, intercambiado entre los nobles cuando se fundó el Reino Shiga.

Afirmó  que  cuando  había  un  demonio  contra  el  que  luchar,  todos  los  territorios  se proporcionarían apoyo marcial entre sí.

Este pacto era invocado muy raramente; aprendimos en la escuela que la última vez que se usó fue en el Marquesado Muno, antes de que yo naciera.

Por lo tanto, no tuvimos más remedio que unirnos al ejército que se reunió apresuradamente en la segunda ciudad del Condado Lessau.

Nuestras fuerzas consistían en ochocientos soldados y dos mil milicianos. Aunque técnicamente superamos en número a los monstruos, los milicianos proporcionarían poca fuerza en la batalla. Seguro que será una pelea difícil.

Si el demonio nos atacaba directamente, todo había terminado, pero si usábamos las murallas de la ciudad para una batalla de asedio, podríamos tener una oportunidad.

Afortunadamente,  esta  ciudad  tenía  una  herramienta  mágica  para  la  comunicación  de emergencia, por lo que pudimos enviar un mensaje a la capital real y los territorios vecinos.

Todo lo que podíamos hacer ahora era esperar a que llegaran refuerzos. Estaba seguro de que todos depositábamos nuestras esperanzas en eso.

El joven Conde Lessau participó en una batalla de campo con los monstruos al día siguiente. Nuestros capitanes trataron de disuadirlo sin éxito.

Satou…

Después de todo, puede que no pueda cumplir mi promesa de encontrarme contigo en la Ciudad Laberinto.

~En el presente~

 “¿Sigues con vida, Zenacchi?”

“Sí, de alguna manera…”

No recordaba exactamente lo que pasó.

Nos estábamos defendiendo de los monstruos en la retaguardia mientras el grupo se retiraba… “Parece que Lou te protegió.”

“Espera un segundo, Lilio. Solo estás preocupada por Zena, ¿no?”

“Bueno, tienes la armadura más pesada, Lou. Además, no es como si Iona fuera a morir alguna vez.”

“Me alegra saber que tienes tanta fe en mí.” Iona regresó del otro lado de los restos.

“Parece que ese destello fue un hechizo de ataque mayor lanzado por los monstruos. Sin la magia de defensa de Zena, hubiéramos terminado uniéndonos a las filas de los muertos.”

Todos estaban cubiertos de polvo de la cabeza a los pies. Logramos aferrarnos a nuestras vidas, pero por poco.

Escuché a los monstruos acercarse. Y si nos movíamos de nuestra posición, el demonio en el cielo sin duda se lanzaría en picado para atacarnos sin piedad.

Los enjambres de moscas colmilludas y libélulas glotonas alrededor del demonio se formaron en tres grupos.

“Iona, si esos vienen detrás de nosotros, no podemos detenerlos a todos.” “C-Correcto. Señorita Zena, ¿puede usar magia de defensa?”

“Al menos debería poder usar Cojín de Aire.”

Había recuperado un poco de magia mientras estaba desmayada, pero un solo cojín de aire sería lo mejor que podría hacer.

Pero no tuve tiempo de meditar e intentar recuperar más magia.

Los monstruos que pululan en el cielo podrían caer sobre nosotras en cualquier momento. “¡Mierda, ellos también vienen al suelo!”

Una serie de numerosos chasquidos de mandíbula aparecieron entre las sombras de los escombros.

“… ¡Cojín de Aire Kiheki!”

 Mi magia del viento no iba a ser suficiente para defenderse de la avalancha de mandíbulas. “Lou, es hora de mostrarles de qué estamos hechas.”

“¡Correcto!”

Justo cuando los enemigos atravesaron mi Cojín de Aire, el escudo de Lou los empujó hacia atrás y la espada de Iona giró a través de ellos como una tormenta.

Pero eso aún no era suficiente para detenerlos a todos.

Unos cuantos lograron deslizarse junto a ellas y cargaron hacia nosotras. “¡No te dejaré acercarte a Zenacchi!”

Lilio clavó su espada corta en uno de los monstruos. También desenvainé mi espada, apenas capaz de rechazarlos.

Luego, otro monstruo cargó hacia el punto ciego de Lilio, rechinando los dientes.

“¡¡Lilio!!”

Mi grito llamó su atención sobre el monstruo en el momento en que se acercaba y su rostro se congeló.

“¡Lilioooooo!” 

Gritando de repente, alguien bañado en luz blanca saltó entre ella y la criatura. Un joven de cabello negro.

… ¿Satou?

 No, tenía rasgos faciales similares, pero no era él. Satou nunca haría una expresión tan salvaje y frenética.

“¿John?”

“No bajes la guardia, maldita sea.”

Tan cerca que sus labios casi se tocaban, Lilio y el chico intercambiaron palabras sin aliento. En ese momento, otro monstruo se acercó a ellos.

“¡A su derecha, ustedes dos!”

Justo cuando grité, más de diez flechas salieron volando de la nada, transparentes como el cristal.

En un abrir y cerrar de ojos, las flechas convirtieron a los monstruos en el suelo en cadáveres. “Por favor, guarden su coqueteo para más tarde.”

“Estamos en medio de la batalla, lo declaro.” “No estoy coqueteando, ¿de acuerdo?”

Aparecieron siete soldados mágicos con abrigos, devastando a los monstruos circundantes con armas que brillaban con una luz mística.

Cortando monstruos a la mitad con una velocidad que contradecía el peso de sus armas, se movían mucho más rápido que el Capitán Delio o el Vicecapitán Leelo, tal vez incluso rivalizando con el poderoso Sir Kigouri.

El chico de cabello negro que había salvado a Lilio no se movió con tanta gracia, pero la espada brillante en su mano todavía cortaba monstruos con facilidad en un solo golpe.

“La magia de apoyo de Mito es impresionante, lo alabo.”

“Sí, no es broma… Espera, ¿a dónde fue?”

“Arriba, informo.” “¿Arriba?”

Siguiendo la mirada del chico de cabello negro hacia el cielo, vi a una joven de cabello negro parada en el aire.

Iba vestida como una noble menor, sosteniendo un bastón largo y recto que parecía un palo ordinario.

Y aunque se estaba enfrentando a un demonio en el aire, su expresión parecía completamente serena.

De hecho, algo en ella me recordó a Satou.

“Oye, ¿a dónde se fueron los monstruos del cielo?” “Esa mujer de cabello negro los derrotó a todos.” Escuché a Lou e Iona hablando.

Estaba tan fascinada por la mujer que no me había dado cuenta. Pero tenían razón: ese enorme enjambre de moscas colmilludas y libélulas glotonas había desaparecido.

“FWOONWYOOOO.”

 “¡Sí, claro! ¡¡Romper Magia!!”

El demonio intermedio desató un hechizo gigante de Magia de Fuego que pareció quemar el cielo, pero la mujer de cabello negro lo hizo desaparecer con un movimiento de su bastón.

Casi como el rey ancestral de las leyendas.”

“Múltiples Jabalinas…”

Al menos quince jabalinas cortas y transparentes salieron disparadas alrededor de la chica. El demonio intermedio se agitó desesperadamente para evitar los disparos.

“… con una Lanza Divina Extra!”

Tres lanzas enormes del tamaño de postes de barrera aparecieron alrededor de la mujer de cabello negro.

“¡Gooooooo!” 

Su largo cabello negro se agitó, y una de las lanzas gigantes voló hacia el demonio a una velocidad increíble.

El demonio intermedio logró esquivar la lanza gigante con un vuelo de pájaro, pero en su distracción, fue golpeado por varias Jabalinas Múltiples por detrás, perforando su cuerpo.

La segunda lanza gigante atravesó la parte superior del cuerpo del demonio intermedio y la tercera esparció los restos del demonio mientras se ennegrecían y se convertían en cenizas, desapareciendo en el cielo.

“… ¡Mierda!”

El chico de cabello negro miró al cielo y chasqueó la lengua. Sobre nosotros, la mujer de cabello negro se tambaleaba en el aire. “¡Esa idiota, presionándose cuando acaba de despertar!”

“¡Todas, destruyan a los enemigos restantes mientras rescatan a la señorita Mito!” “““Entendido, informamos.”””

Las soldados mágicos rubias corrieron hacia la mujer de cabello negro que caía. “¡Esperen!”

El pelinegro empezó a correr tras ellos, pero Lilio lo agarró y lo detuvo. “¡Espera! Eres tú, ¿no es así, John Smith?”

Oh cierto… ¡ese chico era el ex novio de Lilio!

“Lo siento, Lilio. Tendré que explicártelo la próxima vez.”

El chico de cabello negro, John Smith, acarició suavemente el cabello de Lilio. “No hagas nada loco hasta entonces, ¿entendido?”

Le dio una pequeña sonrisa, luego soltó la mano de Lilio y corrió tras las soldados mágicos.

“Cualquiera que esté vivo, ¡hable! ¡Vamos a rescatar a nuestros compañeros atrapados bajo la grava!”

Escuché al Vicecapitán Leelo gritar desde el otro lado de los escombros. Uno tras otro, hombres y mujeres que no podía ver gritaron en respuesta. Por el aspecto de las cosas, fuimos salvados.

Sin este milagroso golpe de suerte, seguramente hubiéramos encontrado nuestra muerte en este campo de batalla como todos los demás.

… Tengo que volverme más fuerte. 

Al menos lo suficientemente fuerte para luchar contra un demonio.

Nos haremos más fuertes, en memoria de los compañeros que perdimos.

¡La próxima vez, seremos los que produzcan un milagro!