Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 12

Epílogo: Después De Las Batallas

Parte 1

Aquí Satou. Es difícil encontrar el equilibrio adecuado cuando se trata de salvar personas. Puede ser delirante querer que todos tengan un final de cuento de hadas, pero ¿es tan malo querer al menos que todas las personas que me rodean sean felices?

“Nos tomaremos medio mes libre de la exploración.”

Después de nuestras batallas consecutivas contra maestros de área, terminamos regresando a la Ciudad Laberinto con Zarigon y compañía, tiempo durante el cual Zarigon me hizo esa proclamación.

Si quería tomarse un descanso, estaba bien. ¿Por qué sintió la necesidad de decírmelo?

“Ya veo. Sí, estoy seguro de que necesitas descansar.”

“Hmph. Pero avíseme si necesita ayuda. Si algunos exploradores les dan problemas, me encargare de ellos personalmente.”

Zarigon resopló y se fue con un breve asentimiento.

Después de un rato había estado luchando normalmente, por lo que esa poción de recuperación de salud superior debe haber hecho maravillas.

“Hey, señor…”

La pelirroja Neru nos saludó desde la distancia, mostrando una sonrisa que dejaba ver un colmillo puntiagudo.

A diferencia de antes, el puesto de takoyaki tenía una línea adecuada.

“¡Somos un gran éxito, todo por la señorita Tama! ¡Le debemos este gran momento!”

“¿No te preocupes, sé felizzzzzz?”

Tama se movió tímidamente ante los elogios de Neru.

El nuevo letrero que Tama pintó, TAKOYAKI GIRATORIO, tenía el mismo tipo de atractivo misterioso que los otros tres letreros, por lo que era casi imposible pasar sin comprar algunos.

“Sir Pendragon, ¿se está asociando con Sir Zarigon?”

Esta pregunta vino de Luram, un cliente habitual de los puestos de comida. Por alguna razón, parecía muy alterado.

“… No. ¿No lo estaba planeando particularmente?”

“Awww, ya veo…”

Luram pareció decepcionado por mi respuesta.

¿Era esto como querer ser amigo del amigo de un deportista popular?

“¡Adiós por ahora, señor! ¡Se lo agradeceremos de algún modo, lo juro!”

En medio de la fila de los portadores de maletas de la expedición, escuché a los niños bestias llamarme. Como de costumbre, me ajusté a su discurso que sonaba antinatural en mi mente.

“Estoy deseando que llegue.”

Mi respuesta puso enormes sonrisas en sus rostros, como algunos niños del vecindario.

“¿Qué crees que van a hacer ahora?”

Arisa parecía preocupada.

“El grupo de la expedición probablemente se disolverá, pero ahora tienen sus insignias de explorador de bronce, así que supongo que seguirán explorando.”

Ya les había recomendado que tomaran la clase de exploradores novatos.

“Espero que ningún otro idiota como Besso se aproveche de ellos…” Arisa parecía tener mucha simpatía por los niños bestias.

Para  ser  honesto,  pensé  que  probablemente  había  muchos  candidatos  que  podrían  ser engañados de la misma manera.

“Debería haber algún tipo de seminario para niños que quieran ser exploradores o algo así.”

“Sí, parece una buena idea.”

Arisa y yo conversamos sobre esto mientras nos dirigíamos de regreso a la mansión.

“Bienvenido a casa, joven maestro.”

“Gracias, Miteruna.”

Saludé al personal y a la jefa de limpieza, la señorita Miteruna, y luego la seguí al estudio.

“¿Me tienes alguna noticia urgente?”

“Sí.”

A pesar de lo casualmente que planteé la pregunta, ella respondió de inmediato.

“Tuvimos no menos de tres intentos de robo durante la noche.”

“¿Alguien fue herido?”

“No.”

Dejé escapar un suspiro de alivio por eso.

“Sir Kajiro y Lady Ayaume los apresaron a todos.”

Qué guardias más excelentes. 

Pero probablemente se irían una vez que los sanara, así que podría tener que configurar algunos gólems de vigilancia como los que teníamos en nuestra casa de vacaciones en el laberinto.

De todos modos, podría fácilmente hacer un ejército de ellos con mis hechizos Objeto de Piedra y Crear Sirvientes de Tierra.

Bien. Esta es una oportunidad perfecta. 

“Miteruna, ¿te importaría llamar al Sr. Kajiro y a la Srta. Ayaume aquí para mí?”

“Por supuesto, joven maestro.”

Mientras la señorita Miteruna se fue a buscar a los dos samuráis, revisé las cartas que había recibido mientras estábamos en el laberinto.

Había un paquete de la Baronía Muno. Al abrirlo, encontré cartas del barón, el Vizconde Nina, y algunas de las hijas del barón como la señorita Karina y la señorita Soluna.

El barón y Soluna estaban informando sobre los últimos acontecimientos, mientras que la señorita Nina me puso al día sobre el progreso de la reconstrucción de la baronía y me agradeció el apoyo que les había brindado los nobles del Ducado Ougoch.

La señorita Karina no parecía estar demasiado acostumbrada a escribir cartas; usó una plantilla que había aprendido en las nuevas lecciones de nobleza a las que asistí en la Baronía Muno. En su mayoría, eran para expresar sentimientos como “Quiero ir a la Ciudad Laberinto” y “Quiero volver a comer tu comida”. Típico de la señorita Karina.

También recibí una carta del hijo del virrey, Rayleigh, que se encontraba en la capital real.

Informó que había vendido todas las lágrimas del cielo allí y adjuntó un resumen de las ganancias. Era bastante impresionante.

Rayleigh ya había dejado la capital real y debería haber llegado a la ciudad comercial de Tartumina.

También tenía cartas de nobles de la Ciudad Laberinto, el Ducado Ougoch, etc., pero ninguna de Ciudad Seiryuu. Dado que estaba tan lejos, probablemente tendría que esperar un poco más para recibir una respuesta.

“Señor Caballero, Kajiro a su servicio.”

Golpeando a la puerta, el Sr. Kajiro y la Srta. Ayaume entraron.

“La señorita Miteruna me habló de su arduo trabajo.”

“El sake sería una excelente recompensa.”

“¡S-Sir Kajiro, no sea grosero!”

Ayaume se puso nervioso ante la franca solicitud de Kajiro.

“Bueno, adquirí un buen sake recientemente, así que lo compartiré contigo más tarde.” Respondí con una sonrisa, luego pregunté qué había pasado con los ladrones.

Los ladrones en cuestión eran vagos del centro de la ciudad, así como miembros del gremio criminal. Pero todos confesaron que habían sido contratados por algún desconocido.

Estaban detrás de nuestras espadas mágicas adicionales y otros equipos mágicos.

Quizás esto esté relacionado con los rumores de guerra en la parte occidental del continente.

La esposa del virrey, que estaba al mando de la guardia, probablemente ya lo sabía. Pensé que más tarde se lo mencionaría a la maestra del gremio.

Una vez que esta conversación concluyó, saqué la poción mágica superior de mi manga y la coloqué sobre la mesa.

“Una poción mágica, ¿verdad?” Preguntó Kajiro.

“Sí, la adquirí con un poco de ayuda.” Asentí.

“Un frasco bastante grande.”

Ayaume miró la poción con cierta confusión.

“Es una poción de recuperación superior de salud, ya ves.”

“… ¿Superior?”

“¡No puede ser!”

Kajiro y Ayaume miraron de la poción a mí, una mezcla de esperanza y moderación en sus rostros.

“Por favor, use esto para restaurar su pierna.” Afirmé mi solicitud con un asentimiento.

“… ¡Oh, Sir Kajiro!”

Abrumada por la emoción, Ayaume abrazó al Sr. Kajiro.

Normalmente, la pareja no tenía una pizca de romance sobre ellos, pero en momentos como este, pensé que se llevaban bastante bien.

“¡E-Espere, Señor Caballero!”

Luciendo nervioso por la rara muestra de afecto de Ayaume, Kajiro, sin embargo, me tendió una mano para detenerme.

“Las pociones mágicas superiores son tan valiosas que incluso los nobles y la realeza dudan en usarlas. Es un objeto demasiado preciado para un samurái humilde como yo.”

“Eso no es cierto. Ordené esta poción específicamente para curar tu pierna.” De hecho, no era exactamente el caso, pero ese era un detalle menor.

“Pero…”

“¿Está preocupado porque no tiene certificado de autenticidad?” Pregunté.

“¡No! Eso no es de mi incumbencia, por supuesto. Pero si ofreciera esta poción a la realeza del Reino Shiga o las antiguas familias nobles, seguramente recibiría cualquier título que desee. He oído que el tercer príncipe de este reino está gravemente enfermo, ¿no es así?”

No, acaba de convertirse en un anciano. 

“Esta poción no curaría la dolencia de Su Alteza.”

Puede que haya alguna familia noble o real con una persona que sufre de una extremidad perdida o algo similar, pero prefiero ayudar a un amigo primero que a una persona rica que nunca he conocido.

“Además, no necesito más títulos. Ser un caballero hereditario honorario es más que suficiente.”

Siempre que mi rango me permitiera llevar a las chicas bestias a posadas, entrar y salir de las ciudades con mayor facilidad, etcétera, eso era suficiente para mí.

El Sr. Kajiro continuó protestando, así que finalmente le pregunté:

“¿O estás preocupado por pagar una poción mágica superior?”

Por supuesto, estaba planeando dársela gratis, pero, aun así.

“Si puedo curar mi pierna, ¡con mucho gusto ganaré tantos cientos o incluso miles de monedas de oro como sea necesario!”

“Ese es el espíritu.”

Kajiro había visto a través de mi desafío, pero lo aceptó de todos modos, así que sonreí y apreté la poción hacia él.

Por supuesto, le advertí que esperara hasta después de la cena para beber la poción, no sea que repitamos el incidente con Zarigon.

Por último, debo señalar que la carne de cocatriz menor estaba más deliciosa en estofado que cualquier pollo que haya comido.

Y luego, esa noche…

“¡Arrrrgh!” 

El rostro varonil de Kajiro se contrajo de dolor.

Desde que Lelillil me dijo cuando estaba curando a Tifaleeza y Neru que la magia no puede curar viejas heridas, estaba un poco preocupado, pero cuando volví a abrir la herida e hice que Kajiro bebiera la poción mayor, la curación comenzó sin problemas.

“¡Uuuurgh!” 

“Falta poco, Sir Kajiro.”

Obviamente, que una extremidad te creciera a este ritmo debe ser considerablemente doloroso. La señorita Ayaume sostenía a Kajiro con fuerza, como si tratara de asumir parte de su dolor. Mi grupo se quedó de pie, con los puños cerrados mientras lo animaban.

Finalmente, la pierna perdida volvió a la normalidad y la carne roja tomó un color normal.

“Mi pierna… de verdad ha vuelto…”

Luciendo exhausto, Kajiro se miró la pierna.

Su habitual cortesía había desaparecido, pero no era el momento de preocuparse por esas cosas.

“Sí, está curada.”

“¡Sir Kajiro! ¡Felicitaciones, Kajiro!”

Las lágrimas corrían por el rostro de Kajiro, mientras que Ayaume lloraba abiertamente y tenía una sonrisa radiante.

El resto de mi grupo soltó un grito detrás de mí.

Una vez que todos se calmaron un poco, hablé con Kajiro y le entregué un brebaje rehidratante.

“Bien hecho. Toma.”

“Señor Caballero. No puedo comenzar a expresar mi gratitud…” Sin siquiera tomar un sorbo de la bebida, se inclinó profundamente ante mí.

“Para pagar esta deuda, yo, Kajiro del estilo Zi-Gain, juro por el nombre de mi antepasado Simahzu que viviré para servirle hasta mi último aliento.”

No, eso es ir demasiado lejos.

Más importante aún, me preguntaba si el nombre de su antepasado Simahzu venía del señor feudal japonés Shimazu. ¿Este estilo de Zi-Gain estaba basado en el estilo de artes marciales Jigen-ryuu?

“Yo también prometo servir a la casa de Señor Caballero para siempre junto con Sir Kajiro.”

Ayaume se alineó junto a Kajiro. Para mí, esto sonó como si se le estuviera proponiendo a Kajiro de una manera indirecta, pero ninguno de ellos parecía haberse dado cuenta de esto. Decidí dejarlo pasar.

“Por favor levanten la cabeza, los dos. Aprecio su muestra de gratitud, pero realmente no hay necesidad de todo eso. Ciertamente necesitaré que continúen protegiendo esta casa hasta que encontremos a sus sucesores, pero mi único deseo es que Sir Kajiro regrese al camino de un maestro de artes marciales.”

“¡Señor Caballero!”

La pareja de samuráis exclamó ante mi silenciosa proclamación y rompieron a llorar.

No estaba muy seguro de cómo tomar esta reacción, pero evidentemente estaban agradecidos de que quisiera que él continuara con el trabajo de su vida.

Por alguna razón, todas las chicas terminaron llorando con ellos.

“Te juro que algún día mi nombre se hará eco en todo el continente como maestro espadachín.” El rostro de Kajiro todavía estaba húmedo por las lágrimas mientras hacía este voto.

Vaya, me alegro de haber logrado cambiar de tema. 

Tener empleados y sirvientes normales era una cosa, pero aceptar vasallos me parecía un poco pesado.

“¡Lord Kuro!”

“Lelillil, ¿puedes traerme a Tifaleeza?”

“¡En seguida, mi lord!”

Después de que la pierna del Sr. Kajiro se curó, me transformé en Kuro y visité la Mansión Ivy.

“¿Me llamo, Lord Kuro?”

“Ah. Lamento haber interrumpido tu sueño.”

Tifaleeza vestía un camisón diminuto, así que me disculpé y fui directo al grano.

“Se trata del déficit financiero que discutimos el otro día.”

Produje algunos hierros de marca diferentes. Al verlos, Tifaleeza se congeló por un momento.

Eso puede haber sido poco delicado de mi parte. Había olvidado que había sido quemada por su madrastra y marcada por un señor feudal en el pasado.

“Lo siento, lo siento. Estos son para quemar runas en huesos con el propósito de hacer armaduras de hueso.”

Era solo un 20 o 30 por ciento más efectivo que tallar las runas correctamente, pero serían significativamente más fáciles de aplicar de esta manera.

“Esto también es para tallar runas, pero si bien es más efectivo, también requiere más tiempo y esfuerzo.”

El segundo objeto era una plantilla de bronce y un cincel para tallar runas de una profundidad específica.

Con estos, incluso un trabajador relativamente no calificado podría tallar runas en huesos y madera.

“Si vamos a fabricar armaduras, ¿no necesitarás unirte a un gremio relacionado con armaduras para evitar problemas?” Preguntó Tifaleeza.

“¿Incluso si solo estamos suministrando huesos a armeros y talleres como materiales?”

“Me imagino que lo permitirían al principio, pero si empezáramos a ganar dinero con eso, estoy segura de que intentarían intervenir.” Parecía confiada.

Supongo que tenía sentido. Los gremios se crearon originalmente para proteger los derechos e intereses de los artesanos, por lo que, naturalmente, esto estaría bajo su jurisdicción.

“Entonces pídele a Polina que nos inscriba en un gremio. Mientras tanto, puedes vender esto.” Saqué una bolsa de mi caja de artículos que contenía una gran cantidad de anillos de cristal.

Los hice usando el hechizo de Objeto de Piedra en algunos de los muchos cristales que adquirí en el área de las abejas cangrejo musgo.

Eran anillos lisos sin ningún diseño elegante, pero como estaban hechos de cristal, pensé que aún deberían alcanzar un buen precio.

Intenté hacer una especie de cristal veneciano fusionando varios tipos de cristales, pero salieron tan bien que me preocupaba que pudieran atraer la atención equivocada, así que no se los ofrecí.