Regressor Instruction Manual (NW)

Capítulo 107: Voy a Recordarte (Parte 1)

“Cof, cof… Uuughhh” Seol-Ho empezó a quejarse del dolor. Apenas podía articular una palabra.

Retorciéndose en el suelo, se sostenía la mandíbula y se aferraba a la consciencia. Todos los espectadores soltaron exclamaciones de sorpresa o de indignación. ¿Cómo se atrevía alguien a atacar a la submaestra del gremio, dentro de su propia casa? Era cierto que Seol-Ho tenía los mismos derechos y privilegios, pero después de exponer sus actos, todo eso se había derrumbado a pedazos. Ahora, verlo rodando de dolor en el suelo me causaba una satisfacción increíble.

Lee Sang-Hee, por su parte, intentaba recuperar su aliento; su expresión era una amalgama de diferentes emociones: tristeza, decepción, ira, disgusto… Ninguna de ellas iba de acuerdo a su carácter, pero era una reacción natural puesto que este hombre asesinó al que consideraba su más cercana familia en este mundo. Por un segundo, noté que sostuvo con tentación el pomo de su espada; no obstante, al final se decidió por propinarle un buen golpe. Quería aplaudirle por tener tal inmenso autocontrol. Para ella, Seol-Ho era alguien en quien quería confiar, y tenía mucha fe en él. Estaba seguro de que había otras cosas que le hicieron reaccionar así, aparte de su intento por atacarme, y a pesar de todo, se contuvo bastante.

“Jaa… Jaa… Jaa…” seguía con su puño fuertemente apretado, tanto que temblaba.

“¡Agghhh! Yo… no lo… maté. ¡No fui… yo! Sang-Hee… por favor créeme. Deberíasss saber… Ughh… mejor que nadie… que no soy el tipo de persona que-que haría algo así… ja… fuuu…” Seol-Ho empezó a hablar de forma pausada para darse a entender mejor, pero aún así, no podía hacer mucho por culpa de su mandíbula.

“Deja de mentir. Confié en ti. Y… ¿y este es el resultado… de mi confianza?” preguntó enfadada.

“Fue u-una… trammpa” repitió.

Lee Seol-Ho se convirtió en un loro que repetía que le habían tendido una trampa mientras lloraba; obviamente, no me sentía mal por él. En realidad, estaba muy feliz. Era mi venganza por lo que le había hecho a Ha-Yan.

“¡Ess una… trampa! ¡Yo no lo-lo maté! ¡Jung-Yeonnn! ¡Por favorrr, di algo! No tengo ra-razón para… matar a Seung-Joon”.

“Por favor, cállate. Lee Seol-Ho, la gente como tú es…”

“No es verdad… eso no es lo que pasó. Jung-Yeon, confía en… mí” le dijo.

“Basura. ¿Cómo pudiste hacerle eso… cuando hizo tanto por ti?” dijo Jung-Yeon al borde de las lágrimas.

“¡Yo no lo maté! Heuk…” gritó.

Noté que los demás viejos temblaban a su lado, y algunos incluso se disponían a cambiar de opinión, pero era inútil.

“Realmente no lo sabíamos”.

“Yo-yo no tengo nada que ver”.

Vaya sarta de pendejadas.

“Enciérrenlos a todos. Sin excepción” ordenó Sang-Hee con una voz fría.

“¡Suéltame! ¡Solo lo hice porque Lee Seol-Ho me lo ordenó, señorita Sang-Hee! ¡Traer al gremio de Celia fue enteramente su idea! Eso es todo lo que sé!” gritó uno de ellos al ser apresado.

“Realmente no sabía nada sobre la muerte del maestro del gremio. Por favor, créanme. Por favor… ¡ese viejo senil planeó todo esto!” se unió otro.

“¿¡No me escucharon!? Enciérrenlos a todos” repitió Sang-Hee.

Los guardias del gremio empujaron a los viejos usando sus lanzas y comenzaron a arrestarlos. Todos despotricaban que había sido una trampa, al igual que Seol-Ho.

“¡Me están tendiendo una trampa! ¡Todo fue planeado!”

“¡Es todo mentira! ¡Señorita Sang-Hee! Por favor crea… ¡ack!”

Incluso la gente que estaba criticando a Lee Seol-Ho empezó a protestar. Lo que me pareció más ridículo era el hecho de que esos abuelos también creían que Lee Seol-Ho había matado a Joo Seung-Joon. Aunque era el resultado de pruebas sólidas, verlos creer que era la verdad seguía siendo divertido.

“¡No sabemos nada, señorita Sang-Hee! Nunca pensé que Lee Seol-Ho mataría al maestro del gremio. Por favor…”

Era natural que Lee Sang-Hee se sintiera abrumada por esto, e incluso podría sentir que el gremio Cariano se había convertido instantáneamente en un desastre, pero para empezar de nuevo, abandonar las viejas costumbres era lo correcto. Por mucha agua dulce que trajéramos, sería difícil purificarla cuando ya había tanta agua estancada, así que deshacerse de ella de una vez era la decisión correcta. Puede que el gremio se vuelva un poco caótico por el momento, pero por mucho que lo pensara, esta era la mejor manera.

“¡Tú… sucio alquimmmista! ¿¡Cómo te-te atrevess!? Ackk… Mira a dónde noss… llevaste” Seol-Ho volvió a dirigirme sus maldiciones.

“Tú eres el que ha deshonrado al gremio, asqueroso traidor” le dije.

“¡Yo no lo… maté! Todo esto es par-parte de tu… montaje” continuó acusándome.

“Es ridículo verte poner excusas hasta el final. Te sugiero que reconozcas tus pecados, es lo menos que puedes hacer por la gente que confió en ti todo este tiempo” respondí.

“Yo no maté…”

“Eso es lo que dicen todos los asesinos, pero al final ellos mismos terminan confesando” lo interrumpí. “Es realmente chocante verte negar los hechos incluso cuando hay pruebas sólidas. Si al menos demostraras que estabas reflexionando, entonces al menos habríamos sido considerados”.

“Sang-Hee, porrr favor… créeme solo por… esta vez” suplicó Lee Seol-Ho.

“Señorita Sang-Hee, usted ya confió en él muchas veces” le dije.

“Es una trammmpa. Ese sucio alquimista… es como un cáncer para el gre-gremio. Hay que matarlo. Encerrarlo es lo correcto. Esa basura se convertirá un día en un-un monstruo que se tragará a todo el gremio” le advirtió con mucha dificultad. Parece que iba recuperando la sensibilidad en su mandíbula, aunque seguía desencajada.

“Dios, sí que hablas mucho. Mire, señor Lee Seol-Ho. No sé qué hiciste por los Caria para estar tan obsesionado con él, pero no eres el dueño del gremio. Te confabulaste con extranjeros a espaldas de la señorita Sang-Hee, usaste asesinos para intentar matar a los nuevos miembros del gremio e incluso mataste al maestro. Considérate con suerte por seguir conservando la cabeza” le expliqué.

“¡Bastardo!” bramó una vez más.

“La gente como tú no es más que agua estancada que causa problemas al gremio. La gente normal intentaría colaborar para solucionar el problema que sufre el grupo porque es lo correcto, pero no es algo que los de tu calaña harían. Para ti, las cosas que posees son más importantes” lo acusé.

Él seguía suplicando a Lee Sang-Hee utilizando la relación que tenían, pero ella estaba tan conmocionada que simplemente se fue a sentar y empezó a desentenderse de toda la situación. Estaba preocupado por su salud mental, pero estaba seguro de que era capaz de superarlo.

Estoy seguro de que Hyun-Sung cuidará de ella.

No se molestó en mirar a Lee Seol-Ho. Quizás era porque pensaba que le costaría reprimir aún más su ira si seguía mirándolo.

De todos modos, las viejas fuerzas que estaban devorando al Gremio Azul fueron llevadas al sótano como salchichas enlazadas, y los gritos que seguía escuchando me sonaban muy graciosos.

Después de confirmar que la situación estaba llegando a su fin, me puse en marcha y fue para comprobar las viejas fuerzas del gremio.

El gremio se sentía mucho más limpio ahora que nos habíamos ocupado del agua estancada.

Me dirigí al sótano, a donde los guardias se los habían llevado. Todos daban un espectáculo bastante lamentable, y lo mejor es que no podían sobreponerse con sus cuerpos ya viejos y gastados. Algunos estaban en silencio, habiendo perdido la voluntad, mientras que otros lloraban y lamentaban sus acciones.

“Señor Ki-Young, respecto al Seol-Ho, no, qué debemos hacer con ellos…” una guardia se acercó para preguntarme.

Supongo que era el guardia de la prisión del sótano. Era un poco sorprendente que fuera una mujer, pero después de comprobar sus atributos y carácter, descubrí que era lo suficientemente capaz como para llevar a cabo su trabajo sin problema alguno.

“Creo que lo mejor será dejarlos así hasta que Lee Sang-Hee tome una decisión. Solo tienes que proporcionarles suficiente agua y comida para que no mueran” respondí.

“Entendido”.

“Además, ¿podrías salir un momento? Hay algo que tengo que preguntar a estos criminales” le pedí.

“¿Necesitas interrogarlos más?” preguntó.

“Sí, lo necesito. De hecho, le agradecería que se quedara vigilando la entrada por si acaso”.

“De acuerdo” parpadeó un par de veces, tal vez sospechando algo, pero asintió.

“La prisión del sótano es bastante grande. Se nota que la has cuidado bien” la felicité para calmarla un poco.

“No es nada, pero gracias”.

“Tomaré prestada una de las sillas de aquí”.

“Sí, por supuesto, señor Ki-Young”.

Sin decir nada más, hizo lo que le pedí y salió del sótano. Se dio cuenta rápido de lo que iba a suceder.

Cuando entré lentamente en la prisión arrastrando la silla, los viejos que estaban en sus celdas se me quedaron mirando. Era satisfactorio ver cómo me miraban en busca de ayuda entre rejas. Oí muchas voces. Algunos me maldecían mientras otros intentaban adularme, pero obviamente yo no tenía nada que hacer con ellos. Era con Lee Seol-Ho con quien quería hablar.

Seguí arrastrando la silla, hasta llegar frente a la celda de Seol-Ho. Estaba desparramado contra la pared, y se veía abatido, con la mandíbula ya en su lugar. Sus ojos brillaron con ira al ver que me había acercado.

“¡Bastardo! ¡Cabrón! No creas que esto se ha acabado, sucio pedazo de mierda”.

“Veo que tuvieron la amabilidad de arreglarte la mandíbula. Una pena, me gustabas más cuando hablabas como un niño con retraso” le dije.

Empecé a envolver la celda con mi magia. Era una cantidad pequeña, pero más que suficiente para crear un espacio en el que Lee Seol-Ho y yo pudiéramos hablar.

“¿Qué estás…?”

“¿Creíste que ya había terminado? Por favor, soy mucho más rencoroso de lo que crees. No tengo piedad con mis enemigos… Pffft. Me has hecho enfadar de verdad. Demasiado…” le dije con un tono amenazador.

“¿Que…?”

“No podrás dejar nada atrás. No podrás dejar nada atrás en este gremio, Seol-Ho” dije.

“¿Qué demonios estás…?”

“El gremio de Celia con el que te confabulaste te rescatará de la prisión del sótano del gremio” comencé a explicarle.

“¿Qué?”

“Lee Seol-Ho, el asesino que mató al maestro del gremio y el criminal de los Caria que traicionó la confianza de Lee Sang-Hee escaparán oficialmente de la prisión del sótano…” hice una pequeña pausa y esbocé una sonrisa meliciosa “…pero extraoficialmente, te llevarán a la sala de tortura subterránea del gremio de Los Mercenarios Rojos. Una clériga cercana a mí se encargará personalmente de ti, así que espero que estés emocionado, abuelo. Podrás experimentar lo interesante que es el cuerpo de un humano y también lo aterradora que puede ser la fe”.

“¡Eres un puto bastardo” se agitó al instante y empezó a gritarme.

“Tú y tu asqueroso séquito experimentarán una muerte horrible y serán arrojados a algún lugar. Por supuesto, esto hará que parezca que el gremio de Celia te mató para deshacerse de las pruebas. Jajajaja… Los medios de comunicación pondrán a Lee Seol-Ho, el traidor del gremio Cariano, en los titulares, y la gente empezará a hablar de ello. Todo el mundo en Lindel hablará de lo mierda que eres. Los Caria salieron perjudicados por tu culpa, por lo que harán todo lo posible por olvidar tu nombre. Probablemente no pase más de medio año hasta que eso suceda”.

»Todo será olvidado incluyendo tu muerte, las cosas que contribuiste al gremio hasta ahora, y todas las cosas que lograste. Una a una, serán olvidadas, como si la persona llamada Lee Seol-Ho nunca hubiera existido. Acabarás siendo nada y morirás sin nada. Serás como un puñado de polvo que se lo lleva el viento…

“¡Tú… tú!”

“No te preocupes tanto, abuelo. Yo me acordaré de ti. Mientras que la clériga que tengo cerca te cuida amablemente, yo me quedaré tranquilamente a un lado mirando. El sonido de tus gritos, tu cara llena de dolor, e incluso tu voz cuando pidas ayuda, no olvidaré nada de eso. Hasta que todo eso termine… voy a observarte en silencio”.

“¡Escoria! ¿¡Crees que serás capaz de hacer eso!? ¿¡Una mierda insignificante como tú!?” Seol-Ho gritó, cada vez más cerca del pánico.

“Voy a ofrecer tu expresión llena de dolor a la preciosa persona que arriesgó su vida por mí. Tu voz siempre permanecerá en mi cabeza como la del anciano que había tomado una decisión equivocada, y siempre serás una lección para mí. Alimentarás mi crecimiento y para asimilarlo, te observaré en silencio hasta el final…” ignoré sus insultos y seguí.

Lee Seol-ho permaneció callado al instante, habiéndose dado cuenta de que no debía hablarme de esa forma. Su cara se puso pálida al imaginar lo que le esperaba.

“Mira, Ki-Young…” empezó a decir con voz temblorosa. “¿Qué tal si hacemos un trato?”

Mi sonrisa desapareció. Me incliné hacia delante, con mis brazos apoyados en mis rodillas, y lo miré fijamente.

“Esto no está bien… aunque no tuviéramos una buena relación… no creo que esto esté bien. Es una muerte tan deshonrosa. No así” me suplicó. “No-no puedo morir así. Así no… Ughhh… Oh, Dios…”

Iba a desaparecer de la existencia. Un hecho como ese era demoledor para personas como él. Se encogió, y hundió el rostro en sus rodillas. Sus sollozos eran perfectamente audibles gracias a mi magia.

Mi respuesta a sus súplicas fue el silencio. No valía la pena hablar con un hombre muerto.

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Bejemon: Por fin, nuestro Ki-Young se deshace de la rata de Seol-Ho. Desde la primera vez que apareció, hace tantos capítulos, solo ha demostrado ser una persona despreciable (aunque no se puede decir algo muy diferente sobre nuestro prota…)

El cambio más notorio es que en el original Lee Sang-Hee le cercena el brazo cuando el viejo carga contra Ki-Young. No sé, a mí me pareció demasiado… En su propio gremio, con muchas personas viéndola… Ella no es así. Creo que resultó más interesante para su personaje que se contuviera, a pesar de haber sufrido tanto.

Bueno, lo que sigue es bastante interesante, así que no se olviden de seguir la novela 😉 También quiero agradecer por los comentarios que he estado recibiendo últimamente. Siguen siendo pocos, pero muy significativos para mí.