Regressor Instruction Manual

Capítulo 98: Juliena (Parte 3)

Me di cuenta de lo mal que se veía Kim Hyun-Sung. Ya había sido tratado con magia sagrada, pero a pesar de eso, todavía tenía heridas en su cuerpo. Era de esperarse que se viera así, ya que acababa de experimentar una pelea a muerte. A pesar de que había esquivado la mayor parte de los ataques, su armadura casi rota y chamuscada era señal de lo mal que lo había pasado. El gran golpe que le atinó uno de los tentáculos en un costado estaba siendo tratado, y no pintaba muy bien. Solo por su aspecto exterior, daba pena; pero yo, por otro lado…

No tengo ni un rasguño.

Me veía totalmente limpio, sin una sola herida en mí. Sentí como si estuviera engañando a Hyun-Sung, quedándome con su recompensa. Incluso yo pude admitir que era algo injusto.

“He oído que los objetos de rango legendario suelen elegir a su dueño. No conozco los detalles, pero creo que eso es lo que está pasando ahora” explicó Hwang Jung-Yeon.

“Sí, creo que yo también he oído eso”.

Por favor, no me hagas esto…

Personalmente, estaba tan confundido por esta ridícula situación que no podía hablar, y estaba seguro de que Kim Hyun-Sung sentía lo mismo. Mi corazón comenzó a romperse al pensar que había sobrepasado sus límites solo para obtener este objeto de rango legendario. Él sangró por ella, poniéndose en un peligro constante. No fue intencional, pero básicamente arruiné su gran plan.

Maldita sea… Y yo no tengo ningún uso para esta espada.

“Yo-yo tampoco sé po-por qué de repente hace esto” dije nervioso.

Cuando desvié la mirada, la espada flotante siguió mis ojos.

Buzz…

También seguía zumbando.

“¿Pu-puedo rechazar ser su dueño?” le pregunté a Jung-Yeon.

“Es posible, pero… aún no hay mucha información sobre objetos de rango legendario. Basándome en la situación, no creo que vaya a echarse atrás fácilmente”.

“Entonces, ¿qué tal si-si dejamos que Hyun-Sung la tome? No soy un espadachín y re-realmente no necesito este objeto. Será mejor si él se-se la queda” sugerí.

“De acuerdo. Hyun-Sung, creo que será mejor intentarlo”.

“Oh… de acuerdo” dijo.

Naturalmente, todos centraron su atención en él. Kim Hyun-Sung extendió lentamente su mano hacia la espada, nervioso. Debe haber oído mucha información sobre objetos legendarios, así que estaba seguro de que también conocía la Espada Maldita. Podía ser la misma espada que usó en su vida pasada o la que tanto había deseado.

Tenía una expresión de incertidumbre en su rostro, con una mezcla de sudor, sangre y tierra sobre su piel.

En el momento en que agarró la espada, energía oscura comenzó a fluir alrededor de ella. Sucedió tan de repente que los miembros de la incursión empezaron a correr.

¡Craaaackle!

Después de ver eso, Hyun-Sung maldijo por lo bajo y la soltó. Me miró con cara de decepción, después de suspirar. Era la primera vez que lo veía con esa expresión, y se me rompió el corazón.

Ah… maldición…

“No creo que funcione. Parece que ya ha decidido su dueño” dijo Hyun-Sung.

“Oh… bueno, yo…”

“La espada probablemente tiene un ego muy fuerte” continuó. “Es un poco desafortunado, pero no hay mucho que podamos hacer al respecto. Eres el que más ha trabajado para tomar el control de esta mazmorra, así que siéntete digno de aceptar la espada. Incluso recibí tu ayuda durante la última parte de la lucha. Para ser sincero, si no hubiera habido una apertura, no sé qué podría haber pasado”.

“Espera, incluso si acepto un objeto que no puedo usar…”

“Estoy seguro de que esto no es algo que puedas rechazar aunque quieras, Ki-Young, especialmente esta espada” me interrumpió. “Lo sentirás en cuanto la aceptes. Ya ha tomado una decisión. Incluso si alguien tratara de usarla por la fuerza, no sería diferente de una espada de madera. Tú eres el único capaz de usar su verdadero potencial, así que lo correcto es que la uses”.

“¿Qué clase de alquimista usaría una espada…?”

Todos parecían decepcionados. Usar esta espada no era diferente de tirarle perlas a los cerdos. Mi fuerza y resistencia eran paupérrimas. Obviamente, me iba a quedar sin aliento después de blandirla unas cuantas veces. Quería decirle desesperadamente que no lo hiciera, pero la Espada Maldita ignoró por completo mi opinión.

Como si no pudiera esperar más, la energía plateada que fluía de ella empezó a envolverme.

“¿Qué de…? ¡Oh!”

Mis brazos estaban siendo levantados contra mi voluntad.

“Alguien, por favor…”

Miré a los demás en busca de ayuda, pero no reaccionaron a tiempo. Antes incluso de que pudiera usar las manos, éstas agarraron la empuñadura de la espada y, cuando lo hicieron, vi un mensaje familiar.

[Objeto de rango legendario, Espada Maldita. Has sido considerado como el propietario de Juliena. Felicitaciones al haber obtenido la espada legendaria]

Mierda… ni siquiera me preguntó si acepto. No la quiero. No me reconozco como su puto dueño.

[Juliena, la Espada Maldita – Rango Legendario]
[Esta era la espada que usaba Juliena, la Maldita. El dios de las maldiciones le dio esta espada a Juliena hace un par de milenios. Su perfecto estado es prueba de su origen. Inflige la maldición de más alto nivel y daña inmediatamente la mente del objetivo cuando éste es herido por la espada. Para utilizar la energía de la espada es necesaria cierta cantidad de magia. El objetivo, una vez expuesto a su energía durante mucho tiempo, también quedará maldito. Utiliza una gran cantidad de magia para lanzar una maldición amplia. La invocación y la invocación inversa también son posibles. Antes de morir, Juliena selló su alma desesperadamente. Su ego, que era para Gedric, está dormido. La espada se moverá sola y protegerá a su dueño de las amenazas. Algunas de las habilidades de la espada han sido bloqueadas debido a su bajo potencial de crecimiento. La magia aumentará en quince. – Gedric… Mi amor, Gedric]

La madre que… Sí, me reconozco como su dueño. ¡La acepto!

Solo me maldije a mí mismo por un momento y, cuando eché un vistazo a la espada, me di cuenta de que había ocurrido algo bueno. Sus habilidades eran tan ridículas que no pude evitar abrir la boca. No se podía comparar con ninguno de los objetos que había visto hasta entonces.

En esta mazmorra, ya había sido testigo de cuánto poder tenía la maldición. Teniendo en cuenta que casi se traga al talentoso gremio Cariano, tener la capacidad de lanzarla era suficiente para considerarlo un objeto legendario. Por supuesto, yo no sería capaz de hacer lo que Juliena hacía con su magia, pero las posibilidades eran desbordantes. Además, aumentaba mi magia en quince puntos. Por desgracia, eso no cambiaba el hecho de que yo fuera torpe en lo que a magia se refiere, pero no podía evitar sentir que aún había esperanza para mí en ese aspecto. Otra cosa que valía la pena destacar era que me protegería por sí sola. Al parecer, esta habilidad había sido añadida como consecuencia de mi actuación y por haber sellado el ego de Juliena. Era realmente útil.

El problema era…

Juliena.

Tenía que pensar cómo la manejaría cuando esa loca despertara de nuevo. A pesar de no saber qué aspecto tenía Gedric, pensar que quizá tendría que volver a hacerme pasar por él me daba dolor de cabeza.

“Parece que ya está hecho…” algunos de los miembros de la incursión sonaban un poco abatidos al verme con el valioso objeto.

“Yo… re-realmente lo siento por esto. No sabía que…” empecé a balbucear.

“No pasa nada” intervino Hyun-Sung con una sonrisa cansada. “Pensando en las cosas que hiciste, eres más que digno de tenerla, aunque es un poco extraño que un alquimista use una espada… tal vez deberíamos empezar a entrenar juntos”.

“¿De verdad?”

“Teniendo en cuenta la situación, sería mejor que aprendieras un poco sobre cómo usar una espada. Al menos te enseñaré lo básico” me ofreció.

Siento que intenta vengarse de mí…

Por alguna razón, me sentía ansioso.

¿Está loco?

No podía imaginarme a Kim Hyun-Sung enfadado, pero era obvio a través de su expresión que lo estaba. No pude evitar sonreír al darme cuenta de que sí era un humano, después de todo.

Cuando miré a mi alrededor, vi a los miembros de nuestro grupo. Park Deok-Gu parecía orgulloso, mientras que Sun Hee-Young y Jung Ha-Yan se veían un tanto extrañas, pero no me molestó. Los demás estaban celosos, aunque como todos estaban en deuda conmigo, me aplaudieron. Parecía que querían que les explicara lo de Juliena, así que se los concedí.

“Yo… no estoy muy seguro de la calidad de la espada, pero las habilidades que están grabadas en su interior son realmente buenas. Tiene… la capacidad de maldecir a la gente e incluso me protege, de forma autónoma”.

“¿Qué?”

Kim Hyun-Sung era el que se veía más sorprendido. Probablemente se debía porque era una habilidad que no existía en su vida pasada. Si hubiera habido un loco que se hiciera pasar por Gedric, la situación podría haber sido diferente, pero estaba seguro de que mis acciones no habían tenido precedentes.

“Oh, supongo que los demás no son capaces de leerlo. Aquí está escrito que el ego de Juliena está sellado en la hoja. Creo que la espada se moverá sola cuando perciba peligro. Me siento un poco incómodo por el hecho de que use mi magia, pero… eso es probablemente… porque piensa que soy Gedric” me expliqué.

“Tiene sentido…” la expresión de Hyun-Sung se amargó aún más.

Necesito convertirme en Gedric.

Para evitar que mi espada me matara, pensé que debía convertirme en él. Si se daba cuenta de que yo no era su amado, podría ser problemático. Gracias a la pelea de antes, Juliena estaba dormida y eso eran buenas noticias. Aunque había conseguido muchas cosas, había otras que me daban dolor de cabeza.

Me sentí un poco aliviado por el hecho de que Kim Hyun-Sung no parecía tan abatido como yo pensaba. No solo eso, sino que asintió ligeramente cuando mencioné que la espada podía moverse por sí misma. Lo había aceptado a regañadientes.

¿Determinó que la espada es útil?

Era una posibilidad. Estaba seguro de que pensaba que lo mejor sería usarla él mismo, pero dada la situación actual, no podía hacer nada al respecto. Aparte de su ceño fruncido, parecía estar bien. En cierto modo, esta Espada Maldita podría ser uno de los muchos objetos de rango legendario que Hyun-Sung conocía. Probablemente no era lo suficientemente digno para hacer este tipo de juicio, pero la naturaleza del regresado y esta espada no hacían una buena combinación. Si tuviera que pensar en un dueño diferente, probablemente…

¿Jung Jin-Ho?

Pensé que sería más compatible con el asesino loco que conocimos en la mazmorra tutorial.

“Felicidades, Ki-Young” dijo Hyun-Sung.

“Oh… gracias”.

“Sé que la situación ha salido mal, pero si lo entiendes…” Sang-Hee se unió a la conversación, también apenada por la apariencia de Hyun-Sung.

“Sí, lo comprendo. Es desafortunado, pero Sang-Hee, no hay nada que pueda hacer al respecto” respondió.

La submaestra del gremio asintió con la cabeza antes de volverse hacia mí.

“Sé que no necesitas nuestro reconocimiento, pero en cuanto al objeto de rango legendario, la Espada Maldita, te garantizamos que es tuyo. Ya casi hemos terminado con este lugar. Volveremos a hacer unas cuantas rondas de búsqueda antes de irnos. Serás toda una celebridad cuando regresemos, Ki-Young”.

Solté una pequeña risa como respuesta, y cada quien se puso manos a la obra.

Me beneficié mucho de esta mazmorra. Por supuesto, el poder del gremio Cariano había disminuido enormemente debido al fracaso de la expedición. Pensándolo bien, aunque pueda sonar un poco duro, la situación no era tan mala si se miraba a largo plazo. No estaba seguro de qué tipo de decisión iba a tomar Lee Sang-Hee a partir de ahora, pero considerando el hecho de que se sentía agobiada por ser la submaestra del gremio, pensé que tal vez renunciaría voluntariamente a su puesto.

Kim Hyun-Sung y yo íbamos a convertir al gremio en lo que queríamos, y podía decir con confianza que esta incursión había merecido la pena para conseguir ese objetivo.

La condición de Ha-Yan también mejoró mucho.

Parecía que todo el mundo había subido de nivel con esta misión, pero aún había cosas de las que tenía que ocuparme: el estancamiento de Deok-Gu, y la tarea que le pedí a Lee Ji-Hye eran las más importantes.

Tal vez era por la espada que tenía en la mano, pero no pude evitar sonreír. Caminar con ella todo el tiempo sería problemático, así que empecé a inyectarle mi magia.

“Invocación inversa” murmuré.

[La Espada Maldita ha rechazado la invocación inversa]

Si serás… Invocación inversa.

[La Espada Maldita ha rechazado la invocación inversa]

¡La puta madre! ¡Regresa!

[La Espada Maldita ha rechazado con fervor la invocación inversa. A la Espada Maldita le gustaría estar contigo. Ella dice que te ama, y que quiere estar a tu lado. La Espada Maldita se está enojando]

“¡Regresa! ¡Por favor!” supliqué.

Definitivamente, había sido todo un éxito.

***

Pasó una media hora, y ya no había casi nadie en el mausoleo. Solo Deok-Gu, Ha-Yan y un par de magos. Estábamos a punto de irnos.

“¡Hermano! ¿A qué esperas? No querrás que nos dejen atrás” me gritó el grandulón desde la entrada.

“¡Necesito un minuto! ¡Puedes adelantarte!” le respondí. Ha-Yan, que se encontraba más cerca, me miró con una ceja levantada. “Ve con él. Los alcanzo en un momento”.

Ella asintió, y se fue caminando detrás de Deok-Gu. Yo me volví hacia el lugar donde había ocurrido la pelea. Ahora la bruma había desaparecido, junto con esa extraña sensación que envolvía todo el pueblo. Los últimos dos magos pasaron a mi lado; solo los saludé con la cabeza, diciéndoles que no tardaría.

Por fin solos…

Me acerqué al cuerpo de Juliena, y me agaché a su lado, teniendo cuidado de no pisar el charco de sangre.

“Esto me va a ayudar” murmuré mientras tomaba su visor. Estaba manchado de un rojo carmesí de un lado. Lo limpié, y salí del mausoleo con el adorno de plata en mi mochila.