Regressor Instruction Manual

Capítulo 97: Juliena (Parte 2)

La pelea se estaba volviendo más intensa. Ninguno daba signos de retroceder; estaban enfrascados en una batalla encarnizada, con la espada de Hyun-Sung cortando el aire y bloqueando los ataques de Juliena, y ésta última lanzando hechizos con una magia que no parecía tener fin. Ambos estaban dando una actuación impresionante. Llegó al punto en que el escenario empezó a cambiar, dejando secuelas por todo el lugar. Las muchas hileras de tumbas que se alzaban en vertical empezaron a romperse cuando un rayo las golpeaba, dejando a la vista esqueletos probablemente más viejos que todos los aquí reunidos.

“¡Muévete en este instante!”

¡Boom!

Parecía que estaban a la par, pero si uno miraba con detenimiento, podía darse cuenta de que Hyun-Sung tenía las de ganar.

“¡Juliena!” grité.

“¡Gedric!”

Mientras Hyun-Sung podía pelear con todo lo que tenía, Juliena se debía contener, pues corría el riesgo de dañarme. Desconocía qué tipo de persona era Gedric a ojos de ella, pero era lo suficientemente preciado como para esperarlo en este maldito pueblo por quién sabe cuántos años. Era inevitable que no pudiera sacar a relucir sus verdaderos poderes. Cada vez que gritaba o la llamaba, notaba cómo se agitaba.

De hecho, podíamos terminar la pelea de una forma mucho más fácil. Si los demás fingían hacerme daño o me amenazaban, existía la posibilidad de que Juliena se rindiera… o de que se volviera completamente loca, en el peor de los casos. Sin embargo, los demás estaban totalmente concentrados en la lucha.

De igual manera…

No necesitaba ir tan lejos. Ahora mismo, Hyun-Sung quería demostrar su poder a los miembros del gremio restantes. Estaba dando su máximo esfuerzo, como nunca antes lo había visto hacerlo.

Juliena era fuerte; sus tentáculos oscuros se revolvían alrededor de ella tratando de atrapar a nuestro líder, o de golpearlo. Él los esquivaba de tal manera, que me hizo preguntarme si era una pelea coreografiada. Cada vez que blandía su espada, un tentáculo era rebanado y desaparecía bajo el miasma que cubría el suelo.

De toda la gente que conocía, la única que sería capaz de combatir así era Cha Hee-Ra. Incluso Lee Sang-Hee, que era la persona más fuerte aquí, miraba a Hyun-Sung con incredulidad.

Mientras veía a Juliena pelear, otra idea llegó a mi mente. Podría usarla para algo, pero…

Es demasiado peligroso.

Si me atrapaba, las consecuencias serían inmediatas. No solo yo, sino que todos mis compañeros saldrían lastimados, además de que no era del tipo al que le gustaba apostar. Y este no era el momento indicado para hacerlo.

“Espera un poco más, Gedric. ¡Solo un poco más!”

Estaba muy satisfecho con la situación actual, pero lo único que me molestaba era el hecho de que parecíamos ser los villanos. Podía sentir la desesperación en la voz y movimientos de Juliena. A pesar de ello, no sentía ni una pizca de simpatía por ella.

Juliena, una mujer consumida por la locura, era la dueña de una mazmorra que mató a mucha gente. Nuestro grupo estaba en verdadero peligro de morir y unirse a esos tantos, también. Aún no habíamos encontrado a los Carianos que vinieron antes de nosotros, y si lo hacíamos, sabía que no sería nada agradable.

“¡Conoce tu lugar, insecto!” gritaba Juliena, a lo que Hyun-Sung respondía solo con silencio. “¡Que la oscuridad te consuma!”

Las manos de Juliena brillaban de un color amarillo, señal de que otro rayo se acercaba. Hyun-Sung corrió hacia una de las tumbas, y se deslizó justo a tiempo para que le sirviera como obstáculo al hechizo. Un buen trozo de la tumba se desprendió, con piedras saltando alrededor a causa del impacto. El espadachín entonces salió corriendo de la cobertura, reanudando el ataque.

Es fuerte.

Entonces, la hechicera empezó a convocar criaturas nacidas de la bruma que llenaba el lugar. Un grupo de cinco, aparecidos en tal solo unos pocos segundos, cargó contra Hyun-Sung. Para sorpresa de nadie, duraron muy poco. Juliena siguió invocándolos, aumentando la distancia entre ellos, pero el otro no retrocedía.

Yo solo pude quedarme de pie en mi lugar, asombrado por la pelea que se desarrollaba frente a mi. Antes de que me diera cuenta, los observaba con la boca abierta.

Mmm…

La expresión de Hyun-Sung me confundió. La sonrisa en su rostro me decía lo mucho que estaba disfrutando la situación.

¡Crack!

Esa podría ser su manera de probar su fuerza. Por supuesto, no había nada que pudiera hacer acerca de la diferencia entre atributos, y aunque las heridas ya empezaban a aparecer en su cuerpo, él se veía bastante satisfecho con su desempeño.

Su promedio no alcanza ni los ochenta, pero es capaz de pelear de esa forma…

“¡Muévete ahora mismo!” gruñó Juliena mientras levantaba su mano y comenzaba a reunir una energía oscura. “¡Espada Maldita!”

Una espada emergió rápidamente de aquella energía. La empuñadura y su guarda tenían intrincados grabados de plata, y la hoja era tan oscura que parecía absorber la luz.

¿Qué clase de pelea es esta?

Era mejor describirla como una pelea bastante fuera de lo común. No se me ocurría ninguna otra palabra. Juliena parecía haber entrado en su segunda fase; con la espada nacida de las tinieblas, se puso en guardia y cargó contra Hyun-Sung. Supuse que le era difícil adoptar este estilo de combate, pues retrocedía cada vez que sus espadas chocaban.

Mientras tanto, los otros espadachines que en un inicio habían avanzado junto a Hyun-Sung ahora se encontraban a mi lado. Deok-Gu y Lee Sang-Hee, junto con su equipo, formaron una línea de escudos para protegernos. La barrera mágica de los clérigos seguía envolviéndonos, así que podíamos decir que estábamos completamente seguros.

¿Puede ganar?

Me preocupaba quién iba a vencer. Estaba seguro de que Kim Hyun-Sung lo haría, pero ver cómo iba adquiriendo nuevas heridas me hacía dudar. Incluso estaba potenciando su cuerpo con magia. Pensé que lo peor aún estaba por llegar.

¿Debería confiar en él?

No creía que eso fuera todo lo que nuestro líder tenía; estaba seguro de que escondía uno o dos trucos, pero me preocupaba que se estuviera confiando.

“¡Mi oscuridad te aplastará!” gritó Juliena mientras alzaba su espada. Pude notar cómo Hyun-Sung concentraba su magia en la suya.

Tal vez este golpe lo decida.

Cuando los dos metales chocaron con un gran estruendo, arrojando chispas y desatando un vendaval, no pude evitar gritar.

“¡Juliena!”

Incluso mientras blandía su espada, giró la cabeza para verme. En ese momento de debilidad, Hyun-Sung aprovechó para desviar su ataque, haciendo que la espada oscura quedase enterrada en el suelo. Era señal de una fuerza tremenda y desmedida.

Pasó todo muy rápido. Juliena dejó de forcejear. Me pregunté qué es lo que estaba pasando, y cuando miré con detenimiento, noté que Hyun-Sung le había atravesado el estómago.

“Ged… ric”.

Me siento como una basura…

Había hecho muchas cosas cuestionables hasta ahora, pero era la primera vez que me sentía así con el jefe de una mazmorra. Juliena extendió su mano hacia mí, aún de pie, con un brillo de tristeza en sus ojos.

“Gedric…”

Hyun-Sung retiró su espada, ahora bañada en rojo, y Juliena cayó al suelo. El visor que cubría la mitad de su rostro se desprendió, revelando sus facciones. Tenía su mirada fija en mí. Pude ver cómo sus ojos se iban apagando lentamente, hasta morir. Un silencio sepulcral llenó el mausoleo por primera vez desde que empezó el combate. Cuando por fin me sacudí ese sentimiento inquietante de encima, una energía desconocida se esparció por todos lados. Me estremecí por un momento, pero después mi mente se sintió más ligera. Entonces me di cuenta de que habíamos tenido éxito tomando control de la mazmorra.

[El objetivo forzado de la mazmorra de rango Épico ha sido completado]
[Objetivo de rango Épico – derrota a Juliena (1/1)]
[Como recompensa, obtienes cuatro puntos aleatorios para tus atributos]

Se ha acabado.

Naturalmente, todos corrieron hacia Hyun-Sung, quien estaba recuperando su aliento en silencio, a punto de desmayarse. Yo me quedé quieto, confundido; había empezado a escuchar un leve murmullo.

“Señor Hyun-Sung, ¿se encuentra bien?”

“¿Có-cómo lo logró…?”

“¡Señor Hyun-Sung!”

“Oh, estoy bien” respondió.

Por supuesto, todos estaban comprobando la condición de su cuerpo, pero entonces los murmullos empezaron a volverse cada vez más fuertes.

“Mmm…”

“De-de ninguna manera…”

“Sabía que sería difícil, pero no me imaginé que lo fuera tanto”.

“Tal vez se trataba de una mazmorra que estaba a punto de subir de rango” explicó Sang-Hee. “Esta es mi primera vez experimentando algo parecido, así que no puedo explicarlo de manera adecuada”.

“Lo que sea que haya pasado, lo que importa es que seguimos vivos”.

Por un momento, no pude comprender de qué hablaban, pero después de mirar la espada incrustada en el suelo lo supe.

[Espada Maldita – Rango Legendario]

Juh…

La oscuridad de la hoja se fue desvaneciendo poco a poco. Ahora, brillaba con una leve luz plateada.

Impresionante… ¿Tal vez Hyun-Sung nos trajo a la mazmorra por este objeto?

Un objeto legendario. No había muchas armas en este continente que tuvieran el mismo rango que ésta. Hasta ahora, un total de seis objetos legendarios habían sido confirmados, eso sin contar las que se mantenían ocultas por las personas. Por supuesto, no deberían ser más de diez. Lo que lo hacía aún más sorprendente era que la tasa de obtención de equipo legendario era muy baja incluso en las mazmorras de tal rango, y sin embargo, una había aparecido justo en esta misma mazmorra. Si Kim Hyun-Sung sabía que podía conseguir esta espada, era comprensible que se desviara de su camino para conseguirla.

La palabra ‘legendario’ tenía un significado importante en este continente. Mazmorra legendaria, clase legendaria, objeto legendario, misión legendaria, jefe legendario. Todo el mundo en este continente siempre esperaba encontrar uno de estos, y la razón por la que este pueblo de repente llamó la atención fue por esa razón. No sería extraño que empezaran a pelear por quién se quedaría con la espada; no obstante, el dueño ya estaba decidido. Probablemente todos sabían a quién pertenecería esta espada. Pensé que no estaría mal hacerle un cumplido, así que hablé en voz baja después de acercarme.

“Nunca imaginé que serías capaz de derrotar a Juliena en un uno contra uno”.

“Habría muerto si no fuera por ti, Ki-Young. De verdad, estoy muy agradecido” me respondió con una sonrisa.

Como era de esperarse, él quería la espada, puesto que su participación y liderazgo durante toda la conquista de la mazmorra fue vital. Era natural que se sintiera así. Tal como yo quería un buen equipo de alquimia, él quería una espada excelente.

No había razón para discutir quién se la quedaría. Sin importar cómo lo vieras, Hyun-Sung fue el que mató a Juliena y nos guió hacia la victoria. Aunque los clérigos, algunos rastreadores y yo jugamos papeles importantes en el transcurso de estos días, nuestro querido regresado era el que más la merecía.

Lee Sang-Hee debía saber exactamente lo que necesitaba decir.

“Primero, me gustaría anunciar que hemos tomado control de la mazmorra con éxito. Acabamos con este maldito pueblo fantasma” los demás respondieron con exclamaciones emocionadas, de alivio y de felicidad. Unos segundos después, continuó. “Peinemos la zona en busca de objetos o cuerpos de nuestro gremio. Quiero que formen grupos de tres para buscar. Así que, si encuentran cualquier cosa especial, por favor reportenlo de inmediato. Calcularemos las recompensas una vez regresemos a Lindel. Señorita Ga-Hyeon, por favor adelántate y regresa a la ciudad para informar de nuestra situación”.

Después de dar órdenes, Sang-Hee se volvió hacia Hyun-Sung.

“Además… Tal vez sea un poco temprano para decir esto, pero estoy segura de que todos ustedes ya saben quién es el dueño de la Espada Maldita. Así que…”

En ese momento, Sang-Hee se quedó sin palabras.

Buzz…

La espada comenzó a vibrar, aún incrustada en el suelo.

“¿Eh?”

¡Buzz!

¿Qué cara…?

La espada empezó a flotar de repente, como por arte de magia. Al instante, todos se pusieron en guardia. Nadie supo cómo responder, pues era la primera vez que experimentaban algo así. La espada se empezó a desplazar lentamente hacia mí; el hecho de que no sintiera ningún ápice de hostilidad me pareció extraño.

“¿Está escogiendo a su dueño?” alguien murmuró.

Después de escuchar ese comentario, me di cuenta de lo que estaba sucediendo. La espada siguió acercándose con su hipnotizante resplandor plateado, vibrando y emitiendo sonidos raros.

¿Qué es esto…?

No quería aceptar lo que estaba pasando.

No, no hagas esto. ¡No soy un espadachín, maldita sea!

Hyun-Sung se veía realmente confundido.

Esto no… ¡Mierda! Esto no está bien. Hyun-Sung, confía en mí. Esto no es lo que quería.