Regressor Instruction Manual

Capítulo 96: Juliena (Parte 1)

Una mujer. Su cabello era plateado y caía sobre su cuerpo como una cascada. Un vestido negro la envolvía, sin dejar a la vista ni un poco de su piel. De ella desprendía el miasma que llenaba el lugar.

“Aaah…”

Mis piernas y brazos empezaron a flaquear, no sabía si por el frío o la presencia de este ser. El enemigo final del ‘Jardín Tenebroso’ era mucho más intimidante -su cuerpo era grande y largo. Al final, no pudo resistir el ataque en conjunto de todo el grupo, lo que resultó ser un poco anticlimático.

Sin embargo, la mujer que rezaba en silencio frente a nosotros era diferente. Yo no era un luchador, pero supe reconocer que no era un oponente sencillo. Su cuerpo parecía ser pequeño y delgado, mas el aura que desprendía era… oscura. No había otra palabra para describirla. Mis instintos fueron abrumados. Me di cuenta de que ella era la depredadora y yo la presa. En ese momento eché de menos tener a Kim Hyun-Sung detrás de mí.

Hyun-Sung… Estás bien, ¿verdad?

“Aaah… Gedric… ¡Mi Gedric! Finalmente has venido a verme…”

¿De qué demonios está hablando?

“Finalmente me has encontrado. ¡Gedric, mi amor!”

La mujer se levantó y se giró hacia nosotros. Una pieza de artesanía, hecha de algún metal que no podía identificar, cubría la parte superior de su rostro. Su piel era extremadamente pálida, casi fantasmal. Extendió su mano hacia nosotros, y me pregunté por un momento si debía fingir ser Gedric, pero tomar el liderazgo en un lugar como este era peligroso. Esperar en la retaguardia mientras permanecía callado era lo mejor.

¿Es ciega?

En ese momento, Hyun-Sung dio un paso al frente.

“Aaaaah… Gedric. Tú no eres mi Gedric”.

Detrás del visor finamente decorado, se pudo divisar una luz plateada, similar al color de su cabello. Desconocía si era el efecto de su máscara o eran sus propios ojos. Ese tenue resplandor atraía mi mirada, y yo no podía resistirme. Era como si quisiera tragarme.

“Tú no eres él. ¡No lo eres!” chilló.

El suelo empezó a temblar -no, todo el mausoleo. Pequeñas grietas aparecieron en las tumbas, polvo caía del techo, y el sonido de objetos cayendo al suelo y rompiéndose llegó a mis oídos. El miasma, que en un principio solo cubría nuestros pies, ascendió a nuestras rodillas. Pude sentir pellizcos, como si estuviera cargada de electricidad. Quienes no pudimos resistir su alarido nos cubrimos los oídos, y cuando pensaba que iba a reventar mis tímpanos, una cúpula transparente nos cubrió a todos. Sun Hee-Young acababa de usar su magia sagrada para protegernos.

“Yo les ordeno… ¡QUE MUERAN!” la mujer cerró la mano que nos extendió con odio.

“¡Prepárense para pelear! ¡Los magos, preparen magia ofensiva, y los clérigos continúen con su magia sagrada! Estaremos a la defensiva hasta que conozcamos lo que puede hacer. Será una pelea larga…” Hyun-Sung empezó a gritar instrucciones.

Lee Sang-Hee se veía más calmada de lo que esperaba. Formó una línea para defender a la retaguardia en unos cuantos segundos. Era alguien confiable. Cuando empezaron a recitar sus hechizos, la magia llenó el lugar. Era el trabajo de la vanguardia comprar tiempo para que los magos armaran sus conjuros sin preocupaciones. Mientras tanto, con Hyun-Sung liderando, unos cuantos miembros empezaron a cargar contra Juliena.

Aguanta, Hyun-Sung.

La electricidad del miasma empezó a hacerse cada vez más visible; los rayos empezaron a verse por todo el suelo, haciendo camino hasta llegar a Juliena.

“¡Prepárense para el impacto!”

“¡Cómo se atreven, gusanos! ¡No debieron entrar a mi hogar!” la energía se reunió en su mano, y salió disparada hacia nosotros. Un relámpago plateado iluminó toda la habitación por una milésima de segundo.

¡Craaack!

Lee Sang-Hee, previendo la dirección del ataque, lo atajó con su gran escudo. Aunque cubrió la mayor parte del daño, el metal debió actuar de conductor, pues se quedó fija en su lugar, temblando. Noté magia sagrada envolviendo su cuerpo, ayudando a su recuperación.

No, no será nada fácil…

Era muy diferente de los monstruos a los que nos habíamos enfrentado antes. El monstruo del ‘Jardín Tenebroso’ se centraba en las vanguardias, pero en este caso, Juliena no tenía un objetivo fijo. Flotaba a ras del suelo, probablemente por el efecto del miasma, por toda el área. Con el fin de protegernos, tenían que quedarse cerca de nosotros, lo que la hacía un oponente difícil de atacar para los guerreros.

El tiempo para lanzar hechizos se hizo más largo. Ya que iba a ser una pelea larga, la línea de escudos tenía que estar atenta a cualquier ataque para proteger a los clérigos. A los arqueros se les dificultaba atacarla sin recibir represalias. Ha-Yan y Jung-Yeon recitaron su hechizo, uno cargado de magia, y salió disparado hacia Juliena. Ésta, sin embargo, se cubrió en rayos para detener el ataque.

En ese momento activé el hechizo que había estado recitando.

Un brazo grande apareció en el aire, entre pequeños rayos rojizos, y cayó encima de Juliena. El brazo se desintegró tras unos segundos de contacto con su barrera, pero uno de los hechizos logró atravesarlo y hacerle daño gracias al ataque en conjunto.

“Cómo… ¡cómo te atreves!”

Era una pequeña victoria, pero no venía con buenas noticias.

Bueno… mierda.

Juliena no malgastó ni un segundo y soltó una torrente de hechizos contra nosotros. A Hyun-Sung también se le dificultaba avanzar, pues solo podía cubrirse con su espada de los constantes ataques. Pensé que sería más fácil para él si no estuviéramos aquí.

¿Todas las mazmorras de rango épico son así?

Ya sabía que no sería sencillo, pero estaba siendo más difícil de lo que esperaba. Cada vez que Juliena soltaba una descarga, el mausoleo temblaba y se iluminaba.

Deok-Gu debe estar pasándola mal.

Probablemente esa era la razón por la que nuestro líder no se podía mover tan libremente. Lee Sang-Hee estaba cumpliendo con su parte, pero ya que Deok-Gu no tenía mucha magia y le faltaba resistencia, no podía mantener el ritmo. Se estaba esforzando mucho, mas lo único que podía hacer era bloquear los ataques más débiles. Había sido capaz de aguantar hasta ahora gracias a que Juliena aún no activaba su maldición. Al parecer, dicha habilidad tenía sus restricciones, de lo contrario, la habría usado más seguido. Si empezábamos a alucinar ahora mismo, estaríamos en grave peligro.

Debía de tomar una decisión, una que nos pusiera en un lugar más seguro. Al final, llegué a una opción bastante arriesgada pero que nos ganaría tiempo.

Dudar es perder, maldita sea. Con estas palabras en mi mente, respiré hondo, y…

“¡Ooohh, mi Juliena!” dije en voz alta.

“¿Ge-Gedric?” se quedó quieta al escuchar mi voz, y sus ojos resplandecieron con fuerza por un instante.

Mis compañeros me miraron con sorpresa, preguntándome si había perdido la cabeza. Los ignoré y continué con mi actuación.

“¡Juliena! ¡Oh, mi Juliena!”

“¡Gedric! Oooh, estás aquí, Gedric. Has vuelto a mí”.

“¡Sí, Juliena! ¡Te he estado buscando por eones! ¡A este santuario!”

“Gedric, finalmente…”

“¡Juliena!”

“N-no. Tú no eres Gedric” había empezado a caminar lentamente hacia mí con una sonrisa en sus labios, pero se detuvo repentinamente.

Maldición.

“Ha pasado mucho tiempo, Juliena. A diferencia de ti, que estás atada a este santuario, yo he experimentado innumerables cambios en todo este tiempo. Mi habla, mi presencia, todo ha cambiado desde ese entonces” continué, con sudor recorriendo mi frente.

“No, tú no eres mi Gedric”.

“¡Juliena, amor mío! No digas esas cosas”.

“¡Deja de fingir!” gritó, haciendo una mueca de enfado, mostrando sus dientes.

“Juliena, puede que haya cambiado, pero aún recuerdo ese día. He atesorado nuestros recuerdos, incluso en este cuerpo”.

“Ah…” vaciló.

“Esas memorias, tan preciadas…”

“¿Ged… ric?”

Al parecer, estaba funcionando, pues lágrimas oscuras se deslizaban por debajo del visor. Sus ojos empezaron a centellear. Fruncí el ceño por los nervios, pero no debía dejar que se notara en mi voz. Trataría de distraerla con sus recuerdos de Gedric, esperando que no me pidiera explicaciones.

“Con ese día, te refieres a…”

Justo lo que no quería. Pensé rápidamente en una excusa.

“Cuando nosotros… ¡Aaaaacckk, Juliena!” doblé mi cuerpo y llevé las manos a mi cabeza, fingiendo.

“¡Gedric! ¿¡Qué sucede!?”

“¡Me están haciendo daño, Juliena! ¡Aaaahhh!”

Todos presenciaban la escena con horror, las miradas saltando de mí a Juliena, y de regreso. Cómo no, Ha-Yan se veía celosa.

Todos son tan…

… lentos. Llegué al punto de extrañar a Lee Ji-Hye, quien probablemente estaba trabajando duro con lo que le pedí. Empecé a hacerle señales a Jung-Yeon de manera discreta, ya que era una de las más inteligentes. Asintió con la cabeza, pero…

“¡Eres una tonta, Juliena! ¡He-hemos capturado a tu amor, Gedric!” gritó.

Su actuación es muy poco convincente…

Me sentí ridículo por tener ligeras esperanzas de que lo hiciera bien, dado lo mucho que le gustaban los dramas. Empecé a preocuparme de que Juliena cambiara de parecer por culpa de la actuación de Jung-Yeon. De hecho, incluso ella parecía avergonzada, ya que sus mejillas se ruborizaron. Por fortuna, Juliena no sospechó.

“¡Juliena, por favor no me salves! ¡Sal, huye, corre ahora mismo! Acckk… ellos…”

“¡Gedric!”

“Gah… ¡Huye, Juliena! ¡Sálvate!”

“¡Cómo se atreven a dañar a mi Gedric!”

No me importaba quién era Gedric, pero usarlo resultó ser más efectivo de lo que pensé. Por supuesto, ella aún podía sospechar un poco, pero eso no importaría gracias a que la persona que había esperado por tanto tiempo estaba a punto de morir. Era natural que reaccionara de esta manera.

El problema es que se está volviendo loca…

No iba a mandar un relámpago hacia la retaguardia, pues ahí era donde su amado Gedric se encontraba cautivo.

A diferencia de los demás, que se quedaron estupefactos tratando de comprender la situación, Kim Hyun-Sung corrió hacia Juliena de inmediato y blandió su espada contra ella. Aún no estaba al nivel en que podía moverse con libertad activamente en una mazmorra de rango épico; no, aún le faltaba mucho por crecer. Pero la manera en que luchó contra ella, quien trataba de avanzar hacia mí, era impresionante. Tenía cuidado de no bloquear los ataques eléctricos con su espada, en su lugar, los predecía y esquivaba. Y aunque su rango de ataque estaba limitado por la cercanía y acoso constante del espadachín, Juliena seguía lanzando hechizos con una gran habilidad.

¡Craaaackk, crack!

El sonido de los rayos y de la espada bloqueando ataques resonó por todo el lugar. Ese intercambio estaba más allá de mi comprensión.

Juh…

Hyun-Sung lanzó un tajo contra Juliena, pero la espada se atascó en una esfera de magia plateada. Ella contraatacó con una especie de tentáculo y golpeó de lleno a nuestro líder. Se tambaleó unos momentos, bloqueó otros cuantos ataques y se recuperó. Después de unos segundos volvió a la ofensiva.

Todos en el grupo estaban impresionados por la batalla. Incluso el grupo de Jung-Yeon, que era más avanzado que el nuestro, miraba la escena con sus bocas abiertas de par en par. Encontraban difícil determinar cómo entrar al combate.

“Maldito gusano… ¡Apártate de mi camino en este instante!” le ordenó, furiosa.

Sin embargo, Hyun-Sung se mantuvo impasible, continuando con el ataque.

“¡Gedric! ¡Gedric!”

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Bejemon: Sorpresivamente, el combate se mantuvo casi igual. El autor esta vez lo hizo bien. Solo agregué la descripción de la arena de batalla y la apariencia de Juliena. Me basé directamente del manwha, aunque le agregué ese visor/máscara. Si quieren una imagen de referencia, pueden buscar a la guardiana del fuego de Dark Souls 3.

Y bueno, ahora que he estado adentrándome en el mundo de dnd, Ki-Young me está empezando a recordar a un bardo… Sin la parte musical, claro, pero con la magia y elocuencia de uno. Me pareció muy divertida su actuación en este capítulo.