Infinite Dendrogram (NL)

Volumen 16: Las Posibilidades Tartareanas

Capítulo 7: De Pie e Indomable

Parte 2

Algunas partes del cuerpo les picaban, como si algo pequeño se arrastrara por la piel.

Miraron la fuente de esa sensación —el daño mínimo causado por los hechizos de la criatura— y vieron innumerables gusanos retorciéndose.

“¡A-AHHHHHHHHHHHH!”

Los gritos de los Maestros resonaron por toda la zona. ¿Quién podía culparles? Se trataba de un acontecimiento que desafiaba la lógica.

Los gusanos rastreros utilizaron sus diminutas bocas para morder su carne, que luego se convirtió en más gusanos.

“¡Pequeños…! ¡Malditos! ¡Los aplastaré a todos!”

Algunos aplastaban a los gusanos que se arrastraban sobre ellos, mientras que otros los mataban con fuego, pero los gusanos aplastados o quemados renacían rápidamente en otros sanos.

Peor aún, las heridas que se infligían a sí mismos en el proceso sólo se convertían en más gusanos.

Este era el tercer factor que hacía tan temible al Reinvigorating Rebirth, y era sin duda lo más terrible del mismo.

Permitía convertir en gusanos cualquier herida en un radio de trescientos metros.

Los Maestros presentes gritaron de asco y miedo ante la visión.

Incluso las caídas y choques provocados por el pánico crearon heridas menores que rápidamente se convirtieron en fuentes de aún más gusanos.

“Gusanos frescos salidos de sus propias heridas, así como de las heridas de otros. Su volumen no puede reducirse haciéndole daño, pero puede convertir a sus oponentes en sí mismo.” Observó Aragorn.

Los Maestros no pudieron resistir más.

Incluso a través del dolor que estaban experimentando, todavía podían sentir los gusanos arrastrándose por todas partes, conquistando lentamente más y más territorio en sus cuerpos. Una sola herida bastaba para que Reinvigorating Rebirth creara un enjambre que invadiría el cuerpo mientras De Vermis estuviera a su alcance.

Algunos Maestros utilizaron casi instantáneamente el sistema de suicidio, pero nadie podía culparles por ello.

“Es mejor que evites cualquier ataque, amigo mío.” Dijo Aragorn. “Úsame como escudo y no dejes de canalizar tu Necro Effect.”

“Entiendo.” Dijo Benetnasch. Aragorn era duro, pero no podía evitar que todo el daño llegara a su nigromante. Las heridas que recibió Benetnasch fueron lentamente reemplazadas por gusanos, todos los cuales murieron un momento después.

Esto se debe a un potenciador disponible para la agrupación de nigromantes, Necro Effect.

Creaba un débil efecto de muerte instantánea por contacto que mataba a todos los gusanos de Benetnasch en cuanto aparecían.

Su defecto era que sólo funcionaba con las criaturas más débiles, pero, afortunadamente, los gusanos eran exactamente eso.

“… Por cierto, ¿te afecta esto? Eres todo huesos.” Preguntó Benetnasch.

“Creo que sólo reemplaza las partes que reciben daños o están afectadas por enfermedades. Parece que no le hace nada al hueso impecable. A fin de cuentas, yo no me pudro.”

“… Entonces supongo que los zombis no serían muy útiles aquí. Y las partes en las que está dañado en realidad están siendo reemplazadas… Supongo que existe la posibilidad de que pueda reemplazar a cualquier criatura aunque no tenga carne ni huesos.”

Benetnasch y Aragorn habían estado conversando tranquilamente y analizando De Vermis desde su aparición.

Incluso cuando su entorno se inundó de gritos de pánico, sus mentes permanecieron tan serenas como la superficie de un lago en calma.

Sin embargo, esto no significaba que ninguno de ellos —o al menos sólo Benetnasch— tuviera una fortaleza mental sobrehumana. Simplemente estaba acostumbrado a esas batallas infernales.

“De todas formas, ya volvemos a tener suficiente rencor, así que… aquí tienes.” Dijo Benetnasch. Aun usando Soul Sight, miró a la masa de gusanos y encontró el alma del cuerpo principal de De Vermis.

Entonces utilizó su habilidad como King of Tartarus para concentrar el rencor creado por las almas atrapadas y los aterrorizados Maestros en un solo punto….

“Deadly Explosion.”

… e incineró la mosca que era el De Vermis original.

Sin él, De Vermis se congeló en su lugar…

“¿Funcionó?”

“… No lo parece.”

… sólo para reanudar el movimiento un momento después.

La mosca era el cuerpo principal, pero no el núcleo.

Incluso sin el cuerpo inicial de la mosca, De Vermis era ahora una reunión de gusanos. La única forma de vencerlo era destruirlo por completo.

“No parece tener un núcleo físico. El alma sigue ahí.” Afirmó Benetnasch.

“Así que la única forma de derrotarlo es aniquilar a toda la masa sin más.” Dijo Aragorn. “Veo que tendremos que esforzarnos al máximo.”

“… ¿Es una broma?” Preguntó Benetnasch, con el rostro serio. “De todos modos, puedo ver por qué Huanglong… ese Draconic Emperor lo selló. Parece más fácil hacer eso que destruirlo al completo.”

Mientras decía eso, consideró otra posibilidad.

¿O tal vez pensó que era mejor sellarlo para luego liberarlo en tierras enemigas como arma biológica? Quiero decir, si pudo sellarlo, probablemente podría haberlo derrotado una segunda vez.

Irónicamente, había sido robado por un tercero y ahora había sido liberado en una gran ciudad de un país potencialmente enemigo.

“Que yo sepa, los únicos dragones que pueden vencer a este enemigo son el rey de todos los dragones celestes y el desaparecido Extinction Dragon King… así como Gloria cuyo nombre he oído pronunciar en rumores.” Dijo Aragorn.

Los tres tenían un estatus Mythical o superior y destacaban en el exterminio a gran escala.

Ningún Maestro aquí tenía tal poder a su disposición…

“Entonces, amigo mío… ¿qué hacemos?”

“… Si hay que quemarlo todo, entonces haré que arda.”

… pero Benetnasch tenía los medios para entregar lo necesario.

“Para bien o para mal… conozco a gente que tiene bastante potencia de fuego.”

“… Ellos, ¿eh?”

“Sí. Aunque tendré que reunirme con Persephone, asegurarme de que la zona está evacuada y obtener su aprobación. Hacer esto no será bueno para Cortana… pero supongo que todo depende de cómo vayan las negociaciones con ella.”

Benetnasch recordó al Magingear celeste con el que había luchado no hacía mucho, y eso le inquietó un poco. Sin embargo, era difícil imaginar que Caldina ignoraría este problema durante mucho tiempo. Probablemente aceptarían la ayuda de Benetnasch simplemente porque podría encargarse de ello más rápido que nadie.

“Algo tiene que mantener ocupada al UBM durante las evacuaciones y los preparativos.”

“Tomaré con gusto el papel… es lo que me gustaría decir, pero separado de ti, el Necro Effect expiraría, exponiéndome a la posibilidad de convertirme en sustento de los gusanos.”

“Sí. Por eso lo que sea que nos está haciendo ganar tiempo… debe ser algo que no se pueda dañar.” Dijo Benetnasch mientras agarraba algo bajo su ropa. “Con el único que podemos contar… es con él.”

“Santo cielo… así que acabarás usándolo a pesar de todo.” Esto era lo que casi había usado mientras luchaba contra AR-I-CA—un extraño colgante que parecía la mitad inferior de una gárgola.

“Desde la última vez que lo usamos, he aprovechado cada oportunidad que he tenido para imbuirle MP. Ahora tiene 6.000.000… lo que debería bastar para mantenerlo activo al menos media hora.”

“… Tan caro como siempre.”

“Pero vale lo que cuesta, y hay cosas que sólo él puede hacer, así que…”

Benetnasch sujetó el colgante y lo levantó delante de él.

Entonces, gritó: “¡Despierta, Standing and Indomitable: Greatest Bottom!”

La luz envolvió el accesorio y…

***

Mientras De Vermis atacaba a los Maestros y los convertía en gusanos usando Reinvigorating Rebirth, pensó que las cosas iban viento en popa.

Incluso ahora, el UBM crecía rápidamente en volumen global.

Esto se hizo a través de la misma habilidad Reinvigorating Rebirth. Simplemente transfería cualquiera de sus fragmentos que saliera de su alcance de vuelta a la masa principal. Debido a esto, incluso si los Maestros heridos que estaban siendo consumidos por los gusanos lograban escapar, los fragmentos creados a partir de sus cuerpos siempre volverían a De Vermis.

Desde una perspectiva puramente animalista, lo correcto podría haber sido dejar que los Maestros corrieran con los gusanos para extenderse a lo largo y ancho y expandir su territorio.

Sin embargo, eso no era lo que De Vermis pensaba que era el mejor curso de acción. Su escenario óptimo era convertir más y más criaturas en fragmentos, para que vivieran para siempre en la existencia colectiva de De Vermis. En la mente de este UBM, eso era un acto de buena voluntad… aunque otras criaturas lo vieran como una violación de su propio ser.

Dado que los fragmentos que salían del alcance efectivo del Reinvigorating Rebirth no podían ser reemplazados y morirían si se les hacía más daño, a De Vermis le pareció natural recuperarlos.

Sin embargo, sería un error pensar que la humanidad debe estar agradecida por sus inclinaciones no expansionistas.

Al fin y al cabo, a medida que crecía, también lo hacía la gama de Reinvigorating Rebirth.

El tamaño del cuerpo que planeaba tener originalmente era de trescientos metros, pero si crecía más allá de eso, el alcance efectivo también crecería. Crecía lentamente, pero si era capaz de hacerlo sin impedimentos, no se sabía cuán vasto podría llegar a ser De Vermis.

Quizá algún día pueda abarcar un país entero.

“No es suficiente…” Dijo De Vermis mientras miraba a su alrededor en busca de más comida para convertirse en gusanos.

El miedo a las monstruosidades retorcidas y la inutilidad de luchar contra este enemigo habían hecho huir a la mayoría de los Maestros cercanos, y el UBM no lo apreciaba.

No le gustaba tener menos criaturas con las que compartir su vida.

Por eso, lo que vio a continuación le hizo inmensamente feliz.

“Esto es…”

Era una silueta gigantesca.

De Vermis podía sentir y comprender que la cosa que tenía delante era un ser poderoso, pero al mismo tiempo se alegraba de poder corromper algo tan grande. A fin de cuentas, eso sin duda le ayudaría a crecer.

Siguiendo esos pensamientos, De Vermis lo atacó con magia: un ataque concentrado de innumerables hechizos ofensivos.

Era difícil resistir el bombardeo ileso, e incluso el más mínimo rasguño bastaría para que Reinvigorating Rebirth empezara a sustituir la herida por gusanos.

Nadie podía escapar de ello, por muy fuerte que fuera.

“¿Hm…?”

Por eso De Vermis estaba desconcertado. A pesar de los muchos ataques que acababa de desatar, no podía sentir la habilidad activándose en su objetivo.

Eso sólo podía significar una cosa: el objetivo ni siquiera estaba arañado.

“… ¿Quién eres?” Preguntó.

No hubo respuesta.

No podía responder, porque no tenía boca.

Ni ojos, ni orejas, ni siquiera cabeza.

Sin brazos, sin torso y sin corazón.

No era más que dos patas y una cola, erguida ante De Vermis.

La silueta era una mitad inferior, que brillaba de forma parecida, pero distinta, a la plata.

Era la gigantesca mitad inferior de una gárgola de cincuenta metros de altura.

Un fuerte zumbido resonó por toda la zona. No era causado por una boca de ningún tipo, sino por la enorme cola que balanceaba.

La cola vibraba a velocidades inmensas, agitando el aire a su alrededor.

A pesar de no tener ojos, pulverizó impecablemente los seis brazos extendidos hacia él con un solo movimiento de su cola.

Esos seis brazos se redujeron instantáneamente a trozos más pequeños que granos de arena. Esto se consiguió gracias a la habilidad de defensa ofensiva Hyper Vibration de la gárgola, que destruía por completo todo lo que tocaba.

De Vermis se concentró y recuperó rápidamente sus seis brazos antes de reanudar su ofensiva mágica. Sin embargo, una vez más, ninguno de los hechizos causó daño alguno a la gárgola. Los innumerables ataques mágicos fueron anulados por una habilidad que la hacía inmune a la magia ofensiva.

Al darse cuenta de ello, De Vermis intentó entonces atacar las patas, que no vibraban como la cola.

Pero por mucho que se esforzara, todo el daño que sus brazos pudieran haber hecho quedaba anulado por la inmensa defensa de la gárgola y sus habilidades para reducir el daño.

La criatura dejó impotentes todos sus ataques.

“¿Qué es esto?” Preguntó De Vermis.

La mitad inferior de la estatua de gárgola no tenía boca con la que responder. Sin embargo, no hacían falta palabras para que cualquiera que la presenciara conociera su poder.

Un cuerpo hecho de un Metal Superior que superaba incluso al mítico Hihi’irokane.

Una habilidad ofensiva-defensiva que pulverizaba fácilmente los ataques de un Antiguo Legendario.

Y por último, un aura abrumadora que superaba a la que poseía el propio De Vermis.

Esta era la criatura invocada por la recompensa MVP Superior que una vez adquirió el King of Tartarus, Benetnasch.

Esta fue la criatura derrotada a duras penas por los esfuerzos combinados del King of Beasts y el King of Tartarus.

Esta fue la gárgola más fuerte de Infinite Dendrogram… y el primer SUBM. El “Lone Yet Unmatched, Greatest One”.

O, al menos, una mitad.