SSS Class Suicide Hunter

Volumen 1

Capítulo 48.2: Cómo Alzarte Contra El Mundo (Parte 2.2)

El Imperio y el Templo de Dios estaban en mitad de la [Prueba de Fe]. El resto de fuerzas empezaron a intervenir de una en una.

“Ohh, escuchad… este no es el momento de pelearnos entre nosotros”, suspiró el Capitán de los Exploradores Elfos del Bosque de las Hadas. “¿No deberíamos investigar más en profundidad si la bruja está o no realmente bajo el control de ese joven? No importa lo tontos que seáis, hay un momento y un lugar para todo”.

Me pregunté si estaba intentado parar la pelea o si en realidad solo quería encender aún más los ánimos.

“Y, si tuviera que añadir algo más… ¿no está el Templo de Dios contradiciéndose a sí mismo? La Espada de Protección Sagrada del Emperador Fundador de Aegim es un arma que le concedió la Diosa de la Protección que todos vosotros adoráis en el Templo de Dios. Dudar de la autoridad de la espada es dudar de la autoridad de la diosa, ¿no? Por eso los humanos, con sus vidas tan cortas, son tan estúpidos…”.

“¿Qué? ¿Los elfos nos ven bajo esa luz?”.

“Sabía que esos orejas largas eran unos hijos de puta en los que no se podía confiar”.

Oh, incluso se las habían apañado para meterse en la pelea.

“¿Qué coño están haciendo el Templo de Dios y el Imperio? ¡Se ponen a discutir frente a nosotros, que hemos acudido para mantener nuestro honorable pacto!”, gritó el Capitán de la Unidad Dragón que había llegado desde el volcán. “¡Arregladlo con un duelo como los guerreros que sois! ¿Para qué queréis vuestras armas, si no?”.

En resumidas cuentas, eran una unidad unicelular. Si lo comparaba con los cazadores… sí, eran justo como Viper, el líder de Chen Mu-mun.

“Nuestra Unión de Ciudades Libres cree que tanto la Espada de Protección Sagrada como el Templo de Dios tienen la razón. Sin embargo, uno de ellos debe tener más razón que el otro. Si alguien tiene alguna sugerencia, soy todo oídos”.

“Por eso dicen que la agricultura es para retrasados… Oh, ¿podemos saquear ese pueblo? Dijiste que podríamos robar lo que quisiéramos, ¿no?”.

“S-señores… la guarida de la bruja está justo frente a nosotros…”.

La mujer que había hablado llevaba una armadura que cubría la mitad superior de su cuerpo. Reveló su [Estado], mostrando que era una jefe nómada que refunfuñaba mientras tiraba de los caballos.

Aquel era el lugar más cercano al paraíso del espectro vengativo, así que únicamente los señores de los países menores, que desde el principio habían intentado desesperadamente destruir ese lugar, estaban entrando en pánico.

En otras palabras, la situación era bastante peligrosa.

-¡Keuhoooo! -por otro lado, el Emperador de la Espada y yo estábamos mucho más relajados. Bae Hu-Ryeong se llevó las manos a la cabeza- Ahora entiendo por qué el Rey Demonio hizo que los cazadores se pelearan entre ellos. Conseguir que haya una división interna provoca una sensación realmente adictiva.

‘Lo admito’.

Siendo sincero, me lo estaba pasando en grande. Sin embargo, no tardó en aparecer una figura entre sus filas.

“Ja. Chicos, ¡fuera de mi camino!”.

Al igual que nosotros, los cazadores, teníamos a la vicelíder de la Milicia Civil, también aquel ejército tenía un mediador. Por supuesto, hubo quien intentó resolver la situación antes de que el ejército al completo se desmantelara en medio del caos y la destrucción.

Una maga de la gente lagarto de las Cataratas Sirena dio un paso al frente.

“A ojos de este joven, el problema, después de todo, era algo sencillo”, dijo mientras me apuntaba con los dedos escamosos. “Si ese hombre es realmente el emisario del Emperador Fundador, o si esa mujer es realmente la bruja. Si el emisario realmente la derrotó y la colocó bajo su mando. Todo quedará claro en cuanto confirmemos esas cuestiones”.

El Comandante de los Caballeros Sagrados del Templo de Dios, agotado de discutir con el General del Imperio, frunció el ceño. “¿Y cómo vamos a hacerlo?”.

“No te preocupes. Tengo una manera, por supuesto”, respondió la mujer lagarto mientras ponía su mano escamosa en su pecho. Allí, dentro de su puño, había una perla azul que parecía contener el profundo mar concentrado. “Esta es la Joya del Alma que me entregó la Reina de las Sirenas”. La maga estaba muy seria. Parecía que nos fuera a enseñar un tesoro extremadamente preciado, y sonaba como si debiéramos considerar que ver semejante maravilla con nuestros propios ojos era el momento más afortunado de nuestras vidas. “Si dejas caer una gota de sangre aquí, puedes determinar si el dueño de la sangre tiene un [Alma de Naturaleza Buena] o un [Alma de Naturaleza Mala]. Si eres naturalmente bueno, la joya emite luz blanca, y, tienes un alma de naturaleza mala, surgirá una luz negra”.

Hmmmm. Así que, en cierto modo, era como el [Detectar mentiras] de la Paladín o la [Perspicacia de Detective] del Santo de la Espada.

-Jujuju. Sí, creo que sí. Los semihumanos son muy buenos haciendo cachivaches raros como ese.

Bae Hu-Ryeong y yo no nos inmutamos. Fuera la preciosa joya de la Reina de las Sirenas o lo que fuera, sonaba muy importante, pero… no era nada nuevo para nosotros.

Sin saber lo que pasaba por nuestras mentes, la maga de la gente lagarto estaba llena de confianza.

“¡Y ahora, si esa mujer es realmente la Bruja de la Frontera y tú eres realmente el emisario del Emperador Fundador, aceptad la prueba de la joya!”, exclamó, alzando la perla azul. “Las maldades que has hecho. Las buenas acciones que has acumulado. ¡Esta joya lo revelará todo!”.

“Muy bien, pues”, asentí mansamente. “Hagámoslo, si queréis”.

“No vayas a arrepentirte. Como dije, la joya expondrá tu alma tal y como es”.

“Estás bastante lejos de esa bifurcación. ¿Qué te parece si empiezas a correr ya?”.

Los ojos de serpiente de la maga lagarto se entrecerraron.

“Espero que esa confianza no sea una bravata sin base. Muy bien, empecemos probando el alma de esa mujer”.

La maga se acercó a nosotros y agarró al espectro por la muñeca. Entonces deslizó sus afiladas garras por la palma de la mano del fantasma vengativo. La sangre fluyó.

“Ikkkk”, se quejó el espectro. Las gotas de sangre rojo oscuro gotearon hasta caer sobre la joya de la Reina de las Sirenas.

*Shing*

La joya se tiñó inmediatamente de negro.

“¡Pero qué co…!”

“Oh, Dios mío…”

Los comandantes y oficiales que contemplaban la prueba de alma quedaron horrorizados. El color que exudaba la joya no era un negro normal. Era un color que recordaba a la oscuridad del abismo. Una sombra negra como el vacío se deslizaba alrededor, como una silbante serpiente negra.

“¡Qué alma más malvada!”

Incluso la maga de la gente lagarto, que estaba controlando la prueba, tragó saliva.

“Es un grado difícil de creer. ¿Cuántos asesinatos y acciones malvadas has cometido…? Este es un ser que no debería existir en este mundo. Un ser maldito… ¡No hay duda de que se trata de la bruja!”

*Plop*

La maga soltó inmediatamente la muñeca del fantasma, como si intentara evitar que la manchara. El espectro descubrió en la mirada de la mujer lagarto una enorme cantidad de desprecio y miedo. Tenía miedo incluso de estar cerca de ella.

“No, ni siquiera una bruja podría ser así. ¡Ella es, definitivamente, un Rey Demonio!”.

El fantasma vengativo se sacudió más aún.

La atmósfera cambió, quizá porque la maga había confirmado la identidad del espectro. La charla de los soldados murió repentinamente. Los comandantes dejaron de discutir y miraron con fiereza al espectro. Cuanto más miraban, más se acobardaba ella, que se deslizó hacia atrás y es escondió detrás de mí.

“Ahora es tu turno”

Los ojos del gentío se posaron, naturalmente, en mí.

La maga lagarto alzó sus largas uñas y preguntó: “Autoproclamado emisario del Emperador Fundador, ¿estás listo?”.

“Siempre”.

“No tiene sentido farolear a estas alturas… Muy bien, dame tu mano”.

Extendí de buena gana mi mano izquierda. *Zas* Mi carne se abrió ahí mismo como si fuera una branquia en el punto en el que la garra de la mujer me había arañado.

Sangre roja fluyó desde el corte. Mi sangre goteó lentamente en la joya, que seguía completamente teñida de negro tras la prueba del fantasma vengativo.

Y…

“¿Ah?”

… hubo un destello de luz.

“¿Uh? ¿Uh?”.

La negrura desapareció de la joya como si mi sangre la hubiera purificado. Y no era solo eso. El rayo de luz blanca empezó a expandirse como una explosión en torno a mí.

El campo de acacias se volvió instantáneamente blanco. Aquí y allá se podían escuchar gritos. Yo me puse una mano delante de la cara para bloquear la luz.

La maga de los hombres lagarto hizo lo mismo.

“¿C-Cómo es esto posible?”

Estaba aturdida y la vi dar un respingo.

“Espera un momento, ¿qué coño es esa alma?”.

“¿Qué carajo está pasando?”

Hubo gritos. Escuché la voz del Comandante de los Caballeros Sagrados del Templo de Dios.

“¡La ‘gota de agua’ otorgada por la mismísima reina! ¿Por qué hay un rayo de luz viniendo de ella?”.

“Su alma…”, murmuró la maga, sin siquiera mirar a los Caballeros Sagrados. “¿Cómo puedes ser tan…? ¿Cuántas vidas has salvado? Una luz de un blanco tan puro… esto es… es simplemente… Esta persona… ¡Él mismo está hecho de luz! ¡Él es la propia luz!”.

Sí.

Yo era la luz.